Sunday, November 10, 2024

Máximo riesgo

"Recuerda mamón, no saques los brazos ni las piernas del vehículo en ningún momento."

Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película.

Una banda de ladrones, obligan a unos escaladores, a recuperar unas maletas que portan 100 millones de dólares.

LA JUNGLA DE HIELO
A mediados de los 80, el productor Gene Patrick Hines, vio un programa de televisión sobre escalada, y comenzó a interesarse por ese mundillo. Él y Jim Zatalokin trataron de convertir en un guión las historias que fueron recopilando. El problema es que no sabían como convertirlas en una película de acción. Como en aquel momento estaba de moda Jungla de cristal (1988), decidieron hacer que su película fuera "Jungla de cristal en una montaña". Para ello contrataron al escalador y escritor John Long, quien tomó como referencia su novela "Rogue’s Babylon", sobre la historia real de un avión que se estrelló en Yosemite, con casi 3.000 kilos de marihuana a bordo. El escritor sólo escribió un tratamiento y dejó el proyecto.
Ese tratamiento se envió a TriStar, donde trabajaba Michael France (GoldenEye) como analista de historias. El guionista escribió varios borradores más extensos con Hines. Pero al final France escribió el guión por su cuenta y lo vendió a Carolco, en 1991, por 900.000 dólares.
Harlin había estado a punto de rodar para Carolco en 1990, la superproducción "Gale Force", que había empezado siendo un thriller de suspense que tenía lugar durante un huracán, a un thriller erótico con tintes de Cayo Largo en medio de un huracán, tras una reescritura completa, obra de Joe Eszterhas. Harlin firmó por 3 millones de dólares para hacerse cargo de la película. Sylvester Stallone tenía un acuerdo por 10 películas con Carolco, y aceptó protagonizar "Gale Force". Pero tras haberse gastado 1,75 millones de dólares en diferentes reescrituras, y viendo que el presupuesto se iría hasta los 40 millones de dólares, Carolco decidió cancelar el proyecto a finales de 1991, en beneficio de otro proyecto, que no era otro que Máximo riesgo (Cliffhanger, 1993). Tanto Harlin como Stallone mantuvieron su acuerdo con Carolco, pero pasaron a realizar esta película en lugar de "Gale Force". Harlin mantuvo su sueldo de 3 millones.
Inicialmente Harlin, rechazó el guión de Máximo riesgo que le envió Mario Kassar, en febrero de 1991, ya que después de rodar La jungla 2: Alerta roja (1990), no quería hacer otra película con terroristas. Pero después los escenarios de la montaña le gustaron, y creyó que podría hacer algo diferente a lo que había hecho antes. "Después de La jungla 2: Alerta roja," declaraba Harlin al Washington Post, "estaba buscando otra película que pudiera darme el mismo tipo de emociones pero que me diera más en términos de personajes y relaciones." Y Máximo riesgo parecía perfecto para ello. Stallone reescribió el guión (llegando a escribir ocho borradores), pero según Harlin, el guión final se parecía mucho al original.
"Es un gran guión de acción, pero Sly le ha dado más corazón," contaba Janine Turner al The New York Times. Tantas fueron las aportaciones de Stallone al guión, que Carolco pidió a la Writers Guild of America un crédito para el actor como co-guionista, el cual consiguió tras un arbitraje.
No fue el único guionista que metió mano al guión, se sabe que Terry Hayes (Mad Max 2: El guerrero de la carretera) también realizó reescrituras. Está acreditado en el guión de rodaje, que data del 30 de marzo de 1992, aunque no consiguió el crédito como guionista finalmente.
El escritor Jeff Long declaró que la película tomaba como punto de partida su novela "Angels of Light", que se basaba en la misma historia del avión estrellado en Yosemite, que John Long utilizó para escribir "Rogue’s Babylon". Algo que Hines negaba.
Pero ahí no terminó el tema de la autoría del guión de Máximo riesgo. Poco después de comprar el libreto de France, Carolco recibió la visita de Hines y Zatalokin, que entregaron pruebas de que France no era al autor de la idea original del guión, y todo terminó en una demanda. Cuando Carolco compró el guión desconocía toda la historia que había detrás. Carolco demandó a France por incumplimiento de contrato y fraude, reclamando la devolución de los 262.000 dólares iniciales que le pagó al guionista, y otros 750.000 dólares por otros daños. Carolco llegó a un acuerdo con Hines y Zatalokin por 400.000 dólares y les dio el crédito de co-productores. Y John Long fue acreditado, indicando que la película se basaba en una premisa suya.
Carolco ya atravesaba por aquel entonces problemas económicos y acudieron a Sony para que aumentara la inversión prevista, Mike Medavoy dio el ok y Sony, a través de TriStar, puso 35 millones de su presupuesto, además de asumir los costes de marketing en territorio norteamericano.

REPARTO
Máximo riesgo significó para Stallone su regreso por todo lo alto, y es que el actor se lo jugaba el todo por el todo con esta película, no sólo su paso por las comedias Oscar ¡quita las manos! (1991) y ¡Alto! o mi madre dispara (1992), se saldaron con un fracaso de crítica y de taquilla, es que producciones como Encerrado (1989) o Rocky V (1990), tampoco habían funcionado como se había esperado. El actor cobró un cheque de 15 millones por dar vida a Gabe Walker.
La primera opción de Harlin para dar vida al villano principal Eric Qualen fue David Bowie. El director se reunió con el cantante en Nueva York, y aunque estuvo cerca de participar en la película, al final no pudo ser debido a tema de agendas. La segunda opción fue otro cantante, Brian Ferry, líder de Roxy Music. Harlin se reunió con él en Inglaterra, y después Ferry hizo una prueba en Los Angeles, pero no salió como esperaban y no fue elegido. Al final Christopher Walken fue seleccionado para interpretar al villano, pero poco antes de comenzar el rodaje dejó el proyecto. Fue entonces cuando recurrieron a John Lithgow, a quien habían contratado para dar vida a un villano secundario, y le dieron el papel de Qualen. A toda marcha tuvieron que definir el personaje, y determinar cual sería su nacionalidad, ya que el rodaje se les echaba encima. Muchas de las grandes frases de John Lithgow, como, por ejemplo, cuando mata a su novia, surgieron en el set. El actor disfrutó enormemente de su experiencia rodando la película. "Fueron cuatro meses en Italia y los Alpes italianos, y sólo trabajé un tercio del tiempo, así que fue un placer," contaba a Entertainment Weekly. El actor se pasaba los fines de semana esquiando en las Dolomitas, mientras vivía en un chalet en Cortina d’Ampezzo.
Michael Rooker se hizo con el papel de Hal Tucker, compañero de Gabe. "Pensé que era un gran personaje y un gran papel," declaraba el actor a Paste Magazine. "Hice lo mejor que pude para robar tantas escenas como fuera posible." Rooker admitió que la película le hizo ponerse en la mejor forma física de toda su vida.
Janine Turner, famosa en aquel momento por su participación en la serie Doctor en Alaska (1990-1995), fue contratada para dar vida a Jessie Deighan, compañera e interés amoroso de Gabe. La actriz terminó de rodar una temporada de la serie un día, para al día siguiente coger una avión rumbo a Italia, para filmar la película.
Caroline Goodall dio vida a la villana Kristel. La actriz conoció durante el rodaje a su futuro marido, el operador de cámara Nicola Pecorini.
Un agente se fijó en el británico Craig Fairbrass, tras verlo en la miniserie Principal sospechoso: Operación Nadine (1992), y se lo llevó a Los Angeles, donde tuvo varias reuniones. Una de ellas con la directora de casting de Máximo riesgo, Mindy Marin. Hizo varias audiciones para la película, pero Fairbrass volvió a Londres, y una vez allí, le dijeron que estaba en el proceso final, pero que debían hacerle una audición más, así que regresó a Los Angeles para esa última audición, y fue el propio Stallone quien le escogió para el papel de Delmar.
Michelle Joyner fue contratada para el papel de Sarah, y una condición sine qua non para darle el papel, fue que debía subir realmente a la montaña, para rodar la escena inicial de la película.
El resto del reparto lo formaron Rex Linn (como el traidor Richard Travers), Leon (dio vida al villano Kynette), Gregory Scott Cummins (hizo lo propio interpretando a Ryan), Max Perlich (se llevó el papel del paracaidista Evan), Denis Forest (encarnó a Heldon, otro de los hombres de Qualen), Paul Winfield (en el papel del agente del tesoro Walter Wright) y Ralph Waite (como Frank, compañero de Gabe).

