Friday, December 01, 2017

Jumanji

Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película.

Dos hermanos encuentran en el desván de su casa un juego de mesa mágico, del cual sale todo tipo de tipo de elementos de la selva, y la única forma de poner todo en orden, es terminar la partida.

UN JUEGO SALVAJE
En 1981, Chris Van Allsburg publicaba el libro infantil ilustrado "Jumanji", sobre un juego de mesa que cobra vida propia. Según su autor la idea le vino cuando, "era un niño y jugaba a juegos como Monopoly, parecían algo emocionantes, pero cuando terminaba el juego todo lo que tenía era dinero falso. Así que pensé que sería divertido y excitante si hubiera tal cosa como un juego de mesa donde cada vez que cayese en una casilla y dijera que algo fuera a suceder, entonces realmente sucediese."
Los productores Scott Kroopf y William Teitler vieron las posibilidades cinematográficas del libro y se hicieron con sus derechos. Al parecer fue Peter Guber, jefe de Sony, quien convenció al escritor de adaptar su obra al cine, tras una reunión. Y así nació la película Jumanji (Jumanji, 1995), la cual se desarrolló bajo el sello de TriStar Pictures (propiedad de Sony) que obró como su distribuidora, mientras que la producción corrió a cargo de Interscope Communications y Teitler Film.
El propio Van Allsburg escribió la primera versión del guión junto con los guionistas Greg Taylor (Harriet la espía) y Jim Strain (Bingo!). Sobre su labor como guionista, Allsburg declaró que, "no me pareció terriblemente intimidante. De alguna manera, llevó menos tiempo decirlo en palabras que en imágenes." En la primera versión del guión ya se había introducido el personaje de Alan Parrish. 
Y es que la película difiere de la obra de Van Allsburg en que en aquella Judy y Peter son los únicos personajes de la historia. Alan Parrish y Sarah Whittle y los demás personajes y sus subtramas son creaciones expresas para la película. Además en el libro Judy y Peter no son huérfanos. En aquel encuentran el juego de mesa en un bosque, y no en el desván de su casa como en la película. Y en el libro, de las consecuencias de caer en las casillas, se incluye la aparición de una serpiente y de un volcán en erupción, ambas omitidas en la película.
El proyecto le fue ofrecido a Joe Johnston en 1994 y le gustó porque, "vi los mismos elementos que encuentro en ¡Qué bello es vivir!, una de mis películas favoritas. Es la historia de un chico que es sacado de su mundo y se le permite ver lo que le sucedió a su familia y a su comunidad porque él se fue. Y se le permite descubrir lo que significaba para todos, a pesar de que pensaba que no valía para nada. Esa es la parte de la historia que me atrajo."
Aún así el director consideró que el guión necesitaba ser reescrito y contrataron a Jonathan Hensleigh (Jungla de cristal: La venganza), quien escribió el guión final.
Se barajaron muchos nombres para interpretar a Alan Parrish como los de Tom Hanks, Dan Aykroyd, Harrison Ford, Mel Gibson, Bruce Willis, Arnold Schwarzenegger, Kevin Kline, Bill Murray o Michael Keaton, entre otros muchos. Sony (dueña de TriStar Pictures) quería a Robin Williams, pero al actor no le gustaba el guión. Sólo cuando se reforzó la relación padre-hijo y la situación de su personaje de pez fuera del agua, tal y como él quería, fue cuando aceptó participar en la película. "Me gustó el guión y la idea de trabajar con efectos visuales porque estoy fascinado por la animación por ordenador," admitía el actor. "Y esto es lo más cerca que estaré de hacer una película de acción. Me gustó la idea de hacer algo que es una aventura, pero que es todavía para niños de seis a catorce años." Williams declaró una de las razones por las que hizo la película fueron sus hijos. Por interpretar a Alan Parrish recibió el astronómico sueldo de 15 millones de dólares.
Kirstie Alley fue considerada para interpretar a Sarah Whittle, pero debido al rodaje de Dos por el precio de una (1995), no estaba disponible. Después se tanteó a un gran número de actrices, entre otras, Jodie Foster, Jamie Lee Curtis, Demi Moore, Michelle Pfeiffer, Meg Ryan, Sharon Stone, Kelly Preston o Julia Roberts. El papel recayó finalmente en Bonnie Hunt.
Scarlett Johansson hizo una prueba para el papel de Judy Shepherd, pero el papel terminó llevándoselo Kirsten Dunst.
Para el papel de Peter, el hermano Judy, se contrató a Bradley Pierce.
Y el australiano Jonathan Hyde se encargó de realizar el doble papel de Sam Parrish (padre de Alan) y Van Pelt (el cazador enemigo de Alan).
El resto del reparto se compuso con Bebe Neuwirth (en el papel de Nora Shepherd, la tía de Judy y Peter), David Alan Grier (interpetando a Carl Bentley), Patricia Clarkson (como Carol Parrish, la madre de Alan), Adam Hann-Byrd (como el joven Alan) y Laura Bell Bundy (haciendo lo propio como la joven Sarah).

