Wednesday, October 11, 2023

La zona muerta

Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película.

Por causa de un accidente de coche, John Smith se pasa cinco años en coma, tras despertarse descubrirá que tiene poderse psíquicos.

Este mes La zona muerta (The Dead Zone, 1983) cumple 40 años, y qué mejor momento que éste para dedicarle un artículo. Para esta ocasión especial, conté con la ayuda de su director de fotografía, Mark Irwin, quien me facilitó un montón de información sobre el rodaje de la película. Le estoy muy agradecido. Espero que os guste este viaje a la zona muerta.

LA ZONA KING
Stephen King publicó en 1979 su séptima (y estupenda) novela, La zona muerta, cuyos derechos de adaptación al cine fueron comprados por Lorimar Film Entertainment.
Primero Paul Monash (El misterio de Salem's Lot) hizo una adaptación de la novela para Sidney Pollack. Y después Carol Baum de Lorimar le encargó la adaptación a Jeffrey Boam (Indiana Jones y la última cruzadaJóvenes ocultos), quien tras leer la novela, creyó que tenía muchas posibilidades. Poco después Stanley Donen (Cantando bajo la lluvia) se sumó al proyecto como director, con  Pollack como productor. "Stanley estaba interesado en hacer una película que conectara con el público juvenil contemporáneo," contaba Boam a Eon Magazine"Y en ese momento Stephen King lo era, porque todos hacían películas de Stephen King." 
Tras arrastrar varios fracasos, Lorimar decidió cerrar su división de cine, y la adaptación con Donen a los mandos nunca llegó a ocurrir. 
Aproximadamente un año después los derechos de la novela fueron comprados por Dino De Laurentiis (a través de su compañía, la Dino De Laurentiis Company) y el proyecto revivió. A De Laurentiis no le gustó el guión de Boam, y le pidió a Stephen King que se encargara de escribir uno nuevo, pero tampoco le gustó éste. El futuro director del proyecto, David Cronenberg, tuvo la opción de dirigir ese guión, pero lo rechazó por ser demasiado brutal.
Según se cuenta en un excelente artículo de la revista Cinefantastique, De Laurentiis después le encargó la escritura de un nuevo guión al director ruso Andrey Konchalovskiy (Tango y Cash). Éste escribía el guión en ruso, que después era traducido al inglés, para posteriormente ser traducido al italiano, para que De Laurentiis pudiera leerlo. Este guión no funcionó y fue descartado. Aunque según el libro Cronenberg por Cronenberg fue el director polaco Andrzej Zulawski al que el productor le  hizo el encargo.
Finalmente De Laurentiis decidió contratar a Debra Hill (1997: Rescate en Nueva York) como productora para la película, y fue en ese momento que el proyecto comenzó a coger forma. Mientras David Cronenberg visitaba a su amigo John Landis se encontró con Hill, quien le ofreció dirigir La zona muerta, casualidades de la vida Carol Baum (de Lorimar) ya le había ofrecido a Cronenberg la dirección de la película (antes del rodaje de Scanners), sin saber que Donen ya había sido contratado. El director de Crash no tardó en aceptar la oferta de Hill.
Tras rodar Videodrome (1983), Cronenberg no se veía capaz de escribir un nuevo guión, así que el trabajar con un guión ajeno parecía lo más apropiado en aquel momento. Fue durante la post-producción de esta película, que el director comenzó a trabajar en La zona muerta.
Según contaba Cronenberg, llegó a recibir cinco guiones distintos y el de Boam fue el que más le gustó. Hill llamó a Boam y el guionista se pasó tres días, durante el verano de 1982, con Cronenberg y Hill revisando el libreto.
Según Boam, el guión final fue muy similar al que desarrolló para Donen. La principal diferencia entre ambos surgía en las visiones de Johnny, Donen no quería mostrarlas, en su película sólo se verían las reacciones del protagonista, pero Cronenberg quería mostrarlas directamente.
