Saturday, August 31, 2024

Jeepers Creepers

Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película.

Dos hermanos en un viaje por carretera, se encuentran con una criatura que está en plena temporada de caza.

Cada 23 primaveras y durante 23 días, al Creeper le toca comer. Hoy hace justo 23 años que se estrenó Jeepers Creepers (Jeepers Creepers, 2001) y durante los próximos 23 tendréis esta reseña encabezando el blog.

EL TERRITORIO DE LA BESTIA
Los inicios de Jeepers Creepers se remontan al verano del 1999, con los estrenos de El sexto sentido (1999) y El proyecto de la bruja de Blair (1999), que entusiasmaron al director Victor Salva. Sabiendo que el cine de terror estaba de nuevo de moda, y que los estudios estarían habidos de nuevos títulos, Salva decidió escribir un guión sobre un monstruo, lo que le permitiría regresar al tipo de películas que hacía en la escuela secundaria.
"Quería que la acción inicial tuviera lugar a plena luz del día, en un entorno rural," explicaba Salva a Cinefantastique"Pensé que al bañar la exposición en tonos cálidos y adormilados, aumentaría el horror cuando el Creeper hiciera su aparición."
El director también quería que su monstruo fuera evolucionando constantemente a lo largo de la película. Además tomó una historia real que incluyó en el guión, ese momento en que los dos hermanos observan como el Creeper tira algo en una tubería, y después vuelven al lugar para ver que es, algo que según explicaba Salva, le contaron que le ocurrió a dos ancianos. Hay quien supone que esa anécdota se basa en el caso del asesino Dennis DePue, pero Salva no lo ha confirmado.
Escribió el guión en un tiempo récord de cuatro semanas. Y lo vendió también rápidamente. Interesó a tres estudios, pero el manager de Salva le recomendó que le enviara el guión a Francis Ford Coppola, quien había sido el mentor del director. Coppola le había dado a Salva 200.000 dólares de su propio bolsillo para que realizara su primera película La casa del payaso (1989), tras quedar impresionado por su cortometraje Something in the Basement (1986). A Coppola le gustó el guión y quiso producirlo.
Con un presupuesto de 10 millones de dólares, la película fue producida por American Zoetrope, compañía de Coppola (quien se convirtió en su productor ejecutivo), siendo la primera película de un acuerdo de tres años de co-producción con VCL Communications, y de distribución para Norteamérica con MGM-United Artists. MGM-United Artists adquirió los derechos de distribución a cambio de 2,5 millones de dólares. Las compañías alemanas Cinerenta-Cinebeta y Cinerenta Medienbeteiligungs KG financiaron la película.
Durante el rodaje de La casa del payaso, sucedería algo que marcaría el resto de la vida y carrera de Salva. El director fue condenado a tres años de cárcel por abusar sexualmente del niño actor que protagonizaba la película. Por esa razón no fue fácil levantar Jeepers Creepers. MGM no estaba segura de contratar a Salva por su pasado, hubo una campaña contra el director, parte de la financiación se vino abajo y un actor abandonó el proyecto al descubrir el caso de Salva. Pero gracias a Coppola, quien creía en el talento del director, ayudó a que fuera contratado y así sacar la película adelante.
El estudio quería que se explicara más del pasado del Creeper y que además éste hablara. Para contentar a todos, Salva escribió una versión del guión con esos cambios, pero Coppola le convenció de que se olvidara de ellos y volviera al guión original. 
 
REPARTO
Justin Long confesaba que se presentó a las pruebas de la película por diversión, pero cuando supo por su agente que Francis Ford Coppola estaba viendo la cinta de su audición, se volvió algo muy serio, ya que si le gustaba su interpretación, el papel principal sería suyo. Tras un fin de semana interminable pudo respirar tranquilo cuando supo que había conseguido el papel de Darry. Inicialmente el estudio no quería a Long porque no era un actor conocido, pero para Salva era el actor idóneo para el papel, y Coppola apoyó la elección de Salva, por lo que el papel fue suyo.
Gina Philips, una fan del cine de terror, se llevó el papel de Trish, hermana de Darry. El guión le llegó a través de su agente y la cautivó, ya que el guión tenía dibujos terroríficos, que le otorgaba una idea visual de la película. La actriz hizo dos pruebas para el papel, y una tercera con tres posibles actores para el papel de Darry, uno de ellos Justin Long, y surgió una gran química entre ambos. Estaba claro quien iba a protagonizar la película.
Estaba previsto que Lance Henriksen diera vida al Creeper sin ser acreditado por ello. El actor ya había trabajado con Salva en Sombra en la carretera (1995) y Powder (1995), pero finalmente no sucedió. Jonathan Breck fue quien dio vida a la criatura. Antes de presentarse a la prueba de casting decidió afeitarse la cabeza, porque creía que encajaba mejor con el personaje. Dio en el blanco y se hizo con el papel. El actor se puso en una buena forma física para interpretar al monstruo.
Salva escribió el papel de la mujer de los gatos pensando en Eileen Brennan, y tuvo la suerte de conseguir que la actriz aceptase el papel.
El resto del reparto lo formaron Patricia Belcher (como la vidente Jezelle Gay Hartman), y Brandon Smith (en el papel del sargento de policía Davis Tubbs).

