Thursday, May 21, 2015

9º aniversario de "Películas de culto"

Cuando creé el blog hace 9 años, no sabía en que se convertiría, y tras años y años escribiendo, poco a poco el blog fue revelando su verdadera forma y se puede resumir en una simple frase, "detrás de cada película hay una gran historia", indistintamente de si la película es buena o mala, siempre hay una historia que contar y yo quiero contarla. Además, y eso siempre lo tuve claro, está el expresar mi opinión sobre ellas. Creo que la reseña tiene valor si se vierte una opinión en ella, un punto de vista, puede que no coincida con el tuyo, pero ahí radica su interés y puede llevar a un debate o a una animada discusión.
Sé que escribo reseñas extensas, a veces demasiado, pero a eso me ha llevado al escribir una tras otra, he descubierto que eso es lo que sale de mí, podríamos llamarle estilo, yo simplemente considero que es la forma de como tengo que hacerlo, es lo que diferencia al blog de otros, y no tendría gracia que todos los blogs se parecieran.
Y hay otra cosa que he aprendido después de todos estos años, tener un blog es un acto colectivo, una vez publicas algo es ya parte del mundo, deja de ser simplemente algo que tienes en tu cabeza. Eso quiere decir que vosotros sois parte del blog, sin gente que lo leyese, posiblemente Películas de culto dejaría de existir. 
Espero poder seguir haciendo esto y seguir aprendiendo cada día y por supuesto que vosotros encontréis un tiempo de vuestras vidas para leerlo, sé que no es fácil, pero yo estoy muy agradecido. Simplemente gracias por forma parte de esto.

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Friday, May 01, 2015

Mad Max 2: El guerrero de la carretera

"Sólo me quedan recuerdos. Recuerdos que evocan el pasado. Una época de caos. De sueños frustrados. Este páramo. Pero sobre todo recuerdo al guerrero de la carretera."

Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película.

Max intenta sobrevivir en un mundo postapocalíptico, donde lo más preciado es el combustible. Ve una oportunidad de oro al encontrar una colonia que vive en una refinería, en la que hay todo el combustible que pueda necesitar. Pero los Merodeadores, una banda de salvajes asesinos, también la han encontrado y harán lo que sea por hacerse con ella. 


Este mes se estrena la esperadísima Mad Max: Fury road (2015), momento inmejorable para hablar de la que para mí es, hasta el momento, la mejor entrega de la saga, Mad Max 2: El guerrero de la carretera (Mad Max 2, 1981), película que convirtió a Mad Rockatansky en leyenda.

EL REGRESO DE MAX
Mad Max: Salvajes de autopista (1979) fue un enorme éxito comercial, aquella pequeña producción de las antípodas, que sólo había costado 400.000 dólares australianos, terminó recaudando a nivel mundial 100 millones de dólares norteamericanos. Pero no estaba en mente de su director, George Miller, el realizar una secuela de su éxito. Pero tras conocer al periodista Terry Hayes, eso cambió.
Los caminos de Miller y Hayes se cruzaron, cuando el segundo se encargó de la novelización de Mad Max: Salvajes de autopista. Ambos iniciaron una relación profesional y comenzaron a trabajar en varios guiones. Pero conforme pasaba el tiempo, Miller cada vez estaba más interesado en realizar una secuela de Mad Max. De esa forma empezaron a escribir juntos la segunda parte de las desventuras de Max Rockatansky, a lo que les ayudó Brian Hannant, futuro director de segunda unidad de la película.
Miller se dio cuenta que, sin pretenderlo, Mad Max: Salvajes de autopista trataba sobre un clásico héroe mitológico y ese sería el punto de partida para la secuela.
