Cocoon
Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película.
Un grupo de ancianos, que vive en una residencia, comienza a bañarse en una piscina en la que se encuentran unos capullos extraterrestres, que les devuelve la energía de su juventud.
LA FUENTE DE LA JUVENTUD
En 1979, David Saperstein escribió la novela "Cocoon", tras una visita a sus suegros en Florida, al sorprenderse de como los residentes del complejo de apartamentos donde vivían, pese a estar jubilados, aún seguían conectados a su vida anterior. La novela no sería publicada hasta 1985, aprovechando el estreno de la película.
Lili Fini Zanuck, mujer del productor Richard D. Zanuck (quien con su socio David Brown produjo títulos como Tiburón o Veredicto final), se topó con la novela de Saperstein, y creyó encontrar el material perfecto para una película. La productora se hizo con los derechos por tan solo 2.500 dólares. Lili Zanuck se enfrentó con tres cambios administrativos en la 20th Century Fox, estudio que realizó la película, eso provocó que Cocoon (Cocoon, 1985) tardara cuatro años en materializarse. En un momento dado incluso lo llevaron a otro estudio.
Como era su primera producción, Lili Zanuck no pudo contar con grandes nombres, y tuvo que recurrir a profesionales de un perfil más bajo. Para hacerse cargo del guion, apostó por un desconocido Tom Benedek, quien llevaba 10 años tratando de vender un guion en Hollywood, el cual llegó hasta las manos de la productora. Cuando Benedek fue contratado, se encontraba administrando un edificio de oficinas, así que Cocoon le cambió la vida. Benedek admite que nunca le gustó el final de la película, con la llegada del platillo volante, que simplemente se lleva a los ancianos al planeta Antarea, lo que recuerda al final de Encuentros en la tercera fase (1977).
Para sentarse en la silla del director, le ofrecieron el puesto a Robert Zemeckis, protegido de Spielberg, que venía de dos fracasos de taquilla con Locos por ellos (1978) y Frenos rotos, coches locos (1980). "Me dieron un borrador muy preliminar del guion y lo desarrollé, trabajando en estrecha colaboración con el escritor, Tom Benedek," explicaba Zemeckis a la revista Starlog. Mientras el desarrollo de Cocoon avanzaba, Zemeckis fue contratado por Michael Douglas para rodar Tras el corazón verde (1984). La mala recepción al primer pase de prueba del film protagonizado por Douglas, y los rumores sobre un rodaje fuera de control en México (que no eran ciertos), provocó que los productores de Cocoon se pusieran nerviosos teniendo una superproducción entre manos (su presupuesto ascendería a 17,5 millones de dólares), y lo despidieron. Zemeckis se había pasado un año trabajando en la película. Lo curioso es que cuando Tras el corazón verde fue un gran éxito, le ofrecieron a Zemeckis de nuevo dirigir la película, pero rechazó la oferta, se encontraba trabajando en la adaptación al cine de "La sombra" (que dirigiría Russell Mulcahy en 1994), y poco tiempo después se pondría manos a la obra con Regreso al futuro (1985).
Cuando le despidieron, Zemeckis estaba trabajando para mejorar el tercer acto, que tampoco le convencía como a Benedek, y trataba de dar con un antagonista (no hay villanos en la película). Según contaba el director a la revista Starlog fue algo frustrante porque, "trabajé en ella tanto tiempo y moldeé gran parte de la historia, pero no pude llevar el proyecto hasta el final."
A Ron Howard le llegó la oferta para dirigir la película. Curiosamente, Howard había escrito con su mujer, quien tenía un título en psicología, y cuya especialidad era la geriatría, un guion sobre un triangulo amoroso entre personas ancianas. Así que el proyecto de Cocoon encajaba con sus intereses.
Según reconocía el director, le gustó la idea de base, pero no así el guion. Basándose en sus ideas, Howard comenzó una importante reescritura, que duró hasta los ensayos de la película, algo que se prolongó durante aproximadamente tres meses. Su interés estaba en mostrar también el lado negativo de la recuperación de la juventud en los protagonistas.
REPARTO
Para los papeles de ancianos se entrevistaron cerca de 200 actores, muchos de ellos no habían aparecido en la gran pantalla durante años.
