El estrangulador de Boston
Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película.
Un asesino en serie, que mata sólo a mujeres, siembra el terror en la ciudad de Boston, y la policía inicia una investigación para dar con él.
TERROR EN BOSTON
Entre el 14 de junio de 1962, y el 4 de enero de 1964, la ciudad de Boston vivió en un continuo estado de miedo, por causa de un asesino conocido como "El estrangulador de Boston", que mató a 13 mujeres, de edades comprendidas entre los 19 y 85 años. La mayoría de ellas fueron agredidas sexualmente y posteriormente estranguladas. Aparentemente, las víctimas dejaban entrar al asesino en sus hogares, incluso cuando las autoridades avisaban a las mujeres que no lo hicieran. Albert DeSalvo fue detenido por cometer una violación sin relación alguna con los asesinatos, y una vez fue arrestado, reveló ser "El estrangulador de Boston", y dio detalles de cada uno de los asesinatos. En 1967, fue condenado a cadena perpetua, pero no por los asesinatos, sino por otros delitos como robo y agresión sexual. El 24 de febrero del mismo año, se fugó del hospital en el que se encontraba recluido con otros dos compañeros, y se inició una persecución a gran escala, que terminó a los pocos días con DeSalvo entregándose. Siempre hubo dudas sobre si fue el responsable de todos los asesinatos (DeSalvo sería asesinado en la cárcel en 1973), pero en 2013, se salió de dudas, ya que se encontró ADN de DeSalvo en el cuerpo de una de las víctimas, verificando de forma segura que era "El estrangulador de Boston".
Una historia así tenía que ser llevada al cine, y ésta no tardó en llegar en materializarse. Gerold Frank publicó, en 1966, su libro sobre el caso, de título "The Boston Strangler", cuyos derechos fueron comprados para su adaptación al cine por la Fox en enero de 1967 (un mes antes de la fuga de DeSalvo), a cambio de 250.000 dólares.
El proyecto se le asignó al productor Robert Fryer (El resplandor), siendo este su primer trabajo para cine, tras una exitosa etapa teatral, donde había producido entre otros, el musical "Sweet Charity".
Le ofrecieron dirigir la película a Richard Fleischer, quien acababa de hacer una película diametralmente opuesta para la Fox, El extravagante doctor Dolittle (1967). Fleischer aceptó la oferta, ya que según confesaba en Richard Fleischer: Entre el cielo y el infierno, la película, "tenía un tema fascinante, y me sentía muy ligado a él debido a sus detalles psicológicos."
Fryer contrató a su amigo, el dramaturgo y guionista Terence Rattigan (Mesas separadas) para encargarse del guion. Pero en una reunión, entre Fleischer, Fryer y Rattigan con Gerold Frank, el guionista no paraba de preguntar por el tamaño del pene del Estrangulador, fue el primer indicio de que no era el guionista más apropiado para el proyecto. Tras la reunión, Rattigan se marchó a escribir el guion al Caribe, donde tenía una casa. Dos meses después, le envío a Fleischer y Fryer un tratamiento de unas 40 páginas aproximadamente, y dejó a todos horrorizados. No sólo se apartaba de la novela, además estaba escrito como una comedia, y para rematar, el nombre que había escogido para el principal sospechoso fue el de Darryl Zanuck, que no era otro que el nombre del fundador de la 20th Century Fox. Una vez que Fryer, presentó el tratamiento a la Fox, Rattigan fue relegado de la película ipso facto. Eso sí, el guionista se negó a devolver el dinero que le habían pagado por tan nefasto trabajo.
Tras la salida de Rattigan, contrataron a Edward Anhalt (Las aventuras de Jeremiah Johnson) para escribir el guion, quien realizó un trabajo que dejó a todos contentos.
Originalmente estaba previsto que el rodaje de la película comenzara en septiembre de 1967, pero los retrasos con el guion hicieron inviable esa fecha de inicio. Fryer trató infructuosamente de mantenerla, para rodar escenas de segunda unidad y ganar tiempo, pero el guion no estaba terminado, y Anhalt estableció que no lo completaría hasta el 1 de noviembre, por lo que el director propuso retrasar el inicio del rodaje hasta enero de 1968.
Para que la película tuviera la verosimilitud que la historia requería, Fryer contrató como asesor técnico a John Bottomly, fiscal adjunto de Massachusetts, y responsable máximo de la búsqueda del Estrangulador.
Por su parte, Irmgard, la mujer de DeSalvo amenazó con poner un pleito a la Fox por 35.000 dólares, si ella o sus hijos eran incluidos en la película. Como la participación de estos personajes era importante para la trama la historia, por consejo de Bottomly, llegaron a un acuerdo con la mujer, a cambio de una cifra desconocida.
