Batman
"Soy Batman."
Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película.
En la ciudad de Gotham, un genio criminal llamado Joker, trata de hacerse con el poder del hampa, sólo Batman, un vigilante nocturno podrá detenerle.
BATMAN BEGINS
Bob Kane y Bill Finger crearon en 1939, al hoy famosísimo Caballero Oscuro, quien se dio a conocer por primera vez entre las páginas del número 27 de "Detective Comics". Sin saberlo Kane y Finger estaban dando a luz a uno de los personajes más populares de la cultura pop.
El personaje conoció su primera adaptación a cine con Batman: La película (1966), continuación de la serie de televisión protagonizada por Adam West y Burt Ward.
El proyecto de una nueva adaptación al cine de Batman fue un largo camino que duró 10 años, y que comenzó tras el apoteósico éxito de Superman (1978). Su impulsor fue Michael E. Ulsan, un fan del personaje, quien deseaba hacer una película oscura y seria de Batman alejada de la serie de televisión de los 60. Con su socio Benjamin Melniker (un ex-ejecutivo de MGM), y tras seis meses de negociaciones, el 3 de octubre de 1979, compraron los derechos del personaje a DC Comics. Ulsan sólo tenía 28 años en aquel momento y pudo hacerse con los derechos simplemente porque, según reconocía a SuperHeroHype, "nadie más en el planeta Tierra los quería."
Y es que como pronto descubrieron, el proyecto no interesaba a nadie. "Nos rechazaron en todos los estudios de Hollywood," recordaba Ulsan.
En noviembre de 1979, Ulsan y Melniker consiguieron llegar a un acuerdo con Peter Guber y Neil Bogart de Casablanca Filmworks, para realizar la película, la cual sería estrenada por Universal Pictures. En el contrato, se especificaba que Ulsan y Melniker serían acreditados como productores. El anuncio oficial de la realización de la película fue durante la Comic Art Convention de Nueva York en julio de 1980.
Más tarde Guber se mudó a PolyGram Pictures, donde se asociaría con Jon Peters. Y en 1982, ambos terminaron en la Warner, donde formaron la compañía Guber-Peters Company. De esta forma el proyecto de Batman se fue con ellos a Warner, que casualidades de la vida era la propietaria de DC Comics. Estos cambios terminarían afectando a Ulsan y Melniker, ya que cuando Guber y Peters aterrizaron en Warner, ocultaron a los primeros de los términos del nuevo contrato. Engañados por Guber y Peters, Ulsan y Melniker creían que los términos del contrato firmado con Casablanca se mantendrían, pero como descubrirían años después, Warner no se consideraba obligada a ello.
En 1980, Peters les había pedido a Ulsan y Melniker un memorándum sobre su visión de la película. Ulsan se lo entregó en noviembre de ese año. Constaba de nueve páginas, y entre otras cosas sugería eliminar a Robin o por lo menos reducir su personaje, y que el villano fuera el Joker. Y tenía un actor muy claro para interpretarlo, Jack Nicholson.
Tomando como referente la saga de James Bond, inicialmente Ulsan y Melniker se acercaron a dos de los artífices de la saga, al director Guy Hamilton y al guionista Richard Maibaum. Curiosamente Hamilton había sido el director original de Superman, hasta que tuvo que ser sustituido por Richard Donner. Pero todo quedó en una simple toma de contacto.
En 1982, Ulsan y Melniker contrataron a Tom Mankiewicz, guionista de Superman y de varias películas de 007, para escribir el libreto de título "The Batman". Mankiewicz trabajó en el guión durante más de un año, y su primer borrador data del 20 de junio de 1983. Comenzaba con la muerte de los padres de Bruce Wayne. El villano principal era el Joker y también contaba con la participación del Pingüino. Robin era introducido hacia el final de la película, y sus padres eran asesinados por culpa del Joker durante un asalto a un circo (idea recuperada parcialmente para Batman Forever). Y Silver St. Cloud era el interés amoroso de Bruce, quien trabajaba para el jefe criminal Rupert Thorne. En 1983, el presupuesto de la película era de 25 millones de dólares y la fecha prevista de estreno era en 1984. Y en una entrevista de ese mismo año, Mankiewicz comentaba que el actor que deseaba ver como el Joker también era Jack Nicholson.
El director Richard Rush fue considerado para hacerse cargo de la película, incluso se organizó la proyección de su película Profesión: El especialista (1980), para que Ulsan y los demás se hicieran una idea de lo que había hecho, pero Rush no fue escogido finalmente.
El proyecto se le ofreció a Ivan Reitman, antes del estreno de Los Cazafantasmas (1984). Reitman estuvo un tiempo involucrado en el proyecto, Bill Murray era el deseado para interpretar a Batman, y Eddie Murphy fue considerado para el papel de Robin. Aunque según reconocía el director, terminó rechazando la oferta porque según confesó a Starlog, "no quería hacer dos películas de 30 millones de dólares una tras otra. Es demasiado trabajo." El director hubiera tenido que comenzar la pre-producción de "The Batman" justo al terminar la post-producción de Los Cazafantasmas y terminó diciendo que no al Caballero Oscuro. Por otro lado, Murray confesó que llegó a hablar con Eddie Murphy sobre la película, pero éste quería interpretar a Batman, y eso tampoco ayudó a que el proyecto llegara a buen puerto.
Tras el éxito de Gremlins (1984) le ofrecieron a Joe Dante el proyecto. El director quería que John Lithgow (a quien había conocido en el rodaje de En los límites de la realidad (1983)) interpretase al Joker. "Por alguna razón, empezó a atraerme más el Joker que Batman," declaró el director a Psychotronic Cinema. Se dio cuenta que no era el director apropiado para el proyecto y lo rechazó.
Fue idea de una ejecutiva de Warner, Bonni Lee, que Tim Burton se hiciera cargo del proyecto. El director era su protegido y acababa de entregar un éxito al estudio con La gran aventura de Pee-wee (1985). Era una elección un tanto sorprendente, pero se demostraría que era el director perfecto para la película.
Burton heredó el libreto de Mankiewicz, pero lo rechazó. "El guión de Mankiewicz era básicamente Superman, sólo se habían cambiado los nombres," declaraba el director en el libro Tim Burton por Tim Burton. "La historia, que seguía a Bruce Wayne desde su infancia hasta sus comienzos en la lucha contra el crimen, tenía el mismo tono chistoso. No admitían en absoluto su parte monstruosa, y me pareció lo más terrorífico que había leído jamás."
Burton y Julie Hickson, productora del corto Frankenweenie (1984), escribieron un tratamiento original de guión de 30 páginas, el cual tiene fecha del 21 de octubre de 1985. Al igual que en el guión de Mankiewicz, el Joker era el villano principal, y además tenía la idea de que el payaso era quien asesinaba a los padres de Bruce. Otros elementos de su tratamiento fueron mantenidos en la película, como el programa de televisión del Joker, el uso de un gas que hace que las víctimas mueran de risa, o el desfile que organiza el villano con globos gigantes, y que al menos uno porta el gas mortal.
