Wednesday, October 16, 2024

El terror no tiene forma

Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película

Un meteorito cae cerca de un pueblo, y oculta en su interior un ser que se alimenta de todo lo que pilla por delante. Pronto sembrará el caos, y el gobierno tendrá que hacerle frente.

El terror no tiene forma (The Blob, 1988) es una de mis películas de terror favoritas de los 80. Llevo mucho tiempo queriendo escribir una reseña sobre ella, pero no encontraba demasiada información, así que recurrí a su director de fotografía, el gran Mark Irwin, quien contestó mis preguntas y me dio valiosos datos sobre la producción, le estoy muy agradecido por ello. Espero que os guste la reseña.

LA MASA DEVORADORA
Irvin S. Yeaworth Jr. fue el director de la exitosa La masa devoradora (1958), pequeño clásico de la serie B protagonizado por Steve McQueen, a la que seguiría una secuela tardía, Blob: Masa mortal (1972) dirigida por Larry Hagman, el famoso J.R. de la serie Dallas (1978-91).
Chuck Russell deseaba convertirse en director, tras años trabajando en el mundo del cine, principalmente como productor. Conoció a Frank Darabont en el rodaje de Noche infernal (1981), en la que era productor ejecutivo, y Darabont asistente de producción. Russell contrataría de nuevo a Darabont como asistente en Extraña seducción (1982). Durante este rodaje llegó hasta Russell un guión de Darabont que había escrito para un capítulo de la serie M.A.S.H. (1972-83), y que nunca se llegó a realizar, pero que gustó al primero, razón por la que le propuso que se convirtieran en compañeros de escritura, y así se hicieron grandes amigos.
En 1986, tras ver La masa devoradora en un pase por televisión, a Russell se le ocurrió hacer un remake de la película, de la que era fan.
Buscando los derechos de la película Russell dio con Jack H. Harris, productor de las dos primeras películas. Ante el entusiasmo del director, Harris accedió a realizar el remake, y le vendió los derechos. Tras el estreno de Blob: Masa mortal (1972), ya se habían llevado a cabo un par de intentos fallidos de realizar uno (Harris quiso que John Carpenter se encargase de dirigir un remake años antes).
Russell y Darabont escribieron el guión para New World Pictures (antigua productora de Roger Corman, por aquel entonces ya en manos de Robert Rehme), quien en 1986, anunció que estrenarían El terror no tiene forma en 1987, pero el proyecto quedó en punto muerto.
Le enviaron el guión a New Line, quien rechazó el proyecto, pero en su lugar contrataron a Russell y Darabont para reescribir el guión de Pesadilla en Elm Street 3: Los guerreros del sueño (1987), que Russell terminaría dirigiendo. El éxito de la tercera entrega de Freddy Krueger les permitió llevar a cabo su soñada El terror no tiene forma.
El film sería inicialmente producido por Cinema Group Pictures, con un presupuesto de 15 millones, y con fecha de inicio de rodaje a mediados de noviembre de 1987, para su estreno en el Día de los Caídos de 1988, pero el proyecto pasaría finalmente a ser producido por TriStar Pictures.

REPARTO
Shawnee Smith se hizo con el papel de Meg Penny, tras un duro proceso de audición. 
El papel de Brian Flagg se lo llevaría Kevin Dillon, a quien le encantó interpretarlo. "Es realmente un gran personaje," admitía el actor. "Un tipo engreído, un tipo sabio. Realmente puedo hincarle el diente a este papel."
Del Close se encargó del papel del reverendo Meeker, algo que estaba destinado a ocurrir. El actor ya había trabajado en Blob: Masa mortal (1972), y además había escrito una historia sobre el Blob para un número del cómic "Wasteland" de DC Comics. Tras quedarse sin un trabajo que iba a realizar en Nueva York, y como se encontraba de todas formas en la ciudad, llamó a sus agentes para ver que le podían ofrecer en la Gran Manzana, y no tardó mucho en ocurrir, sólo tres semanas después de publicar su historia sobre el Blob, hizo el casting para trabajar en El terror no tiene forma, y le llevó a Russell algunos cómics. Y es que todo estaba de cara para el actor, tanto que incluso en el vuelo que Russell hizo a Nueva York para la audición, vio Los intocables (1987) en la que trabajaba Close. "Estaba fresco en su mente. ¡Fue agradable tener una cinta de audición de gran presupuesto dirigida por Brian De Palma," comentaba el actor a Starlog. Para interpretar al reverendo, Russell le pidió que bajara de peso, y el actor llegó a perder aproximadamente 11 kilos.
El resto del reparto lo forman Donovan Leitch Jr. (como Paul Taylor), Jeffrey DeMunn (en el papel del Sheriff Herb Geller), Candy Clark (interpretando a la camarera Fran Hewitt), Joe Seneca (como el villano Dr. Meddows), Paul McCrane (dando vida al policía Bill Briggs), Ricky Paull Goldin (interpretando a Scott Jeske, amigo de Paul Taylor), Art LaFleur (como el padre de Meg) y Jack Rader (en la piel del coronel Hargis).

