La batalla de los Bonds
En 1983 se produjo uno de los hechos más insólitos y sorprendentes de la historia de James Bond, en el mismo año se estrenaron dos películas de 007, protagonizadas por los dos actores más icónicos del personaje, Roger Moore y Sean Connery.
El público tubo la oportunidad, única e irrepetible, de ver a los dos mayores Bonds cara a cara. Moore contra Connery, Octopussy contra Nunca digas nunca jamás, Bond contra Bond. Fue la lucha de las luchas, fue "La batalla de los Bonds".
Octopussy era una producción de Eon Productions, productora oficial de la saga de James Bond y Nunca digas nunca jamás estaba producida por Kevin McClory y Warner Bros. (y se la considera como una película no oficial de 007).
En los siguientes párrafos me centraré en el desarrollo de Nunca digas nunca jamás.
Kevin McClory tenía los derechos de James Bond porque en los 50 estuvo implicado en la que iba a ser la primera película del agente británico, "James Bond, secret agent". Todo esto, antes de que Saltzman y Broccoli se hiciesen con los derechos del personaje. McClory, Ernest Cuneo, Jack Whittingham y Ian Fleming crearon un guión original para la película, con la de idea de que Fleming se encargase también de su novelización.
La productora de la película desapareció del mapa y con ella, la posibilidad de realizar la película. Fleming le vendió los derechos del agente doble cero a Broccoli y Saltzman y con el material creado para su frustrada película, Fleming escribió la novela "Operación Trueno". Pero McClory se hizo con la novela antes de que se publicase y tras leerla, él y Whittingham, interpusieron una demanda contra Fleming.
Con el tiempo, Whittingham dejó la demanda y McClory continuó en solitario. En 1963 llegó a un acuerdo extrajudicial con Fleming, siendo las condiciones del mismo, que su nombre (y el de Whittingham) deberían aparecer en las siguientes ediciones de la novela y además, los derechos sobre todos los aspectos de la novela y la posibilidad de realizar su propia adaptación al cine.
Tras los fallidos intentos de McClory por realizar la película, terminó asociándose con Broccoli y Saltzman, realizando juntos Operación Trueno en 1965. En el acuerdo que firmó con Eon Productions, McClory renunció a realizar otra versión de Operación Trueno en un plazo de 12 años y ahí es donde surgió Nunca digas nunca jamás.
La relación de Connery con Broccoli y Saltzman se había enfriado durante el rodaje de Sólo se vive dos veces, el actor estaba aburrido de interpretar al personaje y consideraba que no cobraba el suficiente dinero como para cargar la responsabilidad de ser Bond. El actor era perseguido constantemente por la prensa y durante el rodaje en Japón de SSVDV, llegaron incluso a fotografiarlo en el baño, lo que crispó sus nervios y fue el detonante de su adiós al personaje.
Aun así, Connery volvería a interpretar a Bond en Diamantes para la eternidad, pero sólo a cambio del sueldo más alto de la historia (1.250.000 dólares más el 12,5% de la recaudación en los EE.UU.). Tras el rodaje de la película Connery le dijo a su mujer que nunca volvería a interpretar a Bond y su mujer le dijo "Nunca digas nunca", así surgió el título de la película.
Connery se asoció con McClory a mediados de los 70 para realizar Nunca digas nunca jamás, en aquel momento no estaba previsto que fuera el protagonista, sólo trabajaba con McClory y el escritor Len Deighton en el guión. Pero cuando se anunció el rodaje de la película en 1982, se hizo con él ya de protagonista. Es posible que la
razón de su interés por interpretar a Bond una vez más, en una producción no oficial, fuera en parte, para demostrarles a Broccoli y Saltzman que podía hacer un film de James Bond (años después de haber dejado al personaje) y cobrar el dinero que él creía merecer, que no fue nada menos que 5 millones de dólares y un 5% de los beneficios de la recaudación de la película en territorio norteamericano.
Por su parte Broccoli estaba desarrollando Octopussy para su estreno en 1983. Roger Moore había dejado el personaje tras su participación en Sólo para sus ojos, de modo que, se estaba buscando a un nuevo Bond. Se tanteó a Timothy Dalton para el papel que conseguiría sólo unos años después, pero quien sonó con más fuerza fue James Brolin, quien había realizado varias audiciones para el papel. Pero Broccoli, temiendo que Nunca digas nunca jamás le venciese en la taquilla, al estar protagonizada por el James Bond original, decidió llamar a Roger Moore, un actor ya consolidado en el papel, para así tener más posibilidades de triunfar en taquilla frente al film de Connery. Sobra decir que Moore aceptó la oferta, no sin cobrar otro sueldo también astronómico, 4 millones de dólares más el 5% de los beneficios de la película en territorio norteamericano.
El hecho de la coincidencia de ambas producciones fue la comidilla entre la gente y la prensa de la época, estos últimos le dieron un gran bombo, definiendo al suceso como "La batalla de los Bonds". La imagen que encabeza este post es una ilustración de la revista "Time Out", en la que se hablaba sobre este tema. Debajo, la portada del nº 68 de la revista Starlog de 1983, que incluía artículos sobre ambas películas.
Por su parte, Connery y Moore, amigos en la vida real, mantenían una sana competencia. Antes de que ambos comenzasen los rodajes de sus respectivas películas se encontraron, tal y como recordaba Connery “en esos días me encontré a
Moore y mantuvimos una conversación. Me dijo que iba a la filmación en
un pueblito en las afueras de Londres. Me preguntó adónde iba y le dije
que a Francia, donde se filmaba mi película. Sólo me respondió ¡qué
bien!”.
Pero la lucha entre ambas películas y sus productores era un tema aparte, el enfrentamiento llegó a tal punto que inicialmente estaba previsto que ambas se estrenasen en el verano del 83 e incluso se habló de que sería ¡en el mismo día!
Pero la cosa no se quedó ahí, McClory intentó conseguir que John Barry (un fijo en las bandas sonoras
de la saga oficial) compusiese la partitura de su película, pero Barry
por respeto a los productores de la saga oficial, rechazó la oferta y compuso la banda sonora de Octopussy. Y no sólo eso, McClory también intentó contratar al director Peter Hunt, responsable de Al servicio secreto de su majestad, para que se encargase de la dirección de su película, pero Hunt también rechazó la propuesta por las mismas razones que Barry. Y si eso no era suficiente para avivar el fuego entre ambas producciones, a la actriz Barbara Carrera se le ofreció el papel de Octopussy, pero lo rechazó para irse a Nunca digas nunca jamás para interpretar a Fatima Blush. La decisión de la actriz se debió a que deseaba trabajar con Connery.
Era una guerra sin cuartel entre ambas producciones y la batalla final se produciría en la taquilla.
Finalmente las películas se estrenaron justamente con cuatro meses de diferencia. Octopussy lo haría el 6 de junio de 1983 y Nunca digas nunca jamás, el 6 octubre del mismo año. Aunque ambas películas fueron un éxito, fue Octopussy la que terminó coronándose como vencedora. Recaudó en todo el mundo 187,5 millones de dólares, partiendo de un presupuesto de 27,5. Por su parte Nunca digas nunca jamás recaudó 160 millones de dólares, teniendo un presupuesto de 36. Lo que demostró que el público prefería al Bond oficial, aunque seguro que le benefició ser el primero en estrenarse.
Así terminó el enfrentamiento más duro al que ha tenido que hacer frente James Bond. Ni Blofeld, ni Goldfinger, ni Scaramanga, al final el mayor rival de 007 fue él mismo.
JAMES BOND WILL RETURN
in
TOP 007 DE CHICAS BOND
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