Cuando el destino nos alcance
Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película.
En el año 2022, la Tierra sufre de un gran problema de sobrepoblación y contaminación. Un policía de Nueva York tiene que investigar el asesinato de un hombre poderoso, implicado en la fabricación del alimento principal de la población, el Soylent Green.
HAGAN SITIO
En 1966, Harry Harrison publicó su profética novela "¡Hagan sitio!, ¡hagan sitio!" ("Make Room! Make Room!") con su visión del futuro de la Tierra como un lugar sobrepoblado y con escasez de recursos.
Charlton Heston leyó la novela en 1968, durante un viaje en avión, y quiso llevarla a la pantalla desde ese momento. Gracias al éxito que Heston tuvo con ¡Alarma! Vuelo 502 secuestrado (1972) para la MGM, el estudio dio luz verde a la adaptación de la novela de Harrison con el actor como protagonista. Heston y su productor habitual Walter Seltzer, y el guionista Stanley R. Greenberg (estos últimos desempeñado las mismas funciones que en ¡Alarma! Vuelo 502 secuestrado), desarrollaron Cuando el destino nos alcance (Soylent Green, 1973).
Saboreando aún el éxito de ¡Alarma! Vuelo 502 secuestrado, inicialmente la MGM quiso tener Cuando el destino nos alcance lista para las navidades de 1972, pero eso era imposible a todas luces (se terminó posponiendo su estreno hasta abril de 1973).
La MGM se hizo con los derechos de la novela, pero no sin utilizar diversas triquiñuelas, según contaba Harrison, la major creo una empresa ficticia para que no se supiera que era la compañía del león quien estaba comprando los derechos de la novela. Y para descontento del autor, le hicieron firmar un contrato para que no tuviera ni voz ni voto sobre el guión.
Pese a que por contrato no podía hacer cambios en el guión, Harrison sí hizo algunas sugerencias, como, por ejemplo, incluir la fecha en la que acontecía la historia, algo que originalmente la película omitía (se decantaron por el año 2022). El escritor consideraba que en su novela al ocurrir en un futuro cercano le daba a la historia una sensación de inmediatez, algo que la beneficiaba. También sugirió que se eliminaran todas las bolsas de basura de una secuencia, ya que en el futuro de su historia el petroleo se ha terminado y el plástico se produce con él.
El título de la película cambió del original "Make Room! Make Room!" al definitivo Soylent Green, debido a que la MGM quería evitar confusiones con la serie de televisión Make Room for Daddy (1953-65). Hay diferencias entre la novela y la película, la mayor de todas es que lo más recordado de la película, que el Soylent Green está hecho con restos humanos, no estaba presente en la obra de Harrison. Además la novela está situada en 1999 y la película en 2022. La escena de la muerte de Sol Roth en la sala de suicidios, posiblemente la mejor escena de la película, tampoco está sacada de la novela, en la que Sol muere por causa de un golpe recibido durante una manifestación. En la novela tampoco se incluye a las chicas mueble. Y la película omite a varios personajes importantes de la novela.
El 7 de junio de 1972, Heston creyó encontrar al director perfecto para la película, que no sería otro que el gran Richard Fleischer. Según contaba Heston, "me cautivó su enfoque de la formidable tarea de dirigir una película." Fleischer consideraba Cuando el destino nos alcance una película importante, "porque la película es una gran advertencia a la civilización, sobre lo que le puede pasar," contaba el director a Starlog. "Estamos bien encaminados hacia el tipo de desastre que se predice en la película. Es una película importante en ese sentido, para hacer que la gente se detenga y piense en conservar y proteger lo que tenemos." Y además Fleischer no la consideraba exactamente una película de ciencia ficción. "Siempre he pensado que clasificar Cuando el destino nos alcance como una película de ciencia ficción no es correcto," explicaba el director en Richard Fleischer: Entre el cielo y el infierno. "Lo único por lo que puede ser clasificada así es porque la acción ocurre en el futuro, pero en un futuro muy próximo. Si hay algo de «ciencia» en esta película es muy poco, aunque es una mirada al futuro que se avecina y, ciertamente, el futuro que se anuncia en esta película está cada vez más cerca."
REPARTO
Charlton Heston se adjudicó el papel principal del detective Thorn, quien se ve inmiscuido en una investigación que esconde el secreto del Soylent Green.
