Monday, September 23, 2024

En el punto de mira

Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película.

A dos policías se les encomienda la misión de vigilar una casa, para dar con la testigo de un caso contra la mafia.

Le tengo un cariño especial a En el punto de mira (Another Stakeout, 1993), y no hay mucha información sobre ella, así que para poder escribir la reseña me he valido de la ayuda de su guionista y productor Jim Kouf, y su director de fotografía Roy H. Wagner, que fueron muy amables al compartir conmigo sus experiencias en la realización de la película.

OTRA VIGILANCIA
Procedimiento ilegal fue un gran éxito en 1987, en Estados Unidos superó en la taquilla a Arma letal (1987), pero en lugar de rodar la secuela en un plazo de tiempo corto (como hizo Richard Donner en la saga protagonizada por Mel Gibson), ésta tardaría seis años en llegar.
"Disney quería hacer una secuela de inmediato," me explicó Kouf. "Pero yo estaba ocupado con otros proyectos, y me tomó un tiempo encontrar una historia que me gustara."
"Envié el guión a Badham, Dreyfuss y Estevez justo después de terminarlo para ver si a alguien le gustaba, y todos firmaron," continua Kouf. "Así que entramos en producción muy rápidamente."
Badham se lanzó a rodar "Stakeout II" (como inicialmente se tituló la película) porque según confesaba a Why So Blu?: "Me encantó la historia, que no era sólo una nueva versión del original, sino que se sostenía por sí sola."

REPARTO
Richard Dreyfuss y Emilio Estevez retomaron sus papeles de la pareja de policías Chris Lecce y Bill Reimers respectivamente.
El tercer papel protagonista en discordia fue para Rosie O'Donnell en la piel de la ayudante del fiscal Gina Garrett, que acompaña a Lecce y Reimers en su nueva aventura. Corre el rumor que el personaje de Gina originalmente estaba escrito para un hombre, pero Kouf lo niega. "Siempre fue escrito para una mujer," me explicó el guionista. "Antes de que Rosie fuera elegida, se suponía que había una conexión romántica entre Dreyfuss y el personaje femenino, pero el enredo romántico desapareció cuando las ideas del casting cambiaron. Los ejecutivos de Disney querían optar por una comedia en lugar de un romance. No estaba seguro de la elección, pero Disney realmente quería a Rosie, que era una nueva promesa..."
Tras trabajar con Miguel Ferrer en La asesina (1993), Badham contó de nuevo con el actor para dar vida al asesino a sueldo Tony Castellano.
El personaje de Madeleine Stowe (Maria), importante en la primera parte, quedó relegado a casi un cameo sin acreditar en la secuela. "Stowe tenía un papel pequeño porque no teníamos un rol lo suficientemente grande para ella, así que le pedí que hiciera la última escena como un favor," me explicó Kouf.
El resto del reparto lo formaron Cathy Moriarty (como la testigo Lu Delano), Dennis Farina y Marcia Strassman (como el matrimonio O'Hara, al que vigilan los protagonistas), John Rubinstein (en el papel del abogado Thomas Hassrick) y Sharon Maughan (interpretando a Barbara Burnside, otra vecina con la que se topa Lecce).

RODAJE
La fotografía principal tuvo lugar entre el 11 de enero 1993 y el 27 de abril del mismo año. Se filmó en localizaciones de Seattle y Las Vegas en Estados Unidos, y en Vancouver y Bowen Island en Canadá.
Badham escogió a Roy H. Wagner (Pesadilla en Elm Street 3: Los guerreros del sueño) como director de fotografía. Según me contó Wagner, fueron varias las razones que llevaron a esa decisión. "Había hecho varias segundas unidades para John. Había hecho un piloto de una serie, algunos anuncios y una serie de televisión para su socio, Rob Cohen. Había fotografiado un proyecto para su aprendiz, D. J. Caruso. Sobre esa base hice En el punto de mira con John."
Esto fue un cambio con respecto a la primera parte, que había sido fotografiada por John Seale (Mad Max: Furia en la carretera). "Llamé a John Seale con respecto a su fotografía, pero me dijo que me divirtiera y encontrara mi propia firma," me explicó Wagner. "Había fotografiado la primera parte de forma esférica. Fotografié la segunda con Panavision anamórfica. La primera fue una película seria algo divertida. Mi película era una comedia. Estilos muy diferentes."
El plano más loco de la película, es aquel en el que durante la persecución entre el perro y el gato, hay un plano desde la perspectiva del culo del felino. La pregunté a Wagner como surgió. "La cámara-culo fue idea mía. Montamos la cola en una steadicam en modo bajo. Fue hilarante incluso en los dailies."
Rodar en Canadá hizo que las cosas fueran difíciles durante el rodaje. "El mayor problema que tuvimos fue el clima," me contó Wagner. "Filmamos la mayor parte de la película en Vancouver. Habíamos programado los interiores de la casa para el invierno, esperando comenzar los trabajos exteriores durante la primavera." Los interiores de la casa se construyeron en estudio (más concretamente en los Bridges Stages en Vancouver), que fueron una réplica de la casa real, que estaba situada en Bowen Island, con dos plantas una encima de la otra. Iluminaron el set para recrear un bello día de primavera, y así filmaron allí las escenas, pero cuando llegaron a Vancouver para rodar los exteriores, se encontraron con el clima opuesto. "Nos encontramos con el peor clima en la historia de Vancouver," me explicó Wagner. "Llovió todos los días. Por supuesto, tuve que ocultar la lluvia y hacer que pareciera un hermoso día soleado de primavera."
Fue todo un reto el trata de ocultar que estaba lloviendo, y hacer que pareciese que hacía buen tiempo. "La noche que fotografiamos a Dreyfuss corriendo por el jardín en realidad estaba lloviendo, así que tuve que ocultar la lluvia real mientras iluminaba la lluvia de los aspersores. Si miras en la parte superior derecha del plano puedes ver la lluvia real."
Uno de los momentos más espectaculares de la película es la explosión inicial de una casa, la cual se rodó en Las Vegas. "Era una casa abandonada real, que nuestro equipo de efectos tardó una semana en preparar para la explosión," me explicó el camarógrafo. "Teníamos seis cámaras filmando al mismo tiempo. Una cámara estaba en una caja ignífuga dentro de la casa. Uno de mis asistentes de cámara expuso parte de la película. Tuvimos que reconstruir una parte de la casa para poder recrear la explosión del patio trasero, donde uno de nuestros actores salta a la piscina. De hecho, se puede ver que a uno de los actores le alcanzó una pequeña parte del fuego, que fue extinguido cuando saltaron a la piscina."
Hubo un mayor aumento de la comedia en comparación con la primera parte. Según me explicó Kouf: "Badham y los actores añadieron muchas tonterías durante el rodaje. No estaba contento con muchas de las cosas que agregaron, porque sentí que se estaban esforzando demasiado en ser divertidos." Al respecto, Badham se hizo responsable del exceso de bromas, asumiendo toda la culpa en una entrevista a Why So Blu? "Es mi personalidad infantil que queda libre," admitía el director.
Reinó un gran ambiente durante el rodaje, y eso se nota en la película. Los actores no paraban de hacer bromas, sobre todo Rosie O’Donnell. Un buen ejemplo es la escena en la que hablan sobre que Estevez  debe afeitarse su bigote, y éste le suelta a ella: "Hace 13 años que llevo este bigote. ¿Desde cuándo lleva el suyo?." El actor tuvo que repetir la escena cerca de 20 veces porque no podía para de reír al decir la frase.
Según contaba Badham, los pases previos de la película funcionaron muy bien con el público, lo que hacía presagiar otro éxito, pero éste nunca llegó, ya que la película tuvo una pésima campaña de publicidad. Primero el estudio decidió adelantar en un mes la fecha de estreno, y después decidió como estrategia de marketing, sólo comenzar a promocionarla dos semanas antes del estreno. Lo que no fue la mejor idea para una secuela que llegaba seis años después de la película original. Esto la condenó al fracaso.
La película llegó a las salas de cine de Estados Unidos el 23 de julio de 1993 (ya con el título definitivo de Another Stakeout), y sólo terminaría recaudando 20.208.496 de dólares (la primera parte había recaudado más del triple).
Aunque las críticas no fueron tan entusiastas como las de la primera entrega, hubo quien la disfrutó, como el crítico Roger Ebert, quien le dio tres estrellas y llegó a decir sobre ella: "Películas como ésta son chicles para la mente. Ésta mantiene su sabor mejor que la mayoría."

