"¡Dios mío, está lleno de estrellas!".9 años después de que la nave
Discovery se perdiese en el espacio, se envía una misión conjunta entre EE.UU. y la Unión Soviética. El objetivo es viajar a Júpiter y una vez en el interior de la nave, activar al ordenador HAL9000, para descubrir que le sucedió a la anterior tripulación. Alrededor de la órbita de Júpiter se encuentran con el enorme monolito que la anterior misión debía investigar.
2010: Odisea 2 (1984) es la adaptación de la novela homónima de Arthur C. Clarke, que forma parte de una saga creada por el escritor compuesta por
2001: Una odisea espacial (1968),
2010: Odisea 2 (1982),
2061: Odisea 3 (1987) y
3001: Odisea final (1996). La película sigue de forma fiel lo narrado en la novela e intenta dar explicación y continuación a lo acontecido en la película
2001: Una odisea del espacio (Stanley Kubrick, 1968), pero adoptando un estilo más clásico y convencional.
El realizar una secuela de
2001 supone por si misma una empresa descabellada, dada la imposibilidad de igualar a una de las obras más importantes de la historia del cine. Pero donde su director, Peter Hyams, demuestra no comprender el verdadero significado de
2001, es que aquella carecía de un argumento definido, la película intentaba transmitir emociones y sensaciones a través de la imagen (y la música), sin pararse a contar una historia de forma lineal, tal y como el cine nos tiene acostumbrados. Era una experiencia tan increíble que lo peor que se podía hacer era realizar una secuela donde se le diese sentido y explicación a lo ocurrido en ella, cosa que hizo Hyams.
Una vez dicho esto, es importante resaltar que la única forma de aceptar una película como
2010, es simplemente olvidar la película de Kubrick (aquellos que no la conozcan la disfrutaran todavía más), y tomarse el film de Hyams como una película de ciencia ficción independiente. Si se parte de ese punto, la película se presenta al espectador como una historia de ciencia ficción realmente apasionante y espectacular, cuyo estilo se enmarca en la ciencia ficción adulta, algo muy extraño en la época en la que realizó, donde imperaba la moda de
La guerra de las galaxias.
Peter Hyams fue un director muy prolífico en la década de los 80. En su haber se hayan algunas películas realmente interesantes como Capricornio uno (1978), La calle del adiós (1979), Los jueces de la ley (1983), Testigo accidental (1990), The relic (1997) y la que es su mejor película, Atmósfera cero (1980). Inició su carrera en el cine como guionista, escribiendo el libreto de Perdida en la ciudad (Herbert Ross, 1971), posteriormente escribiría también Teléfono (Don Siegel, 1977) y Cazador a sueldo (Buzz Kulik, 1980), pasando posteriormente a realizar sus propias películas como director. Hyams acostumbra a realizar también las funciones de director de fotografía, donde se destaca como un excelente profesional. Su primer trabajo en este campo fue con 2010, donde da lo mejor de si mismo en las escenas que acontecen en el espacio. Su estilo como realizador es el de un competente artesano, filma las películas de la forma más clara y correcta posible, sin demasiadas filigranas visuales, pero siempre con pulso firme y eficaz. En la década de los 80 realizó sus mejores trabajos, pero en los últimos años ha perdido fuelle, resultando sus últimas películas trabajos menores.
El proyecto de 2010 fue un encargo de la MGM a Hyams, quien recuerda la forma de como se vio involucrado en él "El presidente de la MGM me preguntó sobre hacer la película. Aquí está el libro de Arthur C. Clarke. Tiene que estar en cines en 17 meses desde ahora. Estaba petrificado, reacio e intrigado. Cuando leí el libro dije: Es un libro fascinante, pero hay cosas en él con las que no estoy de acuerdo. Si queréis que haga esta película, dos cosas tienen que suceder. Uno, Stanley Kubrick tiene que decir que está de acuerdo con ella. Él es Dios y yo no desagradaré a Dios. Dos, quiero cambiar la historia del libro. El libro estaba escrito sin política. Era 1984 y estaba Ronald Reagan. Quería hacer esta película sobre americanos y rusos que no se llevan bien, mientras que en el libro sí se llevvaban bien. Quería añadir algo de política arriesgada. Y él (presidente de la MGM) dijo estupendo. Preguntaron a Stanley Kubrick y él dijo ok".