El matrimonio compuesto por Hume Cronyn y Jessica Tandy, daría vida al también matrimonio, Joe y Alma Finley, siendo esta ocasión la séptima que trabajaban juntos en una película.
Cronyn, Tandy y Maureen Stapleton (quien da vida a Mary Luckett) fueron escogidos desde el inicio. Cuando Howard entró en el proyecto participó en la búsqueda del resto de actores.
Wilford Brimley fue contratado para dar vida a uno de los ancianos, Ben Luckett, cuando curiosamente sólo tenía 49 años, su fichaje se ha convertido con el paso de los años en un meme. El equipo de efectos de maquillaje se encargó de envejecerlo, volvieron su pelo y bigote de color blanco, y en su rostro aplicaron manchas y líneas con maquillaje, para que fuera un anciano más convincente.
Dom Ameche fue una incorporación de última hora, hizo una entrevista un viernes, y lunes fue contratado para el papel de Art Selwyn. Fue la primera oferta de trabajo que recibía el actor en cerca de año y medio.
A Steve Guttenberg le encantó el guion (lo leyó mientras rodaba Loca academia de policía) y luchó para hacerse con el papel de Jack Bonner. Sólo a base de insistir, consiguió una reunión en la explicó cuanto quería participar en la película. Finalmente el papel fue suyo.
Tahnee Welch, hija de la también actriz Raquel Welch, se hizo con el papel de la extraterrestre Kitty. Más de 200 actrices hicieron una audición para dicho papel, hasta que encontraron una foto de Tahnee, y tras hacer una audición, fue contratada.
Linda Harrison, la popular Nova de El planeta de los simios (1968), y ex-mujer de Richard D. Zanuck, mantenía una buena relación con el productor, y durante la etapa de desarrollo de la película, Richard y Lili Fini Zanuck creyeron que había un papel para ella. Unos meses después hizo una audición con Howard, y fue suyo el rol de Susan, la madre de David.
El resto del reparto lo formaron Brian Dennehy (en la piel, nunca mejor dicho, de Walter, líder de los extraterrestres), Jack Gilford (como el anciano cascarrabias Bernie Lefkowitz), Herta Ware
(en el papel de Rose 'Rosie' Lefkowitz, mujer de Bernie), Gwen Verdon (dando vida a la vivaz Bess McCarthy, y amor de Art), Barret Oliver (como el joven David, nieto de Ben y Mary), y Tyrone Power Jr. y Mike Nomad (como los alienígenas Pillsbury y Doc respectivamente, que completan el grupo de rescate de Walter).
RODAJE
El rodaje tuvo lugar en la soleada St. Petersburg (Florida), entre el 20 de agosto de 1984, y el 1 de noviembre del mismo año. Por otra parte, las escenas submarinas se rodaron en las Bahamas. Fue un rodaje agradable, en el que reinó el buen ambiente, y donde todos se llevaron de maravilla. Aunque de entrada no estaba tan claro que tendrían buen tiempo, los informes meteorológicos presagiaban una gran temporada de huracanes para el comienzo del rodaje, pero la suerte estuvo de su parte, y apenas les alcanzó la parte final de uno.
El único día que tuvieron problemas, fue rodando en la casa de la piscina, la escena de sexo entre Jack y Kitty, donde tenían que realizar efectos especiales y fuera azotaba una tormenta tropical. Decidieron seguir adelante, aunque no pudieron rodar mucho material.
El mayor incidente que ocurrió durante el rodaje, lo protagonizó Brian Dennehy, quien fue detenido por conducir borracho, mientras viajaba con Steve Guttenberg en un coche. El actor pasó una noche en la cárcel, y al día siguiente se fue a rodar.
St. Petersburg estaba plagada de cigarras, las cuales hacían tanto ruido, que dificultaban la grabación del sonido, por lo que un miembro del equipo disparaba un arma de fogueo antes de cada toma, para hacerlas callar.
Howard les dio carta blanca a los actores. Un buen ejemplo, es la simple toma de Ameche, Brimley y Hume caminando por el bosque, que requirió de 12 tomas, con cuatro o cinco cambios de cámara, y cada toma se rodó con varios cámaras, mientras los actores tuvieron libertad para improvisar. Según Howard, Brimley llegó a improvisar el 50% de sus frases en la película.
