El expreso de medianoche
Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quieren conocer partes esenciales de la trama de la película.
Billy Hayes es un joven norteamericano que es detenido en Turquía tratando de sacar del país 2 kilos de hachís. Encerrado en una prisión turca, sufrirá todo tipo de penalidades y abusos, su única salvación será tomar el expreso de medianoche, la fuga.
LA VERDADERA HISTORIA DE BILLY HAYES
El expreso de medianoche comienza con la clásica frase "Lo siguiente se basa en una historia real", pero hay muchas diferencias entre los hechos reales y los que narra la película. Antes de comenzar a hablar sobre la película en si, me parece apropiado hablar sobre su verdadero protagonista, Billy Hayes, ya que las diferencias entre la realidad y la ficción, son cruciales para comprender la película y juzgarla en su justa medida.
Esta historia comienza el 7 de octubre de 1970, Billy Hayes es un joven norteamericano que quiere sacar de Turquía 2 kilos de hachís, tal y como había hecho en 3 ocasiones anteriores (no era su primer intento, tal y como narra la película), Billy llevaba la droga pegada a su cuerpo, en aquellos tiempos las medidas de seguridad en los aeropuertos no eran como las de hoy día y era fácil ocultar algo debajo de la ropa, pero Billy tendría un golpe de mala suerte ese día, en fechas recientes se habían producido varios atentados con bomba en vuelos comerciales, por lo que ese día las medidas de seguridad eran más estrictas que nunca y se cacheaba a todo el mundo antes de subir al avión. Fue así como la policía descubrió la droga que llevaba oculta justo antes de subirse al avión. Tras ser detenido, Billy fue enviado a la prisión de Sağmalcılar condenado a 4 años y 2 meses.
La idea de fugarse de la cárcel comenzó cuando llevaba un año y medio recluido. Sabiendo que sería más fácil hacerlo desde el psiquiátrico de Bakirkoy, necesitaba que le diagnosticasen de psicopatía delictiva, de modo que fingió estar loco para que lo internasen, cosa que consiguió (y no fue a parar allí tras asesinar a un compañero como muestra la película con el asesinato de Rifki). Se ayudó de su mejor amigo Patrick, que lo fue a visitar a la cárcel, para conseguir la documentación falsa que le haría falta después de haberse fugado, Patrick se relacionó con gente peligrosa para conseguir los papeles y su cuerpo fue descubierto atravesado por una bayoneta en un hotel, tras eso, Billy arrepentido descartó la fuga y poco después fue devuelto a la prisión de Sağmalcılar (todo esto fue omitido en la película).
54 días antes de su liberación, a Billy Hayes le fue comunicado que la Corte Suprema de Ankara quería cambiar su veredicto, de posesión a contrabando, lo que significaba que sería condenado a cadena perpetua y en el mejor de los casos a una pena mínima de 30 años (que fue justó su condena final). Billy fue trasladado a la prisión de İmralı y reanudó sus planes de fuga (su traslado a otra cárcel tampoco es mostrado en la película).
La isla de İmralı está a unos 27 kilómetros de la costa y por aquel entonces era una isla de trabajo, de modo que los barcos se desplazaban allí desde otra isla principal y traían sus productos. Los presos que trabajaban en una fábrica de conservas se dedicaban a enlatar el género. Al llegar la noche los barcos abandonaban la isla al ser una prisión. Billy se fijó en que los barcos tenían pequeños botes atados en la popa y una noche de tormenta los barcos no pudieron abandonar la isla, Billy vio su oportunidad para escapar. Primero eludió el control nocturno y después nadó hasta un bote y remó hasta llegar a la costa. Una vez pisó tierra su objetivo fue llegar hasta el río Maritsa que dividía Turquía y Grecia, una vez atravesado, estaría fuera de peligro, griegos y turcos eran enemigos y no lo devolverían a Turquía. Billy primero llegó a Estambul donde tenía un amigo que trabajaba de gerente en un hotel, este amigo era un antiguo compañero de prisión y le debía un favor, Billy esperaba que le ayudaría en su fuga, ocultándole en el hotel y consiguiéndole la documentación falsa que necesitaba, pero cuando llegó al hotel descubrió que su amigo había dejado el país el día anterior. Su plan se fue al garete, de modo que tuvo que improvisar, se tiñó el pelo y cruzó a nado el río Maritsa. Sin saberlo, incluso llegó a cruzar un campo de minas en la frontera turco-griega. Al llegar al otro lado del río fue descubierto por unos soldados griegos, como Billy desconocía si estaba realmente en Grecia, de modo que hasta que no se dio cuenta de que no entendía el idioma en el que le hablaban los soldados no supo que había escapado de Turquía. Tras ser interrogado por el gobierno griego fue deportado a Frankfurt el 20 de octubre de 1975. Billy era libre y su pesadilla había terminado.