En otra gran casualidad, Boam terminó su primer borrador el mismo día en que Ronald Reagan fue elegido presidente, algo muy irónico teniendo en cuenta la carga política de la película.
El guión de Boam incluía una escena final en la que volvía a aparecer el asesino de Castle Rock e intentaba matar a Sarah, Johnny no moría por causa de los disparos que recibía en el clímax, y tenía una visión de la muerte de ella, y gracias a ella conseguía salvarla. Cronenberg decidió eliminar la escena por considerarla muy similar al falso final de Vestida para matar (1980).
Cronenberg aportó sus propias ideas al guión. Algunas fueron pequeñas modificaciones, como cambiar que el camión del accidente de John no fuera un camión cisterna cargado de combustible, si no uno que transportaba leche. Y otra más importantes, como hacer (en colaboración con Boam) que el chico del que John se convierte en su tutor tuviera 11 años, y no 18 como en la novela. Además decidió cambiar la visión que mostraba la muerte de éste, por lo que en lugar de ocurrir en el incendio de un gimnasio como en la novela (que le recordaba demasiado a Carrie), pasó a ser en un accidente de hockey.
Boam terminó su guión el 8 de noviembre de 1982. Y consiguieron un acuerdo de distribución para Estados Unidos con Paramount Pictures.

REPARTO
Cronenberg quería a Nicholas Campbell para interpretar a John Smith, con quien había trabajado en Tensión en el circuito (1979) y Cromosoma 3 (1979). Por su parte, el preferido de King para el papel era Bill Murray (según el escritor, a De Laurentiis le gustó la idea). Ni uno ni otro terminaron interpretando al profesor con poderes psíquicos, el papel recayó finalmente en Christopher Walken.
Y Cronenberg encontró un papel para Nicholas Campbell, quien terminó interpretando al policía Frank Dodd.
Martin Sheen aceptó participar en la película dando vida al desalmado político Greg Stillson, gracias a la influencia de su hijo Charlie Sheen, que era un gran fan de Cronenberg. Martin no había visto ninguna película suya, pero cuando Charlie supo que a su padre le habían ofrecido un papel en una película de Cronenberg, hizo que viera Rabia (1977) y Scanners (1981).
El deseado por el director para dar vida al sheriff Bannerman era Hal Holbrook, pero De Laurentiis lo vetó porque nunca había oído hablar de él. Al final se contrató a Tom Skerritt para el papel.
El resto del reparto lo formaron Brooke Adams (en el papel de Sarah Bracknell, el interés amoroso de John), Herbert Lom (como Sam Weizak, el doctor que atiende a John), Anthony Zerbe (quien interpreta al millonario Roger Stuart), Simon Craig (como Chris Stuart, hijo de Roger), Sean Sullivan (dando vida a Herb, el padre de John), Colleen Dewhurst (Henrietta Dodd, madre de Frank Dodd), y Géza Kovács (en la piel de Sonny Elliman, mano derecha de Stillson).

RODAJE
La película comenzó a rodarse el 10 de enero de 1983 y terminó el 26 marzo del mismo año.
Pese a que la historia ocurre en Nueva Inglaterra, en la ficticia ciudad de Castle Rock, la película se rodó principalmente en Niagara-on-the-Lake, a las afueras de Toronto (Canadá), y en otras localizaciones de Ontario.
Para hacer creíble que estaban rodando en Nueva Inglaterra, la diseñadora de producción Carol Spier tomó como inspiración a Norman Rockwell, famoso por capturar en sus obras un idealista espíritu americano.
Mark Irwin tuvo al mismo artista como referente para el estilo visual de la película. "El look de la película era hacer que pareciera que la filmó Norman Rockwell," me contó el director de fotografía. "Clásico estilo americano de Nueva Inglaterra. El misterio se vuelve más siniestro durante el día y ambienta aún mejor las escenas nocturnas: el túnel, el mirador, la casa del diputado, etc."