RODAJE
El rodaje comenzó el 12 de enero de 1988, y terminó el 26 de mayo del mismo año. Para dar vida a Arbeville, Colorado, el equipo y reparto (compuesto por 150 personas) se trasladaron hasta Abbeville en Luisiana, no sólo se parecían en el nombre. "Fuimos a Abbeville (Luisiana) para encontrar una ciudad que no tuviera nieve [en enero]," me explicó Irwin, "así como una calle principal, una sala de cine, y un estilo lo suficientemente neutral como para parecer una ciudad de esquí en Nueva Inglaterra (casas de tablillas blancas y ayuntamiento, etc.). Luisiana en invierno es muy fría incluso sin nieve. La temperatura nocturna era de 0ºC, y los actores masticaban cubitos de hielo para que no se les notara el aliento."
Tras rodar durante tres semanas en Abbeville, el equipo se desplazó hasta Los Angeles para, primero rodar durante otras tres semanas y media más exteriores, y después los interiores en unos estudios en Valencia. La mayoría de la película se rodó de noche, así que el equipo dormía por el día.
Russell escogió a Mark Irwin como director de fotografía, quien ya se había encargado de otro remake, el de La mosca (1986). "El terror no tiene forma fue una de mis primeras películas después de mudarme de Toronto a Los Ángeles en 1987," me contó Irwin. "La mayor parte de la película se rodó en Los Ángeles y mi agente me puso en contacto con Chuck Russell, quien conocía La mosca, y estaba ansioso por conocer mi opinión sobre otra nueva versión (misma brecha de 30 años: 1958 a 1988). Compartimos una visión y nos pusimos a trabajar."
Irwin decidió rodar con una cámara Moviecam y utilizar película Technicolor, le consulté el porqué de estas elecciones. "Moviecam tenía una fábrica de alquiler en la ciudad [Los Angeles] (el único lugar en Estados Unidos donde se alquilaba esta cámara austriaca en ese momento)," me explicó Irwin. "Fue y es la mejor cámara de 35 mm jamás fabricada, y la usé hasta 2008, cuando lo digital se hizo cargo. En cuanto a Technicolor, procesaron e imprimieron las impresiones de lanzamiento, pero FotoKem fue nuestro laboratorio diario. Una instalación de postproducción cinematográfica de servicio completo ubicada en Burbank."
Una producción llena de efectos visuales fue un reto para Irwin. "Mi mayor desafío (aparte de 17 semanas trabajando de noche), fue hacer que el Blob pareciera del mismo color en todas las escenas. El equipo de efectos especiales fue excelente, pero había al menos 10 versiones (methocel, seda, plástico pintado, esculpido duro, etc.) y no había forma de rastrear y corregir digitalmente el color. Mi principal objetivo era mantener el Blob amenazador, y no rosado y bonito. Finalmente racionalicé que el Blob cambiaba de color a medida que digería a más personas."
El momento más espectacular de la película, es el salto en moto de Flagg por un puente, donde al mismo tiempo que la moto salta, un jeep cae por un barranco, mientras un helicóptero les sobrevuela. "Teníamos 3 cámaras (todas disparando a 64 fps o 96 fps)," me contó Irwin, "y las iluminamos para cámaras de alta velocidad y profundidad de campo, pero para mí esa fue sólo otra toma. Sólo décadas después supe que era una toma épica para todos estos temerarios y especialistas de Hollywood. Gary Hymes era el coordinador de motocicletas y él hizo que todo sucediera, pero dijo que fue muy complicado montarlo todo."
Cuando rodaron el momento en el que el soldado con el lanzallamas explota, y las llamas alcanzan al reverendo, el truco no salió como estaba previsto, y el fuego no alcanzó al doble de Del Close como deseaban. Como necesitaban un plano del reverendo Meeker en llamas, y no podían repetir el efecto de la explosión del hombre con el lanzallamas, recurrieron a Del Close para que hiciera la escena de riesgo. Curiosamente años antes, Close había trabajado como antorcha humana. Al final sólo hicieron una toma del fuego yendo hacia el actor, sin que éste llegara a alcanzarlo.
Según la revista Fangoria, el presupuesto de la película fue de 19 millones de dólares, casi la mitad se emplearon en los efectos visuales y de maquillaje. Las tareas se dividieron en dos equipos, uno para efectos de maquillaje y criaturas; y otro de efectos visuales obra de Dream Quest Images. Para que el Blob cobrara vida se utilizaron todo tipo de técnicas, como el uso de miniaturas, efectos ópticos, movimiento inverso, stop-motion, go-motion y matte paintings.
Dar vida al Blob fue una tarea harto complicada. "Fue una pesadilla," admitió Lyle Conway a Cinefantastique, jefe de efectos de la criatura. "Esta es la única película que se me ocurre en la que la estrella llegó en un balde. Fue un infierno intentar lograr una actuación con ella".
