Las 20 mejores escenas de adaptaciones de comics
20. Spider-Man: "El beso invertido"
Lo más recordado de Spider-Man 1 no fueron las escenas de acción, ni sus efectos visuales, ni las hazañas heroicas de Spidey, la escena que más ha perdurado es el famoso beso invertido entre Spider-Man y Mary Jane, posiblemente el beso más guarro que jamás se le haya dado a un superhéroe (sobre todo por la imagen de Kirsten Dunst con la largas puestas). A saber cuantas parejas habrán imitado al trepamuros y MJ.19. Hulk: "Me has encontrado"
Por encima de las escenas de Hulk en todo su apogeo destructivo o la lucha final con su padre, me quedo con el momento en que Hulk después de destruir a medio ejército norteamericano y parte de la ciudad de San Francisco, se encuentra con Betty en medio de una calle. Ella baja por unas escalares y cuanto más cerca está de él, más cerca está Hulk de convertirse en Bruce Banner. Cuando están cara a cara, él le dice "Me has encontrado", ella le replica "Eso no es tan difícil", a lo que él responde "Sí lo es".
18. 300: "Plano secuencia de Leonidas en la batalla"
17. Hellboy: "Hellboy saca de la muerte a Liz"
Al final de la película Liz muere, Hellboy se acerca a ella y le susurra algo a su oído. De forma inesperada vuelve a la vida y ella le dice "En la oscuridad he oído tu voz. ¿Qué has dicho?". Hellboy le responde "He dicho: Oye. Tú, el del otro lado. Suéltala, porque entraré ahí a buscarla y te arrepentirás". ¿Hacen falta más explicaciones de porque esta escena está en el top?
16. La familia Addams: La tradición continúa: "Batalla en el campamento Chippewa"
La segunda parte de los personajes creados por el dibujante Charles Addams, es una sucesión inagotable de gags geniales. La obra sobre el "Día de acción de gracias" es el culmen del humor negro y gamberro de la película. Miércoles y Pugsley son enviados al odioso campamento para niños ricos y obligados a participar en una ñoña y manipuladora obra sobre el "Día de acción de gracias". Pero los pequeños Addams, no tardaran en echar abajo la función, montado una batalla campal y quemando hasta los cimientos el dichoso campamento, como si del "Kampamento Krusty" se tratara. Haciendo además una crítica de lo más ácida sobre el papel de los indios en tal festividad. Es imposible no reírse viendo esta escena.
15. Akira: "La carrera de motos"
Un clásico del manga, ¿quién no recuerda esta carrera/batalla de motos futuristas por Neotokyo a ritmo de cyberpunk desatado? La película de animación más importante e influyente de los 80, nos regaló esta secuencia que se ha convertido en icono de esa década.
14. Camino a Perdición: "La muerte de John Rooney"
Michael Sullivan (Tom Hanks) pone punto y final a la historia, espera bajo la lluvia a su antiguo jefe y amigo, John Rooney (Paul Newman). Con su ametralladora acaba con todos los hombres que acompañan al gangster (mostrado en un bello plano circular a cámara lenta). Rooney permanece inmóvil sabiendo que su muerte está próxima. Sullivan sale de la oscuridad, ambos se ven las caras y Sullivan abre fuego sobre Rooney. Es el final de una historia de venganzas, de gángsters... de padres e hijos.
13. Superman III: "Superman vs. Clark Kent"
12. Una historia de violencia: "La secuencia final"
Otra película basada en una obra comiquera poco conocida. Podría haber escogido cualquiera de las escenas de violencia de película o el polvo en las escaleras, pero la secuencia final es uno de los mejores momentos que el cine nos ha dado en los últimos años. Un Cronenberg más contenido que nunca sienta a la mesa a la familia protagonista, enfrentándoles al silencio, a sus pecados y al daño que se han causado.
11. Conan, el bárbaro: "La muerte de la madre de Conan"
10. Batman vuelve: "La muerte de El Pingüino"
Una de las muertes más memorables del cine de los 90. El Pingüino cae muerto al suelo, sus únicos amigos, los pingüinos, se acercan a él y lo arrastran al agua donde se hunde lentamente. Oscura, gótica, bella, extraña, Burton.