REPARTO
Richard D. Zanuck, hijo de Darryl F. Zanuck y jefe de la Fox, canceló la película "The Nine Tiger Man", que iba a dirigir George Cukor con Robert Shaw como protagonista. Como tenían un compromiso con el actor, una de las posibilidades que se le presentó al estudio, fue que Shaw diera vida al protagonista de El estrangulador de Boston. Pero el actor quería primero leer el guión antes de aceptar, y como éste no estaba terminado, quedó fuera del proyecto.
Para interpretar a DeSalvo se consideró a nombres importantes como los de Robert Redford, Warren Beatty y Horst Buchholz, y se hicieron pruebas a muchos desconocidos, pero el escogido fue Tony Curtis, una elección de entrada a contracorriente. El papel le llegó a Curtis en un momento delicado de su carrera, no sólo había cambiado varias veces de agente, además acumulaba varios fracasos consecutivos, y estaba encasillado en papeles cómicos, siendo incluso considerado por la revista Variety, como una de las diez estrellas más sobrepagadas de Hollywood en 1968. Necesitaba un cambio, y El estrangulador de Boston parecía el vehículo perfecto para ello.
El actor se hizo eco del proyecto, y trató de hacerse con el papel, pero no fue tarea fácil, porque de entrada Richard D. Zanuck consideraba que era demasiado reconocible. Decidido a hacerse con él, Curtis se caracterizó como el personaje modificando su nariz, cabello y cejas, y se sacó varias fotos. Por su parte, a Fleischer la idea de que interpretara al asesino le gustó, además ambos ya habían trabajado juntos en Los vikingos (1958). El director, tras visionar tres películas protagonizadas por Curtis, Chantaje en Broadway (1957), Fugitivos (1958) y El sexto héroe (1961), quedó convencido de que el actor era el adecuado para el papel. Fleischer le enseñó a Zanuck las fotografías de Curtis diciendo que había encontrado a su Estrangulador, al productor le gustó lo que vio y preguntó quien era el de las fotos, el director le dijo que Tony Curtis, y así el papel fue suyo. El actor cobró un sueldo de 30.000 dólares a la semana.
A principios de octubre de 1967, Fleischer hizo una prueba de cámara con Curtis caracterizado como DeSalvo, donde se hicieron los últimos ajustes de como debería aparecer en la película. Se decidió hacer cambios en el aspecto de Curtis, le colocaron lentillas, modificaron su nariz, le tiñeron el pelo y se lo ondularon, y le añadieron unos cuantos kilos a su figura. El Estrangulador había cobrado vida.
Para el papel de Bottomly, recayó en el gran Henry Fonda. Y el papel del policía Phil DiNatale fue interpretado por el siempre excelente George Kennedy.
En papeles secundarios podemos encontrar a Mike Kellin (Julian Soshnick), Hurd Hatfield (Terence Huntley), Murray Hamilton (Frank McAfee), Jeff Corey (John Asgeirsson), Austin Willis (Dr. Nagy), Sally Kellerman (Dianne Cluny), William Hickey (Eugene T. O'Rourke), James Brolin (sargento Lisi), William Marshall (Edward W. Brooke), George Voskovec (Peter Hurkos) y Leora Dana (Mary Bottomly).
RODAJE
El rodaje comenzó el 22 de enero de 1968, y se prolongó hasta marzo del mismo año. Tuvo lugar en localizaciones de la ciudad de Boston (Massachusetts), aunque también se filmaron exteriores en Cambridge y Malden, dentro del mismo estado.
Fleischer quiso rodar todo lo posible en interiores reales, para aportar una mayor autenticidad y mejor ambiente a la película. Y decidió sólo rodar en estudio aquellos interiores en los que fuera estrictamente necesario. Todas las escenas con decorados se filmaron en los 20th Century Fox Studios.
Pese a que toda la ropa que Curtis utilizó en la película, era básicamente ropa de trabajo, quiso que se hiciera a medida. Y fue responsabilidad del diseñador de vestuario Travilla (Ultimátum a la Tierra), quien catalogó al actor de perfeccionista. Pese a las sencillas, en apariencia, indumentarias del personaje, eran importantes para conseguir completar a DeSalvo, como por ejemplo, hacer que calzara botas militares dos tallas más grandes.