Hyams tuvo varias conversaciones con Kubrick, quien hizo muestra de su fama de persona singular, tal y como recuerda Hyams "Arreglamos la primera llamada telefónica entre nosotros. Estaba en la oficina cuando la recibí la llamada y me puse en pie. Descolgué el teléfono. Kubrick no dijo hola, dijo: En Atmósfera cero conseguiste un plano que (...) ¿Cómo conseguiste eso?. Él habló sobre toda la mierda que tuvo que aguantar de la Unión Cinematográfica y de cómo no le dejarían entrar. Él me preguntaba sobre el plano, después sobre el plano y después sobre el plano. Estuve con él al teléfono casi 3 horas. Le conté todo y él a mi no me contó nada". Tiempo después volvieron a hablar cuando Hyams comenzó a tener dudas sobre como afrontar el proyecto "Stanley y yo hablamos bastante. Él fue muy amable y modesto. Estaba tan asustado antes de que empezáramos la película, que tuve un ataque de pánico. El presidente de la MGM me envió un libro con malas críticas de 2001. Todas esas personas que escribieron sobre el genial Stanley Kubrick y el clásico film 2001. Despellejaron 2001 cuando se estrenó. Recibió las peores y más crueles críticas. (...). Lo único importante al hacer 2010, fue realizar una película diferente a 2001, para que la gente no las pudiese comparar".
Hyams contó también con el beneplácito de Clarke a la hora de realizar la película. Ambos se comunicaban durante el rodaje mediante e-mails, estando Hyams en Hollywood y Clark en Sri Lanka. Por aquella época internet era prácticamente desconocido, lo que la convierte en la primera película en utilizar este tipo de comunicación. Gracias a esto, Hyams podía consultar con Clarke las dudas que tuviese durante el rodaje. Las transcripciones de los e-mails fueron publicados en 1984 como libro, de título The odyssey file. Tal era la aceptación por parte de Clarke hacia la película, que incluso realizó dos cameos en ella. Se supone que cuando Arthur C. Clarke y Stanley Kubrick escribieron conjuntamente el guión de 2001, Kubrick acercó el material hacia sus gustos e ideas, que no eran del todo del agrado de Clarke, por lo tanto cuando se inició el proyecto de 2010, Clarke intentó que esta nueva película fuera más cercana a sus ideas de como plasmar en imágenes el mundo que había creado.
Hyams reunió para la película a un grupo de excelentes actores entre ellos Roy Scheider, John Lithgow, Helen Mirren, Bob Balaban y Keir Dullea, repitiendo el papel del astronauta Bowman que ya había realizado en 2001.
Al comienzo del rodaje se encontraron con un problema, tras el rodaje de 2001, Stanley Kubrick hizo que los decorados de la película fueran destruidos, para que no pudieran ser usados posteriormente. Por lo tanto los directores artísticos de 2010 tuvieron que realizar una minuciosa reconstrucción de los decorados, intentando que se parecieran lo máximo posible a los de la primera película. Para realizar la reconstrucción de la nave Discovery tuvieron que recurrir a fotos existentes de la misma.
A la hora de realizar el vestuario de la película se contrató a Patricia Norris (El hombre elefante, El precio del poder), quien para realizar los trajes espaciales de los astronautas americanos de forma realista, utilizó teflón como material principal, que costaba aproximadamente 191,47 dólares el metro.
Inicialmente la banda sonora debía componerla Tony Banks, miembro del grupo Genesis, pero su partitura fue dejada a un lado y se contrató a David Shire (Todos los hombres del presidente, Zodiac), quien recuerda como fue su trabajo en esta película "Me reuní con Peter Hyams y sin ninguna razón en particular decidimos trabajar en aquel proyecto. De hecho, 2001 tenía una banda sonora basada en música clásica y el resultado había sido magnífico. No obstante, Hyams quería algo diferente y me pidió escribir música original para aquella secuela de una película mítica. Empleé música electrónica en este caso en particular para que pareciera más futurista".
El resultado de la película es interesante y espectacular, mucho mejor de lo que se ha dicho de ella. Peter Hyams realiza aquí su mejor trabajo de puesta en escena, pocas veces se le ha visto la misma preocupación a la hora de contar una historia, empleando el tiempo preciso para desarrollarla, al igual que una gran preocupación por los encuadres. También éste es el mejor guión salido de sus manos, sólo se le vería tal acierto en Atmósfera cero y Testigo accidental.
