El efecto dominó
Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película.
Una familia y un amigo de la misma, deberán hacer frente a las consecuencias de un apagón que deja a toda la población sin electricidad.
EL FIN DEL MUNDO
"Damos por sentada nuestra tecnología. Esperamos que siempre estará ahí como el aire. Pero a pesar de que la sociedad no se rasga por la mitad, se va deshilachando en los bordes. El efecto dominó es sobre uno de esos bordes donde los hilos van a perderse," así explicaba David Koepp de que trataba su película, El efecto dominó (The Trigger Effect, 1996), la cual significó su debut como director, tras una exitosa carrera como guionista.
Keopp se encargó también de escribir el libreto. "Era un guión muy personal para mí," declaraba el director. Y se nota el mimo puesto en las páginas, siendo uno de los mejores guiones de su carrera, del cual tuvo que escribir 12 versiones hasta dar con el definitivo.
La idea de la película surgió mientras Koepp veía la serie documental Connections (1978) de la BBC, creada por James Burke y que hablaba sobre la historia de la ciencia. "Estaba fascinado por como [Burke] identificaba los vínculos entre herramientas primitivas y modernas, y mostraba como los inventos causaban más cambios," admitía Koepp. "El programa también exploraba como nos volvemos dependientes y desinteresados de los objetos cotidianos que nos rodean, y se convirtió en la semilla para la historia." De hecho, el primer episodio también titulado "The Trigger Effect", mostraba las consecuencias del apagón de Nueva York.
Otra fuente de inspiración vendría del episodio "The Monsters Are Due on Maple Street" de la popular The Twilight Zone (1959-64), en la que los vecinos inician una caza brujas cuando se quedan sin energía y sospechan que se trata de una invasión alienígena. "Quería hacer un guiño a todos los fans de Twilight Zone que hay por ahí," admitía Koepp. "Aunque ya llevaba trabajando mucho tiempo en el guión, antes de darme cuenta de las similitudes con el episodio "The Monsters Are Due on Maple Street". Siempre me ha encantado ese episodio porque mi tío Claude Akins trabajó en él."
El reparto principal se compuso por caras conocidas del cine de los 90. Kyle MacLachlan interpretó a Matthew, el protagonista, aunque inicialmente quería interpretar el papel de su amigo Joe, el cual terminó recayendo en Dermot Mulroney.
Por su parte, el papel de Annie, mujer de Matthew, fue interpretado por Elisabeth Shue, quien acababa de rodar Leaving Las Vegas. "Siempre me había gustado Elisabeth en pantalla, pero todo lo que se le permitió fue mostrar su belleza. Sabía que era capaz de mucho más," decía Koepp sobre la elección de la actriz. Pero inicialmente el guión no atrajo a Shue. "Cuando lo leí por primera vez no podía imaginarme interpretando a una mujer con un niño viviendo en los suburbios," admitía la actriz. "Después de Leaving Las Vegas tuve que seguir interpretando personajes donde las apuestas eran realmente altas y el dolor era profundo. Quería seguir viviendo la vida al límite a través de mis personajes." Después de discutir el guión con Koepp, Shue comenzó a tener interés por él e incluso ayudó a desarrollar el personaje de Annie.
En papeles secundarios podemos encontrar a Richard T. Jones, Bill Smitrovich, Michael Rooker, Richard Schiff y Jack Noseworthy. Y en un brevísimo cameo a Greg Grunberg.
RODAJE
Co-producida por Amblin Entertainment y Universal Pictures, y con un presupuesto de 8 millones de dólares, la película se rodó entre el 31 de julio de 1995 y el 22 de septiembre del mismo año. Se filmó en la ciudad de Los Alamitos (California) y se utilizaron los exteriores de la inactiva planta nuclear de Rancho Seco de la ciudad de Sacramento (California).
Koepp contó con la ayuda de varios amigos directores con los que había trabajado a lo largo de su carrera, como Steven Spielberg, Brian De Palma y Steven Soderbergh. "Spielberg tenía un montón de cosas específicas y útiles que decir, y Brian De Palma miró mis storyboards y me dio muchas sugerencias," declaró Koepp. Tanto el director de Carrie como Soderbergh recibieron un agradecimiento en los títulos de crédito.
No fue la única ayuda que recibió Koepp. Para la escena en la que Elisabeth Shue lee un cuento a su hija, el director se había quedado sin fondos por lo que no podía permitirse el utilizar un cuento auténtico, así que tuvo que recurrir a una historia original. Su amigo, el director y guionista Gary Ross (Pleasantville), acudió al rescate, prometiéndole escribir algo para él, pero con la condición de que lo haría en verso, a lo que Koepp aceptó. Y así Ross escribió varias estrofas de un cuento sobre un niño que quiere volar. Con el paso de los años los fans trataron de conseguir el libro de la película, pero claro está, éste no existía. Vueltas de la vida, Ross 16 años después terminaría escribiendo y publicando el libro completo de 96 páginas bajo el título de "Bartholomew Biddle and the Very Big Wind".
En la película nunca se desvela que causa el apagón, aunque Koepp filmó una escena donde se daba esa explicación. Al final el director creyó que disminuía la tensión y decidió eliminarla.
