Friday, April 11, 2025

Dos policías rebeldes

"Así es como tienes que conducir. De ahora en adelante conducirás así."

Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película.

Tras el robo de 100 millones de dólares en heroína, en una comisaria de policía, los policías Marcus Burnett y Mike Lowrey deberán resolver el caso, siendo su única pista la testigo de un crimen.

CHICOS MALOS
En 1986, el dúo de productores Don Simpson y Jerry Bruckheimer compraron el guion "Bulletproof Hearts" por 55.000 dólares a George Gallo (Huida a medianoche), que daría pie a Dos policías rebeldes (Bad Boys, 1995). Todo giraba en torno al cambio de identidades entre dos policías, uno mujeriego y otro, un hombre de familia, para proteger a una testigo.
Tras el éxito de Wayne's World (1992), Dana Carvey se convirtió en uno de los cómicos de moda, y fue contratado para la película. Tras fichar a Carvey, Jon Lovitz se sumó al proyecto como el co-protagonista. Ambos actores firmaron un contrato de "pay or play".
Para sentarse detrás de las cámaras, Simpson y Bruckheimer escogieron a un director que no había rodado ninguna película, pero sí muchos anuncios y videoclips, su nombre era Michael Bay. "Habíamos mirado a un grupo de directores de anuncios porque habíamos tenido éxito con Tony Scott," contaba Bruckheimer a GQ, "y el único rollo que destacó fue el de Michael. Tenía un sentido del humor maravilloso y un estilo visual único, como nadie más." Bay fue contratado a cambio de un sueldo de 100.000 dólares.
Los problemas comenzaron con el libreto de Gallo. "El guion era horrible," afirmaba Lovitz a AV Club. Carvey debía interpretar al policía mujeriego, y costaba hacerle encajar en el papel. Al contrario que Lovitz, a quien el papel de policía judío le encajaba como un guante. Contrataron a varios guionistas para reescribir el guion a largo de tres meses. El primero fue James Toback (Bugsy), que cobró 120.000 dólares a la semana, por seis semanas de trabajo. Tras Toback, entró Larry Ferguson (Superdetective en Hollywood 2). Y por último el televisivo David Milch (Policías de Nueva York). Antes de la entrada de Milch, el proyecto no había conseguido aún luz verde por parte de Disney, y necesitaban un guion de unas 50 páginas para conseguirlo. Milch aceptó el trabajo porque necesitaba dinero. Voló hasta Florida y se puso manos a la obra con el libreto, y es aquí cuando Simpson comenzó a hacer de las suyas. Seguramente bajo los efectos de las drogas, llamaba a Milch a las cuatro de la madrugada gritándole y diciéndole que lo que había escrito era la mayor mierda que hubiera leído, y después le enviaba notas sobre cambios que quería en el guion. El guionista escribió las 50 páginas que necesitaban aguantando el chaparrón de Simpson, y el proyecto consiguió luz verde. Lo llamaron de nuevo para que escribiera el guion completo, pero Milch se negó, incluso cuando le propusieron si lo haría a cambio de que Simpson aceptase ir a rehabilitación, la respuesta siguiendo siendo un rotundo no.
Como comentaba, en junio de 1992, Hollywood Pictures (subsidiaria de Disney) dio luz verde al proyecto con un presupuesto asignado de 20 millones de dólares. A comienzos de diciembre, Bay grabó una escena de prueba con ambos actores, pero a Hollywood Pictures no le gustó, y esa fue una de las razones que hicieron descarrilar el proyecto. El rodaje debía comenzar oficialmente el 16 de febrero de 1993, ya con el título de "Bad Boys", pero unas pocas semanas antes de esa fecha, todo se fue al traste. Según contaba Lovitz a AV Club"Disney no quiso hacer el nuevo guion. Querían hacer el original." Pero aparte de esa prueba y del guion, había que sumar otros factores que provocaron que el proyecto no prosperase con Carvey y Lovitz. Como por ejemplo, el salario del primero, quien conforme pasaba el tiempo, y aumentaba su popularidad, llegó a pedir una suma elevada, y para colmo le ofrecieron la mucho lucrativa Wayne's World 2 (1993). A eso hay que añadir la falta de entendimiento entre Carvey y Simpson. Pero tal vez la gota que colmó el vaso (tal y como se cuenta en el libro High Concept) fue cuando Simpson se llevó a ambos cómicos a Las Vegas durante dos días, y aunque no se sabe lo que sucedió allí, después de ese viaje, la película se pospuso. Sea como fuere, a Disney no le gustaba el proyecto y se quedaron sin tiempo, los actores tenían otros compromisos, por lo que al ver que no podrían hacer la película en la ventana de tiempo que tenían, todo quedó en nada. La idea inicial era tratar de realizar la película en enero del año siguiente, pero eso nunca llegó a ocurrir.
Estaba claro que el proyecto no funcionaba con Carvey y Lovitz. Y Barry Josephson de Columbia tenía una idea diferente, convertir a los dos protagonistas en afroamericanos, algo similar a lo que había sucedido con Superdetective en Hoollywood (1984), un éxito de Simpson y Bruckheimer. Mark Canton, jefe de la Columbia, se acercó al dúo de productores y les dijo que si podían sacar el proyecto de Disney, en Columbia estaban interesados en realizarlo con ellos. Los planes originales de Columbia eran que la película la protagonizase Arsenio Hall, pero el actor rechazó la oferta (algo que posteriormente consideró una mala decisión). El siguiente en la lista era Martin Lawrence, popular por su sitcom Martin (1992-97), quien rápidamente se sumó al proyecto. Ahora sólo faltaba encontrar al compañero de Lawrence, y se barajaron algunos nombres, entre ellos el de Laurence Fishburne, pero finalmente Bay escogió a Will Smith, muy popular en aquel momento gracias a la serie El príncipe de Bel-Air (1990-96). Al parecer Lawrence ayudó a la elección de Smith. "Cené con Will y después de cinco minutos de conversación, consiguió el trabajo," contaba el actor a Entertainment Weekly. Consiguieron convencer a Disney para vender el proyecto a Columbia, gracias a un acuerdo de 3 millones de dólares.
Cuando hicieron la primera lectura de guion, tres semanas antes de que comenzara el rodaje, quedó patente que los diálogos escritos para Carvey y Lovitz no se adaptaban para Lawrence y Smith. Cuando terminó, Simpson tiró el guion a una papelera, y les dijo a todos que no lo usarían en el rodaje.
Como necesitaba una reescritura, llamaron a Michael Barrie y Jim Mulholland, una pareja de guionistas curtida en el "The Tonight Show", y que habían escrito Oscar ¡quita las manos! (1991). Tras el trabajo de estos, Lucas Foster, productor ejecutivo de la película, llamó a Doug Richardson (La jungla 2: Alerta roja) para otra reescritura más. En ese punto, el plazo de tiempo era muy corto, ya que Smith y Lawrence terminaban de rodar sus series en seis semanas, y la película debía comenzar a rodarse en ese momento. Y Richardson se encontró con un guion de apenas 60 páginas. Bruckheimer le dijo al guionista: "Haz lo que haces siempre, pero más rápido" (frase que éste tomó y puso en boca del personaje del capitán Howard). La película comenzaría el rodaje sin un guion terminado, y se escribiría sobre la marcha.