RODAJE
Rodaron la película en el centro de Florida, principalmente cerca de la ciudad de Ocala. La idea de rodar en Florida vino por parte de Salva para crear "una pesadilla a plena luz del día". Primero buscaron localizaciones en Canadá, pero tras ver fotos de diferentes partes de Estados Unidos, Salva se decantó por Florida porque tenía todo lo que buscaba para su película.
Los retrasos en el inicio del rodaje provocaron que comenzara seis meses más tarde de lo que estaba previsto, por lo que la filmación se produjo en pleno verano (más concretamente tuvo lugar entre el 26 de julio de 2000 y el 21 septiembre del mismo año), cuando más apretaba el calor y la humedad.
El clima les puso las cosas difíciles a los actores y al equipo, las temperaturas ascendieron por encima de los 40ºC. El primer día de rodaje, el segundo operador de cámara se deshidrató por causa del calor y se cayó de un camión. Jonathan Breck no lo pasó nada bien metido en el traje del Creeper, para quien el rodaje fue de lo más agotador.
No sólo el clima fue un engorro para el equipo, también lo fueron los insectos, había tantos y hacían tanto ruido, que hacían inaudible los diálogos de los actores, la solución que tomaron fue disparar una pistola al aire antes de rodar, lo que provocaba que los insectos permanecieran en silencio, lo que les daba el tiempo suficiente para rodar una toma donde los diálogos fueran perceptibles.
El restaurante Opper's Diner fue creado para la película, partiendo de un edificio que era un almacén, parecía tan real que mucha gente se paraba en el lugar para repostar sus vehículos.
Para mantener un estado de miedo en torno al Creeper, Victor Salva y Francis Ford Coppola decidieron que los actores principales no se relacionaran con Breck (ni con ningún personaje que no hubieran conocido), por lo que evitaban coincidir con él fuera de las cámaras. De esa forma Long y Philips se mantuvieron apartados del resto de actores, pasaron mucho tiempo los dos juntos, lo que ayudó a crear un vínculo similar al de sus personajes. Sólo conocieron a Breck cuando la película estuvo a punto de completarse.
Una semana antes de comenzar el rodaje, Salva quiso que Long y Philips ensayaran juntos, realizando improvisaciones y ejercicios de actuación, los cuales fueron filmados. Con ese material Salva escribió nuevas escenas, principalmente para el final.
Antes de comenzar el rodaje, la película se enfrentó a su mayor contrariedad, por un problema presupuestario la producción tuvo que recortar su presupuesto cerca de 1 millón de dólares. Esto provocó que tuvieran que eliminarse las escenas más espectaculares de la película. El clímax original, por ejemplo, mostraba como Darry, para acabar con el Creeper, estrellaba el camión de la criatura contra un tren, sacrificándose a si mismo. La secuencia de la mujer de los gatos tuvo que recortarse drásticamente, y se descartó una escena posterior, una persecución que terminaba con el Creeper saltando sobre un tren. Salva tuvo que ingeniárselas para dar con un final más pequeño. Basándose en las improvisaciones que habían hecho previamente Long y Philips, escribió un nuevo final basado en los personajes.
La creación del Creeper fue fruto de un trabajo conjunto. El artista Brad Parker se encargó de diseñar a la criatura (en colaboración con Salva), y su punto de inspiración fue la frase del guión: "Ese no es mi espantapájaros". La empresa de efectos de maquillaje "Makeup and Monsters" creó cinco trajes completos y diez máscaras para dar vida al Creeper. Para convertir a Jonathan Breck en el monstruo necesitaban sesiones de maquillaje que llegaban a las cinco horas. Y las alas en movimiento fueron creadas mediante CGI por la empresa E=mc².
Y para el camión del Creeper, se construyeron tres idénticos, uno con el motor original, uno sin motor (para usarlo en la escena en la que se estrellaba contra el tren) y un tercero con transmisión automática que le permitía alcanzar mayor velocidad. Este camión tenía un sistema de escape pésimo, lo que provocaba que la cabina del camión se llenase de humo. Después de rodar cada toma, el especialista que lo conducía, tenía que parar y tomar aire fresco. También disponían de tres Chevrolets, el coche que conducen los protagonistas. El primer día de rodaje, filmando una escena en la que la furgoneta del Creeper golpeaba el Chevrolet, pese a hacerlo a poca velocidad, abolló completamente el parachoques del coche, que se trataba del Chevrolet principal de la producción, y así permaneció el resto del rodaje. 
Un accidente ocurrió cuando rodaron la escena en la que Trish y Darry atropellan al Creeper con el coche, sin estar previsto, el especialista que hacía del Creeper, atravesó el cristal delantero del vehículo. Éste terminó con tres costillas rotas, y Justin Long quedó con la cara llena de cortes. Gina Philips no iba al volante del vehículo.
Por otro lado, uno de los stunts que suceden durante la misma secuencia salió sin problema alguno, ese instante en el que el Creeper camina por encima del coche cuando tratan de atropellarlo. Dos especialistas se encargaron de rodar la peligrosa escena (Hank Amos y Kevin Ball), quienes utilizaron un sistema de suspensión que les permitía reducir su peso, pero controlar lo que hacían en todo momento cuando caminaban por encima del coche.
En estudio rodaron la toma final de la película, en la que el Creeper mira a través de las cuencas de los ojos de Darry. Para esa escena, como el monstruo tiene los ojos de Darry, Justin Long tuvo que caracterizarse como el Creeper, y "Makeup and Monsters" construyó una réplica de su cuerpo.
El televisivo Bennett Salvay se encargó de componer la música para la película, con una carga muy experimental. Trató de obtener todo tipo de efectos y sonidos de las formas más curiosas, como poner cerillas en las cuerdas de los instrumentos o hacerle todo tipo de perrerías a éstos.
La película se estrenó el 31 de agosto de 2001, y tuvo el récord del mejor estreno del fin de semana del día del trabajo de la historia, con 13.106.108 de dólares de recaudación (récord que batiría Jeepers Creepers 2). La película amasó en Norteamérica 37.904.175 de dólares, y la recaudación final a nivel mundial fue de 59.371.303 de dólares.

