Tuesday, May 27, 2025

Sliver (Acosada)

"Aprende a vivir."

Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película.

Una mujer se muda a un lujoso edificio de apartamentos, en el que se suceden una serie de misteriosos asesinatos.

Normalmente reseño películas que me gustan o que quiero revindicar, y en algunas ocasiones lo hago sobre desastres que me resultan fascinantes. Esta reseña es de esas últimas. Durante años estuve recopilando anécdotas sobre Sliver, hasta un punto en que me dije: 'Esta historia hay que contarla.' Aquí la tenéis.

LA VENTANA INDISCRETA
En 1990, Sue Mengers, la agente del productor Robert Evans, le envió una copia de la (correcta) novela "La astilla" de Ira Levin, antes de que fuera publicada. Evans había sido vicepresidente de producción de Paramount, y levantó proyectos tan importantes y exitosos como Love Story (1970), El padrino (1972) o Chinatown (1974), pero a principios de los 90 estaba casi retirado del cine. El productor leyó la novela de una sentada, y decidió producirla alentado por su agente.
Evans jugaba con una ventaja, durante su etapa al mando de Paramount, había dado luz verde a La semilla del diablo (1968), una exitosa adaptación de otra novela de Levin. Pero el escritor quería de nuevo a Polanski para adaptar Sliver, algo que complicaba la historia, ya que el director polaco se encontraba huido de la justicia norteamericana, y no podía volver a Estados Unidos. Evans llegó a plantearse situar la historia en París para poder contar con Polanski. Tras un año y medio detrás de los derechos cinematográficos, Evans los consiguió a finales de 1991, por menos de 500.000 dólares.
Stanley Jaffe, presidente de Paramount Communications Inc., trató de ayudar a Evans para sacar adelante el proyecto, e incluso llegó a cederle sus antiguas oficinas en el estudio.
Sliver sería el regreso de Evans a las grandes ligas, quien se lo jugaba todo con esta película. Para adaptar la novela contrató a Joe Eszterhas, recién salido del éxito de Instinto básico (1992), película de unas coordenadas cinematográficas similares a Sliver. Eszterhas cobró un sueldo de 1 millón de dólares, y escribió su propia versión de la novela, haciendo muchos cambios. El guion le gustó tanto a Evans, que éste le envío a Eszterhas una mujer a su hotel, vestida sólo con un abrigo de visón, y con una nota que ponía: "El mejor primer borrador que he leído."
Para sentarse en la silla del director, Evans contrató finalmente a Phillip Noyce, quien había realizado un excelente thriller con algún toque sexual, Calma total (1989), y había rodado para Paramount la exitosa Juego de patriotas (1992).
Noyce confesó que le atrajeron dos cosas del guion, la temática vouyerista, y la fuerza de la relación entre los dos protagonistas.

REPARTO
La deseada por Evans para dar vida a Carly Norris, protagonista de la historia, era Sharon Stone, quien acababa de llegar al estrellato con Instinto básico. Eszterhas había escrito el guion con ella en mente, pero inicialmente la actriz no quería hacer la película. Hay varias versiones de porque aceptó la oferta. Por parte de Evans, éste trató de engatusarla diciéndole que Demi Moore estaba tan interesada en hacer la película, que su marido Bruce Willis participaría en ella gratis (lo que era mentira). Como eso no funcionó, cuando sólo quedaban tres días para contratar a la protagonista, Evans le dijo que Geena Davis iba a hacerse con el papel, y entonces Stone aceptó hacerlo. Pero según cuenta Noyce, él y Eszterhas se reunieron con la actriz en un hotel decididos a no salir de la habitación hasta obtener el sí de Stone, y eso se produjo gracias a la insistencia del guionista, amigo de la actriz. Stone cobró un sueldo de 2.500.000 de dólares (cinco veces su salario de Instinto básico).
Para al papel de Zeke Hawkins, Noyce quería a William Baldwin, pero Stone prefería para el papel a un casi desconocido con el que asistía a clases de interpretación, Brad Pitt. Pese a la insistencia de la actriz, que tenía por contrato derecho a la aprobación del casting, y a tener el visto bueno del estudio, Noyce se mantuvo fiel a sus ideas y decidió escoger a Baldwin. Después el director reconoció que fue un error, y ese error fue el comienzo de los problemas de la película. El actor cobró un sueldo de 1.700.000 dólares.
Tom Berenger se hizo con el papel de Jack Landsford, que había sido rechazado por Kurt Russell.
Tras trabajar juntos en Juego de patriotas (1992), Noyce volvió a contar con Polly Walker, quien dio vida a Vida Warren, una de las residentes del edificio.
William J. MacDonald, co-productor de la película, hizo una prueba de pantalla para el papel de Peter Farrell, superior de Carly. Pero finalmente se lo llevó Nicholas Pryor.
El resto del reparto lo formaron Colleen Camp (como Judy Marks, la compañera de trabajo de Carly), Martin Landau (interpretando a Alex Parsons, jefe de Carly), y CCH Pounder (en el papel de la agente de policía Victoria Hendrix).