Cuando rodaron la muerte de uno de los alienígenas en brazos de Brian Dennehy, inicialmente ocurría de una forma fría, al propio actor se le ocurrió rodar de nuevo la escena, y como su personaje estaba dentro de un cuerpo humano, que llorase al perder a su compañero, y después se tocase la lágrima sin saber que es, porque en su planeta natal no hay dolor. A Howard le gustó la propuesta y así la rodaron de nuevo.
El gran artista Ralph McQuarrie (En busca del arca perdida) se encargó de los diseños los extraterrestres, pero también ayudó al diseñador de producción Jack T. Collis, a proporcionarle algunos dibujos de la casa de la piscina, que éste había diseñado, para venderle al estudio lo que tenían en mente.
El principal trabajo de McQuarrie fue crear los diseños conceptuales de los antareanos (tanto de la nave espacial, de los capullos, como de los propios extraterrestres). El experto en efectos de maquillaje Rick Baker (Un hombre lobo americano en Londres) debía convertir los diseños de los alienígenas de McQuarrie en realidad, pero después Baker cambió de idea, y decidió descansar en lugar de enfrascarse en otro proyecto. Greg Cannom (Blade) fue entonces contratado para sustituir a Baker, quien apenas utilizó los diseños de McQuarrie. Cannom estaba trabajando en Sueños radioactivos (1984), cuando se encontró con Baker en su casa, diciéndole que le pasaba la antorcha. Aquel mismo día, Cannom se reunió con Ron Howard y Richard Zanuck, y el puesto fue suyo. Cannom llegó a crear cerca de 35 diseños diferentes de los antareanos. Estos debían ser bonitos y amigables, para ello les dio unas narices y bocas pequeñas, y mediante lentillas, les portó unos grandes ojos con corneas azules. Les dieron vida bailarinas de baja estatura, enfrascadas en trajes de spandex. Evitó el uso de marionetas porque eran demasiados alienígenas y hubiera complicado demasiado el rodaje. ILM aportó posteriormente los efectos de brillo.
Los alienígenas llevan unos "trajes" que les permiten hacerse pasar por humanos, Cannom hizo moldes de cuerpo entero para crear pieles muy delgadas, para los actores Mike Nomad y Tahnee Welch (algo para lo que necesitó cerca de tres días). Estaba previsto hacer uno también para Brian Dennehy, pero la producción se quedó sin tiempo, y decidieron no filmar la escena en que Walter (Dennehy) revelaba su forma alienígena.
Para las escenas en las que se muestran los alienígenas dentro de los capullos (los cuales estaban fabricados en fibra de vidrio y fueron creados por Robert Short), primero se optó por una criatura transparente, que mostraba las venas de su interior (creada por Tom Hester), pero al colocarlo dentro del capullo resultaba terrorífico, para suavizarlo decidieron pintarlo de blanco, y así quedó perfecto.
En una de las escenas más divertidas de la película, un rejuvenecido Dom Ameche (Art Selwyn) baila break dance, para los movimientos, imposibles de realizar de una persona de su edad, se utilizó un doble. Cannom hizo un molde de Ameche, y creó una máscara para que un joven bailarín, encargado de representar la escena, se pareciera al actor.
La ILM fue la responsable de los efectos visuales de la película, con Ken Ralston como el supervisor de producción de efectos visuales, cuyo trabajo requirió de ocho meses. Según contaba, cuando el guion llegó a sus manos rogó para que le dieran el proyecto. Se utilizaron todo tipo de técnicas de efectos, desde ópticas, pasando por miniaturas, pantalla azul, máscaras, stop-motion, trabajo con cables y animación mediante rotoscopia para los extraterrestres (que fue muy complejo, debido a que en el mismo plano compartían escena con actores de carne y hueso, que se movían y caminan alrededor de ellos, aunque a la hora de rodar se hizo por separado, con los aliens filmados en pantalla azul).
En la estación de guarda costas de Largo-Clearwater, concretamente en su hangar más grande, se instaló la producción para la creación de los efectos especiales, donde disponían de una enorme pantalla azul para efectos y de fondos, de cerca de 10 metros de altura.