VALORACIÓN
Jeepers Creepers fue una entrada refrescante dentro de la ola de terror que surgió tras Scream (1996), de hecho, es uno de los mejores títulos del género que surgieron en aquellos años. Pese a estar protagonizada por dos jóvenes, creo que es una película de terror puro y que no encaja exactamente dentro de aquella corriente de terror para adolescentes, está un peldaño por encima.
Bebe de un cine de terror más clásico, las influencias de Salva son El diablo sobre ruedas (1971) (todo el arranque con el camión del Creeper) o Los pájaros (1963) (el uso de cuervos como de señal de mal agüero y muerte), pero son sólo un punto de partida para crear algo nuevo y original. El director simplemente quiso crear una monster movie como las de antes, y lo cierto es que dio en el blanco, ya que el Creeper es muy memorable.
Creo que el principal acierto de la película es introducir los elementos fantásticos poco a poco. Inicialmente el Creeper parece sacado de El diablo sobre ruedas montado al volante de su camión, después cuando Darry encuentra su guarida creemos que se trata de un asesino en serie similar a La matanza de Texas (1974), pero ya comenzamos a sospechar que este asesino es un poco diferente a lo que estamos acostumbrados, y en la secuencia en la que Trish le atropella con su coche y le salen alas, descubrimos que estamos metidos de pleno en una película de corte fantástico.
Esa constate evolución y descubrimiento del villano, hace que la película siempre resulte interesante, y que no sepamos por donde nos va a salir.
Elementos como el personaje de la vidente, ayudan a crear ese entorno fantástico, y es la excusa que tiene Salva para explicar quién es el Creeper al público. Su mitología es muy atractiva y lo mejor es que nunca sabemos de donde viene esta extraña criatura, eso es lo que hace tan interesante al personaje. Que ha quedado como una de las mejores y más originales creaciones del terror de este siglo.
Salva dirige con pulso maestro la película, sabiendo como crear suspense y terror. Éste es su mejor trabajo como director. Me encanta como introduce el camión del Creeper, con un sencillo plano de los dos hermanos dentro de su coche, y como poco a poco se les acerca el camión por detrás. Y crea suspense con pocos elementos, como esa escena en la que mientras Darry se encuentra en la casa del dolor, Trish está fuera de la iglesia atenta por si regresa el Creeper, y de pronto aparece un camión (siempre desenfocado en tercer plano), y como ella trata de arrancar el coche mientras se acerca el camión, hasta que llega a su altura y comprobamos que no se trata del Creeper (y todo culmina con un estupendo jump scare con la aparición de Darry cuando todo parece haber vuelto a la calma).
Los actores están más que correctos en sus papeles, sobre todo Long, y es agradable que Salva convirtiera a los dos protagonistas en hermanos y no en pareja, para eliminar toda posible carga romántica y centrarse así en la historia. Siempre nos parece estar viendo a dos verdaderos hermanos, mediante sus bromas y peleas, transmiten una gran autenticidad.
No es la típica película de terror, se nota un cariño y esfuerzo especial en ella, así como en sus imágenes, que están dotadas de una excelente fotografía de Don E. FauntLeRoy con planos realmente conseguidos para lo que es una película de terror de bajo presupuesto. Como la muerte del policía en la comisaría, donde el Creeper le arranca el corazón y la luz de las linternas pasa a través del agujero que quedó en su cuerpo. O ese impresionante momento en que se revela la casa del dolor del Creeper con todos los cuerpos pegados a las paredes, mediante un plano que se va abriendo y cada vez se va iluminando más conforme se muestra el lugar.
Y posee acertadas notas de humor negro, como el Creeper dejando un cuerpo en el interior de su camión, y tras cerrar la puerta, vuelve a abrirla para meter dentro la cabeza del cadáver que se le había quedado atrás.
Jeepers Creepers es uno de los mejores títulos que surgieron del cine de terror americano de principios de los 2000. Su secuela también resulta recomendable, aunque no llega a brillar tanto como la primera parte. Merece la pena sentir un poco de miedo con el Creeper. Ya han pasado 23 años desde que nos aterrorizó por primera vez, y seguramente lo hará durante otros 23 años más.