VALORACIÓN
Posiblemente soy el único fan del mundo de esta película, pero como comentaba en la introducción, siempre le he tenido un cariño especial, no sé ni cuentas veces la habré visto, y es que me resulta muy entretenida y gracias a su inofensivo sentido del humor, me cae en gracia.
La película no puede ser más sencilla, una operación de vigilancia de unos policías, que va de mal en peor, que combina comedia y acción (más de lo primero que de lo segundo). Pero es su sencillez con lo que me gana. Es una película que entra sola, simplemente hay que sentarse y disfrutar de las desventuras de esta pareja de policías. No hay pretensiones, ni subtextos, ni segundas lecturas, sólo un entretenimiento eficaz y simpático. Y es que a veces sólo queremos eso, pasar un buen rato con una película, sin demasiadas complicaciones.
Badham posee una tetralogía de comedias de acción que se localizan en estas coordenadas, y cuyo visionado siempre se pasa como un suspiro. Llegado un momento de su carrera se especializó en realizar este tipo de películas (Procedimiento ilegal, Dos pájaros a tiro, Colegas a la fuerza y En el punto de mira), y siento que no hubiera hecho más.
En el punto de mira es una película ligera que trata constantemente de hacerte pasar un buen rato, ya sea con una escena de acción (la explosión inicial), con una payasada (Dreyfuss y Estevez entrando en la casa como recién casados), bromas recurrentes (Estevez obsesionado con haberse afeitado su bigote) o un gag (ese plano desde el culo del gato).
La película es un no parar, y tiene un gran ritmo. Tras una secuencia espectacular donde conocemos a la testigo que persiguen los villanos, tenemos de nuevo a la pareja de policías expertos en vigilancias, metidos en un lío por causa de una nefasta detención a un criminal, para en poco tiempo estar metidos en una nueva misión de vigilancia, que sabemos que va a salir mal.
Juega a su favor, que si no se ha visto la primera parte no pasa nada, la historia se sigue a la perfección, y la escena inicial sirve como presentación de personajes, con Lecce y Reimers tratando de atrapar a un criminal.
Paga el peaje de repetir alguna situación ya vista en la película original, como tener a Lecce cubierto de basura hasta las cejas, pero es algo típico en las secuelas de tener un leit movit marca de la casa. Y luego tiene bromas internas, como que en la primera parte ambos policías gastaban un buen bigote, y aquí van afeitados.
Hay un cambio de tono con respecto a la primera parte, mientras que aquella era una película más o menos seria con toques de comedia, ésta es directamente una comedia. Creo que eso la beneficia, porque hace que no sea tan típica, para buddy movies de acción con comedia ya tenemos otros títulos tan destacados como Arma letal (1987), Tango y Cash (1989) o Límite: 48 horas (1982). El que apueste por ser más una comedia, hace que sea un poco diferente.
Ese tono de pura comedia lo tenemos en la secuencia de la cena con los vecinos, que se convierte en una locura que sólo va a más, y termina siendo tronchante, coronado con ese momento en que Gina, a quien se le escapa una información que sabe por estar espiando a sus invitados, se le ocurre decir que tiene poderes psíquicos para justificarlo. Toda esta secuencia funciona además de por el guión, por unos actores dotados para la comedia, donde destaca el gran Dennis Farina.
Algo por lo que esta película y la original funcionan, es que se trata de una película de unos voyeurs, alguien espiando a otras personas, lo que es muy cinematográfico, ya que el propio espectador se convierte también en uno. Además siempre resulta entretenido, porque apela a la curiosidad inherente en todos nosotros. Saber lo que hacen nuestros vecinos, y conocer que secretos esconden. Y si le metes humor, acción y suspense a la coctelera, te sale algo como mínimo entretenido.
Tal vez el cameo de Stowe está metido un poco con calzador, una subtrama para justificar tener al personaje de nuevo en la película (la actriz se había convertido en una estrella tras su participación en la primera parte), quien lleva muy al extremo el querer que Dreyfuss se case con ella. Pero sirve de arco para éste, un niño grande, que termina madurando y accediendo a casarse con ella, al saber lo que ella significa para él cuando cree perderla.
Es más interesante eso que el arco de Estevez, que pasa por superar la pérdida de su bigote (¡estamos en una comedia!).
La química entre Dreyfuss y Estevez funciona de maravilla, aquí más payasos que en la primera entrega. Son dos actores muy distintos que no deberían encajar, pero lo hacen.
Lo que menos me funciona de la película es Rosie O'Donnell, nunca llega a hacerme realmente gracia y resulta en algunos momentos un poco insoportable. Su personaje sirve para hacer que las situaciones se vuelvan más caóticas con sus metidas de pata, pero el personaje no se gana nuestras simpatías (se redime un poco al final, al salvar a la testigo de recibir un disparo).
Badham rueda con soltura esta buddy movie. Las escenas de acción cumplen (la explosión de la casa inicial es espectacular y la escena del coche en el muelle resulta divertida), y las escenas cómicas se suceden con fluidez y buen hacer. Además trata de utilizar diferentes recursos con la cámara, desde el uso de dioptrías de enfoque dividido a curiosos ángulos (como el giro que hace la cámara cuando Lecce, Reimers y Gina ponen rumbo a su misión en coche), eso sí, abusa de los planos holandeses. Todo para hacer la experiencia lo más amena posible.
En el punto de mira es una pequeña buddy movie, de lo más simpática, que hace que pases un buen rato. No es una obra maestra, pero tampoco trata de serlo, sólo pretende divertir al público, y lo consigue con creces. Si os gustan este tipo de películas, os recomiendo que la pongáis en vuestro punto de mira.

CURIOSIDADES
Única secuela que ha rodado John Badham en su carrera.
Dan Lauria que en la primera parte interpretaba a Phil Coldshank, compañero de Lecce y Reimers, en esta película se ha convertido en su capitán. Y sigue teniendo a su perro Winston.
Que el nombre del juez les deje la casa sea David Hoberman (alias Maximum Dave) es un guiño a David Hoberman, ejecutivo de Disney.
John Badham realiza un cameo como el capitán del ferry.
La película que están emitiendo por televisión en la habitación de Lu Delano es Procedimiento ilegal.
La calificación por edades de la película fue "PG-13", una reducción con respecto a la primera parte que fue "R".
D.J. Caruso futuro director de The Salton Sea (2002) y Disturbia (2007) fue el director de segunda unidad de la película.

BIBLIOGRAFÍA
Entrevista a Jim Kouf (oct 2022 y nov 2023)
Entrevista a Roy H. Wagner (nov 2023)
John Badham: Mr. Slick (Lebeau's Le Blog, 20 nov 2015)
Interview to Emilio Estevez (Moviehole, 2011)
Clint speaks to the legendary John Badham, director of WarGames, Stakeout, Saturday Night Fever (Moviehole, 2013)
The Den Of Geek interview: John Badham (Den Of Geek, 23 sep 2008)
Roger Ebert review (Chicago Sun-Times, 23 jul 1993)
Davis, Harlin stay attached to their work, romance (Variety, 20 jul 1993)

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Saturday, August 31, 2024

Jeepers Creepers

Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película.

Dos hermanos en un viaje por carretera, se encuentran con una criatura que está en plena temporada de caza.

Cada 23 primaveras y durante 23 días, al Creeper le toca comer. Hoy hace justo 23 años que se estrenó Jeepers Creepers (Jeepers Creepers, 2001) y durante los próximos 23 tendréis esta reseña encabezando el blog.

EL TERRITORIO DE LA BESTIA
Los inicios de Jeepers Creepers se remontan al verano del 1999, con los estrenos de El sexto sentido (1999) y El proyecto de la bruja de Blair (1999), que entusiasmaron al director Victor Salva. Sabiendo que el cine de terror estaba de nuevo de moda, y que los estudios estarían habidos de nuevos títulos, Salva decidió escribir un guión sobre un monstruo, lo que le permitiría regresar al tipo de películas que hacía en la escuela secundaria.
"Quería que la acción inicial tuviera lugar a plena luz del día, en un entorno rural," explicaba Salva a Cinefantastique"Pensé que al bañar la exposición en tonos cálidos y adormilados, aumentaría el horror cuando el Creeper hiciera su aparición."
El director también quería que su monstruo fuera evolucionando constantemente a lo largo de la película. Además tomó una historia real que incluyó en el guión, ese momento en que los dos hermanos observan como el Creeper tira algo en una tubería, y después vuelven al lugar para ver que es, algo que según explicaba Salva, le contaron que le ocurrió a dos ancianos. Hay quien supone que esa anécdota se basa en el caso del asesino Dennis DePue, pero Salva no lo ha confirmado.
Escribió el guión en un tiempo récord de cuatro semanas. Y lo vendió también rápidamente. Interesó a tres estudios, pero el manager de Salva le recomendó que le enviara el guión a Francis Ford Coppola, quien había sido el mentor del director. Coppola le había dado a Salva 200.000 dólares de su propio bolsillo para que realizara su primera película La casa del payaso (1989), tras quedar impresionado por su cortometraje Something in the Basement (1986). A Coppola le gustó el guión y quiso producirlo.
Con un presupuesto de 10 millones de dólares, la película fue producida por American Zoetrope, compañía de Coppola (quien se convirtió en su productor ejecutivo), siendo la primera película de un acuerdo de tres años de co-producción con VCL Communications, y de distribución para Norteamérica con MGM-United Artists. MGM-United Artists adquirió los derechos de distribución a cambio de 2,5 millones de dólares. Las compañías alemanas Cinerenta-Cinebeta y Cinerenta Medienbeteiligungs KG financiaron la película.
Durante el rodaje de La casa del payaso, sucedería algo que marcaría el resto de la vida y carrera de Salva. El director fue condenado a tres años de cárcel por abusar sexualmente del niño actor que protagonizaba la película. Por esa razón no fue fácil levantar Jeepers Creepers. MGM no estaba segura de contratar a Salva por su pasado, hubo una campaña contra el director, parte de la financiación se vino abajo y un actor abandonó el proyecto al descubrir el caso de Salva. Pero gracias a Coppola, quien creía en el talento del director, ayudó a que fuera contratado y así sacar la película adelante.
El estudio quería que se explicara más del pasado del Creeper y que además éste hablara. Para contentar a todos, Salva escribió una versión del guión con esos cambios, pero Coppola le convenció de que se olvidara de ellos y volviera al guión original. 
 
