Monday, October 03, 2022

La niebla

"Son las doce menos cinco, casi medianoche, hora para contar una historia, una de esas historias que sirven para quitar el frío."

Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película.

En el 100 aniversario de Antonio Bay, una extraña niebla llega hasta la ciudad, oculta en ella se esconden los fantasma de un navío hundido en sus aguas.

UNA HISTORIA DE FANTASMAS
Tras el increíble éxito de taquilla que supuso La noche de Halloween (1978), Robert Rehme, presidente de AVCO Embassy Pictures, no perdió el tiempo y se desplazó hasta el set de la película Elvis (1979), que John Carpenter estaba rodando para televisión, y le ofreció un contrato por dos películas. El director aceptó, y la primera película de ese trato sería una historia de fantasmas titulada La niebla (The Fog, 1980). La segunda sería la excelente 1997: Rescate en Nueva York (1981).
Al igual que La noche de Halloween, La niebla fue una película del dúo John Carpenter-Debra Hill, pareja (hasta 1979) y socios en el negocio del cine. Hill escribiría el guión con Carpenter, y sería su productora.
La idea primigenia de La niebla vino de un lugar lleno de misterio como es Stonehenge, Carpenter y Hill lo visitaron durante un viaje a Inglaterra, cuando asistieron al "Festival de Cine de Londres", en noviembre de 1977, y vieron un banco de niebla entrando en la distancia, y el director le dijo a Hill: "¿Y si hubiera algo en la niebla?" En la bruma encontraron la semilla para una película.
Carpenter y Hill escribieron el guión entre febrero y marzo 1979, y según relataba el director en su web theofficialjohncarpenter.com, "estaba destinado a ser una especie de homenaje a H.P. Lovecraft, M.R. James y otros escritores de grandes cuentos de fantasmas y lo sobrenatural." A lo que habría que sumar también a la EC Comics, y sus series "Tales from the Crypt" y "The Vault of Horror". Pero esas no fueron las únicas influencias y fuentes de inspiración. Habría que añadir varias más como el film The Trollenberg Terror (1958). "Fue una película que vi en 1958 cuando era niño," comentaba el director a Sci-fi-online"Principalmente la niebla en movimiento, esa fue la inspiración." Carpenter y Hill tomaron elementos reales para redondear el guión, como la truculenta historia del pueblo de Goleta, cuyos habitantes en el siglo XVIII, se dedicaban a provocar el hundimiento de los barcos mercantes que pasaban por sus aguas durante las noches de niebla. Carpenter encontró en el cine del productor Val Lewton otra fuente inspiración. "Quería hacer La isla de los muertos o Yo anduve con un zombie," contaba el director a Fangoria. "Me encantan las películas de Lewton; son muy sombrías, todo insinuación, y él tiene todo tipo de melodrama." Y como es habitual en su cine, también encontramos rastros de Howard Hawks, al tener un reparto coral, y a unos personajes confinados en un lugar mientras son asediados por el enemigo, como sucedía en Río Bravo (1959). 
AVCO Embassy asignó al proyecto un presupuesto aproximado de 900.000 dólares, el triple del que Carpenter había contado en La noche de Halloween.

REPARTO
El papel de la DJ Stevie Wayne recayó en la actriz Adrienne Barbeau, mujer de Carpenter (a la que conoció durante el rodaje Alguien me espía y con la que se casó el 1 de enero de 1979). La niebla fue su debut en el cine tras una carrera en la televisión.
Jamie Lee Curtis no había conseguido ningún papel en el cine tras La noche de Halloween (1978), así que Carpenter decidió escribirle uno para La niebla. De esa forma fue suyo el papel de Elizabeth Solley, que estaba inspirada en una ex-novia del director.
Además de contar con Curtis, Carpenter contrató a su madre, la gran Janet Leigh, para el papel de Kathy Williams. Y al igual que con su hija, también lo escribió específicamente para ella.
Tom Atkins entró en la película por mera casualidad. El actor era amigo de Barbeau, y ella le invitó a un pasé de La noche de Halloween, así conoció a Carpenter, quien poco después le ofreció el papel de Nick Castle, sin tener que hacer ninguna audición.
El gran Hal Holbrook se hizo con el papel del padre Malone, aunque se rumorea que la primera opción para el papel era Christopher Lee.
John Carpenter se dio a si mismo el papel (sin acreditar) de Bennett, el asistente del padre Malone. Y le pareció que lo hizo tan mal, que no quiso volver a actuar por mucho tiempo (sin contar algunos cameos, no tendría otro papel hasta Bolsa de cadáveres (1993)).
El resto del reparto lo formaron John Houseman (Sr. Machen), James Canning (Dick Baxter), Charles Cyphers (Dan O'Bannon), Nancy Kyes (Sandy Fadel) y Darwin Joston (Dr. Phibes).