Por otra parte, las visiones de John Smith tenían que tener su propio estilo visual, según me explicó Irwin: "Las visiones necesitaban un vínculo visual y un corte impactante (Chris en la cama en llamas, el médico llevado a la Segunda Guerra Mundial cuando era niño), pero iluminadas e interpretadas de forma real. Sin filtros ni efectos ópticos. Sólo una visión clara y nada de ensueño."
Christopher Walken acostumbraba a utilizar delineador de ojos y rímel por aquel entonces, y los dailies del primer día de rodaje se enviaron a Dino De Laurentiis, quien el tercero se presentó en el set en su limusina, y fue directo a trailer de maquillaje, donde se encontraba Walken, y le gritó que se quitara todo ese maquillaje de la cara, ya que no tenía el aspecto de alguien que se ha pasado cinco años en coma. Desde ese día, hasta el final del rodaje, el actor no llevó ningún maquillaje.
Una de las escenas más impresionantes de la película, es la visión de John sobre el accidente de los jugadores de hockey, y como estos se hunden en un lago congelado. "Filmamos las escenas submarinas en una piscina municipal en la ciudad de Vaughn, Ontario," me explicó Irwin, "donde 10 años antes se filmó una película épica sobre desastres, Odisea bajo el mar (1973). El equipo de decoración cubrió las paredes de la piscina con lonas, y la rellenó con rocas y árboles hundidos. El equipo de efectos especiales decidió que necesitábamos hielo en la parte superior de la piscina, pero lo hicieron con ácido esteárico, que es un componente importante de la cera de las velas. Lo hicieron de unos 5 cm de grosor y fue un error. No pudimos pasar luz a través de la cera (que era tan gruesa como madera contrachapada), así que la cortaron y por eso hay tanta flotación en el agua. Todo fue filmado en Super 16 mm, ya que ese era el único equipo que tenía el equipo local de cámara submarina. Chris [Walken] estuvo presente al igual que Simon Craig, el estudiante que desencadena la visión. El corte de la visión comienza en el vestíbulo de la casa y, exactamente en la misma pose, los encontramos bajo el agua. Esa combinación más la cobertura fue fundamental y funcionó. Filmamos a 30 fps. Los jugadores de hockey que se ahogan en la historia fueron interpretados por un equipo de nadadoras sincronizadas que estaban acostumbradas a estar sumergidas y podían contener la respiración. Ambos actores fueron alimentados con oxígeno hasta la claqueta, entonces interpretaron la escena con la respiración contenida. Divertido..."
Cuando le pregunté a Irwin cual fue la escena más difícil, lo tuvo claro. "Las escenas nocturnas en el mirador se rodaron a -35º C y era difícil moverse. La iluminación de los actores con colores oscuros sobre el blanco de la nieve fue un problema, pero tuvimos cuidado con las banderas y los patrones."
"La escena del lecho en llamas también fue difícil debido al riesgo de incendio," me explicó el director de fotografía. "Muchas precauciones, incluido un tobogán que Chris podría usar para escapar de la cama en llamas. Estaba acostado en el tobogán y su 'cuerpo' era un torso falso con piernas." Ésta fue la escena más peligrosa de rodar. Para mostrar la visión, John aparece en su cama del hospital dentro de la habitación de una niña que está ardiendo, por lo que Walken tuvo que estar muy cerca de las llamas. Para evitar que se quemase se le aplicó una solución inflamable en su cara y manos. Y surgieron varias dificultades durante su rodaje. En la primera toma una de las ventanas de la habitación que debía explotar no lo hizo, por lo que tuvieron que rodar una segunda toma; tras preparar de nuevo el set después de haberse quemado, rodaron la escena, pero de nuevo una de las ventanas no implosionó, pero ese no fue el mayor problema, ya que uno de los decoradores puso un muñeco de E.T. en una estantería. Cronenberg consideraba que era un elemento que distraía, por lo que se vio obligado a repetir la escena una vez más. 
