Wednesday, August 01, 2018

Atmósfera cero

"¿Mi equipo? Mi equipo es una mierda."

Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película.

En Io, una de las lunas de Júpiter, está situado un complejo minero en el que se comienzan a suceder extrañas muertes. El sheriff del lugar inicia una investigación, pero pronto se ve arrinconado por la compañía minera, que planea acabar con él.

IO
Antes de ser director, Peter Hyams trabajó para la cadena CBS realizando reportajes sobre las misiones espaciales Geminis y Apolo de la NASA. Gracias a esto, pudo ver las imágenes enviadas por el satélite Voyager de la luna Io de Júpiter, lo que sería el germen para una de sus películas más personales.
"Quería hacer un western. Todo el mundo dijo, 'No puedes hacer un western, los westerns están muertos, nadie hará un western'", admitía Hyams. "Recuerdo estar pensando lo raro que era que este género que había durado tanto, acabara de desaparecer. Pero entonces desperté y llegué a una conclusión, obviamente después que otra gente, que estaba realmente vivo y sano, pero en el espacio exterior. Quería hacer una película sobre la frontera. No sobre lo maravilloso o el glamour de ella, quería hacer algo sobre Dodge City y lo dura que era la vida."
De la suma de esos dos conceptos, Io y el western, construyó el guión de Atmósfera cero (Outland, 1981), que inicialmente conocía el título de "Io""Imaginándome el espacio como una frontera fue como tuve la primera idea para lo que luego sería Atmósfera cero," explicaba Hyams. "Cada vez que escribes un guión alrededor del concepto de frontera no tardan en venirte a la memoria diversos referentes históricos y cinematográficos. Desde mi punto de vista, los obreros que cavaron el canal de Suez son equivalentes a los pioneros que viajaron al far west en busca de oro, los que trabajan en las plataformas petrolíferas en medio del mar o los que se dedican a extraer mineral en Io. Para mí esa clase de personajes son los auténticos héroes."
Varios estudios quisieron hacerse con el proyecto, entre ellos The Ladd Company, con la cual Hyams llegó a un acuerdo para realizar la película, convirtiéndose Atmósfera cero en la segunda película de la productora. Una vez firmó el contrato, tuvo que llegar a reescribir el guión siete veces hasta dar con el definitivo. Otra cosa que tuvo que cambiar fue el título original de la película, que pasó de Io a Outland, ya que era confundido con 10 (en español 10, la mujer perfecta), popular comedia dirigida por Blake Edwards.
Sean Connery fue la primera elección de Hyams para interpretar al marshall William T. O'Niel y le ofreció el papel. El actor escocés dio el sí al proyecto porque, "me gustó le manera en la que [el guión] estaba escrito. [...] Me gusta bastante la idea de trabajar con un director que también ha escrito el guión."
Connery impuso una serie de condiciones para aceptar el papel; reescribir parte de sus diálogos, poder escoger a sus compañeros de reparto, rodar la película en Inglaterra y hacerlo dentro de un calendario muy concreto. El tener que rodar en Inglaterra se debía a que por aquel entonces el actor tenía problemas con la hacienda británica.
Para el papel de Lazarus, Hyams tenía en mente a Charles Durning, pero su hermana, la directora de casting Nessa Hyams, tras leer el guión le recomendó que contratará a Frances Sternhagen para el papel y el director le hizo caso.
Hyams quería a Peter Boyle para interpretar a Mark Sheppard, el villano del relato, y al igual que sucedió con Connery, el director consiguió ficharlo. Y el resto de miembros del reparto se completan con James Sikking (Sgt. Montone), Kika Markham (Carol O'Niel), Clarke Peters (Ballard), Steven Berkoff (Sagan) y John Ratzenberger (Tarlow).