RODAJE
La fotografía principal comenzó en abril de 1979 y terminó en mayo del mismo año, tras un rodaje de tan sólo 30 días.
Para encontrar el faro, una de las localizaciones principales de la película, Carpenter, Hill y el diseñador de producción y editor de la película Tommy Lee Wallace, fueron en su busca mediante un viaje en coche por la costa de California desde Los Angeles, y así llegaron hasta Point Reyes, que tenía un viejo faro, perfecto para la película. Además se daba la circunstancia de que Point Reyes era el segundo lugar más nublado de Estados Unidos (después de Nantucket Island), estaba claro que era el lugar ideal para rodar La niebla. Habían encontrado su Antonio Bay.
La película además, se rodó en otras localizaciones de California, como Bodega Bay (escena del muelle con Curtis y Atkins, y pueblo donde Hitchcock rodó Los pájaros (1963)), Sierra Madre (escenas de la iglesia), Inverness (casa de Stevie Wayne), Van Nuys (escena de la morgue) y Drakes Beach (playa en la que Andy encuentra el trozo de madera).
En los Raleigh Studios de Los Angeles, rodaron la escena de apertura de la película con John Houseman, quien al pie de una fogata, les cuenta a unos niños la historia del barco "Elizabeth Dane". El actor rodó en un solo día todos sus planos.
Aunque fue un rodaje apacible, debió ser emocionalmente duro para Hill. La productora, antigua pareja de Carpenter, tuvo que lidiar con que la protagonista de la película fuera la actual mujer del director. Pero Hill se comportó como una profesional y sacó el proyecto adelante.
Quien también demostró ser una auténtica profesional fue Janet Leigh, cuando tuvo que rodar la escena del bar, en la que rompe a llorar. Por razones técnicas, dado que era una escena larga, tuvieron que hacer 14 tomas, y la actriz lloró en cada una de ellas.
Carpenter decidió dirigir en formato anamórfico Panavision, pese a tratarse de una película de bajo presupuesto. Y Dean Cundey fue de nuevo el encargado de fotografiar la película, tras trabajar con Carpenter en La noche de Halloween (1978), y éste resultó un trabajo distinto al realizado en el film de Michael Myers. "La niebla fue un poco diferente en el sentido de que, en lugar de ser aterradora y espeluznante todo el tiempo," explicaba Cundey a Fangoria"hubo momentos que se suponía que eran agradables, por lo que tomamos muchas decisiones sobre iluminar ciertas cosas con más brillo, como cuando el personaje de Adrienne Barbeau está en lo alto del faro, transmitiendo durante el día. Parece placentero. Los exteriores eran agradables. Lleva a la audiencia por el camino de por qué la gente quiere vivir en esta ciudad, y cómo sus vidas van a cambiar cuando esta niebla maligna y sus habitantes lleguen."
La niebla es tan importante en la trama, como cualquiera de los personajes principales. Los efectos para crearla fueron obra de Richard Albain Jr. de la compañía A. & A. Special Effects, quien utilizó todo tipo de trucos, desde máquinas de niebla, hielo seco, hasta un "filtro de niebla" que se colocaba sobre la lente de la cámara.
También se crearon efectos de niebla durante la post-producción, mediante efectos ópticos. Para los planos generales de Antonio Bay, primero tomaron imágenes de la ciudad, y después en un estudio de sonido totalmente negro, replicaron a escala las formas de los edificios también en color negro, sobre los que liberaron niebla artificial. Tras filmarlo, lo combinaron con las primeras imágenes, y así se dio pie a planos amplios de la niebla moviéndose por la pantalla de forma realista, y que de otra forma no sería posible conseguir.
Para captar correctamente a la caprichosa niebla, tuvieron que filmar cientos de miles de metros de película, hasta conseguir que ésta hiciera lo que los responsables de la película querían.