Cronenberg no es amigo de hacer storyboards en sus películas, pero en La zona muerta hizo una excepción, y el artista Jim Craig hizo storyboards para el accidente del camión y la secuencia de la Segunda Guerra Mundial. Para que de esa forma, los equipos de efectos especiales (liderados por Jon G. Belyeu) y de especialistas (con Dick Warlock a la cabeza) tuvieran claro cual era su visión en esas escenas.
Para rodar la visión de John de la Segunda Guerra Mundial en Polonia, la cual muestra una batalla, la producción barajó viajar a la antigua Yogoslavia para llevarla a cabo, pero los costes que eso implicaba terminaron descartándolo. Finalmente se rodó en una fábrica abandonada en Cheltenham (Ontario). Durante el rodaje de la escena un extra sufrió graves quemaduras, cuando un explosivo estalló demasiado cerca suya.
Cuando estaban preparando la escena en la que John trata de matar a Stillson, y éste se protege detrás de un niño al que agarra, Walken bromeó diciendo que no podía disparar porque se trataba del hijo de Sarah. Originalmente el niño era un desconocido (al igual que en la novela), pero a Cronenberg le gustó la idea que el niño que Stillson usase de escudo humano fuera el hijo de la amada de Johnny. Rápidamente buscaron a un niño que diera vida al hijo de Sarah en esa escena.
Inicialmente Charlie Sheen iba a dar vida al niño que saca la fotografía comprometida de Stillson parapetándose detrás del niño, pero como tenía problemas en el colegio, Martin Sheen preguntó si el hermano de éste, Ramon Estevez, podía interpretar el papel, y a Cronenberg le pareció bien.
Rodaron una escena inicial que finalmente quedó descartada, y que estaba presente en la novela, en la cual, John siendo un niño, tiene un accidente durante un partido de hockey, el cual activa sus poderes psíquicos. Cronenberg consideró la secuencia innecesaria, ya que era suficiente explicación que John adquiriese sus poderes a causa del accidente con el camión.
E inicialmente Cronenberg tenía previsto que John siempre apareciera físicamente en sus visiones (hay imágenes del rodaje de las visiones de la Segunda Guerra Mundial y de Camp David que muestran a Walken en ellas, y Irwin me confirmó que el actor estuvo también presente en el rodaje de la visión del partido de hockey), pero durante la post-producción decidió utilizar ese recurso sólo en dos de ellas.
Martin Sheen dio muestras del gran actor que es, cuando rodó la escena del discurso que da en una fábrica. Se hicieron tres tomas, y en cada una el actor dio hizo una interpretación distinta, y en la última llegó a meterse entre el público, estrechando manos y hablando con la gente, lo que fue totalmente improvisado.
Cronenberg quería que su compositor habitual Howard Shore (La mosca) se encargara de la música para la película, pero De Laurentiis prefería a alguien más conocido, y el escogido fue Michel Legrand (El caso Thomas Crown), pero cuando el francés supo que sólo tendría ocho semanas para componer la música, dejó la película. El director volvió a pujar por Shore y De Laurentiis aceptó, pero tras pasarse tres semanas trabajando en la partitura, el trato no se llegó a cerrar y Shore quedó fuera del proyecto. Al final Michael Kamen (Jungla de cristal) fue el compositor que se encargó de componer la música, algo que hizo en el tiempo récord de tres semanas.
La película se estrenó en territorio norteamericano el 21 de octubre de 1983, y recaudó unos correctos 20.766.616 de dólares. Nada mal, teniendo en cuenta que su presupuesto fue de 10 millones de dólares (7,1 millones según otras fuentes).

VALORACIÓN
La zona muerta es una de las mejores adaptaciones de Stephen King al cine. Consigue ser muy fiel al material original, sacando lo mejor del mismo, y dejando a un lado lo menos interesante y lo más cliché.