Barajaron crear el Blob mediante CGI (una técnica aún en pañales a finales de los 80), pero tras realizar una prueba vieron que no funcionaba.
Conway y su equipo tuvieron que crear a la viscosa criatura, que era una especie de edredón de seda lleno de methocel (un polímero), y descubrieron que realmente habían creado el Blob. "Una vez el methocel se mezcló con agua y se metió en un gel con una pequeña cantidad de amoniaco, era casi impermeable a la limpieza," explicaba el supervisor de producción de efectos visuales Michael Fink a Cinefex"Carcomió el asfalto del parking, arrancó la pintura de las miniaturas, provocó arcadas a los titiriteros..." 
Y trabajaron contrarreloj, inicialmente estaba previsto que la película contase con seis semanas de posproducción, pero para cumplir la fecha de estreno, se hicieron cambios en el calendario, y lo movieron dentro de la fotografía principal, y siguieron refiriéndose a ese tiempo como postproducción. Eso hizo que algunos efectos se crearan a toda prisa. "Algunas cosas se pidieron por la mañana y se entregaron por la tarde," contaba Conway a Cinefantastique.
Tony Gardner fue el supervisor de efectos de maquillaje y animatronics. Estaba originalmente previsto que Gardner sólo se encargase de pequeños efectos, pero después de que Lyle Conway dejase la producción, Chuck Russell le pidió a Gardner que asumiera todo el trabajo de efectos, el artista terminó dirigiendo a un equipo de treinta y tres personas, durante siete meses.
Gardner contó con un presupuesto de 500.000 dólares para efectos de maquillaje. Uno de los maquillajes más complejos fueron las heridas del reverendo Meeker. Eran necesarias cinco horas y media para la crear el maquillaje con las quemaduras recientes, y siete horas y media para recrear sus cicatrices en la escena final.
Hicieron una copia de cuerpo entero de Donovan Leitch Jr. (Paul Taylor), para una de las escenas más complicadas de la película, aquella en la que Paul está debajo el Blob, siendo devorado por éste. Eran necesarias unas 50 personas para hacerlo funcionar. Para conseguir una mayor reacción de Shawnee Smith, Chuck Russell no le dijo a la actriz que el propio Leitch haría la primera parte de la escena dentro del Blob (después fue sustituido por una marioneta miniatura), por lo que la reacción de Smith cuando grita es auténtica. Gardner sólo debía hacer una parte de los efectos de maquillaje de la escena, pero tras la marcha de Conway, tuvo que asumir toda la escena y sólo le dieron seis días para resolverla, siendo un equipo de seis personas.
Una de las escenas más memorables de la película, es la muerte del personaje de Candy Clark dentro de una cabina telefónica, que pese a su espectacularidad, se resolvió de una forma sencilla. "Las paredes de vidrio de la cabina tenían acuarios de plexiglás transparente (altos y estrechos) construidos en el exterior," me explicó Irwin, "y el equipo de efectos especiales simplemente vertió fluido de Blob, y manipuló las partes del cuerpo con hilo de pescar transparente y varillas de plexiglás. Finalmente, la vista superior tenía cuatro acuarios en su lugar para lograr el máximo Blob, y luego lo explotamos con un maniquí en su interior." La actriz tuvo que pasarse dentro de la cabina dos días, y gritó hasta quedarse ronca, y para parecer que estaba sudando la rociaban con agua.
Para crear el momento en que el personaje de Bill Briggs (Paul McCrane) muere partido en dos al pasar a través de una estantería, el equipo de efectos creó unas piernas falsas para el actor. Las auténticas estaban ocultas en una plataforma en la que estaba sentado McCrane, y cuando movieron la plataforma, las piernas falsas se doblaron creando la ilusión de que éste se partía por la mitad.
La casa de efectos Dream Quest Images se encargó de las miniaturas y ópticas, con Hoyt Yeatman como supervisor. Greg Jein creó una miniatura del pueblo de Arboville de 24x9 metros, llena de detalles.
La película llegó a las salas de cine norteamericanas el 5 de agosto de 1988, y resultó un fracaso comercial, recaudando tan solo 8.247.943 de dólares. "Tal vez fue un error hacer un remake de La masa devoradora con sentido del humor," explicaba Russell a Starlog sobre las causas del tropiezo en la taquilla. "Pensé que sería una interpretación entretenida. Era un concepto al que me aferré cuando estaba buscando mi primer trabajo de dirección. Desafortunadamente, se estrenó tarde en un verano frenético lleno de grandes películas, y no tuvo una campaña publicitaria particularmente buena."