Miller, Hayes y Hannant tuvieron como gran fuente de inspiración el libro "El héroe de las mil caras" de Joseph Campbell. Fue Hayes quien trajo la obra de Campbell al proyecto, con su estudio de la mitología del héroe. Los guionistas pusieron en práctica lo aprendido de sus escritos, tal y como demostraba Miller, "regresamos a ese núcleo mitológico, una parte de la saga del héroe es la fase del héroe abatido. Esa es la fase que se aborda en Mad Max 2. [...]. [Max] es una persona que no cree en el reconocimiento de su parte humana. Siente que el único camino de la supervivencia espiritual es a través de una completa falta de emoción. Entonces, con una gran reticencia, se convierte en el salvador del nuevo orden. Salva a otros, así que puede haber un renacimiento."
Otra gran contribución de Hayes, fue la popular narración del prólogo de la película, "lo que sucedió es que fue al director George Miller, a quien se le ocurrió esta brillante idea de hacer ese montaje al comienzo en blanco y negro y no revelar quien es el narrador," recordaba el escritor. "Me pidió que me sentase y escribiese esta narración. Me pregunté que imágenes íbamos a usar para apoyarla. No podemos tener a un tío hablando sobre una pantalla en negro. No teníamos dinero para filmar nada y todo lo que se me ocurrió fue usar material de archivo. Pasamos muchas semanas en la sala de montaje mirando imágenes de noticiarios sobre cataclismos que habían sucedido en el mundo y cosas que podrían apoyar la clase de pensamientos que trajimos al comienzo de la película. Así que fue una experiencia de escritura interesante porque no tenía sólo que escribir las palabras que se adaptaran a las imágenes, tenía que encontrar las imágenes que se adaptasen a las palabras. Escribí un montón de cosas que creo eran buenas, pero no pudimos encontrar las imágenes para ellas."
Y en esas palabras se gestó el pasado del mundo de Max, en la primera parte no se explica porque la sociedad llega a tal punto de salvajismo, que se ha acrecentado todavía más en esta secuela. De modo que sus responsables decidieron darle un sentido en Mad Max 2 y no fue otro que una guerra entre las grandes potencias del hemisferio norte. Y contra lo que muchos creen, ésta no fue una guerra nuclear, así lo puntualizaba Miller, "las dos películas entran en la categoría de historia postapocalíptica, pero no en el de postnuclear." Y tras esa catástrofe lo que sucedió en Australia fue, "una ruptura del orden social. La gente empezó a apoderarse de todo y se volvió loca porque sabían lo que se avecinaba," según explicaba Hayes.
Mel Gibson repitió su papel de Max Rockatansky, por el que cobró 120.000 dólares australianos, toda una mejoría para el actor, que había cobrado sólo 15.000 por la primera parte. Pero el rodaje no fue fácil para Gibson, "filmamos en el único lugar al que nadie iría, donde las empresas de limpieza de excrementos de mascotas tiraban toda su mierda," recordaba el actor. "No era para nada glamuroso. Era bajo presupuesto. Veinticinco tíos en el equipo. No tenías un trailer. ¿Quieres cambiar tu vestuario? Pues ve al lado de la carretera y quítate la ropa allí. Así fue." Aun así el actor reconoce que ésta es su película preferida de la saga.
Uno de los grandes descubrimientos de la película fue Vernon Wells, que dio vida al mítico villano Wez. Fue la mujer de Miller quien descubrió al actor, tras verlo en una obra de teatro y se lo recomendó al director. "George vino para una reunión y después de una hora contando chistes sucios cada uno se fue por su lado," recordaba Wells. "Un mes más tarde recibí una llamada diciéndome que había conseguido el papel. Todavía no tenía ni idea de que trataba la película o el papel. No fue hasta que tuve que ir a Sídney para una prueba de vestuario que empecé a entenderlo. Originalmente pensé que no podría realizar el papel y a mi manera estaba intentando escapar del papel. Una vez conseguí el vestuario completo, George me paró enfrente de un espejo y me cagué de miedo. Después de que George me hiciese actuar pensé que probablemente podría hacer el papel."
El resto del reparto se compuso con los actores Bruce Spence (como el Capitán del Gyro), Michael Preston (que interpretó a Papagallo, líder de los hombres de la refinería), el enorme Kjell Nilsson (en la piel y músculos del villano Humungus), Emil Minty (dio vida al Feral Kid), Virginia Hey (como Warrior Woman) y Max Phipps (en el papel de The Toadie).