CURIOSIDADES
El editor Ed Marx fue quien se encargó de hacer los silbidos del Creeper.
Victor Salva hizo un cameo como una de las víctimas de Creeper en la casa del dolor.
Salva ideó que el Creeper sólo se alimentase durante 23 días y cada 23 años, para evitar hacer secuelas de la película. Irónicamente Jeepers Creepers conocería dos secuelas dirigidas por Salva Jeepers Creepers 2 (2003) y Jeepers Creepers 3 (2017). Y posteriormente se estrenaría Jeepers Creepers: El renacer (2022), sin la participación del director.
El equipo no paraba de hacer bromas durante el rodaje. Un día Long se encontró en el baño un chupete colgado.
El restaurante Opper's Diner visto en la película recibe su nombre como un homenaje al productor de la película Barry Opper.
El grito del Creeper en la escena en la que los policías le encañonan con sus armas, se consiguió mediante al mezcla de varios sonidos, entre ellos el chillido de un cerdo y el sonido de un puma.
Además de diseñar el Creeper, Brad Parker hizo el storyboard de la película.
El director Tim Sullivan (2001 maníacos) aparece en uno de los carteles de desaparecidos en la comisaría.
Una vez terminó el rodaje, MGM vendió los tres camiones del Creeper como chatarra (que fueron comprados por particulares posteriormente). 
El estudio quiso cambiar el título de la película porque no les gustaba para una película de terror.
La película sucede en el ficticio condado de Poho, en el cual ocurren otras películas de Salva como La casa del payaso (1989), La casa de Rosewood Lane (2011), y Haunted (2014).
Tom Tarantini realiza dos papeles distintos en las dos primeras entregas de la saga. En Jeepers Creepers da vida al delincuente Roach, y en Jeepers Creepers 2 interpreta al asistente del entrenador.
Puede verse a Jonathan Breck sin el traje del Creeper, como uno de los policías de la comisaría.
El título de la película hace mención a la canción "Jeepers Creepers" compuesta por Harry Warren y Johnny Mercer en 1938. También es en jerga una expresión de sorpresa.
Fue nominada a los premios Saturn en la categorías de mejor película de terror y mejor interprete joven (Justin Long).
Hay una breve escena post-créditos en la que la camioneta del Creeper cruza una carretera y suena su horripilante claxon.

BIBLIOGRAFÍA
Cinefantastique - Vol 33 N 5 (oct 2001)
Talking Jeepers Creepers (IGN, 31 ago 2001)
Don't Fear the Creeper: An Interview with Gina Philips (Diabolique Magazine, 18 may 2017)
Fangoria Magazine (Nº 206)
'Jeepers Creepers' No.1 at box office (Kenosha News, 5 sep 2001)
Zoetrope, Myriad plan 3 pics (Variety, 24 feb 2002)
Victor Salva’s horror stories (Los Angeles Times, 11 jun 2006)
The Disturbing Case Of Dennis DePue (All That's Interesting, 16 dic 2022)
Behind the Peepers: The Making of 'Jeepers Creepers' (2002)

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Thursday, August 01, 2024

Breakdown

Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película.

En un viaje por carretera, un matrimonio sufre una avería en su coche, y un camionero se ofrece a llevar a la mujer hasta un teléfono. Esa será la última ocasión en que su marido la vea.