VALORACIÓN
El terror no tiene forma es uno de los mejores remakes del género de terror, no sólo justifica su existencia por la mejora en los efectos especiales, es que además supera a la película original en el resto de aspectos. Los personajes están mejor definidos, la historia es más interesante y está más desarrollada, es más entretenida, tiene mejor ritmo y pasan muchas más cosas (en la película original los personajes no dejan de ir de una lado a otro sin que suceda nada realmente, hasta los últimos 15 minutos).
Considero que hay cuatro grandes remakes que surgieron en los 70/80 basados en películas de los 50, La invasión de los ultracuerpos (1978), La cosa (1982), La mosca (1986) y esta El terror no tiene forma (1988).
La película empieza bien, con los títulos de crédito que muestran el pueblo vacío, como si algo malo hubiese ocurrido, sólo para descubrir que toda la gente se encuentra en el campo de fútbol, pero es un presagio de que algo va a suceder. Y después se produce un montaje que me encanta, por un lado tenemos a Brian Flagg tratando de saltar con su moto el puente, y por otro está el público del estadio animando al equipo, pero que gracias al montaje en paralelo parece lo alienten a Flagg. Es una gran presentación de personaje.
El terror no tiene forma es una excelente monster movie, con una criatura que resulta icónica, con ese color rosado y su apetito voraz, que da pie a todo tipo de muertes originales (a lo que ayuda el gran trabajo del equipo de efectos especiales), que siempre guardan un toque de humor negro. Meg tirando de Paul, quien se encuentra dentro del Blob siendo devorado, y como ella se queda agarrada sólo a su brazo. La muerte del cocinero que la masa devoradora succiona por el fregadero. La muerte de Candy Clark en la cabina telefónica, y como en el momento en que le dicen por teléfono, que el sheriff está camino del restaurante, éste aparece en medio del Blob. O el divertido encadenado de la muerte del responsable del cine, que pasa a un plano del público del cine gritando.
Russell se encarga de rodar las muertes de formas ingeniosas y utilizando todo tipo de recursos, por ejemplo, la muerte del proyeccionista mediante un travelling directo a su cara, que simula el avance del Blob. O como visualiza la muerte de Dr. Meddows, con la escafandra de su traje llenándose del Blob.
Y cuando llegan las escenas acción Russell demuestra estar a la altura (algo que volvería a demostrar en Eraser). Como la escena del salto con la moto en el puente (coronado con ese gran plano de la moto en el aire, mientras cae un jeep por un barranco y un helicóptero sobrevuela la escena, todo en el mismo plano). El momento en que el coronel Hargis se inmola con unas granadas, antes de ser devorado por el monstruo. O la escena de la moto escapando por las paredes del túnel.
Kevin Dillon es el mejor miembro del reparto, tirando de carisma a cada escena, soportando a sus espaldas gran parte del peso de la película. Nos gana con su actitud macarra, pero sobre todo en esos momentos en que demuestra ser una buena persona, y es atento con Meg o el vagabundo al que ataca el Blob. Pero la peli no se olvida en crear un fuerte personaje femenino, con la Meg Penny de Shawnee Smith, que de entrada parece una mosquita muerta, pero deviene en una fuerte personalidad, llegando a parecer una Ripley adolescente.
La película luce de maravilla para ser una pequeña producción de terror, sólo hay que ver esas imágenes nocturnas del bosque con los haces de luz del helicóptero entre los árboles para percatarse. Se le nota el cariño puesto por sus responsables en todos los apartados, eso la eleva por encima de la media de este tipo de películas.
Convierte la sencilla historia de la película original en una historia de tintes de la Guerra Fría, siendo la masa devoradora realmente un experimento del gobierno, que se ha ido de madre. Que es un cambio que sienta muy bien a la historia. Y al mismo tiempo capta ese tono paranoico típico de las producciones de los 50, pero la actualiza sabiamente. Además la amenaza del Blob no tiene límites, ya que sigue y sigue creciendo, pudiendo apoderarse del mundo.
Toma decisiones que nunca pensarías que haría una película comercial, como lo de matar a uno de los niños, o eliminar al primer acto al que parece va a ser el protagonista de la película, el personaje que interpreta Donovan Leitch Jr., que tiene todas la papeletas para ser el Steve McQueen de la película, pero los tiempos han cambiado y es el malote de Kevin Dillon el héroe inesperado. Se le agradece a la película que tome este tipo de decisiones.
El terror no tiene forma es una joyita del cine de terror de los ochenta, donde se presenta como uno de sus mejores y más entretenidos títulos. Os aconsejo que os dejéis atrapar por esta masa devoradora, y paséis noventa minutos terroríficamente divertidos.