El director, tras leer el libro de Frank y el guion de Anhalt, estaba seguro que DeSalvo tenía doble personalidad, y decidió reflejarlo en la película. Inicialmente no sabía cómo, pero tras una visita a la Exposición Universal de Montreal de 1967, descubrió el modo de hacerlo. "Vi alguna de las películas que se proyectaban allí," explicaba el director en Richard Fleischer: Entre el cielo y el infierno. "Era de carácter muy experimental. Muchas de aquellas películas dividían la pantalla en distintas imágenes, y era absolutamente fascinante verlas: era otro tipo de cine, completamente diferente, pues tenías que seguir simultáneamente varias imágenes. Así que me pareció muy interesante poder hacer eso, y fue entonces cuando, de repente, se me ocurrió que ése era el mejor modo de reflejar las dos caras de Albert DeSalvo, utilizar simultáneamente dos imágenes o 'multiimágenes' a lo largo de toda la película y no solamente en alguna secuencia, sino como un instrumento narrativo." Pero esa idea de utilizar múltiples pantallas no se limitaría sólo para mostrar el punto de vista del asesino, también serviría para capturar el estado de terror que vivió Boston. "Para mostrar la investigación emprendida para atrapar al asesino," contaba el director en el mismo libro. "En vez de hacerlo de modo convencional, me pregunté por qué no intentar mostrar la universalidad de todo aquello, el hecho de que estuviera ocurriendo al mismo tiempo, poniendo todas aquellas imágenes en la pantalla también al mismo tiempo. De este modo, cuando se viese la investigación no se vería a un detective interrogando a alguien y luego otra imagen con más detectives interrogando a alguien más, sino que todas esas imágenes de detectives interrogando gente aparecerían simultáneamente en la pantalla. Esto nos daría la sensación de que todo ello ocurre al mismo tiempo, y sería una manera de retratar la simultaneidad de los acontecimientos sin confundir al público. Yo no esperaba que todo el mundo siguiera todas y cada una de las escenas, sino que el público pudiera lograr sentir la universalidad de este tema."
A Fleischer le costó mucho tiempo convencer a la Fox que le dejaran utilizar esta novedosa técnica de montaje. Para conseguirlo, el director se llevó a Fryer a Montreal, y le mostró lo que había ideado, de vuelta a la Fox hizo lo mismo con Darryl Zanuck y otros ejecutivos, pese a que no lo veían claro, confiaron en Fleischer.
La técnica era tan compleja, que por primera vez en su carrera, Fleischer tuvo que utilizar un storyboard para planificar la película. Y para montar la película escogió a Marion Rothman (Starman), una ayudante de montaje, que nunca había editado una película, para que no tuviera ideas preconcebidas.
Para probar la técnica, Fleischer hizo una prueba de cámara a principios de octubre de 1967, en el plató 8 de los estudios de la Fox. Rodó la secuencia en la que dos chicas reciben la llamada de un pervertido desde una cabina, filmando cada escena que la componía por separado. La secuencia la interpretaron miembros de la New Talent School de la Fox. Y la editó probando la combinación de varias tomas separadas mostradas simultáneamente, y una vez tuvo claro que funcionaba, la película había encontrado su estilo visual.
El rodaje avanzó sin demasiados problemas. El mayor de ellos ocurrió mientras realizaban un ensayo en Boston, durante el cual Curtis sufrió un accidente al golpearse contra un tablón, que no estaba colocado correctamente, y de esa forma se rompió el puente de la nariz. El actor tuvo que ausentarse del rodaje durante tres días.
Curtis realizó todo un tour de force interpretativo, toda la recordada secuencia final, donde explica como mató a una de sus víctimas, fue improvisado por el actor, tras dos semanas de ensayos, totalmente metido en el papel y en la psique del personaje.
Y es que Curtis lo dio todo en este papel, se pasó meses estudiando informes médicos del asesino, leyendo todo lo publicado sobre DeSalvo, e incluso recorrió Boston visitando los lugares donde ocurrieron los crímenes. Hay un momento del rodaje explica hasta que punto se sumergió en el papel. Curtis estaba sentado al lado de George Kennedy, repasando sus frases con los ojos cerrados, y de pronto agarró a su compañero de reparto por la muñeca con mucha fuerza, así permaneció durante un par de minutos, y después le soltó. Kennedy no creía que Curtis supiera lo que había hecho.
Curtis y Fonda tuvieron una fría relación durante el rodaje, ambos actores nunca conectaron. Lo cierto es que puede que ese distanciamiento ayudara a sus interpretaciones, ya que ambos son antagonistas.
La película se estrenó en Estados Unidos el 16 de octubre de 1968, y tuvo un muy buen rendimiento en taquilla, al recaudar en territorio norteamericano 17.810.894 de dólares, nada mal para una producción que había costado 4.100.000 de dólares.