De entrada es un proyecto atípico dentro de la filmografía de Cronenberg, incluso la posterior La mosca (1986) está más cerca de sus intereses. Aquí no hay una relación tan directa con la nueva carne, el cuerpo humano o el sexo. Pero si se penetra en su interior, sí encontramos elementos propios del universo del director. El cuerpo de John se deteriora (acercándolo poco a poco a la muerte) conforme va teniendo más y más visiones, como le sucede a Seth Brundle en La mosca. Las visiones de John pueden verse como el siguiente paso de la evolución del hombre (como lo son los Scanners en la película homónima o los mutantes de Crímenes del futuro). No hay sexo de forma explícita, pero es un punto importante en la relación entre John y Sarah. Y como en otras películas de su carrera, su protagonista termina muriendo (casi como parte de una catarsis).
También destaca por ser la película más emocional del director, cuyos personajes o universos suelen ser más fríos y asépticos, pero aquí sabe como hacer que conectemos con los protagonistas, y estos se perciben como más humanos, como demuestra ese beso bajo la lluvia entre John y Sarah, o el momento en que John rompe a llorar delante de Chris tras ver a Sarah.
La película demuestra lo que se oculta bajo el manto de esa sociedad americana aparentemente perfecta. La película comienza con unos créditos con imágenes a lo Norman Rockwell, pero después un agente de policía resulta ser un asesino en serie, y el futuro presidente de los Estados Unidos es un sociópata megalómano. Cuando John recibe los disparos de Sonny cae agarrado a una cinta con los colores de la bandera americana, en medio de un intento de asesinato a un político americano (algo que se ha repetido varias veces en la historia de ese país).
Hay entre sus imágenes una lucha entre el bien (John) y el mal (Stillson). John se ve obligado a cometer un acto horrible, un asesinato, pero sabe que no hay otra forma de evitar la tragedia que Stillson provocará. El villano es un político, algo muy irónico en el momento de su estreno, cuando Ronald Reagan estaba en la Casa Blanca, aunque la película realmente pareció presagiar el futuro y Stillson nos recuerda más a Donald Trump.
Y hay en la película ecos del miedo a una guerra nuclear, algo imperante en la época y que el cine reflejó en varias ocasiones (70 minutos para morir, Juegos de guerraEl día despuésTestamento final).
La relación entre John y Sarah es toda una tragedia, no tanto como la de Jeff Goldblum y Geena Davis en La mosca, o la de René Gallimard y Song Liling en M. Butterfly (1993) o la de Frank Carveth y su ex-mujer en Cromosoma 3, pero es digna de la obra de Cronenberg. Desde el punto de vista de John, un día se despertó y habían pasado 5 años, y la chica que era su novia, se ha casado y tiene un hijo con otro hombre. Nunca llegaron a consumar su relación mientras eran novios, pero esto se resuelve en una de las mejores escenas de la película, cuando ella le visita para por fin acostarse y resolver eso que tenían pendiente. Me parece una escena muy adulta (ya presente en la novela, aunque con algunos cambios). También me gusta esa cena que comparten juntos con el hijo de ella y el padre de John, el protagonista vive aunque sea por un día la vida que pudo haber tenido.
Hay momentos que dicen, más que cualquier palabra, como el de John dejando el bastón en casa antes de salir a recibir a Sarah. Y hay detalles geniales, como cuando John y Stillson la primera vez que se encuentran van a estrecharse las manos, pero Stillson en su lugar le coloca una chapa en la mano a John. En esta escena John podría tener la visión de la Tercera Guerra Mundial, pero de una forma ingeniosa el guión retrasa ese momento.
Me encanta como Cronenberg visualiza algunas de las visiones de John, colocando a Walken dentro de las mismas, siendo pura magia cinematográfica. Aunque sólo lo utiliza en algunas visiones, entiendo que para no abusar del recurso, creo que de haberlo hecho en todas habría funcionado perfectamente.
Y cierra la película de una forma genial, tras resultar herido, John toca a Stillson, y tiene una visión de éste suicidándose porque han publicado una foto, en la que se protege detrás del hijo de Sarah. Sencillo y directo, aprovechando el potencial que le da las visiones de su protagonista.