RODAJE
El rodaje tuvo lugar entre el 13 de octubre de 1992, y el 10 de febrero de 1993. El edificio epicentro de la película se encontraba en Madison Avenue (Manhattan, Nueva York), y recibía el nombre de Morgan Court. Era un edifico de 32 plantas, de forma alargada por el que recibía el término de "sliver" (astilla). Una de las encargadas de localizaciones de la película dio con él, y Evans no quiso ya otro edificio para su película. En su momento, el alquiler del apartamento en el que vivía Sharon Stone era de 5.200 dólares al mes. Los interiores se filmaron en los Columbia/Sunset Gower Studios de Los Ángeles.
El rodaje fue de aúpa y los problemas se sucedieron uno tras otro. De entrada, Stone vetó a Evans del set siempre que ella estuviera presente, algo a lo que Paramount accedió. Al parecer la actriz creía que Evans había encerrado en su casa a una amiga suya. Esto fue un shock para el productor, tenía prohibida la entrada en la película que debería devolverle al ruedo de Hollywood.
Unas semanas antes de empezar a rodar Stone quiso que se reescribiese el guion totalmente, como por ejemplo, la escena en la que su personaje se masturba en la bañera. Estaba escrito que lo hacía ojeando un anuncio de Calvin Klein, pero la actriz alegaba que así no lo hacían las mujeres, y que debían cambiarlo. Pero Noyce quería filmarlo tal y como estaba escrito. Stone amenazó con dejar la película, y exigió una reunión con el director y el guionista. En medio de la misma, y según contaba Eszterhas, ella comenzó a darle un masaje en la espalda, cuando terminó, Noyce le dijo que podía hacer la escena como ella quisiese. Esto fue sólo una muestra de los muchos problemas que estaban por venir.
Y es que el rodaje fue un infierno. Por un lado, la comunicación entre Stone y Noyce era mínima. Pero lo más grave era que Stone y Baldwin se llevaban fatal, tanto que la actriz llegó a exigir rodar sus primeros planos en las escenas con Baldwin, con un doble para que le diera la replica. Después de filmar una escena romántica, el actor le soltó a un miembro del equipo sobre Stone: "los labios finos, el aliento aceptable." Por su parte, Stone después de besarle, se limpiaba la boca o se enjuagaba con enjuague bucal, e incluso llegó a morderle la lengua. La actriz declaró años después que consideraba que Baldwin carecía de talento y que era incapaz de recordar sus frases, además de que en las pruebas fue incapaz de acabar ninguna escena.
Baldwin declaró que le pidió a Evans, que le dejara coreografiar una escena de sexo que mantiene con Stone, en la que él se coloca detrás de ella, según el actor, una idea suya para no tener que besar a la actriz. Según Baldwin, toda la animadversión de Stone hacia él, se debía a que ella había tratado de seducirle, pero él la había rechazado.
Como la cosa no funcionaba entre los dos actores, Evans le sugirió a Stone que se acostara con Baldwin para que así ambos tuvieran más química juntos, algo a lo que la actriz se negó rotundamente. Según contaba Stone, en días posteriores a esa conversación con Evans, Baldwin quiso ligar con ella, sospechando que estaba siguiendo el consejo del productor. 
El incidente más grave sucedió lejos del set de rodaje, el clímax final de la película ocurría en un volcán de Hawai, Carly y Zeke sobrevuelan en un helicóptero pilotado por el segundo, un volcán activo (en una escena previa de la película, éste menciona que su fantasía es meterse dentro de un volcán), y terminan entrando en uno, mientras ella lo grava todo con una videocámara. Una unidad se desplazó a Hawai para realizar las tomas aéreas necesarias, que constaba de Michael Benson (director de fotografía) y Chris Duddy (técnico de cámara), pero la mala suerte provocó que el helicóptero se estrellara en el cráter del volcán Kilauea, tras perder potencia. El piloto Craig Hosking fue rescatado poco después del accidente, ya que permaneció en el aparato, Duddy y Benson decidieron salir del helicóptero, el primero pudo llegar a un lugar seguro, pero las cosas fueron más difíciles para el segundo, tardaron dos días en sacarlo del lugar debido al humo y al mal tiempo. Gracias a la pericia del piloto al realizar el aterrizaje de emergencia, ninguno sufrió heridas graves. Lo irónico es que después de esta terrible experiencia, la secuencia fue eliminada (sobre esto, más información en unos párrafos).
Tras este incidente, las cosas no avanzaron mejor. Los decorados se habían construido sobre una piscina y hacían muchísimo ruido, tanto que no se oía a los actores. Y Vilmos Zsigmond tardaba mucho tiempo en iluminar las escenas.
Para Noyce fue una pésima experiencia. El director estaba tratando de dejar de fumar, era un consumado fumador, que llegaba a despacharse hasta seis paquetes de cigarrillos al día, y un rodaje tan estresante como el de Sliver no era el mejor escenario. Sufría ataques de pánico y estaba tan agotado que tenían que inyectarle vitaminas.
La película contenía escenas peligrosas y complejas, como el salto al vacío del inicio de la película, en la que Naomi Singer es tirada desde la planta 20 del edificio, acrobacia que fue realizada por la especialista Annie Ellis.
La segunda unidad se encargó de filmar el metraje que se ve en las pantallas de Zeke. Estas escenas fueron improvisadas. Shannon Whirry y Kevin Fry dieron vida a una pareja. En un único día filmaron siete escenas diferentes. Para una de ellas, hicieron una batalla de comida, y ambos quedaron cubiertos de pies a cabeza. Whirry echó sobre el estómago de Fry crema batida, cuando el tiempo pasó, y ésta se secó, la actriz descubrió que sus piernas se habían quedado pegadas a su compañero, al tratar de despegarlas, Whirry se rompió los vasos sanguíneos de la parte interior del muslo. No fue la única incomodidad que sufrieron los actores, cuando tuvieron que rodar una escena de ducha, escaseaba el agua caliente en el estudio, por lo que tuvieron que estar debajo del agua fría durante una hora.
Durante el montaje, hubo diferencias entre Noyce y Evans. Llegado a un punto, el productor quería hacerse cargo del montaje, de modo que le dieron durante cuatro semanas una sala para que editara dos escenas. Cuando el estudio las vio pudo comprobar que eran horribles.
Para complicar más las cosas, Stone tuvo un affair con el co-productor de la película, William J. MacDonald, quien terminó dejando a su mujer, Naomi Baca, por ella. Pero rizando el rizo, Eszterhas dejó a su mujer para comenzar una relación con Naomi Baca. La prensa se puso las botas con este escándalo, echando más leña al fuego a la problemática película.
Como canción para una determinada escena, el supervisor musical de la película le dio a Noyce a escoger entre varios temas que iban a salir, y se decantó por "Can’t Help Falling in Love", versión de UB40 del clásico de Elvis Presley. El videoclip de la canción se utilizó como trailer de la película en los mercados internacionales.
Hicieron un pase de prueba, y resultó un desastre, al público no le gustó el final original (la escena del volcán), de modo que decidieron darle a la película uno nuevo. Eszterhas llegó a escribir en veinticuatro horas 47 páginas con tres finales diferentes. La prensa publicó que habían contratado a un equipo de guionistas para dar con el final adecuado (entre ellos se encontraba Jeffrey Boam guionista de Indiana Jones y la última cruzada y El chip prodigioso).
Mientras trabajaban en arreglar la película, y la MPAA veía una versión preliminar de la misma, ésta le recomendó a Noyce realizar 110 cambios para conseguir la buscada calificación "R", en lugar de la "NC-17", que sería el beso de la muerte en la taquilla. En medio de una reunión con varios ejecutivos de Paramount, Evans comenzó a gritar que jodieran a la MPAA, que sacarían la película con calificación "NC-17", y se largó iracundo, de pronto se desplomó en lo que parecía un ataque al corazón. Una vez en el hospital, le diagnosticaron un caso de ansiedad extrema, el productor tenía la tensión por las nubes. Sherry Lansing (presidenta de Paramount Pictures) y Stanley Jaffe (presidente de Paramount Communications Inc.) decidieron no retrasar la fecha de estreno, la película llegaría a los cines sí o sí el 21 de mayo de 1993. Noyce por su parte, se vio envuelto en un proceso interminable para tratar de completar la película. Pasaba sus días en la sala de edición entre llamadas diarias a gritos con Paramount. Al final se realizaron 15 cambios para lograr la deseada "R".
En una reunión entre Noyce, Eszterhas y Sherry Lansing, en la que buscaban como arreglar la película, el guionista propuso que el personaje de Berenger fuera el villano, en lugar del de Baldwin, como estaba previsto. Decididos a rodar este nuevo final, en el que Carly además dispara a las pantallas de Zeke, descubrieron que los decorados habían sido desmantelados, por lo que tuvieron que volver a construirlos sólo para rodar una escena. Esto hizo que el presupuesto aumentara todavía más (que terminó llegando a los 40 millones). Trajeron de vuelta a los tres actores principales, aproximadamente una semana y media antes del estreno de la película para rodar el nuevo final. Durante esos reshoots, Berenger llegó a acusar a Noyce de andar a escondidas y manipular a los actores. Comenzaron a realizar las copias un martes y la película se estrenaba el viernes de esa semana. Noyce confesó que no está satisfecho con el nuevo final, pero en un momento de tanta presión, fue la opción que parecía más lógica para salvar la película. Por su parte Baldwin se vio frustrado por este cambio. "Yo debía ser el asesino," explicaba el actor. "Así que planteé mi personaje como tal, como un criminal. Y de repente, me dicen que el asesino será Tom Berenger... Aquello me cabreó mucho. Le pregunté a mi agente qué debía hacer. La respuesta fue muy sencilla: 'Eres joven, empiezas en tu carrera, así que será mejor que no te metas en problemas'."
Previo al estreno de la película, la prensa comenzó publicitar que Baldwin realizaría un desnudo frontal, lo que no era cierto, y nunca llegó a filmar ninguno. Sí hay un (fugaz) desnudo masculino frontal, que es visible en uno de los monitores de Zeke, pero no se trata de Baldwin.
Sliver se estrenó como estaba previsto, el 21 de mayo de 1993 en Estados Unidos, y resultó ser un fracaso en taquilla con unos insatisfactorios 36.300.000 de dólares de recaudación. Pero la película tiró muy bien en los mercados extranjeros, por lo que la cifra final a nivel mundial fue de 116.300.000 de dólares, lo que la convirtió en un éxito.

ESCENAS ELIMINADAS
Existen dos escenas eliminadas del montaje final, una inédita al comienzo de la película, y el final original.
Inicio alternativo: Un conserje encuentra una de las cámaras ocultas en el edificio, se pone a curiosear en el hueco del ascensor, y allí es asesinado.
Final alternativo: El famoso final que fue descartado por no gustar en los pases previos. Tras descubrir el vídeo de Zeke teniendo sexo con Naomi, Carly se marcha a su apartamento y Zeke va hasta allí, mientras discuten, hace acto de presencia Jack, se produce una lucha entre los dos hombres y Carly termina disparando a Jack. Después ambos hablan en la sala secreta de Zeke, y una pantalla muestra una grabación en la que se ve como Zeke mata a Gus en la ducha. Carly y Zeke se casan en una ceremonia que tiene lugar en su edificio. Después celebran su luna de miel en Hawai. Ambos viajan en un helicóptero pilotado por él. Carly le confiesa que vio la cinta en la que se le ve cometiendo el asesinato de Gus, pero que no le importa. El helicóptero se mete en un volcán, sin saber cual será su destino y haciéndose realidad la fantasía de Zeke, que en una escena anterior confesaba que quería justo hacer eso.
 
