Tuesday, October 01, 2019

En la boca del miedo

"¿Lees a Sutter Cane?"

Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película.

Sutter Cane, el escritor más popular del mundo, desaparece y contratan a John Trent, un investigador de seguros, para encontrarlo. Trent descubre que las obras de Cane están afectando a sus lectores, quienes se están volviendo locos.


EN LAS MONTAÑAS DE LA LOCURA
Inspirado por la obra de H.P. Lovecraft, Michael De Luca, productor y ocasional guionista (y además presidente de producción de New Line Cinema), escribió en 1987 la primera versión del guión de En la boca del miedo (In the Mouth of Madness, 1994). Según De Luca su objetivo era, "que la película resultara como La invasión de los ladrones de cuerpos, con los libros siendo como las vainas y transformándote en otra cosa, en lugar de decir que las personas ya estaban locas. Es más un thriller paranoico donde te conviertes en parte de una conspiración."
De Luca le ofreció en 1988 el guión a John Carpenter, un fan de Lovecraft, para que lo dirigiera. El libreto gustó al director de Están vivos, quien consideraba que, "era una película de horror altamente imaginativa y con una premisa que no había encontrado en el género antes." Pero Carpenter tenía otros compromisos y no pudo hacerse cargo del proyecto en ese momento. Éste pasó por las manos de Tony Randel (Hellbound: Hellraiser II) y de ahí a las de Mary Lambert (Cementerio viviente), pero no llegó a arrancar.
En 1992, Carpenter y De Luca se volvieron a reunir, y esta vez el director sí pudo hacerse cargo de la película. En ese tiempo que había pasado, un par de guionistas habían estado trabajando en el guión, "pero básicamente tenía la misma historia, así que intervine y la hice mía," declaraba el director.
Carpenter tenía claras las razones que le llevaron a hacerse cargo del proyecto, "quería dirigir la película debido a la relevancia que tiene lo que está pasando tanto en América como en Gran Bretaña. Este argumento ridículo de que la violencia en la televisión y vídeo es la causa de los males de la sociedad. Cuando era pequeño eran los comics de terror los que decían, 'La religión busca la disciplina a través del miedo'. De eso trata esta cruzada moral actual." Y según el director, En la boca del miedo, "trata de la percepción acerca de la realidad y cómo, a veces, ésta no es lo que creemos. Realmente el resultado final es una fantasía paranoica sobre el final de nuestro mundo."
Uno de los principales cambios en esa labor de reescritura por parte de Carpenter, fue la idea de que la novela de Sutter Cane se convirtiese en una película. "Terminamos viendo esa película al final. Es bastante extraño, pero finalmente plantea la pregunta de si Trent está loco o lo está el resto del mundo," declaraba el director.
Carpenter había ideado una producción más ambiciosa (de unos 15 millones de dólares), pero el presupuesto marcado por la New Line de 10 millones, provocó según el director que hicieran, "una versión de bajo presupuesto de la historia." La mujer de Carpenter, Sandy King, ejercería de productora y De Luca sería el productor ejecutivo. 
El personaje de John Trent estaba escrito originalmente como alguien oriundo de Nueva York y era el deseo de De Luca contratar a un actor de esa ciudad, pero Carpenter había hecho muy buenas migas con Sam Neill en Memorias de un hombre invisible (1992), y en el momento en que iniciaron el casting el actor acababa de estrenar el bombazo de Parque Jurásico (1993), por lo que se hizo con el papel fácilmente.
Julie Carmen se llevó el papel de Linda Styles sin que Carpenter le hiciese una audición, simplemente la llamó a su casa y conversaron, "sobre el estado de la civilización," según contaba la actriz. Carmen conocía a Sandy King por haber trabajado juntas en la película para televisión Reclutas novatas (1981) co-protagonizada por Jamie Lee Curtis. La actriz tenía claro lo que la atraía del proyecto, "En la boca del miedo no es la típica película de monstruos, es una fantasía sobre cómo será el fin del mundo. [...] Es una película muy existencialista, sobre el miedo a la nada."
El resto del reparto se compuso con los nombres de Jürgen Prochnow (Sutter Cane), David Warner (Dr. Wrenn), John Glover (Saperstein), Bernie Casey (Robinson), Peter Jason (Mr. Paul), Charlton Heston (Jackson Harglow) y Frances Bay (Mrs. Pickman). Un Hayden Christensen de 12 años hizo su debut en el cine con el pequeño papel de repartidor de periódicos.