En paralelo, el guionista Sam Hamm, quien tenía un acuerdo con Warner, consiguió antes de una reunión en el estudio, leer parte del guión de Mankiewicz. "En ese lapso de 20 minutos ya había llegado a una versión totalmente diferente de como contar la triste historia de Bruce Wayne y su peculiar hobby," recordaba el guionista a Comics Alliance. Durante los siguiente meses, Hamm trató de hablar con todo aquel relacionado con el proyecto, incluido Burton, para que le permitieran escribir su propia versión del guión, hasta que llegó un día en el que el director le ofreció el trabajo. Burton y Hamm comenzaron a trabajar en el guión, ignorando el de Mankiewcz, y tomando como punto de partida el tratamiento escrito por Julie Hickson. Tuvieron varias influencias del noveno arte, como las historias de los 70 de Denny O'Neil sobre el personaje, o el cómic "El regreso del Caballero Oscuro" de Frank Miller (cuyo éxito ayudó a demostrar que se podía hacer una historia de Batman seria, lejos de lo kitsch y las onomatopeyas). Hamm tuvo listo el primer borrador el 20 de octubre de 1986.
Pero como veremos fueron muchas las personas que aportaron cosas al guión. En 1986, DC recurrió a Steve Englehart, guionista de cómics de Batman, para que ayudase a realizar tratamientos de guión que mostrasen como manejar el personaje. Uno de los tratamientos terminaba con Batman y el Joker luchando en el aire mientras un helicóptero va en busca del villano. "Cuando terminé, tomaron todo ese material y se lo pasaron al guionista real," contaba Englehart a Starlog.
También Bob Kane presentó su propio tratamiento de 30 páginas titulado “The Return of Batman”. Su idea era orientar al guionista escogido de como llevar a su personaje al cine. En esas 30 páginas se narraba la lucha entre Batman y el Joker; Robin aparecía en el tercer acto; Catwoman era una aliada del Joker, y a su vez el interés amoroso de Batman; y toda la trama giraba en torno a los planes del villano de desbaratar los Juegos Olímpicos; y el clímax tenía lugar en lo alto de la Estatua de la Libertad. Kane envío el 12 de junio de 1986 una carta a Lisa Henson, una ejecutiva del estudio, transmitiéndole sus intenciones. Aunque su tratamiento no fue utilizado, Kane sería acreditado como consultor creativo de la película.
Durante el rodaje de Bitelchús (1988), Burton y Hamm trabajaban en el guión durante los fines de semana, mientras que el resto de días, el director se encargaba de rodar la película protagonizada por Michael Keaton. Pero la Warner no le dio luz verde a Burton hasta que Bitelchús (1988) resultó ser un éxito de taquilla, una vez fueron publicadas las cifras del primer semana, el murciélago emprendió el vuelo.
El guión de Hamm sufriría muchos cambios a lo largo del tiempo. En su tercer y último borrador, fechado el 29 de febrero de 1988. El Joker no era el responsable de la muerte de los padres de Bruce Wayne. Y la escena de su asesinato era inicialmente un sueño que tenía Vicki tras visitar la batcueva. Alfred no revelaba a la periodista la identidad secreta de Batman. Rupert Thorne se convertía en Grissom. Y Silver St. Cloud era reemplazada por Vicki Vale. La batalla final entre Batman y el Joker en el campanario estuvo presente desde el primer guión, pero la muerte del villano se producía cuando el helicóptero en el que está a punto de escapar, despierta a una colonia de murciélagos que duermen en el lugar, los cuales envuelven al Joker, quien cae desde lo alto (algo que fue cambiado por razones presupuestarias). Se incluía el personaje del reportero Alexander Knox, el cual moría al inventar la batseñal. Y se introducía el personaje de Robin.
El estudio quería tener al Chico Maravilla en la historia sí o sí, lo que hizo que Burton y Hamm se devanaran los sesos para averiguar como hacerlo, inicialmente ambos elaboraron una línea argumental sin el personaje, pero ante la insistencia del estudio trataron de hacerlo encajar en la historia. "Nos pasamos todo un fin de semana sudando tinta," recordaba Hamm a Comics Alliance. "Pero no pudimos llegar a ninguna parte, y finalmente decidimos que tendríamos que llamar a los jefazos de la Warner y decirles que no habría Robin. Entonces, a unos minutos de levantar el teléfono, comenzaron a surgir ideas otra vez, y milagrosamente, se nos ocurrió una secuencia de Robin realmente genial."
Escribieron una escena en la que Bruce visita a Vicki, y el Joker aparecía por sorpresa y la secuestraba. Bruce se ponía una máscara de ski que encontraba en el apartamento de Vicki y perseguía la furgoneta del villano saltando de techo en techo. Terminaba montando a caballo y hacía que Alfred le acercase el battraje. Bruce ya vestido como Batman seguía persiguiendo al Joker a caballo, y todo terminaba con el villano llegando a Gotham Park y asesinando a los padres de Robin, mientras realizaban su espectáculo de trapecio. Robin salía con vida, pero con ganas de venganza.
El personaje estuvo en la película hasta bien avanzado el proyecto, y varias caras conocidas pudieron convertirse en él, como Ben Affleck y Matt Damon, que se presentaron a las audiciones, o Kiefer Sutherland, quien rechazó el papel. "Recibí una llamada que me preguntó si estaría interesado en interpretar a Robin," recordaba el actor a On the box. "Yo estaba en plan, '¿Robin con mallas? ¡No!' ¡No sabía que iban a realizar la película más genial de la historia! Al final no hubo Robin, pero yo sólo tenía 19 años por lo que mi agente podría haberme ayudado un poco con esto." Aunque el escogido finalmente fue el desconocido Ricky Addison Reed, pero su participación quedaría en nada, cuando el personaje fue eliminado de la historia poco antes de comenzar el rodaje.
La pre-producción de la película coincidió en medio de una huelga de guionistas en Hollywood, la cual se inició el 7 de marzo de 1988 y se extendió hasta el 7 de agosto del mismo año. Cuando la huelga se disolvió, el estudio no quiso contar con Hamm para las siguientes reescrituras, y apostó por Warren Skaaren, quien ya había hecho ese trabajo en Bitelchús. Lucy Fisher, vicepresidenta ejecutiva de producción de la Warner, contactó con Skaaren a finales de agosto de 1988, quien rechazó hasta cuatro veces la oferta hasta que aceptó trabajar en la película. El guionista, muy en boga por aquel entonces, recibió un sueldo cercano a los 750.000 dólares por seis semanas de trabajo, además de un 2,5% de los beneficios netos de la película. La quinta versión del guión, ya con la autoría de Skaaren y Hamm, data del 6 de octubre de 1988, poco antes de iniciarse el rodaje. La popular frase del Joker, "¿Alguna vez has bailado con el diablo a la luz de Luna?" fue obra de Skaaren. En esta versión del guión, se le dieron a Vicki Vale frases de Knox para hacer el personaje más agresivo. Y la periodista no sabe que Batman y Bruce Wayne son la misma persona. Y Robin no aparece.