VALORACIÓN
Sliver es la quinta esencia del cine de los noventa de Hollywood, llena de problemas, excesos, luchas de egos, presupuestos desmadrados, sueldos sobrepagados, tensiones, y crisis. Y tiene también muchos de los problemas del cine de la época.
Tras el estreno de Instinto básico, Hollywood comenzó a producir una serie de thrillers eróticos (varios escritos también por Eszterhas), que trataban de emular el éxito de aquella, pero ninguna llegó a acercársele si quiera. Las pantallas de cine se llenaron de títulos como El cuerpo del delito (1993), Mi obsesión por Helena (1993), El color de la noche (1994), Jade (1995), Nunca hables con extraños (1995), Juegos salvajes (1998) o la propia Sliver. Curiosamente, Sliver no es la peor de todas ellas.
Por otra parte, se echan en falta este tipo de producciones de gran presupuesto con carga sexual en las carteleras actuales. En los tiempos conservadores que vivimos, parece que no hay hueco para este tipo de cine, cuando en los noventa podían ser grandes éxitos.
Sliver es un erothriller que trata de llamar la atención a cada instante, pero está vacío, la historia de amor no resulta interesante, las escenas de sexo no aportan nada a la trama, y como película de suspense, no urde una trama demasiado compleja, sobre todo después de los reshoots, ya que lo lógico es que Zeke fuera el asesino y no Jack. Ese final sólo refleja los problemas de su producción.
Sí resulta una película entretenida, nunca te aburres, pero pese a que el tema de vouyerismo siempre funciona bien a nivel cinematográfico, no se le llega a sacar todo el partido, tal vez la idea de Carly y Zeke utilizando la información que obtienen al espiar a sus vecinos, para entrometerse en sus vidas, debería estar más explotada, ya que da juego, pero al final se queda en una mera anécdota.
No está justificado que Carly entre en el mundo de Zeke, y comience a disfrutar de espiar a sus vecinos. Cierto que utiliza el telescopio que Zeke le regaló, pero ya en la escena de la fiesta en su casa, tiene remordimientos por espiar a la pareja que lo está haciendo en el edificio de enfrente. Simplemente utiliza el sistema de vigilancia de Zeke para que la película avance. Juega con la idea atractiva de lo que es ser un voyeur, y como ese aliciente resulta un afrodisiaco en su relación con Zeke (como el momento en que ambos ven el vídeo de su primer encuentro sexual), tal vez en los noventa fuera rompedor, pero hoy día ambos personajes parecen muy tóxicos.
Creo que cambiasen el final de la película beneficia al personaje de Carly (sólo en eso). Inicialmente se nos presenta como una mujer frustrada mental y sexualmente, y su relación con Zeke le hace recuperarse, y describir partes de su persona que desconocía. Pese a los intrascendentes juegos sexuales y al vouyerismo, hay un arco de desarrollo para su personaje, y con el final visto en la película, donde manda todo a paseo, y le suelta a Zeke: "Aprende a vivir", se cierra su arco argumental, toma por fin las riendas de su vida, y no necesita estar con alguien como Zeke. Pero en el final original, donde se casa con él, aún sabiendo que es un asesino, que lo acepte, la hace quedar como una idiota, enamorada, pero una idiota, que no ha aprendido nada de sus experiencias (a lo largo de la película se queja varias veces de haber desperdiciado siete años de su vida con su ex-marido), y que no sólo no ha mejorado, sino que ha retrocedido varios pasos en su vida, ya que termina casándose con un asesino.
Por otro lado, los reshoots con el cambio de la identidad del asesino dejan una serie de agujeros en el guion. Por ejemplo, no tiene sentido que Zeke tenga guardada una cinta con el asesinato de Naomi, junto con las grabaciones de él teniendo sexo con otras mujeres, sobre todo porque es el primero en sorprenderse al ver la identidad del asesino, como si no supiera que tenía ese momento grabado. Simplemente está ahí puesto por el guionista para dar un cierre a la película. Si Zeke tiene grabaciones de todas las habitaciones del edificio, ¿nunca por curiosidad (y es un personaje muy curioso) revisó la grabación del apartamento de Naomi la noche que murió? No resulta creíble. Además él confiesa que fue quien avisó a la policía al ver a Gus Hale muerto en la ducha, pero con el cambio del final de la película, él no es el asesino (en el final original se mostraba como mataba a Gus), de modo que, este personaje simplemente muere de forma accidental, y no tiene nada que ver con la trama principal, Jack no tiene acceso al apartamento de Gus, como sí tiene al de Carly al tener la llave, y no tiene ninguna razón para matarle, de modo que es un enorme agujero. Y hablando de convertir a Jack en el asesino ¿Cuál es su móvil? ¿Qué es impotente? Porque es la única razón que dan en la película, mata a dos mujeres porque no se le levantaba, y temía que ellas lo contaran. No hay por donde cogerlo. El cambio del final refuerza el personaje de Carly, pero perjudica la coherencia de la película, para hacer semejante chapuza, lo mejor hubiera sido dejar el final original, que tampoco era ninguna maravilla.
El director alegaba que le interesó el guion por la pasional historia de amor entre los dos protagonistas, pero eso nunca llega a verse reflejado en la pantalla, principalmente por la falta de química entre los actores, y que su relación parece escrita por un adolescente y no por una persona adulta.
Noyce no es manco y sabe como rodar la película de forma elegante, a lo que ayuda la fotografía del gran Vilmos Zsigmond. Pero la película me parece una anomalía dentro de su carrera, no entiendo como después de estrenar Calma total (1989) y Juego de patriotas (1992), se lanzó a rodar este insípido erothiller, sobre todo porque al año siguiente hizo la destacable Peligro inminente (1994), y en sus mejores momentos filmó Generación robada (2002) y El americano impasible (2002). Pero aún así, tiene buenos momentos, como por ejemplo, como introduce durante los créditos iniciales al personaje de Naomi Singer, con la cámara pasando por varias pantallas, y terminando en una que la muestra dentro de un ascensor. Utiliza el tema de la película del vouyerismo mediante el uso de las videocámaras para introducir a un personaje. Todo un acierto.
Igualmente me sorprende que Sharon Stone aceptase rodar otra película erótica escrita por Eszterhas a continuación de Instinto básico, era lo más fácil para que la encasillaran. Es cierto que no aparece ni una décima parte desnuda de como lo hacía en el film de Verhoeven, lo que puede resultar un poco decepcionante para el espectador que se acerque a la película esperando más de lo mismo. Pero más allá de recibir un gran salario, no tiene sentido embarcarse en otra película tan similar, con un personaje tan poco interesante y un guion tan chapucero.
Las escenas de sexo no aportan demasiado a la trama, no tienen la fuerza y el interés de Instinto básico, donde sí tenían su justificación, aquí los personajes simplemente follan. Algo nos dice de Carly en su primera escena de sexo con Zeke, parece que se ha librado de la frustración en la que está prisionera, pero las demás no aportan nada.
El guion de Eszterhas no es ninguna maravilla, es increíblemente torpe en ocasiones, como por ejemplo, el modo en que Carly suelta en una conversación con Judy que está divorciada, y que ha desperdiciado siete años de su vida, para que sepamos su situación, pero lo dice de tal forma que no tiene sentido dentro de la conversación. Uno se espera algo mejor alguien que cobra un millón por un guion.
Todo el tema de que a Carly le gusta tener el control no va a ninguna parte. Como ese juego de póker durante la comida, en el que ella tiene que enseñarle la ropa interior que él le regaló, y que termina con ella tirándole las bragas, ante el asombro de la pareja de ancianos que están comiendo a su lado. Trata de resultar sexy, pero termina siendo un poco misógina.
Sliver es más noventa que los noventa, como que Zeke le pida una cita a Carly para ir a un gimnasio. También es muy noventera en su banda sonora, repleta de temas de Massive Attack, Enigma, Shaggy, Neneh Cherry y UB40, que forman un conjunto bastante resultón.
Sliver no funciona como erothriller, y si se la comprara con Instinto básico, pierde por varios puntos. Pero es un ejemplo fascinante del cine de los noventa. Una película llena de problemas dentro y fuera de la pantalla. Que formó parte de un género que sólo existió en esa década. No es una buena película, se acerca más a presenciar un choque de trenes. Es más interesante lo que sucedió entre bambalinas que ella misma, por una vez las cámaras no estaba apuntado hacia el lado correcto.

CURIOSIDADES
William Baldwin también dio vida a un voyeur en Línea mortal (1990), que graba en vídeo a las mujeres con las que se acuesta.
Phillip Noyce tiene un cameo, puede vérsele en una de las pantallas de Zeke.
Fue nominada a siete premios Razzie, en las categorías de peor película (Robert Evans), peor director (Phillip Noyce), peor actriz (Sharon Stone), peor actor (William Baldwin), peor actor secundario (Tom Berenger), peor actriz secundaria (Colleen Camp), y peor guion (Joe Eszterhas).
Tanto en Instinto básico (1992), como en Jade (1995), como en esta película, las tres escritas por Joe Eszterhas, hay un personaje llamado Corelli, que es policía. En el film de Paul Verhoeven era Wayne Knight (aunque se llama realmente Correli), en el de William Friedkin le daba vida David Caruso, y en Sliver lo interpreta José Rey.
La frase final "Aprende a vivir", no fue escrita por Joe Eszterhas.
La actriz Tina-Desiree Berg declaró que rechazó un papel en la película.
En la novela, la protagonista se llama Kay Norris, en lugar de Carly Norris. El personaje de Zeke Hawkins, en la novela se llama Pete Henderson. El personaje de Vida Warren en la novela se llama Vida Travisano y es transexual.
La portada del libro "Flesh and Blood" de Jack, se parece mucho al póster de la película Calma total (1989) dirigida por Phillip Noyce.
La banda sonora de la película llegó a ser disco de oro, el 17 de diciembre de 1993.
Sharon Stone participó en el videoclip de "Carly's Song" de Enigma.

BIBLIOGRAFÍA
The troubled making of "Sliver" (Entertainment Weekly, 21 may 1993)
The "Sliver" building (Entertainment Weekly, 4 jun 1993)
Interview: Phillip Noyce (We Are Cult, 3 ene 2018)
More of This... Less of This? (Los Angeles Times, 6 may 1993)
Rescue From Volcano Rim (The New York Times, 24 nov 1992)
Bucks and Blondes: Joe Eszterhas Lives The Big Dream (The New York Times, 30 may 1993)
Leading Lady: Sherry Lansing and the Making of a Hollywood Groundbreaker (Stephen Galloway. 2017)
Billy Baldwin (Twitter, 12 mar 2024)
The Directors: Take Four (Robert J. Emery, 2003)
Spy Magazine (jun 1993)
American Rhapsody (Joe Eszterhas, 2000)
Stuntwomen say work’s tough, finding next job even tougher (Variety, 22 jul 1993)
Revista Imágenes de actualidad (Nº 146)
Femme Fatales Magazine (Vol. 3 Nº 2)
Baldwin has his share of nude scenes\movie "Sliver" (Greensboro, 23 may 1993)
La belleza de vivir dos veces (Sharon Stone, 2021)
The Louis Theroux Podcast (Temporada 2, episodio 8)
La astilla (Ira Levin, 1991)

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Sunday, May 04, 2025

En la línea de fuego

Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película. 

Frank Horrigan, agente del Servicio Secreto, no pudo salvar a Kennedy en 1963, ahora deberá evitar que un asesino mate al actual presidente.

