Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película.
David Mann es un hombre de negocios, que viaja por carretera para reunirse con un cliente. Durante el trayecto se cruza con un enorme camión, que comenzará a perseguirle sin razón alguna. De esa forma empieza un peligroso juego entre el gato y el ratón.
DUELO
Aunque técnicamente el debut como director de Steven Spielberg fue con Loca evasión (1974), espiritualmente su primer film es El diablo sobre ruedas (Duel, 1971), sin importar que es una película para televisión, dados sus grandes logros artísticos. Tras llamar la atención con su cortometraje Amblin' (1968), Spielberg firmó un contrato por 7 años con la Universal, bajo la cual dirigiría episodios de diferentes series de televisión como Galería nocturna (1969-73), Audacia es el juego (1968-71) o Colombo (1971-2003). Sería bajo la misma productora que se gestaría el desarrollo de su primera película.
El diablo sobre ruedas se basa en un relato corto del gran Richard Matheson, quien se inspiró para escribirlo en un acontecimiento real, que vivió en sus propias carnes el 22 de noviembre de 1963 (el día del asesinato de Kennedy), cuando regresaba en coche con su amigo Jerry Sohl de jugar al golf, ambos se vieron perseguidos por un enorme camión, quien según Matheson, "quería matarnos." Después de salirse de la carretera, el camión siguió su camino, pero de ese extraño suceso Matheson extrajo la base de una historia. Inicialmente quiso escribirla como un guión para televisión, pero tras el rechazo de varios estudios, decidió convertirla en un relato.
El cuento de Matheson fue publicado en la revista Playboy de abril de 1971. Nora Tyson, secretaria Spielberg, lo leyó y después se lo mostró al director, diciéndole que ignorara las fotografías y leyera la historia. Sobra decir que el relato entusiasmó al joven director.
Según admitía el director de Parque Jurásico, "había sido un fan del trabajo de Richard Matheson antes de El diablo sobre ruedas y como seguidor reverente de The Twilight Zone, sabía de las brillantes contribuciones de Richard a esa serie, incluyendo “Nightmare at 20,000 Feet.” Mientras esperaba una excelente y apasionante narrativa, nada me había preparado para la despiadada fuerza implacable que encontré. El aspecto más aterrador de la historia para mí, y un recurso escalofriante usado en el guión de El diablo sobre ruedas también, era el hecho que este camionero maníaco no se ve en toda la historia. Limitándolo a un brazo agitado por la ventanilla o un par de botas vistas bajo el camión. Richard envolvió este Grendel [troll] del atasco de tráfico en misterio y empujó al propio camión al frente como el antagonista de la historia. Igualmente inquietante era la elección del coche de Mann entre todos los que había en la carretera, un capricho escalofriante, incluso en la sociedad llena de furia al volante de hoy."
Nora Tyson descubrió que había un proyecto entre la ABC y Universal de convertir el relato de Matheson en una película para televisión dentro del programa "Movie of the Week", en el que se emitían películas hechas expresamente para televisión. La película incluso ya contaba con un guión del propio Matheson. Spielberg no perdió el tiempo y se reunió con George Eckstein. productor al cargo del proyecto. Eckstein le pidió al joven director que llevase a la reunión alguno de sus trabajos como director para proyectarlo. Spielberg escogió su episodio de Colombo, "Murder by the Book", que aún no había sido emitido. Tras ver el episodio, Eckstein supo que había encontrado a su director. Llamó a Spielberg y le entregó el guión que había escrito Matheson. Tras un par de reuniones, y con Eckstein encantado por el entusiasmo de Spielberg, le dio las riendas del proyecto. El diablo sobre ruedas se ponía en marcha.
Hubo un momento en el que se barajó la posibilidad de rodar la película para el cine, con Gregory Peck como protagonista, pero al final siguió adelante el proyecto de adaptación para la televisión.
Spielberg escogió a Dennis Weaver para dar vida al protagonista, David Mann. Inicialmente el actor rechazó el papel, aunque terminaría aceptándolo en el último momento, de hecho, firmó su contrato la noche antes de empezar el rodaje. Él mismo bromearía diciendo, "debo ser el único actor de la historia que le dijo 'no' a Spielberg." El director estaba encantado de trabajar con él, ya que lo admiraba principalmente por su memorable interpretación en Sed de mal (1958).