REPARTO
Justin Long confesaba que se presentó a las pruebas de la película por diversión, pero cuando supo por su agente que Francis Ford Coppola estaba viendo la cinta de su audición, se volvió algo muy serio, ya que si le gustaba su interpretación, el papel principal sería suyo. Tras un fin de semana interminable pudo respirar tranquilo cuando supo que había conseguido el papel de Darry. Inicialmente el estudio no quería a Long porque no era un actor conocido, pero para Salva era el actor idóneo para el papel, y Coppola apoyó la elección de Salva, por lo que el papel fue suyo.
Gina Philips, una fan del cine de terror, se llevó el papel de Trish, hermana de Darry. El guión le llegó a través de su agente y la cautivó, ya que el guión tenía dibujos terroríficos, que le otorgaba una idea visual de la película. La actriz hizo dos pruebas para el papel, y una tercera con tres posibles actores para el papel de Darry, uno de ellos Justin Long, y surgió una gran química entre ambos. Estaba claro quien iba a protagonizar la película.
Estaba previsto que Lance Henriksen diera vida al Creeper sin ser acreditado por ello. El actor ya había trabajado con Salva en Sombra en la carretera (1995) y Powder (1995), pero finalmente no sucedió. Jonathan Breck fue quien dio vida a la criatura. Antes de presentarse a la prueba de casting decidió afeitarse la cabeza, porque creía que encajaba mejor con el personaje. Dio en el blanco y se hizo con el papel. El actor se puso en una buena forma física para interpretar al monstruo.
Salva escribió el papel de la mujer de los gatos pensando en Eileen Brennan, y tuvo la suerte de conseguir que la actriz aceptase el papel.
El resto del reparto lo formaron Patricia Belcher (como la vidente Jezelle Gay Hartman), y Brandon Smith (en el papel del sargento de policía Davis Tubbs).

RODAJE
Rodaron la película en el centro de Florida, principalmente cerca de la ciudad de Ocala. La idea de rodar en Florida vino por parte de Salva para crear "una pesadilla a plena luz del día". Primero buscaron localizaciones en Canadá, pero tras ver fotos de diferentes partes de Estados Unidos, Salva se decantó por Florida porque tenía todo lo que buscaba para su película.
Los retrasos en el inicio del rodaje provocaron que comenzara seis meses más tarde de lo que estaba previsto, por lo que la filmación se produjo en pleno verano (más concretamente tuvo lugar entre el 26 de julio de 2000 y el 21 septiembre del mismo año), cuando más apretaba el calor y la humedad.
El clima les puso las cosas difíciles a los actores y al equipo, las temperaturas ascendieron por encima de los 40ºC. El primer día de rodaje, el segundo operador de cámara se deshidrató por causa del calor y se cayó de un camión. Jonathan Breck no lo pasó nada bien metido en el traje del Creeper, para quien el rodaje fue de lo más agotador.
No sólo el clima fue un engorro para el equipo, también lo fueron los insectos, había tantos y hacían tanto ruido, que hacían inaudible los diálogos de los actores, la solución que tomaron fue disparar una pistola al aire antes de rodar, lo que provocaba que los insectos permanecieran en silencio, lo que les daba el tiempo suficiente para rodar una toma donde los diálogos fueran perceptibles.
El restaurante Opper's Diner fue creado para la película, partiendo de un edificio que era un almacén, parecía tan real que mucha gente se paraba en el lugar para repostar sus vehículos.
Para mantener un estado de miedo en torno al Creeper, Victor Salva y Francis Ford Coppola decidieron que los actores principales no se relacionaran con Breck (ni con ningún personaje que no hubieran conocido), por lo que evitaban coincidir con él fuera de las cámaras. De esa forma Long y Philips se mantuvieron apartados del resto de actores, pasaron mucho tiempo los dos juntos, lo que ayudó a crear un vínculo similar al de sus personajes. Sólo conocieron a Breck cuando la película estuvo a punto de completarse.
Una semana antes de comenzar el rodaje, Salva quiso que Long y Philips ensayaran juntos, realizando improvisaciones y ejercicios de actuación, los cuales fueron filmados. Con ese material Salva escribió nuevas escenas, principalmente para el final.
Antes de comenzar el rodaje, la película se enfrentó a su mayor contrariedad, por un problema presupuestario la producción tuvo que recortar su presupuesto cerca de 1 millón de dólares. Esto provocó que tuvieran que eliminarse las escenas más espectaculares de la película. El clímax original, por ejemplo, mostraba como Darry, para acabar con el Creeper, estrellaba el camión de la criatura contra un tren, sacrificándose a si mismo. La secuencia de la mujer de los gatos tuvo que recortarse drásticamente, y se descartó una escena posterior, una persecución que terminaba con el Creeper saltando sobre un tren. Salva tuvo que ingeniárselas para dar con un final más pequeño. Basándose en las improvisaciones que habían hecho previamente Long y Philips, escribió un nuevo final basado en los personajes.
La creación del Creeper fue fruto de un trabajo conjunto. El artista Brad Parker se encargó de diseñar a la criatura (en colaboración con Salva), y su punto de inspiración fue la frase del guión: "Ese no es mi espantapájaros". La empresa de efectos de maquillaje "Makeup and Monsters" creó cinco trajes completos y diez máscaras para dar vida al Creeper. Para convertir a Jonathan Breck en el monstruo necesitaban sesiones de maquillaje que llegaban a las cinco horas. Y las alas en movimiento fueron creadas mediante CGI por la empresa E=mc².
Y para el camión del Creeper, se construyeron tres idénticos, uno con el motor original, uno sin motor (para usarlo en la escena en la que se estrellaba contra el tren) y un tercero con transmisión automática que le permitía alcanzar mayor velocidad. Este camión tenía un sistema de escape pésimo, lo que provocaba que la cabina del camión se llenase de humo. Después de rodar cada toma, el especialista que lo conducía, tenía que parar y tomar aire fresco. También disponían de tres Chevrolets, el coche que conducen los protagonistas. El primer día de rodaje, filmando una escena en la que la furgoneta del Creeper golpeaba el Chevrolet, pese a hacerlo a poca velocidad, abolló completamente el parachoques del coche, que se trataba del Chevrolet principal de la producción, y así permaneció el resto del rodaje. 
Un accidente ocurrió cuando rodaron la escena en la que Trish y Darry atropellan al Creeper con el coche, sin estar previsto, el especialista que hacía del Creeper, atravesó el cristal delantero del vehículo. Éste terminó con tres costillas rotas, y Justin Long quedó con la cara llena de cortes. Gina Philips no iba al volante del vehículo.
Por otro lado, uno de los stunts que suceden durante la misma secuencia salió sin problema alguno, ese instante en el que el Creeper camina por encima del coche cuando tratan de atropellarlo. Dos especialistas se encargaron de rodar la peligrosa escena (Hank Amos y Kevin Ball), quienes utilizaron un sistema de suspensión que les permitía reducir su peso, pero controlar lo que hacían en todo momento cuando caminaban por encima del coche.
En estudio rodaron la toma final de la película, en la que el Creeper mira a través de las cuencas de los ojos de Darry. Para esa escena, como el monstruo tiene los ojos de Darry, Justin Long tuvo que caracterizarse como el Creeper, y "Makeup and Monsters" construyó una réplica de su cuerpo.
El televisivo Bennett Salvay se encargó de componer la música para la película, con una carga muy experimental. Trató de obtener todo tipo de efectos y sonidos de las formas más curiosas, como poner cerillas en las cuerdas de los instrumentos o hacerle todo tipo de perrerías a éstos.
La película se estrenó el 31 de agosto de 2001, y tuvo el récord del mejor estreno del fin de semana del día del trabajo de la historia, con 13.106.108 de dólares de recaudación (récord que batiría Jeepers Creepers 2). La película amasó en Norteamérica 37.904.175 de dólares, y la recaudación final a nivel mundial fue de 59.371.303 de dólares.