TODOS LOS HOMBRES DEL PRESIDENTE
El productor Jeff Apple comenzó a darle vueltas a la idea de una película sobre el Servicio Secreto, basándose en un recuerdo de su niñez, cuando vio al presidente Lyndon B. Johnson acompañado de varios agentes.
En 1983, Apple decidió convertir su idea en película, y contrató a Ken Friedman para escribir el guion. Además Apple consiguió ayuda de Robert Snow, subdirector del Servicio Secreto, y que sería asesor técnico de la película, estando presente en el set. En esta primera versión del guion, no se incluía nada sobre Kennedy, y trataba sobre dos agentes del Servicio Secreto, uno mayor y torpe, y otro más joven. Año y medio después, con el guion ya terminado, comenzaron a moverlo por Hollywood hasta que llamó la atención de Michael Apted (El mundo nunca es suficiente). Dustin Hoffman se sumó al proyecto para protagonizarlo. Llegaron a un acuerdo con Columbia para hacer la película, pero un cambio en el equipo directivo del estudio, con David Puttnam nombrado nuevo presidente, fue el final del proyecto. Supuestamente había mal rollo entre Hoffman y Puttman desde los tiempos de Ishtar (1987), y el actor canceló su contrato con Columbia. Hoffman perdió el interés en realizar En la línea de fuego (In the Line of Fire, 1993). Apple trató durante dos años de levantar el proyecto, pero le fue imposible.
Scott Immergut, un ejecutivo de Hollywood Pictures, se interesó en el guion, pero le pidió una reescritura a Apple. En 1990, el productor recurrió a su amigo, el guionista Jeff Maguire para escribir un nuevo guion. En aquel momento, Maguire estaba a un paso de la bancarrota, y este encargo sería su salvación. Este guion incluiría la trama relacionada con JFK.
El guion de Maguire llamó la atención de Robert Redford, pero no pasó de ahí. El siguiente interesado fue Sean Connery, y Maguire reescribió el guion para adaptarlo al actor, y convertir el personaje principal en irlandés, pero finalmente Connery prefirió rodar Sol naciente (1993). Después Imagine Films le pidió a Maguire que convirtiera al protagonista en alguien más joven, pero como no funcionaría toda la trama de JFK, el guionista se negó a ello. Incluso se barajó la posibilidad de convertir el proyecto en una película para televisión con Tom Selleck de protagonista, pero Hollywood Pictures lo rechazó. Un amigo del guionista le entregó el guion a un director de casting, quien a su vez se lo hizo llegar a Jeremy Zimmer, agente de United Talent Agency, quien le dijo a Maguire que el guion tenía potencial. A los pocos días, Zimmer creo una guerra de ofertas, que tuvo lugar en abril de 1992, debatiéndose todo entre Castle Rock Productions y Paramount Pictures, siendo la primera la que se llevó el pato al agua dos días después, por una suma cercana a los 1,4 millones de dólares. 
Castle Rock recurrió a New Line Cinema para financiar la película, pero ésta se echó atrás debido a su alto presupuesto. Después pasaron a Columbia Pictures, con la que Castle Rock tenía un acuerdo de distribución para Estados Unidos y Canadá, que financió y distribuyó la película.
Clint Eastwood entró pronto en el proyecto, el guion le llegó a través de su agente. Sólo un par de días después de la compra del guion, el agente del actor llamó a Castle Rock para expresar el interés de Eastwood en el proyecto. El guion le gustó, y llegó a plantearse dirigirlo él mismo, pero como acababa de rodar Sin perdón (1992), prefirió delegar ese puesto en otra persona. Y ese no fue otro que el alemán Wolfgang Petersen. A Eastwood le gustaban mucho El submarino (Das Boot) (1981) y La noche de los cristales rotos (1991) del director, y lo escogió para el proyecto. "Creo que a veces es más fácil para un extranjero, encontrar un punto de vista más objetivo y original para contar la realidad y el alma de nuestro país," explicaba Eastwood a la revista CIAK, sobre su razón de escoger a un director europeo para una película, a priori, tan norteamericana. Tras una reunión, se dio cuenta que Petersen estaba en su misma longitud de onda, y éste se hizo con el puesto. Tres semanas después de que Petersen recibiese el guion, la película entró en producción.

REPARTO
Clint Eastwood interpretó al agente del servicio secreto Frank Horrigan, a cambio de un cheque de 7 millones de dólares. Para dar vida al agente, Eastwood leyó libros, conoció a hombres del servicio secreto, vio varios documentales, cintas que el propio Servicio Secreto le envió, e investigó al agente Clint Hill, presente el día del asesinato de JFK. "Una de las razones por las que me interesó este papel, es porque quería entender al tipo de persona que recibiría una bala por alguien a quien quizá ni siquiera conoce o le cae bien," declaraba Eastwood a Los Angeles Times. "Es un tipo interesante."
Para dar vida al asesino Mitch Leary, se barajaron los nombres de Robert Duvall y Jack Nicholson. Eastwood incluso llegó a llamar personalmente a Nicholson. Pero el escogido fue John Malkovich, en la que fue su primera película comercial. Petersen se empecinó en conseguir al actor, quien se encontraba en Inglaterra para rodar una película con el alemán Volker Schlöndorff, quien aceptó retrasar su rodaje para que Malkovich pudiera participar en En la línea de fuego, siempre que Petersen rodara sus escenas con el actor antes de lo que tenía previsto. El actor aceptó el papel tras caerse otros dos proyectos que estaba tanteando. Y eso que la primera vez que leyó el guion no tuvo claro si podría interpretar a Leary, por ser una película marcadamente popular. El salario del actor fue de 1 millón de dólares.
Rene Russo interpretó a Lilly Raines, otra agente del Servicio Secreto, que inicia una relación sentimental con Horrigan.
Dylan McDermott dio vida a Al D'Andrea, el compañero de Horrigan. El actor había llamado la atención de las responsables de casting, Janet Hirshenson y Jane Jenkins, en una audición para La princesa prometida (1987), que le abrió las puertas a En la línea de fuego. Para prepararse para su papel, McDermott se unió a un equipo de seguridad del Servicio Secreto, llegando a participar en la protección de Hillary Clinton.
El resto del reparto lo formaron Gary Cole (como Bill Watts, en la piel de un arrogante agente del Servicio Secreto, superior de Horrigan), Fred Thompson (en el papel de Harry Sargent, jefe de gabinete de la Casa Blanca), John Mahoney (en la piel de Sam Campagna, director del Servicio Secreto), y Jim Curley (como el presidente de los Estados Unidos).