El papel del camionero sin rostro, recayó en Carey Loftin, un especialista que ha participado en grandes escenas de conducción de películas como Bullitt (1968), Mad Max 2: El guerrero de la carretera (1981) o En busca del arca perdida (1981).
Loftin reunió siete camiones diferentes para que Spielberg escogiese el que protagonizaría la película, de este peculiar casting, Spielberg se decidió por el Peterbilt, porque su cabina parecía una cara. Uno de los retos para Spielberg fue, "convertir a un camión en Godzilla."
Por su parte, para el vehículo de Mann se escogió un Plymouth Valiant de color rojo. Spielberg quería que el coche del protagonista fuera de ese color, para que así destacase con el entorno desértico. Para la película se llegaron a usar tres coches de ese modelo. El que fuera un Valiant (valiente) no creo que fuero fruto de la casualidad.
DAVID CONTRA GOLIATH
Toda la película se rodó en exteriores, en diversas localizaciones de California como, Soledad Canyon, Lancaster, Acton, Agua Dulce, Palmdale, Arcadia o Los Angeles (la escena de los títulos de crédito iniciales). La fotografía principal tuvo lugar entre el 13 de septiembre y el 4 de octubre de 1971, llegando a filmarse en tan solo trece días, tres más de los previstos.
Fue un rodaje muy rápido y no había tiempo que perder, Spielberg planificó toda la película con storyboards, lo que le ayudó durante el rodaje, que no estuvo exento de dificultades.
Weaver rodó algunas escenas de conducción peligrosas, pero fue sustituido por el especialista Dave Van Sickel para los momentos más complicados. Weaver rodó personalmente la escena en la que el camión se lleva por delante la cabina de teléfonos en la que se encuentra. La escena se filmó una sola vez.
En el guión original, el camión terminaba explotando cuando llegaba al fondo del barranco. "Me pareció que era demasiado fácil," recordaba Spielberg, quien consideró que era una idea mucho más interesante, que el camión tuviera una muerte más agonizante. "Querías verlo retorcerse lentamente, una muerte cruel," explicaba el director. De modo que decidió cambiar el final, haciendo que cayese por el barranco filmado a cámara lenta mientras se va destrozando por la caída, pero esto no gustó a los ejecutivos de la ABC y Universal cuando vieron la película y quisieron obligar a Spielberg a cumplir su contrato, donde figuraba que el camión debía explotar. Finalmente Eckstein les convenció para que mantuvieran el final de Spielberg.
Dicha secuencia se hizo en una sola toma, básicamente porque sólo disponían de un único camión. Se filmó el último día de rodaje, el 4 de octubre de 1971. Spielberg colocó seis cámaras para capturar el momento. El mecanismo que debía mantener al camión en línea recta en su camino hacia el barranco, se averió antes de rodar la escena, por lo que Carey Loftin decidió conducir él mismo el camión hasta el barranco y saltar en el último segundo. "Las tijeras en mi sala de montaje cortaron justo cuando el culo de Carey sale del fotograma," admitía Spielberg. "Estaba al comienzo del plano. Saltando por su vida." Spielberg decidió filmar la escena con seis cámaras simultaneas, pero cuando fueron a ver los dailies descubrieron que las cinco primeras no lo habían filmado, sólo la sexta había capturado el momento del camión cayendo por el barranco.
El presupuesto alcanzó finalmente los 450.000 dólares. Y como decía antes, el rodaje se prolongó tres días más de lo previsto, principalmente porque Spielberg sólo podía visionar los dailies cada tres días y tenía que desplazarse varios kilómetros para hacerlo. La Universal puso a cuatro montadores a editar la película, ya que el rodaje finalizó a tres semanas de la fecha de emisión prevista.
La película posee varios monólogos interiores del protagonista, que nos hacen saber lo que está pensando y fueron una imposición de la ABC. Según reconocía Spielberg, si volviera a hacer la película, "la haría un poco más dura y sacaría toda la narración, todos los monólogos internos de Dennis Weaver y probablemente gran parte del diálogo... Me opuse a la mayoría del diálogo que la cadena de televisión impuso al programa. Forzaron al productor George Eckstein, y al guionista Richard Matheson, a añadir la narración interna de Dennis Weaver para que la audiencia entendiera sus miedos más profundos. No creo que eso fuera necesario."