Y estar continuamente bañados en niebla no hizo el rodaje fácil para nadie. "La hicieron con queroseno y agua," explicaba Barbeau a Roger Ebert. "Era maloliente y pegajosa, y toda la producción estaba impregnada de ella. Y había un problema, era lo más fácil del mundo meter la niebla en una escena, pero era casi imposible sacarla. Tuvimos que actuar al revés en algunas escenas, soplaron la niebla y nos hicieron movernos al contrario, y luego invirtieron la película para crear la ilusión de que la niebla se estaba retirando. Tuve una escena en la que tuve que pasar del terror a la aprensión, de ahí al interés y a la indiferencia, para que luego pudieran invertir la niebla."
Otra de las secuencias de la película también tuvo que crearse filmándola al contrario, fue aquella en la que Curtis y Atkins están dentro de la furgoneta, y la niebla se les echa encima. "Se realizó llenando toda la calle con niebla real, producida por una máquina de humo," explicaba Carpenter a Fangoria. "Alejamos la niebla de la cámara con una máquina de viento y dejamos que el viento se la llevara. Al invertir la película, la niebla aparecía en la distancia y luego aparentemente rodaba por la calle, hacia la cámara."
Y para crear los efectos de maquillaje, Carpenter contrató al gran Rob Bottin (La cosa), por aquel entonces un joven ex-alumno de Rick Baker. A Bottin lo llamaron cuando el rodaje ya había comenzado, y sólo necesitaban que crease un efecto óptico que hiciera que a Blake en la escena final le brillaran los ojos de color rojo, pero terminó teniendo una participación mucho mayor en la película. El artista se las apañó para colarse en la sala de proyecciones, donde el director estaba viendo los dailies de la semana anterior, y Bottin le preguntó si ya tenían contratado al actor para el papel de Blake, a lo que Carpenter le dijo que estaban barajando a varios actores. El artista se presentó voluntario para dar vida al líder de los fantasmas allí mismo, y contra todo pronóstico, el director le dio el papel. Pero no todo fue tan divertido para Bottin como hubiera pensado, ya que el papel exigía que se pasase gran parte del tiempo en el agua y no sabía nadar. En lo referente a los maquillajes, el artista siempre sorprendió al director con sus diseños, y con el nivel de perfección de los mismos. Cuando creó la cabeza de Wormface, incluso apareció con los gusanos para el personaje.
Lo más recordado de la producción de La niebla surgió durante su post-producción. La idea original de Carpenter era transmitir miedo de una forma sutil, sin mostrar sangre, pero lo que sucedió, es que cuando editó la película, el resultado no fue el esperado. "Filmé La niebla en abril y mayo, y luego me fui de vacaciones a Tahití durante diez días," contaba Carpenter en theofficialjohncarpenter.com. "Cuando regresé, corrí a las salas de edición de los estudios Samuel Goldwyn para consultar con Tommy Lee Wallace sobre cómo se estaba editando la película. Fue un desastre. Simplemente, la película no funcionaba."
En septiembre de 1979, completaron la película, con música incluida, y que tenía una duración de 80 minutos. Y sus peores temores se confirmaron, La niebla era una película de terror que no daba miedo.
Cundey tenía claro donde radicaba el problema. "Cuando la película fue vista en el pase de prueba por el público, no tenían miedo porque cuando nuestros héroes desaparecían en la niebla, no tenían idea de lo que les sucedía," contaba el camarógrafo a Cult films and the people who make them. "Y, por supuesto, desaparecer en la niebla es algo que nosotros mismos podemos hacer cualquier día y salir sanos y salvos. [...] El descubrimiento de John fue que, a menos que hubiera una sensación real de muerte y peligro para tus personajes, la audiencia no simpatizaba con el terror."
