Wednesday, December 11, 2024

Nuestros maravillosos aliados

Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película.

Un grupo de vecinos a los que tratan de echar de su edificio, consiguen la ayuda inesperada de unos pequeños platillos volantes.

BATERÍAS NO INCLUIDAS
Steven Spielberg creó, en 1985, la serie Cuentos asombrosos, que encapsulaba en 30 minutos el espíritu de las películas de Amblin. Spielberg consideró que dos ideas para capítulos de la serie eran tan ambiciosas, que funcionarían mejor como películas de su sello. Una era "Ghost Kid" (que terminaría convirtiéndose en Ghost Dad (1990) fuera de Amblin) y la otra se titulaba "Gramps and Grammy and Company", que daría pie a Nuestros maravillosos aliados (*batteries not included, 1987), y cuyo guion para televisión había escrito el propio Spielberg.
El rey Midas de Hollywood le ofreció a Mick Garris, guionista de Cuentos asombrosos, la posibilidad de escoger cual de ambas historias quería convertir en un guion cinematográfico, y éste se decantó por "Gramps and Grammy and Company".
Garris escribió un primer borrador muy extenso, el cual redujo considerablemente en el segundo. Este segundo borrador fue el que consiguió luz verde para el proyecto. Garris llegaría a escribir un tercer borrador, antes de que entraran otros guionistas en el proyecto.
Spielberg escogió como director a Matthew Robbins, responsable de la maravillosa El dragón del lago de fuego (1981), guionista de Loca evasión (1974) de Spielberg, y director de uno de los mejores episodios de Cuentos asombrosos, "The Main Attraction", que co-escribió junto con Brad Bird (Los Increíbles).
"Lo pensé durante un par de semanas, para ver si había una manera de tomar una idea de formato corto y sostenerla, hacer que valiera dos horas de tiempo en pantalla," confesaba Robbins a la revista Starlog. "¿Había suficiente sustancia en sus huesos?"
Parece que sí la había, y Robbins volvió a hacer equipo con Brad Bird, y juntos reescribireron el guion de Garris. Se eliminó toda una subtrama del personaje de Hume Cronyn, tocando en una banda local amateur ideada por Garris.
Cuando fue necesaria una reescritura para ajustarse al presupuesto, Robbins y Bird estaban tan ocupados con la preproducción de la película, que se recurrió a otros guionistas, cayendo dicha responsabilidad en Brent Maddock y S.S. Wilson (Temblores), quienes estaban trabajando en Amblin, curiosamente en el guión de Ghost Dad. Fue el propio Spielberg quien les pidió que se encargaran de las revisiones, e hicieron una gran reescritura. Spielberg estuvo muy involucrado en el proyecto, presentándose en las reuniones de cada revisión de guion, y aportando continuamente ideas. En una ocasión, Maddock y Wilson no conseguían resolver una escena, y Robbins se trajo al guionista Walter Bernstein (Punto límite) para ayudarles. Bird llegó a confesar que en el guion final quedó poco de su material.

REPARTO
El matrimonio en la vida real compuesto por los actores Hume Cronyn y Jessica Tandy, dieron vida al matrimonio Frank y Faye Riley. Fue la octava película en la que ambos trabajaron juntos.
Tras llamar la atención en Un loco suelto en Hollywood (1986), Elizabeth Peña se hizo con el papel de Marisa Esteval, una de las habitantes del edificio. Sobre su participación en la película, Peña declaró a Los Angeles Times: "No fue el papel de mi vida, pero fue genial trabajar con efectos especiales. Intentar hablar con un lienzo en blanco durante seis meses, y ser atacada por criaturas que los especialistas en efectos especiales ni siquiera habían creado todavía. Es divertido."
Frank McRae (se llevó el papel del bondadoso Harry Noble), Dennis Boutsikaris (se hizo con el papel del artista Mason Baylor), y Michael Carmine (interpretó a Carlos, quien trata de echar a los residentes del edificio).