RODAJE
Con un presupuesto de 16 millones de dólares, el rodaje tuvo lugar a mediados de 1980 y lo hizo en su totalidad en estudio, más concretamente en los Pinewood Studios de Inglaterra.
John Stears (La guerra de las galaxias) fue el supervisor de efectos especiales de la película y Roy Field (Superman) se encargó de los efectos especiales ópticos.
La película fue innovadora en el uso de nuevas técnicas de efectos visuales, utilizando para muchas de sus escenas el sistema IntroVision. De hecho, fue la primera película en utilizarlo, cosa que después harían otros films como Rambo III, El ejercito de las tinieblas o El fugitivo. IntroVision era un sistema de proyección frontal que permitía que un actor estuviera entre un fondo proyectado y elementos en primer plano, todo en el mismo plano. Y permitía crear el efecto en tiempo real, sin tener que esperar por la composición foto-química para comprobar si éste había resultado. Su creador, John Eppolito, fue el supervisor de este sistema para el película.
Para aquellas escenas que acontecen en el exterior de la Con-Am #27, se creo la ilusión que los actores se encontraban en enormes decorados filmándolos desde una distancia de 150 metros. Y en ciertos planos de O'Niel paseando en su traje espacial, se sustituyó a Sean Connery por un enano.
Para crear el complejo minero Con-Am se utilizó una maqueta en escala 1 a 200 (de unos 60 metros de largo), obra de Martin Bower, Bill Pearson y John Stears. Y para darle vida utilizaron aproximadamente 6,5 kilómetros de fibra óptica. La inspiración para el diseño industrial de la misma se debe, según Hyams a que, "las personas que construyeron el complejo minero no les preocupaba como lucía, sino por como funcionaba en proteger a la gente de un ambiente hostil."
Como director de fotografía Hyams contrato a Stephen Goldblatt (El secreto de la pirámide, Arma letal), pero durante el rodaje, sería el propio Hyams quien realizaría las funciones de cinematógrafo, ya que sólo contrató a Goldblatt para que no hiciera nada, y sirviera como chivo expiatorio para la productora, en caso que algo saliera mal con el proceso IntroVision. Esto enfureció a Goldblatt, quien no hubiera aceptado el trabajo de saber las verdaderas intenciones de Hyams. Pero como ésta era sólo su segunda película y de haberla abandonado podría arruinar su carrera, decidió seguir trabajando en ella.
En cierto momento del rodaje, el director descubrió que ciertos planos de maquetas no encajaban con las escenas rodadas con los actores, debido a una mala coordinación entre la primera unidad y las de efectos especiales. Para poder solucionarlo rápidamente, Hyams tuvo que echar mano de Goldblatt, a quien le asignó la tarea de rodar las miniaturas con una vieja cámara Panavision sin visor.
Uno de los puntos fuertes de la película son sus increíbles decorados, obra de Philip Harrison (Nunca digas nunca jamás). "Imaginé un lugar donde la funcionalidad fuera el único requisito," explicaba Hyams sobre los orígenes del diseño. "La idea de una operación minera como Con-Am #27 tendría que ser meter a tantos hombres y mujeres trabajadores en la menor cantidad de espacio absolutamente necesaria. Darles aire para respirar, comida para alimentarse, ropa para vestir y eso es todo."
Y John Mollo (La guerra de las galaxias, Alien) se encargó del diseño de vestuario. El traje especial es de los elementos más recordados de la película. Para aligerar el peso hizo que el casco fuera de plástico, colocó dos luces en la parte exterior y otras por la interior e incluyó unos ventiladores en la parte posterior, para evitar altas temperaturas dentro del traje y posibles desmayos de los actores.
Para componer la banda sonora, Hyams contrató al gran Jerry Goldsmith, ya que habían trabajado juntos en Capricornio Uno (1977) y le gustaba el trabajo del compositor. El director le dio a Goldsmith completa libertad artística a la hora de realizar la partitura, aunque éste nunca se sintió orgulloso de su ella, "tuve una gran dificultad con la película porque no podía entrar en el lado humano de ningún personaje. Sobre el papel, todo estaba en Atmósfera cero para que funcionara para mí. Pero cuando vi la película terminada no lo sentí y no fue muy agradable."
La película se estrenó en cines con el sistema de sonido "Megasound", el cual fue creado por Warner Bros. a principios de los 80. La película se grabó en seis pistas de audio Dolby Stereo, entre las cuales se repartían la música, los efectos, los diálogos, sonidos graves, etc. Y después se equiparon ciertos cines con altavoces adicionales y los sonidos de baja frecuencia (explosiones, golpes, etc) fueron dirigidos a estos altavoces a un volumen muy alto, con la intención de sorprender al público.
Seguramente esa fue la razón por la que la película fue nominada al Oscar (la única que recibió) en la categoría de mejor sonido (John Wilkinson, Robert W. Glass Jr., Robert Thirlwell y Robin Gregory). Premio que perdería frente a En busca del arca perdida.
Atmósfera cero se estrenó en los Estados Unidos el 22 de mayo 1981 y no fue un gran éxito, ya que sólo recaudó 17.374.595 de dólares.

