Robot jox
"Choca y fulmina."
Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película.
Tras la Tercera Guerra Mundial, las dos grandes potencias del mundo resuelven sus disputas mediante combates entre robots gigantes. Aquiles, el mejor luchador del Mercado, se ve implicado en un accidente durante un combate, que le cuesta la vida a cientos de personas. El luchador decide dejar de luchar, pero deberá volver al campo de batalla antes de lo esperado.
ROBOT VS ROBOT
"Soy un gran fan de los juguetes de Transformers, así como de Macross y otros animes de robots gigantes. Estuve esperando por una película japonesa en imagen real que fuera realizada ofreciendo este concepto asombroso, pero nunca sucedió. Así que decidí hacerla yo mismo," recordaba Stuart Gordon sobre el origen de Robot jox (Robot Jox, 1989).
El director tenía un contrato por tres películas con Empire Pictures (las dos primeras habían sido Re-Sonator y Dolls) y convenció a Charles Band, presidente de la misma, para financiar su película sobre mechas. Estaba claro que la película sería la mayor producción de la productora.
"La llamé "Robojox", jox viene de "fighterjox", una expresión popularizada en Top Gun," explicaba Gordon. "El argumento vino de "La Ilíada" de Homero [...] y se vuelve a contar la historia del gran guerrero Aquiles quien rechaza luchar, pero es forzado a salir al campo de batalla cuando su amante roba su armadura y es asesinado luchando en su lugar."
Lo primero que hicieron fue rodar la escena de apertura, la cual sería utilizada para tratar de vender el proyecto y conseguir así dinero para financiarlo. Para ello llamaron al experto en stop-motion, Dave Allen (El secreto de la pirámide, Nuestros maravillosos aliados). Tardaron seis meses en completar la escena y ésta quedó perfecta.
Ron Cobb (Alien, En busca del arca perdida) fue el encargado de diseñar a los robots gigantes que poblarían la película. "Queríamos una versión no japonesa de un robot transformer, que es muy, muy inteligente tecnológicamente hablando," declaraba el diseñador. "No íbamos a hacer que se convirtieran en semi-camiones o algo así, pero íbamos a tener que separarlos y operarlos en diferentes funciones y modos. [...] Estaba muy intrigado en diseñar las cabinas y como los movimientos interactivos del cuerpo eran traducidos por telemanipuladores al robot entero. Traté de pensar en una razón para la transformación. Si pudiera traducirse en diferentes modos de lucha, eso podría tener sentido." Y bajo esa premisa crearon los espectaculares mechas vistos en la película y dieron pie a sus transformaciones. Una vez Cobb tuvo que abandonar la producción debido a otros compromisos, Steve Burg continuó con su trabajo.
Se comenzaron a construir los decorados en los estudios que la Empire tenía en Roma. Allí se erigieron a escala real los pies gigantes de los robots y sus cabinas de control, obra del diseñador de producción Giovanni Natalucci.
En paralelo Gordon desarrollaba el guión, y aunque su colaborador habitual, el guionista Dennis Paoli escribió varios borradores, al final Gordon llamó al escritor Joe Haldeman, autor del clásico "La guerra interminable". Gordon le envió el tratamiento que había escrito, el cual Hadelman tomó como punto de partida. El escritor llegó a escribir hasta seis borradores del guión. Y aunque Hadelman tiene un buen recuerdo de trabajar con Gordon, su relación no fue todo lo buena que cabría desear y tuvieron varios enfrentamientos durante la realización de la película. "La mayoría tenía que ver con el tono de la película," explicaba Gordon. "Imaginé una audiencia de chicos de 10 años y Joe estaba escribiendo para una audiencia adulta. Mi esperanza ha sido siempre que ambas edades pudieran disfrutar la película."
Por su parte Haldeman explicaba que, "trataba de transformar la ciencia en algo razonable, Stuart trataba de transformarla en material de dibujos de los sábados por la mañana. Trataba de hacer personajes creíbles y razonables, y Stuart seguía insistiendo en ofrecer clichés y caricaturas. Era especialmente molesto porque era una historia sobre soldados y yo era la única persona que había sido uno."