Tras la salida de Skaaren fueron contratados dos guionistas más para más labores de reescritura de forma no acreditada. El primero Charles McKeown (Brazil), cuyas principales aportaciones se encargaron en retocar el personaje del Joker, y recuperó la idea de la muerte de los padres de Bruce a manos del Joker como había ideado Burton en su tratamiento con Hickson. "Realmente sólo hice algunos pequeños retoques en un muy buen guión," afirmaba McKeown a Starlog. Y Jonathan Gems (Mars attacks!) también se encargó de pulir brevemente el libreto.
Entremedias, hubo un cambio de poder. Ulsan y Melniker descubrieron leyendo el periódico que la película había entrado en producción, y que Guber y Peters habían adquirido el crédito de productores. Ulsan y Melniker se pusieron en contacto con la Warner para hacerles saber que se estaba incumpliendo el acuerdo al que habían llegado con Casablanca, y la respuesta que recibieron fue que si no firmaban un nuevo contrato modificado serían expulsados de la película. El 8 de septiembre de 1988, ambos firmaron un nuevo contrato bajo el cual recibirían el cargo de productores ejecutivos, por el cual cada uno recibiría un sueldo de 300.000 dólares, y se les retiraba de cualquier aportación artística y derechos de consultoría. El acuerdo indicaba que deberían recibir un 13% de los beneficios netos de la película, pero como se sabe en el mundillo de Hollywood, realmente carecen de valor, de hecho, nunca llegaron a recibir ni un misero dólar más allá de su sueldo, y eso que Batman terminó su carrera comercial siendo un éxito sin precedentes, pero la Warner aducía simplemente que la película estaba en números rojos. El 26 de marzo de 1992, ambos presentaron una demanda a la Warner, pero el juez desestimó el caso. De esta forma los artífices originales de la película fueron apartados a un lado.
BUSCANDO AL CABALLERO OSCURO
Encontrar a Batman fue una ardua tarea. Adam West, el Batman de la serie de los 60, se ofreció a interpretar de nuevo al personaje en 1987, ya que según declaró a Starlog el actor sabía, "mejor que nadie lo que los fans quieren en una película de Batman. Odiaría que mi público fuera estafado porque yo no interpreto el papel. Sería beneficioso para los productores que nos reunamos de alguna manera, si realmente quieren hacer la mejor película posible. Mientras me vea bien y pueda todavía dar la talla, debería ser Batman." Y Burt Ward con 42 años también consideraba que debía interpretar a Robin de nuevo, tras hacerlo en la misma serie. "Creo que [el público] estaría muy decepcionado de ver a alguien más interpretar esos papeles," declaraba el actor a Starlog. Por suerte la película no tomaría ese camino y se buscaron a otros candidatos.
Warner se acercó a Ray Liotta para que se reuniera con Burton, pero éste se negó. "Pensé: 'Quiero hacer actuaciones serias'," admitía el actor a Digital Spy. "Así que cuando me preguntaron si quería reunirme con Burton, no lo hice, y me arrepiento de eso."
También le ofrecieron el papel a Pierce Brosnan, famoso por aquel entonces por su participación en la serie Remington Steele. "Me reuní con Tim Burton para el papel de Batman," declaró el actor en Reddit. "Pero no podía tomármelo realmente en serio, cualquier hombre que lleve sus calzoncillos por fuera de sus pantalones no puede ser tomado en serio. Esa fue mi tonta opinión sobre ello. Era una broma, pensé. ¿Pero cuán equivocado estaba?"
De modo, que Brosnan pasó del papel, y éste finalmente fue a parar a las manos de Michael Keaton. Aunque por el medio fueron considerados varios actores como Robert De Niro, Mel Gibson, Christopher Walken, Charlie Sheen, Tom Selleck, Harrison Ford, Bruce Payne, Dennis Quaid, Michael Biehn, Kevin Costner, Arnold Schwarzenegger, Kevin Kline (aunque nunca se lo ofrecieron oficialmente), y aunque suene increíble Steven Seagal.
Fue idea del productor Jon Peters que Keaton interpretase al Caballero Oscuro. "Queríamos tener a alguien que interpretara a Batman que no fuera la elección convencional," admitía Peters a Starlog. Decir que su elección no fue bien recibida es quedarse corto, la Warner llegó a recibir 50.000 cartas de protesta por parte de fans. La situación fue tan grave que las acciones de la Warner llegaron a hundirse, y los fans destrozaron material publicitario en ferias de cómics. Seguramente estos creyeron que siendo Keaton un conocido actor cómico, llevarían la película hacia la parodia. Tras las quejas, Burton vio a un montón de aspirantes para el papel, pero ninguno le convencía. "Ya había trabajado con Michael y por eso pensé que sería perfecto," explicaba el director en Tim Burton por Tim Burton. "Porque tiene esa mirada. Ya está en Bitelchús. Es de esos tíos a los que te imaginas poniéndose un bat-traje; lo hace porque lo necesita, porque no es es macho gigantesco y robusto." Keaton tenía claro que era una elección acertada para meterse en la piel del personaje. "Lo bueno de Batman es que no es estrictamente una fuerza física," declaraba el actor a Los Angeles Times. "Es esencialmente una fuerza cerebral. No sólo sale y patea culos." Ulsan tampoco creía que fuera una buena elección, para convencerle que podía ser un buen actor dramático le proyectaron Alcohol y coca (1988) protagonizada por Keaton y eso le hizo cambiar de opinión. El actor terminó metiéndose en el traje de Batman a cambio de 5 millones de dólares, siendo su contratación anunciada en junio de 1988.
Según el actor Brad Dourif, fue la primera elección de Burton para interpretar al Joker. "Me vio en un avión y quiso contratarme," contaba el actor en la New York Comic Con. "Y ellos [Warner Bros] dijeron no."
Le ofrecieron el papel a John Lithgow (quien ya había sido considerado cuando Joe Dante estuvo al cargo del proyecto) y llegó a realizar una audición, según el actor, la peor de su vida. Lithgow trató de convencer a Burton por todos los medios que no era el adecuado para el papel, ya que tenía otros compromisos. "Estaba haciendo M. Butterfly en Broadway y fue un espectáculo agotador," confesaba el actor a Vulture. "Hubiera significado dejar ese espectáculo e ir directamente a una película, y dije: "No creo que pueda'." Lithgow se salió con la suya, algo de lo que después se arrepintió. "No me di cuenta de que era algo importante. Aproximadamente una semana después escuché que iban tras Robin Williams y Jack Nicholson," recordaba el actor.