Sólo unos apuntes más, Billy no mató al jefe de los guardias, tal y como se muestra en la película, de hecho, Hamidou fue asesinado en 1973 en la calle por un preso puesto recientemente en libertad, quien le disparó 8 veces mientras bebía te en una cafetería. Billy no dio un discurso con tintes racistas cuando estaba pendiente de saber si lo condenarían a cadena perpetua, es más, su discurso intentó ser de lo más emotivo con la idea de simpatizar con el tribunal. Ni tampoco viajaba acompañado de su novia cuando fue detenido en el aeropuerto, Billy realizó ese viaje solo.
Cuando Billy escribió su novela autobiográfica, con la ayuda del periodista William Hoffer, narrando su odisea en las prisiones turcas modificó cosas, dando una visión más positiva de si mismo y más oscura del sistema penitenciario turco de lo que era en realidad.
EL ÚLTIMO TREN
Alan Parker estaba en negociaciones con la Universal para hacerse cargo de la película El mago (1978), que terminaría dirigiendo Sidney Lumet, cuando le llegó por parte de la Columbia una copia del libro de Billy Hayes, inicialmente el libro no llamó su atención, pero el productor con el que trabajaba habitualmente, David Putnam, se puso al frente de la productora Casablanca Filmworks, dueña de los derechos de la obra de Hayes, de modo que Parker finalmente aceptó el proyecto, según el propio director "por razones prácticas. Estaba buscando algo relevante que pudiera rodar en Europa con mi equipo."
Alan Parker tenía muy claro que tomaría la novela de Hayes como referente, pero que altearía cosas para hablar sobre lo que realmente le importaba, las injusticias sobre las sentencias sobre drogas y la crueldad en las prisiones del mundo.
Oliver Stone fue asignado para convertir la novela de Billy Hayes en un guión cinematográfico. Se desplazó a Londres y trabajó mano a mano con Parker, tuvo lista la primera versión del guión en 6 semanas. Billy Hayes no estuvo involucrado en el desarrollo de la película, aunque sí visitó el set de rodaje en Malta.
La fuga de Billy fue cambiada en el guión, según Parker por razones dramáticas, en su opinión al trasladar a Billy a una isla prisión se perdía la tensión, ya que ese emplazamiento carecía del aire asfixiante de los lugares de reclusión anteriores. Además con ese cambio de emplazamiento se perderían los personajes de John Hurt y del villano de la historia. Parker convirtió el manicomio al que fue a parar Billy parte de la prisión y así mantener a todos los personajes en el mismo lugar y mostrar de una forma más intensa el viaje a los infiernos del personaje. Y después se inventaron toda la parte en la que Billy mata a Hamidou y como vestido con sus ropas sale de la prisión. Pero lo más increíble del asunto es que el guión de Oliver Stone tenía 14 páginas más que no se llegaron a filmar, en las que se narraba la huida de Billy a través de las montañas hasta llegar a Grecia. Alan Parker en pleno rodaje decidió no filmar esa parte, terminando la fuga en el momento que Billy sale por la puerta de la prisión (eso sí, prolongó un poco más esta parte, primero con el momento en el que un guarda le tira las llaves de la puerta y segundo, cuando Billy se cruza en la calle con un coche de la policía que pasa de largo).
La elección número uno del estudio para interpretar a Billy Hayes era Richard Gere (también se barajó a John Travolta), pero Parker escogió a un actor poco conocido para dar una mayor autenticidad a la película, siendo el malogrado Brad Davis el que se llevó el gato al agua.