RODAJE
Partiendo de un enorme presupuesto para la época de 65 millones de dólares, la fotografía principal tuvo lugar desde el 14 de noviembre de 1994 hasta el 7 de abril del año siguiente. Para dar vida a la imaginaria ciudad de Brantford en New Hampshire, la película utilizó principalmente localizaciones de Keene (New Hampshire), aunque también su usaron otras de Swanzey (New Hampshire), North Berwick (Maine) y Kennebunk (Maine) en los Estados Unidos. Además se usaron localizaciones de Vancouver y Tsawwassen, ambas en British Columbia (Canadá).
En febrero rodaron en Vancouver intentando que pareciera Nueva Inglaterra en verano. El tiempo invernal de Canadá no ayudó al rodaje, por ejemplo, en una ocasión tuvieron que derretir toda la nieve de delante de la casa de los Parrish para poder rodar un plano de día. Lo irónico fue que más tarde tuvieron que traer nieve de las montañas cercanas, para volver a cubrir la casa para filmar un plano nocturno de la escena navideña.
En primavera, y tras rodar las escenas en Vancouver, el equipo se desplazó a Keene y North Berwick para ocuparse de rodar las últimas escenas de la película, que curiosamente eran las primeras de la misma, aquellas protagonizadas por el joven Alan Parrish.
El rodaje fue todo lo opuesto al caos que muestra la película, siendo de lo más tranquilo y donde no faltó la diversión, como no podía ser de otra forma teniendo a Robin Williams en el set. "Sabía que el guión y la historia estaban tan bien elaborados que no había mucho espacio para improvisar, pero lo utilizó entre tomas para mantener al equipo riendo," recordaba Johnston. "Bonnie Hunt lo ocupó en su ausencia"
Y el actor trajo alguna de las mejores anécdotas, como al rodar la escena en la que lucha contra un cocodrilo, en una toma Williams se dejó llevar y le golpeó con el codo en la nariz olvidando que en el interior del animal había un hombre y se escuchó una voz de dentro del cocodrilo que exclamó, "¡Ey, vamos tío!".
El único accidente real en todo el rodaje lo sufrió la coordinadora de especialistas Betty Thomas, que era la encargada de conducir el coche de policía que roban los monos y los cuales eran añadidos posteriormente digitalmente. Para rodar la escena, Betty iba escondida en el suelo del vehículo y podía conducirlo gracias a una cámara oculta y a un monitor. Tras hacer una prueba por la calle para verificar que todo estaba bien, un miembro del equipo condujo el coche hasta el punto de partida para rodar la escena, pero movió el espejo retrovisor que ocultaba la cámara, de modo que, cuando la especialista hizo la acrobacia con las cámaras rodando se fue directa contra un árbol. Thomas no sufrió daño alguno y sólo sintió una sacudida.
La complejidad de los efectos especiales fue tal que la ILM llegó a decirle a Johnston que había cosas que eran imposibles de hacer mediante CGI, como por ejemplo, el pelo o la melena del león, a lo que el director les respondió, "En ocho meses, cuando estemos rodando esta película, seréis capaces de hacerlo, ¡así que volved al trabajo!" Dicho y hecho, el estudio desarrolló un software para poder crear el pelo digital de los animales. Bajo la supervisión de Ken Ralston y Stephen L. Price, la ILM hizo posible lo imposible.
Para la escena de la estampida, no se usaron pantallas azules, su utilizó en su lugar un set preparado para reventar en pedazos. Se hizo una primera toma de los actores corriendo y después una segunda toma del set explotando. Más tarde, se añadieron digitalmente a los animales, siendo el resultado espectacular.
Los animales de la película no lucen del todo realistas, en el caso del león, "quería uno que fuera reconocible como un león, pero que fuera más aterrador, más grande, más feroz, y más controlable que un león real," admitía Johnston. "No quería usar ningún animal vivo en la producción porque no creo que sea práctico."
Amalgamated Dynamics, y bajo la supervisión de Tom Woodruff y Alec Gillis, se encargó de los efectos físicos y mecánicos, desde la lluvia monzónica, pasando por los animatronics.
Para dar vida al león se construyeron dos, uno para los primeros planos (que se combinaban con los efectos creados mediante el software Caricature de ILM, que permitía crear el movimiento de sus facciones) y otro de cuerpo entero para las escenas de acción.
Uno de los mayores retos para el equipo de animatronics fue colocar a un pelícano sobre una roca en medio de un río, ya que dificultaba que el equipo no estuviera visible, algo que se solucionó simplemente sumergiendo a todos los titiriteros bajo el agua.
Y la compañía John Thomas Special Effects Stages se encargó de construir los decorados para insertar los efectos creados por las dos anteriores compañías.
Jumanji se estrenó el 15 de diciembre de 1995 en los Estados Unidos y fue un rotundo éxito de taquilla. Sólo en su país de origen amasó 100.475.249 de dolares (séptima película más taquillera del año en EE.UU.) y la taquilla total a nivel mundial alcanzó los 262.797.249 de dólares (décima película más taquillera en todo el mundo).
Sorprendentemente fue ignorada en las nominaciones al Oscar para sus efectos visuales, siendo aquel año las únicas nominadas Babe, el cerdito valiente y Apolo 13, películas con efectos menos revolucionarios.