VALORACIÓN
Jeepers Creepers fue una entrada refrescante dentro de la ola de terror que surgió tras Scream (1996), de hecho, es uno de los mejores títulos del género que surgieron en aquellos años. Pese a estar protagonizada por dos jóvenes, creo que es una película de terror puro y que no encaja exactamente dentro de aquella corriente de terror para adolescentes, está un peldaño por encima.
Bebe de un cine de terror más clásico, las influencias de Salva son El diablo sobre ruedas (1971) (todo el arranque con el camión del Creeper) o Los pájaros (1963) (el uso de cuervos como de señal de mal agüero y muerte), pero son sólo un punto de partida para crear algo nuevo y original. El director simplemente quiso crear una monster movie como las de antes, y lo cierto es que dio en el blanco, ya que el Creeper es muy memorable.
Creo que el principal acierto de la película es introducir los elementos fantásticos poco a poco. Inicialmente el Creeper parece sacado de El diablo sobre ruedas montado al volante de su camión, después cuando Darry encuentra su guarida creemos que se trata de un asesino en serie similar a La matanza de Texas (1974), pero ya comenzamos a sospechar que este asesino es un poco diferente a lo que estamos acostumbrados, y en la secuencia en la que Trish le atropella con su coche y le salen alas, descubrimos que estamos metidos de pleno en una película de corte fantástico.
Esa constate evolución y descubrimiento del villano, hace que la película siempre resulte interesante, y que no sepamos por donde nos va a salir.
Elementos como el personaje de la vidente, ayudan a crear ese entorno fantástico, y es la excusa que tiene Salva para explicar quién es el Creeper al público. Su mitología es muy atractiva y lo mejor es que nunca sabemos de donde viene esta extraña criatura, eso es lo que hace tan interesante al personaje. Que ha quedado como una de las mejores y más originales creaciones del terror de este siglo.
Salva dirige con pulso maestro la película, sabiendo como crear suspense y terror. Éste es su mejor trabajo como director. Me encanta como introduce el camión del Creeper, con un sencillo plano de los dos hermanos dentro de su coche, y como poco a poco se les acerca el camión por detrás. Y crea suspense con pocos elementos, como esa escena en la que mientras Darry se encuentra en la casa del dolor, Trish está fuera de la iglesia atenta por si regresa el Creeper, y de pronto aparece un camión (siempre desenfocado en tercer plano), y como ella trata de arrancar el coche mientras se acerca el camión, hasta que llega a su altura y comprobamos que no se trata del Creeper (y todo culmina con un estupendo jump scare con la aparición de Darry cuando todo parece haber vuelto a la calma).
Los actores están más que correctos en sus papeles, sobre todo Long, y es agradable que Salva convirtiera a los dos protagonistas en hermanos y no en pareja, para eliminar toda posible carga romántica y centrarse así en la historia. Siempre nos parece estar viendo a dos verdaderos hermanos, mediante sus bromas y peleas, transmiten una gran autenticidad.
No es la típica película de terror, se nota un cariño y esfuerzo especial en ella, así como en sus imágenes, que están dotadas de una excelente fotografía de Don E. FauntLeRoy con planos realmente conseguidos para lo que es una película de terror de bajo presupuesto. Como la muerte del policía en la comisaría, donde el Creeper le arranca el corazón y la luz de las linternas pasa a través del agujero que quedó en su cuerpo. O ese impresionante momento en que se revela la casa del dolor del Creeper con todos los cuerpos pegados a las paredes, mediante un plano que se va abriendo y cada vez se va iluminando más conforme se muestra el lugar.
Y posee acertadas notas de humor negro, como el Creeper dejando un cuerpo en el interior de su camión, y tras cerrar la puerta, vuelve a abrirla para meter dentro la cabeza del cadáver que se le había quedado atrás.
Jeepers Creepers es uno de los mejores títulos que surgieron del cine de terror americano de principios de los 2000. Su secuela también resulta recomendable, aunque no llega a brillar tanto como la primera parte. Merece la pena sentir un poco de miedo con el Creeper. Ya han pasado 23 años desde que nos aterrorizó por primera vez, y seguramente lo hará durante otros 23 años más.

CURIOSIDADES
El editor Ed Marx fue quien se encargó de hacer los silbidos del Creeper.
Victor Salva hizo un cameo como una de las víctimas de Creeper en la casa del dolor.
Salva ideó que el Creeper sólo se alimentase durante 23 días y cada 23 años, para evitar hacer secuelas de la película. Irónicamente Jeepers Creepers conocería dos secuelas dirigidas por Salva Jeepers Creepers 2 (2003) y Jeepers Creepers 3 (2017). Y posteriormente se estrenaría Jeepers Creepers: El renacer (2022), sin la participación del director.
El equipo no paraba de hacer bromas durante el rodaje. Un día Long se encontró en el baño un chupete colgado.
El restaurante Opper's Diner visto en la película recibe su nombre como un homenaje al productor de la película Barry Opper.
El grito del Creeper en la escena en la que los policías le encañonan con sus armas, se consiguió mediante al mezcla de varios sonidos, entre ellos el chillido de un cerdo y el sonido de un puma.
Además de diseñar el Creeper, Brad Parker hizo el storyboard de la película.
El director Tim Sullivan (2001 maníacos) aparece en uno de los carteles de desaparecidos en la comisaría.
Una vez terminó el rodaje, MGM vendió los tres camiones del Creeper como chatarra (que fueron comprados por particulares posteriormente). 
El estudio quiso cambiar el título de la película porque no les gustaba para una película de terror.
La película sucede en el ficticio condado de Poho, en el cual ocurren otras películas de Salva como La casa del payaso (1989), La casa de Rosewood Lane (2011), y Haunted (2014).
Tom Tarantini realiza dos papeles distintos en las dos primeras entregas de la saga. En Jeepers Creepers da vida al delincuente Roach, y en Jeepers Creepers 2 interpreta al asistente del entrenador.
Puede verse a Jonathan Breck sin el traje del Creeper, como uno de los policías de la comisaría.
El título de la película hace mención a la canción "Jeepers Creepers" compuesta por Harry Warren y Johnny Mercer en 1938. También es en jerga una expresión de sorpresa.
Fue nominada a los premios Saturn en la categorías de mejor película de terror y mejor interprete joven (Justin Long).
Hay una breve escena post-créditos en la que la camioneta del Creeper cruza una carretera y suena su horripilante claxon.

BIBLIOGRAFÍA
Cinefantastique - Vol 33 N 5 (oct 2001)
Talking Jeepers Creepers (IGN, 31 ago 2001)
Don't Fear the Creeper: An Interview with Gina Philips (Diabolique Magazine, 18 may 2017)
Fangoria Magazine (Nº 206)
'Jeepers Creepers' No.1 at box office (Kenosha News, 5 sep 2001)
Zoetrope, Myriad plan 3 pics (Variety, 24 feb 2002)
Victor Salva’s horror stories (Los Angeles Times, 11 jun 2006)
The Disturbing Case Of Dennis DePue (All That's Interesting, 16 dic 2022)
Behind the Peepers: The Making of 'Jeepers Creepers' (2002)

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Thursday, August 01, 2024

Breakdown

Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película.

En un viaje por carretera, un matrimonio sufre una avería en su coche, y un camionero se ofrece a llevar a la mujer hasta un teléfono. Esa será la última ocasión en que su marido la vea.

EL DIABLO SOBRE RUEDAS
A mediados de los 90, Jonathan Mostow trataba de hacerse un hueco como director en Hollywood. Tras rodar la correcta película para televisión El vuelo del ángel negro (1991), Mostow trabajó en The Game (1997) que esperaba dirigir, pero sería David Fincher quien finalmente se sentaría en la silla de director. Entre otros proyectos, también escribió el guión de U-571 (2000), que tardaría varios años en lograr rodar. Fue después de esos intentos infructuosos, que comenzó a desarrollar el guión de Breakdown (Breakdown, 1997), película que vio la luz gracias al productor Dino De Laurentiis.
Mostow había conocido a De Laurentiis en 1991, cuando estaba rodando El vuelo del ángel negro, y se quedó sin dinero. Alguien le presentó al famoso productor y a su mujer Martha De Laurentiis, y Mostow acudió a sus oficinas para pedirles 400.000 dólares para poder terminar su película. Dino vio lo que había rodado y accedió, a cambio de tener los derechos de distribución en ciertos territorios extranjeros. De esa forma curiosa, iniciaron una colaboración profesional.
La primera película en la que parecía iban a trabajar juntos fue el thriller Escondido en la memoria (1996). El problema vino cuando Michael Marcus, presidente de la MGM, se negó a que Mostow dirigiese la película, y puso al más conocido John Dahl (La última seducción) en el puesto.
La relación entre Mostow y los De Laurentiis continuó, cuando los productores contrataron al director para que realizase una nueva adaptación del cuento "Trucks" de Stephen King, y que el propio escritor había llevado al cine con La rebelión de las máquinas (1986). Pero el proyecto no salió adelante por razones contractuales. En esa situación de desesperación, Mostow ideó una nueva historia que también implicaba camiones y un paisaje desértico, así nació Breakdown. Escribió el guión en un tiempo récord de tres semanas.
Mostow apareció de nuevo en la oficina de Laurentiis con el guión de Breakdown, y De Laurentiis se entusiasmó con él, sobre todo por la verosimilitud que trasmitía.
"Quería explorar el sentimiento universal de inquietud que las personas sienten cuando están en el medio de la nada," explicaba Mostow, "lejos de su hogar, lejos de la sociedad civilizada, lejos de un lugar donde las reglas y los policías te protegen." La primera versión revisada del guión data de marzo de 1996, el cual Mostow completaría con su colaborador habitual Sam Montgomery.
El director consiguió un acuerdo para dirigir la película, pero en un punto de su desarrollo la producción pareció llegar a un punto muerto, y Mostow pasó a otra cosa. Cuando regresó, el director descubrió que De Laurentiis había contratado a otro guionista, quien escribió un prólogo que establecía un pasado y motivaciones para el personaje del marido. En esas diez páginas se mostraba al protagonista como un periodista en la guerra de Bosnia, y como presenciaba la muerte de una niña, ante la cual permanecía inmóvil. Tras dejar su trabajo, regresa a casa y su mujer lo recoge en el aeropuerto. El protagonista decidía aceptar un nuevo trabajo, para el cual debía atravesar el país en coche. Mostow consideraba que nada de eso era necesario para comprender al personaje, pero accedió a filmarlo.
Parte del presupuesto de la película vino de la productora Spelling Films, creada por Aaron Spelling, pero necesitaban un estudio que pusiera el resto del dinero. Lo que sucedía es que ninguno quería hacerlo, era la historia de siempre, no querían a un director desconocido como Mostow a los mandos. Pero De Laurentiis se negó a reemplazarlo y decidió poner su propio dinero, financiando la película con el dinero de las ventas anticipadas en los mercados extranjeros, y comenzaron la producción sin un distribuidor para Estados Unidos. No sería hasta que llevaban filmadas dos terceras partes de la película que encontraron distribuidor. Sherry Lansing, jefa de producción de Paramount, llamó a Dino porque estaba interesada en la película. El productor le mostró cuarenta minutos de metraje, y rápidamente llegaron a un acuerdo.