RODAJE
El rodaje comenzó el 20 de agosto de 1986, y se extendió hasta noviembre del mismo año. Rodaron los exteriores en Nueva York (durante tres semanas), y los interiores en los Universal Studios. Rodar en Nueva York supuso a la producción un coste de 3 millones de dólares.
El edificio epicentro de la película, se edificó en un solar casi vacío en el Lower East Side de Manhattan, más concretamente en el 815 de la East Eighth Street. Fue construido en pocas semanas con materiales como fibra de vidrio, andamios y madera contrachapada. El falso edificio sólo tenía tres lados. El diseñador de producción Ted Haworth llevó varios camiones llenos de escombros para cubrir el terreno y nivelarlo. El edificio era tan realista, que el departamento de sanidad recogió la basura que había dejado el equipo de la película en los contenedores delante del edificio. Hubo personas que entraban a preguntar para alquilar una habitación, o que querían tomar algo en el Riley's Cafe. Un representante del sindicato de fontaneros, se presentó en el lugar para averiguar porque no habían presentado los permisos correspondientes en el ayuntamiento.
Cuando el equipo se desplazó al Lower East Side, se topó con un grupo de activistas del barrio, y que alegaba que la película estaba explotando su hogar, que desperdiciaban dinero que mejor iría a edificios de personas sin hogar, y que tratarían con ligereza el problema de la ausencia de viviendas en la ciudad. Amblin donó una buena suma de dinero (al parecer de cinco cifras) a una iglesia local, como muestra de buena voluntad. Además la producción tenía previsto dar los materiales de construcción a los vecinos. Y se emplearon cerca de 200 extras, la mayoría gente del barrio.
Para rodar en un antiguo edificio de ladrillo del barrio, tuvieron que desalojar primero a los okupas que lo habitaban, y después no les quedó más remedio que reforzar los pisos, por el pésimo estado en el que se encontraba el edificio.
El equipo técnico de la película fue de diez. Los efectos visuales corrieron por cuenta de la Industrial Light and Magic, con Bruce Nicholson (En busca del arca perdida) como supervisor. El gran Ralph McQuarrie (La guerra de las galaxias) se encargó de hacer el diseño inicial de los pequeños platillos volantes, que fueron completados por Paul Huston (Exploradores). Gregory Jein (Encuentros en la tercera fase) fue el responsable de construirlos, y David Allen (El secreto de la pirámide) les dio vida usando diferentes técnicas.
Para dar vida a los pequeños platillos volantes, utilizaron principalmente marionetas de varilla, y también stop-motion, go-motion, además de utilizar otras técnicas como control de movimiento y pantalla azul.
Cuando Mason examina a la madre platillo con una lupa, y a ésta le sale un brazo que golpea la lupa, se utilizó una técnica de stop-motion llamada animación por reemplazo, en la que se crea una escultura tridimensional para cada plano de la película, en lugar de mover el modelo.
Y utilizaron stop-motion para la escena en la que el platillo padre corta una lata de Pepsi con un láser.
Fue Spielberg que instigó a ILM a que utilizaran en el set platillos volantes reales con los actores. Cuando terminaron la fotografía principal, gracias a rodar en cámara muchos de los efectos, 50 de los 175 planos con efectos estaban completos. Esto fue posible gracias a Tad Krzanowski, supervisor de modelos mecánicos de la película, que diseñó para la película una plataforma de alambres para mover miniaturas, con el que lograron filmar a los actores en vivo con los platillos. Este ingenio le dio a Krzanowski un premio Oscar al logro técnico.
La nota negativa del rodaje, vino al final del mismo, mientras desmontaban un set de rodaje en los Universal Studios, un hombre murió y otro resultó herido. Todo sucedió cuando ambos iba en un balde suspendido de una grúa de más de 13 toneladas, la cual se hundió a través del piso de madera contrachapada que estaba sobre un foso que había en el estudio de sonido. 
Originalmente estaba previsto que la película se estrenase en abril de 1987, pero después decidieron moverla a la navidades, una época más propicia para una película amable como Nuestros maravillosos aliados.
Robbins apostó por una publicidad que mostrara al público lo que iba a ver, lo contrario que hicieron otras dos películas de Amblin que no tuvieron buena suerte en la taquilla en el mismo año, El chip prodigioso (1987) y Bigfoot y los Henderson (1987), que adoptaron campañas más misteriosa en torno a la película, y tal vez eso condujo a que no fueran grandes éxitos. Drew Struzan se encargó de realizar el fantástico poster promocional de la película, que mostraba a las pequeñas naves.
La película llegó a las salas de cine en Estados Unidos el 18 de diciembre de 1987, y tuvo un correcto desempeño en la taquilla, recaudando 32.945.797 de dólares. Siendo su recaudación final a nivel mundial de 65.088.797 de dólares. Nada mal para una producción que había costado 25 millones.