Tony Curtis fue nominado a los Globos de Oro en la categoría de mejor actor (drama), lo que lo postulaba como uno de los favoritos cara los Oscar, pero la nominación sorprendentemente nunca llegó.
VALORACIÓN
El estrangulador de Boston posiblemente es la obra maestra de Fleischer, y eso que su filmografía está llena de grandes películas (20.000 leguas de viaje submarino, Los vikingos, Cuando el destino nos alcance). Y la coloco por encima de sus otros clásicos dentro del género de los serial killers, Impulso criminal (1959) y El estrangulador de Rillington Place (1971). Es tal la riqueza de su puesta en escena, con un número tan incontable de recursos narrativos, que resulta difícil pensar como se podría rodar mejor esta historia.
La idea de utilizar pantallas múltiples, para narrar la historia de un asesino con múltiple personalidad, es una idea de genio. Ya que la propia narrativa y el estilo visual de la película casan con la psique del asesino, haciendo que forma y fondo sean uno.
Fleischer le saca todo el partido posible a esta técnica, como en esa escena, en la que vemos una conversación entre dos ancianas en una pantalla, y otra nos muestra el interior de una habitación, la cual poco a poco se va iluminando hasta revelar los pies de una mujer, que nos hace prever que es otra víctima del asesino. Cuando las mujeres abren la puerta, vemos que ambas escenas suceden al mismo tiempo, y que la estamos viendo desde dos puntos de vista diferentes.
Y también hace un gran uso para reflejar la doble personalidad del asesino, como cuando éste va conduciendo por la calle, y al ver un maniquí femenino en un escaparate, justo en ese momento, la pantalla se divide en dos, haciéndonos ver que acaba de excitarse, y al mismo tiempo mostrarnos su doble personalidad, pero de una forma realmente sutil e inteligente.
Aunque seguramente el mejor uso de la técnica, es como muestra el miedo que se desata en Boston, con la pantalla mostrando varias acciones al mismo tiempo, desde unas mujeres aterrorizadas en sus casas, otras comprando armas para defenderse, pasando por la investigación de la policía, y a hombres acosando a mujeres. Al mostrarnos pedacitos de varias historias al mismo tiempo, nos crea una sensación de desasosiego y miedo, convirtiendo la ciudad de Boston en un personaje más, donde acechan peligros en cada esquina, haciéndonos sentir así lo que debió experimentar la gente que vivió estos acontecimientos.
La pantalla múltiple, fue una nueva forma de contar una historia, y tan rompedora, que en 1968 tuvo que volarle la cabeza a la gente. En ese mismo año, El estrangulador de Boston coincidió con otra película que utilizó el mismo recurso, pero sin integrarlo tan bien en la historia, y sin resultar tan satisfactorio, como fue El caso Thomas Crown (1968). Jewison lo utilizó sin aportar nada a la película, y sin estar justificado, al contrario de Fleischer, quien además no abusa de este recurso y lo utiliza sólo cuando debe hacerlo.
La película está llena de grandes momentos de dirección. Fleischer no sólo utiliza multipantallas; en un golpe maestro, también usa espejos para mostrar las dos realidades y personalidades de DeSalvo, como en el interrogatorio final con Fonda.
Y no contento con ello, el director utiliza un sinfín de otros recursos narrativos para contar la historia. Como en la escena en la que Fonda interroga a Curtis, y mientras éste narra lo que recuerda, se crea un montaje paralelo, por un lado nos muestra lo que el asesino cree recordar, y lo alterna con escenas de lo que sucedió realmente, mezclándose ambas en la mente del asesino. En otra escena, Fleischer visualiza el recuerdo de uno de los crímenes de DeSalvo en blanco y negro, mientras él permanece en color, como si no encajara con el recuerdo que está narrando. Y el que me parece el mejor recurso de la película, cuando DeSalvo le narra Bottomly sus recuerdos, y éste aparece con él dentro de ellos, mientras mantienen la conversación (algo que ha sido imitado posteriormente). Todos estos recursos hacen que la película resulte siempre sorprendente y atractiva, además de entretenida.
Como es habitual en él, Fleischer hace un uso excelente del panorámico, encuadrando de forma perfecta los elementos dentro de cada plano de la película, sacándole el máximo provecho al formato.
Además rueda con elegancia detalles de lo más sórdidos, como la víctima que parece con la escoba introducida entre las piernas, que es horrible, pero no porque sea gráfica, si no porque el director deja que nos imaginemos lo que no nos muestra. La película resulta moderna a día de hoy en muchos aspectos, y sorprende al incluir desnudos, sobre todo viniendo de una película del año 68, lo que por otra parte era el reflejo del cambio de los tiempos, con el fin del código Hays, y la llegada del Nuevo Hollywood con el estreno de Easy Rider (1969).