RODAJE
El rodaje tuvo lugar entre el 11 de abril de 1992, y el 19 de agosto del mismo año. Aunque la historia acontece en las Montañas Rocosas de Colorado, Harlin las descartó por ser demasiado redondeadas, y de muy difícil acceso para el rodaje, y tras buscar localizaciones en diferentes lugares del mundo, al final se inclinó por las Dolomitas en Italia. Harlin y su equipo de ayudantes de escalada se pasaron varios meses planificando la película en las montañas. Algunos exteriores se rodaron en Durango (Estados Unidos) y los interiores se filmaron en los Cinecittà Studios (Roma).
Los exteriores de montaña se filmaron cerca de Cortina d’Ampezzo, aunque estaba previsto que rodaran en el lugar durante dos meses, al final estuvieron cuatro. El reparto y equipo eran transportados del campamento base a las localizaciones de la montaña en helicóptero. En lo alto de las montañas instalaron grandes carpas donde cobijar a las empresas catering, cuya comida era transportada en helicóptero.
Para tener todo atado de antemano, y teniendo en cuenta lo complejo que iba a ser el rodaje, Harlin hizo un storyboard de toda la película, llegando a tener cerca de 2.500 ilustraciones.
El escalador Bob Gaines fue contratado como oficial de seguridad. Además enseñó a Stallone y Rooker a escalar. El primero impresionó a Gaines por su increíble condición física, y el segundo se convirtió en un buen escalador, llegando a realizar varias escaladas en Joshua Tree a gran altura.
Se contrataron a expertos escaladores para que ayudasen a la producción, y se encargasen de la seguridad en las montañas, así como de hacer de dobles de los actores. Como Michael Weis, que fue contratado como coordinador de escalada. David Breashears fue operador de cámara y doble. Y Ron Kauk y Wolfgang Güllich fueron contratados como dobles de escalada. Güllich fue el doble de Stallone, y utilizó una máscara prótesica para parecerse más al actor.
Sly creyó que las escenas de montaña se realizarían con dobles y trucos, pero Harlin tenía en mente un aproximación más realista de la acción, de modo que cuando la estrella llegó por primera vez al set en Italia, y mientras miraban una imponente montaña, Harlin le dijo: "Ahí es donde está nuestro set." A lo que el actor preguntó: "Entonces, ¿quién va a subir allí?", y el director le respondió "Tú. Me miró y dijo: 'Debes estar bromeando. Tengo miedo a las alturas.'" Increíblemente no habían previsto esa contingencia, habían fichado a una gran estrella para rodar una película de escalada, y nunca le habían planteado que tendría que subir a grandes alturas. Pero al final Harlin consiguió que el actor se desplazara hasta las montañas y escalara. Primero el director hizo que Stallone le acompañara a lo alto de dos picos, que habían escogido como localización, y donde tenían instalado un cable para deslazarse entre ambos, Harlin se colocó una cuerda de seguridad, y se lanzó desplazándose entre ambos picos quedando colgado a gran altura. Para retarle, le dijo a Stallone que tenía que hacerlo también, subir a las montañas, sabiendo que Stallone, todo un duro del cine de acción, y con toda la gente alrededor que le miraba, no podría decir que no. Pero no lo haría de forma inmediata. Las primeras semanas el actor no realizó sus escenas de escalada en la montaña, siendo un doble quien las llevaba a cabo, y la estrella rodaba sus primeros planos en una pared en los estudios Cinecittà. Pero posteriormente pasó a hacer sus propias escenas de riesgo. Esto fue después de realizar una sesión de fotos promocionales para la película, donde escaló una montaña, Harlin le alentó de nuevo a realizar escenas de escalada en la película, el actor venció sus miedos y realizó algunas acrobacias personalmente.
Rooker también hizo algunas de sus propias escenas de escalada. En una ocasión, harto de esperar mientras no rodaba, se fue con el cámara David Breashears para que le filmara mientras hacía escalada. Al final de esas tomas rodadas por diversión, el director de segundad unidad, Philip C. Pfeiffer, escogió dos que quedaron en el montaje final.
A Breashears le pidieron que fuera el doble de Stallone para la escena inicial en la que escala un acantilado. Los otros dobles estaban ocupados, de modo que Breashears tomó el relevo. Rodaron dos tomas de él escalando desde un helicóptero, sólo para descubrir posteriormente, que no habían grabado nada por un problema con la cámara.
Rodar en lo alto de las montañas dificultó mucho las labores durante el rodaje. En ocasiones, se encontraban rodando a más de 3.000 metros de altura, y los actores y el equipo debían subir despacio para acostumbrarse a la altura. En una de las primeras subidas a esa altura, todos comenzaron a padecer el mal de altura, y tuvieron que bajarlos a 2.500 metros. Y el clima era muy cambiante y en el momento menos esperado hacia acto de presencia una gran tormenta. Además les costaba respirar a esas alturas. Tuvieron avalanchas e incluso olas de calor. Dos días antes de empezar a rodar se puso a nevar, y lo hizo durante dos semanas (Harlin antes de empezar el rodaje había ido a una iglesia a rezar para que nevara), pero la nieve se derretía y volvía a nevar, lo que hacía difícil la continuidad entre planos. Cuando se nublaba, se dirigían a zonas de menor altitud y menos problemáticas con el clima.
El segundo día de rodaje, filmando la escena en la que Stallone tenía que escalar sólo con unos pantalones y una camiseta, una gran ventisca hizo acto de presencia. El frío fue tan extremo que las cámaras se congelaron, la película en el interior se rompió y el equipo dejó de funcionar. Lo que también se congeló fue la comida, y no pudieron comer.
El peligro no sólo sucedía en la pantalla, Máximo riesgo tuvo un rodaje que pudo haberle costado la vida al reparto y equipo. En una ocasión, parte del equipo quedó abandonado en la cima de una montaña, y tardaron dos días en poder rescatarlos por causa del mal tiempo. Por suerte tenían comida y tiendas de campaña, y nadie salió herido.
En otra ocasión, hizo acto de presencia otra tormenta eléctrica cuando se encontraban en la cumbre de una montaña. Se desató sin previo aviso, y en el lugar habían instalado torres de acero para colocar las cámaras, que en medio de una tormenta se convirtieron en unos auténticos pararrayos. Los rayos comenzaron a impactar contra el suelo, y la gente menos experiencia en la montaña corría aterrada, mientras que los más expertos se agachaban esperando que la tormenta pasara. Un escalador fue alcanzado dos veces por un rayo, y casi se cayó por un barranco, aunque al final sufrió solo heridas leves. Una vez la tormenta se disipó, los sacaron a todos en helicóptero.
Tal vez la escena más recordada de la película sea su tensísimo arranque, la escena del salvamento por parte de Stallone a Michael Rooker y Michelle Joyner, que acaba con ella cayendo al fondo de un precipicio. Rodaron la escena en los Alpes italianos, y necesitaron tres semanas para organizarla. Y se utilizaron cuatro cámaras para inmortalizar la caída. La acrobacia la realizó la doble Gia Phipps, una experta escaladora, que mediante un cable de descenso (que sería posteriormente borrado digitalmente), cayó 160 metros (el precipicio tenía una altura de 300 metros). Primero ensayaron con un muñeco del mismo peso que Phipps, al que soltaron con el cable. Michelle Joyner hizo parte de la acrobacia en la que cae al vacío, llevaba dos arneses, uno que se debía romper en la escena y otro que realmente la aseguraba mediante un alambre oculto debajo de su brazo. Cuando el falso arnés se rompió y cayó, la actriz estaba asegurada a gran altura por tan sólo ese alambre. Fue tan aterrador para ella, que después no fue capaz de andar. Posteriormente completaron la escena en estudio, con la actriz de nuevo cayendo, pero esta vez en una bolsa de aire. Cuando Joyner llegó al estudio todos la aplaudieron por su valor a realizar tan increíble acrobacia.