9. Spider-Man 2: "La operación a Octopus"
El nacimiento del Dr. Octopus, llena de deliciosas muertes y una irresistible tensión. Unos médicos intentan extraerle Octopus sus brazos mecánicos. Durante la operación, éstos cobran vida y se dedican a matar a todos los médicos. Un ramalazo de terror dentro de la saga de Spider-Man, filmada por Sam Raimi en su mejor tradición terrorífica (con una especie de sierra mecánica de por medio).
8. Superman II: El montaje de Richard Donner: "Superman recupera sus poderes"
Una secuencia desconocida hasta el año pasado, cuando vio la luz la versión de Superman II de Richard Donner. Pudimos descubrir esta increíble secuencia mutilada en la versión estrenada en cines. Ahora vemos como Superman recuperó sus poderes. Asistimos a su último encuentro con Jor-El, al breve instante que están juntos en pantalla y al cumplimiento de la profecía kriptoniana, el padre se convierte en hijo y el hijo en padre. Jor-El transmite todos sus poderes a su hijo sabiendo que será su muerte. Superman regresa más poderoso que nunca.
7. Hombres de negro: "El examen a J"
Las pruebas que hacen pasar a J para ser un Hombre de negro suponen tal vez dos de los gags más divertidos que recuerdo. Por esa razón se merece un lugar en este top.
6. Superman I: "El vuelo de Superman y Lois Lane"
Tras su entrevista con Superman, Lois Lane acompaña al hombre de acero en un vuelo por la ciudad de Metrópolis, es el inicio de una gran historia de amor. De fondo suena la mejor composición de John Williams. La escena roza la perfección, pero cuando se oyen los pensamientos de Lois Lane ("¿Puedes leer mi mente?...") la secuencia llega a otro nivel.
5. V de vendetta: "¿Por qué no mueres?"
La pelea final. V después de recibir una ráfaga de disparos por parte de varios hombres se enfrenta a ellos armado sólo con sus cuchillos, uno a uno los va matando, sin que ellos puedan recargar sus armas, cuando sólo que da el jefe en pie, éste le pregunta "¿Por qué no mueres?" y V le responde con la que es posiblemente la mejor frase surgida de la mente de Alan Moore "Bajo esta máscara hay algo más que carne y hueso, bajo esta máscara hay unos ideales, Sr Creedy. Y los ideales son a prueba de bala".
4. Old boy: "El plano secuencia del martillo"
La obra maestra de Park Chan-Wook, es también la adaptación de un cómic aunque muchos no lo sepan. La película es una sucesión de momentos brillantemente dirigidos por el director coreano que llega a la perfección en esta escena, un larguísimo plano secuencia realmente impresionante, en el que el protagonista pelea contra varios adversarios martillo en mano. Todo un prodigio de puesta en escena.
3. Spider-Man 2: "La lucha Spider-Man y Octopus en el metro"
Una de las mejores peleas del cine, cómic en estado de gracia, no falta nada, el héroe, el villano, el escenario y la acción. Todo comienza con un reflejo de las gafas de Octopus, pasa por una espectacular pelea entre Spidey y Oc primero en lo alto de un edificio y luego sobre un metro y termina con Spiderman intentando detener el metro desbocado con sus telas de araña.
2. X-Men 2: "El Rondador Nocturno ataca la Casa Blanca"
Tal vez la secuencia más perfecta filmada por Singer. La segunda entrega de los mutantes no podía tener un comienzo mejor. El Rondador Nocturno influido por Stryker se teletransporta hasta la Casa Blanca para asesinar al Presidente. Lo que vemos a continuación es una genialidad de puesta en escena, planificación, montaje y música, puro cómic puesto en imágenes.
1. Superman I: "Invirtiéndo el curso del tiempo"
En mi cabeza no cabe la posibilidad de otra secuencia para el primer puesto. Es tal vez la secuencia más arrebatadoramente romántica que pueda verse en una pantalla. Superman después de no poder evitar la muerte de Lois, hace lo imposible por devolverle la vida, incluso romper las leyes de la física, vuela alrededor de la Tierra hasta invertir su rotación y hace retroceder el tiempo, evitando así la muerte de Lois. Una secuencia mítica, no sólo de las adaptaciones de comics, sino del cine en general.