RODAJE APOCALÍPTICO
El presupuesto de la película fue de 4,5 millones de dólares australianos, lo que la convirtió en la película más cara jamás filmada en Australia hasta aquel momento. Ese holgado presupuesto (para los cánones de Australia) le permitió tener el set más caro de la historia del cine de su país (la refinería epicentro de la historia) y también les dio alas a sus responsables para realizar una película mayor que su predecesora en todos los aspectos.
La fotografía principal tuvo lugar entre los meses de mayo y julio de 1981, en localizaciones de Nueva Gales del Sur (Australia), más concretamente en las áreas de Broken Hill y Silverton. Y fue un rodaje de lo más accidentado como podremos ver en unos párrafos.
La diseñadora de vestuario Norma Moriceau contribuyó a la película con un vestuario mitad punk, mitad S/M, que quedó para el recuerdo. Moriceau se inspiró en una tienda de ropa sadomasoquista que había cerca de su casa en Sídney. Y el vestuario se consiguió de tiendas de artículos y ropa de segunda mano, outlets deportivos y tiendas de sadomasoquismo.
Se llegaron a usar más de 80 coches y casi la mitad fueron creados para la ocasión. El director artístico Graham 'Grace' Walker y su equipo tuvieron libertad para crear los vehículos más sorprendentes que pudiesen imaginar, lo cual fue muy divertido para ellos porque la legislación sobre vehículos en Australia era muy estricta.
Pero sí hay un coche que destaca por encima del resto en la película, ese es el de Max, el último de los Interceptores V8. Después del rodaje de la primera parte se destruyeron todos los coches que intervinieron en la película, todos menos el Interceptor que conducía Max, alguien pensó que era demasiado bueno como para perderlo y lo salvó. Cuando la segunda parte comenzó su postproducción, alguien del equipo de la película descubrió que el coche se había salvado y tras encontrarlo, fue comprado de nuevo. Este coche se usó para los planos de interior y de cerca del coche, una vez terminado el rodaje fue restaurado y actualmente se encuentra en el "Cars of the Stars Motor Museum" de Keswick (Inglaterra). Se construyó un segundo coche para las secuencias de persecuciones y que fue destruido en la escena en Max se estrella con él y después vuela por los aires.
El rodaje fue un desafío constante para todos los implicados, pero principalmente para los especialistas, dado el gran número de escenas de acción que había en la película. Pero la que se lleva la palma es la persecución final con el camión, donde surgieron todo tipo de problemas y retos.
Para rodar los planos de Mel Gibson conduciendo el camión, el director de fotografía Deam Semler y su asistente de cámara iban en la parte frontal del camión con la cámara, la cual colgaba de una cuerda elástica unida a un tubo. Al principio todo iba sobre ruedas, pero conforme el camión empezó a aumentar su velocidad y por causa del mal estado de la carretera, a Semler le era imposible mantener el ojo dentro del ocular de la cámara y comenzó a golpearse contra él, hasta tal punto, que el ojo comenzó a sangrar, por lo que Semler no podía ver realmente lo que estaba filmando. Pero eso no le detuvo y siguió filmando allí donde el creía que sucedía la acción. Cuando vio el metraje en los dailies descubrió que éste era "increíblemente excitante," según sus propias palabras.
Y es durante esa persecución que tiene lugar el momento más espectacular de los realizados por el equipo de especialistas, el momento en el que uno de los motoristas se estrella contra un coche y sale volando por los aires. Lo cierto es que esa escena fue un accidente real. Estaba previsto que el especialista Guy Norris volara por encima del coche sin golpearlo, pero algo salió mal a la hora de rodar y el especialista impactó realmente contra el coche, lo que provocó que se rompiese una pierna. La escena fue considerada tan dramática que se mantuvo en la película.