Para la excelente toma inicial, en la que un helicóptero llega hasta Joyner y Rooker en una larga toma, necesitaban que ambos actores estuvieran en lo alto de la montaña, para ello tuvieron que llevarlos en helicóptero, para hacerles descender con una cuerda, y después anclarlos a la montaña con un arnés.
Para conseguir el excelente plano en el que disparan a Stallone en un acantilado, y la cámara va ascendiendo desde los villanos hasta el actor sin corte alguno, montaron la cámara en unos raíles y la movieron verticalmente, de esa forma creaban el efecto de que Stallone se encontraba a una gran altura.
El realizar sus escenas de riesgo le pasó factura a Sly, el 20 de julio de 1992, mientras rodaba el clímax de la película, en la que lucha contra John Lithgow en un helicóptero, que cuelga boca abajo de un acantilado, se cortó la mano derecha, y necesitó nueve puntos de sutura. Después de coserle la herida, volvió al trabajo en el estudio en noventa minutos, pero después la herida se infectó y el actor quedó fuera de juego durante una semana. En otra ocasión, rodando en estudio la escena en la que está nadando bajo el hielo, el agua salada que utilizaron le cegó, y entró en pánico al no poder encontrar la salida. Y rodando la escena inicial, en la que interviene un helicóptero, el viento casi lo tira, y para no caerse tuvo que agarrarse a una escalera in extremis.
Janine Turner también padeció en sus carnes las consecuencias de participar en una película de acción, recibiendo todo tipo de cortes y moretones, e incluso llegó a tener una conmoción cerebral.
Fue un rodaje duro para todos, Caroline Goodall se pasó 14 horas boca abajo en la nieve fingiendo que estaba muerta, mientras un helicóptero hacía las tomas sobrevolándola.
El presupuesto de la película se comenzó a disparar. El presupuesto inicial era de 47 millones de dólares, el mal tiempo provocó que la producción perdiera 14 días de rodaje, lo que repercutió en un aumento del presupuesto de aproximadamente unos 8 millones, la producción tenía un seguro contra el clima, por lo que se calcula que pudieron recuperar entre 5 a 7 millones por esta causa. Los problemas de liquidez de Carolco fueron tales, que la producción se tuvo que suspender en dos ocasiones porque la compañía no pagó al equipo. Fue necesario recaudar fondos para compensar el aumento presupuestario, por lo que varias fuentes pusieron 12 millones de dólares, entre ellas Canal Plus (Francia), Rizzoli (Italia), Pioneer (Japón) y el banco Credit Lyonnais (Francia). Algunas fuentes sitúan el presupuesto final entre los 67 y 73 millones (se considera que el presupuesto oficial es de 70 millones). 
Una vez resueltos los problemas económicos, aún quedaba por rodar una escena clave, la del robo aéreo, en la que uno de los ladrones se desplaza de un avión a otro en pleno aire. Con los problemas presupuestarios apremiando, el propio Stallone accedió a rebajar su sueldo en 2 millones para poder llevar a cabo la escena. Originalmente los productores decidieron descartarla, pero después de que Stallone pusiera el dinero siguieron adelante con ella, algo que sucedió cuando ya habían terminado el rodaje. Primero probaron con un muñeco, pero éste se perdió. La increíble acrobacia se hizo realmente por el especialista Simon Crane. Estuvieron ensayando en Inglaterra para que todo saliera bien antes de rodar la escena en Colorado (Estados Unidos). Aún así, en esos ensayos ocurrió un grave accidente, en un salto en paracaídas, a uno de los chicos de seguridad le colapsó el paracaídas y se rompió una pierna al impactar contra el suelo. Para realizar la acrobacia, Crane estaba atado a un cabrestante, y tenía otra cuerda que estaba atada a él, cuando salía del primer avión, no se deslizaba por la cuerda como da la impresión en la película, realmente los del segundo avión tiraban de él con la cuerda que llevaba atada. Llevaba un paracaídas oculto, y un traje especial para soportar las bajas temperaturas en las que se rodaría la acrobacia, y además portaba una cabeza y manos protésicas (las cuales dificultaban que pudiera llegar al paracaídas en caso de que algo saliera mal). La acrobacia final a punto estuvo de salir mal, los del segundo avión debían agarrar un peso para poder atraer a Crane hacia ellos, pero no lo hicieron y fue a parar debajo del motor, cuando Crane descendió hasta el avión se golpeó contra éste, y como no tenían agarrado el peso, Crane iba sin control, y terminó rebotando contra el techo, cuando iba directo al motor, el piloto se desplazó y Crane saltó en paracaídas. No fue necesaria una segunda toma porque el resto de la escena, con el ladrón entrando en el avión, se rodó en estudio, e hicieron que encajara con lo filmado con Crane. La acrobacia tuvo un coste de 1 millón de dólares, y entró en el Libro Guinness de los récords como la acrobacia aérea más cara de la historia.
Máximo riesgo hace gala de unos espectaculares efectos visuales. Utilizaron todo tipo de trucos, desde miniaturas, efectos ópticos, CGI, pantalla azul, proyección frontal y matte paintings. Boss Film Studios se encargó de la mayoría de efectos visuales de la película, con Neil Krepela y John Bruno a la cabeza como supervisores de efectos visuales.
Para la explosión del helicóptero, construyeron una réplica del aparato en escala 1:6, y construyeron una pared del acantilado en la misma escala usando espuma, yeso y madera. Incluso llegaron a crear un ingenioso modelo motorizado de Stallone a escala 1:6, que era controlado de forma remota, para el momento en que Gabe está agarrado a la escalerilla y el helicóptero cae.
Cuando rodaron la escena del robo del avión en Colorado, se hizo visible el desierto al terminarse las montañas, lo que no encajaba con la localización de la película, de modo que Boss Film Studios tuvo que reemplazar ese fondo por imágenes de montañas cubiertas de nieve.
En la escena de la cueva, en la que hacen acto de presencia un gran número de murciélagos, se añadieron posteriormente de forma digital por la empresa Video Image.
Trevor Jones fue contratado para componer la música para la película. Harlin le pidió que se pareciera a la que Jones había compuesto para El último mohicano (1992), de ahí las similitudes entre ambas partituras.
Tras ser presentada en el Festival de Cannes, el 20 de mayo de 1993, Máximo riesgo se estrenó en cines el 28 de mayo de 1993, y resultó ser un éxito de taquilla. En territorio norteamericano recaudó 84.049.211 de dólares (décima película más taquillera del año en Estados Unidos), y la recaudación final a nivel mundial fue de 255.000.211 de dólares (séptima película más taquillera del año).
Pese a ser uno de los grandes éxitos de 1993, Carolco apenas recibió beneficios de la recaudación en taquilla. Y sería el reflejo de porqué terminaría declarándose en bancarrota poco tiempo después.
Y como colofón, la película recibió tres nominaciones al Oscar en las categorías mejor sonido (Michael Minkler, Bob Beemer y Tim Cooney), mejor edición de efectos de sonido (Wylie Stateman y Gregg Baxter) y mejores efectos visuales (Neil Krepela, John Richardson, John Bruno y Pamela Easley). Premios que perdería frente a Parque Jurásico (1993).