VALORACIÓN
Atmósfera cero es la mejor película de Peter Hyams, un director bastante infravalorado, que tiene en su haber varios títulos interesantes, Capricornio Uno, 2010: Odisea dos, Apunta dispara y corre, Testigo accidental, Timecop o The relic, algunos de ellos de lo más entretenidos.
El director sabe manejar bien la historia y nos mantiene en tensión constantemente. Y compone algunas escenas muy bien resueltas, como la persecución a pie de O'Neil a Spota o la muerte por descompresión en el ascensor.
La película surgió en pleno auge por la ciencia ficción creado por los estrenos de La guerra de las galaxias y Alien, de hecho, se ven influencias de esta última, principalmente en los decorados, vestuario, tono de la historia y banda sonora.
Atmósfera cero supo conjugar dos géneros, ciencia ficción y western, siendo ese uno de sus elementos más originales, y aunque otros títulos ya lo habían hecho antes (Luna cero dos y Los siete magníficos del espacio), ésta es tal vez la película más famosa de ese curioso sub-género. Y lo cierto es que esa extraña mezcla funciona a la perfección.
"Todos somos buenos profesionales" dice Sheppard en un momento de la película y eso podría resumir perfectamente Atmósfera cero, un grupo de artesanos y profesionales trabajando juntos y creando una buena obra. Hyams, Connery, Goldsmith, Stuart Baird, Philip Harrison, John Mollo, John Stears y Roy Field, grandes nombres de la industria que dieron lo mejor de si mismos.
Tal vez el punto débil de la película son sus similitudes con Solo ante el peligro, y que le restan algunos puntos. En todo su tramo final no se puede evitar pensar en el film de Zinnemann. Y curiosamente es ese tercer acto lo mejor de la película, media hora sin apenas diálogos, sólo acción, con O'Neil enfrentándose en solitario a sus enemigos.
Uno de los elementos más interesantes de la película es que muestra un futuro de estilo bastante realista. La historia se sitúa en un complejo claustrofóbico, sucio e industrial, donde no hay lugar para rayos láser, ni naves espaciales. Los protagonistas son mineros y policías, no piratas del espacio, ni aliens provenientes de otra galaxia. Y las preocupaciones y motivaciones de los personajes son el dinero o hacer cumplir la ley. Incluso el vestuario poco o nada tiene de fantasioso y se asemeja al que podría utilizarse en la actualidad. Y esa visión del futuro tan cercana a nuestra mundo es la que la ha hecho envejecer tan bien.
El viaje de ese sheriff por hacer lo correcto según su código moral nos atrapa, sentimos su soledad y tememos por él, queriendo que salga victorioso teniéndolo todo en contra. Y es interesante que se vuelque en la investigación para tratar de olvidar el que su mujer se haya marchado, siendo una válvula de escape para su soledad. También es un acierto el no contar demasiado de su pasado, pero dejando entrever que es algo tortuoso (lo mismo que con el personaje de la Dr. Lazarus). Y para ello la película se beneficia de la presencia de Sean Connery, capaz de añadir dosis de carisma a cualquier producción. El actor escocés sabe además darle el toque de sensibilidad e indefensión necesarios a su personaje, sobre todo en esas escenas que tiene que estar apartado de su familia o en los que trata de pedir ayuda en vano sabiendo que lo van a matar.
Atmósfera cero es una entretenida historia de ciencia ficción. Una de las mejores aportaciones al género de los 80 y que debería ser recuperada de esa luna de Júpiter en la que parece haber sido olvidada. Os recomiendo a todos que viajéis a Io, un lugar lleno de acción, muerte y tensión. El viaje merece la pena.

CURIOSIDADES
Además de Atmósfera cero, las únicas películas que hicieron uso del sistema Megasound fueron Viaje alucinante al fondo de la mente (1980), Superman II (1980) y Lobos humanos (1981).
Como en la mayoría de películas de Hyams existe un personaje llamado Spota, que es el apellido de soltera de la mujer del director.
James Cameron es un admirador de la película, y utilizó el mismo nombre de la droga utilizada en la película, el polidiclórico-eutinol, para nombrar al explosivo utilizado en Terminator 2: El juicio final (1991).
La película ganó un premio Saturn a la mejor actriz secundaria (Frances Sternhagen) y fue nominada en otras cinco categorías, mejor película de ciencia ficción, mejor actor (Sean Connery), mejor guión (Peter Hyams), mejor música (Jerry Goldsmith) y mejores efectos especiales (John Stears).
Fue nominada a un premio Hugo a la mejor presentación dramática (Peter Hyams).
Conoció una adaptación en formato cómic publicado en la revista Heavy Metal y fue obra de Jim Sterank. Fue publicado entre octubre de 1981 y enero de 1982.
El nombre de la empresa minera es Con-Amalgamate, el mismo nombre de una empresa aparecida en la película Capricornio Uno (1977), también dirigida por Hyams.
Las voces de los actores Nicholas Barnes y Marc Boyle fueron dobladas.
Frances Sternhagen (Dr. Lazarus) y John Ratzenberger (Tarlow) trabajarían juntos en la popular serie Cheers (1982-93) en los papeles de madre e hijo.
Según Elliott Gould, Hyams le ofreció el papel del sheriff William T. O'Niel.
Son varias las similitudes con el western Solo ante el peligro (1952). En ambas películas se espera la llegada de un asesino o asesinos para matar al sheriff de una ciudad y éste se ve abandonado por sus comisarios. El sheriff pide ayuda a la gente de la ciudad para enfrentarse a los villanos, pero nadie se la brinda. El tercer acto de ambas películas es una larga lucha entre el protagonista y los villanos, y el primero consigue acabar con sus adversarios. Y tanto en el film de Zinnemann como en el de Hyams, el protagonista sólo recibe finalmente la ayuda de una mujer.

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