EL DIABLO SOBRE RUEDAS
A mediados de los 90, Jonathan Mostow trataba de hacerse un hueco como director en Hollywood. Tras rodar la correcta película para televisión El vuelo del ángel negro (1991), Mostow trabajó en The Game (1997) que esperaba dirigir, pero sería David Fincher quien finalmente se sentaría en la silla de director. Entre otros proyectos, también escribió el guión de U-571 (2000), que tardaría varios años en lograr rodar. Fue después de esos intentos infructuosos, que comenzó a desarrollar el guión de Breakdown (Breakdown, 1997), película que vio la luz gracias al productor Dino De Laurentiis.
Mostow había conocido a De Laurentiis en 1991, cuando estaba rodando El vuelo del ángel negro, y se quedó sin dinero. Alguien le presentó al famoso productor y a su mujer Martha De Laurentiis, y Mostow acudió a sus oficinas para pedirles 400.000 dólares para poder terminar su película. Dino vio lo que había rodado y accedió, a cambio de tener los derechos de distribución en ciertos territorios extranjeros. De esa forma curiosa, iniciaron una colaboración profesional.
La primera película en la que parecía iban a trabajar juntos fue el thriller Escondido en la memoria (1996). El problema vino cuando Michael Marcus, presidente de la MGM, se negó a que Mostow dirigiese la película, y puso al más conocido John Dahl (La última seducción) en el puesto.
La relación entre Mostow y los De Laurentiis continuó, cuando los productores contrataron al director para que realizase una nueva adaptación del cuento "Trucks" de Stephen King, y que el propio escritor había llevado al cine con La rebelión de las máquinas (1986). Pero el proyecto no salió adelante por razones contractuales. En esa situación de desesperación, Mostow ideó una nueva historia que también implicaba camiones y un paisaje desértico, así nació Breakdown. Escribió el guión en un tiempo récord de tres semanas.
Mostow apareció de nuevo en la oficina de Laurentiis con el guión de Breakdown, y De Laurentiis se entusiasmó con él, sobre todo por la verosimilitud que trasmitía.
"Quería explorar el sentimiento universal de inquietud que las personas sienten cuando están en el medio de la nada," explicaba Mostow, "lejos de su hogar, lejos de la sociedad civilizada, lejos de un lugar donde las reglas y los policías te protegen." La primera versión revisada del guión data de marzo de 1996, el cual Mostow completaría con su colaborador habitual Sam Montgomery.
El director consiguió un acuerdo para dirigir la película, pero en un punto de su desarrollo la producción pareció llegar a un punto muerto, y Mostow pasó a otra cosa. Cuando regresó, el director descubrió que De Laurentiis había contratado a otro guionista, quien escribió un prólogo que establecía un pasado y motivaciones para el personaje del marido. En esas diez páginas se mostraba al protagonista como un periodista en la guerra de Bosnia, y como presenciaba la muerte de una niña, ante la cual permanecía inmóvil. Tras dejar su trabajo, regresa a casa y su mujer lo recoge en el aeropuerto. El protagonista decidía aceptar un nuevo trabajo, para el cual debía atravesar el país en coche. Mostow consideraba que nada de eso era necesario para comprender al personaje, pero accedió a filmarlo.
Parte del presupuesto de la película vino de la productora Spelling Films, creada por Aaron Spelling, pero necesitaban un estudio que pusiera el resto del dinero. Lo que sucedía es que ninguno quería hacerlo, era la historia de siempre, no querían a un director desconocido como Mostow a los mandos. Pero De Laurentiis se negó a reemplazarlo y decidió poner su propio dinero, financiando la película con el dinero de las ventas anticipadas en los mercados extranjeros, y comenzaron la producción sin un distribuidor para Estados Unidos. No sería hasta que llevaban filmadas dos terceras partes de la película que encontraron distribuidor. Sherry Lansing, jefa de producción de Paramount, llamó a Dino porque estaba interesada en la película. El productor le mostró cuarenta minutos de metraje, y rápidamente llegaron a un acuerdo.