ESCENAS ELIMINIDAS
En las ediciones de vídeo domestico se incluyen dos escenas eliminadas del montaje final. Son las siguientes:
1ª. "King's Leap": Después de que Qualen vuele el puente, había una escena en la que Gabe saltaba de un lado del acantilado al otro, con una cuerda atada a su espalda. Harlin decidió eliminarla porque parecía demasiado increíble.
2ª. "Ice Climb": Después de la escena de la avalancha, en la que Gabe se deshace de la primera maleta, escalaba la montaña, y antes de coronar, se encontraba con una zona de hielo con estalactitas que le dificultaban llegar a la cima. Harlin decidió eliminarla, de nuevo, porque la escena hacía parecer al personaje de Stallone demasiado sobrehumano, y además consideraba que no lucía de forma satisfactoria, ya que el acabado resultaba un poco cutre.

VALORACIÓN
Máximo riesgo es una de las mejores películas de acción de los noventa. Fue el regreso de Stallone por la puerta grande, cuando parecía que su carrera no tenía punto de retorno, la estrella volvió con una de sus mejores películas. Además coronó el año 1993 con otro gran éxito, el de la excelente Demolition Man.
Lo que hace funcionar a la película, es que te crees a los personajes, Hal odia a Gabe, pero cuando ve a su amigo en peligro trata de ayudarle. Toda la película trata del perdón, de Hal hacia su amigo, al que hace responsable de la muerte de su novia, y de Gabe hacia si mismo, por lo sucedido en dicha tragedia. Todo lo que les sucede a lo largo de la película les hace recuperar su amistad. Hal en el fondo sigue queriendo a Gabe, pero está dolido, cuando envían a Gabe a buscar la primera maleta, Hal le dice que cuando pueda se escape, y cuando momentos después oye que le matarán, alerta a Gabe de los planes de los villanos. Esos momentos entre la acción definen a los personaje y sus relaciones. Al enfrentarse a Qualen y sus hombres, provoca que Gabe vuelva ser el mismo de antes. Y obtiene su redención cuando salva a Jessie de caerse de la montaña, y se repite la misma situación del prólogo, con él agarrándola de la mano en el vacío, pero esta ocasión logra salvarla a la chica.
La película no podría empezar mejor, con esa escena de rescate que sale mal (que de paso es la mejor secuencia de la película). Te pone los pelos de punta, y hace que entiendas perfectamente al personaje de Gabe, y que no quiera seguir haciendo su trabajo como escalador. Tras esta escena sabemos que estamos ante algo grande. 
Pero después viene uno de los platos gordos, y unas de la cimas del cine de acción, la del robo en pleno vuelo. Lo más genial de ella, aparte de que la idea de partida es excelente, es que realmente hubo alguien que pasó de un avión a otro en el aire, y eso le da a la escena una cualidad de riesgo y espectáculo que no se transmite si se hace todo con efectos visuales (que la escena los tiene, pero sólo los necesarios).
La película es un no parar, las secuencias de acción se suceden una tras otra desde el espectacular momento del avión estrellándose en la nieve, la explosión del puente colgante, o ese genial clímax con el helicóptero colgando del acantilado.
Y una película es tan buena como su villano, y el Eric Qualen de Máximo riesgo es fantástico, nadie como John Lithgow para crear un villano memorable, ladino e inteligente. Es tal su presencia que llega a opacar a Stallone. Es sin duda uno de los grandes villanos del cine de acción de los noventa. Vale que funciona a base de one-liners, ¡pero qué one-liners! ("¿Quiere matarme verdad Tucker? Pues coja numero y póngase a la cola". "¿Sabes cual es el verdadero amor? El sacrificio". "Mata a unos pocos y te llamarán asesino. Mata a un millón y te llamarán conquistador.").
Otro que está fantástico es Michael Rooker, el guión lo beneficia, dándole grandes momentos, siempre tratando de ayudar a sus amigos, aunque ponga en peligro su propia vida.
El personaje de Gabe le sienta como anillo al dedo a Sly, un hombre atormentado que no para de recibir todo tipo de golpes y penurias a lo largo de la película (como le sucedía a Rambo), sólo que aquí es más humano y más normal. Y el que sea un alpinista justifica el gran físico del actor. Es uno de sus mejores papeles de los 90.
Tiene buenas ideas de guión, que Travers pase primero al avión, y no envíe antes las maletas, porque sospecha que sus compañeros de robo no le esperarían. Está muy logrado el continuo tira y afloja entre Qualen y Travers, vemos que no se fían entre ellos, y que pueden traicionarse en cualquier momento.
Aunque hay cosas que me chirrían, como que el personaje de Matheson, infiltrado en el avión, sospeche tan rápido que van a asaltarlo, su reacción es demasiado repentina, y no hay forma que los otros agentes se pongan de su parte. O que el personaje de Jessie no está lo suficientemente trabajado, y sea el más flojo de la película (provoca que los murciélagos desaten el caos en la cueva, prácticamente se queda quieta mientras Kynette le da una paliza a Gabe, y está ahí para que al final de la película la secuestre Qualen y el héroe tenga que rescatarla). Además los personajes de los dos jóvenes paracaidistas no aportan casi nada al relato, se podrían eliminar y no se echarían en falta.
Harlin nunca ha estado más inspirado. Sobre todo por su decisión de rodar realmente en la montaña, y reducir filmar en estudio todo lo que fuera necesario. Eso le da a la película una sensación de realidad, nos creemos que los actores lo están pasando mal, y que están sufriendo en esas condiciones adversas. Además de hacer la película visualmente mucho más atractiva (los paisajes de los Alpes lucen de miedo). Pero además rueda la acción con absoluta claridad de exposición. Y se marca algunos planos sensacionales como ese travelling hacia atrás para el momento en que Hal agarra por el abrigo a Gabe, y lo pone al borde de un acantilado. O ese plano ascendente de Stallone siendo tiroteado en un acantilado. El excelente plano de Gabe escalando una montaña, y como la cámara se va alejando hasta quedar como un ser diminuto. Como usa de forma acertada la cámara lenta para crear tensión, en la escena en la que la banda de Qualen trata de matar a los dos jóvenes. O el uso de un plano Vértigo, para el momento en que Travers se da cuenta que Gabe le ha engañado, con el localizador de la última maleta.
Y el clímax es uno de los mejores que se hayan visto en el cine de acción. Con el helicóptero quedando colgado de un precipicio, y Gane y Qualen luchando sobre él. Esto es terminar a lo grande una excelente película de acción.
Si se tiene un equipo con gente como el que trabaja en esta película, con semejante reparto, un director en estado de gracia, con Trevor Jones componiendo la música, con Alex Thomson como director de fotografía, Frank J. Urioste editándola, y con John Bruno al cargo de los efectos visuales, tiene que salir una gran película de entretenimiento.
Máximo riesgo es una de las cumbres del cine de acción de los noventa. Fue el regreso por todo lo alto de Stallone al cine que mejor sabe hacer, y lo hizo con uno de los mejores títulos de su carrera. Harlin nunca llegó a hacer después nada tan bueno. La película resultó ser literalmente una montaña rusa de emociones. Merece mucho la pena subirse a ella, y disfrutar durante casi dos horas de un continuo chute de adrenalina.

CURIOSIDADES
La película está dedicada al escalador Wolfgang Güllich, doble de Stallone, que murió el 29 de agosto de 1992, en un accidente de coche.
Fue la última película en la que que BOSS Film Studios, compañía de efectos visuales de Richard Edlund, realizó una composición fotográfica.
La película fue nominada a los premios Razzie en las categorías de peor película (Alan Marshall y Renny Harlin), peor actor secundario (John Lithgow), peor actriz secundaria (Janine Turner), y peor guión (Michael France y Sylvester Stallone).
Cuando el avión de los villanos se estrella, queda al bordo de un barranco, pero en el siguiente plano está en medio de un bosque.
El paracaídas de Evan es la bandera de Finlandia, país de origen de Renny Harlin.
Ace Ventura: Operación África (1995) parodia la escena inicial de la película.
En 1994, se anunció una secuela titulada "The Dam", que tendría a Gabe Walker enfrentándose con unos terroristas en la Presa Hoover. 

BIBLIOGRAFÍA
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Spy Magazine (jun 1993)
Craig Fairbrass on landing the Cliffhanger auditions (Film Stories, 27 feb 2020)
‘Did I really need to risk my life?’: how the insane Cliffhanger left Sylvester Stallone to dangle (The Telegraph, 2 jun 2023)
High Exposure: An Enduring Passion for Everest and Unforgiving Places (David Breashears, 1999)
Michael Rooker (AV Club, 18 abr 2011)
Raiding The Mind Of Richard Edlund (From Script to DVD, 2002)
A Personal Introduction from Renny Harlin (Extra DVD, 2000)
Cliffhanger: Deleted Scenes (Extra DVD, 2000)
Stallone on the Edge: The Making of Cliffhanger (1993)
Cliffhanger Matte Painting (Los Angeles Countu Museum on Fire)
No Visible Means Of Support (Wide Angle/Closeup)
Just add bats (befores & afters, 28 may 2023)
The Last Action Heroes: The Triumphs, Flops, and Feuds of Hollywood's Kings of Carnage (Nick de Semlyen, 2023)
The Hazards Were Real in 'Cliffhanger’ (Chicago Tribune, 17 jun 1993)

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Wednesday, October 16, 2024

El terror no tiene forma

Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película

Un meteorito cae cerca de un pueblo, y oculta en su interior un ser que se alimenta de todo lo que pilla por delante. Pronto sembrará el caos, y el gobierno tendrá que hacerle frente.

El terror no tiene forma (The Blob, 1988) es una de mis películas de terror favoritas de los 80. Llevo mucho tiempo queriendo escribir una reseña sobre ella, pero no encontraba demasiada información, así que recurrí a su director de fotografía, el gran Mark Irwin, quien contestó mis preguntas y me dio valiosos datos sobre la producción, le estoy muy agradecido por ello. Espero que os guste la reseña.