Se consideró a otros actores como Willem Dafoe (a quien nunca le ofrecieron el papel oficialmente), Tim Curry, David Bowie, y James Woods; pero como hemos visto, Nicholson siempre fue el deseado para el papel de Joker. El problema era que el protagonista de El resplandor no estaba seguro de aceptarlo, igual tenía algo que ver que Jon Peters era el productor y Jack ya había visto como se las gastaba en el rodaje de Las brujas de Eastwick (1987). De hecho, fue durante dicho rodaje cuando Peters le presentó la idea de convertirle en el Joker. Ante las dudas del actor, le ofrecieron el papel a Robin Williams, y cuando parecía que daría vida al payaso, Nicholson aceptó. Al parecer Williams se sintió utilizado por el estudio, siendo parte de una estratagema para tratar de convencer a Nicholson que aceptase el papel.
Fue Peters quien logró convencer al actor, para ello se lo llevó en el jet privado de la Warner de Los Angeles a Londres, para que viera los decorados que se estaban construyendo en Pinewood. Haciendo gala de su fama, Peters no reparó en gastos para convencer al actor, orquestó que viajaran en el avión una masajista y un entrenador personal para él, además de saciarle a caviar. Una vez regresaron de Inglaterra, Nicholson firmó para ser el Joker, mediante un acuerdo de lo más suculento, un sueldo de 6 millones de dólares más un porcentaje de los beneficios de la película, que una vez completada la recaudación final ascendió a 60 millones de dólares, el mayor sueldo jamás recibido hasta aquel momento por un actor.
Su contratación fue una maniobra similar a la de Marlon Brando en Superman, fichar un gran nombre para darle un toque de respetabilidad a la película. Nicholson firmó incluso antes que Keaton para participar en la película, y una vez lo hizo su papel fue ampliado.
El personaje de la reportera Vicki Vale, el interés amoroso de Batman/Bruce Wayne recayó originalmente en Sean Young, quien no entró con buen pie en la producción y pronto se hizo evidente su mala fama. Según contaba Robert Wuhl (Knox en la película), en la primera lectura de guión que se hizo todo fue sobre ruedas, pero en la segunda, a la que acudieron varios ejecutivos de la Warner, no salió bien. "Muchas de las frases de Sean se habían perdido en la reescritura," explicaba Wuhl al The Hollywood Reporter. "Y aproximadamente a la mitad, hizo un comentario: 'Siento que estoy desapareciendo de las páginas.' Y entonces procedió para el resto de la lectura a leer con una voz monosilábica y monótona. Succionó toda la energía de la habitación." Esto no sentó bien a algunos de los ejecutivos. "Después de eso, se añadió al guión más del personaje de Vicki Vale," continuaba explicando Wuhl. "Pero la forma en la que saboteó el resto de la lectura con todo ese dinero en juego en la película más cara de todos los tiempos... los trabajos de las personas estaban en juego. Ese fue un momento muy delicado."
Las cosas empezaron mal con Young y continuaron peor, ya que durante los ensayos se rompió la clavícula al caerse de un caballo, y tuvo que ser sustituida de urgencia por otra actriz. La primera que consideraron para reemplazarla fue Michelle Pfeiffer, pero según contaba Wuhl, Keaton la vetó porque habían estado saliendo y habían roto (no hay mal que por bien no venga y la actriz se convertiría en Catwoman en Batman vuelve). Sharon Stone llegó a hacer una audición, al igual que Sela Ward, pero se decantaron por Kim Basinger. "Me llamaron un jueves por la noche y me dijeron, '¿Quieres hacer Batman?'," recordaba la actriz a Starlog. "Estaba en un avión el sábado por la mañana y rodando el lunes. Fue así de rápido." Basinger se enfrentó al personaje sin tiempo para prepararlo, sólo necesitaban a alguien por ocho semanas. La actriz recibió un cheque de 3 millones de dólares por su papel.
Como comentaba antes, Robert Wuhl daría vida al reportero Alexander Knox, un personaje creado expresamente para la película.
Pat Hingle se convertiría en el Comisionado Gordon, tras ser tanteado Tom Atkins.
Don Johnson y Dale Midkiff fueron considerados para interpretar al fiscal de distrito Harvey Dent, pero el finalmente escogido fue Billy Dee Williams.
El papel de Grissom recayó en Jack Palance, tras ser rechazado por Martin Landau. La elección del actor, según contaba Burton a Cinefantastique se debió a que, "era la única persona que podría interpretar al jefe de Nicholson. Es uno de los pocos actores vivos que tenían el peso emocional y la autoridad para contrarrestar el fuerte carácter de Nicholson."
Burton era fan de Michael Gough por sus participaciones en las películas de la Hammer, y lo contrató para dar vida a Alfred, el mayordomo de Bruce Wayne. El británico sólo trabajó en la película durante aproximadamente 10 días.
Patsy Kensit, hizo una audición para el papel de Alicia, pero no se lo llevó porque fue considerada demasiado joven. Éste terminó recayendo en Jerry Hall, porque según decían el papel requería a una modelo. Como los personajes de Knox y Grissom, el de Alicia fue creado expresamente para la película.
Jack Nicholson sugirió a Tracey Walter para el papel de Bob, la mano derecha del Joker, ya que ambos eran amigos.
El reparto se completó con Lee Wallace en el papel del Alcalde, y William Hootkins como el policía corrupto Eckhardt.
RODAJE
Con un presupuesto inicial de 35 millones de dólares, el rodaje comenzó el 17 de octubre de 1988, y terminó el 12 de enero de 1989. El equipo trabajó seis días a la semana, en jornadas de doce horas al día. Tuvo lugar íntegramente en Inglaterra, más concretamente en los Pinewood Studios. Los estudios había una gran zona de exteriores donde pudieron construir los decorados.
La película tuvo pocos exteriores, el más importante fue la espectacular Knebworth House (Stevenage), que se convirtió en la Mansión Wayne, siendo los interiores filmados en otra mansión, la Hatfield House (Hatfield). Y la Acton Lane Power Station se utilizó para recrear la Axis Chemical Works de la película.
Burton escogió a Anton Furst para diseñar los impresionantes decorados que necesitaría la película. El director ya había querido contar con el artista para Bitelchús, ya que le gustaba su trabajo para En compañía de lobos (1984), pero en aquella ocasión no estaba disponible. E inicialmente tampoco lo estaba en ésta, ya que estaba inmerso en la película El hotel de los fantasmas (1988), por lo que la Warner escogió a otro diseñador, pero Burton insistió en reunirse con Furst, y logró que trabajase en la película sustituyendo al diseñador de producción puesto por el estudio. Furst contó con un presupuesto de 5,5 millones de dólares para construir los decorados. Estos fueron construidos hasta una altura aproximada de 12 metros de altura, y la catedral llegaba hasta los 15 metros, de esta forma Burton tenía libertad total para rodar sin tener que utilizar maquetas o matte paintings. Furst describió en Empire Magazine a Gotham como: "Nueva York sin permiso de planificación durante 300 años."