REPARTO
Martin Lawrence interpretaría al policía Marcus Burnett. Y Will Smith haría lo propio con su compañero Mike Lowrey. El segundo cobraría un cheque de 2 millones de dólares por su participación en la película.
Para el papel de la testigo Julie Mott, inicialmente el estudio quería que fuera una chica negra, pero eso cambió después de que el director de casting trajera a Téa Leoni, y la actriz clavara la prueba. De esa forma se hizo con el papel.
Joe Pantoliano daría vida al capitán Howard, papel que repetiría en las tres secuelas de la película.
El papel del villano Fouchet recayó en el francés Tchéky Karyo.
Michael Imperioli consiguió el papel de Jojo, un ex-químico de drogas, gracias a una audición donde hizo una improvisación del personaje. Doug Richardson vio la cinta con la audición del actor, y llegó a tomar material de ella para escribir una de las escenas del personaje.
Kim Coates dio vida al ladrón de coches de la secuencia inicial, y a punto estuvo de no participar en la película. Originalmente el actor consiguió dos papeles en dos películas que se iban a rodar al mismo tiempo, una era Dos policías rebeldes, y otra iba a ser dirigida por John Dahl en Europa, como el papel de ésta última era mejor, Coates rechazó el film de Bay, pero para su desgracia la película de Dahl fue cancelada, y se quedó sin los dos trabajos. Seis meses después, le llamó su agente para decirle que Bay le necesitaba para rodar una escena durante un único día. Esta vez el actor aceptó sin dudarlo.
El resto del reparto lo formaron Marc Macaulay (Noah, uno de los hombres de Fouchet), Frank John Hughes (Casper, miembro de la banda de Fouchet), Theresa Randle (como Theresa Burnett, la mujer de Burnett), Anna Thomson (en el papel de Francine), Marg Helgenberger (interpretó a Alison Sinclair, agente de asuntos internos), Nestor Serrano (en el papel del detective Sanchez), Julio Oscar Mechoso (interpretando al detective Ruiz), y Karen Alexander (Max Logan, al amiga de Julie asesinada).