"Llegué a un punto en La niebla donde dije: 'Han visto AlienLa noche de HalloweenPhantasma y muchas otras películas," explicaba Carpenter a Cinefantastique. "Si mi película va a ser viable en el mercado, tiene que competir con ellos'." Decidido a mejorarla, y con la fecha de estreno acercándose, el director realizó una serie de cambios en la película para tratar de salvarla.
Durante una semana, en octubre de 1979, rodaron todos los reshoots, gracias a que Rehme les dio más dinero, haciendo que el presupuesto final alcanzara aproximadamente 1.100.000 de dólares.
Las nuevas escenas que se rodaron fueron, la escena inicial con la actividad poltergeist por todo Antonio Bay. La secuencia de la morgue con el muerto que vuelve a la vida. La secuencia en el "Sea Grass" en la que Nick cuenta una historia sobre un barco, y que termina con un cadáver dando un susto de muerte a Elizabeth. La escena final de Stevie Wayne en lo alto del faro mientras es atacada por Wormface y otros fantasmas. Y se aumentaron las dosis de violencia, mostrando primeros planos de las muertes, haciéndolas más explícitas. Además cambiaron la música y los efectos de sonido. 
Tras un mes de duro trabajo, La niebla era una película distinta (de 89 minutos de duración) y esta vez sí daba miedo. Cuando Carpenter vio la película terminada en diciembre de 1979, supo que el esfuerzo había merecido la pena. "Los cambios ascienden a menos del 10%, ¡pero qué diferencia!," afirmaba Carpenter en Cinefantastique.
Como en la mayoría de las películas de su carrera, Carpenter se encargó de componer la música. Inicialmente cuando el primer montaje no funcionó, el director trabajó en una partitura con la que tratar de salvar la película. Pero el resultado fue una música, "tosca y obvia." Una vez decidió rodar nuevas escenas, creyó que la película necesitaba nueva música. En el Sound Arts Studio (en Los Angeles) compuso y grabó los nuevos temas, con la ayuda de Dan Wyman en los sintetizadores. Bajo esa situación de estrés, Carpenter compuso según él, una de sus mejores partituras.
Tras ver la escena del susto en el barco, con Jamie Lee Curtis gritando después de que un cadáver caiga sobre ella, Rehme decidió centrar la campaña de publicidad en la actriz, confiando en el atractivo que tendría entre los fans del terror, ver a Curtis trabajando de nuevo con Carpenter. De esa forma se creó un póster con Curtis como gran reclamo.
AVCO lo apostó todo a la película, gastándose en la campaña de promoción más de 3 millones de dólares. Se centraron principalmente en anuncios para televisión, radio, así como en prensa escrita, y lo más original fue la colocación de 50 máquinas de niebla en los vestíbulos de los cines seleccionados para proyectar la película (con un coste de 350 dólares cada una).
Aunque estaba previsto que la película se estrenase durante la temporada navideña de 1979, Rehme decidió retrasar el estreno hasta febrero de 1980, para que la película tuviera más posibilidades de ser un éxito de taquilla. Todo ese esfuerzo y decisiones dieron sus frutos, cuando La niebla llegó a las salas de cine el 1 de febrero en Estados Unidos, pese a unas críticas tibias, resultó ser un rotundo éxito, recaudando 21.378.361 de dólares.
Carpenter se había adentrado en la niebla y consiguió salir victorioso de ella. "Bob Rehme, entonces presidente de AVCO Embassy Pictures," contaba Carpenter en theofficialjohncarpenter.com, "me envió una página enmarcada de Weekly Variety que mostraba a La niebla como la número uno de las diez películas más taquilleras del país. Todavía me detengo ante esta pieza de vanidad enmarcada, y miro el título, y recuerdo, con un escalofrío, lo cerca que estuve del borde."