REPARTO
La pequeña película de bajo presupuesto prevista (que rondaba los 3 millones de dólares inicialmente), se convirtió en una superproducción en el momento en que se contrató a una gran estrella (pasando a costar 36 millones), lo que fue una idea de Dino De Laurentiis. Mostow había escrito el papel protagonista con Kurt Russell en mente (de hecho, el actor estuvo cerca de hacer The Game con Mostow) y se lo hizo saber a Dino, quien a su vez le hizo una oferta al actor. Russell estaba atravesando un buen momento en su carrera, encadenando éxitos como Llamaradas (1991), Falsa seducción (1992), Tombstone: La leyenda de Wyatt Earp (1993), Stargate (1994), o Decisión crítica (1996). Aceptó participar en la película, dando vida a Jeff Taylor, y cobró su mayor sueldo hasta la fecha, 15 millones de dólares. La única condición que puso Russell fue estar al final de cada día en su casa de Los Angeles, para estar con sus hijos, algo de entrada complicado, teniendo en cuenta que rodarían en algunos momentos a más de 2.000 kilómetros de su hogar, pero como veremos en unos párrafos, De Laurentiis cumplió su parte del trato.
Antes de rodar Breakdown, Russell filmó 2013: Rescate en L.A. (1996), que tuvo un rodaje nocturno, y para mantenerse en el mismo horario durante los fines de semana, el actor se quedaba despierto por las noches, por lo que él y Mostow quedaban en su casa para hablar sobre el guión durante las noches de los sábados y domingos, de modo que cuando se pusieron a rodar, eran una máquina bien engrasada, y apenas rodaban unas pocas tomas de cada plano.
Poco antes de comenzar a rodar aún no tenían a la actriz que daría vida a Amy Taylor, mujer de Jeff, y es que era difícil que alguna se interesara en interpretar un papel, que prácticamente a los 10 minutos de película desaparecía del mapa. Varias actrices lo rechazaron, y se lo ofrecieron a Kathleen Quinlan, en boga por aquel entonces por su nominación al Oscar por Apolo 13 (1995). Mostow sólo tuvo 15 minutos para convencerla en la reunión que mantuvieron en una cafetería, ya que ella estaba liada con todo lo relacionado con la ceremonia de los Oscars, pero el director consiguió que se sumase al proyecto.
A los cuatro villanos de la película les dieron vida J.T. Walsh (Red Barr), M.C. Gainey (Earl), Jack Noseworthy (Billy) y Ritch Brinkley (Al). Noseworthy se hizo amigo de Mostow y se convirtió en un fijo de su cine. Por su parte, Gainey no guarda un buen recuerdo del rodaje. "Tuve que morirme de hambre hasta los 102 kilos," explicaba el actor a The Neon Rewind. "Vestía una larga camisa negra, y ropa oscura, y era un elenco pequeño, así que no había nadie con quien pasar el rato, no fue divertido."
En papeles secundarios podemos encontrar a Rex Linn (como el Sheriff Boyd), Moira Sinise (en la piel de Arleen, mujer de Red), Jack McGee (en el papel del camarero del Belle's) y Kim Robillard (como el policía Len Carver).

RODAJE
El rodaje tuvo lugar entre el 9 de abril de 1996, y el 28 de junio del mismo año. Y se utilizaron diferentes localizaciones de California, Nevada, Utah y Arizona, con un uso masivo de exteriores en el desierto.
El pueblo de Brackett era realmente Victorville (en California). Y el plano de Russell divisándolo desde lo alto de una montaña rodeado por los villanos, se rodó en exteriores, pero con una pantalla verde detrás del actor, ya que el pueblo no existía, y fue insertado posteriormente.
La constante del rodaje fueron las idas y venidas de Russell al inicio y final de cada jornada. Por la mañana recogían al actor en su casa, y lo llevaban al aeropuerto privado de Santa Monica, desde donde volaba al aeropuerto más cercano en el que se encontrase el rodaje en aquel momento, y después un helicóptero que estaba esperando, lo llevaba al set de rodaje. Tras intentar sacar todo el partido a las horas que disponían de él, sobre las 4:30 de la tarde el helicóptero estaba preparado para que el actor volviera de regreso a casa. Sólo en una ocasión el actor tuvo que permanecer más allá de ese horario, y fue para rodar una escena nocturna, para la que sólo lo necesitaban una noche.
El momento en que Amy le da el golpe de gracia a Red, fue una idea que surgió el mismo día de rodar la escena. Originalmente en el guión, era Jeff quien mandaba al villano al otro barrio, pero Kathleen Quinlan se lamentó a Kurt Russell, por como en las películas de acción, las mujeres siempre son damiselas en apuros, y Russell le propuso que fuera ella quien se encargase de protagonizar ese momento. Le preguntaron a Mostow que le parecía, y el director pensó que era perfecto, y cambió la escena.
Mostow programó rodar el prólogo de Bosnia al final del rodaje, con la esperanza de poder convencer a todo el mundo de que no era necesario, pero al final tuvo que rodarlo a regañadientes, algo para lo que necesitó de dos semanas.
Pero la suerte se puso de su parte cuando al estudio le encantó la película, por eso pudo sugerir que en lugar de hacer un pase de prueba, se hicieran dos, el primero con el prólogo y el segundo sin él. Los pases tuvieron lugar en Long Beach, y cuando los ejecutivos asistieron al segundo, no les hizo falta ni ver los resultados del público, se dieron cuenta que esa era la versión que debían estrenar. De esa forma Mostow se salió con la suya.
El rodaje se completó sin mayores incidentes, y sólo hubo un problema fuera del mismo, y tuvo que ver con la música. Basil Poledouris fue el encargado de componer la banda sonora, pero su primera partitura fue rechazada y tuvo que componer una nueva, que fue completada gracias a la colaboración de Richard Marvin, Eric Colvin, Steve Forman y Judd Miller, que aportaron música adicional.
La película se estrenó en Estados Unidos el 2 de mayo de 1997 (tras una premiere el 24 de abril en Los Angeles), y fue uno de los sleepers del año, recaudando 50.159.144 de dólares en territorio norteamericano. Además cosechó críticas favorables.

VALORACIÓN
Breakdown supone uno de los mejores ejemplos de suspense, que podemos encontrar en el cine de los 90. Transmite tensión desde el minuto uno, y atrapa al espectador hasta el final. Pero además es también un ejemplo modélico de cine de acción bien entendido, con un gran sentido del ritmo. La película se convierte así en una acertada mezcla de ambos géneros.
Las persecuciones están dotadas de energía y nervio, y las secuencias de suspense transmiten siempre el miedo del protagonista. Mostow pese a ser un director casi novato, demostró manejar a la perfección los mecanismos de ambos géneros. Pero cuando quiere es capaz de buenos movimientos de cámara, como ese picado que se aleja de Russell cuando sale de la cafetería, que nos hace sentir su soledad.
Y como en toda buena película de acción, el héroe se desarrolla durante las escenas de acción, éstas sirven para llevar adelante la historia y al personaje. Vamos conociendo a Jeff por sus actos, entendemos cuando viaja debajo del camión de Red (posiblemente la mejor escena de la película), que hará lo que sea necesario para recuperar a su mujer, y su angustia y sufrimiento en cada una de las set pieces consiguen que empaticemos con él.
Lo mejor de la película es que consigue que nos pongamos en la piel de Jeff, que sintamos su miedo e impotencia, y que constantemente pensemos que haríamos en su lugar. Y eso es porqué el protagonista es presentado como una persona normal en una situación extraordinaria, la película se esfuerza por transmitir verosimilitud y realismo, aunque lo adorne con escenas de acción. Además está reforzado al estar contada la historia desde su punto de vista, y que la cámara siempre le acompañe en todo momento, eso hace que conectemos con el personaje.
Y gran parte del mérito de esa autenticidad lo tiene Kurt Russell, demostrando una vez más su versatilidad, haciendo creíble en todo momento su papel de tío normal superado por las circunstancias, sin saber que le está ocurriendo, ni en quien creer.
Pero además el resto del reparto está de lo más atinado, donde destaca principalmente ese gran secundario que era J.T. Walsh, componiendo un excelente villano, sin caer en excesos ni en la sobreactuación.
La película trata de ese sentimiento que se produce cuando somos un pez fuera del agua, del miedo que tenemos cuando estamos en un entorno que no conocemos y que nos pase algo malo. Mostow lo pone en imágenes haciendo realidad nuestra peor pesadilla, la desaparición de un ser querido y nos angustia con un (entretenido) ¿y si?
Y de paso nos habla de lo peor de la condición humana, vemos lo horribles que pueden ser los actos de la gente, Jeff y Amy se topan de bruces con el mal, pero lo más terrorífico es que ese mal tiene el rostro de gente normal y corriente. Es la persona que te cruzas en una cafetería o una gasolinera, aquel que ves a través del cristal de tu coche al pasar. Esa cotidianidad pone los pelos de punta.
Además vemos en sus imágenes una lucha de clases, Jeff y Amy son considerados unos yuppies por el coche que tienen y su aspecto (realmente son de clase media), mientras que los villanos son de clase obrera, y se creen con derecho de arrebatarle a los ricos lo que tienen. Eso le añade una capa más a la película, y nos hace preguntarnos si Jeff tendrá lo que es necesario para enfrentarse a ellos.
El tiempo de la película está de lo más ajustado, 93 minutos que parecen la mitad. Nada más comenzar ya tenemos el encuentro entre Jeff y Earl. Toda la parte de la desaparición, con Jeff tratando de encontrar a su mujer, dura lo que tiene que durar, y justo en el momento que podrían comenzar a estirarlo, la película da un giro y descubrimos los planes de los villanos. Y el suspense ya no viene por el qué le habrá sucedido a la mujer, se convierte en que hará Jeff para evitar que la maten, ya que no tiene el dinero que ellos le piden. La película se reinventa cuando tiene que hacerlo, y no pierde un ápice de su interés.
Es un acierto no mostrar a la mujer durante toda la película, hasta el consabido clímax final. Sigue siendo el personaje que articula toda la trama, pero el que Jeff no tenga noticias de ella, nos coloca en su lugar, y si en algún momento nos la hubieran mostrado se perdería la fuerza que produce su desaparición. Es su ausencia y la sensación de no saber si sigue viva lo que mantiene nuestro interés.
Y el cierre de la película está a la altura del resto, no sólo tenemos la mejor persecución de la película, además guarda otros momentos geniales, la mujer de Red gritándole a su hijo que dispare a Jeff (un momento de suspense incómodo e inesperado); el momento en que Jeff cree que su mujer está muerta cuando la sacan del camión (pura angustia); y la escena en que Red arrolla la caravana en la que se encuentran Jeff y Amy (otro gran momento de acción).
Pese a su sencillez, el guión guarda ideas que consiguen que nos quedemos dándole vueltas durante días. ¿Haríamos lo mismo que Jeff y dejaríamos a nuestra pareja irse con un desconocido? De haberlo hecho, ¿cómo nos sentiríamos por cometer ese error? ¿Hasta donde llegaríamos por recuperar a alguien a quien queremos? Además se redondea con pequeños detalles que lo hacen todavía mejor. Como el premio de 90.000 dólares al que se hace mención en un par de momentos, para que resulte creíble cuando Jeff da esa cifra a los villanos. O que simplemente por varias matrículas y objetos que Jeff encuentra en la granja de Red, sabemos que los villanos han secuestrado a varias personas antes que a Amy.
La película tiene un gusto a cine de los 70, una apuesta por lo artesanal y clásico que se agradece. Tenemos el uso de especialistas, la ausencia prácticamente de efectos visuales (sí hace uso de matte paintings, lo que refuerza esa idea de cine a la antigua), e incluso tenemos zooms tan característicos de esa década.
Además vemos la influencia clara de dos películas en Breakdown, la primera y más obvia El diablo sobre ruedas (1971), y también vemos la huella de la holandesa Desaparecida (1988). De la primera tenemos el camionero como enemigo y las persecuciones por carretera; y de la segunda la tensión e impotencia de un hombre en busca de su mujer secuestrada en un viaje por carretera. Pero aún así el film de Mostow tiene su propia personalidad y no es una mera imitación de aquellas.
Pocas pegas se le pueden poner, tal vez ese momento en el que el coche de Billy aparece de la nada en la persecución final. O el porqué Billy no sale al encuentro de Jeff la primera vez que éste visita la cafetería, haciendo que el protagonista tenga tiempo de encontrarse con Red e incluso acudir a la policía. Aunque este punto está claro, Mostow lo hace para aumentar el suspense todo lo posible, e incluye ese impagable encuentro de Jeff con el camionero y como éste actúa como si lo no lo conociese de nada, así que se le perdona.
Breakdown es un pequeño clásico del cine de suspense. No sabe lo que son los tiempos muertos y tiene un ritmo que no da respiro al espectador. Pisa el acelerador nada más empezar y no lo levanta hasta el final. La película supone un viaje inolvidable, que te hará pensarte dos veces irte con un desconocido. Después de verla viajar por carretera nunca será lo mismo. 