John Hurt se unió al proyecto sin haber leído si quiera el guión, tal y como recordaba el actor "por aquel entonces, Alan y Ridley Scott eran dos directores que habían sido realmente marcados por el éxito. Así que si Alan me quería en una película, sabía perfectamente bien que él no estaba perdiendo su tiempo preguntándome para hacer algo que no merecía la pena hacer, porque el ciertamente no estaría usándome por mi nombre, yo no tenía un nombre para nada en ese momento." Para meterse en la piel de Max, el actor británico decidió no ducharse durante la mayor parte del tiempo que duró el rodaje, lo que provocó que muchos compañeros de profesión no quisieran acercarse a él.
Para la banda sonora Alan Parker quería usar temas existentes de Vangelis, pero el productor ejecutivo de la película, Peter Gruber, le aconsejó que considerara a Giorgio Moroder para componer una partitura original, ya que saldría más barato. Moroder trabajaba para la discográfica Casablanca Records, cuya división cinematográfica, Casablanca Filmworks, era la productora de la película, por lo que todo quedaba en casa. Moroder compuso una banda sonora recordada aun a día de hoy, que le granjeó su primer Oscar.
El rodaje de la película se extendió a lo largo de 53 días, que tuvieron lugar principalmente en Malta, dado que el gobierno turco no le dio al equipo los permisos necesarios, aun así Parker se las arregló para rodar algunos planos generales de Estambul con la falsa excusa de rodar un anuncio publicitario de cigarrillos. El escenario escogido para dar vida a la prisión de Sağmalcılar fue el Fuerte San Elmo, un antiguo cuartel militar en La Valeta (Malta), que apenas tuvo que ser modificado para el rodaje. Las localizaciones de exteriores mostradas en la fuga al final de la película tuvieron lugar en Grecia. Y los decorados necesarios se construyeron en los Mediterranean Film Studios de Malta.
La película tuvo un enorme éxito comercial, recaudando tan solo en los EE.UU. 35 millones de dólares, siendo su presupuesto, unos ajustadísimos 2,3 millones de dólares.
El éxito se transmitió también en forma de nominaciones y premios de la Academia, optando a la estatuilla en las categorías de mejor película (Alan Marshall y David Puttnam), mejor director (Alan Parker), mejor actor secundario (John Hurt), mejor montaje (Gerry Hambling), mejor guión adaptado (Oliver Stone) y mejor banda sonora original (Giorgio Moroder), consiguiendo el premio en las dos últimas categorías.
VALORACIÓN
El expreso de medianoche es una de las películas más violentas y viscerales que se hayan filmado y no porque tenga escenas de una gran crudeza como tal, que las tienes (Billy arrancándole la lengua a Rifki, la tortura que sufre Billy en su primera noche en prisión, etc.), si no por una violencia inherente a la película, que refleja como pocas la crudeza y el sufrimiento de una situación límite, las cuales se transmiten de una forma tan fuerte en el espectador, que cada una de las escenas de la película se quedan grabadas a fuego en su mente.
Y es que la película salta de una escena memorable a otra sin dejar que el espectador pueda casi respirar, ni apartar la vista. La película nos agarra por dentro y nos lleva de viaje al infierno en la Tierra, a ese lugar temido por todos desde el estreno de la película, que es el sistema penitenciario turco y a todas las penalidades por la que pasa el protagonista hasta conseguir su salvación (con fuga incluida). Pasamos de la escena de su detención en el aeropuerto (todo un ejemplo de tensión bien ejecutada), a su intento de fuga por las calles de Estambul mientras suena el popular "Chase" de Moroder, para saltar al enfrentamiento con Rifki (con el momento en el que le arranca la lengua incluido), de ahí a la famosísima escena del bis a bis con su mujer y terminando al momento de la fuga (otro brillante ejemplo de tensión).
El montaje de la película mostró una nueva forma de editar una película, con cortes rápidos, propios del mundo de la publicidad (que Alan Parker conocía tan bien), que ayudan a la creación de tensión. Además esa influencia del mundo publicitario se ve también reflejada en la puesta en escena de Parker, siempre con planos muy estéticos, con una fotografía de lo más cuidada (y tal vez demasiado bella para el drama que está mostrando).