Y el final de la persecución guarda otro de los grandes momentos del rodaje y es la espectacular colisión entre el camión que conduce Max y el vehículo en el que viaja Humungus. Para garantizar que el vehículo saltase literalmente por los aires con el impacto, se dejaron piezas del mismo sin apretar. Por seguridad, en el camión se quito todo el vidrio, además el parabrisas fue sustituido por una malla de acero, para evitar así que partes del coche entrasen en el camión y que no hubiese vidrio que pudiese herir al conductor. Además se construyó una estructura detrás de la cabina del camión, para que en el caso que la fuerza del impacto rompiese el soporte que lo unía al tanque de combustible, éste no atravesase la cabina. El especialista Dennis Williams fue quien se encargó de realizar la escena al volante del camión y todo salió como estaba previsto. Todo, salvo una cosa, la colisión causó en el camión más daños de los esperados y no pudo filmarse en el mismo día el momento en que éste volca, tal y como estaba planificado. El camión tuvo que ser reparado es mismo día y fue volcado al día siguiente.
Pero hubo otras escenas con especialistas que no salieron tan bien. Por ejemplo, el momento en el que el Capitán del Gyro suelta una serpiente sobre uno de los coches de los Merodeadores y provoca que éste se estrelle. El especialista Max Aspin fue el encargado de conducir el coche, el cual estaba previsto que saltara por los aires mediante una rampa y se fuera a estrellar contra una pila de coches accidentados, golpeando al que estaba en lo más alto, lo que haría su aterrizaje más suave. Pero el vehículo impactó contra el coche con más fuerza de la prevista y cayó al suelo con más violencia de la esperada. Por causa de esto Aspin se rompió una pierna y acabó en el hospital.
La explosión de la refinería fue la mayor jamás vista hasta entonces en una película australiana y como es lógico, para realizarla se tomaron todas las medidas de seguridad posibles. Se notificó a las líneas aéreas, se cerraron todas las minas en el área de Broken Hill para evitar posibles atrapamientos bajo tierra, en caso de producirse derrumbamientos y además toda la zona fue estrictamente vigilada. La explosión se filmó desde diferentes ángulos de cámara y sólo se puede decir que luce espectacular.

DESPUÉS DEL APOCALIPSIS
El montaje original era mucho más violento y sangriento que el de la versión estrenada en cines, pero la película sufrió de varios cortes por parte de los censores australianos. Para su estreno en Norteamérica, la MPAA volvió a meter mano a la película, cortando dos momentos, el de Wez quitándose una flecha que tiene clavada en el brazo y el plano de su novio con un boomerang clavado en su cabeza mientras yace muerto en el suelo.
La película se estrenó en Australia el 24 de diciembre de 1981 y resultó todo un éxito con 10.813.000 de dólares australianos recaudados. Cinco meses más tarde llegaría a las pantallas norteamericanas, donde el éxito también la acompañó, sus 23.667.907 de dólares recaudados lo atestiguan. Fue el primer film australiano en conseguir una amplia distribución en EE.UU., en nada menos que 704 salas (a modo de comparativa, Poltergeist lo hizo en 890).
Su éxito se vio también reflejado en forma de premios. La película ganó varios galardones del "Instituto de Cine Australiano" (AFI), que vienen a ser los "Oscars" de Australia, en las categorías de mejor director (George Miller), mejor sonido (Roger Savage, Bruce Lamshed, Byron Kennedy, Lloyd Carrick, Marc van Buuren, Penn Robinson y Andrew Steuart), mejor diseño de producción (Graham 'Grace' Walker), mejor diseño de vestuario (Norma Moriceau) y mejor montaje (David Stiven, Tim Wellburn, Michael Balson, Christopher Plowright y George Miller). Siendo además nominada en las categorías de mejor banda sonora original (Brian May) y mejor fotografía (Dean Semler).
Además la película ganó el Gran Premio del "Festival de Cine Fantástico de Avoriz". Obtuvo el premio Saturn a la mejor película internacional. Y fue nominada al premio Hugo en la categoría de mejor presentación dramática (George Miller, Terry Hayes y Brian Hannant).