CURIOSIDADES
De sus propias películas, Kurt Russell considera Breakdown, una de las que está más orgulloso.
Por su parte, Jonathan Mostow declaró que Breakdown es su película favorita de todas las que dirigió.
Cuarta película en la que coincidieron Kurt Russell y J.T. Walsh, tras Conexión Tequila (1988), Llamaradas (1991) y Decisión crítica (1996).
La película fue nominada a dos premios Saturn en las categorías de mejor película de acción/aventura/thriller y mejor actor secundario (J.T. Walsh)
En la granja de Red se ve en un televisor un videojuego, que no es otro que Doom.
El body count de la película asciende a 4 muertos (sin contar el destino del Sheriff Boyd).
Cuando Earl se acerca por primera vez a Jeff en la gasolinera, se puede ver al fondo el camión de Red.
Cuando Red le dice a Jeff, "49 minutos. Es hora de ponerse en marcha", realmente ese es el tiempo que queda para que termine la película.
El hijo de Mostow nació la misma noche de la premiere de la película.

BIBLIOGRAFÍA
Get That Cat Outa Here: Behind the Scenes of My Favorite Films (Ben Ohmart, 2019)
Dino: The Life and the Films of Dino De Laurentiis (Tullio Kezich, 2004)
Mission from Mostow (Salon, 4 may 2000)
M.C. Gainey (The Neon Rewind)
De Laurentiis not foreign to success (Variety, 28 feb 2001)
Jonathan Mostow Interview (Vulture Hound, sep 2017)
Breakdown (Irish Film Institute)
U-571 – Richard Marvin (Movie Music UK, 21 abr 2000)
Breakdown Soundtrack (soundtrackcollector.com)
Mission from Mostow (Salon, 4 may 2000)

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Monday, July 01, 2024

Superdetective en Hollywood 2

"¡No, no, no! ¡Puta!"

Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película.

Tras el intento de asesinato de su amigo Bogomil, Axel Foley volverá a Beverly Hills para descubrir al responsable, y de paso atrapar a una banda de atracadores, que comenten una serie de crímenes siguiendo el abecedario.

REGRESO A BEVERLY HILLS
Superdetective en Hollywood (1984) fue una de las diez películas más taquilleras de los ochenta, de modo que estaba cantado que tarde o temprano se realizaría una secuela. Los primeros planes de Paramount para la continuación fueron crear un serie de televisión, pero la negativa de Eddie Murphy por volver a la pequeña pantalla, echaron al traste los planes del estudio.
Se barajaron varias ideas sobre cómo continuar las aventuras de Axel Foley, y una de ellas fue enviarlo a Europa, pero la estrella no quería salir de Estados Unidos para rodar, por lo que la secuela se situaría en unas coordenadas similares a las de la primera parte.
Ocho meses después del estreno de Superdetective en Hollywood, los productores Don Simpson y  Jerry Bruckheimer le encargaron a Bud Shrake y Dan Jenkins el guión de la secuela. En su guión, Foley se infiltraba como guarda de seguridad en un almacén de Beverly Hills para investigar unos delitos que allí se cometían. Este guión no convenció a Murphy, y los productores se centraron en Top Gun (1986), por lo que aparcaron el proyecto de la segunda aventura de Alex Foley durante un tiempo.
Al final fue el propio Eddie Murphy, en colaboración con su mánager Robert Wachs, quienes en febrero de 1986, presentaron una idea para la película. Lo que planteaban era básicamente el argumento visto en la película final, Foley regresa a Beverly Hills para descubrir quien trató de asesinar a Bogomil, que está metido en una peligrosa investigación.
Partiendo de la idea de Murphy y Wachs, le encargaron el guión a Larry Ferguson, y eso que el guionista estaba contratado en Paramount para escribir el guión de Más fuerte que el odio (1988) (que terminó escribiendo también). Simpson tenía tanto poder en el estudio, que logró sacarlo de ese proyecto y llevárselo a Superdetective en Hollywood 2 (Beverly Hills Cop II, 1987). Según contaba Ferguson en el libro High Concept, fue contratado por Simpson porque en su primera reunión desmontó la pistola que éste tenía sobre la mesa de su despacho y después volvió a montarla (el productor era un amante de las armas). Ferguson trabajó en el guión desde mayo a septiembre de 1986, escribiendo diferentes borradores.
En septiembre de 1986, los productores contrataron al guionista de televisión Dennis Klein, para que mejorara las partes cómicas del libreto.
Le ofrecieron a Martin Brest dirigir la secuela, pero rechazó la oferta. Tony Scott estaba terminando Top Gun para el dúo Simpson/Bruckheimer, y le ofrecieron hacerse cargo de la nueva aventura de Axel Foley, y aceptó. A Scott le encantaba la película original y era fan de Murphy. Más tarde reconoció estar aterrado por enfrentarse a una comedia, pero decidió llevarla a su terreno. "Traté de llevar mi estilo a este género, la comedia de acción," contaba el director a Empire"que realmente no tenía mucho estilo." Scott aportó sus propias ideas, como el incremento de la acción y la idea de rodar una escena en la Mansión Playboy.
Los productores contactaron con el guionista Warren Skaaren (Batman) famoso por arreglar guiones problemáticos, cuando sólo faltaba un mes para comenzar el rodaje de la película, esto fue a comienzos de octubre de 1986. Al guionista le pagaron cerca de 300.000 dólares por dos semanas de trabajo y un 2,5% de las ganancias netas de la película.
Klein y Skaaren trabajaron en simultaneo en el guión, pero en partes diferentes. Simpson llegó a declarar que la película contó con once guionistas en total (se conoce sólo la identidad de ocho).
Skaaren escribió el inicio de la película en el que se establecen las relaciones de la amistad entre Foley y Bogomil, y mantuvo la trama ya existente en el guión de Ferguson, de una serie de crímenes basados en el alfabeto. También introdujo el personaje de Jan, la hija de Bogomil, y la pista con el barro de color rojo. Skaaren estuvo escribiendo nuevas escenas durante el rodaje.
Y David Giler (Esta casa es una ruina) también realizó reescrituras en el guión.