La película contiene una alta carga moral. Nos habla de la convivencia pacífica entre los hombres de una forma un tanto plana y simple, pero no por ello deja de tener vigencia, sobre todo si tenemos en cuenta el tono excesivamente fascista del cine norteamericano de los 80, época en la que fue realizada la película. La trama política intenta emular a la "Crisis de los misiles cubanos", recordando los tiempos de la guerra fría, que a día de hoy ya ha quedado desfasada y no digamos en el año 2010. Dicho enfrentamiento entre los EE.UU. y la Unión Soviética, tan de moda en los 80, es uno de los puntos flojos de la película. Como lo son también, el dar respuestas a aquello que en la primera parte se había dejado a libre interpretación (el significado del monolito, las razones del fallo de HAL9000, los misterios de Júpiter, etc). Hay secuencias que no terminan de funcionar como las continuas transformaciones del espíritu de Bowman, pasando de ser "el niño de las estrellas" a un anciano, que recuerdan a las últimas imágenes de 2001, pero aquí realizadas sin el menor sentido del simbolismo o de la lógica, mostradas como si fuesen parte normal de la historia.
Como comenté al principio, si se hacen comparaciones con la película de Kubrick, el film de Hyams sale mal parado, sobre todo a la hora de juzgar la narrativa de ambas películas, original y arriesgada en 2001, simple y lineal en 2010. Pero dejando esto a un lado, hay que reconocerle a la película sus méritos, que no son pocos. La apuesta por una ciencia ficción adulta y seria, potenciando la historia por encima del espectáculo, con un ritmo lento y sosegado, que poco a poco nos va metiendo de lleno en la historia. Aunque curiosamente los mejores momentos de la película son los más espectaculares, la secuencia del frenado aéreo, la minuciosa llegada de los astronautas a la Discovery, la transformación final de Júpiter, el avistamiento de la nueva estrella desde distintos puntos de la Tierra, por sólo citar algunos, todos son momentos de gran belleza.
Merece también destacar la impresionante labor artística de la película, con esos increíbles decorados, tanto en la labor de reconstrucción de la nave Discovery, como los creados originalmente para la película, y los excelentes efectos visuales, que brillan con luz propia en los momentos finales de la película. De hecho, la película fue nominada a 5 Oscars técnicos en su momento, mejor dirección artística (Albert Brenner y Rick Simpson), vestuario (Patricia Norris), maquillaje (Michael Westmore), efectos visuales (Richard Edlund, Neil Krepela, George Jenson y Mark Stetson) y sonido (Michael J. Kohut, Aaron Rochin, Carlos DeLarios y Gene S. Cantamessa), pero no logró ganar ninguno.
En el momento de su estreno la crítica se cebó con la película, por realizar una secuela de la obra maestra de Kubrick. Pero contó con un gran éxito comercial, recaudando en los EE.UU. 40.400.657 dólares.
En definitiva, una película más que recomendable, a la que se debe dar una oportunidad y rescatarla del olvido en el que parece haber caído.
Curiosidades:
Los trajes espaciales azules que hay en el Discovery nunca fueron usados en ninguna de las dos películas, pero fueron utilizados en la serie Babylon 5, en los episodios "Babylon hallado" y "Guerra sin fin".
La voz del ordenador SAL9000 es la de Candice Bergen, quien aparece acreditada como Olga Mallsnerd.
La frase "Dios mío, está lleno de estrellas" no aparecía en la película 2001, pero sí lo hacía en la novela. En la novela, el monolito era encontrado en la superficie de la luna de Saturno, Jápeto, en vez de estar en el espacio cerca de Júpiter. Cuando Bowman sobrevuela el monolito, de pronto el monolito se convierte en un túnel infinito. Cuando esto sucede, él pronuncia la frase final: "El objeto es hueco... y sigue, y sigue... y... oh, Dios mío, ¡está lleno de estrellas!".
La nave espacial rusa "Alexei Leonov", recibe su nombre de un astronauta ruso, que fue la primera persona en caminar por el espacio.
La estación espacial de rusa "Sergei Kirov" (la cual es nombrada por haber destruido un satélite americano) recibe su nombre de un líder Bolchevique, uno de los primeros en ser asesinados por orden de Stalin.
Imágenes de los dos cameos de Arthur C. Clarke. En el primero se le ve dando de comer a unas palomas delante de la Casa Blanca. En el segundo aparece como el Presidente de los EE.UU. en la portada de la revista Time, a su lado vemos a Stanley Kubrick como el Presidente soviético.
Como comenté antes, Arthur C. Clarke en su novela 2001, situó el famoso monolito en Jápeto. Pero Stanley Kubrick eligió emplazar la historia en Júpiter y Europa. Tras el éxito del film, Clarke escribió 2010 y cambio la historia para que continuase con los hechos narrados en la película de Kubrick.
El ordenador que Roy Scheider utiliza en su casa es un Apple IIc, con una pantalla de cristal líquido. El ordenador tiene 128k de memoria, con dos puertos seriales y un ratón de 11x12 pulgadas.
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