VALORACIÓN
La niebla es posiblemente la película más infravalorada de la carrera de Carpenter, aunque no llega a cotas de excelencia como La cosa (1982) o En la boca del miedo (1994), es un magnífico film de terror, elegante y atmosférico como pocos.
Tiene ese gusto de las historias clásicas de fantasmas, pero con un toque moderno. Empieza de la mejor forma posible, con John Houseman contando una historia de terror, de navíos hundidos y espectros, al pie de una fogata, el lugar idóneo para hacerlo. Así nos convertimos en uno de esos niños que, absortos oyen lo que les cuenta ese viejo lobo de mar. Este arranque es uno de los mejores del cine de terror (y posiblemente de la historia del cine en general). Desde la primera escena la película nos mete en el bolsillo.
Donde la película da una versión moderna del mito del fantasma, es al mostrarlo con forma corpórea, rezumando salitre y óxido, creando de paso, una imagen de lo más memorable, con Blake y los suyos portando garfios y espadas.
Y es que Carpenter llena la película de momentos icónicos, como la aparición repentina del "Elizabeth Dane" ante los marineros del "Sea Grass". A Drake agarrando la cruz de oro que porta el padre Malone. O esas imágenes de la niebla resplandeciente acercándose a Antonio Bay.
La niebla nos habla de la creación de una ciudad edificada a base de muerte, mentiras y codicia, como la propia Estados Unidos. La película nos dice que bajo esa apariencia de falsa felicidad del american way of life, se esconde la miseria y lo peor de la condición humana (algo típico del cínico cine de Carpenter). Y ni siquiera la iglesia se salva, como demuestra la muerte final del padre Malone, cuando parece que va a salir con vida.
Creo que el punto débil de la película es el guión, pese a tener una buena base y elementos interesantes (que deban morir seis descendientes, tantos como conspiradores hubo en el pasado), tiene ciertos agujeros que lo colocan como uno de los guiones menos redondos del director.
Hay cosas que no funcionan, como por ejemplo, que Stevie no salga del faro para ir a salvar su hijo, y que simplemente pida ayuda por la radio para que alguien le rescate, sin saber si lo harán, y además alerta a su hijo sin saber tampoco si éste estará escuchando la radio. Y después se justifica diciendo que no puede moverse del faro porque tiene que alertar al pueblo, lo que es muy poco creíble. Cuando hubiera tenido una fácil solución de guión, como por ejemplo, que la DJ no pudiera salir del lugar por estar la niebla rodeándola.
Tampoco tiene sentido que Janet Leigh y Nancy Kyes huyan de la niebla al final de la película como alma que corre el diablo, sólo porque Stevie lo diga por la radio, cuando ambas no tienen constancia en ese momento que nada raro pase con ella.
Pero más allá de un guión no del todo trabajado, la película es una pequeña maravilla, Carpenter aprovecha como nadie el formato panorámico, la atmósfera casi se puede palpar, el reparto cumple sobradamente, y la película tiene un gran ritmo, a lo que ayuda su ajustada duración.
Me gusta esa idea de que en la hora embrujada, justo después de la medianoche, sea cuando los fantasmas tiene cancha libre para actuar, le da una mayor dosis de misterio al relato. Carpenter va creando tensión poco a poco, como ese fenómeno poltergeist que sacude al pueblo, y que mediante pequeños detalles crean el presagio de que algo malo pasará a continuación. Y al comprimir la historia en un único día, aumenta la tensión todavía más (todo ocurre desde una medianoche hasta la del día siguiente). La estructura de la película hace que empiece de forma inmejorable, con la niebla llegando por primera vez a Antonio Bay y haciéndonos ver su peligro. Y lo que sucede hasta la siguiente noche, sirve para presentar al resto de personajes y plantear las situaciones que se resolverán en el tercer acto. Y en el segundo acto, cuando la caída del interés podría hacer acto de presencia, Carpenter consigue captar nuestra atención con escenas como la del "Sea Grass" y el doble susto a Jamie Lee Curtis (uno de los más conseguidos de su carrera), o la escena de la morgue (aunque no tiene sentido que el muerto se levante, ya que no sucede dentro de la hora embrujada, pero que sirve como otro momento shock para animar la función).
Como en otras películas de su filmografía, el director vuelve a confinar a unos pocos personajes en un lugar mientras son asediados por un enemigo externo, lo que nos recuerda a Asalto a la comisaría del distrito 13 (1976) o El príncipe de las tinieblas (1987). Sólo que aquí lo hace en el clímax y por partida doble (faro e iglesia). Esa sensación de encierro y amenaza sirven para aumentar la sensación de angustia.
Carpenter se confirmó como un director de talento y demostró una mayor madurez con respecto a La noche de Halloween. Sólo hay que ver ese plano muy Hitchcock en el que nos cuenta la vida de Stevie sólo con unas fotografías. Y hay que reconocerle su buen instinto, al detectar lo que no funcionaba de su película y lograr solucionarlo.
Y la película disparó la carrera de Curtis, asentándola a comienzos de los 80 como la scream queen por excelencia.
Tal vez por vivir en una ciudad con mar, en la que abundan las historias de navíos hundidos, es por lo que siento cercana a La niebla, como si hubiera respirado ese ambiente de salitre y leyendas locales que tan bien transmite Carpenter, y tal vez por eso es una de mis películas preferidas del maestro del terror.
Y es que La niebla tiene el aroma de las buenas historias de fantasmas. Es aterradora, pero al mismo tiempo sus imágenes esconden mucho más de lo que parece a simple vista. No seáis como esos que en el momento de su estreno, la bruma les impidió ver una gran película. Otear el horizonte hacia la oscuridad y adentraros en la niebla, merecerá la pena.