Furst fue también responsable de crear el batmóvil, el cual le trajo de cabeza. "Tenía que ser diseñado, construido y estar en pleno funcionamiento en cinco meses para estar listo para la fecha de inicio," explicaba Furst a Cinefantastique. "Un fabricante de automóviles tardaría años en desarrollar algo así." El diseño final fue convertido en un coche funcional por el supervisor de efectos mecánicos John Evans (Moonraker). Menos problemático fue el diseño del batwing, ya que sólo se construyeron maquetas del mismo.
Los efectos visuales corrieron por cuenta de la compañía Meddings Magic Camera Company con el gran Derek Meddings (Superman) como supervisor.
El británico Bob Ringwood fue el diseñador de vestuario de la película, y lo fue por causalidad. Originalmente tenía previsto trabajar en Licencia para matar (1989), que se rodaría en México, pero su madre se puso muy enferma y tuvo que renunciar para no estar fuera del país. Cosas del destino, en la misma reunión que comunicó que no participaría en la película de 007, se topó con Chris Kenny, el co-productor de Batman, y con quien había trabajado en El imperio del sol (1987), Kenny estaba desesperado porque acababan de perder al diseñador de vestuario de la película, de esa forma casual Ringwood ocupó el puesto vacante. Para crear el traje de Batman, Ringwood tuvo que esculpir nada menos que 20 cuerpos, 25 capas con diferentes estilos y 6 cabezas distintas. Y mereció la pena, porque este traje del Caballero Oscuro no tendría nada que ver con el de la serie de los 60, ni el de los cómics. "Bob Ringwood rediseñó el traje de Batman," explicaba Burton. "Convirtiéndolo en una versión negra del cuerpo de Arnold Schwarzenegger. De este modo se humanizó al personaje al dotarlo, por un lado, de una imagen psicótica; es así como Bruce Wayne se ve a sí mismo; mientras que, por otro, le sirve para intimidar a los villanos, a la gente, embutido en una perfecta armadura." No todo era perfecto con el traje, Keaton no podía oír nada con la capucha puesta, y además no le permitía girar el cuello, de hecho, la primera vez que giro la cabeza le hizo un boquete a la capucha, por lo que se decidió que cuando Batman se girase, lo hiciese con todo el cuerpo. Y para rematar, el actor era claustrofóbico y sufrió ataques de pánico con el traje puesto.
El maquillaje del Joker fue obra de Nick Dudman, quien tenía claro como enfocarlo. "El público sabía como era el Joker," comentaba el artista a Cinefantastique. "No estábamos inventando nada nuevo. El truco era darles el Joker sin perder a Jack." Una vez aprobado el diseño del maquillaje (sobre el cual Nicholson tenía opción a veto por contrato), Dudman esculpió seis versiones diferentes del Joker, de los cuales seleccionó dos con Burton, que fueron presentados al actor. "Afortunadamente, eligió uno que nos gustó con un ligero cambio en la barbilla," explicaba Dudman al mismo medio. El maquillaje consistía de seis prótesis conformadas por una punta de nariz, dos labios superiores, un mentón, y dos labios inferiores con mejillas. Para la cara blanca del villano, Dudman utilizó pintura PAX, una mezcla de adhesivo y acrílico plastificado, que tenía la característica de no agrietarse. El resultado fue tan bueno, que el personaje pareció saltar de las viñetas del cómic a la pantalla de cine.
Nicholson también tenía por contrato estipuladas un número de horas libres al día. Por eso las sesiones de maquillaje no podían ser muy largas, lograron reducirlas a dos horas para caracterizarlo y una hora para retirar el maquillaje.
El rodaje no comenzó bien, el cambio de última hora de Basinger por Young fue el presagio de lo que estaba por venir, un set en el que la tensión siempre iba en aumento.
Tampoco Burton comenzó con buen pie con Jack Palance, en el primer día que rodó con él (la escena en la que Grissom sale del baño), el actor llegó tarde, y todo terminó en una discusión y con Palance gritándole al director, "He hecho más de 100 películas, ¿cuántas ha hecho tú?". Según Burton, esto ayudó al personaje.
Pero tal vez el suceso más grave fue que alguien hizo una copia de dos rollos de película, que sumaban unos 20 minutos de metraje aproximadamente, lo más probable que con idea de hacer un vídeo pirata. La policía llegó a hacer acto de presencia en el set.
Y la prensa no puso la cosas fáciles a la producción y ese montó un gran revuelo en torno a la película. Un periódico sensacionalista contrató un helicóptero para que tratara de conseguir fotos de la ciudad de Gotham que habían construido, y trataban de sobornar a los extras para que llevasen cámaras con ellos y conseguir una exclusiva. Por otra parte, a los publicistas de la película les llegaron a ofrecer hasta 10.000 libras por las primeras fotos de Nicholson como el Joker.
"Una tortura. El peor periodo de mi vida," así calificó Burton la experiencia de rodar Batman en Blockbuster: How Hollywood Learned to Stop Worrying and Love the Summer. No sólo tuvo problemas de salud durante el rodaje, ya que padeció síntomas similares a la neumonía, además tuvo que soportar tener a Jon Peters como productor. En una ocasión, Peters y Mark Canton (presidente de producción cinematográfica de la Warner) trataron de convencerle que la película necesitaba de más romance, la reacción de Burton fue salir del set llorando.
Y es que como era costumbre en Peters, se dedicó a convertir el rodaje en un caos (como sucedió en Las brujas de Eastwick y Tango y Cash). Por ejemplo, se dedicaba a contratar y despedir gente casi por deporte, de hecho, en el set se bromeaba sobre la cantidad de chóferes que entraban y salían de la producción, tantos que se perdieron la cuenta. Y no se hizo cargo de pagar las chaquetas de cuero de Batman que portaba todo el equipo.
Pero los principales problemas que causó fue su interés de reescribir el guión durante el rodaje. "Todos pensaban que el guión era muy bueno," recordaba Burton en Tim Burton por Tim Burton. "Pero seguían pensando que había que reescribirlo por completo. Obviamente, era una película grande y representaba una enorme inversión para la Warner, así que comprendía por qué teníamos que hacerlo bien. Pero lo que empeoró la situación fue ese follón acerca de mejorar el guión cuando, de repente, ya estábamos rodando." Como declaró a Cinefantastique, el director lo resumía claramente: "Esa fue la auténtica pesadilla en esta película."
Por ejemplo, Peters consideraba que la escena del cara a cara entre Bruce Wayne y el Joker en el apartamento de Vicki no estaba escrita de una forma lo suficientemente dramática. Peters hizo que Burton y él improvisaran el diálogo de la escena en su habitación del hotel. Al día siguiente Skaaren escribió la escena en el set y el director la ensayó con Keaton, Nicholson y Basinger, quienes también aportaron ideas. La escena se filmó al día siguiente, y según reconoció Burton en el libro Hit and Run, "es una de mis escenas favoritas."