REPARTO
La pequeña película de bajo presupuesto prevista (que rondaba los 3 millones de dólares inicialmente), se convirtió en una superproducción en el momento en que se contrató a una gran estrella (pasando a costar 36 millones), lo que fue una idea de Dino De Laurentiis. Mostow había escrito el papel protagonista con Kurt Russell en mente (de hecho, el actor estuvo cerca de hacer The Game con Mostow) y se lo hizo saber a Dino, quien a su vez le hizo una oferta al actor. Russell estaba atravesando un buen momento en su carrera, encadenando éxitos como Llamaradas (1991), Falsa seducción (1992), Tombstone: La leyenda de Wyatt Earp (1993), Stargate (1994), o Decisión crítica (1996). Aceptó participar en la película, dando vida a Jeff Taylor, y cobró su mayor sueldo hasta la fecha, 15 millones de dólares. La única condición que puso Russell fue estar al final de cada día en su casa de Los Angeles, para estar con sus hijos, algo de entrada complicado, teniendo en cuenta que rodarían en algunos momentos a más de 2.000 kilómetros de su hogar, pero como veremos en unos párrafos, De Laurentiis cumplió su parte del trato.
Antes de rodar Breakdown, Russell filmó 2013: Rescate en L.A. (1996), que tuvo un rodaje nocturno, y para mantenerse en el mismo horario durante los fines de semana, el actor se quedaba despierto por las noches, por lo que él y Mostow quedaban en su casa para hablar sobre el guión durante las noches de los sábados y domingos, de modo que cuando se pusieron a rodar, eran una máquina bien engrasada, y apenas rodaban unas pocas tomas de cada plano.
Poco antes de comenzar a rodar aún no tenían a la actriz que daría vida a Amy Taylor, mujer de Jeff, y es que era difícil que alguna se interesara en interpretar un papel, que prácticamente a los 10 minutos de película desaparecía del mapa. Varias actrices lo rechazaron, y se lo ofrecieron a Kathleen Quinlan, en boga por aquel entonces por su nominación al Oscar por Apolo 13 (1995). Mostow sólo tuvo 15 minutos para convencerla en la reunión que mantuvieron en una cafetería, ya que ella estaba liada con todo lo relacionado con la ceremonia de los Oscars, pero el director consiguió que se sumase al proyecto.
A los cuatro villanos de la película les dieron vida J.T. Walsh (Red Barr), M.C. Gainey (Earl), Jack Noseworthy (Billy) y Ritch Brinkley (Al). Noseworthy se hizo amigo de Mostow y se convirtió en un fijo de su cine. Por su parte, Gainey no guarda un buen recuerdo del rodaje. "Tuve que morirme de hambre hasta los 102 kilos," explicaba el actor a The Neon Rewind. "Vestía una larga camisa negra, y ropa oscura, y era un elenco pequeño, así que no había nadie con quien pasar el rato, no fue divertido."
En papeles secundarios podemos encontrar a Rex Linn (como el Sheriff Boyd), Moira Sinise (en la piel de Arleen, mujer de Red), Jack McGee (en el papel del camarero del Belle's) y Kim Robillard (como el policía Len Carver).

RODAJE
El rodaje tuvo lugar entre el 9 de abril de 1996, y el 28 de junio del mismo año. Y se utilizaron diferentes localizaciones de California, Nevada, Utah y Arizona, con un uso masivo de exteriores en el desierto.
El pueblo de Brackett era realmente Victorville (en California). Y el plano de Russell divisándolo desde lo alto de una montaña rodeado por los villanos, se rodó en exteriores, pero con una pantalla verde detrás del actor, ya que el pueblo no existía, y fue insertado posteriormente.
La constante del rodaje fueron las idas y venidas de Russell al inicio y final de cada jornada. Por la mañana recogían al actor en su casa, y lo llevaban al aeropuerto privado de Santa Monica, desde donde volaba al aeropuerto más cercano en el que se encontrase el rodaje en aquel momento, y después un helicóptero que estaba esperando, lo llevaba al set de rodaje. Tras intentar sacar todo el partido a las horas que disponían de él, sobre las 4:30 de la tarde el helicóptero estaba preparado para que el actor volviera de regreso a casa. Sólo en una ocasión el actor tuvo que permanecer más allá de ese horario, y fue para rodar una escena nocturna, para la que sólo lo necesitaban una noche.
El momento en que Amy le da el golpe de gracia a Red, fue una idea que surgió el mismo día de rodar la escena. Originalmente en el guión, era Jeff quien mandaba al villano al otro barrio, pero Kathleen Quinlan se lamentó a Kurt Russell, por como en las películas de acción, las mujeres siempre son damiselas en apuros, y Russell le propuso que fuera ella quien se encargase de protagonizar ese momento. Le preguntaron a Mostow que le parecía, y el director pensó que era perfecto, y cambió la escena.
Mostow programó rodar el prólogo de Bosnia al final del rodaje, con la esperanza de poder convencer a todo el mundo de que no era necesario, pero al final tuvo que rodarlo a regañadientes, algo para lo que necesitó de dos semanas.
Pero la suerte se puso de su parte cuando al estudio le encantó la película, por eso pudo sugerir que en lugar de hacer un pase de prueba, se hicieran dos, el primero con el prólogo y el segundo sin él. Los pases tuvieron lugar en Long Beach, y cuando los ejecutivos asistieron al segundo, no les hizo falta ni ver los resultados del público, se dieron cuenta que esa era la versión que debían estrenar. De esa forma Mostow se salió con la suya.
El rodaje se completó sin mayores incidentes, y sólo hubo un problema fuera del mismo, y tuvo que ver con la música. Basil Poledouris fue el encargado de componer la banda sonora, pero su primera partitura fue rechazada y tuvo que componer una nueva, que fue completada gracias a la colaboración de Richard Marvin, Eric Colvin, Steve Forman y Judd Miller, que aportaron música adicional.
La película se estrenó en Estados Unidos el 2 de mayo de 1997 (tras una premiere el 24 de abril en Los Angeles), y fue uno de los sleepers del año, recaudando 50.159.144 de dólares en territorio norteamericano. Además cosechó críticas favorables.