Boam consigue superar el material original, el guionista coge los mejores elementos de la novela de King y los mejora. Elimina la explicación final de que John tiene un tumor en el cerebro el cual es el  responsable de su don. El accidente de coche es mucho más espectacular. Y quita de un plumazo toda la carga religiosa que se siente pesada en la novela, sobre todo en lo que se refiere al personaje de la madre de John, y que da a entender que John puede ser un enviado de Dios (se deja ver algún retazo de la temática religiosa en la personalidad de la madre, pero no carga las tintas como la novela). 
La relación con Sarah está mejor llevada, Boam utiliza la idea del libro de que su marido está metido en temas de política, para que ella haga campaña por Stillson con él, y para que así tenga sentido que se encuentre con John en el tercer acto. De esa forma se siente natural que esté presente en el clímax acompañando al político.
Además el momento en que John le da la mano a Stillson está más justificado que en la novela, donde John se dedica por diversión acudir a mítines políticos y a estrecharles la mano a estos, aquí persigue a Sarah en medio de un mitin y se topa por casualidad con el candidato a senador, quien como es costumbre en todo político, le estrecha la mano. Funciona mucho mejor.
El cambio de edad del joven del que John se convierte en su tutor beneficia a la historia. Que sea un niño lo muestra de alguna forma en el hijo que nunca tuvo con Sarah, por eso es tan adecuado que aparezca en la escena en la que John habla con Sarah y su marido. Es más entendible que John le coja cariño. Y el accidente de hockey es mucho mas creíble que el gran incendio de la novela, en el que padecen casi un centenar de jóvenes (demasiado salvaje para ser verosímil), en la película se resuelve mejor el porqué el niño se salva, y el número de muertos se reduce a dos (la visión de John viendo como se hunden en el hielo es formidable y muy impactante). El plano del padre de Chris sentado en su salón, mientras suena el teléfono, sabiendo que el responsable de la muerte de unos niños, pese a ser avisado por John, está cargado de una gran carga emocional. Como también lo está el momento en que a continuación el joven descuelga el teléfono y John, al oír su voz (y al saber que está vivo) no dice nada, Chris sabe que John está al otro lado, pero no llegan a hablarse. La escena no necesita más diálogos. 
La mayor pega que le encuentro al guión es que resulta demasiado episódico, más que la propia novela, que tiene siempre la trama en paralelo de Stillson. Creo que le perjudica ser fiel a la novela y le hubiera beneficiado una estructura más lineal, y no la sensación de ir saltando de una trama (o capítulo) a otro, ya que son muy independientes. Sobre todo el central con el asesino en serie que se desmarca de la trama principal de la película, y parece una película en si misma. Aún así ésta tiene su importancia, gracias a ella John sabe que con su don ha salvado vidas. Y la subtrama con el hijo del adinerado Roger Stuart, también es importante para la película, ya que John descubre que puede cambiar lo que ve en sus visiones. 
Hay ecos de la novela, y de como estaba concebida originalmente la película. Por ejemplo, no tiene sentido la escena del parque de atracciones, cuando John comienza a tener un gran dolor de cabeza. Esta escena deviene del prólogo que se eliminó, en el que John siendo niño tuvo un accidente a partir del cual comenzaron sus poderes psíquicos, y esa escena en la montaña rusa continúa con la idea de que ya tiene el poder de la premonición. En la novela, también hay una escena en una feria en la que John juega a la ruleta, y siempre gana. Posteriormente tiene el accidente de coche y su poder se libera totalmente. Como Cronenberg decidió eliminar el prólogo durante la post-producción, la escena de la montaña rusa no encaja en la película, pero es un mal menor.
Christopher Walken está fantástico como Johnny Smith, transmite una gran melancolía, y su interpretación es muy sutil. Captamos la soledad y dolor que experimenta el personaje en todo momento. Personalmente lo considero uno de los mejores trabajos del actor.