RODAJE
Con un presupuesto de 39 millones de dólares, el rodaje comenzó el 3 de octubre de 1992, y terminó el  11 de enero de 1993, lo que supuso un calendario de rodaje de 16 semanas.
Se utilizaron localizaciones de diferentes ciudades de Estados Unidos. En Los Angeles, filmaron en el "Biltmore Hotel" y en el "Westin Bonaventure Hotel & Suites". En Washington D.C., rodaron en la Casa Blanca, en el "Monumento a Lincoln", en la Avenida Pensilvania, en el "Washington Dulles International Airport" y en "Lafayette Park". En Maryland, en el "Flag Harbor Marina". Y en Denver en el "Civic Center Park". Los interiores se filmaron en los "Sony Pictures Studios", allí se construyeron los decorados del Air Force One (que tuvieron un coste de 250.000 dólares). La producción no tuvo que construir los decorados de la Casa Blanca, ya que utilizaron un set ya existente en los estudios.
El rodaje comenzó con una escena complicada, con la caravana presidencial yendo por la Avenida Pensilvania de Washington, D.C., con el coche presidencial custodiado por Eastwood. Para llevarla a cabo tuvieron que cortar durante todo un día la importante calle, algo que consiguieron por tener buenos contactos. Necesitaron componer la caravana con 50 coches, incluida la limusina presidencial, como no les prestaron la auténtica (la administración de George H. W. Bush no quiso ayudar a la producción), tuvieron que construir una, y llenaron la calle de miles de extras (muchos de ellos gritaban: "Clint presidente").
Aunque la Casa Blanca no quisiera participar en una película, el Servicio Secreto les prestó plena colaboración, de hecho, fue la primera película que contó con la total cooperación de esta agencia. Columbia estaba trabajando en otro proyecto sobre el Servicio Secreto, y tenía varias conexiones, además el guion llamó la atención de la agencia, todo esto sumado, ayudó a su participación. Esto fue muy importante para rodar algunas escenas claves. La película utilizó mítines de la campaña presidencial entre Clinton y Bush de 1992, para después de modificar las imágenes mediante CGI e insertar a Eastwood en ellas. El Servicio Secreto les permitió colocar sus cámaras durante dichos mítines, y posteriormente las compañías de efectos visuales Sony Image Works, RGA/LA y Cinesite se encargaron de insertar al protagonista en el metraje filmado. Llegando a tener un coste cercano a los 4 millones de dólares (cada fotograma costaba 300 dólares). Para la secuencia en la que se ve a un joven Eastwood acompañando la caravana de JFK, Eastwood consiguió que Warner Bros. les permitiera usar metraje de Harry el sucio (1971), para poder insertarle posteriormente en las escenas con Kennedy, además le cambiaron el corte de pelo con CGI. Utilizaron un mitin de Clinton, en el que añadieron digitalmente a más seguidores. Y en otro mitin de Bush, reemplazaron la cara del entonces presidente por la del actor Jim Curley, que da vida al presidente en la película, además cambiaron los carteles que indicaban el nombre de Bush por el eslogan "Cuatro años más". Eastwood filmó sus escenas en pantalla azul en un estudio.
Una vez comenzó el rodaje, hubo presiones por parte de ejecutivos del estudio para realizar cambios (al parecer querían potenciar la acción de la película), Eastwood tuvo que intervenir para que les dejarán seguir adelante con el guion que todos habían aprobado. Sí aceptaron algunas de las sugerencias de Columbia, como hacer que Horrigan y Raines fueran más activos en las escenas que ocurren previas al desenlace de la película.
Pese a su imagen de actor reflexivo y complejo, Malkovich acostumbraba a bromear detrás de las cámaras. En una ocasión, casi consiguió que Rene Russo que meara de la risa imitando a su madre.
Viendo sus dotes de actor, Petersen animó a Malkovich a que improvisara. Éste lo hizo en la escena en la que mata a D'Andrea, metiéndole una segunda bala al agente.
Los mejores momentos de la película son las conversaciones telefónicas entre Horrigan y Leary. Petersen decidió que aunque sólo filmase a un actor de cada vez, Eastwood y Malkovich hablaran realmente por teléfono. En otro momento de improvisación por parte del protagonista de Las amistades peligrosas, durante la conversación en la que grita: "¡Muéstrame algo de jodido respeto!", pilló a Eastwood por sorpresa al gritar al final de la llamada, y la reacción de éste fue de lo más auténtica.
Y otra improvisación de Malkovich, le dio a la película uno de sus mejores momentos. El último día de rodaje, terminaron de filmar la persecución por los tejados en Los Angeles, la mayor parte de la misma la habían rodado cuatro meses antes en Washington, D.C., durante la primera semana de rodaje. En el clímax de la misma, Horrigan se queda colgando de un edificio y Leary trata de salvarlo, el agente le encañona con su pistola, pero para sorpresa de Eastwood, Malkovich se salió del guion y la metió en su boca. Eastwood rompió en una carcajada. Para rodar en Washington, D.C., tuvieron que reforzar todos los techos de los edificios por seguridad, porque se encontraban en un estado lamentable. Eastwood quiso rodar personalmente sus escenas de riesgo (menos los saltos entre edificios), realmente permaneció colgado del edificio con la única ayuda de un arnés bajo la ropa.
Para la escena íntima que comparten Eastwood y Russo, ambos decidieron que comerían ajo (una práctica habitual entre actores), antes de rodar la escena para contrarrestarse mutuamente.
John Bailey fue el director de fotografía de la película, quien se centró en las conversaciones telefónicas como si de una película dentro de la película se tratasen. 
Petersen pudo contar con la gran editora Anne V. Coates (Lawrence de Arabia) para montar su película. El director estaba entrevistando a varios editores, pero gracias al agente de Coates, ella pudo hacerse con el puesto. Lo que más interesante le pareció de su trabajo, fueron las conversaciones telefónicas, las cuales fueron complicadas de editar porque no tenía mucho material con el que trabajar. Curiosamente una de las escenas más difíciles de montar, fue la conversación en las escaleras del "Monumento a Lincoln" entre Horrigan y Raines. Eastwood acostumbraba a cambiar sus diálogos, y nunca los decía exactamente igual de una toma a otra, eso sumado a que ambos personajes están comiendo helado, dificultaba donde hacer los cortes, y trajo de cabeza a la montadora.
La película se estrenó en Estados Unidos el 9 de julio de 1993, acompañada de críticas entusiastas, y se convirtió en un éxito de taquilla recaudando 102.314.823 de dólares (séptima película más taquillera en territorio norteamericano), siendo la recaudación final a nivel mundial de 176.997.168 de dólares (undécima película más taquillera del año).
Las buenas críticas fueron el anticipo de las tres nominaciones al Oscar que recibiría, en las categorías de mejor actor secundario (John Malkovich), mejor guion original (Jeff Maguire) y mejor montaje (Anne V. Coates).

VALORACIÓN
En la línea de fuego es uno de los mejores thrillers creados en Hollywood durante los noventa. El guion está más trabajado de lo habitual en este tipo de producciones, los actores parece que hayan nacido para dar vida a sus personajes, y está dirigida de forma precisa por un director de talento.
Es el mejor trabajo del gran Wolfgang Petersen en su etapa americana. Pocos directores son un valor seguro a la hora de encargarse de una superproducción, Alemania se le quedó pequeña, y el paso lógico en su carrera era dar el salto a Hollywood, donde destacó rodando blockbusters como nadie. Es un narrador nato y este film es una demostración de ello, tanto resuelve una escena de acción (la persecución por los tejados), una de tensión (la escena del ascensor) o una íntima (todas las conversaciones telefónicas), siempre de la forma más eficaz posible.
Horrigan le sienta como anillo al dedo a Eastwood. Es uno de los mejores papeles del astro de los noventa. Un agente que vive atormentado por no evitar la muerte de Kennedy, y como vuelve a revivirlo todo con la aparición de Leary, y un nuevo intento de asesinato presidencial. Atrapar al asesino y salvar al presidente le redimirán.
El que destaca por encima del resto es John Malkovich, quien con Mitch Leary, crea uno de los mejores villanos de la historia del cine. Su camaleónico Leary es un disfrute, y el actor roba cada escena en la que aparece. La película lo muestra siempre lo justo, oculto en las sombras, al otro lado de un teléfono o con un disfraz, pero notamos siempre su presencia. Y resulta terrible cuando entra en acción, como cuando mata a las dos mujeres en su casa o a los dos cazadores.
Lo mejor de la película no son las escenas de acción, son las conversaciones telefónicas entre Horrigan y Leary, y esa extraña relación que se crea entre ellos. Lo brillante de la película, y en lo que es un ejemplo de guion, es como crea una rivalidad entre el héroe y el villano, que pese a no verse prácticamente las caras hasta su enfrentamiento final, se van creando una serie de encuentros a lo largo de la película, muchos telefónicos y alguno físico (la escena de la azotea), para de esa forma crear una relación entre ellos y forjar su enemistad. Es un ejemplo de como debe hacerse, y que debería figurar en todos los manuales sobre escritura de guiones.
La película habla del desencanto de la sociedad americana, siempre viéndose reflejada en los sesenta, con la muerte de Kennedy como punto de inflexión, como si todo fuera a peor después de ese acontecimiento. Horrigan es un dinosaurio, un fantasma de tiempos pasados, que se resiste a desaparecer, un recuerdo al mismo tiempo de esos tiempos mejores y de cuando todo se fue al garete.
También habla del valor, durante toda la película se cuestiona si Horrigan recibiría una bala por el presidente, el agente no reaccionó en Dallas en 1963; en la escena de la azotea no se decide a disparar a Leary, sabiendo que sería el fin de la amenaza; y sólo en el atentado al final de la película verificamos que sí lo haría. Esa bala que recibe, le redime, y pone fin a la culpa que siente. Se cierra el circulo.
La película no olvida tener sentido del humor, como el momento en que después del coitos interruptus con Raines, Horrigan suelta: "Diablos, y ahora tengo que volverme a colocar esa mierda, ¡maldita sea!" La broma que le gastan a Horrigan, avisando a un equipo de emergencia de que le ha dado un infarto. O ese momento en que Raines se aleja de Horrigan, y éste dice que si se gira es que le interesa, cosa que ella hace.
La mejor escena de la película es la escena de la azotea, con Horrigan colgando de un edificio, y cuando está a punto de caer, es salvado por Leary, Horrigan saca su arma, y Leary le alienta a matarlo, así salvaría al presidente, pero a cambio Horrigan moriría, el desafío llega a su cenit cuando Leary coloca su boca en el arma del agente. Horrigan no logra matarlo, y todo culmina con el villano matando al compañero de Horrigan. Esto provocará una mayor enemistad entre ambos, convirtiéndolo en algo personal, cuando irónicamente Leary le salvó la vida. En sólo esta escena se definen a los personajes, y se desarrolla su relación.
Y hay otra escena que me parece brillante, la escena final en el ascensor, con Eastwood dando las ordenes mediante su micro oculto, sin que Leary lo sepa, y como consigue acabar con Leary de esa forma. La escena es tan buena que Petersen la repetiría en Air Force One.
La película es brillante hasta el final, con esa coda de Horrigan llegando a su apartamento con Raines, y encontrándose en el contestador un mensaje, que el fallecido Leary le dejó. El mal nunca muere.
La película se sumó a JFK: Caso abierto (1991), de recuperar el recuerdo de Kennedy en el cine, a comienzos de los noventa.
En la línea de fuego sigue siendo tan disfrutable hoy, como el día de su estreno. Un thriller emocionante y tenso, que como Horrigan, envejece como el buen vino. Es ese tipo de producciones que sólo Hollywood sabe hacer, y que no siempre consigue realizar, es como atrapar un rayo en una botella. Es un juego entre el gato y el ratón como no ha habido otro igual. Si no la habéis visto, os recomiendo que pongáis en vuestra línea de fuego esta película.