LA MASA DEVORADORA
Irvin S. Yeaworth Jr. fue el director de la exitosa La masa devoradora (1958), pequeño clásico de la serie B protagonizado por Steve McQueen, a la que seguiría una secuela tardía, Blob: Masa mortal (1972) dirigida por Larry Hagman, el famoso J.R. de la serie Dallas (1978-91).
Chuck Russell deseaba convertirse en director, tras años trabajando en el mundo del cine, principalmente como productor. Conoció a Frank Darabont en el rodaje de Noche infernal (1981), en la que era productor ejecutivo, y Darabont asistente de producción. Russell contrataría de nuevo a Darabont como asistente en Extraña seducción (1982). Durante este rodaje llegó hasta Russell un guión de Darabont que había escrito para un capítulo de la serie M.A.S.H. (1972-83), y que nunca se llegó a realizar, pero que gustó al primero, razón por la que le propuso que se convirtieran en compañeros de escritura, y así se hicieron grandes amigos.
En 1986, tras ver La masa devoradora en un pase por televisión, a Russell se le ocurrió hacer un remake de la película, de la que era fan.
Buscando los derechos de la película Russell dio con Jack H. Harris, productor de las dos primeras películas. Ante el entusiasmo del director, Harris accedió a realizar el remake, y le vendió los derechos. Tras el estreno de Blob: Masa mortal (1972), ya se habían llevado a cabo un par de intentos fallidos de realizar uno (Harris quiso que John Carpenter se encargase de dirigir un remake años antes).
Russell y Darabont escribieron el guión para New World Pictures (antigua productora de Roger Corman, por aquel entonces ya en manos de Robert Rehme), quien en 1986, anunció que estrenarían El terror no tiene forma en 1987, pero el proyecto quedó en punto muerto.
Le enviaron el guión a New Line, quien rechazó el proyecto, pero en su lugar contrataron a Russell y Darabont para reescribir el guión de Pesadilla en Elm Street 3: Los guerreros del sueño (1987), que Russell terminaría dirigiendo. El éxito de la tercera entrega de Freddy Krueger les permitió llevar a cabo su soñada El terror no tiene forma.
El film sería inicialmente producido por Cinema Group Pictures, con un presupuesto de 15 millones, y con fecha de inicio de rodaje a mediados de noviembre de 1987, para su estreno en el Día de los Caídos de 1988, pero el proyecto pasaría finalmente a ser producido por TriStar Pictures.

REPARTO
Shawnee Smith se hizo con el papel de Meg Penny, tras un duro proceso de audición. 
El papel de Brian Flagg se lo llevaría Kevin Dillon, a quien le encantó interpretarlo. "Es realmente un gran personaje," admitía el actor. "Un tipo engreído, un tipo sabio. Realmente puedo hincarle el diente a este papel."
Del Close se encargó del papel del reverendo Meeker, algo que estaba destinado a ocurrir. El actor ya había trabajado en Blob: Masa mortal (1972), y además había escrito una historia sobre el Blob para un número del cómic "Wasteland" de DC Comics. Tras quedarse sin un trabajo que iba a realizar en Nueva York, y como se encontraba de todas formas en la ciudad, llamó a sus agentes para ver que le podían ofrecer en la Gran Manzana, y no tardó mucho en ocurrir, sólo tres semanas después de publicar su historia sobre el Blob, hizo el casting para trabajar en El terror no tiene forma, y le llevó a Russell algunos cómics. Y es que todo estaba de cara para el actor, tanto que incluso en el vuelo que Russell hizo a Nueva York para la audición, vio Los intocables (1987) en la que trabajaba Close. "Estaba fresco en su mente. ¡Fue agradable tener una cinta de audición de gran presupuesto dirigida por Brian De Palma," comentaba el actor a Starlog. Para interpretar al reverendo, Russell le pidió que bajara de peso, y el actor llegó a perder aproximadamente 11 kilos.
El resto del reparto lo forman Donovan Leitch Jr. (como Paul Taylor), Jeffrey DeMunn (en el papel del Sheriff Herb Geller), Candy Clark (interpretando a la camarera Fran Hewitt), Joe Seneca (como el villano Dr. Meddows), Paul McCrane (dando vida al policía Bill Briggs), Ricky Paull Goldin (interpretando a Scott Jeske, amigo de Paul Taylor), Art LaFleur (como el padre de Meg) y Jack Rader (en la piel del coronel Hargis).

RODAJE
El rodaje comenzó el 12 de enero de 1988, y terminó el 26 de mayo del mismo año. Para dar vida a Arbeville, Colorado, el equipo y reparto (compuesto por 150 personas) se trasladaron hasta Abbeville en Luisiana, no sólo se parecían en el nombre. "Fuimos a Abbeville (Luisiana) para encontrar una ciudad que no tuviera nieve [en enero]," me explicó Irwin, "así como una calle principal, una sala de cine, y un estilo lo suficientemente neutral como para parecer una ciudad de esquí en Nueva Inglaterra (casas de tablillas blancas y ayuntamiento, etc.). Luisiana en invierno es muy fría incluso sin nieve. La temperatura nocturna era de 0ºC, y los actores masticaban cubitos de hielo para que no se les notara el aliento."
Tras rodar durante tres semanas en Abbeville, el equipo se desplazó hasta Los Angeles para, primero rodar durante otras tres semanas y media más exteriores, y después los interiores en unos estudios en Valencia. La mayoría de la película se rodó de noche, así que el equipo dormía por el día.
Russell escogió a Mark Irwin como director de fotografía, quien ya se había encargado de otro remake, el de La mosca (1986). "El terror no tiene forma fue una de mis primeras películas después de mudarme de Toronto a Los Ángeles en 1987," me contó Irwin. "La mayor parte de la película se rodó en Los Ángeles y mi agente me puso en contacto con Chuck Russell, quien conocía La mosca, y estaba ansioso por conocer mi opinión sobre otra nueva versión (misma brecha de 30 años: 1958 a 1988). Compartimos una visión y nos pusimos a trabajar."
Irwin decidió rodar con una cámara Moviecam y utilizar película Technicolor, le consulté el porqué de estas elecciones. "Moviecam tenía una fábrica de alquiler en la ciudad [Los Angeles] (el único lugar en Estados Unidos donde se alquilaba esta cámara austriaca en ese momento)," me explicó Irwin. "Fue y es la mejor cámara de 35 mm jamás fabricada, y la usé hasta 2008, cuando lo digital se hizo cargo. En cuanto a Technicolor, procesaron e imprimieron las impresiones de lanzamiento, pero FotoKem fue nuestro laboratorio diario. Una instalación de postproducción cinematográfica de servicio completo ubicada en Burbank."
Una producción llena de efectos visuales fue un reto para Irwin. "Mi mayor desafío (aparte de 17 semanas trabajando de noche), fue hacer que el Blob pareciera del mismo color en todas las escenas. El equipo de efectos especiales fue excelente, pero había al menos 10 versiones (methocel, seda, plástico pintado, esculpido duro, etc.) y no había forma de rastrear y corregir digitalmente el color. Mi principal objetivo era mantener el Blob amenazador, y no rosado y bonito. Finalmente racionalicé que el Blob cambiaba de color a medida que digería a más personas."
El momento más espectacular de la película, es el salto en moto de Flagg por un puente, donde al mismo tiempo que la moto salta, un jeep cae por un barranco, mientras un helicóptero les sobrevuela. "Teníamos 3 cámaras (todas disparando a 64 fps o 96 fps)," me contó Irwin, "y las iluminamos para cámaras de alta velocidad y profundidad de campo, pero para mí esa fue sólo otra toma. Sólo décadas después supe que era una toma épica para todos estos temerarios y especialistas de Hollywood. Gary Hymes era el coordinador de motocicletas y él hizo que todo sucediera, pero dijo que fue muy complicado montarlo todo."
Cuando rodaron el momento en el que el soldado con el lanzallamas explota, y las llamas alcanzan al reverendo, el truco no salió como estaba previsto, y el fuego no alcanzó al doble de Del Close como deseaban. Como necesitaban un plano del reverendo Meeker en llamas, y no podían repetir el efecto de la explosión del hombre con el lanzallamas, recurrieron a Del Close para que hiciera la escena de riesgo. Curiosamente años antes, Close había trabajado como antorcha humana. Al final sólo hicieron una toma del fuego yendo hacia el actor, sin que éste llegara a alcanzarlo.
Según la revista Fangoria, el presupuesto de la película fue de 19 millones de dólares, casi la mitad se emplearon en los efectos visuales y de maquillaje. Las tareas se dividieron en dos equipos, uno para efectos de maquillaje y criaturas; y otro de efectos visuales obra de Dream Quest Images. Para que el Blob cobrara vida se utilizaron todo tipo de técnicas, como el uso de miniaturas, efectos ópticos, movimiento inverso, stop-motion, go-motion y matte paintings.
Dar vida al Blob fue una tarea harto complicada. "Fue una pesadilla," admitió Lyle Conway a Cinefantastique, jefe de efectos de la criatura. "Esta es la única película que se me ocurre en la que la estrella llegó en un balde. Fue un infierno intentar lograr una actuación con ella".
Barajaron crear el Blob mediante CGI (una técnica aún en pañales a finales de los 80), pero tras realizar una prueba vieron que no funcionaba.
Conway y su equipo tuvieron que crear a la viscosa criatura, que era una especie de edredón de seda lleno de methocel (un polímero), y descubrieron que realmente habían creado el Blob. "Una vez el methocel se mezcló con agua y se metió en un gel con una pequeña cantidad de amoniaco, era casi impermeable a la limpieza," explicaba el supervisor de producción de efectos visuales Michael Fink a Cinefex"Carcomió el asfalto del parking, arrancó la pintura de las miniaturas, provocó arcadas a los titiriteros..." 
Y trabajaron contrarreloj, inicialmente estaba previsto que la película contase con seis semanas de posproducción, pero para cumplir la fecha de estreno, se hicieron cambios en el calendario, y lo movieron dentro de la fotografía principal, y siguieron refiriéndose a ese tiempo como postproducción. Eso hizo que algunos efectos se crearan a toda prisa. "Algunas cosas se pidieron por la mañana y se entregaron por la tarde," contaba Conway a Cinefantastique.
Tony Gardner fue el supervisor de efectos de maquillaje y animatronics. Estaba originalmente previsto que Gardner sólo se encargase de pequeños efectos, pero después de que Lyle Conway dejase la producción, Chuck Russell le pidió a Gardner que asumiera todo el trabajo de efectos, el artista terminó dirigiendo a un equipo de treinta y tres personas, durante siete meses.
Gardner contó con un presupuesto de 500.000 dólares para efectos de maquillaje. Uno de los maquillajes más complejos fueron las heridas del reverendo Meeker. Eran necesarias cinco horas y media para la crear el maquillaje con las quemaduras recientes, y siete horas y media para recrear sus cicatrices en la escena final.
Hicieron una copia de cuerpo entero de Donovan Leitch Jr. (Paul Taylor), para una de las escenas más complicadas de la película, aquella en la que Paul está debajo el Blob, siendo devorado por éste. Eran necesarias unas 50 personas para hacerlo funcionar. Para conseguir una mayor reacción de Shawnee Smith, Chuck Russell no le dijo a la actriz que el propio Leitch haría la primera parte de la escena dentro del Blob (después fue sustituido por una marioneta miniatura), por lo que la reacción de Smith cuando grita es auténtica. Gardner sólo debía hacer una parte de los efectos de maquillaje de la escena, pero tras la marcha de Conway, tuvo que asumir toda la escena y sólo le dieron seis días para resolverla, siendo un equipo de seis personas.
Una de las escenas más memorables de la película, es la muerte del personaje de Candy Clark dentro de una cabina telefónica, que pese a su espectacularidad, se resolvió de una forma sencilla. "Las paredes de vidrio de la cabina tenían acuarios de plexiglás transparente (altos y estrechos) construidos en el exterior," me explicó Irwin, "y el equipo de efectos especiales simplemente vertió fluido de Blob, y manipuló las partes del cuerpo con hilo de pescar transparente y varillas de plexiglás. Finalmente, la vista superior tenía cuatro acuarios en su lugar para lograr el máximo Blob, y luego lo explotamos con un maniquí en su interior." La actriz tuvo que pasarse dentro de la cabina dos días, y gritó hasta quedarse ronca, y para parecer que estaba sudando la rociaban con agua.
Para crear el momento en que el personaje de Bill Briggs (Paul McCrane) muere partido en dos al pasar a través de una estantería, el equipo de efectos creó unas piernas falsas para el actor. Las auténticas estaban ocultas en una plataforma en la que estaba sentado McCrane, y cuando movieron la plataforma, las piernas falsas se doblaron creando la ilusión de que éste se partía por la mitad.
La casa de efectos Dream Quest Images se encargó de las miniaturas y ópticas, con Hoyt Yeatman como supervisor. Greg Jein creó una miniatura del pueblo de Arboville de 24x9 metros, llena de detalles.
La película llegó a las salas de cine norteamericanas el 5 de agosto de 1988, y resultó un fracaso comercial, recaudando tan solo 8.247.943 de dólares. "Tal vez fue un error hacer un remake de La masa devoradora con sentido del humor," explicaba Russell a Starlog sobre las causas del tropiezo en la taquilla. "Pensé que sería una interpretación entretenida. Era un concepto al que me aferré cuando estaba buscando mi primer trabajo de dirección. Desafortunadamente, se estrenó tarde en un verano frenético lleno de grandes películas, y no tuvo una campaña publicitaria particularmente buena."