Cronenberg le aporta su personalidad al mundo de King. Como el momento en que el asesino de Castle Rock se suicida con las tijeras. Y es una de las películas de su filmografía que se encuentra más inspirado con la cámara, y que considero está mejor filmada. El director le saca mucho partido al material original, llegando a mejorarlo, ya que es una historia que se presta a lo visual. A Cronenberg le sucede algo similar que a Polanski o Coppola, que sacan lo mejor de ellos mismos cuando tienen que realizar un encargo, películas que no salen de su mente, pero que hacen suyas, y aportan personalidad a un proyecto más comercial de los que es costumbre en su carrera, y les permiten llegar a un mayor público. Y en el caso de Cronenberg, le salen películas tan entretenidas y sobresalientes como ésta o La mosca.
La zona muerta, pese a no ser la película más representativa de la carrera de Cronenberg es uno de sus mejores títulos (muy superior a films mejor considerados de su filmografía como Scanners, Cromosoma 3eXistenZ). Es una de las mejores adaptaciones de la obra de King. Y se ha convertido en un pequeño clásico del cine de terror, al que el tiempo le ha sentado de maravilla, por eso La zona muerta está más viva que nunca.

CURIOSIDADES
En la versión original de la escena de Camp David, Stillson disparaba al General y una vez muerto, ponía su mano sobre la pantalla de escaneo. Cronenberg consideró que la escena se acercaba en tono a ¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú (1964) y decidió cambiarla.
El día antes de comenzar el rodaje, Cronenberg hizo un pase privado de Videodrome (1983) para el reparto, la cual aún no se había estrenado.
La novela de King conoció otra adaptación, pero en forma de serie de televisión, La zona muerta (2002-2007), protagonizada por Anthony Michael Hall.
Primera película de la carrera de David Cronenberg de la que no escribió el guión.
La zona muerta fue la primera novela de Stephen King cuya trama ocurre en la ficticia Castle Rock.
Ganó el premio a la mejor película de terror en los premios Saturn. Además fue nominada en las categorías de mejor director (David Cronenberg), mejor actor (Christopher Walken) y mejor guión (Jeffrey Boam).
En la visión de John Smith, Greg Stillson (Martin Sheen) se convertirá en el presidente de los Estados Unidos. Sheen dio vida al presidente del país de las barras y estrellas en la miniserie Kennedy (1983) y en la serie El ala oeste de la Casa Blanca (1999-2006).
Tom Skerritt y Ken Pogue son los únicos actores que han trabajaron en la película y después en la serie La zona muerta (2002-2007).
El villano de la película, Greg Stillson (Martin Sheen) no aparece hasta pasada la hora de película.
En un momento de la película, Johnny Smith (Christopher Walken) menciona "La leyenda de Sleepy Hollow" de Washington Irving, años después Walken trabajaría en su adaptación al cine Sleepy Hollow (1999), dando vida al jinete sin cabeza.
Cathy Scorsese, hija del director Martin Scorsese, se pasó una semana trabajando en la película, con el responsable de efectos especiales Jon G. Belyeu.
Jackie Burroughs, que da vida a la madre de John, es cuatro mayor que Christopher Walken.
El mirador en el que John Smith tiene una visión, se construyó en Niagara-on-the-Lake a propósito para la película. Una vez la producción se marchó, pasó a formar parte de la ciudad, y se alquila para bodas. 
El poema que John Smith lee a sus alumnos es "El cuervo" de Edgar Allan Poe.

BIBLIOGRAFÍA
Entrevista a Mark Irwin (oct 2023)
La zona muerta (Stephen King, 1979)
Eon Magazine (feb 2000)
Cinefantastique Magazine (Vol 13 Nº5)
Cinefantastique Magazine (Vol 14 Nº2)
Casting Might-Have-Beens: A Film by Film Directory of Actors Considered for Roles Given to Others (Eila Mell, 2005)
Cronenberg por Cronenberg (David Cronenberg, Chris Rodley, 1992)
De Laurentiis: Producer's Picture Darkens (Los Angeles Times, 30 ago 1987)
Feast of Fear: Conversations with Stephen King (Tim Underwood y Chuck Miller, 1989)
Famed gazebo prop for movie (Niagara This Week, 4 abr 2008)

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