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La película a lo largo de su metraje recoge una serie de agujeros en su por otra parte correcto guión, el villano siempre se sale con la suya y está un paso por delante del personaje que interpreta Howell, como si tuviera un sexto sentido para predecir cada uno de los movimientos que va a realizar, o siempre surge en el momento apropiado para hacerle la vida imposible y vuelve a desaparecer como si fuese un fantasma, tal cúmulo de casualidades hacen que la película lastre un cierto aire de incoherencia, pero se le pueden perdonar dichos defectos gracias sobre todo al gran ritmo de la historia y a la sucesión de momentos impactantes uno tras otro.
Los primeros minutos de la película son modélicos, el primer encuentro entre Howell y Hauer posee la tensión adecuada, con la introducción de John Ryder, la presencia de la lluvia, la planificación de la escena y el cada vez más extraño comportamiento de Ryder, nos hace sentir que pronto algo va a suceder. La película va al grano sin pararse en rellenos innecesarios, a los 4 minutos Ryder ya está en el coche y a los 8 le confiesa a Hasley que es un asesino, a partir de ahí las escenas de tensión no pararan de sucederse hasta el final. En ese breve viaje que comparten Ryder y Hasley se establece el juego que asistiremos durante el resto de la película, un juego del gato y el ratón que roza la pesadilla. Secuencias de gran impacto se suceden ante nosotros, Hasley tirando del coche a Ryder, Hasley intentando avisar a una familia del peligro que corren, el encuentro del coche de la familia minutos después (todos han sido asesinados, pero no se muestra a cámara), el ataque en la gasolinera que termina con ésta volando por los aires, Hasley a punto de comerse un dedo humano, la secuencia de la comisaría, Ryder asesinando a los policías que conducen el coche en el que viaja Hasley, el encuentro de ambos en un bar de carretera, la espectacular persecución entre Hasley, Nash, la policía y Ryder y las secuencias del motel y del camión antes citadas. 
La película nunca nos explica el porqué de los actos ni el pasado de Ryder, simplemente es un psicópata sin escrúpulos e impredecible, que decide hacerle la vida imposible a alguien que le hizo frente. Puede que el ahorrarnos una explicación sea más satisfactorio que recurrir a las típicas excusas que se utilizan para justificar a los villanos y es mejor considerar a John Ryder como el mal en estado puro. La interpretación de Rutger Hauer ayuda a ello, no hace falta más que ver sus gestos para saber que estamos ante un lunático peligroso. Hauer presta su carisma al personaje, que pese a aparecer de forma esporádica, extiende su presencia a lo largo de toda la película.
El director Robert Harmon muestra una puesta en escena basada en la planificación y ayudada por el excelente montaje obra de Frank J. Urioste. Da muestras de talento en momentos como la secuencia de la comisaría con Hasley descubriendo un panorama de horror y muerte, filmada con gran sentido de la precisión, el uso de la cámara lenta en la escena de la gasolinera o su aprovechamiento de los espacios abiertos que en lugar de romper la tensión, la refuerza al mostrar el personaje de Howell como un ser insignificante. Harmon firmó aquí su mejor y más popular trabajo, después de unos inicios en el cine pasó a trabajar principalmente para televisión, aunque en 2003 realizó una película titulada Sin aliento, que guarda ciertas semejanzas con Carretera al infierno.
La película ha envejecido perfectamente y sigue resultando igual de efectiva que en el momento de su estreno, prevalece su estilo directo y violento, tal y como eran las películas de terror de los 80, donde la violencia era mostrada si tapujos y la sangre aparecía a raudales. El film con el paso del tiempo ha adquirido el aura de "película de culto", debido a la participación de Rutger Hauer y al icono creado del autostopista asesino, que habrá echo dudar a más de uno antes de recoger a alguien en su coche. Una película de terror que cumple con sus expectativas de entretener y asustar al espectador, proponiéndole un adrenalítico viaje por carreteras vacías y paisajes desérticos, con el peor compañero de viaje posible sentado en el asiento de al lado.
La película no fue un gran éxito en su momento, pero sus 5.844.868 de dólares de recaudación son más que aceptables, teniendo en cuenta que su presupuesto fue de 6 millones de dólares.