Mad Max 2: El guerrero de la carretera fue una película muy influyente, que caló hondo en la cultura popular, por ello tras su estreno surgieron mil y una imitaciones. Podemos ver sus señas de identidad en films como El guerrero del amanecer (1987), Waterworld (1995) o Doomsday (2008). Pero sobre todo su influencia se materializó en infinidad de títulos de serie B y explotaition de los 80, que llenaban los videoclubs de la época, Destructor (1982), El guerrero del mundo perdido (1983), Stryker (1983), El exterminador de la carretera (1983) o Ruedas de fuego (1985), son sólo unos pocos ejemplos.

VALORACIÓN
Mad Max 2: El guerrero de la carretera revolucionó el mundo de Max, le dio un pasado, una explicación, una lógica y mejoró todo aquello que ya estaba ahí en la primera parte. No sólo es una película más grande y ambiciosa, también es un film mejor.
Lo más interesante de la película es como desarrolla la mitología del protagonista. Max crece como personaje y evoluciona, no sólo desde que lo vimos por última vez al final de la primera película, también lo hace a lo largo de ésta. Durante gran parte del film, Max vive al margen de todo y carece de cualquier interés por la humanidad, todo lo que le ha sucedido en el pasado le ha hecho perder su fe en ella, pero a su pesar termina salvando a un grupo de personas y consigue así su redención, vuelve a convertirse en un ser humano de nuevo, pero para el resto de los hombres se convierte en un mito. 
Y si esa evolución nos resulta creíble, es gracias, en gran medida a Mel Gibson. El actor está dotado en todo momento de un gran carisma, sin importar los crueles y egoístas que sean los actos de su personaje. Max se convierte en el perfecto arquetipo de antihéroe, es un superviviente y hará lo que sea para seguir con vida. A Gibson el papel le sienta como un guante, actor y personaje han quedado unidos para siempre.
Miller compone un retrato de un mundo loco y caótico de una forma creíble, en seguida estamos metidos en la acción, de hecho la película no pierde un segundo y arranca en medio de una persecución. Este mundo de locura y salvajismo parece en todo momento auténtico y palpable, muchas películas han imitado su estilo, pero ninguna ha resultado tan brillante como Mad Max 2.
Las relaciones entre personajes se desarrollan sin apenas palabras, como la de Max y el Feral Kid (personaje memorable para mí). Toda la película es una obra marcadamente visual y los diálogos son algo secundario. Y así la película sigue esa máxima del cine de contar una historia apoyándose en las imágenes. Más allá de la acción o la violencia, Mad Max 2 es auténtico cine. 
Las escenas de acción están rodadas con mucho nervio y destreza por parte de Miller, todas las persecuciones son trepidantes y adrenalíticas. Además en todo momento sabemos lo que sucede en pantalla y no resulta en ningún momento caótico. Y Miller lo hace sin escatimar ni un ápice de esa violencia que tan bien le sienta al mundo de Max. La propia energía cinética de la película la empuja adelante, terminando con una de las mejores persecuciones de la historia del cine.
Además el director nos brinda detalles de maestro. Como la muerte en off del perro de Max. Ese fantástico travelling aéreo que nos introduce en la persecución final. O como nos muestra el horror de una violación a través de un simple gesto del Capitán del Gyro.
Pero hay un detalle que personalmente me encanta y es toda la parte en la que Max observa la refinería desde lo alto de una colina. Miller siempre utiliza una determinada distancia focal para mostrar lo que se ve desde la perspectiva de Max. Cuando éste usa unos prismáticos para observar el ataque de los Merodeadores a dos de miembros de la refinería, el director usa entonces una distancia focal diferente (como es lógico, con mayor zoom) y usa siempre la misma mientras Max mira por los prismáticos. Pero cuando el protagonista le quita al Capitán del Gyro su catalejos, Miller vuelve a cambiar la distancia focal (aumentando todavía más el zoom), manteniendo la lógica anterior de que Max debería ver todavía más de cerca y vuelve a mantener dicha distancia focal siempre que Max observa a través del catalejos. Miller juega con todas esas distancias focales para variar de planos generales, medios planos y primeros planos, es decir, usa un recurso cinematográfico integrándolo en la puesta en escena de la secuencia. Esto es algo que parece sencillo, pero es algo en lo que muchos otros directores frecuentemente fallan, pero Miller es siempre coherente con su puesta en escena. Y para mí ahí radica su talento.