VALORACIÓN
El terror no tiene forma es uno de los mejores remakes del género de terror, no sólo justifica su existencia por la mejora en los efectos especiales, es que además supera a la película original en el resto de aspectos. Los personajes están mejor definidos, la historia es más interesante y está más desarrollada, es más entretenida, tiene mejor ritmo y pasan muchas más cosas (en la película original los personajes no dejan de ir de una lado a otro sin que suceda nada realmente, hasta los últimos 15 minutos).
Considero que hay cuatro grandes remakes que surgieron en los 70/80 basados en películas de los 50, La invasión de los ultracuerpos (1978), La cosa (1982), La mosca (1986) y esta El terror no tiene forma (1988).
La película empieza bien, con los títulos de crédito que muestran el pueblo vacío, como si algo malo hubiese ocurrido, sólo para descubrir que toda la gente se encuentra en el campo de fútbol, pero es un presagio de que algo va a suceder. Y después se produce un montaje que me encanta, por un lado tenemos a Brian Flagg tratando de saltar con su moto el puente, y por otro está el público del estadio animando al equipo, pero que gracias al montaje en paralelo parece lo alienten a Flagg. Es una gran presentación de personaje.
El terror no tiene forma es una excelente monster movie, con una criatura que resulta icónica, con ese color rosado y su apetito voraz, que da pie a todo tipo de muertes originales (a lo que ayuda el gran trabajo del equipo de efectos especiales), que siempre guardan un toque de humor negro. Meg tirando de Paul, quien se encuentra dentro del Blob siendo devorado, y como ella se queda agarrada sólo a su brazo. La muerte del cocinero que la masa devoradora succiona por el fregadero. La muerte de Candy Clark en la cabina telefónica, y como en el momento en que le dicen por teléfono, que el sheriff está camino del restaurante, éste aparece en medio del Blob. O el divertido encadenado de la muerte del responsable del cine, que pasa a un plano del público del cine gritando.
Russell se encarga de rodar las muertes de formas ingeniosas y utilizando todo tipo de recursos, por ejemplo, la muerte del proyeccionista mediante un travelling directo a su cara, que simula el avance del Blob. O como visualiza la muerte de Dr. Meddows, con la escafandra de su traje llenándose del Blob.
Y cuando llegan las escenas acción Russell demuestra estar a la altura (algo que volvería a demostrar en Eraser). Como la escena del salto con la moto en el puente (coronado con ese gran plano de la moto en el aire, mientras cae un jeep por un barranco y un helicóptero sobrevuela la escena, todo en el mismo plano). El momento en que el coronel Hargis se inmola con unas granadas, antes de ser devorado por el monstruo. O la escena de la moto escapando por las paredes del túnel.
Kevin Dillon es el mejor miembro del reparto, tirando de carisma a cada escena, soportando a sus espaldas gran parte del peso de la película. Nos gana con su actitud macarra, pero sobre todo en esos momentos en que demuestra ser una buena persona, y es atento con Meg o el vagabundo al que ataca el Blob. Pero la peli no se olvida en crear un fuerte personaje femenino, con la Meg Penny de Shawnee Smith, que de entrada parece una mosquita muerta, pero deviene en una fuerte personalidad, llegando a parecer una Ripley adolescente.
La película luce de maravilla para ser una pequeña producción de terror, sólo hay que ver esas imágenes nocturnas del bosque con los haces de luz del helicóptero entre los árboles para percatarse. Se le nota el cariño puesto por sus responsables en todos los apartados, eso la eleva por encima de la media de este tipo de películas.
Convierte la sencilla historia de la película original en una historia de tintes de la Guerra Fría, siendo la masa devoradora realmente un experimento del gobierno, que se ha ido de madre. Que es un cambio que sienta muy bien a la historia. Y al mismo tiempo capta ese tono paranoico típico de las producciones de los 50, pero la actualiza sabiamente. Además la amenaza del Blob no tiene límites, ya que sigue y sigue creciendo, pudiendo apoderarse del mundo.
Toma decisiones que nunca pensarías que haría una película comercial, como lo de matar a uno de los niños, o eliminar al primer acto al que parece va a ser el protagonista de la película, el personaje que interpreta Donovan Leitch Jr., que tiene todas la papeletas para ser el Steve McQueen de la película, pero los tiempos han cambiado y es el malote de Kevin Dillon el héroe inesperado. Se le agradece a la película que tome este tipo de decisiones.
El terror no tiene forma es una joyita del cine de terror de los ochenta, donde se presenta como uno de sus mejores y más entretenidos títulos. Os aconsejo que os dejéis atrapar por esta masa devoradora, y paséis noventa minutos terroríficamente divertidos.