El reparto está fantástico, donde sobresale un enorme Brad Davis (que sorprendentemente fue olvidado por la Academia a la hora de las nominaciones), en una interpretación siempre al límite, con el actor dándolo todo en cada escena, yendo desde la inicial inocencia hasta la más absoluta desesperación y deshumanización, que dan lugar a una de las interpretaciones más intensas que se hayan visto jamás. Sólo hay que recordar escenas como las de su inocente comportamiento mientras es interrogado (cuando aun no sabe la que le viene encima) o su mirada de infinita locura tras arrancarle la lengua a Rifki.
La banda sonora de Giorgio Moroder causó sensación en su momento (principalmente por el auge de la música electrónica por aquel entonces) y he de reconocer que nunca he sido fan de ella, tal vez porque tenía un recuerdo de unos temas muy horteras o porqué le arrebató el Oscar al Superman (1978) de John Williams. Pero tras ver de nuevo la película por un lado y escuchar los temas de forma independiente por otro, he de admitir, que estos encajan perfectamente en el film y ayudan al mismo y que escuchados por separado tienen la fuerza e interés suficientes como para no ser infravalorados (aunque hayan quedado un poco desfasados por el paso del tiempo).
La creación de la tensión resulta admirable, un buen ejemplo de ello
es la famosa escena del aeropuerto, en la que Billy es detenido y se usan los latidos de su corazón para potenciar la
tensión del momento, coronado con el gran detalle del policía que coloca
su mano sobre el pecho de Billy y siente su pulso acelerado, que es lo
que lo termina delatando, simplemente brillante. Y se puede decir lo
mismo de la secuencia final con Billy escapando de la prisión, primero
con el momento en que un guarda lo descubre, pero confundiéndolo con
otro guarda le tira las llaves de la puerta y cuando consigue salir (y
en un momento de máxima tensión) se cruza con un coche de la policía, no
sabemos si éste se parará y lo detendrán, pero termina pasando de largo
y Billy hecha a correr camino a la libertad.
La
película sí acierta en la descripción de la paulatina destrucción de
hombre física y sobre todo mentalmente, hasta convertirse en un ser
carente de alma. Sólo será al final tras reencontrarse con su novia
cuando vuelve a ser el mismo de antes, demostrándolo en la que es
posiblemente la mejor escena de la película, cuando gira en el sentido
contrario que el resto de presos del manicomio, a la izquierda (como los
comunistas), una escena sencillamente brillante, en la que Billy deja
de ser una máquina estropeada y vuelve a ser un hombre con
esperanza.
Lo que no me parece acertado es como se retrata la relación homosexual que
Billy tiene con Erich, el verdadero Billy Hayes tuvo una relación
consentida con un compañero del que nunca dio su nombre, pero en la
película no se llega a mostrar más que un mínimo coqueteo entre ambos y
se ve como Billy frena el acercamiento de Erich, no llegando a consumar
su relación. Los productores temiendo que el tema de la homosexualidad pudiera afectar a la imagen del protagonista decidieron no profundizar en él. Donde creo que está el
error de la película es mostrar este pasaje de la historia como algo
episódico, sin que previamente se haya mostrado la más mínima referencia a la
atracción entre ambos, sin venir a cuento Billy y Erich comienzan a sentir algo el uno por el otro, no llegan a ningún punto y
a continuación a Erich le dan la libertad y todo termina, nunca más
se hace la mínima mención a ello, todo se resumen en 3 minutos de
película, sus 3 minutos gays por así decirlo, que no llevan a ninguna parte y que
no aportan nada a la historia, si querían hablar sobre la verdadera
historia de Billy y el preso deberían haberlo desarrollado más y si no
querían hacerlo, deberían haberlo omitido totalmente, tal y como
hicieron con muchas otras cosas de la verdadera historia de Billy
Hayes.