En el mundo de Max, hombres y máquinas son un todo, un único ser. Sin máquinas con las que moverse, los hombres estarían muertos y éstas sin los hombres que las alimenten, no serían más que trozos de metal. La humanidad ha llegado a un punto de simbiosis con las máquinas.
Y el combustible es el santo grial de este caótico mundo, la gente mata por él, vive por él, todo se ha reducido al más mínimo común denominador. El combustible es vida, es la sangre que recorre las venas de las máquinas y los hombres derramarán la suya propia por conseguirla o protegerla. Es una visión realmente desoladora del futuro del hombre.
Mad Max 2: El guerrero de la carretera es por méritos propios un clásico de la ciencia ficción y una de las mejores películas de acción de los 80. ¿Quién no recuerda el momento en el que The Toadie pierde varios dedos al querer atrapar el boomerang del Feral Kid? ¿Al Capitán del Gyro pelearse con el perro por una lata de comida para perros? ¿La imagen de Humungus con esa máscara de hockey? ¿Al Feral Kid fascinado por como Max hace sonar una cajita de música? ¿Al Interceptor volando por los aires? ¿O a Wez reapareciendo una última Wez cuando lo creíamos muerto? La película no sólo es un clásico, es icónica.
Muchas veces he regresado al páramo y me he perdido por estas infinitas carreteras rodeadas de polvo y muerte. Siendo el compañero de viaje de Max, perseguido por los Merodeadores o buscando un poco de gasolina. Cada viaje ha merecido la pena, no ha podido ser más excitante. Siempre recordaré al guerrero de la carretera. Al hombre al que llamamos Max.
Puede que Max se convierta en un mito para los hombres de la película, pero para la historia del cine se convirtió en una leyenda.

CURIOSIDADES
En toda la película Mel Gibson sólo tiene 16 líneas de diálogo.
La película fue filmada en sentido cronológico, siguiendo el orden que marcaba el guión.
El presupuesto de la película fue aproximadamente diez veces mayor que el de la primera parte.
El perro de Max se llama simplemente "Perro" y es de raza Pastor Ganadero Australiano. Miembros del equipo lo encontraron en una perrera local, cuando buscaban un perro para la película y lo sacaron un día antes de ser sacrificado. Fue elegido entre otros perros, debido a que recogió una piedra del suelo y jugó con ella como si fuese un juguete, lo que les demostró a los miembros del equipo que podría ser entrenado para la película. Al principio el ruido de los motores lo molestaba tanto, que llego a hacerse sus necesidades en el coche. Por eso el equipo le puso unos tapones especiales para evitarle molestias. Cuando el rodaje terminó uno de los operadores de cámara lo adoptó. Esta fue la única película en la que participó.
Aunque no lo parezca, existe una verdadera cronología en las películas de la saga. Mad Max 2 acontece 3 años después que la primera parte y Mad Max 3 lo hace 15 años después de la segunda.
Vernon Wells hizo una parodia de Wez en La mujer explosiva (1985).
La película fue retitulada en Norteamerica como "The Road Warrior", porque en el momento de su estreno, la primera parte se había distribuido sólo de forma limitada, por lo que titularla "Mad Max 2" habría sido confuso para los espectadores.
Esta película convenció a Steven Spielberg de darle a George Miller la dirección de "Nightmare at 20,000 Feet", cuarto segmento de la película En los límites de la realidad (1983).
El graffiti escrito en un lateral del camión abandonado de la secuencia inicial pone "Las alimañas han heredado la Tierra".
James Cameron admitió que Mad Max 2: El guerrero de la carretera fue una de sus influencias para Terminator (1984).