REPARTO
Eddie Murphy tenía un contrato de exclusividad con Paramount, y recibió un sueldo de aproximadamente de 8 millones de dólares por su participación en la película.
Judge Reinhold (Billy Rosewood), John Ashton (John Taggart) y Ronny Cox (Andrew Bogomil) repitieron los mismos papeles que en la primera parte.
El alemán Jürgen Prochnow se hizo con el papel del villano Maxwell Dent. El actor vivía por aquel entonces en Munich y le llegó el guión a través de su agente. Tony Scott era fan de la película El submarino (Das Boot) (1981), protagonizada por Prochnow, y eso seguro que ayudó a su contratación.
Brigitte Nielsen dio vida a la villana Karla Fry. Según se revela en el libro Wild and Crazy Guys, Murphy confesó años después de la realización de la película, que contrató a la actriz para hacerle un favor a su amigo Sylvester Stallone, quien por aquel entonces era su marido.
Chris Rock tuvo un pequeño papel como aparcacoches. Murphy y él se conocieron en un club de comedia, y la estrella lo metió en la película. Rock cobró 600 dólares por su trabajo.
El resto del reparto lo formaron Allen Garfield (como el insoportable Harold Lutz), Dean Stockwell (en el papel del villano Chip Cain), Paul Reiser (interpretando al compañero de Axel, Jeffrey Friedman), Gilbert R. Hill (dando de nuevo vida al gritón inspector Todd), Paul Guilfoyle (como el traficante de armas Nikos Thomopolis), Robert Ridgely (como el alcalde Egan), Alice Adair (en la piel de Jan Bogomil) y Gilbert Gottfried (en un cameo como el contable Sidney Bernstein).

RODAJE
La fotografía principal tuvo lugar entre el 10 de noviembre de 1986 y el 25 de marzo de 1987. Se rodó principalmente en diferentes localizaciones de California, como en el Ayuntamiento de Beverly Hills, el Palacio Municipal de Pasadena, el Hipódromo Los Alamitos, el Max Factor Museum (escena del robo de la joyería), Rodeo Drive, y la Mansión Playboy.
Se envió a un director de segunda unidad para realizar tomas de Detroit, pero los actores principales nunca se desplazaron a la ciudad del motor.
La película se presupuestó en 27 millones de dólares, pero terminó costando 31 millones. Según Frank Mancuso, presidente y director ejecutivo de Paramount, ese dinero extra se dedicó para rodar una persecución adicional, para aportar más música y rodar de nuevo dos escenas para tener más tomas de reacción de Murphy.
Scott trabajó duro en la película. Todas las mañanas de 4 a 6 se dedicaba a realizar los storyboards. Y después se los mostraba a los actores, para que tuvieran una idea visual de lo que tenía previsto rodar ese día.
Según contaba el editor Billy Weber el comportamiento de Murphy durante el rodaje no fue el mejor, y demostraba ademanes de estrella, llegando siempre tarde al set. Aunque a Scott le encantó trabajar con él. De entrada, el director estaba intimidado por trabajar con una estrella tan grande como Murphy, pero decidió darle libertad para que pudiera dar rienda suelta a su estilo de comedia improvisada. 
Y es que hubo mucha improvisación durante el rodaje, algo habitual en Eddie Murphy. Incluso Reinhold y Ashton improvisaron más que en la primera parte. Hay escenas totalmente improvisadas como la protagonizada por Gottfried, o aquella en el que Foley, Rosewood y Taggart se ponen a cantar el tema de un programa de televisión (una idea de Murphy); el diálogo entre Foley y Rosewood durante la persecución en el camión de cemento; o el diálogo sobre el chicle cuando tratan de colarse en el club de tiro.
Como suele suceder al rodar una película de acción, ocurren accidentes, y Superdetective en Hollywood 2 no se libró de ellos. Un coche conducido por un especialista perdió el control y atravesó una ventana de vidrio.
Según confesaba Scott, la escena más difícil de la película fue para él, ese momento del clímax, en el que Axel está buscando al villano en un almacén. El director decidió hacer algo que no se hubiera visto antes, primero mantuvo la escena en un completo silencio, para que fuera más sorprendente cuando el coche conducido por el villano atraviesa la pared.
Una de las secuencias de la película se rodó en la famosa Mansión Playboy. En el pasado Hugh Hefner había recibido ofertas para rodar allí, pero siempre se había negado, pero decidió hacer una excepción con esta película. Scott contaba divertido que le costó tener al equipo centrado cuando rodaron en la mansión, ya que aprovechaban la mínima oportunidad para estar con las chicas.
Corrió un rumor de que Murphy se había liado con Brigite Nielsen, y esto llegó a oídos de su entonces marido Sylvester Stallone, quien llamó por teléfono a Murphy y le acusó de haberse acostado con ella, algo que Murphy negó rotundamente. Fue el final de su amistad. Pero Stallone no andaba muy desencaminado, ya que su mujer realmente tenía un lío, pero con Tony Scott. Esta aventura le costó al director su matrimonio con Glynis Sanders. Y Stallone se terminó divorciando de Nielsen.
Durante el proceso de montaje, Scott se dio cuenta de que se había olvidado de mostrar quien disparaba en la escena que tirotean a Bogomil, por lo que tuvieron que regresar a la localización y rodar el plano que faltaba.
Cuando vieron el primer montaje de la película, Billy Weber contaba que no gustó a Bruckheimer y Simpson, ya que no había humor en ella, y era más una película de acción clásica. Scott no era un director de comedia, pero era un gran director de acción, y eso era lo que reflejaba aquel primer montaje. Pero Superdetective en Hollywood 2 tenía que ser una comedia, así que para solucionarlo, reescribieron el guión añadiendo más humor y se hicieron reshoots.
El proceso de post-producción fue increíblemente corto, sólo constó de seis semanas, lo que es una locura para una superproducción de estas características.
Lo más recordado de la producción de la película vino justo después de que terminara su rodaje, y fue la guerra por la autoría del guión. Paramount presentó ante la WGA que los créditos de escritura tendrían a Larry Ferguson y Warren Skaaren como co-autores del guión, pero Ferguson protestó por esta decisión, lo que derivó en un arbitraje por parte de la WGA para decidir la autoría del guión. La WGA decidió que ambos compartirían crédito como co-autores del guión, y Eddie Murphy y Robert Wachs figurarían como co-autores de la historia. Ferguson entonces contactó con la "Junta de Revisión de Políticas" de la WGA para que examinara su decisión, ya que no consideraba que Skaaren hubiera aportado tanto al guión como para ser acreditado (según las nomas de la WGA un guionista debe contribuir como mínimo en un 33% del guión). En abril de 1987, la WGA respondió reafirmando que el crédito quedaba con Ferguson y Skaaren como co-autores del guión (y Eddie Murphy y Robert Wachs como co-autores de la historia). No contento con dicha decisión, Ferguson contraatacó presentando una denuncia ante el tribunal superior de California el 15 de mayo de 1987, para que la WGA revisara el caso y le diera el crédito en solitario. Entre medias los guionistas originales, Bud Shrake y Dan Jenkins, también trataron de impugnar el arbitraje de la WGA. Pero al final nada de esto llegó a puerto, el tribunal dictó sentencia en noviembre de 1987 contra Ferguson, y aunque éste apeló (un proceso que se alargó durante años), los créditos se mantuvieron como había decidido la WGA.
La película se estrenó en Estados Unidos el 20 de mayo de 1987 y fue un gran éxito de taquilla recaudando 153.665.036 de dólares (lo que la colocó como la tercera película más taquillera del año en su país de origen). Y la cifra final a nivel mundial fueron unos increíbles 299.965.036 de dólares (lo que la convirtió en la segunda película más taquillera del año, sólo superada por Atracción fatal).
La película fue nominada al Oscar en la categoría de mejor canción original, por el tema "Shakedown" de Harold Faltermeyer, Keith Forsey y Bob Seger.
La crítica no la trató muy bien en su estreno, Roger Ebert, por ejemplo, dijo sobre ella en una crítica bastante negativa: "la secuela no hace ningún esfuerzo particular por ser divertida y, de hecho, parece tomarse en serio su ridícula trama criminal, como si nos importara." Incluso tiempo después Murphy fue crítico con ella definiéndola como, "probablemente la película mediocre más exitosa de la historia," en la revista Rolling Stone.

ESCENA ELIMINADA
Tony Scott decidió cortar una escena que acontecía cuando Foley, Rosewood y Taggart entran en el club de tiro. El primero se da cuenta de que hay un sistema de seguridad mediante láseres, y le pide a Taggart que fume para hacer visibles los rayos. Una vez el humo permite verlos, los tres policías los sortean. La escena se eliminó porque parecía salirse de la realidad.