VALORACIÓN
Jumanji es una de las más originales y entretenidas películas juveniles de los noventa, llena del espíritu que proliferaba en el cine de los ochenta y tal vez sea la última gran película juvenil de aventuras que se haya realizado.
Y es que la producción es realmente espectacular y lo da todo en cada una de las consecuencias del juego, ya sea la aparición de leones, estampidas o monzones. Se toma el tiempo justo y necesario en colocar sus fichas sobre el tablero para presentar a sus personajes y el escenario, pero una vez empieza la partida, ya no hay marcha atrás.
Uno de los aciertos de la película es no desvelar nunca los orígenes del juego (sólo sabemos que ya existía en 1869) y que se deje a la imaginación todo lo que le ocurrió a Alan esos 26 años en la selva. Esto hace aumentar el misticismo y misterio del juego.
Si cada una de las interacciones del juego son un festival continuo para los ojos, la película posee varios gags realmente inspirados, como ese siempre asfixiado y rezagado rinoceronte de la estampida, Alan y Carl cruzándose con una moto conducida por tres monos, Peter tratando de abrir una caseta con un hacha hasta que se da cuenta de que lo que buscaba era esa misma hacha o Alan alegrándose al ver un inodoro por primera vez en 26 años.
Es cierto que tiene algunas incongruencias, como esa puerta que no deja salir el agua del interior de la casa. Que los monos sepan conducir un coche a la primera. Que a Sarah nunca se le haya ocurrido jugar al juego de nuevo para sacar un 5 ó un 8 y así liberar a Alan. Pero se le perdonan esas faltas, porque son en pos de hacer avanzar la historia y del entretenimiento.
Y vale que vista a día de hoy hay efectos que no dan del todo el pego, pero en su momento fue una auténtica revolución. Y la película nunca trata de ser realista con los animales que la pueblan, se distancia un poco de la realidad y busca la diversión por encima de todo, un buen ejemplo son esos monos robaescenas.
Siguiendo el modelo de ¡Qué bello es vivir!, Alan puede comprobar como fueron las cosas en su ciudad y a su familia en su ausencia, descubriendo lo importante que era para todos, principalmente para ese padre al que creía que no le importaba. Pese a ser una comedia de aventuras, la película tiene su corazón, es algo más que una sucesión de apabullantes efectos especiales.
Alan, al igual que Judy y Peter, es un niño que ha perdido a sus padres y el estar tantos años solo en la selva le ha hecho permanecer con la misma inocencia que tenía cuando fue engullido por el juego. Alan se ve reflejado en Peter y adopta una figura patriarcal con él, pero inicialmente lo trata tan fríamente como su padre lo hacía con él, algo que odiaba. Y es que los hijos no pueden evitar convertirse en sus padres.
Todos los personajes hacen frente a sus miedos, a los que el juego de mesa van representando con diferentes caras, ya sea la de un cazador, un murciélago o un mono. Cuando termina la película todos los personajes han cambiado, principalmente Alan, recorrer las casillas de tablero les ha hecho evolucionar, no son los mismos que eran cuando estaban en la casilla de salida. Alan deja de temer convertirse en un adulto (uno como su padre), Sarah aprende a vencer su locura, Peter a no ser tan introvertido y Judy a dejar de esconderse en mentiras (aunque la evolución de estos dos últimos personajes se eche por tierra con el giro final).
Robin Williams da vida a un niño-hombre tan bien como en otras tantas producciones de su carrera, le imprime las dosis de ternura, rareza y diversión necesarias al personaje, y es el motor de la película, haciéndola funcionar. Y es que Williams es el mejor efecto especial de Jumanji.
Y Joe Johnston realiza una de las mejores películas de su carrera y la más entretenida junto con Rocketeer. Demuestra como siempre ser un buen artesano y le imprime un buen ritmo a la historia, la cual avanza con la fuerza de una estampida.
Jumanji es toda una gozada. Un espectáculo inocente y bienintencionado, que te hará pasar una tarde de lo más entretenida, viviendo como los personajes, la mayor aventura sin salir de casa. Jugad a este juego de mesa, no os arrepentiréis. Es una aventura única y bestial.