El barco Manta III es uno de los escenarios principales de la película, el cual es capitaneado por Steve Guttenberg. Utilizaron un barco real para las escenas marítimas, pero cuando construyeron un muelle en la residencia de ancianos, apenas había profundidad de agua suficiente para atracar el barco, por lo que el diseñador de producción Jack T. Collis creó un barco idéntico con el fondo plano para que pudiera encajar en el lugar. Este mismo barco se utilizó para las tomas de efectos visuales del clímax, donde asciende hasta la nave espacial alienígena.
Los delfines trajeron un poco de cabeza a la producción. Primero probaron a filmarlos dentro de un acuario, pero no quedaba bien en pantalla. Para unas tomas decidieron utilizar delfines amaestrados, pero para otras decidieron construir unos animatrónicos. "Construimos una cabeza de delfín mecánica desde la nariz hasta la aleta pectoral," explicaba Robert Short, el artista encargado de construirlos, a la revista Starlog. "Incorporamos movimientos de cuello controlados por cables, parpadeos e incluso un espiráculo operativo. También construimos un delfín mecánico de 2,5 metros de largo, de la cabeza a la cola, que tenía trineos para una persona, unidos a su vientre que nos permitían impulsarlo a través del agua de una manera convincente. En ambos casos, utilizamos una subestructura de fibra de vidrio y una superficie Skinflex." Cuando se encontraban filmando a los animatrónicos en el mar, un policía creyó que estaban haciendo daño a unos delfines, y a punto estuvo de arrestar al equipo.
En otra ocasión, que estaban rodando en plena noche en el mar con el Manta III, alguien avisó a la guardia costera sobre la realización de actividades sospechosas.
El primer montaje de la película superaba las tres horas de duración. A Howard no le quedó más remedio que acortar la película. Durante dos semanas los montadores Daniel P. Hanley y Mike Hill, trabajaron en ello, hasta dejar a Cocoon en sus definitivos 117 minutos.
Una escena que se perdió después de esos recortes, mostraba una fiesta entre los ancianos y los antareanos en su forma extraterrestre, y como los alienígenas bailaban por al aire con los humanos. También se eliminó una escena en la que Ben (Wilford Brimley) estrellaba su Cadillac blanco contra un deportivo.
Para meterle más prisa a la producción, Fox decidió adelantar el estreno seis meses, de las navidades de 1985, al 21 de junio de 1985. Parece que fue una decisión acertada porque Cocoon fue una de las películas de aquel verano, recaudando en territorio norteamericano 76.113.124 de dólares (sexta película más taquillera del año en su país de origen), e hizo una taquilla mundial de 85.313.124 de dólares.
Y los premios también se acordaron de ella, ganando los dos Oscars a los que fue nominada, en las categorías de mejor actor secundario (Don Ameche) y mejores efectos visuales (Ken Ralston, Ralph McQuarrie, Scott Farrar y David Berry).
VALORACIÓN
Cocoon podría ser perfectamente una producción de Amblin, dicho eso como un cumplido. Tiene ese tono amable y entretenido de las producciones de Spielberg, y sin olvidar unos excelentes efectos visuales.
Le cuesta un poco arrancar, con la presentación de los personajes, pero una vez los ancianos se sumergen en el aguas mágicas, la película parece rejuvenecer con ellos, y se llena de su alegría y vitalidad.
Es cierto que falta algún elemento que de una mayor tensión y premura a la marcha de los ancianos, básicamente lo que ocurre en el clímax, es que tienen que reparar el barco mientras la policía los busca, y después son perseguidos por los guardacostas. A falta de un villano o enemigo real, la película opta por un acercamiento más discreto, que no sienta mal a la película, pero le resta fuerza. Y después cuando el barco es abducido, nos parece estar reviviendo el final de Encuentros en la tercera fase, pero resulta tan espectacular y positivo, que lo aceptamos. La película no se alarga ni un fotograma de más, y es un buen cierre para esta historia amable.
Toda la trama de los antareanos recuperando a sus antiguos compañeros, dejados en el fondo del mar miles de años atrás, tampoco aporta mucha aventura ni emoción a la historia.
Lo que me resulta un poco forzado, es que Walter acceda a que los ancianos sigan bañándose en su piscina, teniendo en cuenta la importancia de su misión, decisión que terminará pagando caro. Simplemente sucede para que haya película, y en Cocoon siempre se deja claro que estos seres de otro planeta son amigables.
La película muestra lo que es envejecer, con su claros y sus sombras, algunos de los ancianos mueren a lo largo de la película, otros padecen enfermedades, pero también se los muestra como gente vitalista y sexualmente activos.