Tras entregar su guión, Handelman recibió un nuevo guión reescrito por otra persona, el escritor sorprendido y decepcionado por la calidad del mismo, escribió una carta a Gordon explicándole porque no debería utilizarlo. El escritor no supo nada más, hasta lo que lo llamaron en diciembre de 1986, diciéndole que estaba en lo cierto y que querían que él escribiese el guión final. Sólo unas semanas después Hadelman se encontraba en Roma trabajando en el guión, el cual escribió desde cero palabra por palabra.
RODAJE
En febrero de 1987 comenzó el rodaje en Roma, partiendo de un presupuesto de 10 millones de dólares, aunque Gordon siempre ha mantenido que fueron sólo 6.
Y una vez los robots estaban listos, faltaban los actores que los acompañarían dentro y fuera, y los papeles recayeron en Gary Graham (como el protagonista Aquiles), Anne-Marie Johnson (dando vida a Atenas), Paul Koslo (como Alexander, el villano de la función), Michael Alldredge (en el papel de Tex Conway), Robert Sampson (encargado de interpretar al Comisionado Jameson), Danny Kamekona (en la piel del Dr. Matsumoto), Hilary Mason (quien interpretó a la Profesora Laplace) y Jeffrey Combs (realizando un pequeño cameo como favor a Gordon).
Siguiendo con la leyenda de Aquiles, Atenas tenía que robar la armadura de Aquiles, por lo que ambos debían tener la misma altura, según sus curriculums Anne-Marie Johnson y Gary Graham medían 1,8 metros, pero cuando juntaron a los actores, ella era más alta, descubriéndose que Graham había mentido en su altura y medía realmente 1,78 metros. Después de aquello, el actor fue conocido en el rodaje como Gary "Shorty" Graham.
Ambos actores no hicieron buenas migas desde el principio. Durante una cena descubrieron que tenían creencias políticas diferentes, ella era de inclinación marcadamente liberal y él era un feroz conservador. Gordon creyó que ese odio ayudaría a sus primeras escenas, donde ambos personajes no se llevan bien. Graham y Johnson fueron auténticos profesionales y no dejaron que sus diferencias afectasen al rodaje.
Johnson, por su parte, tuvo que raparse el pelo para dar vida a su personaje y tuvo que entrenar con luchadores profesionales, ya que se encargó de realizar la mayoría de sus escenas de lucha y de riesgo.
La secuencia más difícil de rodar con los actores fue la "Sala de la sacudida", una prueba a la que son sometidos Atenas y el resto de probetas, en la que tienen que trepar por una estructura que vibra violentamente y entre otras lindezas, también da descargas. La estructura fue diseñada por Ron Cobb y según Gordon, "la secuencia era mortal y muy peligrosa, era una combinación de trabajo de especialistas y acción en vivo, con los actores haciéndolo ellos mismos. Fue una secuencia muy larga y difícil de filmar."
Una vez rodadas las escenas con los actores, tocaba el turno de las escenas de los robots. Allen decidió que era mejor rodar las batallas en el desierto de Mojave en lugar de en un estudio, como había hecho con la escena de apertura. Según él, la luz natural le daría a la cámara una gran profundidad de campo, haciendo que elementos pequeños estuvieran cerca de la cámara parecieran enormes y otros más alejados darían la impresión de ser pequeños, estando ambos siempre enfocados en el mismo plano.
Para los efectos stop-motion, los tamaños de los robots iban aproximadamente desde los 1,6 metros del más alto, a 45 centímetros del más pequeño.
Tras hacer unas pruebas de lo más satisfactorias en el techo de los estudios Empire, Allen y su equipo se desplazaron a Mojave. Pero rodar sus escenas no iba a ser tarea fácil, de hecho, de los tres meses previstos, terminaron tardando un año. Sucedió de todo, desde tormentas de arena, inundaciones, golpes de calor, roturas de cámaras o películas derretidas.
Y si los problemas no fueran suficientes, recibieron una carta de la productora Orion, que les amenazaba con demandarles si utilizaban el título de Robojox, ya que se parecía demasiado a RoboCop (1987), película que la productora acababa de estrenar. Al final decidieron modificar levemente el título, por el definitivo Robot jox.