Entertainment Weekly la eligió como la 93º película más grande de todos los tiempos.
En la secuencia inicial Max pasa cerca de una señal de carretera que indica "Mundi Mundi Look Out", localización real donde la película fue filmada. Otros lugares señalizados en el mismo cartel son "One Tree Hill 50", "Los Angeles 3500", "Casablanca 3500" y "Londres 4500".
En una escena, Max come comida para perros de la marca "Dinki-Di", la cual no existía. En argot australiano "dinky-di" (que es como realmente se escribe) significa "Genuino".
En el momento en el que vemos al girocóptero llevando a dos personas, una de ellas en realidad era un maniquí de poliestireno, ya que el peso de dos personas habría sido demasiado para el aparato.
Tras el estreno de la película, Miller y Hayes declararon públicamente que no habría un Mad Max III, pero en 1983, tras una conversación en un restaurante de Los Angeles, idearon el argumento de la futura Mad Max: Más allá de la cúpula del trueno (1985).
La Warner le dio a Miller los derechos de esta película y de Mad Max: Más allá de la cúpula del trueno (1985) para conseguir que se hiciese cargo de Contact (1997). La misma productora lo terminaría despidiendo y contraría a Robert Zemeckis para rodarla.
No confundir al compositor de la película, Brian May, con el miembro de la banda Queen.
Tras rodar esta película, el director de fotografía Dean Semler, tuvo que regresar al mismo lugar donde se filmó (Broken Hill) para rodar Razorback: Los colmillos del infierno (1984) de Russell Mulcahy.
Durante la producción de esta película, el guionista Brian Hannant escribió el guión de otra película con temática postapocalíptica situada en Australia, El guerrero del cuarto milenio (1987), que él mismo dirigiría.
El decorado de la refinería fue volado por los aires el 22 de julio de 1981.
Fue la primera película australiana en ser grabada en Dolby Stereo.
Como la película se rodaba en remotas regiones de Australia, el equipo de producción tenía que esperar entre 2 y 3 días para poder ver los dailies.
En Gremlins (1984) Billy tiene un póster de la película en su habitación. Lo mismo que Stan en la serie South Park (1997).
La película perteneció al movimiento conocido como "Ozploitation", que tuvo lugar entre los 70 y 80, y que se basaba en la explotación de películas australianas de bajo presupuesto, pertenecientes a los géneros de acción, horror y comedia.
Los créditos iniciales y la narración del prólogo están grabadas con sonido mono, el estéreo entra en acción con el rugido del motor del Interceptor, al pasar la historia al presente.
En su momento, Miller se reunió con John Seale para encargarle la dirección de fotografía de la película, antes de decantarse por Deam Semler. Seale terminó trabajando en la saga gracias a Mad Max: Fury road (2015).
En el atuendo de Max todo tiene su explicación. A su cazadora le falta la manga derecha porque tras pasarle una moto por encima de ese brazo (visto en la primera parte), los doctores habrían tenido que cortarle la manga para intervenirle. Tiene una rótula ortopédica en una pierna por el disparo que recibió al final de la anterior película. Y lleva cortados dos dedos de cada guante para poder recargar con mayor facilidad su recortada.
Estaba previsto originalmente que Humungus fuera Ganso, el compañero de Max en la primera parte. Al final esta idea se descartó, pero se mantuvieron mínimos detalles que lo indicaban, como las quemaduras que se dejan ver bajo su máscara, el uso que hacen los Merodeadores de coches de policía y el arma que porta, similar a la que utilizaba la MFP (la fuerza policial a la que pertenecían Max y Ganso).
La foto de la mujer desnuda que hay en el girocóptero es Karen Price, playmate del mes en enero de 1981.
De la persecución final, se rodaron el 24 de julio de 1981, la muerte de Pappagallo, el intento final de Wez de matar al Feral Kid y la colisión entre el camión y el vehículo de Humungus.