CUROSIDADES
Del Close apareció en Blob: Masa mortal con un parche en el ojo, y al final de El terror no tiene forma el actor lleva también un parche.
Se estrenó por el 30 aniversario de La masa devoradora (1958).
Dos playmates dan vida a dos personajes de la película, Erika Eleniak (Vicki De Soto) y Julie McCullough (Susie).
Chuck Russell tiene un cameo, en el plano del cine en que todos se asustan a lo que ven en pantalla. Se encuentra en la segunda fila y en el centro de la imagen.
Fue nominada a los premios Saturn en la categorías de mejor película de ciencia ficción y mejor música (Michael Hoenig).
Ganó el premio a los mejores efectos especiales en el Festival de cine fantástico de Avoriaz.
La chica que en la escena del cine, está tendida en el suelo con la cara medio comida por el Blob, estaba basada en la novia de Tony Gardner.

BIBLIOGRAFÍA
Entrevista a Mark Irwin (jul 2024)
Fangoria Magazine (nº 76, 77)
Interview: Shawnee Smith (Joblo, 18 nov 2008)
Starlog Magazine (nº 134, 205)
Mexico's Deals-For-Debts Plan (The Washington Post, 21 ago 1987)
A World of Films For a Mass of Markets (Los Angeles Times, 5 sep 1986)
Men, Makeup & Monsters: Hollywood's Masters of Illusion and FX (Anthony Timpone, 1996)
The Directors: Take Four (Robert J. Emery, 2003)
Cinefantastique Magazine (Vol. 18 Nº 05)
Cinefantastique Magazine (Vol. 19 Nº 01)
The Funniest One in the Room: The Lives and Legends of Del Close (Kim Johnson, 2008)
Comentarios del director (Extra Blu-ray)
Cinefex Magazine (Nº 36)
Venice Magazine (Dec 1999/Ene 2000)
John Carpenter: The Prince of Darkness (Gilles Boulenger, 2003)

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Monday, September 23, 2024

En el punto de mira

Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película.

A dos policías se les encomienda la misión de vigilar una casa, para dar con la testigo de un caso contra la mafia.

Le tengo un cariño especial a En el punto de mira (Another Stakeout, 1993), y no hay mucha información sobre ella, así que para poder escribir la reseña me he valido de la ayuda de su guionista y productor Jim Kouf, y su director de fotografía Roy H. Wagner, que fueron muy amables al compartir conmigo sus experiencias en la realización de la película.

OTRA VIGILANCIA
Procedimiento ilegal fue un gran éxito en 1987, en Estados Unidos superó en la taquilla a Arma letal (1987), pero en lugar de rodar la secuela en un plazo de tiempo corto (como hizo Richard Donner en la saga protagonizada por Mel Gibson), ésta tardaría seis años en llegar.
"Disney quería hacer una secuela de inmediato," me explicó Kouf. "Pero yo estaba ocupado con otros proyectos, y me tomó un tiempo encontrar una historia que me gustara."
"Envié el guión a Badham, Dreyfuss y Estevez justo después de terminarlo para ver si a alguien le gustaba, y todos firmaron," continua Kouf. "Así que entramos en producción muy rápidamente."
Badham se lanzó a rodar "Stakeout II" (como inicialmente se tituló la película) porque según confesaba a Why So Blu?: "Me encantó la historia, que no era sólo una nueva versión del original, sino que se sostenía por sí sola."

REPARTO
Richard Dreyfuss y Emilio Estevez retomaron sus papeles de la pareja de policías Chris Lecce y Bill Reimers respectivamente.
El tercer papel protagonista en discordia fue para Rosie O'Donnell en la piel de la ayudante del fiscal Gina Garrett, que acompaña a Lecce y Reimers en su nueva aventura. Corre el rumor que el personaje de Gina originalmente estaba escrito para un hombre, pero Kouf lo niega. "Siempre fue escrito para una mujer," me explicó el guionista. "Antes de que Rosie fuera elegida, se suponía que había una conexión romántica entre Dreyfuss y el personaje femenino, pero el enredo romántico desapareció cuando las ideas del casting cambiaron. Los ejecutivos de Disney querían optar por una comedia en lugar de un romance. No estaba seguro de la elección, pero Disney realmente quería a Rosie, que era una nueva promesa..."
Tras trabajar con Miguel Ferrer en La asesina (1993), Badham contó de nuevo con el actor para dar vida al asesino a sueldo Tony Castellano.
El personaje de Madeleine Stowe (Maria), importante en la primera parte, quedó relegado a casi un cameo sin acreditar en la secuela. "Stowe tenía un papel pequeño porque no teníamos un rol lo suficientemente grande para ella, así que le pedí que hiciera la última escena como un favor," me explicó Kouf.
El resto del reparto lo formaron Cathy Moriarty (como la testigo Lu Delano), Dennis Farina y Marcia Strassman (como el matrimonio O'Hara, al que vigilan los protagonistas), John Rubinstein (en el papel del abogado Thomas Hassrick) y Sharon Maughan (interpretando a Barbara Burnside, otra vecina con la que se topa Lecce).

RODAJE
La fotografía principal tuvo lugar entre el 11 de enero 1993 y el 27 de abril del mismo año. Se filmó en localizaciones de Seattle y Las Vegas en Estados Unidos, y en Vancouver y Bowen Island en Canadá.
Badham escogió a Roy H. Wagner (Pesadilla en Elm Street 3: Los guerreros del sueño) como director de fotografía. Según me contó Wagner, fueron varias las razones que llevaron a esa decisión. "Había hecho varias segundas unidades para John. Había hecho un piloto de una serie, algunos anuncios y una serie de televisión para su socio, Rob Cohen. Había fotografiado un proyecto para su aprendiz, D. J. Caruso. Sobre esa base hice En el punto de mira con John."
Esto fue un cambio con respecto a la primera parte, que había sido fotografiada por John Seale (Mad Max: Furia en la carretera). "Llamé a John Seale con respecto a su fotografía, pero me dijo que me divirtiera y encontrara mi propia firma," me explicó Wagner. "Había fotografiado la primera parte de forma esférica. Fotografié la segunda con Panavision anamórfica. La primera fue una película seria algo divertida. Mi película era una comedia. Estilos muy diferentes."
El plano más loco de la película, es aquel en el que durante la persecución entre el perro y el gato, hay un plano desde la perspectiva del culo del felino. La pregunté a Wagner como surgió. "La cámara-culo fue idea mía. Montamos la cola en una steadicam en modo bajo. Fue hilarante incluso en los dailies."
Rodar en Canadá hizo que las cosas fueran difíciles durante el rodaje. "El mayor problema que tuvimos fue el clima," me contó Wagner. "Filmamos la mayor parte de la película en Vancouver. Habíamos programado los interiores de la casa para el invierno, esperando comenzar los trabajos exteriores durante la primavera." Los interiores de la casa se construyeron en estudio (más concretamente en los Bridges Stages en Vancouver), que fueron una réplica de la casa real, que estaba situada en Bowen Island, con dos plantas una encima de la otra. Iluminaron el set para recrear un bello día de primavera, y así filmaron allí las escenas, pero cuando llegaron a Vancouver para rodar los exteriores, se encontraron con el clima opuesto. "Nos encontramos con el peor clima en la historia de Vancouver," me explicó Wagner. "Llovió todos los días. Por supuesto, tuve que ocultar la lluvia y hacer que pareciera un hermoso día soleado de primavera."
Fue todo un reto el trata de ocultar que estaba lloviendo, y hacer que pareciese que hacía buen tiempo. "La noche que fotografiamos a Dreyfuss corriendo por el jardín en realidad estaba lloviendo, así que tuve que ocultar la lluvia real mientras iluminaba la lluvia de los aspersores. Si miras en la parte superior derecha del plano puedes ver la lluvia real."
Uno de los momentos más espectaculares de la película es la explosión inicial de una casa, la cual se rodó en Las Vegas. "Era una casa abandonada real, que nuestro equipo de efectos tardó una semana en preparar para la explosión," me explicó el camarógrafo. "Teníamos seis cámaras filmando al mismo tiempo. Una cámara estaba en una caja ignífuga dentro de la casa. Uno de mis asistentes de cámara expuso parte de la película. Tuvimos que reconstruir una parte de la casa para poder recrear la explosión del patio trasero, donde uno de nuestros actores salta a la piscina. De hecho, se puede ver que a uno de los actores le alcanzó una pequeña parte del fuego, que fue extinguido cuando saltaron a la piscina."
Hubo un mayor aumento de la comedia en comparación con la primera parte. Según me explicó Kouf: "Badham y los actores añadieron muchas tonterías durante el rodaje. No estaba contento con muchas de las cosas que agregaron, porque sentí que se estaban esforzando demasiado en ser divertidos." Al respecto, Badham se hizo responsable del exceso de bromas, asumiendo toda la culpa en una entrevista a Why So Blu? "Es mi personalidad infantil que queda libre," admitía el director.
Reinó un gran ambiente durante el rodaje, y eso se nota en la película. Los actores no paraban de hacer bromas, sobre todo Rosie O’Donnell. Un buen ejemplo es la escena en la que hablan sobre que Estevez  debe afeitarse su bigote, y éste le suelta a ella: "Hace 13 años que llevo este bigote. ¿Desde cuándo lleva el suyo?." El actor tuvo que repetir la escena cerca de 20 veces porque no podía para de reír al decir la frase.
Según contaba Badham, los pases previos de la película funcionaron muy bien con el público, lo que hacía presagiar otro éxito, pero éste nunca llegó, ya que la película tuvo una pésima campaña de publicidad. Primero el estudio decidió adelantar en un mes la fecha de estreno, y después decidió como estrategia de marketing, sólo comenzar a promocionarla dos semanas antes del estreno. Lo que no fue la mejor idea para una secuela que llegaba seis años después de la película original. Esto la condenó al fracaso.
La película llegó a las salas de cine de Estados Unidos el 23 de julio de 1993 (ya con el título definitivo de Another Stakeout), y sólo terminaría recaudando 20.208.496 de dólares (la primera parte había recaudado más del triple).
Aunque las críticas no fueron tan entusiastas como las de la primera entrega, hubo quien la disfrutó, como el crítico Roger Ebert, quien le dio tres estrellas y llegó a decir sobre ella: "Películas como ésta son chicles para la mente. Ésta mantiene su sabor mejor que la mayoría."