Pese a ser una producción de la Universal, a la hora de su distribución en los EE.UU., delegó esas funciones en su división Gramercy Pictures, enfocada en producciones más pequeñas y artísticas. La película se estrenó en territorio norteamericano el 30 de agosto de 1996, debutando en su primer fin de semana en el puesto 12 de la taquilla y teniendo recaudando final de tan solo 3.622.979 de dólares en su país de origen.
VALORACIÓN
De su faceta detrás de las cámaras, El efecto dominó sigue siendo la mejor película de Koepp. Un relato brillante sobre la sociedad moderna, que no ha perdido un ápice de su mensaje pese a los años que han pasado desde su estreno. Y es que ahora tenemos una mayor dependencia de la tecnología que en el momento en que fue realizada la película.
Lo brillante es que nunca sabemos la explicación de las causas del apagón. La película nos pone en una situación limite, a la que no sabemos como se ha llegado, pero que por cercana, tememos que suceda.
Koepp inicia la película con dos coyotes deborando lo que parece ser un tercero, una imagen clara de lo que veremos a continuación. ¿Sin la tecnología nos convertiríamos en bestias? ¿Saldría lo peor de nosotros mismos? La película nos habla de como las personas puestas en una situación limite son capaces de hacer cualquier cosa, como robar, matar, traicionar a un amigo o engañar a su pareja. El apagón muestra la peor cara de cada personaje. Annie no para de coquetear e insinuarse a Joe. Matthew, además de estar lleno de celos, roba en una tienda y entra por la fuerza en una casa. Y el primer impulso de Joe, además de ligar con Annie, es comprar un arma (la misma que terminará acarreándole problemas). En definitiva El efecto dominó nos habla de la condición humana.
Los problemas en el matrimonio de Matthew y Annie, esa cobardía de la que él hace gala cuando no no se enfrenta a los dos hombres que insultan a su mujer y esa insatisfacción sexual en la que parecen haber caído, estallan cuando llega el apagón. Toda la aventura que correrán pone al límite su relación, y les hace darse cuenta de lo que sienten realmente uno por el otro y una vez termina la película, ésta se ha vuelto más fuerte. Esa casa a medio construir que comparten al principio de la película, ya está completa cuando termina, tal vez es la mejor metáfora de su matrimonio.
Por su parte, Joe envidia a Mathhew, desearía ser él quien estuviera casado con Annie, los observa mientras retozan en el sofá y lleva en la cartera las fotos de su familia. Koepp pone en su boca la frase, "This is not my beautiful wife", en lugar de en la de Matthew, con toda las connotaciones que eso conlleva. Es además una frase de la canción "Once In A Lifetime" de Talking Heads, un tema sobre el descontento de la clase media.
No es el único pequeño detalle que hace alzarse a El efecto dominó como la gran película que es.
Como el mostrar a lo largo de toda la historia al personaje de Raymond cruzándose en el camino de Matthew varias veces, para descubrir al final de la película que no es más que otro padre que sólo quiere poner a salvo a su hija.
Y visualmente no se queda atrás, como lo demuestra el excelente (y muy Brian De Palma) plano secuencia inicial, con el que Koepp nos muestra las consecuencias de como un pequeño suceso puede desencadenar algo mayor (y en un precedente de lo que sucederá después, lo hace un enchufe).
Hay influencias de directores con los que Koepp trabajó previamente, de Spielberg tenemos una historia situada en los suburbios de una ciudad norteamericana y de Brian De Palma el plano secuencia antes mencionado.
Koepp se rodeó de buenos colaboradores como lo constata la fotografía impecable de Newton Thomas Sigel (Sospechosos habituales) y la sutil banda sonora de James Newton Howard (El protegido). Además saca unas interpretaciones excelentes de su trío protagonista, así como del memorable Michael Rooker, en un personaje que sirve como catalizador al final de la historia.
Tal vez el planteamiento daba para más, y Koepp sólo se queda en una historia a ras de suelo, pero hay que admitir que realmente funciona.
Y sorprende que la película termine con un final feliz en lugar con uno mucho más deprimente como todo hacer prever. Koepp deja a los personajes cara a cara con las consecuencias de sus actos. Matthew y Annie seguramente saldrán adelante, y puedan sentirse bien consigo mismos, pero seguramente otros no podrán hacerlo del mismo modo, como por ejemplo, su odioso vecino.
El efecto dominó narra como un grupo de personas tratan de mantener su humanidad sin la tecnología que hasta ese momento los convertía en humanos. Da para debatir un buen rato.
Espero que esta reseña cause un efecto dominó y poco a poco la gente descubra la película, y se la coloque en el lugar que merece.
CURIOSIDADES
Matt y Annie viven en la esquina de Maple y Willoughby, un guiño a los episodios de The Twilight Zone, "The Monsters are Due on Maple Street" y "A Stop At Willoughby", los cuales son los episodios favoritos de Koepp.
La película que ven los protagonistas por la televisión es La noche de los muertos vivientes (1968).
La Industrial Light and Magic hizo una sutil contribución creando los matte painting digitales de la película.
El número de muertos de la película asciende tan solo a 1.
El póster de la película Clockers (1995) puede verse en el cine al que acuden Matthew y Annie.
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