"Algunas de las mejores y más poderosas escenas que tenemos aquí fueron escritas por todos nosotros," declaraba Basinger a Starlog. "Algunas veces, nos sentábamos y escribíamos por la noche o los fines de semana."
Esa fue una de las contantes del rodaje y no siempre el resultado era positivo. Skaaren hacía reescrituras de guión a diario en función de las reuniones con los actores y los responsables de la película. Tras la salida de Young y la entrada de Basinger, el guionista tuvo que reescribir el personaje de Vicki Vale y sus frases sobre la marcha. Skaaren estuvo presente durante el inicio del rodaje y después volvió a casa para trabajar en el guión de Días de trueno (1990), pero tuvo que volver a Londres cuando recibió una llamada de la Warner para que escribiese un nuevo final, y querían que estuviese presente. El guionista llegó el 7 de diciembre de 1988, y permaneció en el set durante una semana.
Y es que Peters ideó un nuevo final sin consultarlo con Burton, según contaba Wuhl al The Hollywood Reporter, el productor tras ver "El fantasma de la ópera" en Londres e inspirado por el famoso musical, quiso tener, "un final mucho más climático y operístico." Originalmente el Joker mataba a Vicki y Batman se lanzaba a él en busca de venganza, pero ahora el Joker secuestraría a Vicki y la llevaría hasta lo alto del campanario de la catedral de Gotham. Para ello fue necesario construir una maqueta de la catedral de unos 12 metros de altura, la cual tuvo un coste de 100.000 dólares, en un momento que la película ya había excedido sobradamente el presupuesto.
Esto volvió loco a Burton, ya que no sabía como terminar el clímax. "Estábamos rodando una secuencia que llevaba al campanario," explicaba el director en Tim Burton por Tim Burton. "Y Jack subía por las escaleras, pero no sabíamos por qué. Ese día me preguntó, '¿Por qué subo las escaleras?'. Y contesté, 'No lo sé, ya hablaremos cuando llegues arriba del todo'."
Para darle entidad a ese nuevo final, Basinger y Burton idearon el momento del vals entre el Joker y Vicki. "Había estado tratando de seducirme durante toda la película," explicaba la actriz al The Hollywood Reporter. "Así que sentí que necesitaba darle la vuelta y seducirlo para que no se fijara en Batman." Le presentaron la idea a Nicholson, quien dio su aprobación y pasó a formar parte de la película.
Rodando ese final Basinger no salió bien parada, ya que cuando filmaron la escena en la que Batman y Vicki están colgando del campanario con el Joker saltando encima de ellos, un gran trozo de escombro se desprendió del decorado y golpeó la cabeza de la actriz, quien sufrió una conmoción.
Nicholson, quien apoyó mucho a Burton, terminó explotando viendo el camino que estaba tomando el rodaje, y llegó a gritarle a Guber y Peters, mientras estaba caracterizado como el Joker con su característica sonrisa. Guber calificó el momento de surrealista.
Al comienzo del rodaje, Peters llevó a cenar a Basinger y su marido Ron Snyder. Durante la cena, Peters se encaró con Snyder por considerar que éste era verbalmente abusivo con la actriz y casi llegan a las manos. Después de ese incidente, Basinger y Peters (que también estaba casado) iniciaron un romance que duró el resto del rodaje. Según contaba el productor, Keaton también le había echado el ojo a la actriz, se enfadó con él cuando ambos iniciaron su relación.
Burton contó de nuevo con Danny Elfman para componer la partitura instrumental, quien tenía claras cuales fueron sus influencias. "Los segmentos heroicos reflejaron más o menos un acercamiento a Max Steiner," explicaba Elfman a Starlog. "Un tema sencillo que sigue apareciendo en diferentes variaciones de tono y fuerza. En los momentos más oscuros y melancólicos, volví y desenterré algunas de mis influencias pasadas, gente como Bernard Herrmann y John Barry. Esos son compositores que han sido muy efectivos con un gran sonido orquestal y quería ese elemento en mi partitura." Esta partitura se convirtió en uno de los mejores y más icónicos trabajos del músico. Aún así, años después confesó que no estaba contento de como usaron su música en la película. La habían grabado en tres canales (izquierdo, centro y derecho), y eliminaron el central para dejar más espacio a los efectos de sonido, y según Elfman no sonaba como debía en la película.
La película contaría con dos canciones, una para la escena del museo y otra para la del desfile, de modo que necesitaban un cantante que les diera forma. Aunque la idea de Peters y Guber era que Michael Jackson se hiciera cargo de un tema de amor, y Prince se encargase del tema del Joker. Al final fue el autor de "Purple Rain" el único que compuso canciones para la película, llegando a crear un total de nueve temas (aunque sólo se usaron dos en la película), y sacó un disco completo que salió en paralelo al mercado con el compuesto por Elfman. Gracias a su participación en la película, Basinger conoció al cantante, con el que también inició una relación.
El rodaje se completó el 12 de enero de 1989, siendo el presupuesto final de la película de 40 millones de dólares, 5 más de lo inicialmente proyectado.
BATMANÍA
Si una cosa demostró hacer bien Peters, fue vender la película. Primero hizo que el estudio se gastase 400.000 dólares en un trailer que el mismo editó (y el cual carecía de música). El trailer llegó a los cines el día de Navidad de 1988, y fue el pistoletazo de salida para la película, al público se le hizo la boca agua, y las expectativas por ver la película aumentaron. Incluso hubo gente que llegó a pagar la entrada de la película donde se proyectaba, sólo para ver el trailer.
El póster fue igualmente insinuante, sólo el símbolo de Batman y una fecha de estreno, el 23 de junio. Peters le pidió a Furst que diseñara el famoso logo para la película, tanto interés tuvo el productor, que el artista tuvo que dejar de diseñar los decorados temporalmente.
Los gastos de publicidad superaron los 10 millones de dólares. En mayo de 1989, se gastaron 1 millón de dólares para emitir un anuncio de televisión de 90 segundos en todo el país. Era sólo el principio, la campaña de merchandising de la película fue todo un hito, se llegaron a vender 300 productos distintos que generaron tres veces la recaudación de la película. Fue un elemento más de la batmanía que inundó el mundo.
Y entonces la película llegó a las salas, más concretamente a 2.194 salas de Norteamérica, y fue el éxito esperado. Recaudó en su primer fin de semana 42,7 millones de dólares, que fue la mayor recaudación de la historia de una película en el fin de semana de su estreno. Pronto cumpliría otro récord, el de la película que más rápido alcanzó los 100 millones de recaudación en menos tiempo, sólo necesito de 10 días. Su recaudación final en Estados Unidos fue 251.348.343 de dólares (lo que la convirtió en la película más taquillera del año y en la quinta más taquillera de la historia en su país de origen) y la taquilla final a nivel mundial fue de 411.556.825 de dólares (sólo superada aquel año por Indiana Jones y la última cruzada).