El deseado para el papel de Sol Roth, el mentor de Thorn, era Edward G. Robinson, pero su frágil estado de salud complicaba su contratación, ya que las aseguradoras no querían hacerse cargo (y eso que nadie sabía que padecía cáncer). Por otro lado, la MGM le ofreció menos dinero del que deseaba cobrar, que sería realizado en dos pagos (cada uno de 25.000 dólares), con un aplazamiento del segundo, pero la respuesta del actor fue que a su edad no estaba muy interesado en aplazamientos. Al final la MGM le subió el sueldo y lo del seguro al actor se resolvió, por lo que pudo ser contratado.
Para el papel de Shirl, la mujer mueble propiedad de Simonson, tuvo lugar una ardua búsqueda para dar con la actriz acertada. Se hicieron pruebas muchas chicas, pero ninguna convencía a Heston, hasta que hizo acto de presencia Leigh Taylor-Young, que se hizo con el papel.
Brock Peters se hizo con el papel de Hatcher, el jefe del detective Thorn. Según contó a Starlog, calificó el rodaje como, "una buena experiencia."
El resto del reparto lo formaron Chuck Connors (Tab Fielding), Joseph Cotten (William R. Simonson), Paula Kelly (Martha), Stephen Young (Gilbert), Mike Henry (Kulozik), Lincoln Kilpatrick (en el papel de un cura).
RODAJE
Con un presupuesto de 4 millones de dólares, el rodaje tuvo lugar entre el 5 de septiembre de 1972 y el 3 de noviembre del mismo año en los Metro-Goldwyn Mayer Studios. Se utilizaron algunas localizaciones de Los Angeles como el "Los Angeles Memorial Sports Arena", que sirvió para los exteriores del "Hogar", lugar donde se practica la eutanasia; el "The Promenade Marina City Club Apartments" (en Marina Del Rey) sirvió para recrear los exteriores del "Chelsea Towers West"; y la "Chevron Refinery Power Generating Station" (en El Segundo) se convirtió en la fábrica del Soylent Green.
Fleischer contó de nuevo con el director de fotografía Richard H. Kline, con quien había trabajado en El estrangulador de Boston (1968), y tuvieron por costumbre rodar con varias cámaras cada escena.
A poco de comenzar el rodaje, el 11 de septiembre, el padre del director, el famoso productor y director Max Fleischer murió, y el rodaje se suspendió durante ese día.
El 3 de octubre, se organizó en el set una fiesta de cumpleaños para Charlton Heston (cumplía 49 años), en la que llevaron una tarta hecha de glaseado con una imagen del actor como Moisés sosteniendo los diez mandamientos.
El 16 de octubre de 1972, rodaron la escena del mercado al aire libre, en el que los actores y 500 extras tuvieron que usar mascarillas, ya que en el futuro que recrea la película el aire se ha vuelto irrespirable. Después de un rato rodando las mascarillas se ensuciaban y los actores comenzaban respirar un olor muy desagradable.
Al día siguiente se rodó la escena de los disturbios por falta de Soylent Green, en la que unos camiones de basura recogen a la gente y la echan en su parte posterior. Las personas que eran recogidas como bolsas de basura eran especialistas, mientras que los que corrían delante de los camiones eran extras. La tensión de la escena se sintió realmente en el momento de rodarla, y los extras se empujaron realmente unos a otros con violencia.
Uno de los mejores momentos del rodaje surgió de forma espontanea, cuando tocó rodar la escena en la que Heston y Robinson toman una comida, que el primero consiguió de forma ilegal. Originalmente el guión no detallaba como debía transcurrir la escena, pero entre Fleischer y las dos estrellas crearon una escena totalmente nueva improvisándola. Fue tan brillante, que el equipo técnico arrancó a aplaudir.
A la hora de rodar con Edward G. Robinson había un problema, el actor era prácticamente sordo, lo que hacía las cosas difíciles en el set. En ocasiones, el actor seguía interpretando una escena una vez el director decía: "Corten", y en otras le costaba seguir la escena que compartía con otros actores. Un buen ejemplo es la secuencia del almacén de libros, Robinson debía responder a las preguntas que le formulaban otros hombres y mujeres que estaban en la habitación con él, mientras mantenía la vista fija en un libro. El actor no era capaz de seguir la escena porque no era capaz de oír quien le hablaba, pero tras realizar varios ensayos, Robinson le pilló el ritmo y comenzó a interpretarla respondiendo a cada uno de sus compañeros de reparto justo cuando debía hacerlo. La escena quedó perfecta.