CUROSIDADES
Del Close apareció en Blob: Masa mortal con un parche en el ojo, y al final de El terror no tiene forma el actor lleva también un parche.
Se estrenó por el 30 aniversario de La masa devoradora (1958).
Dos playmates dan vida a dos personajes de la película, Erika Eleniak (Vicki De Soto) y Julie McCullough (Susie).
Chuck Russell tiene un cameo, en el plano del cine en que todos se asustan a lo que ven en pantalla. Se encuentra en la segunda fila y en el centro de la imagen.
Fue nominada a los premios Saturn en la categorías de mejor película de ciencia ficción y mejor música (Michael Hoenig).
Ganó el premio a los mejores efectos especiales en el Festival de cine fantástico de Avoriaz.
La chica que en la escena del cine, está tendida en el suelo con la cara medio comida por el Blob, estaba basada en la novia de Tony Gardner.

BIBLIOGRAFÍA
Entrevista a Mark Irwin (jul 2024)
Fangoria Magazine (nº 76, 77)
Interview: Shawnee Smith (Joblo, 18 nov 2008)
Starlog Magazine (nº 134, 205)
Mexico's Deals-For-Debts Plan (The Washington Post, 21 ago 1987)
A World of Films For a Mass of Markets (Los Angeles Times, 5 sep 1986)
Men, Makeup & Monsters: Hollywood's Masters of Illusion and FX (Anthony Timpone, 1996)
The Directors: Take Four (Robert J. Emery, 2003)
Cinefantastique Magazine (Vol. 18 Nº 05)
Cinefantastique Magazine (Vol. 19 Nº 01)
The Funniest One in the Room: The Lives and Legends of Del Close (Kim Johnson, 2008)
Comentarios del director (Extra Blu-ray)
Cinefex Magazine (Nº 36)
Venice Magazine (Dec 1999/Ene 2000)
John Carpenter: The Prince of Darkness (Gilles Boulenger, 2003)

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