La escena en la que el camión volca fue considerada tan peligrosa, que al especialista que la realizó no se le permitió comer nada 12 horas antes de filmarla, para prevenir complicaciones en el que caso de que algo saliera mal y tuviera que ser operado.
Originalmente la secuencia inicial comenzaría con Max pasando con su coche cerca de una granja, que está siendo saqueada por Wez y otros Merodeadores. Los dueños de la granja colgarían de un árbol tras haber sido asesinados. Wez escucharía a lo lejos el coche y al verlo (y sobre todos sus tanques de combustible), saltaría sobre su moto y comenzaría a perseguirlo con el resto de la banda. Y de ahí se pasaría a la escena que vemos en la película.
Aunque no lo parezca, las localizaciones eran extremadamente frías. Mel Gibson pasaba su tiempo entre tomas metido bajo mantas para entrar en calor.
El logo del tanque del camión es "7 Sisters Oil" (Las siete hermanas petroleras), frase con la que el industrial italiano Enrico Mattei, acuñó a las siete grandes compañías de la industria petrolera a principio de los años 60. Mattei se refirió a ellas de esa forma porque consideraba que estas compañías se protegían unas a otras en lugar de fomentar la libre competencia, perjudicando así a otras empresas que surgían en el mercado petrolero. Estas compañías eran: "Standard Oil of New Jersey", "Royal Dutch Shell", "Anglo-Iranian Oil Company" (conocida más tarde como BP), "Standard Oil of New York" (posteriomente conocida como "Mobil"), "Standard Oil of California" (después conocida como "Chevron"), "Gulf Oil Corporation" y "Texaco".
En su lista de "Los 100 mejores personajes cinematográficos de todos los tiempos", Premiere Magazine situó a Max Rockatansky en el puesto 78.
Según contaba Dean Semler, los medios planos de Max conduciendo se conseguían montando la cámara en una plataforma situada en el coche en el lado del conductor y fue mientras filmaban una secuencia, cuando se dieron cuenta de que la habían calculado mal, cuando el coche subía o bajaba una colina, la plataforma rozaba contra el asfalto lo que producía una lluvia de chispas, pero según el director de fotografía aunque las chipas fueran alarmantes, simplemente seguían rodando.
Las escenas del Capitán del Gyro volando en su girocóptero se filmaban colocando al aparato en la plataforma de un camión parado y se creaba la ilusión del movimiento al mover la cámara a su alrededor y al incorporar humo y viento.
El Interceptor que conduce Max es en realidad un Ford Falcon XB GT Coupe de 1973, un coche exclusivo de Australia. Como Ford sólo produjo 949 coches de este modelo, se ha convertido en toda una pieza de coleccionista.
Tanto Mad Max 2 como Mad Max 3 incluyen frases del primer ministro australiano, Gough Whitlam. Suya es la frase "Me estrellaré o pasaré" de la segunda parte y "Un día gallo de pelea y al siguiente plumero" de la tercera.
En la caja de la pistola que usa Humungus hay una insignia de una calavera, que resulta ser el Totenkopf, emblema de una de las divisiones de las S.S. nazis.
Una de las razones por las que se eligió rodar en Broken Hill era porque las predicciones meteorológicas indicaron que prácticamente no llovería durante el rodaje. Pero finalmente llovió, algo que no ocurría en cuatro años en esa zona y provocó que el rodaje se suspendiese durante una semana. Para el rodaje de Mad Max: Fury raod estaba previsto regresar a Broken Hill, pero en la actualidad las continuas lluvias han convertido la zona en un lugar exuberante lleno de flores silvestres, por lo que ya no encajaba con el mundo postapocalíptico de Max, de modo que el rodaje se mudó a Namibia.
El actor Bruce Spence (el Capitán del Gyro) también trabajaría en Mad Max: Más allá de la cúpula del trueno, pero interpretando a un personaje diferente, el también piloto Jedediah.
Y otro actor que repitió dentro de la saga es Max Fairchild, quien interpretó a Benno en Mad Max: Salvajes de autopista, es en la segunda parte, el hombre de barba atado a la parte frontal del vehículo de Humungus. 

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