Son tantas las diferencias entre la realidad y la ficción, es tan desvirtuada la visión que da la película sobre los hechos, el pueblo turco y su sistema penitenciario, que hay dos formas de ver la película, como una ficción (donde se revela como un film fascinante, tenso y memorable) o como una fallida adaptación de unos hechos reales (resultando manipuladora y racista). Son demasiadas las licencias que se toma la película para contar su historia, acepto que se modifiquen ciertas cosas para hacer una mejor comprensión de la misma o para ayudar a la trama a avanzar, por ejemplo, el introducir el personaje de la novia de Billy desde el comienzo y hacer que ella le acompañe cuando es detenido, ayuda a presentar el personaje desde el principio y también a hacer que su relación sea más tensa, o la decisión de Parker de eliminar el final de la fuga con la huida por las montañas, terminando justo cuando Billy sale por la puerta de la prisión, porque lo demás sería un añadido, que haría perder tensión a la película, acabando ésta en su justo momento. Pero no estoy tan de acuerdo con limpiar la imagen del propio Billy Hayes, para dar una imagen positiva del protagonista y así simpatizar con él, mirando hacia otro lado con respecto a su homosexualidad y adicción a las drogas. Y me resulta inadmisible que se muestre a Billy cometiendo dos asesinatos a lo largo de la película, cuando eso nunca sucedió, ambas escenas, llenas de una gran violencia, son usadas para ser catárticas para el protagonista, la primera muestra su locura y la segunda el fin de su pesadilla. Estas al menos tienen un fin, pero no se puede decir lo mismo de la imagen que da del pueblo turco y de las prisiones, que lógicamente eran duras, pero la película se encarga de cargar las tintas contra ellas y mostrarlas como el infierno en la Tierra, que no eran en realidad, tal y como Billy Hayes declararía años después del estreno de la película, así como la escena en la que Billy arremete contra el tribunal cuando es condenado a cadena perpetua, en la que llega a cagarse en las familias de los magistrados y a decir "para ser un país de cerdos es muy gracioso que no los coman. Jesucristo perdonó a su verdugos, pero yo no puedo. Les odio... les odio... odio a su nación y odio a su pueblo. Y me cago en sus hijos y en sus hijas porqué son cerdos. Usted es un cerdo. Todos son cerdos", momentos llenos de un racismo que resulta repugnante. Parker y Stone llevan su maniqueísmo y manipulación hasta el límite, tanto que dañaron profundamente la imagen de Turquía para siempre. No vamos a decir que la situación en la cárceles turcas era un camino de rosas, pero si la película hubiera sido más realista hubiera hecho un favor a una causa, en lugar de cargar las tintas sin pensar en sus consecuencias. Y eso se podría haber hecho sin dar una imagen de un país tan negativa (todos los personajes turcos de la película son malvados, corruptos o violentos), ni dramatizar la situación, ni insultar a dicho pueblo.
Dicho esto y analizando la película como la ficción que es toda película, aunque esté basada en hechos reales, hay que admitir que su visionado supone una experiencia irrepetible y que aun con sus fallos, consigue atraparte desde el primer minuto y no te suelta hasta el final (algo que pocas películas han conseguido de la misma forma), cuando la liberación del protagonista también lo es para el espectador. Y además hay que reconocer que fue una película adelantada a su tiempo, más por el continente que por el contenido, mostrando nuevas tendencias y caminos en el cine en los campos de música, fotografía y montaje. Por todas estas razones se ha convertido en una película de culto y en gran medida en un clásico del cine moderno.
Curiosidades:
Fue la primera película en ganar el Oscar a la mejor banda sonora compuesta por sintetizador.
Brad Davis tuvo un problema de adicción a las drogas mientras promocionaba la película.
La escena en la que Billy le arranca la lengua a Rifki incomodó tanto al equipo que todos salieron del set a la hora de rodar la escena y Parker se quedó sólo con los dos actores. La lengua que usaron para rodar la escena era de cerdo.
En una de las escenas del aeropuerto, el actor Joe Zammit Cordina, que interpreta a un policía olvidó sus frases en turco, de modo que las recito en maltés y así quedó en la película.
La película no pudo verse en Turquía hasta 1992, cuando el canal HBB la emitió.
En 2004, Oliver Stone se disculpó por la imagen que la película daba de Turquía, sus prisiones y su pueblo.
Billy Hayes visitó el set de rodaje en Malta 2 años exactos después de haberse fugado de prisión.
Labels: cine 70's, películas de culto