Pero los problemas no terminaron ahí, mientras la película se encontraba aún rodando las escenas de efectos, la Empire cayó en bancarrota. "Las razones de la súbita caída de Empire fueron imprecisas," admitía Gordon. "Expansión excesiva, demasiadas producciones, y el descenso de la lira italiana." Fuera la razón que fuera, significó el fin del imperio de Charles Band y marcó el devenir de Robot jox.
La historia recuerda a Robot jox como la culpable del hundimiento de Empire, pero Gordon siempre se ha encargado de desmentirlo. "Empire tenía otras once películas en producción al mismo tiempo. De hecho, siempre creí que Robot jox era la película podría haber salvado Empire. Pero el banco, Credit Lyonnais, había demandado que la línea de crédito fuera pagada de inmediato y a Empire le fue denegado el tiempo para encontrar nuevos fondos. El banco tomó todo los activos de Empire, uno de las cuales resultó ser la película en la que llevábamos trabajando desde hacía casi tres años."
Al no pagar el préstamo de 26 millones de dólares que debía, en mayo de 1988, Empire Pictures fue embargada por Credit Lyonnais. Epic Productions, productora propiedad del mismo banco, adquirió Empire y el control de sus producciones, lo que incluía a Robot jox. La película entró en un punto muerto, pero después de seis meses de espera y tras revisar el material filmado, sus nuevos dueños decidieron terminarla. La película fue distribuida por Triumph Films, que tenía un acuerdo de distribución con Epic Productions.
Una vez filmadas las escenas restantes, la película estaba lista para su estreno (algo que conseguiría 4 años después del inicio de su desarrollo), pero durante el largo tiempo de producción, había tenido lugar la caída del muro de Berlin y la disolución de la Unión Soviética, algo que afectó a Robot jox, que trataba sobre la Guerra Fría. De pronto la película se había quedado totalmente obsoleta. Incluso la moda de los juguetes Transformers había pasado.
Tal vez todo eso explique que cuando llegó a los cines el 21 noviembre de 1990, la película fuese un rotundo fracaso comercial, recaudando en los Estados Unidos sólo 1.272.977 de dólares. Seguro que tampoco ayudó su limitada distribución, y es que la película sólo se estrenó en 333 salas.
Eso sí, la película fue un éxito en su distribución en vídeo doméstico (según Gordon la película estuvo en el top 40 durante tres meses) y con el paso de los años ha conseguido cierto estatus de culto (sobre todo desde el estreno de Pacific Rim, que guarda varias semejanzas con ella).
VALORACIÓN
Robot jox es una película realmente maltratada y está completamente olvidada, es cierto que no es ninguna maravilla, pero hay que saber reconocer sus méritos, desde su original planteamiento (fue la primera película sobre robots mecha en imagen real), sus correctos efectos visuales (las miniaturas son fantásticas para su época) y su nivel de entretenimiento (la película pasa como un suspiro y sus 80 minutos de duración son los justos y necesarios).
Además existen pequeños apuntes que quedan en un segundo plano, pero que son interesantes, como que el gran héroe Aquiles es analfabeto (sólo se le ha entrenado para la guerra, lo importante es matar y no que pueda pensar por si mismo). Esos posters de Prenatal que nos muestran como en este futuro se intenta repoblar la Tierra y se les dan una recompensa a quienes tengan más hijos ("con seis niños nos dan un piso de tres habitaciones," dice la cuñada de Aquiles). O la reminiscencias a "La Ilíada" de Homero.
Pero ahí terminan sus virtudes, creo que su principal problema es que utiliza demasiados clichés y aunque el enfoque es para todos los públicos, estos resultan demasiado tópicos (Alexander es villano de lo más unidimensional, los americanos como los buenos y los rusos los malos, el personaje de Rex con sempiterno sombrero vaquero, etc). Y todo resulta un tanto predecible, se sabe que Tex es el espía desde el principio y aunque se niegue a luchar, está claro que Aquiles terminará haciéndolo.
Otras muchas cosas chirrían, el vídeo del asesinato del Dr. Matsumoto subiéndose en automático para que todos lo vean en el momento justo, el villano pudiendo ver desde las alturas que dentro del robot está Atenas y no Aquiles, los probetas que supuestamente están mejorados genéticamente, pero no hacen nada que lo demuestre (y el personaje de Sargon sólo está ahí para resultar insoportable y recibir una paliza) y algunos diálogos y reacciones son de vergüenza ajena (como el primer encuentro de Aquiles y Tex con la profesora Laplace o las reacciones de ésta al ver como Atenas recibe una paliza). Además el reclutar a tantos malos actores no ayuda al conjunto, sobre todo cuando el mejor de todos (Jeffrey Combs) sólo tiene un cameo.