RODAJE
La fotografía principal comenzó el 27 de junio de 1994, y terminó el 31 de agosto del mismo año. La película se filmó en su totalidad en Miami, utilizando diferentes localizaciones de la ciudad, como el Biltmore Hotel (fiesta y tiroteo en el que Julie presencia los asesinatos), Miami-Opa Locka Executive Airport (hangar del clímax), y en el Dade County Courthouse (comisaria de policía).
Realizaron tres días de ensayos con los actores, antes de ponerse manos a la obra con el rodaje.
La película fue de bajo presupuesto para los estandartes de Hollywood de la época, sólo costó 19 millones de dólares (comenzó con 17). Pero aún así, Bay contó todavía con menos dinero del que parece. "Tenía 9 millones de dólares para hacer la película," contaba Bay, "y los otros 10 millones estaban todos ligados a la política, pagando a la gente en diferentes estudios."
"Sé que el estudio no creía en nuestra película," contaba Bay a Fandango. "No nos trataron muy bien y estábamos solos. Nos dieron 10.000 dólares para una reescritura y no sé qué obtienes por 10.000 dólares. Así que tuvimos que inventar muchas cosas." La tónica predominante del rodaje fue un guion que se iba reescribiendo sobre la marcha, y con mucha improvisación por parte de sus dos estrellas. Cada día, Bay les preguntaba a Smith y Lawrence que cambiarían, para así adaptar el guion escrito para Carvey y Lovitz más a su estilo. Rodaban por el día, y por la noches decidían que rodarían al día siguiente. "Básicamente improvisamos cada escena," contaba Smith a la revista Vibe. Téa Leoni también se sumó a las improvisaciones. Así surgieron momentos como la reacción de Lawrence cuando Leoni cree que es gay, o el diálogo "Tortuga Miss Daisy" entre Smith y Lawrence en el coche.
La relación entre Bay y Lawrence al comienzo del rodaje no fue la mejor posible, el actor no se fiaba del director por ser blanco, pero pronto limaron sus asperezas y trabajaron bien juntos. Lawrence también fue un grano en el culo para Richardson, a quien le dijo que su personaje no podía matar ni a negros ni a mexicanos, debido a que la mayoría de los espectadores de su serie provenía de esos demográficos. Además quiso que se cambiara el nombre de Mike Lowrey, ya que era incapaz de pronunciar bien el apellido. Y exigió no tener escenas de sexo con una chica blanca (de nuevo debido a su serie).
Tampoco el comportamiento de Simpson durante el rodaje fue para echar cohetes, y demostró una vez más ser un auténtico bad boy. Se dejó caer por Miami sólo una semana antes de que comenzara la fotografía principal, y se puso a leer la última versión del guion. Dos días antes de que las cámaras empezaran a rodar, apareció con 40 páginas de notas sobre el libreto, indicando lo que no funcionaba, y de postre amenazó con quitar su nombre de la película. Pero Jerry, siempre la voz de la razón, ayudó a sacar adelante la película.
Fue un rodaje rápido, tan adrenalítico como la propia película. "El primer día de rodaje, [Bay] hizo como cuarenta configuraciones de cámara," contaba Bruckheimer a GQ. "Con un director normal, consigues diez, si tienes suerte." Para Bay el calendario de rodaje era demasiado ajustado, tenía que rodar escenas de acción en un día, que en cualquier otra producción requerirían de cuatro. Por ejemplo, sorprendentemente filmó en un solo día la persecución a pie posterior al tiroteo en el hotel.
Cuando llegó la hora de rodar esta secuencia, hubo dudas entre Smith y Bay sobre como el actor debería ir vestido. Bay quería que se quitara la camisa por completo, algo a lo que Smith se negaba por parecerle excesivo. Al final aceptó a rodar la escena con la camisa abierta, y esa momento se convirtió en uno de los más icónicos de la película, cambió la imagen de Smith y lo catapultó al estrellato.
Tampoco se pusieron de acuerdo Bay y Smith en la toma al final de la película, en la que su personaje le dice al de Lawrence: "Yo también te quiero." Estaba previsto que Smith dijera la frase, pero el día que tocó rodarla, no quiso decirla. Después de hora y media de discusión, Bay accedió a que Smith no la dijera. Pero una vez las cámaras comenzaron a rodar mientras el sol se ponía, Smith la dijo.
Y el bajo presupuesto ocasionó problemas, por ejemplo, cuando debían rodar el momento en el que Lawrence dispara a uno de los villanos, y éste sale volando por los aires desde un avión, inicialmente no pudieron hacerlo debido al clima. Y más adelante, el productor de línea Bruce S. Pustin, le comunicó a Bay que no rodarían la escena. Tan claro tenía el director que esa escena debía estar en la película, que personalmente puso 25.000 dólares de su bolsillo para rodarla. Hasta que la película no recaudó 60 millones de dólares Columbia no se los devolvió.