CURIOSIDADES
El guionista Jeff Maguire tiene un pequeño papel como un agente del Servicio Secreto.
El presidente Bill Clinton se convirtió en fan de la película.
Fred Thompson, que da vida al jefe de gabinete de la Casa Blanca, se convirtió en senador de los Estados Unidos.
Dylan McDermott volvería a interpretar a un agente del servicio secreto en Objetivo: La Casa Blanca (2013), aunque uno diametralmente opuesto.
Una escena de la película tiene lugar en el Air Force One, cuatro años después Wolfgang Petersen realizaría Air Force One (El avión del presidente) (1997).
Nunca se menciona el nombre del presidente, siempre se refieren a él como "Viajero".
Primera película de Clint Eastwood desde Fuga de Alcatraz (1979) en no ser distribuida por Warner Bros.

BIBLIOGRAFÍA
With 'Line of Fire,' Writer Discovers Ending for Hollywood-Failure Story (The New York Times, 20 jun 1993)
Corruption, Heroism and America : German director Wolfgang Petersen set out to distill the essence of our country and its heroes and villains in a political assassin thriller (Los Angeles Times, 4 jul 1993)
A look inside Hollywood and the movies : ‘Line of Fire’ Gives Crowd Control a New Meaning (Los Angeles Times, 11 jul 1993)
Columbia Pictures bankrolled the Castle Rock production, but there is disagreement over just how much creative credit the studio can claim (Los Angeles Times, 13 jul 1993)
In the Line of Fire bad guy John Malkovich is so good it's criminal (Entertainment Weekly, 6 ago 1993)
Hollywood Flashback: When Clint Eastwood Saved the Day (The Hollywood Reporter, jul 2024)
CIAK Magazine (sep 1993)
Impact Magazine (Nº 46)
Aim for the heart: The films of Clint Eastwood (Howard Hughes, 2009)
Matthias Stork interviews John Bailey (Press Play, 9 ene 2012)
Sight and Sound Magazine (sep 1993)

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Friday, April 11, 2025

Dos policías rebeldes

"Así es como tienes que conducir. De ahora en adelante conducirás así."

Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película.

Tras el robo de 100 millones de dólares en heroína, en una comisaria de policía, los policías Marcus Burnett y Mike Lowrey deberán resolver el caso, siendo su única pista la testigo de un crimen.

CHICOS MALOS
En 1986, el dúo de productores Don Simpson y Jerry Bruckheimer compraron el guion "Bulletproof Hearts" por 55.000 dólares a George Gallo (Huida a medianoche), que daría pie a Dos policías rebeldes (Bad Boys, 1995). Todo giraba en torno al cambio de identidades entre dos policías, uno mujeriego y otro, un hombre de familia, para proteger a una testigo.
Tras el éxito de Wayne's World (1992), Dana Carvey se convirtió en uno de los cómicos de moda, y fue contratado para la película. Tras fichar a Carvey, Jon Lovitz se sumó al proyecto como el co-protagonista. Ambos actores firmaron un contrato de "pay or play".
Para sentarse detrás de las cámaras, Simpson y Bruckheimer escogieron a un director que no había rodado ninguna película, pero sí muchos anuncios y videoclips, su nombre era Michael Bay. "Habíamos mirado a un grupo de directores de anuncios porque habíamos tenido éxito con Tony Scott," contaba Bruckheimer a GQ, "y el único rollo que destacó fue el de Michael. Tenía un sentido del humor maravilloso y un estilo visual único, como nadie más." Bay fue contratado a cambio de un sueldo de 100.000 dólares.
Los problemas comenzaron con el libreto de Gallo. "El guion era horrible," afirmaba Lovitz a AV Club. Carvey debía interpretar al policía mujeriego, y costaba hacerle encajar en el papel. Al contrario que Lovitz, a quien el papel de policía judío le encajaba como un guante. Contrataron a varios guionistas para reescribir el guion a largo de tres meses. El primero fue James Toback (Bugsy), que cobró 120.000 dólares a la semana, por seis semanas de trabajo. Tras Toback, entró Larry Ferguson (Superdetective en Hollywood 2). Y por último el televisivo David Milch (Policías de Nueva York). Antes de la entrada de Milch, el proyecto no había conseguido aún luz verde por parte de Disney, y necesitaban un guion de unas 50 páginas para conseguirlo. Milch aceptó el trabajo porque necesitaba dinero. Voló hasta Florida y se puso manos a la obra con el libreto, y es aquí cuando Simpson comenzó a hacer de las suyas. Seguramente bajo los efectos de las drogas, llamaba a Milch a las cuatro de la madrugada gritándole y diciéndole que lo que había escrito era la mayor mierda que hubiera leído, y después le enviaba notas sobre cambios que quería en el guion. El guionista escribió las 50 páginas que necesitaban aguantando el chaparrón de Simpson, y el proyecto consiguió luz verde. Lo llamaron de nuevo para que escribiera el guion completo, pero Milch se negó, incluso cuando le propusieron si lo haría a cambio de que Simpson aceptase ir a rehabilitación, la respuesta siguiendo siendo un rotundo no.
Como comentaba, en junio de 1992, Hollywood Pictures (subsidiaria de Disney) dio luz verde al proyecto con un presupuesto asignado de 20 millones de dólares. A comienzos de diciembre, Bay grabó una escena de prueba con ambos actores, pero a Hollywood Pictures no le gustó, y esa fue una de las razones que hicieron descarrilar el proyecto. El rodaje debía comenzar oficialmente el 16 de febrero de 1993, ya con el título de "Bad Boys", pero unas pocas semanas antes de esa fecha, todo se fue al traste. Según contaba Lovitz a AV Club"Disney no quiso hacer el nuevo guion. Querían hacer el original." Pero aparte de esa prueba y del guion, había que sumar otros factores que provocaron que el proyecto no prosperase con Carvey y Lovitz. Como por ejemplo, el salario del primero, quien conforme pasaba el tiempo, y aumentaba su popularidad, llegó a pedir una suma elevada, y para colmo le ofrecieron la mucho lucrativa Wayne's World 2 (1993). A eso hay que añadir la falta de entendimiento entre Carvey y Simpson. Pero tal vez la gota que colmó el vaso (tal y como se cuenta en el libro High Concept) fue cuando Simpson se llevó a ambos cómicos a Las Vegas durante dos días, y aunque no se sabe lo que sucedió allí, después de ese viaje, la película se pospuso. Sea como fuere, a Disney no le gustaba el proyecto y se quedaron sin tiempo, los actores tenían otros compromisos, por lo que al ver que no podrían hacer la película en la ventana de tiempo que tenían, todo quedó en nada. La idea inicial era tratar de realizar la película en enero del año siguiente, pero eso nunca llegó a ocurrir.
Estaba claro que el proyecto no funcionaba con Carvey y Lovitz. Y Barry Josephson de Columbia tenía una idea diferente, convertir a los dos protagonistas en afroamericanos, algo similar a lo que había sucedido con Superdetective en Hoollywood (1984), un éxito de Simpson y Bruckheimer. Mark Canton, jefe de la Columbia, se acercó al dúo de productores y les dijo que si podían sacar el proyecto de Disney, en Columbia estaban interesados en realizarlo con ellos. Los planes originales de Columbia eran que la película la protagonizase Arsenio Hall, pero el actor rechazó la oferta (algo que posteriormente consideró una mala decisión). El siguiente en la lista era Martin Lawrence, popular por su sitcom Martin (1992-97), quien rápidamente se sumó al proyecto. Ahora sólo faltaba encontrar al compañero de Lawrence, y se barajaron algunos nombres, entre ellos el de Laurence Fishburne, pero finalmente Bay escogió a Will Smith, muy popular en aquel momento gracias a la serie El príncipe de Bel-Air (1990-96). Al parecer Lawrence ayudó a la elección de Smith. "Cené con Will y después de cinco minutos de conversación, consiguió el trabajo," contaba el actor a Entertainment Weekly. Consiguieron convencer a Disney para vender el proyecto a Columbia, gracias a un acuerdo de 3 millones de dólares.
Cuando hicieron la primera lectura de guion, tres semanas antes de que comenzara el rodaje, quedó patente que los diálogos escritos para Carvey y Lovitz no se adaptaban para Lawrence y Smith. Cuando terminó, Simpson tiró el guion a una papelera, y les dijo a todos que no lo usarían en el rodaje.
Como necesitaba una reescritura, llamaron a Michael Barrie y Jim Mulholland, una pareja de guionistas curtida en el "The Tonight Show", y que habían escrito Oscar ¡quita las manos! (1991). Tras el trabajo de estos, Lucas Foster, productor ejecutivo de la película, llamó a Doug Richardson (La jungla 2: Alerta roja) para otra reescritura más. En ese punto, el plazo de tiempo era muy corto, ya que Smith y Lawrence terminaban de rodar sus series en seis semanas, y la película debía comenzar a rodarse en ese momento. Y Richardson se encontró con un guion de apenas 60 páginas. Bruckheimer le dijo al guionista: "Haz lo que haces siempre, pero más rápido" (frase que éste tomó y puso en boca del personaje del capitán Howard). La película comenzaría el rodaje sin un guion terminado, y se escribiría sobre la marcha.