CURIOSIDADES
Mientras filmaba esta película, Robin Williams rodó una pequeña participación en la película Nueve meses (1995).
Pese a ser el protagonista, Robin Williams no aparece hasta el minuto 28 de película.
El juego de mesa utilizado en la película se vendió en 2014 por 60.800 dólares.
Robin Williams a menudo daba respuestas falsas cuando le preguntaban que significaba jumanji.
El tablero de juego tiene 110 casillas.
Única película del actor Gary Joseph Thorup, que interpreta al matón Billy Jessup, su otro único papel fue en un episodio de Ley y orden, donde irónicamente dio vida a una víctima de bullying.
La película conoció una adaptación en forma de serie de animación de título homónimo y que se estrenó en 1996, durando tres temporadas.
El argumento de la película difiere levemente de la novela, aunque el final es el mismo con dos niños encontrando el juego. En el libro esos niños se llaman Walter y Danny, el mismo que nombre que los personajes de Zathura: Una aventura espacial (2005).
Cuando Van Pelt entra en la tienda de armas suena el himno mexicano. En su estreno en México, la canción fue eliminada debido a que existe una ley en el país que prohíbe el uso de su himno por razones comerciales o de burla.
La película ganó dos premios Saturn, uno a la mejor actriz secundaria (Bonnie Hunt) y otro a los mejores efectos especiales (Stan Parks, ILM y Amalgamated Dynamics). Siendo nominada también a la mejor película de fantasía, mejor director (Joe Johnston), mejor actor (Robin Williams) y mejor interpretación de un actor joven (Kirsten Dunst y Bradley Pierce).
Aunque supuestamente los personajes de Robin Willams y Bonnie Hunt tienen la misma edad, en la realidad, Williams era 10 años mayor que Hunt.
Y a su vez, aunque el personaje de Peter tenga 8 años y Judy tenga 12, Kirsten Dunst era sólo 6 meses mayor que Bradley Pierce.
Y más bailes de edades, pese a que Carl es mayor que Alan, David Alan Grier, quien interpreta a Carl, es realmente 4 años más joven que Robin Williams.
La canción que Alan (Robin Williams) canta en el baño mientras se afeita, es el tema principal de la serie La isla de Gilligan (1964-67).
Al estudio le preocupaba el título de la película y propusieron llamarla "The Game: Jumanji", a lo que Joe Johnston se negó.
Kirsten Dunst y Bradley Pierce volvieron a interpretar a unos hermanos en la película para televisión El asedio (1996).
Según Chris Van Allsburg, "jumanji" es una palabra zulú que significa "muchos efectos".
En la escena navideña final suena la canción "Hark the Herald Angels Sing", es un homenaje a la película ¡Qué bello es vivir! (1946), en cuyo final suena también esta canción.
Irónicamente la película se rodó y se sitúa en New Hampshire, uno de los pocos estados de Norteamérica que no tiene zoo.
En la versión original, el vendedor de la tienda de armas le pregunta a Van Pelt si es un cartero, este chiste viene porque en la época en la que se estrenó la película hubo varios casos en Estados Unidos de carteros que se volvieron locos y se liaron a tiros.

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