Está claro que Bay sabía perfectamente lo que quería, como incluir el popular plano del letrero de Miami con el avión pasando por encima. Ese letrero no existía, y Bay hizo que colocaran uno en miniatura con el nombre de la ciudad justo debajo de donde aterrizaban los aviones, pese al peligro que eso conllevaba. Y el resto es historia.
Y del mismo modo, sabía como quería que fuera el montaje de la película, tenía una razón para ello, pese a que todo el mundo le decía que estaba equivocado. "Fue una de las primeras películas en las que la acción se editó con un montaje muy rápido," contaba el director a Fandango"Todos dijeron: 'No se pueden hacer cortes tan rápidos'. Yo estaba como: 'Bueno, yo sí'. Y ahora lo ves imitándolo, pero estaba haciendo cortes rápidos por una razón... para ocultar la dirección artística barata y darle algo de energía." Bay quiso que el editor Christian Wagner montara su película tras ver Amor a quemarropa (1993), como no tenía un gran nombre, inicialmente los ejecutivos de Columbia se negaron a su contratación, pero Bay, Simpson y Jerry Bruckheimer apostaron por él, y consiguió el trabajo. 
En una película con tanta acción siempre se corren riesgos, y hay gente que puede salir herida. Como le sucedió a Téa Leoni, cuando en una escena de acción, no se colocó adecuadamente en su marca, y recibió en golpe de un especialista con un AK-47 debajo de la mandíbula, lo que la hizo salir despedida por el aire. La actriz terminó en el hospital.
Y otro que tampoco salió bien parado fue Tchéky Karyo y un especialista rodando la escena del clímax, en la que el villano baja del avión conduciendo el Cobra por unas rampas, y el personaje de Will Smith salta sobre el coche en marcha. Cuando realizaron la acrobacia el coche se estrelló, y es que las medidas de seguridad en la escena brillaron por su ausencia. "El director me empujó un poco al límite," contaba Karyo a France News Live. "El especialista tenía miedo de caerse en las rampas al salir del avión, así que me pidió que no fuera demasiado rápido. No había ensayado y no había nada que lo protegiera." El accidente no terminó en tragedia, pero el actor reconocía que, "me llené la cara de trozos del parabrisas." El coche sufrió daños superficiales, para seguir rodando, y que no se apreciasen los desperfectos, Bay rodó sólo primeros planos, hasta que consiguieron otro Cobra a tiempo para la persecución final.
Kevin Corrigan refutaba esa sensación de peligro en el set, y las prisas de Bay al rodar, por ejemplo, en la escena en la que su personaje es asesinado. "Recuerdo que las cosas se desarrollaron muy rápido, muy rápido," contaba el actor a AV Club. "Recuerdo que el director gritó 'acción' incluso antes de que se preparara nada. Quizás esa era sólo su forma de hacer que la gente se moviera más rápido. Había armas involucradas en la escena, y pensé que era un poco imprudente no esperar a que la gente de efectos especiales hiciera su trabajo, especialmente cuando yo era el que estaba recibiendo un disparo. No creo que alguna vez estuviera en peligro real, pero sólo recuerdo que pensé... no sé."
Tras un pase de prueba, decidieron rodar cuatro nuevas escenas, para potenciar el humor de la película y explicar algunas incongruencias. Para ello, Columbia le dio a Bay 2 millones de dólares adicionales. Una de las escenas que filmaron fue el arranque de la película, con el intento de robo del Porsche, y que fue totalmente improvisada (por cierto el coche utilizado era propiedad de Michael Bay). Otra fue la escena de la licorería. Y también se añadió la escena de la cancha de baloncesto, en la que el capitán Howard juega, mientras habla con Burnett y Lowrey, se rodó poco antes del estreno de la película, Joe Pantoliano estaba trabajando en otro proyecto, por el que tuvo que raparse la cabeza, de modo que tuvieron que hacer a toda prisa una peluca para el actor, y después los actores improvisaron la escena.
Dos policías rebeldes llegó a los cines de Norteamérica el 7 de abril de 1995, y recaudó unos excelentes 65.807.024 de dólares, y la película rindió incluso mejor en el mercado extranjero, siendo la recaudación final a nivel mundial de 141.407.024 de dólares.