REPARTO
Martin Lawrence interpretaría al policía Marcus Burnett. Y Will Smith haría lo propio con su compañero Mike Lowrey. El segundo cobraría un cheque de 2 millones de dólares por su participación en la película.
Para el papel de la testigo Julie Mott, inicialmente el estudio quería que fuera una chica negra, pero eso cambió después de que el director de casting trajera a Téa Leoni, y la actriz clavara la prueba. De esa forma se hizo con el papel.
Joe Pantoliano daría vida al capitán Howard, papel que repetiría en las tres secuelas de la película.
El papel del villano Fouchet recayó en el francés Tchéky Karyo.
Michael Imperioli consiguió el papel de Jojo, un ex-químico de drogas, gracias a una audición donde hizo una improvisación del personaje. Doug Richardson vio la cinta con la audición del actor, y llegó a tomar material de ella para escribir una de las escenas del personaje.
Kim Coates dio vida al ladrón de coches de la secuencia inicial, y a punto estuvo de no participar en la película. Originalmente el actor consiguió dos papeles en dos películas que se iban a rodar al mismo tiempo, una era Dos policías rebeldes, y otra iba a ser dirigida por John Dahl en Europa, como el papel de ésta última era mejor, Coates rechazó el film de Bay, pero para su desgracia la película de Dahl fue cancelada, y se quedó sin los dos trabajos. Seis meses después, le llamó su agente para decirle que Bay le necesitaba para rodar una escena durante un único día. Esta vez el actor aceptó sin dudarlo.
El resto del reparto lo formaron Marc Macaulay (Noah, uno de los hombres de Fouchet), Frank John Hughes (Casper, miembro de la banda de Fouchet), Theresa Randle (como Theresa Burnett, la mujer de Burnett), Anna Thomson (en el papel de Francine), Marg Helgenberger (interpretó a Alison Sinclair, agente de asuntos internos), Nestor Serrano (en el papel del detective Sanchez), Julio Oscar Mechoso (interpretando al detective Ruiz), y Karen Alexander (Max Logan, al amiga de Julie asesinada).

RODAJE
La fotografía principal comenzó el 27 de junio de 1994, y terminó el 31 de agosto del mismo año. La película se filmó en su totalidad en Miami, utilizando diferentes localizaciones de la ciudad, como el Biltmore Hotel (fiesta y tiroteo en el que Julie presencia los asesinatos), Miami-Opa Locka Executive Airport (hangar del clímax), y en el Dade County Courthouse (comisaria de policía).
Realizaron tres días de ensayos con los actores, antes de ponerse manos a la obra con el rodaje.
La película fue de bajo presupuesto para los estandartes de Hollywood de la época, sólo costó 19 millones de dólares (comenzó con 17). Pero aún así, Bay contó todavía con menos dinero del que parece. "Tenía 9 millones de dólares para hacer la película," contaba Bay, "y los otros 10 millones estaban todos ligados a la política, pagando a la gente en diferentes estudios."
"Sé que el estudio no creía en nuestra película," contaba Bay a Fandango. "No nos trataron muy bien y estábamos solos. Nos dieron 10.000 dólares para una reescritura y no sé qué obtienes por 10.000 dólares. Así que tuvimos que inventar muchas cosas." La tónica predominante del rodaje fue un guion que se iba reescribiendo sobre la marcha, y con mucha improvisación por parte de sus dos estrellas. Cada día, Bay les preguntaba a Smith y Lawrence que cambiarían, para así adaptar el guion escrito para Carvey y Lovitz más a su estilo. Rodaban por el día, y por la noches decidían que rodarían al día siguiente. "Básicamente improvisamos cada escena," contaba Smith a la revista Vibe. Téa Leoni también se sumó a las improvisaciones. Así surgieron momentos como la reacción de Lawrence cuando Leoni cree que es gay, o el diálogo "Tortuga Miss Daisy" entre Smith y Lawrence en el coche.
La relación entre Bay y Lawrence al comienzo del rodaje no fue la mejor posible, el actor no se fiaba del director por ser blanco, pero pronto limaron sus asperezas y trabajaron bien juntos. Lawrence también fue un grano en el culo para Richardson, a quien le dijo que su personaje no podía matar ni a negros ni a mexicanos, debido a que la mayoría de los espectadores de su serie provenía de esos demográficos. Además quiso que se cambiara el nombre de Mike Lowrey, ya que era incapaz de pronunciar bien el apellido. Y exigió no tener escenas de sexo con una chica blanca (de nuevo debido a su serie).
Tampoco el comportamiento de Simpson durante el rodaje fue para echar cohetes, y demostró una vez más ser un auténtico bad boy. Se dejó caer por Miami sólo una semana antes de que comenzara la fotografía principal, y se puso a leer la última versión del guion. Dos días antes de que las cámaras empezaran a rodar, apareció con 40 páginas de notas sobre el libreto, indicando lo que no funcionaba, y de postre amenazó con quitar su nombre de la película. Pero Jerry, siempre la voz de la razón, ayudó a sacar adelante la película.
Fue un rodaje rápido, tan adrenalítico como la propia película. "El primer día de rodaje, [Bay] hizo como cuarenta configuraciones de cámara," contaba Bruckheimer a GQ. "Con un director normal, consigues diez, si tienes suerte." Para Bay el calendario de rodaje era demasiado ajustado, tenía que rodar escenas de acción en un día, que en cualquier otra producción requerirían de cuatro. Por ejemplo, sorprendentemente filmó en un solo día la persecución a pie posterior al tiroteo en el hotel.
Cuando llegó la hora de rodar esta secuencia, hubo dudas entre Smith y Bay sobre como el actor debería ir vestido. Bay quería que se quitara la camisa por completo, algo a lo que Smith se negaba por parecerle excesivo. Al final aceptó a rodar la escena con la camisa abierta, y esa momento se convirtió en uno de los más icónicos de la película, cambió la imagen de Smith y lo catapultó al estrellato.
Tampoco se pusieron de acuerdo Bay y Smith en la toma al final de la película, en la que su personaje le dice al de Lawrence: "Yo también te quiero." Estaba previsto que Smith dijera la frase, pero el día que tocó rodarla, no quiso decirla. Después de hora y media de discusión, Bay accedió a que Smith no la dijera. Pero una vez las cámaras comenzaron a rodar mientras el sol se ponía, Smith la dijo.
Y el bajo presupuesto ocasionó problemas, por ejemplo, cuando debían rodar el momento en el que Lawrence dispara a uno de los villanos, y éste sale volando por los aires desde un avión, inicialmente no pudieron hacerlo debido al clima. Y más adelante, el productor de línea Bruce S. Pustin, le comunicó a Bay que no rodarían la escena. Tan claro tenía el director que esa escena debía estar en la película, que personalmente puso 25.000 dólares de su bolsillo para rodarla. Hasta que la película no recaudó 60 millones de dólares Columbia no se los devolvió.
Está claro que Bay sabía perfectamente lo que quería, como incluir el popular plano del letrero de Miami con el avión pasando por encima. Ese letrero no existía, y Bay hizo que colocaran uno en miniatura con el nombre de la ciudad justo debajo de donde aterrizaban los aviones, pese al peligro que eso conllevaba. Y el resto es historia.
Y del mismo modo, sabía como quería que fuera el montaje de la película, tenía una razón para ello, pese a que todo el mundo le decía que estaba equivocado. "Fue una de las primeras películas en las que la acción se editó con un montaje muy rápido," contaba el director a Fandango"Todos dijeron: 'No se pueden hacer cortes tan rápidos'. Yo estaba como: 'Bueno, yo sí'. Y ahora lo ves imitándolo, pero estaba haciendo cortes rápidos por una razón... para ocultar la dirección artística barata y darle algo de energía." Bay quiso que el editor Christian Wagner montara su película tras ver Amor a quemarropa (1993), como no tenía un gran nombre, inicialmente los ejecutivos de Columbia se negaron a su contratación, pero Bay, Simpson y Jerry Bruckheimer apostaron por él, y consiguió el trabajo. 
En una película con tanta acción siempre se corren riesgos, y hay gente que puede salir herida. Como le sucedió a Téa Leoni, cuando en una escena de acción, no se colocó adecuadamente en su marca, y recibió en golpe de un especialista con un AK-47 debajo de la mandíbula, lo que la hizo salir despedida por el aire. La actriz terminó en el hospital.
Y otro que tampoco salió bien parado fue Tchéky Karyo y un especialista rodando la escena del clímax, en la que el villano baja del avión conduciendo el Cobra por unas rampas, y el personaje de Will Smith salta sobre el coche en marcha. Cuando realizaron la acrobacia el coche se estrelló, y es que las medidas de seguridad en la escena brillaron por su ausencia. "El director me empujó un poco al límite," contaba Karyo a France News Live. "El especialista tenía miedo de caerse en las rampas al salir del avión, así que me pidió que no fuera demasiado rápido. No había ensayado y no había nada que lo protegiera." El accidente no terminó en tragedia, pero el actor reconocía que, "me llené la cara de trozos del parabrisas." El coche sufrió daños superficiales, para seguir rodando, y que no se apreciasen los desperfectos, Bay rodó sólo primeros planos, hasta que consiguieron otro Cobra a tiempo para la persecución final.
Kevin Corrigan refutaba esa sensación de peligro en el set, y las prisas de Bay al rodar, por ejemplo, en la escena en la que su personaje es asesinado. "Recuerdo que las cosas se desarrollaron muy rápido, muy rápido," contaba el actor a AV Club. "Recuerdo que el director gritó 'acción' incluso antes de que se preparara nada. Quizás esa era sólo su forma de hacer que la gente se moviera más rápido. Había armas involucradas en la escena, y pensé que era un poco imprudente no esperar a que la gente de efectos especiales hiciera su trabajo, especialmente cuando yo era el que estaba recibiendo un disparo. No creo que alguna vez estuviera en peligro real, pero sólo recuerdo que pensé... no sé."
Tras un pase de prueba, decidieron rodar cuatro nuevas escenas, para potenciar el humor de la película y explicar algunas incongruencias. Para ello, Columbia le dio a Bay 2 millones de dólares adicionales. Una de las escenas que filmaron fue el arranque de la película, con el intento de robo del Porsche, y que fue totalmente improvisada (por cierto el coche utilizado era propiedad de Michael Bay). Otra fue la escena de la licorería. Y también se añadió la escena de la cancha de baloncesto, en la que el capitán Howard juega, mientras habla con Burnett y Lowrey, se rodó poco antes del estreno de la película, Joe Pantoliano estaba trabajando en otro proyecto, por el que tuvo que raparse la cabeza, de modo que tuvieron que hacer a toda prisa una peluca para el actor, y después los actores improvisaron la escena.
Dos policías rebeldes llegó a los cines de Norteamérica el 7 de abril de 1995, y recaudó unos excelentes 65.807.024 de dólares, y la película rindió incluso mejor en el mercado extranjero, siendo la recaudación final a nivel mundial de 141.407.024 de dólares.