VALORACIÓN
Breakdown supone uno de los mejores ejemplos de suspense, que podemos encontrar en el cine de los 90. Transmite tensión desde el minuto uno, y atrapa al espectador hasta el final. Pero además es también un ejemplo modélico de cine de acción bien entendido, con un gran sentido del ritmo. La película se convierte así en una acertada mezcla de ambos géneros.
Las persecuciones están dotadas de energía y nervio, y las secuencias de suspense transmiten siempre el miedo del protagonista. Mostow pese a ser un director casi novato, demostró manejar a la perfección los mecanismos de ambos géneros. Pero cuando quiere es capaz de buenos movimientos de cámara, como ese picado que se aleja de Russell cuando sale de la cafetería, que nos hace sentir su soledad.
Y como en toda buena película de acción, el héroe se desarrolla durante las escenas de acción, éstas sirven para llevar adelante la historia y al personaje. Vamos conociendo a Jeff por sus actos, entendemos cuando viaja debajo del camión de Red (posiblemente la mejor escena de la película), que hará lo que sea necesario para recuperar a su mujer, y su angustia y sufrimiento en cada una de las set pieces consiguen que empaticemos con él.
Lo mejor de la película es que consigue que nos pongamos en la piel de Jeff, que sintamos su miedo e impotencia, y que constantemente pensemos que haríamos en su lugar. Y eso es porqué el protagonista es presentado como una persona normal en una situación extraordinaria, la película se esfuerza por transmitir verosimilitud y realismo, aunque lo adorne con escenas de acción. Además está reforzado al estar contada la historia desde su punto de vista, y que la cámara siempre le acompañe en todo momento, eso hace que conectemos con el personaje.
Y gran parte del mérito de esa autenticidad lo tiene Kurt Russell, demostrando una vez más su versatilidad, haciendo creíble en todo momento su papel de tío normal superado por las circunstancias, sin saber que le está ocurriendo, ni en quien creer.
Pero además el resto del reparto está de lo más atinado, donde destaca principalmente ese gran secundario que era J.T. Walsh, componiendo un excelente villano, sin caer en excesos ni en la sobreactuación.
La película trata de ese sentimiento que se produce cuando somos un pez fuera del agua, del miedo que tenemos cuando estamos en un entorno que no conocemos y que nos pase algo malo. Mostow lo pone en imágenes haciendo realidad nuestra peor pesadilla, la desaparición de un ser querido y nos angustia con un (entretenido) ¿y si?
Y de paso nos habla de lo peor de la condición humana, vemos lo horribles que pueden ser los actos de la gente, Jeff y Amy se topan de bruces con el mal, pero lo más terrorífico es que ese mal tiene el rostro de gente normal y corriente. Es la persona que te cruzas en una cafetería o una gasolinera, aquel que ves a través del cristal de tu coche al pasar. Esa cotidianidad pone los pelos de punta.
Además vemos en sus imágenes una lucha de clases, Jeff y Amy son considerados unos yuppies por el coche que tienen y su aspecto (realmente son de clase media), mientras que los villanos son de clase obrera, y se creen con derecho de arrebatarle a los ricos lo que tienen. Eso le añade una capa más a la película, y nos hace preguntarnos si Jeff tendrá lo que es necesario para enfrentarse a ellos.
El tiempo de la película está de lo más ajustado, 93 minutos que parecen la mitad. Nada más comenzar ya tenemos el encuentro entre Jeff y Earl. Toda la parte de la desaparición, con Jeff tratando de encontrar a su mujer, dura lo que tiene que durar, y justo en el momento que podrían comenzar a estirarlo, la película da un giro y descubrimos los planes de los villanos. Y el suspense ya no viene por el qué le habrá sucedido a la mujer, se convierte en que hará Jeff para evitar que la maten, ya que no tiene el dinero que ellos le piden. La película se reinventa cuando tiene que hacerlo, y no pierde un ápice de su interés.
Es un acierto no mostrar a la mujer durante toda la película, hasta el consabido clímax final. Sigue siendo el personaje que articula toda la trama, pero el que Jeff no tenga noticias de ella, nos coloca en su lugar, y si en algún momento nos la hubieran mostrado se perdería la fuerza que produce su desaparición. Es su ausencia y la sensación de no saber si sigue viva lo que mantiene nuestro interés.
Y el cierre de la película está a la altura del resto, no sólo tenemos la mejor persecución de la película, además guarda otros momentos geniales, la mujer de Red gritándole a su hijo que dispare a Jeff (un momento de suspense incómodo e inesperado); el momento en que Jeff cree que su mujer está muerta cuando la sacan del camión (pura angustia); y la escena en que Red arrolla la caravana en la que se encuentran Jeff y Amy (otro gran momento de acción).
Pese a su sencillez, el guión guarda ideas que consiguen que nos quedemos dándole vueltas durante días. ¿Haríamos lo mismo que Jeff y dejaríamos a nuestra pareja irse con un desconocido? De haberlo hecho, ¿cómo nos sentiríamos por cometer ese error? ¿Hasta donde llegaríamos por recuperar a alguien a quien queremos? Además se redondea con pequeños detalles que lo hacen todavía mejor. Como el premio de 90.000 dólares al que se hace mención en un par de momentos, para que resulte creíble cuando Jeff da esa cifra a los villanos. O que simplemente por varias matrículas y objetos que Jeff encuentra en la granja de Red, sabemos que los villanos han secuestrado a varias personas antes que a Amy.
La película tiene un gusto a cine de los 70, una apuesta por lo artesanal y clásico que se agradece. Tenemos el uso de especialistas, la ausencia prácticamente de efectos visuales (sí hace uso de matte paintings, lo que refuerza esa idea de cine a la antigua), e incluso tenemos zooms tan característicos de esa década.
Además vemos la influencia clara de dos películas en Breakdown, la primera y más obvia El diablo sobre ruedas (1971), y también vemos la huella de la holandesa Desaparecida (1988). De la primera tenemos el camionero como enemigo y las persecuciones por carretera; y de la segunda la tensión e impotencia de un hombre en busca de su mujer secuestrada en un viaje por carretera. Pero aún así el film de Mostow tiene su propia personalidad y no es una mera imitación de aquellas.
Pocas pegas se le pueden poner, tal vez ese momento en el que el coche de Billy aparece de la nada en la persecución final. O el porqué Billy no sale al encuentro de Jeff la primera vez que éste visita la cafetería, haciendo que el protagonista tenga tiempo de encontrarse con Red e incluso acudir a la policía. Aunque este punto está claro, Mostow lo hace para aumentar el suspense todo lo posible, e incluye ese impagable encuentro de Jeff con el camionero y como éste actúa como si lo no lo conociese de nada, así que se le perdona.
Breakdown es un pequeño clásico del cine de suspense. No sabe lo que son los tiempos muertos y tiene un ritmo que no da respiro al espectador. Pisa el acelerador nada más empezar y no lo levanta hasta el final. La película supone un viaje inolvidable, que te hará pensarte dos veces irte con un desconocido. Después de verla viajar por carretera nunca será lo mismo. 