VALORACIÓN
Superdectective en Hollywood se basaba en la idea de un pez fuera del agua, el choque que se producía al meter a un poli de una ciudad pobre en una rica, y como sus métodos y actitud de Detroit chocaban con los de Beverly Hills. A la hora de enfrentarse a una secuela, debían volver a colocar a Foley en una situación similar, y de entrada sólo tenían dos posibilidades, o recuperar al reparto original y colocarlo en otra aventura en Beverly Hills (y así aprovechar el título), o llevar a Axel a otro país o ciudad donde hubiera un choque cultural y social. Creo que ninguna de las dos opciones encajan realmente a la hora de hacer una secuela, porque Superdetective en Hollywood es una película que no necesita secuelas. Pero a la hora de llevarla a cabo, y por la reticencia de Murphy de salir de Estados Unidos, se decantaron por la opción más sencilla y menos arriesgada. Y ese el principal punto débil de la película, que es más de lo mismo, pero eso sí luce de maravilla.
Porque lo mejor de la película, además de su sentido del humor, es tener a Tony Scott sentado en la silla del director, quien aporta mucho estilo y eleva la secuela en el apartado visual. Nunca he considerado a la primera parte una obra maestra, pero sí una comedia de acción que funcionaba bastante bien, pero que estaba rodada de una forma un tanto impersonal, lo que favorecía a la comedia, pero no a la acción. Si la primera aventura de Axel Foley era una comedia de acción, la segunda es más una película de acción con comedia.
Puede que Scott no sea un director de comedia, pero realmente le salió una película muy divertida, con un Murphy pletórico, donde el actor campa a sus anchas, y destila su carisma y capacidad para la improvisación.
Ya desde las primeras tomas de Los Angeles, con los característicos filtros naranja "marca Tony Scott", sabemos que esta película no será igual que la primera. Entramos en territorio de Tony Scott, exudando testosterona y un gran poder visual.
Supongo que en el momento de su estreno, el hype por la película tuvo que ser tremendo, la secuela de Superdetective en Hollywood, una de las películas más taquilleras de la historia, estaba en manos del director del exitazo de Top Gun (1986). La película olía a éxito (y vaya si lo fue).
El punto de partida repite más o menos el de la primera parte, un amigo cercano a Axel es tiroteado y para resolver el caso, el policía tiene que viajar a Beverly Hills. De entrada no resulta muy original, pero funciona como arranque potente al ser Bogomil a quien tratan de asesinar. Pero después a la película no le interesa demasiado la propia trama que plantea, me refiero a la del asesino del abecedario, que de entrada suena prometedora, pero que termina teniendo muchas lagunas. Está bien traído que la letra "B" sea el intento de asesinato a Bogomil, pero no sé como entraba eso en los planes de los villanos, ya que no sabían que él sería el encargado del caso (a esa altura de película sólo han realizado un golpe, el de la joyería Adriano's), de no tratar de asesinarle, ¿su segundo objetivo sería un lugar que comenzase por la letra "B"? Axel descifra el último código del abecedario, pero nunca se nos muestra cuál es el mensaje que dejan los villanos. Axel dice que el primer código era muy difícil, pero nunca sabemos cuál fue su resolución. A la película nunca le interesa demasiado esa trama del asesino del abecedario.
Y le encuentro a la película otras pegas. Por ejemplo, en el montaje inicial, que va continuamente entre Los Angeles y Detroit, vemos en un momento a Bogomil corriendo por los campos petrolíferos de Dent, para a continuación encontrarse en su casa vestido y aseado. Sabemos que Axel tiene que reunirse en 3 horas con un criminal, por lo que no es posible que Bogomil ya se encuentre en su casa.
Y hay cosas inverosímiles que no cuadran. Bogomil tras el primer robo tiene como pistas el club "385 North", y la empresa petrolífera de Dent (llena de tierra roja), cómo llegó a esas pistas nunca lo sabremos, y no parece que los responsables de la película lo sepan tampoco, sólo están ahí para que Axel las tenga para su investigación y hacer avanzar la trama. Axel, Billy y Taggart llegan al club de tiro (casualidades de la vida, justo el lugar donde se encuentra el villano), sólo porque Taggart dice que allí hay un armero muy bueno que igual les puede ayudar con la pista de la bala que roba Axel. Después los tres encuentran en el club de tiro un papel con unas coordenadas, que resultan ser las del siguiente golpe de los villanos. No tiene sentido que Cain deje anotadas las coordenadas del lugar del golpe, ¿quién haría eso? Pero gracias a ello vamos directos a la siguiente set piece.
Lo bueno de la historia, es que está condensada en tan solo tres días, lo que le da un gran ritmo a la película, a lo que se suma que Axel tenga un tiempo límite para resolver el caso antes de tener que regresar a Detroit. Además la película tiene unos ajustadísimos 100 minutos de duración que no deja lugar para tiempos muertos. La película resulta entretenidísima, no hay un segundo en que no haya un chiste, un tiroteo, una explosión, una persecución, una frase cachonda o un tema pegadizo. La película sabe exactamente lo que quiere el público y se lo da de la forma más amena posible.
Se nota que desde la primera parte, Murphy se había convertido en una superestrella, porque la película trata de mostrarlo siempre como lo más guay (y Eddie Murphy era muy guay), pero Axel es un poli que pese a no tener los medios de la policía de Beverly Hills, tiene ingenio y eso la permite resolver los casos en los que se ve envuelto. Pero cuando en el comienzo de la película lo vemos conduciendo un Ferrari y vestido con un traje elegante (hay que recordar el coche destartalado que conducía en la primera parte), nos damos cuenta que éste no es el Axel Foley de la primera parte, claramente tratan de hacer que la estrella de la película luzca lo más genial posible, y eso entronca con la película original y con el personaje de Axel. Vale que después vemos que en realidad está de incógnito, pero sabemos que en el fondo sólo están mimando a su estrella (¿en que policía del mundo le darían a un poli un Ferrari para aparentar y mucho menos en Detroit?).
La improvisación durante el rodaje le da una gran frescura a la película, que siempre resulta divertida. Tiene momentos que hacen que me parta de risa. Por ejemplo, cuando Axel se hace pasar por un mensajero que lleva unos proyectiles que se activan por sonido. O cuando se las apaña para conseguir un casoplón engañando a los obreros. Es igualmente divertida la escena en la que se cuela en la Mansión Playboy haciéndose pasar por un limpiapiscinas. Y la escena con Gilbert Gottfried (como el contable Sidney Bernstein) es un descojone. Y las películas de la saga siempre tienen ese momento genial, en el que Axel deja en ridículo al villano delante de todo el mundo, en este caso a Maxwell Dent en la Mansión Playboy, que se disfruta enormemente.
La película está llena de guiños a Sylvester Stallone (que recordemos iba a ser el protagonista de la primera parte hasta que abandonó el proyecto). No sólo su mujer de aquel entonces tiene uno de los roles principales. En un momento de la película vemos como Billy tiene en su apartamento un póster de Cobra, el brazo fuerte de la ley (1986) y Rambo: Acorralado - Parte II (1985). Y en otro momento de la película Taggart exclama "¡Joder con Rambo!", cuando Billy vuela un camión por los aires.
Murphy estaba en el mejor momento de su carrera, pasando de un éxito a otro y ganándose siempre las simpatías del público. Aquí se encuentra en su salsa, volviendo a su personaje más recordado, y es un gustazo verle de nuevo como Axel Foley. Judge Reinhold y John Ashton tienen una gran química con él, y la película le da a estos unas divertidas subtramas, el primero como un sorprendente loco por las armas, y el segundo dolido porque su mujer se ha marchado de casa (aunque tiene un final feliz, ya que ella regresa al finalizar la película). Y tiene un ecléctico elenco de villanos (Jürgen Prochnow, Brigitte Nielsen, Dean Stockwell) que funcionan bien juntos.
Siempre ha sido mi película favorita de la saga y le tengo un aprecio especial. Y es que Superdetective en Hollywood 2 daba a los fans de la primera parte una nueva aventura del policía número uno de Detroit, más grande, con más acción y más molona.

CURIOSIDADES
Gilbert R. Hill (inspector Todd) sólo trabajó como actor en tres películas, las tres primeras entregas de Superdetective en Hollywood.
Billy Rosewood tiene en su apartamento un póster de Cobra, el brazo fuerte de la ley (1986), y Brigitte Nielsen era una de sus protagonistas.
Ganó el Razzie a la peor canción original por el tema "I Want Your Sex" de George Michael.
Como ya había hecho en Top Gun, Scott vuelve a introducir una escena de voleibol, en esta ocasión en la escena de la Mansión Playboy.
Primer crédito de Eddie Murphy como guionista.
El tema que Axel, Taggart y Billy cantan en el apartamento del último, pertenece al programa de televisión The Dating Game (1965).
Brigitte Nielsen participa en la escena de la Mansión Playboy, y la actriz apareció en la páginas de la revista en el número de diciembre de 1987.
El deportivo que conduce Axel es un 1986 Ferrari 328 GTS.
Consiguió 26 millones de dólares de recaudación en su primer fin de semana, y fue en su momento la mayor recaudación de la historia para una película en su estreno.
Única película de la saga en la que no trabaja Bronson Pinchot (Serge).
Con sus 100 minutos de duración, es la película más corta de la saga.

BIBLIOGRAFÍA
Eddie Murphy: Call Him Money (Rolling Stone, 24 ago 1989)
The Billy Weber Interview: Part Two (We Are Cult, 3 jun 2020)
Exclusive Producer: Top Gun? (Los Angeles Times, 11 sep 1986)
Rewrite Man: The Life and Career of Screenwriter Warren Skaaren (Alison Macor, 2017)
What Makes Hollywood Bid Big for A Hot Novel (The New York Times, 8 feb 1987)
High Concept: Don Simpson and the Hollywood Culture of Excess (Charles Fleming, 1999)
Beverly Hills Cop 2: The Phenomenon Continues (Extra DVD)
Escena eliminada (Extra DVD)
Wild and Crazy Guys (Nick De Semlyen, 2019)
Tony Scott: A Filmmaker on Fire (Larry Taylor, 2018)
The Duke of Doubt (The New Yorker, 3 nov 2014)
A conversation with Gilbert Gottfried (Journal Star, 17 ene 2019)
Beverly Hills Cop II movie review (Roger Ebert, 20 may 1987)
The Directors: Take Four (Robert J. Emery, 2003)

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