VALORACIÓN
Dos policías rebeldes es una de las películas de acción más entretenidas y divertidas de los noventa. Aunque es de esas películas que no son tan buenas como el recuerdo que tenemos de ellas. Es sólo una estridente y ligera buddy movie, que te lo hace pasar bien durante sus dos horas de duración, que se pasan volando.
Seamos francos, la película es intrascendente, es sólo un pasatiempo ligero, pero rodado con mucho estilo, que se eleva por encima de la media de este tipo de productos. Bay le imprime un buen ritmo, la acción está bien rodada (como no podía ser de otra forma), los dos protagonistas son divertidos y tienen muy buena química entre ellos, y pese a los años que han transcurrido desde su estreno, sigue funcionando bien como entretenimiento palomitero.
La gran novedad de la película, fue su sentido del humor, Smith y Lawrence cogieron el tipo de humor que hacían en sus respectivas series, y lo llevaron a la gran pantalla. Y la verdad es que funciona muy bien, como cuando al entrar en una opulenta casa Smith dice: "No se asusten, somos de color." O en la escena de la licorería, cuando después de apuntar al dependiente Smith le suelta: "Suelta el arma y dame un paquete de chiches de frutas tropicales", y Lawrence remata con: "Y unas gominolas". Todo el intercambio de identidades parece sacado de una comedia de situación, con Mike en casa de su compañero como un hombre de familia, y Marcus tratando de pasar por un ligón en el apartamento del primero. Por un momento parece que estemos viendo una sitcom, pero llena de tiroteos y explosiones. Y está claro que lo mejor de la película es la química entre los dos protagonistas, esa Dos policías rebeldes que nunca existió con Lovitz y Carvey, seguramente a día de hoy nadie hablaría de ella.
Y el otro punto fuerte de la película, es tener a Bay tras las cámaras. En manos de cualquier otro, hubiera sido una película random nada memorable. Bay demostró con su primera película su potencial y de lo que era capaz, algo que se confirmaría posteriormente cuando tuvo en sus manos mayores medios, como en La Roca (1996), Armageddon (1998) o Dos policías rebeldes II (2003). Sólo hay que ver la persecución final entre el Porsche y el Cobra, que es sólo un preámbulo de lo que haría al año siguiente con mucho más dinero en La Roca, con la persecución entre el Humvee y el Ferrari.
Desde el minuto uno sabemos que estamos ante un película de Michael Bay, ya en su opera prima, el director grabó a fuego muchas de sus constantes de su cine, sobre todo visuales. Hay planos aquí que repetiría en películas posteriores (ese plano con la cámara girando alrededor de los dos protagonistas), ahí está además la cámara lenta, los planos de marcada estética, el montaje con planos cortos, y también las explosiones, persecuciones, la gente atractiva (Téa Leoni nunca ha estado más guapa), los coches deportivos, o la exaltación de policías o militares. Pese al bajo presupuesto de la película, luce como si tuviera el doble de dinero, y eso es mérito de Bay.
El punto débil de la película es su guion, que tiene cosas que no hay por donde cogerlas, como por ejemplo, que Max siendo prostituta se lleve a su amiga a ver a un cliente, pero claro si no lo hiciera no habría película, pero no resulta creíble y seguramente habría formas mejores de hacer que Julie fuera testigo de un crimen. Tampoco tiene mucho sentido que Marcus y Mike se lleven a Julie en su vigilancia a Fouchet. La lógica salta por la ventana cuando después de que traten de matar a Marcus en el club, éste no detenga a ambos criminales. Y ya no digamos esos momentos en los que los dos protagonistas, policías de profesión, amenazan con matar a alguien si no les da información, entran sin una orden de registro en una casa donde se encuentran un cadáver y lo toquetean todo, o irrumpen en el hangar durante el clímax pegando tiros y matando a todo el mundo. Es una visión flipada de lo que son los policías. Incluso uno es rico, y conduce un Porsche. Pero dentro del universo Bay, funciona bastante bien, aquí lo que prima es un entretenimiento donde no haya que pensar mucho.
Además la película está llena de tópicos del cine de acción, desde la pareja de policías de caracteres opuestos, pero que trabajan bien juntos; el jefe de policía que sólo habla a gritos, pero que en el fondo respeta a los protagonistas; el villano de nacionalidad extranjera; los dos policías que siendo retirados del caso siguen con él adelante, y que pese a matar a un montón de gente, esto parece no ocasionarles ningún tipo de problema, y ya no digamos papeleo. Tópicos y más tópicos, que la película ni se molesta en sortear.
Dos policías rebeldes fue una película muy importante para sus responsables. Lanzó la carrera de Michael Bay. Convirtió en estrellas de cine a Will Smith y Martin Lawrence, sobre todo al primero. Reavivó la carrera de Simpson y Bruckheimer como productores, quienes no habían estrenado una película desde Días de trueno (1990), de caótica producción. Entremedias produjeron Esto (no) es un secuestro (1994), pero fue un pequeño encargo de Disney, y no es un proyecto personal. Volvieron al redil haciendo lo que mejor sabían, de hecho, repitieron su formula de Superdetective en Hoollywood, con una comedia de acción protagonizada por cómicos negros, que estaba prevista que fuera protagonizada por blancos, y de nuevo les salió bien.
Recuerdo ver la película en el verano del 95, y además de pasármelo en grande, me di cuenta que Smith ya era algo más que el príncipe de Bel-Air. Con esta película, pasó de ser un chico simpático en una comedia de televisión, a un hombre que podía resultar duro, divertido y atractivo al mismo tiempo. El príncipe se convertía en rey.
Y no quiero terminar sin alabar el trabajo de Marc Mancina, quien le imprime con su música las dosis de adrenalina que la película necesita. Sin Mancina Dos policías rebeldes no sería la misma.
Dos policías rebeldes ha quedado como una de las buddy movies más recordadas del género. Siempre divertida y llena de testosterona, no cabe el aburrimiento en ella. Sirvió como lanzadera de muchas carreras, y generó una saga, lo que no está nada mal para una pequeña película. Y es que pese a no ser una maravilla, es difícil resistirse a su carisma. ¿Tú vas a resistirte? Whatcha Gonna Do?