Pero fueron problemas menores, el actor disfrutaba de estar en el set y hacía gala de una gran humildad. A la hora de la comida se ponía en la cola con los extras y demás miembros del equipo, como uno más. Y permanecía en el set incluso fuera de las horas que estipulaba su contrato, tanto si estaba rodando una escena como si no.
La última secuencia que rodó Edward G. Robinson, fue aquella en la que muere mientras ve imágenes de la Tierra y suena música clásica, y fue también la última escena que rodó de su carrera, ya que el actor murió poco después de completar la película, el 26 de enero de 1973. Según Heston, Robinson sabía que ésta sería la última escena que rodaría en su vida, y estuvo presente cuando la rodaron, y comenzó a llorar por la sentida interpretación de Robinson. El actor realmente no estaba viendo ninguna imagen ni escuchando música alguna, ya que ambas fueron añadidas en post-producción, lo que hace más increíble su interpretación.
La película se estrenó en Los Angeles el 18 de abril de 1973, para hacerlo al día siguiente en Nueva York. Se estrenaría en salas del resto del país el 9 de mayo de 1973. Y resultó ser un éxito de taquilla.
Según contaba Harrison, MGM hizo uso de contabilidad creativa para que no recibiera ni un dólar de los que le correspondían por la exitosa película.
VALORACIÓN
Cuando el destino nos alcance es una de las mejores películas distópicas que llenaron las salas de cine de los 70, es superior a films como THX 1138 (1971), La fuga de Logan (1976), Rollerball (1975), El último hombre... vivo (1971) o Naves misteriosas (1972), que gozan de una mayor popularidad.
Funciona porque muestra un futuro que parece real, creemos que puede llegar a ocurrir lo que vemos en la película, de hecho de alguna forma ya lo está haciendo. El mundo cada vez está más poblado, hay escasez de suministros, la diferencia entre clases es cada vez mayor, la contaminación va en aumento, existen problemas con el encarecimiento de la vivienda (en la película la gente vive hacinada en las escaleras de los edificios), salvando las distancias, este 2022 que presenta la película se parece mucho al que vivimos actualmente. La película dio en el blanco y se adelantó a los problemas que estaban por llegar.
Cuando el destino nos alcance trata de enviar un mensaje de alerta, para prevenirnos de que si no hacemos ciertos cambios, la Tierra puede terminar como muestra la película.
El personaje de Sol es el reflejo de la sociedad pasada, la que recuerda la Tierra como un lugar habitable, bello y fértil. Lo que era la Tierra, vive a través de las historias y recuerdos de Sol. Cuando él muere, lo bueno que quedaba del mundo muere con él. Una vez descubre lo que están haciendo con el Soylent Green, ya no le quedan fuerzas para seguir viviendo, no hay razón para seguir en un mundo que se come a sus hijos. El futuro que presenta la película es terrorífico, con la sociedad literalmente devorándose a si misma.
Este futuro es desolador, no sólo la Tierra está corrompida, los hombres también lo están. Thorn es un policía al que no le importa robar a las víctimas, de hecho, parece ser su modus operandi habitual. Como si tal cosa se lleva ante la mirada de todos comida de la escena de un crimen. Y en esta distopía él es el héroe, el resto de personajes son mucho peores, los políticos son increíblemente corruptos, los empresarios son parte de una terrible conspiración, la gente mata por nada, y las mujeres son literalmente muebles. Además los personajes que han nacido en este mundo son amorales, como refleja esa escena en la que Thorn y Shirl se meten juntos en la cama de una forma mecánica, sin un ápice de emoción.
Otro acierto de Cuando el destino nos alcance es no centrarse en efectos visuales, ni en grandes escenas de acción, y sí hacerlo en los personajes y en describir este aterrador mundo con pequeños detalles. Ese momento en que Thorn disfruta al lavarse la cara con agua, lo dice todo de este mundo que presenta la película. Como también lo hace esa amable escena en la que Thorn y Sol comparten una comida como hace años que no disfrutan.
Pero si la película destaca, es por tener en los papeles protagonistas a unos excelentes actores (Edward G. Robinson roba cada escena), y a un excelente director que sabe como hacerla funcionar. En 97 minutos Fleischer nos presenta una distopía creíble, narra una investigación policial, y de paso da una lección de como utilizar el formato panorámico.