Cuando llegó la hora de los premios, estos no se fijaron demasiado en la película. Sólo fue nominada a una categoría en los Oscar, la cual acabaría ganando, y muy justamente, la de mejor diseño de producción (Anton Furst y Peter Young). Sólo tuvo una mención en los Globos de Oro en la categoría de mejor actor en una comedia o musical (Jack Nicholson). Seis nominaciones a los BAFTA, de los que no ganó ninguno. Y una nominación a los premios Hugo a la mejor presentación dramática (Tim Burton, Sam Hamm, Warren Skaaren y Bob Kane), que tampoco ganaría.
ESCENAS ELIMINADAS
Las ediciones en DVD o Blu-Ray apenas muestran material descartado del montaje final, pero se sabe que existen las siguientes escenas:
1. Durante la huida de Batman y Vicki en el callejón, el primero salva a una niña del tiroteo y ésta le pregunta: "¿Es Halloween?". Esta escena llegó a filmarse.
2. Al final de la película, para escapar de la policía Batman cubría con su capa a Knox, que estaba inconsciente, a modo de distracción. Hay imágenes que demuestran que esta escena se llegó a filmar.
3. Inicialmente estaba previsto que Batman y Bob tuvieran una pelea, estando el segundo armado con un cuchillo. Aunque se filmó, se cambió por el momento en que Bob tira el cuchillo tras pensarse si se enfrenta a Batman.
4. Según Pat Hingle, se rodó un flashback que mostraba como tras el asesinado de los padres de Bruce, el Comisario Gordon cuidaba del pequeño durante la noche.
5. Una escena mostraba como el dinero que el Joker entregaba a la gente era falso, estos descubrían que los billetes tenían la cara del villano en lugar de la de George Washington.
VALORACIÓN
Tengo un recuerdo claro del día que fui a ver Batman al cine, fue el domingo del fin de semana de su estreno, y me quedé sorprendido al ver como la cola para ver la película salía del cine, y daba la vuelta a la esquina, es la única vez que he presenciado algo así en mi vida, y es un reflejo de lo que supuso la película en el momento que salió a la luz, no sólo fue la película del año, también fue todo un fenómeno social.
La película hizo que la imagen de Batman diera un giro de 180º, alejándolo así del recuerdo que había hasta aquel momento del personaje en imagen real, que era básicamente la serie de los 60. Hizo creíble que se podía hacer una adaptación de cómic oscura y adulta, y que a todo el mundo le pudiera gustar. Y es que Batman pese a ser un blockbuster, tenía personalidad.
Hablamos de una de las grandes adaptaciones de cómic, realizada cuando apenas había películas de este tipo, y sentó muchas de las bases del género, desde el enfoque, hasta la forma de venderlas.
Se convirtió en el modelo a imitar a la hora de adaptar cómics o personajes similares, ahí tenemos tras su estreno a Darkman (1990), Dick Tracy (1990), La sombra (1994), Spawn (1997) o Blade (1998). Y no hay que olvidar que dio pie a esa excelente serie de animación que fue Batman (1992-95).
La película trata en el fondo de la lucha de dos monstruos, uno que se deja llevar por sus demonios y otro que lucha contra ellos. Y lo hace tratando de exorcizándolos combatiendo el crimen de su ciudad, buscando en todos los criminales aquel que mató a sus padres. Y para ello adopta la forma de algo que le da miedo, para que así los demás también le teman.
Burton juega inteligentemente con la doble identidad de Batman/Bruce Wayne, desde detalles sutiles que pasan desapercibidos (Bruce ausente de la rueda de prensa de Harvey Dent como demuestra su puesto vacío), como juega con nuestras expectativas (la película comienza con un matrimonio y su hijo que son atacados por unos delincuentes, jugando con la idea de que se tratan de Bruce y sus padres), y otros que muestran la dualidad del protagonista (no es casual que cuando Vicki le pregunta a Bruce: "¿Sabría decirme quien de todos es Bruce Wayne?", éste responda: "No estoy muy seguro").
La película toma el camino opuesto de Superman, el de no contar los orígenes, aquí desde la primera escena Batman es Batman y sólo tenemos un flashback sobre su pasado. Ambas son dos formas válidas de contar la historia de un personaje de cómic. Aquí se utiliza a Vicki Vale para que investigue el pasado del personaje, y que descubramos al mismo tiempo que ella el secreto que esconde el millonario.
El guión cambia cosas del canon de Batman, por ejemplo, que sea el Joker quien mató a sus padres, algo que no sucedía en los cómics. Pero esa idea da una mayor fuerza a su enemistad, por eso me parece una buena decisión. Sobre todo cuando después Batman crea al Joker, planteando la idea de que el mal crea al bien y el bien al mal, un círculo de lo más interesante.
No me parece tan buena idea que Alfred lleve a Vicki a la batcueva y descubra la identidad secreta de Bruce, es impropio del personaje y es más interesante que Vicki no sepa la identidad de Batman, como mucho que tenga sospechas (como en la relación de Clark Kent y Lois Lane). Además la escena no está bien escrita, ya que ella no parece ni sorprendida y no hablan sobre dicho descubrimiento.
Una cosa que me sorprende, es lo rápido que el Joker acepta su condición de payaso criminal, apenas hay escenas de su conversión, parece que una vez se quita las vendas tras la operación de cirugía (una escena fantástica en su planificación) ya sea el Joker del cómic. Todo va demasiado rápido y tenemos que aceptarlo, algo que damos como válido porque Burton crea un universo con una personalidad propia que hace creíble eso y otros momentos de la película, como el ataque del Joker y los mimos al mafioso Ricorso, que en otra película resultaría absurda, pero que aquí funciona.
La película posee el humor negro marca de la casa Burton, y que hoy día se echa de menos en el cine de su director. Momentos tan conseguidos como la presentadora de televisión que tiene un ataque de risa (por causa del Smylex) mientras su compañero habla de la muerte de unas modelos. Cuando el Joker electrocuta a uno de los mafiosos y vemos que queda un esqueleto humeante. O cuando el Joker derriba el batwing con una pistola gigante.
Nicholson está fantástico como el Joker, era el actor perfecto para dar vida al personaje. Y Keaton es un gran Batman, pese a las polémicas iniciales, creo que hoy día todo el mundo concuerda que su elección fue un acierto. El protagonista de Bitelchús sabe como transmitir con la mirada toda la oscuridad del personaje, y al mismo tiempo ganarse nuestras simpatías. El personaje de Vicki es el menos redondo del trío protagonista, Basinger lo hace lo mejor posible, y tiene mérito, sobre todo teniendo en cuenta que apenas tuvo tiempo de prepararse para el papel. Por otro lado, al Comisario Gordon se le saca poco partido, sólo hay que recordar lo que hizo Christopher Nolan con él.