RODAJE 
El rodaje tuvo lugar entre el 23 de agosto y el 28 de octubre de 1993 en diferentes localizaciones de Canadá. Principalmente se rodó en Toronto y en Unionville, que fue el pueblo utilizado para recrear Hobb's End.
La planta de tratamiento de aguas R.C. Harris del área de The Beach (Toronto) fue utilizada para albergar la institución mental donde es recluido Trent. Las celdas por su parte, fueron construidas en un decorado. Y para la iglesia negra se utilizó la "Catedral de la Transfiguración de Nuestro Señor" una iglesia ortodoxa rusa situada en Markham (Ontario), la cual Julie Carmen describió como, "la propiedad más aterradora que he visitado."
Antes de empezar a rodar Carpenter ensayó con los actores, lo hizo durante dos semanas con Prochnow y Carmen, antes que Neill se uniese a los ensayos tras viajar desde Nueva Zelanda.
Fue un rodaje complicado donde ocurrieron todo tipo de accidentes. Rodando la escena en la que una mano rompe el cristal de la puerta de la celda de Trent, uno de los cristales cortó el cuello de Neill. Mientras filmaban la escena del muro de los monstruos, el muro aplastó el pie de Greg Nicotero, uno de los supervisores de efectos de maquillaje de la película. La escena con los dobermans atacando a los lugareños de Hobb's End provocó que algunos especialistas resultaran heridos y tuvieran que ir al hospital. Y otro problema surgió con otro perro, aquel con tres patas al que los niños persiguen por el campo, el primero que utilizaron se escapó y no lograron encontrarlo a tiempo para rodar la escena, y al final tuvieron que recurrir a otro perro.
Nicotero supervisó el diseño de las criaturas que aparecen en la película. Para ello realizó más de 200 bocetos, mediante storyboards, cuadros y dibujos. Fue un trabajo difícil según el artista ya que, "ésta es una película sobre la psicología de una mente retorcida. No había que enseñar, sino sugerir, mostrar. Además John Carpenter quería volver un poco a los viejos trucos, a los monstruos de látex." Aunque según el director esto se debió a una cuestión realmente económica, ya que este tipo de efectos, "son difíciles de hacer," reconocía Carpenter. "Si nos hubieran dado más dinero los hubiéramos hecho con efectos de ordenador, pero hicimos En la boca del miedo a la manera antigua, todo con látex."
Para dar vida a las criaturas de la escena del muro de los monstruos se utilizó una combinación de animatronics, hombres en traje y criaturas de tamaño real. Eran necesarios más de treinta hombres para operar a los monstruos.
Algunos trucos se consiguieron de formas ingeniosas, como por ejemplo, el efecto de Julia Carmen con la cabeza del revés, se logró mediante una doble que era contorsionista y que llevaba una máscara protésica boca abajo con la cara de la actriz. Como no podía ver, Carpenter tenía que guiarla con sonido en la escena.
Y la ILM se encargó de realizar los efectos visuales para el clímax de la película, donde Jeff Ginn creo decorados digitales.
Debido a las limitaciones presupuestarias, una de las escenas más espectaculares tuvo que ser eliminada. Originalmente cuando Sutter Cane liberaba a los monstruos del otro mundo al nuestro, todo el pueblo era absorbido por el libro. La escena hubiera resultado muy costosa, pero a De Luca se le ocurrió una solución más sencilla, que Sutter Cane se desagarrase como un papel, y así quedó en la película. 
La película se estrenó el 3 de febrero de 1995 en los Estados Unidos (aunque ya había pasado por varios festivales antes, como el Noir de Italia, el Gérardmer Fantasticarts de Francia y Fantasporto de Portugal) y sólo recaudó 8.924.549 de dólares. El fracaso de la película es entendible, ya que tal como admitía Carpenter tal vez, "era demasiado obtusa e intelectual para la audiencia."
Este inicial fracaso de taquilla se fue compensado con el paso de los años por el culto que empezó a generar la película debido al boca a boca, que se extendió como si de la obra de Sutter Cane se tratara, siendo considerada a día de hoy una de las mejores películas de su director.