VALORACIÓN
Posiblemente soy el único fan del mundo de esta película, pero como comentaba en la introducción, siempre le he tenido un cariño especial, no sé ni cuentas veces la habré visto, y es que me resulta muy entretenida y gracias a su inofensivo sentido del humor, me cae en gracia.
La película no puede ser más sencilla, una operación de vigilancia de unos policías, que va de mal en peor, que combina comedia y acción (más de lo primero que de lo segundo). Pero es su sencillez con lo que me gana. Es una película que entra sola, simplemente hay que sentarse y disfrutar de las desventuras de esta pareja de policías. No hay pretensiones, ni subtextos, ni segundas lecturas, sólo un entretenimiento eficaz y simpático. Y es que a veces sólo queremos eso, pasar un buen rato con una película, sin demasiadas complicaciones.
Badham posee una tetralogía de comedias de acción que se localizan en estas coordenadas, y cuyo visionado siempre se pasa como un suspiro. Llegado un momento de su carrera se especializó en realizar este tipo de películas (Procedimiento ilegal, Dos pájaros a tiro, Colegas a la fuerza y En el punto de mira), y siento que no hubiera hecho más.
En el punto de mira es una película ligera que trata constantemente de hacerte pasar un buen rato, ya sea con una escena de acción (la explosión inicial), con una payasada (Dreyfuss y Estevez entrando en la casa como recién casados), bromas recurrentes (Estevez obsesionado con haberse afeitado su bigote) o un gag (ese plano desde el culo del gato).
La película es un no parar, y tiene un gran ritmo. Tras una secuencia espectacular donde conocemos a la testigo que persiguen los villanos, tenemos de nuevo a la pareja de policías expertos en vigilancias, metidos en un lío por causa de una nefasta detención a un criminal, para en poco tiempo estar metidos en una nueva misión de vigilancia, que sabemos que va a salir mal.
Juega a su favor, que si no se ha visto la primera parte no pasa nada, la historia se sigue a la perfección, y la escena inicial sirve como presentación de personajes, con Lecce y Reimers tratando de atrapar a un criminal.
Paga el peaje de repetir alguna situación ya vista en la película original, como tener a Lecce cubierto de basura hasta las cejas, pero es algo típico en las secuelas de tener un leit movit marca de la casa. Y luego tiene bromas internas, como que en la primera parte ambos policías gastaban un buen bigote, y aquí van afeitados.
Hay un cambio de tono con respecto a la primera parte, mientras que aquella era una película más o menos seria con toques de comedia, ésta es directamente una comedia. Creo que eso la beneficia, porque hace que no sea tan típica, para buddy movies de acción con comedia ya tenemos otros títulos tan destacados como Arma letal (1987), Tango y Cash (1989) o Límite: 48 horas (1982). El que apueste por ser más una comedia, hace que sea un poco diferente.
Ese tono de pura comedia lo tenemos en la secuencia de la cena con los vecinos, que se convierte en una locura que sólo va a más, y termina siendo tronchante, coronado con ese momento en que Gina, a quien se le escapa una información que sabe por estar espiando a sus invitados, se le ocurre decir que tiene poderes psíquicos para justificarlo. Toda esta secuencia funciona además de por el guión, por unos actores dotados para la comedia, donde destaca el gran Dennis Farina.
Algo por lo que esta película y la original funcionan, es que se trata de una película de unos voyeurs, alguien espiando a otras personas, lo que es muy cinematográfico, ya que el propio espectador se convierte también en uno. Además siempre resulta entretenido, porque apela a la curiosidad inherente en todos nosotros. Saber lo que hacen nuestros vecinos, y conocer que secretos esconden. Y si le metes humor, acción y suspense a la coctelera, te sale algo como mínimo entretenido.
Tal vez el cameo de Stowe está metido un poco con calzador, una subtrama para justificar tener al personaje de nuevo en la película (la actriz se había convertido en una estrella tras su participación en la primera parte), quien lleva muy al extremo el querer que Dreyfuss se case con ella. Pero sirve de arco para éste, un niño grande, que termina madurando y accediendo a casarse con ella, al saber lo que ella significa para él cuando cree perderla.
Es más interesante eso que el arco de Estevez, que pasa por superar la pérdida de su bigote (¡estamos en una comedia!).
La química entre Dreyfuss y Estevez funciona de maravilla, aquí más payasos que en la primera entrega. Son dos actores muy distintos que no deberían encajar, pero lo hacen.
Lo que menos me funciona de la película es Rosie O'Donnell, nunca llega a hacerme realmente gracia y resulta en algunos momentos un poco insoportable. Su personaje sirve para hacer que las situaciones se vuelvan más caóticas con sus metidas de pata, pero el personaje no se gana nuestras simpatías (se redime un poco al final, al salvar a la testigo de recibir un disparo).
Badham rueda con soltura esta buddy movie. Las escenas de acción cumplen (la explosión de la casa inicial es espectacular y la escena del coche en el muelle resulta divertida), y las escenas cómicas se suceden con fluidez y buen hacer. Además trata de utilizar diferentes recursos con la cámara, desde el uso de dioptrías de enfoque dividido a curiosos ángulos (como el giro que hace la cámara cuando Lecce, Reimers y Gina ponen rumbo a su misión en coche), eso sí, abusa de los planos holandeses. Todo para hacer la experiencia lo más amena posible.
En el punto de mira es una pequeña buddy movie, de lo más simpática, que hace que pases un buen rato. No es una obra maestra, pero tampoco trata de serlo, sólo pretende divertir al público, y lo consigue con creces. Si os gustan este tipo de películas, os recomiendo que la pongáis en vuestro punto de mira.

CURIOSIDADES
Única secuela que ha rodado John Badham en su carrera.
Dan Lauria que en la primera parte interpretaba a Phil Coldshank, compañero de Lecce y Reimers, en esta película se ha convertido en su capitán. Y sigue teniendo a su perro Winston.
Que el nombre del juez les deje la casa sea David Hoberman (alias Maximum Dave) es un guiño a David Hoberman, ejecutivo de Disney.
John Badham realiza un cameo como el capitán del ferry.
La película que están emitiendo por televisión en la habitación de Lu Delano es Procedimiento ilegal.
La calificación por edades de la película fue "PG-13", una reducción con respecto a la primera parte que fue "R".
D.J. Caruso futuro director de The Salton Sea (2002) y Disturbia (2007) fue el director de segunda unidad de la película.

BIBLIOGRAFÍA
Entrevista a Jim Kouf (oct 2022 y nov 2023)
Entrevista a Roy H. Wagner (nov 2023)
John Badham: Mr. Slick (Lebeau's Le Blog, 20 nov 2015)
Interview to Emilio Estevez (Moviehole, 2011)
Clint speaks to the legendary John Badham, director of WarGames, Stakeout, Saturday Night Fever (Moviehole, 2013)
The Den Of Geek interview: John Badham (Den Of Geek, 23 sep 2008)
Roger Ebert review (Chicago Sun-Times, 23 jul 1993)
Davis, Harlin stay attached to their work, romance (Variety, 20 jul 1993)

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