Pese a que suene a cliché, Gotham se convierte casi en un personaje más, es una de las películas en las que más haya aportado un diseñador de producción, ya que los decorados lo envuelven todo y forman parte del tono de la película. Además son parte de la psicología de Batman, Gotham es como es porque ayuda a representar la mente de Wayne, es una prolongación de su oscuridad, es un reflejo de su psique atormentada. Parece una ciudad anclada en el pasado y en una eterna oscuridad, como el propio protagonista. Por otra parte, el diseño imposible del batmóvil nos dejó con la boca abierta, y cuando vimos a Batman por primera vez a bordo del batwing casi nos caemos del asiento.
La película funciona ante todo cuando opta por la estética y por la atmósfera, son esos momentos en los que captura el espíritu del cómic, como la escena en la que Batman lleva a Vicki en el batmóvil a la batcueva, y en la que no hay diálogos y todo se apoya en las imágenes y en la música. Es un momento memorable.
Todo está coronado por una de las mejores partituras de Danny Elfman, la cual quedó ligada para siempre a Batman, y que capta a la perfección el tono del personaje.
Hay detalles que demuestran los problemas acontecidos durante la producción y de las continuas reescrituras, como que Bruce le pregunte a Vicki durante la cena en su mansión si le costó dar con ella, cuando en una escena anterior la reportera asistió a una fiesta en el mismo lugar. ¿De dónde salen los hombres del Joker que aparecen en el campanario de la catedral? Y se nota la imposición del estudio por incluir canciones de Prince, ya que aunque fueron compuestas para la película, te sacan de la misma, y dan pie a la peor escena de la película, aquella en la que el Joker y sus hombres dañan las obras del museo.
Batman es una de las mejores películas de Burton, quien aquí estaba en la cumbre de su carrera, personalmente considero que la segunda parte es superior en muchos aspectos, pero ésta sin ser perfecta tiene algo especial. El director nos sumerge en el mundo del Caballero Oscuro, uno que no se parece a nada, y nos hace disfrutar de él durante dos horas. La película cambiaría para siempre el modelo de los blockbusters de Hollywood y el de las adaptaciones de cómics. Y lo más importante, nos hizo vivir, a quien la vimos en cine, una experiencia inolvidable. Ese fue el gran triunfo de Batman.
BATCURIOSIDADES
General Motors propuso gastar 6 millones de dólares para desarrollar el batmóvil para la película, con idea de su potencial publicitario.
Una vez finalizado el rodaje, la Warner pagó por mantener los costosos decorados construidos en Pinewood, con un coste de 20.000 dólares a la semana, con la idea de no tener que volver a erigirlos para la secuela, y esperando ahorrarse así una gran suma de dinero. Lo irónico del asunto fue que cuando Burton decidió rodar Batman vuelve (1992) quiso hacerlo en Los Angeles, y los decorados terminaron siendo destruidos después de casi dos años.
Se estrenó en el 50 aniversario del personaje.
El body count de la película asciende a 56 muertos.
Está incluida en el libro "1001 películas que debes ver antes de morir" de Steven Jay Schneider.
La letra de la nota con la máscara de gas que lee Vicki Vale en el museo, es la de Tim Burton.
Sólo Michael Gough y Pat Hingle aparecen en las cuatro películas de Batman dirigidas por Tim Burton y Joel Schumacher.
La famosa frase, "Soy Batman" al comienzo de la película, fue improvisada por Michael Keaton. En el guión estaba escrito, "Soy la noche."
Robert Wuhl volvió dar vida a Alexander Knox en el episodio especial "Crisis on Infinite Earths: Part One" (2019) de la serie Supergirl.
El instrumental quirúrgico que utiliza el médico para reconstruir la cara del Joker, es el mismo que se utilizó en La tienda de los horrores (1986).
Aunque sea una película sobre Batman, fue Jack Nicholson quien figuró primero en los títulos de crédito.
El nombre del Joker, Jack Napier, fue creado a propósito para la película, ya que en los cómics nunca se revela su nombre real.
Al principio de la película, le entregan a Knox un dibujo de Batman, el cual aparece firmado por Bob Kane, co-creador del personaje.
Al final de la película, antes de entrar en la catedral con Vicki, el Joker pide un transporte para que llegue en 10 minutos. Y ese es justo el tiempo que pasa desde que entran en la catedral hasta que llega el helicóptero.
Warner creo una campaña cara los Oscars con el objetivo de conseguir varias nominaciones para la película. Presentó campaña para las categorías de mejor película, mejor director (Tim Burton), mejor actor (Jack Nicholson y Michael Keaton), mejor actriz (Kim Basinger), mejor fotografía, mejor diseño de producción, mejor montaje, mejor banda sonora, mejor canción original, mejores efectos visuales, mejor diseño de vestuario, mejor sonido, mejor edición de sonido, y mejor maquillaje. Sólo sería nominada al mejor diseño de producción, premio que ganaría.
En el momento en que Grissom le dice a Jack que quiere que vaya personalmente a la fábrica Axis, Jack sostiene una carta del Joker, la cual tiene un agujero en la cara del payaso, justo donde más tarde Jack recibirá un disparo.
Michael Gough (Alfred) era amigo de Alan Napier, el Alfred de la serie de Batman de los 60.
Fue idea de Michael Keaton, que en la cena de Bruce y Vicki ambos se sentaran en una mesa muy larga, y el millonario soltara la frase: "Aunque la verdad creo que no conocía este salón." También fue idea suya que Bruce se colgara boca abajo como un murciélago cuando Vicki se despierta en su cama.
Robert Wuhl improvisó las frases: "Y si lo está, ¿cuánto saca neto libre de impuestos?" (cuando Knox habla con Eckhardt después que la policía detenga a los delincuentes de la secuencia inicial), y "Seguramente debió pertenecer al Rey del Mimbre" (en la escena de la fiesta en la mansión Wayne).
El museo de Gotham se llama "The Flugelheim Museum", cuyo nombre es un guiño al museo Guggenheim.
La isla de Corto Maltese también aparecía en "El regreso del Caballero Oscuro" de Frank Miller, que a su vez es una referencia a la serie de cómics del mismo nombre de Hugo Pratt.
En la escena del flashback con los padres de Bruce, se puede ver en el Monarch Theatre el póster de una película titulada Footlight Frenzy protagonizada por Ronald E. House, Diz White y Alan Shearman. Se trata de una película real de 1984, pero el póster es ficticio.
El actor Paul Birchard, que tiene un pequeño papel como reportero, también trabajaría años después en El caballero oscuro (2008) interpretando a un policía.
Supuestamente en algún momento le ofrecieron a los hermanos Coen dirigir la película, pero rechazaron la oferta.
El matrimonio de turistas visto al comienzo de la películas están interpretados por Garrick Hagon y Liza Ross, que estaban casados en la vida real.
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Comentarios de director (Extra Blu-ray)
'Batman' DVD Robin storyboard sequence (Extra Blu-ray)
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