CURIOSIDADES
De sus propias películas, Kurt Russell considera Breakdown, una de las que está más orgulloso.
Por su parte, Jonathan Mostow declaró que Breakdown es su película favorita de todas las que dirigió.
Cuarta película en la que coincidieron Kurt Russell y J.T. Walsh, tras Conexión Tequila (1988), Llamaradas (1991) y Decisión crítica (1996).
La película fue nominada a dos premios Saturn en las categorías de mejor película de acción/aventura/thriller y mejor actor secundario (J.T. Walsh)
En la granja de Red se ve en un televisor un videojuego, que no es otro que Doom.
El body count de la película asciende a 4 muertos (sin contar el destino del Sheriff Boyd).
Cuando Earl se acerca por primera vez a Jeff en la gasolinera, se puede ver al fondo el camión de Red.
Cuando Red le dice a Jeff, "49 minutos. Es hora de ponerse en marcha", realmente ese es el tiempo que queda para que termine la película.
El hijo de Mostow nació la misma noche de la premiere de la película.

BIBLIOGRAFÍA
Get That Cat Outa Here: Behind the Scenes of My Favorite Films (Ben Ohmart, 2019)
Dino: The Life and the Films of Dino De Laurentiis (Tullio Kezich, 2004)
Mission from Mostow (Salon, 4 may 2000)
M.C. Gainey (The Neon Rewind)
De Laurentiis not foreign to success (Variety, 28 feb 2001)
Jonathan Mostow Interview (Vulture Hound, sep 2017)
Breakdown (Irish Film Institute)
U-571 – Richard Marvin (Movie Music UK, 21 abr 2000)
Breakdown Soundtrack (soundtrackcollector.com)
Mission from Mostow (Salon, 4 may 2000)

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