El diablo sobre ruedas se emitió el 13 de noviembre de 1971 y fue todo un éxito. Tanto, que la Universal se planteó estrenarla en salas de cine en territorios extranjeros, pero como su duración era de tan sólo 74 minutos, insuficiente para su distribución en salas de cine, la productora llamó a Spielberg para que filmara escenas adicionales durante el plazo de dos días, hasta alcanzar una duración de 90 minutos. Las nuevas escenas, escritas por Spielberg y Eckstein, fueron cuatro, el momento en que el camión empuja el Plymouth a las vías del tren, la escena de bus escolar, la llamada telefónica de David a su mujer y la escena de apertura, donde el coche sale del garaje y conduce fuera de la ciudad.
Y en el apartado de premios no le fue nada mal. Fue nominada al Globo de Oro en la categoría de mejor película hecha para televisión. Ganó un Emmy a la mejor edición de sonido. Y ganó también el Gran Premio del Festival de Avoriaz.
VALORACIÓN
El diablo sobre ruedas es la mejor y más influyente película para televisión que se haya realizado, y el apelativo para televisión no le hace justicia. Estamos ante una gran obra, que con el paso del tiempo se ha convertido en un clásico.
Se pueden ver influencias de El diablo sobre ruedas en films posteriores como, Asesino invisible (1977), Breakdown (1997), Jeepers Creeperes (2001) o Nunca juegues con extraños (2001). La imagen del camión persiguiendo de forma incansable a su victima se ha convertido en icónica.
El tema principal de la película es el proceso de un hombre recuperando su virilidad y la posición que tiene en su familia. Hay pistas que nos llevan a pensar en ello. Empezando por su apellido, que no es por casualidad Mann (que suena similar a hombre). Pasando por el programa de radio que escucha el protagonista al principio de la película, en el que un hombre duda si es el verdadero cabeza de familia. El "En mi casa no," que Mann responde al hombre de la gasolinera, que le dice "Usted manda". O la conversación que tiene con su mujer donde hablan sobre como él eludió una confrontación con otro hombre. Para recuperar su hombría Mann lucha contra el camión, una figura de por si asociada a la masculinidad.
Pero lo brillante es que Spielberg y Matheson convierten al camión en un personaje más, al mantener a su conductor siempre en las sombras, dándole así entidad propia al vehículo. El camión se transforma en el reflejo de los miedos del protagonista, los cuales no dejan de perseguirle y no conseguirá superarlos hasta que les haga frente. Mann reacciona cuando ve su vida en peligro y todo se reduce a matar o morir. Para enfrentarse a su enemigo tiene que regresar a un estado casi primitivo, y luchar por su supervivencia como si un hombre de las cavernas se tratase. Ese grado de salvajismo que alcanza un personaje tan acomodado y retraído, hace todavía más interesante a la película.
El diablo sobre ruedas es cine puro, se omiten prácticamente los diálogos y se centra en contar su historia apoyándose principalmente en las imágenes, esa es una de las razones por lo que la película es tan grande.
Y es además un gran relato de acción y suspense. Del primer caso tenemos una persecución interminable durante 90 minutos, que no da respiro al espectador. Y del segundo, vivimos una pesadilla constante, que carece de explicación y eso es lo que la hace tan terrorífica. Matheson es un maestro en introducir lo irreal y lo fantástico es nuestra realidad y aquí lo hace de forma ejemplar y muy sutil.
La película contiene excelentes set pieces, como ese gran momento de suspense que acontece en el bar de carretera, donde se juega hábilmente con las sospechas de Mann por saber la identidad de su perseguidor y se hace un acertado uso de la voz en off (el mismo con el que Spielberg no estaba de acuerdo), para descubrir al final que el camionero no es ninguno de ellos y que se encuentra en el camión, manteniendo así la máxima de la película de nunca mostrar su cara.
También es genial esa aterradora escena en la que el camión empuja al Valiant contra un tren en marcha, ante la impotencia de Mann. No hay que olvidar la escena del bus escolar, en la que el protagonista no consigue ayudar a sus ocupantes, pero para su frustración, el camión sí lo hace, haciendo hincapié en la castración de Mann. O el que es posiblemente el momento más memorable de la película, aquel en el que el camión y el coche caen por el barranco, que resulta realmente espectacular.
Lo único que se le puede recriminar argumentalmente a la película es el porqué Mann viendo el peligro que corre su vida, no decide dar la vuelta y volver a su casa para alejarse de su perseguidor, pero contra todo pronóstico decide seguir adelante.