El secreto del Soylent Green es tan terrible, que se lleva por delante a todo aquel que lo descubre, es una carga demasiado pesada para cualquiera. A Simonson le corroe la conciencia por ser parte de la conspiración, por eso se lo confiesa a un cura, lo que provoca que le maten, y entendemos porque cuando el asesino entra en su casa, no opone resistencia, realmente quiere morir. A su vez el cura parece ido en la escena en la que Thorn le interroga, guarda un secreto de confesión que es demasiado para cualquiera. Y Sol se quita la vida cuando resuelve el caso y descubre lo que están haciendo con el Soylent Green.
En la película hay lugar para hablar de la eutanasia, aunque es un medio que tienen de conseguir más "ingredientes" para el Soylent Green, le da una capa más a la película y describe como tratan en el futuro a los ancianos. Y aún así, Sol tiene una muerte mucho mejor de la que tienen muchos otros. Además la escena, posiblemente la mejor de la película, sirve para que por primera vez en su vida Thorn vea como era el mundo antes, por lo que está doblemente triste, no sólo pierde a su único amigo, además descubre lo que la ha sucedido a la Tierra.
Hay cosas que no han envejecido bien, como el vestuario, los peinados y los decorados que pese a ser supuestamente futuristas, parecen muy de los 70. Pero es una pega menor.
Lamentablemente el destino nos ha alcanzado. El 2022 en el que vivimos no es mucho mejor que el que nos presenta la película. Cuando el destino nos alcance fue visionaria en predecir lo que estaba por venir, sólo por eso ha ido ganando con el paso de los años, y se ha convertido en un clásico. Además es por si mismo un formidable film de ciencia ficción, de ese tono pesimista imperante en el cine de los 70, siendo uno de sus mejores títulos. Si queréis saciar vuestro apetito por la ciencia ficción distópica, Soylent Green es uno de los mayores manjares que podréis probar.
CURIOSIDADES
Durante el rodaje en el set, Harry Harrison entregó a los actores y miembros del equipo copias de su novela.
En 2022, la población de la ciudad de Nueva York no es de 40 millones como muestra la película, si no de 8.
En la película puede verse un arcade del videojuego Computer Space (1971), que fue la primera vez que un videojuego apareció en una película.
Ganó el gran premio del "Festival de cine fantástico de Avoriaz". Ganó el premio Nebula a la mejor presentación dramática (Stanley R. Greenberg y Harry Harrison). Y fue nominada al premio Hugo a la mejor presentación dramática (Richard Fleischer, Stanley R. Greenberg y Harry Harrison).
La popular frase de la película: "¡El Soylent Green está hecho de cadáveres!" fue escogida por votación como la número 77 de toda la historia por el American Film Institute.
En el matte painting que muestra la ciudad de noche, en la escena en la que Gilbert trata de acceder al edificio de Simonson, puede verse al fondo un edificio similar a la Pirámide Transamerica de San Francisco.
En 2011, se comercializaron una galletas cuadradas de color verde, que llevaron el nombre de "Soylent Green", como si se tratase de un producto real sin hacer referencia a la película.
En la escena de la muerte de Sol se pueden escucha fragmentos de varios temas de música clásica. Comienza con la "Sinfonía n.º 6" (La Pastoral) de Beethoven, sigue con "La mañana" de Edvard Grieg correspondiente a la "Peer Gynt Suite", y termina con "La Muerte de Ase", también de "Peer Gynt Suite".
En el capítulo "Itchy & Scratchy: The Movie" (temporada 4, capítulo 6) de Los Simpson, en un cine del futuro venden Soylent Green.
El plano de unas ovejas en un prado del vídeo que le proyectan a Sol en el Hogar, pertenece a la película Lejos del mundanal ruido (1967).
Al comienzo de la producción, Edward G. Robinson tuvo dudas de como era su personaje, ya que en el guión no se especificaba demasiado, y Harry Harrison, autor de la novela, durante un almuerzo le explicó como era Sol Roth.
BIBLIOGRAFÍA
The actor's life: Journals, 1956-1976 (Charlton Heston, 1978)
Starlog Magazine (Nº 234, 311)
Cinefantastique Magazine (Vol 2 Nº 4)
Just Tell Me When to Cry: A Memoir (Richard Fleischer, 1993)
Charlton Heston: A Biography (Michael Munn, 1986)
Atari Inc: Business is Fun (Marty Goldberg y Curt Vendel, 2012)
Richard Fleischer: Entre el cielo y el infierno (Filmoteca Generalitat Valenciana)
Omni's Screen Flights/Screen Fantasies: The future according to science fiction cinema (Danny Peary, 1984)
Imágenes de actualidad (Nº 243)
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