CURIOSIDADES
A finales de los 80, se barajó la posibilidad de realizar una tv movie a modo de secuela, escrita por Dennis Etchison, pero finamente Carpenter canceló el proyecto.
Tanto le gustó Point Reyes a Carpenter, que se compró una casa allí.
Fue idea de Debra Hill, comenzar la película con la cita de Edgar Allan Poe: "¿Todo lo que vemos o percibimos es sólo un sueño dentro de un sueño?"
Varios personajes de la película se llaman como colaboradores habituales de Carpenter. Ahí tenemos a Nick Castle (como el guionista de 1997: Rescate en Nueva York), Dan O'Bannon (al igual que el guionista de Estrella oscura), Tommy Wallace (como el editor de La noche de Halloween) y la Sra. Kobritz (en referencia a Richard Kobritz productor de Alguien me espía).
Debra Hill se encargó de rodar planos de segunda unidad.
Fue el debut en el cine del actor Ty Mitchell.
Stevie Wayne menciona en su programa de radio al grupo "The Coupe de Villes", que no es otro que el grupo real compuesto por John Carpenter, Nick Castle y Tommy Lee Wallace.
Fue nominada a los premios Saturn en las categorías de mejor película de terror y mejores efectos especiales (Richard Albain Jr., Tommy Lee Wallace y James F. Liles).
Ganó el premio de jurado en el Festival de cine fantástico de Avoriaz de 1980. Carpenter y Hill habían ganado el mismo premio el año anterior con La noche de Halloween.
Además de ser el editor y diseñador de producción de la película, Tommy Lee Wallace también dio vida a uno de los fantasmas.
Las escaleras de caracol vistas en el faro, fueron parte de los decorados de 20.000 leguas de viaje submarino (1954).
Debra Hill tiene un cameo, es una de las asistentes del festival, y se la puede ver detrás de Janet Leigh cuando se marcha del lugar.
La decisión de convertir a Stevie Wayne en una DJ de una emisora de radio de jazz, se tomó porque era más barato que conseguir derechos de canciones rock.
El doctor de la morgue se llama Dr. Phibes, que es un claro homenaje al personaje que Vincent Price interpretó en El abominable Dr. Phibes (1971) y El retorno del Doctor Phibes (1972).
En la escena final entre el padre Malone y Blake, cuando Nick hace que Andy retroceda, se puede ver una inscripción en la pared que pone "H. Hawks", una referencia al director Howard Hawks, del que Carpenter es fan.
Rupert Wainwright dirigió el remake de la película, Terror en la niebla (2005), producido por John Carpenter y Debra Hill.
En febrero de 2021, Carpenter declaró que había conversaciones para realizar una secuela de la película.

BIBLIOGRAFÍA
Fangoria Magazine (Nº 5, 6, 8)
Fangoria Legends Presents 002 John Carpenter
John Carpenter interview (Sci-fi-online)
Interview with Adrienne Barbeau (rogerebert.com, 3 feb 1980)
Cinefantastique Magazine (Vol 10, Nº 1)
Starlog Magazine (Nº 125, 132)
Comentarios del director (DVD extra)
Interview: Dean Cundey (Cult films and the people who make them, 23 mar 2013)
Imágenes de actualidad (Nº 253)
Jamie Lee Curtis: Scream Queen (David Grove, 2021)
John Carpenter Interview (NME, 9 feb 2021)
AFI - The Fog (catalog.afi.com)
Interview - Tom Atkins (Cryptic Rock, 25 oct 2019)
My Time With Terror with Jamie Lee Curtis (2013)
Tales from the Mist: Inside 'The Fog' (2002)

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