Ron Howard rueda con bastante acierto su primera superproducción, y hace un buen uso de los efectos visuales, los cuales ayudan a la historia, y nunca se apoderan de ella. Realmente es una película de personajes.
Y es que los personajes están bien construidos en el guion, y cada uno de los ancianos funciona con su propia personalidad, e incluso como parejas. Joe y Alma Finley sufren una separación por los cambios que experimenta Joe, quien una vez recupera su juventud, y se recupera de su cáncer, engaña a su mujer (la escena de su reconciliación final funciona muy bien, se nota el arrepentimiento de Joe). Art y Bess inician una relación. A Ben y Mary les une el amor por su nieto, y su decisión de irse al final de la película les resulta dura por dejarle atrás. Y Bernie y Rose son un matrimonio que no quiere jugar con la naturaleza, y acepta la vejez tal y como les ha venido (que tristemente incluye la muerte de ella). Todos los actores están fantásticos y muy creíbles en sus papeles de ancianos rejuvenecidos. Además Brian Dennehy siempre brilla como secundario, e incluso Steve Guttenberg está de lo más simpático. Los que no aportan nada son los personajes de Pillsbury y Doc, que no tienen personalidad y se podrían haber eliminado de la película.
Cocoon lanza la pregunta de que haríamos si tuviéramos la oportunidad de vivir eternamente, ¿aceptaríamos o por el contrario viviríamos el resto de nuestra vida tal y como está predestinado?
Me encanta que la película, una superproducción de Hollywood, apostase por tener un reparto protagonizado principalmente por ancianos, y que después fuera un gran éxito. Creo que hoy día no darían luz verde a una película como ésta.
Tiene una de las secuencias más terroríficas, y que me dejaron más traumatizado siendo niño, cuando todos los ancianos de la residencia corren a meterse en la piscina, y comienzan a golpear uno de los capullos, lo que provoca la muerte de uno de los alienígenas.
Y hay lugar para la comedia, mi momento preferido es en el que Ben (Wilford Brimley) pasa la prueba de visión leyendo hasta las letras más pequeñas, cuando antes de bañarse en las aguas de la piscina era incapaz de leer incluso las de mayor tamaño.
Cocoon es una entrañable película made in 80s, tiene los puntos fuertes del cine fantástico de la época (una buena historia, mucha emoción y diversión), con unos medios técnicos impresionantes (muchos de los efectos siguen funcionando a día de hoy), y que se sumó a la moda de películas con extraterrestres amigables. Fue la entrada en las grandes ligas para Ron Howard. Y le dio la oportunidad a una serie de actores de la tercera edad de protagonizar una gran superproducción y de saborear un gran éxito. En los tiempos que corren, volver a Cocoon es rejuvenecer un poco, sienta bien dejarse contagiar por su optimismo y buenas intenciones.
CURIOSIDADES
Para una escena de pesadilla, el equipo de Greg Cannom creó un alienígena muy complejo y articulado, que nunca se llegó a filmar.
En 1988, se estrenaría la secuela, Cocoon: El retorno, con el regreso del reparto original, y dirigida por Daniel Petrie. Resultó ser un fracaso de taquilla.
Ron Howard contó con varios miembros de su familia para el reparto, su madre Jean Speegle Howard (extra), su padre Rance Howard (policía) y su hermano Clint Howard (John Dexter).
Primera película en la que trabajaron juntos Ron Howard y el compositor James Horner. Después vendrían Willow (1988), Apolo 13 (1995), El Grinch (2000), Una mente maravillosa (2001) y Desapariciones (2003).
Tahnee Welch y Tyrone Power, Jr. son hijos de actores famosos, la primera es hija de Raquel Welch, y el segundo es hijo de Tyrone Power.
Es una de las cuatro películas favoritas de Ryan Gosling.
Steve Guttenberg, Tahnee Welch y Tyrone Power, Jr. trabajaron de nuevo juntos en Cocoon: El retorno (1988) y 2 Lava 2 Lantula! (2016).
BIBLIOGRAFÍA
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‘Romancing the Stone’ at 35: How Michael Douglas, Kathleen Turner Survived Gators, Rain, and Studio Expectations (Variety, 30 mar 2019)
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