VALORACIÓN
En la boca del miedo es un viaje a la locura, una ficción dentro de una ficción dentro de otra ficción. Una matrioshka de horror siempre original y sorprendente, que no se parece a nada que hayamos visto antes.
La paranoia que reina en la película nos recuerda a La cosa, pero aquí es diferente, ya que viene producida principalmente por la locura y la percepción de la realidad. John Trent es un hombre racional y escéptico luchando contra la sinrazón. ¿El mundo que le rodea es real o una ficción? ¿Él mismo es una ficción? ¿Toma sus propias decisiones o están escritas por otro? ¿Está loco o lo están los demás? La película juega con esas ideas, pero nunca obtendremos respuestas, y ese es uno de sus mayores aciertos.
Vista de una forma simplificada puede que la película trate de como unos seres de otra dimensión usan la obra de un escritor para que la gente crea en ellos y así entrar en nuestro mundo. Pero a otro nivel la película trata principalmente de los límites de la ficción y la realidad (¿lo que escribe Sutter Cane es real o es real porque él lo escribe?), y de los peligros de la fe cuando cae en el extremismo.
Y más temas se entremezclan con la historia, como de la influencia del arte en la sociedad, y el fin de la humanidad provocada por los propios hombres (siendo la obra de Cane su catalizador). Y plantea un punto de vista interesante, ¿si los locos fueran mayoría los cuerdos serían los locos?
Además toda la película es una narración del propio Trent, lo que nos puede hacer pensar que todo sucede en su cabeza y si está loco, su historia es sólo un reflejo de su caótica mente.
Y la coda final es fantástica, con John Trent viendo en un cine En la boca del miedo, una broma meta que es el cierre perfecto de una película tan loca como ésta.
Carpenter nos introduce de lleno en el extraño universo de Cane, y lo hace de tal forma que parece fácil, pero es increíblemente complejo como construye este mundo de pesadilla. Le añade a la historia detalles sutiles, como mostrar a lo largo de toda la película a Trent mirando lo que hay detrás de un póster del nuevo libro de Cane (una metáfora de la propia película), para culminar con ese gran momento del investigador viendo el abismo que hay ante él al otro lado de la obra desgarrada de Cane, mientras Linda narra lo escrito por éste (la mejor escena de la película). Otro momento que me encanta es la aparición del joven en bicicleta que parece tratar de huir de Hobb's End y que después se convierte en un anciano creepy, como si nos dijera que es imposible huir de allí, como lo reflejan los intentos infructuosos de Trent por escapar del pueblo en coche, regresando una y otra vez a él. Es memorable la escena en azul. E igual de brillante es el momento de Trent dentro de un confesionario hablando con Cane (el nuevo Dios del mundo), un momento muy Carpenter y con mucha mala leche. Mil y un horrores pueblan la película.
Y es que estamos ante una de la obras maestras del director, lo que es decir mucho. Carpenter nació para rodar esta película. Su estilo visual siempre elegante y clásico, y su uso del panorámico le sientan de maravilla a esta historia. Y como en la mayoría de los films de su carrera el propio Carpenter se ocupó de la banda sonora, dándole al conjunto un tono rock, que contra todo pronóstico le sienta muy bien.
De su magnifico reparto sobresale el siempre excelente Sam Neill, que nos hace creíble ese viaje por la locura que atraviesa su personaje. Es ya icónica la imagen de su cara llena de cruces pintadas.
Sutter Cane deviene en una mezcla entre Lovecraft y Stephen King, y llegamos a comprender el impacto y expectación que puede causar la obra de un autor (cabe recordar las colas que se formaron con la publicación del último libro de Harry Potter). Seguro que todos hemos sido en alguna ocasión "infectados" por una novela y nos ha hecho cambiar o emocionarnos. La película lleva esa idea al límite.
En la boca del miedo es un descenso a la locura absoluta, una mirada al abismo del más puro terror, del más clásico, del que ya no se hace. Carpenter pudo dar rienda suelta a su gusto por Lovecraft y crear así la mejor película de terror de los 90. El director volvió a demostrar una vez más que el era el rey del terror, el Shutter Kane del cine.

CURIOSIDADES
El título original de la película, "In the Mouth of Madness", es una referencia a la obra de Lovecraft "At the Mountains of Madness" (En las montañas de la locura).
En una escena de la película, Sam Neill está viendo Robot Monster (1953), que es una de las películas de monstruos preferidas de John Carpenter de cuando era un niño.
Tercera película de lo que John Carpenter llamó su trilogía del apocalipsis, siendo las otras películas de este tríptico La cosa (1982) y El príncipe de las tinieblas (1987).
El nombre de la ciudad de Hobb's End es una referencia a la estación de metro de la película ¿Qué sucedió entonces? (1967).
John Carpenter considera En la boca del miedo una de sus mejoras películas.
Al final, cuando Trent ve la película En la boca del miedo, todos los créditos corresponden al equipo real de la película, salvo los nombres de John Trent, Linda Styles y Jackson Harglow como protagonistas.
La película contiene varias referencias a la obra de H.P. Lovecraft como el nombre del hotel y su dueña, Pickman, en referencia a la historia corta "El modelo de Pickman". Y existen referencias a los "Mitos de Cthulhu" mediante los monstruos que pueblan la película (los antiguos).
Sutter Cane está inspirado en Stephen King, incluso toma su procedencia de Nueva Inglaterra. Carpenter dirigió Christine (1983), adaptación de una de sus novelas.
"Hobb" es una palabra antigua que se utilizaba para referirse al diablo.
John Trent ocupa la celda número 9 en el asilo y alquila la habitación del mismo número en el hotel de Hobb's End.
La mayoría de pasajes que se leen de la obra de Sutter Cane realmente están tomados de relatos de H.P. Lovecraft de forma literal o con algunos cambios, como por ejemplo de "Las ratas en las paredes" y "El que acecha en la oscuridad".
"Cahiers du Cinema" la incluyó en su lista de las 10 mejores película de 1995.
Las llaves del coche que se come Julie Carmen estaban realmente hechas de pasta.
Originalmente la criatura de la señora Pickman fue filmada con un hombre con un traje protésico, pero Carpenter consideró que no resultaba lo suficientemente convincente y se cambió por una miniatura.
Fue nominada a los premios Saturn en las categorías de mejor película de terror y mejor maquillaje.
La frase preferida de Carpenter en la película es, "La realidad ya no es lo que era."

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