Y es sensacional como cierra la película, con ese plano fijo de Curtis representando el crimen que cometió (y que nosotros no vimos completo), que es un regalo para cualquier actor, y que Curtis aprovecha para dar todo un recital interpretativo. Lo increíble, es que la película consigue que sintamos pena por él, cuando se queda a solas en esa enorme habitación blanca, perdido en si mismo, pese a lo horrible de sus actos. El cierre perfecto, para una película perfecta.
Curtis realiza la que es posiblemente la mejor interpretación de su carrera, y también la más inesperada. Además le secundan dos actores fantásticos como Henry Fonda y George Kennedy, que aportan a sus personajes la dosis de profesionalidad y dureza que requieren.
Dentro del género de los asesinos en serie, El estrangulador de Boston se coloca como una de las mejores muestras del género. Porque derrocha realismo y cercanía, nos hace sentir lo que tuvo que ser vivir en Boston durante los crímenes del Estrangulador. Crea un microcosmos de pequeñas historias (unas de un solo plano; otras más extendidas, como las de los sospechosos a los que sucesivamente van investigando), que consiguen meternos de lleno en la historia. Nos hace ver los peligros que se ocultan en una gran ciudad, tan sórdida como el propio asesino, y que nos hace plantearnos si esa sociedad es la que genera monstruos como DeSalvo. La película avanza en la investigación poco a poco, narrándola con precisión milimétrica, presentándonos los diferentes crímenes, las consecuencias para la ciudad, a los agentes de la ley, y los posibles sospechosos, para al llegar a la hora de película, presentarnos al auténtico asesino. Lo que es una idea bastante rompedora. Y lo sorprendente es que tras habernos formado una imagen del asesino durante la primera mitad de la película, cuando éste aparece por primera vez, lo hace como un cariñoso padre de familia, lo que nos deja fuera de juego. Una vez es presentado, somos testigos de su modus operandi, y conocemos detalles de su vida. Y no será hasta bien avanzada la trama en que descubrimos que tiene doble personalidad, y todo el puzzle queda resuelto.
Lo terrible de la historia de DeSalvo, es una idea que sobrevuela a la película, que va más allá del guion, el ser un asesino y no saberlo, es tal vez la peor pesadilla que uno puede experimentar, haber cometido actos tan atroces y no ser consciente de ello. Lo que al mismo tiempo le da una gran dimensión como villano, ya que la cara oculta de DeSalvo es el mal puro.
Puede que toda la parte con el psíquico nos resulte chocante, pero realmente la policía recurrió a Hurkos durante la investigación, aunque como muestra la película, las pistas que dio no sirvieron para dar con el auténtico asesino.
El estrangulador de Boston es en definitiva una absoluta genialidad. Una de las grandes películas de asesinos en serie. Pero sobre todo es una maravilla de narrativa y de montaje. Toda una lección de cine, de la que debería hablarse más. No dejéis que se os escape.
CURIOSIDADES
Primera película del actor Edward Winter.
Última película de la actriz Enid Markey.
John Bottomly quería que Gregory Peck le interpretara en la película. Y sugirió a Stuart Whitman para interpretar a DeSalvo.
Aunque en la película se afirma que DeSalvo sufría un trastorno de personalidad múltiple, al auténtico estrangulador nunca le diagnosticó ese trastorno.
La película carece de música, sólo se incluye un tema de Lionel Newman que dura 22 segundos.
BIBLLIOGRAFÍA
Richard Fleischer: Entre el cielo y el infierno (Filmoteca Generalitat Valencia)
The Boston Strangler' Albert Desalvo Sentenced to Life in Prison (Crime and Investigation, 18 ene 1967)
El estudio: Un año en el infierno de la Fox (John Gregory Dunne, 1969)
Just Tell Me When to Cry: A Memoir (Richard Fleischer, 1993)
Variety's Over Priced Stars of 1968 (Wikipedia)
Tony Curtis: The Autobiography (Tony Curtis y Barry Paris, 1993)
Tony Curtis: Nobody's Perfect (Michael Munn, 2011)
El ADN esclarece el caso del «Estrangulador de Boston» (La Razón, 12 jul 2013)
Astral Weeks: A Secret History of 1968 (Ryan H. Walsh, 2018)
Massachusetts Correctional Institution-Bridgewater: A Troubled Past (Michael J. Maddigan, 2018)
Labels: cine 60's, películas de culto