VALORACIÓN
Dos policías rebeldes es una de las películas de acción más entretenidas y divertidas de los noventa. Aunque es de esas películas que no son tan buenas como el recuerdo que tenemos de ellas. Es sólo una estridente y ligera buddy movie, que te lo hace pasar bien durante sus dos horas de duración, que se pasan volando.
Seamos francos, la película es intrascendente, es sólo un pasatiempo ligero, pero rodado con mucho estilo, que se eleva por encima de la media de este tipo de productos. Bay le imprime un buen ritmo, la acción está bien rodada (como no podía ser de otra forma), los dos protagonistas son divertidos y tienen muy buena química entre ellos, y pese a los años que han transcurrido desde su estreno, sigue funcionando bien como entretenimiento palomitero.
La gran novedad de la película, fue su sentido del humor, Smith y Lawrence cogieron el tipo de humor que hacían en sus respectivas series, y lo llevaron a la gran pantalla. Y la verdad es que funciona muy bien, como cuando al entrar en una opulenta casa Smith dice: "No se asusten, somos de color." O en la escena de la licorería, cuando después de apuntar al dependiente Smith le suelta: "Suelta el arma y dame un paquete de chiches de frutas tropicales", y Lawrence remata con: "Y unas gominolas". Todo el intercambio de identidades parece sacado de una comedia de situación, con Mike en casa de su compañero como un hombre de familia, y Marcus tratando de pasar por un ligón en el apartamento del primero. Por un momento parece que estemos viendo una sitcom, pero llena de tiroteos y explosiones. Y está claro que lo mejor de la película es la química entre los dos protagonistas, esa Dos policías rebeldes que nunca existió con Lovitz y Carvey, seguramente a día de hoy nadie hablaría de ella.
Y el otro punto fuerte de la película, es tener a Bay tras las cámaras. En manos de cualquier otro, hubiera sido una película random nada memorable. Bay demostró con su primera película su potencial y de lo que era capaz, algo que se confirmaría posteriormente cuando tuvo en sus manos mayores medios, como en La Roca (1996), Armageddon (1998) o Dos policías rebeldes II (2003). Sólo hay que ver la persecución final entre el Porsche y el Cobra, que es sólo un preámbulo de lo que haría al año siguiente con mucho más dinero en La Roca, con la persecución entre el Humvee y el Ferrari.
Desde el minuto uno sabemos que estamos ante un película de Michael Bay, ya en su opera prima, el director grabó a fuego muchas de sus constantes de su cine, sobre todo visuales. Hay planos aquí que repetiría en películas posteriores (ese plano con la cámara girando alrededor de los dos protagonistas), ahí está además la cámara lenta, los planos de marcada estética, el montaje con planos cortos, y también las explosiones, persecuciones, la gente atractiva (Téa Leoni nunca ha estado más guapa), los coches deportivos, o la exaltación de policías o militares. Pese al bajo presupuesto de la película, luce como si tuviera el doble de dinero, y eso es mérito de Bay.
El punto débil de la película es su guion, que tiene cosas que no hay por donde cogerlas, como por ejemplo, que Max siendo prostituta se lleve a su amiga a ver a un cliente, pero claro si no lo hiciera no habría película, pero no resulta creíble y seguramente habría formas mejores de hacer que Julie fuera testigo de un crimen. Tampoco tiene mucho sentido que Marcus y Mike se lleven a Julie en su vigilancia a Fouchet. La lógica salta por la ventana cuando después de que traten de matar a Marcus en el club, éste no detenga a ambos criminales. Y ya no digamos esos momentos en los que los dos protagonistas, policías de profesión, amenazan con matar a alguien si no les da información, entran sin una orden de registro en una casa donde se encuentran un cadáver y lo toquetean todo, o irrumpen en el hangar durante el clímax pegando tiros y matando a todo el mundo. Es una visión flipada de lo que son los policías. Incluso uno es rico, y conduce un Porsche. Pero dentro del universo Bay, funciona bastante bien, aquí lo que prima es un entretenimiento donde no haya que pensar mucho.
Además la película está llena de tópicos del cine de acción, desde la pareja de policías de caracteres opuestos, pero que trabajan bien juntos; el jefe de policía que sólo habla a gritos, pero que en el fondo respeta a los protagonistas; el villano de nacionalidad extranjera; los dos policías que siendo retirados del caso siguen con él adelante, y que pese a matar a un montón de gente, esto parece no ocasionarles ningún tipo de problema, y ya no digamos papeleo. Tópicos y más tópicos, que la película ni se molesta en sortear.
Dos policías rebeldes fue una película muy importante para sus responsables. Lanzó la carrera de Michael Bay. Convirtió en estrellas de cine a Will Smith y Martin Lawrence, sobre todo al primero. Reavivó la carrera de Simpson y Bruckheimer como productores, quienes no habían estrenado una película desde Días de trueno (1990), de caótica producción. Entremedias produjeron Esto (no) es un secuestro (1994), pero fue un pequeño encargo de Disney, y no es un proyecto personal. Volvieron al redil haciendo lo que mejor sabían, de hecho, repitieron su formula de Superdetective en Hoollywood, con una comedia de acción protagonizada por cómicos negros, que estaba prevista que fuera protagonizada por blancos, y de nuevo les salió bien.
Recuerdo ver la película en el verano del 95, y además de pasármelo en grande, me di cuenta que Smith ya era algo más que el príncipe de Bel-Air. Con esta película, pasó de ser un chico simpático en una comedia de televisión, a un hombre que podía resultar duro, divertido y atractivo al mismo tiempo. El príncipe se convertía en rey.
Y no quiero terminar sin alabar el trabajo de Marc Mancina, quien le imprime con su música las dosis de adrenalina que la película necesita. Sin Mancina Dos policías rebeldes no sería la misma.
Dos policías rebeldes ha quedado como una de las buddy movies más recordadas del género. Siempre divertida y llena de testosterona, no cabe el aburrimiento en ella. Sirvió como lanzadera de muchas carreras, y generó una saga, lo que no está nada mal para una pequeña película. Y es que pese a no ser una maravilla, es difícil resistirse a su carisma. ¿Tú vas a resistirte? Whatcha Gonna Do?

CURIOSIDADES
Jon Lovitz y Dana Carvey terminaron trabajando juntos en otra película con guión de George Gallo, Atrapados en el paraíso (1994).
El personaje de Michael Imperioli se llama Jojo, el mismo año en que trabajó en Dos policías rebeldes, el actor trabajó en Clockers (1995), en el papel de otro personaje que también se llama Jo-Jo.
Inicialmente no estaba previsto en la secuencia del gimnasio, que Marcus se dedicara a jugar con las pesas y demás, pero Bay animó a Martin Lawrence a hacerlo, y sus improvisaciones quedaron en el montaje final de la película.
Bay le enseñó a su madre la primera escena, y a ella no le gustó la cantidad de veces que Smith y Lawrence decían la palabra "joder". El director reeditó la escena para reducir el número de tacos.
Originalmente había una presentación de Mike Lowrey en paralelo a la de Marcus, quien se despierta con su mujer e hijos, pero haciéndolo con dos latinas gemelas, que finalmente fue eliminada.
La pistola que usa Fouchet con cuatro cañones es una COP .357.
Existe una película anterior titulada Bad Boys (1983), protagonizada por Sean Penn.
Will Smith trabajó con un entrenador de atletismo durante cuatro meses para correr adecuadamente en pantalla.

BIBLIOGRAFÍA
Good Guys and Bad Boys (Doug Richardson Blog)
It’s a Small World After All (Doug Richardson Blog)
Jon Lovitz (AV Club, 28 dic 2010)
Movies: Off-Centerpiece: Maybe George Bush Can Help Polish the Script Now (Los Angeles Times, 24 ene 1993)
High Concept: Don Simpson and the Hollywood Culture of Excess (Charles Fleming, 1998)
Tea Leoni: The Truth About Tea (Movieline, 1 ene 2001)
Comentarios del director (DVD)
Dinner for Five (Episodio #4.4, 2005)
‘Flippin’ The Script’ (VIBE Magazine, may 1995)
Kevin Corrigan (AV Club, 2 feb 2010)
Will (Will Smith y Mark Manson, 2021)
Joe Pantoliano Is a Bad Boy for Life (Vanity Fair, 6 jun 2024)

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