Para tener un enfoque infantil, hay cosas un poco fuera de tono, el pene motosierra del robot de Alexander, el desnudo de Atenas u otras connotaciones sexuales a lo largo de la película. Simplemente parece que no sabe a que clase de público está enfocada.
Y su planteamiento sobre la Guerra Fría no es muy sutil, más bien parece una caricatura (del todo intencionado por Gordon), está claro que el Mercado son los norteamericanos y la Confederación los soviéticos, siendo los primeros los buenos, mientras que los segundos son los villanos. Además el tratamiento no resulta fresco, cuando se estrenó ya se habían hecho muchas películas sobre la Guerra fría (de hecho, todo recuerda a Rocky IV, pero con robots casi tan grandes como Ivan Drago). Robot jox simplemente llegó demasiado tarde y una vez caído el muro de Berlín, la historia quedó anticuada.
La batalla final sorprende por lo imaginativa de la misma, desde el momento de los robots volando al espacio, el mecha de Alexander con un puño que golpea cual ametralladora (idea recuperada para el Hulkbuster de Vengadores: La era de Ultrón), la transformación que convierte al robot de Aquiles en un tanque o Aquiles disparando el puño del brazo previamente amputado del robot de Alexander. En esos momentos Robot jox sí se convierte en la película sobre mechas que todos queremos ver.
Y los efectos resultan de lo más resultones y efectivos teniendo en cuenta la época y su limitado presupuesto, del cual Gordon saca oro. Se apuesta más por las miniaturas que por los efectos stop-motion, lo cual es un acierto. No brillan de igual modo los decorados, que evidencian que estamos ante una película de serie B.
La película trata sobre el absurdo de la guerra y sobre como ambas partes de un conflicto deberían llegar a un mutuo entendimiento. Tal vez es una mirada simplista, y su final con Aquiles y Alexander haciendo hacen las paces, resulta chocante, por no decir absurdo, pero por lo menos intenta lanzar un mensaje positivo al público, aunque no esté del todo conseguido.
Y es fácil ver su influencia en Pacific Rim, que viene siendo un versión aumentada (y mejorada) de esta película. Además se adelantó a Starship Troopers al mostrar una sociedad en la que se ha perdido la identidad en los sexos, como demuestra la escena en la que Atenas se va a la ducha con el resto de probetas.
Robot jox es una entretenida serie B, orgullosa de sí misma, pero con unas aspiraciones mayores que su reducido presupuesto y el estudio donde se originó, le permitían. Es superior a la media de productos de la Empire y también está enfocada a un mayor público. Gordon demuestra una vez más su buen oficio y que sabe como crear un producto desprejuciciado y divertido. Un cómic en imagen real con robots gigantes batiéndose el cobre, que desde su estreno ha estado luchando para buscar su lugar en el cine. Aún le quedan varias batallas para conseguirlo.
CURIOSIDADES
Joe Haldeman oyó por primera vez la frase "choca y fulmina", como un saludo entre corredores de motos en un evento de Speedweek.
Estaba previsto que existiese una secuencia submarina, donde se mostraría otra transformación de los robots.
Los gritos de los espectadores siendo aplastados por el robot de Aquiles, fueron utilizados en la canción "The Becoming" de Nine Inch Nails.
Los parches militares que llevan Aquiles y Rex en sus trajes, incluyen parches reales como el de la División 101ª Aerotransportada Ejército EE.UU. y la del 18º Cuerpo Aerotransportado.
Aunque Charles Band estrenó bajo su sello Full Moon Entertainment Crash and Burn (1990) y Robot Wars (1993), películas directas a vídeo de temática similar a Robot jox, y que en algunos países se promocionaron como sus secuelas, aunque realmente no lo son.
Stuart Gordon tiene un cameo como el camarero del bar que regentan los jox.
La idea para la secuela era la lucha entre mechas y aliens.
La película se pudo por primera vez en el Festival de Cine de Sitges de 1989.
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