CURIOSIDADES
Jon Lovitz y Dana Carvey terminaron trabajando juntos en otra película con guión de George Gallo, Atrapados en el paraíso (1994).
El personaje de Michael Imperioli se llama Jojo, el mismo año en que trabajó en Dos policías rebeldes, el actor trabajó en Clockers (1995), en el papel de otro personaje que también se llama Jo-Jo.
Inicialmente no estaba previsto en la secuencia del gimnasio, que Marcus se dedicara a jugar con las pesas y demás, pero Bay animó a Martin Lawrence a hacerlo, y sus improvisaciones quedaron en el montaje final de la película.
Bay le enseñó a su madre la primera escena, y a ella no le gustó la cantidad de veces que Smith y Lawrence decían la palabra "joder". El director reeditó la escena para reducir el número de tacos.
Originalmente había una presentación de Mike Lowrey en paralelo a la de Marcus, quien se despierta con su mujer e hijos, pero haciéndolo con dos latinas gemelas, que finalmente fue eliminada.
La pistola que usa Fouchet con cuatro cañones es una COP .357.
Existe una película anterior titulada Bad Boys (1983), protagonizada por Sean Penn.
Will Smith trabajó con un entrenador de atletismo durante cuatro meses para correr adecuadamente en pantalla.

BIBLIOGRAFÍA
Good Guys and Bad Boys (Doug Richardson Blog)
It’s a Small World After All (Doug Richardson Blog)
Jon Lovitz (AV Club, 28 dic 2010)
Movies: Off-Centerpiece: Maybe George Bush Can Help Polish the Script Now (Los Angeles Times, 24 ene 1993)
High Concept: Don Simpson and the Hollywood Culture of Excess (Charles Fleming, 1998)
Tea Leoni: The Truth About Tea (Movieline, 1 ene 2001)
Comentarios del director (DVD)
Dinner for Five (Episodio #4.4, 2005)
‘Flippin’ The Script’ (VIBE Magazine, may 1995)
Kevin Corrigan (AV Club, 2 feb 2010)
Will (Will Smith y Mark Manson, 2021)
Joe Pantoliano Is a Bad Boy for Life (Vanity Fair, 6 jun 2024)

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