Y la mayor pega de El diablo sobre ruedas está en su acabo formal (y en su banda sonora que recuerda demasiado a la de Psicosis), que es un poco tosco y donde se perciben bastantes errores, pero por otro lado es de lo más comprensible, dada la rapidez de su rodaje y su bajo presupuesto. Hay que reconocer que Spielberg hizo auténticas maravillas con las limitaciones que tuvo. Es asombroso que un director tan joven, de tan solo 24 años, pudiera realizar una película así y con tan tantas cosas en su contra. No hace más que demostrar el talento de un director, que sólo unos años después explotaría totalmente y nos daría muchas más alegrías. Y es que antes de Atrápame si puedes, antes de E.T., el extraterrestre, antes de Tiburón, incluso antes de hacer cine, Spielberg ya había rodado su primera obra maestra.
CURIOSIDADES
Al camionero nunca se le ve la cara, salvo un breve instante al principio de la película, a través de la ventanilla del camión, cuando David Mann le adelanta.
David Mann y Mrs. Mann son los únicos personajes de la película con nombres.
Hasta la fecha, ésta es una de la tres películas de Spielberg cuya banda sonora no está compuesta por John Williams, las otras dos son El color púrpura (1985) y El puente de los espías (2015).
Cuando Carey Loftin, que interpreta al camionero, le preguntó a Spielberg la motivación de su personaje para atormentar a David Mann, Spielberg le respondió, "Eres un sucio, vil y un mal hijo de perra." A lo que Loftin respondió, "Chico, has contratado al hombre adecuado."
El "Chuck's Cafe" todavía existe a día de hoy, aunque ahora se trata de un restaurante francés.
Como en muchas otras películas de Spielberg, se incluye un plano marca de la casa, una imagen reflejada en un espejo retrovisor, en este caso, la del camión yendo a por David Mann. Algo que el director repetiría en E.T., el extraterrestre (1982), Parque Jurásico (1993) o Inteligencia Artificial (2001).
La actriz Lucille Benson, que interpreta a la mujer de la gasolinera del "Snakerama", repetiría un papel similar en la película de Spielberg, 1941 (1979) y en la misma gasolinera. Y la pareja de ancianos en coche volvería a trabajar con el director en Encuentro en la tercera fase (1977), haciendo también de pareja.
Parker Brothers comercializó un juego de mesa basado en la película, el cual no se vendió muy bien.
Steven Spielberg dijo que las matrículas que lleva el camión en su parachoques delantero, sugieren que el camionero es un asesino en serie, que persiguió a otros conductores en otros estados.
Algunas de las escenas de la película fueron usadas en la serie La Masa (1978-82), en el episodio "Never Give a Trucker an Even Break" (temporada 1, episodio 9). Spielberg quedó muy descontento por el uso del metraje de su película y ante la imposibilidad de demandar a la Universal, ya que era la dueña de su película y de la serie, Spielberg incluyó desde entonces una clausula en sus contratos, que protege a sus películas de ser utilizadas como imágenes de archivo.
Spielberg declaró que para él, la película era un Solo ante el peligro sobre ruedas.
Cuando el camión cae por el barranco suena como un rugido cual bestia, años después George Eckstein admitiría que el sonido era el de la Criatura de la Laguna Negra, de la película La mujer y el monstruo (1954). Spielberg decidió añadir ese efecto sonoro para reforzar la idea de lo sobrenatural del camión y su conductor.
Durante la persecución final, David Mann se topa con un coche, que cree es de policía, para descubrir que se trata de un vehículo para servicios de exterminio de plagas. El nombre de la compañía es Grebleips, que viene a ser Spielberg al revés.
En la escena en la que David Mann llama por teléfono desde la cabina de la gasolinera del "Snakerama" puede verse claramente a Spielberg reflejado en ella.
Para una mayor seguridad con el camión, éste disponía de un sistema de "hombre muerto", gracias al cual el motor se apagaba si se reducía presión en el volante.
La respuesta "En mi casa no," que Mann da al hombre de la gasolinera, no estaba en el guión original.
Cuando la Universal quiso rodar la escenas adicionales, consiguió varios camiones para poder rodarlas, ya que el original había sido destruido al caer por el barranco. De los camiones de reemplazo, sólo uno ha sobrevivido hasta nuestros días.
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