VALORACIÓN
Nuestros maravillosos aliados es una de las películas más olvidadas de la Amblin de los ochenta, cuando se trata de una producción de lo más tierna y conmovedora. Spielberg una vez más, está detrás de una película con extraterrestres amistosos, y que pese no estar a la altura de E.T., el extraterrestre (1982), es un film que deja un buen sabor de boca.
A nivel guion, me gusta como utiliza el personaje de Carlos y su banda de maleantes, para presentar a todos los personajes de la película, mientras trata de pagarles para que se vayan del edifico. Una vez termina el arranque de la película, ya los conocemos a todos. Y resulta muy divertido como todos los vecinos se despiertan al día siguiente, y encuentran reparado todo lo que el día anterior estaba roto.
Tiene pequeños detalles que dotan a la película de una sensibilidad especial, como que Marisa guarde las pinturas que Mason tiró a la calle. Que sean Faye y Marisa, las dos mujeres las que presencien el "parto" de la platillo volante madre. Y la idea de máquinas que pueden reproducirse es muy original.
Pero el guión nunca llega a explotar todas las posibilidades que la historia guarda, que en ocasiones parece una sucesión de gags con los simpáticos platillos volantes como protagonistas. Es bastante simple en su desarrollo, cinco personas con problemas se topan con unos seres que les cambian la vida. Faye y Frank consiguen unirse de nuevo, y ella desbloquea ese estado de negación en el que se ve inmersa desde hace años, por la muerte de su hijo. Marisa y Mason encuentran el amor el uno en el otro. Y Harry logra abrirse tras vivir recluido en su piso. Los pequeños aliens no solo reconstruyen su edificio, también sus vidas. Incluso Carlos logra redimirse al final.
La moraleja de la película es bastante simple, si eres bueno te pasaran cosas buenas. Algo optimista y trasnochado, pero que en los tiempos cínicos que vivimos, es agradable encontrarse con una película con ese espíritu bonachón.
La película habla también del respecto por lo clásico, ya sea un edificio con una gran historia detrás, como a las personas mayores (los personajes de Hume Cronyn y Jessica Tandy). Resulta curioso ver una superproducción protagonizada por dos actores de tan avanzada edad. Incluso la música de James Horner retrotrae al pasado.
Y hay una crítica por el capitalismo salvaje, y habla sobre como sufren los que menos tienen por las decisiones de los más poderosos. Porque realmente Carlos no es el villano de la película, lo es quien le paga por echar a los vecinos, un magnate que quiere levantar en el solar una serie de rascacielos. La película consigue fácilmente que nos pongamos de parte de los vecinos.
Del reparto destaca la excelente Jessica Tandy, con un papel que es un caramelo para ella, como la trastornada, pero entrañable Faye (me encanta el momento en que Carlos está espiando su edifico con unos prismáticos, y se topa con ella mirándole también con unos prismáticos y saludándole). Y Michael Carmine hace un gran trabajo con un personaje como el de Carlos, que no es demasiado agradable.
Matthew Robbins está correcto detrás de las cámaras, y aunque tal vez los efectos visuales terminan adueñándose de la película, le aporta cierta sensibilidad (muy cercana a Spielberg).
Los efectos son tan buenos como cabría esperar de ILM, y el diseño de los pequeños platillos volantes no podría ser más encantador y original. Los cinco platillos se convierten en todos unos robaescenas. Es un acierto que no se de explicación de donde vienen, y porqué deciden ayudar a los vecinos. Y es genial su aparición final, con cientos de platillos más, para reconstruir el edifico que fue pasto de las llamas.
Y me encanta el plano final, con el pequeño edificio conviviendo con los nuevos rascacielos que han construido a su alrededor. Parece una imagen que podría haber inspirado Up (2009).
Aunque no llega a la altura de otros films de Amblin de la época como Regreso al futuro (1985), Los Goonies (1985) o El secreto de la pirámide (1985), es una película entrañable, que te hace pasar un buen rato, con una historia llena de buenas intenciones, y una nota optimista. No hay mucho más allá de la idea de que en la vida en ocasiones ocurren milagros, pero es un buen entretenimiento para el público juvenil, muy por encima del que se hace hoy día. Dejar que estos pequeños platillos entren en vuestras vidas durante un par de horas, será tiempo bien aprovechado.

CURIOSIDADES
Muñeco diabólico (Child's Play, 1988) originalmente se iba a titular "Batteries Not Included", pero cuando descubrieron que Spielberg estaba trabajando en una película con el mismo título, decidieron cambiarlo.
Ganó el premio Saturn a la mejor actriz (Jessica Tandy), y fue nominada en la categoría de mejor película de fantasía.
Mientras Harry corre por Nueva York en busca de los pequeños platillos, puede verse en la marquesina de un cine que anuncia La mosca (1986).
En la escena final de la película, puede verse entre la gente del barrio que observa el edificio al actor Luis Guzmán.
Todas las frases de Harry son esloganes de anuncios.

BIBLIOGRAFÍA
Cinefantastique Magazine (Vol 18 Nº 1)
Starlog Magazine (Nº 127)
An Interview with Mick Garris (IGN, 13 ene 2003)
Master Of Horror: La biografía oficial de Mick Garris (Abbie Bernstein, 2021)
Accident at Universal Kills Worker (Los Angeles Times, 30 nov 1986)
Hot Faces: Robert Downey Jr., Elizabeth Peña (Los Angeles Times, 25 jul 1987)
SciFiNow Magazine (Nº 128)
Disney`s Fairy-Tale Season at the Box Office (Chicago Tribune, 28 ene 1988)
Cinefex Magazine (Nº 34)
Eighth St. Encounters Spielberg (The New York Times, 2 sep 1986)

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Sunday, November 10, 2024

Máximo riesgo

"Recuerda mamón, no saques los brazos ni las piernas del vehículo en ningún momento."

Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película.

Una banda de ladrones, obligan a unos escaladores, a recuperar unas maletas que portan 100 millones de dólares.

LA JUNGLA DE HIELO
A mediados de los 80, el productor Gene Patrick Hines, vio un programa de televisión sobre escalada, y comenzó a interesarse por ese mundillo. Él y Jim Zatalokin trataron de convertir en un guión las historias que fueron recopilando. El problema es que no sabían como convertirlas en una película de acción. Como en aquel momento estaba de moda Jungla de cristal (1988), decidieron hacer que su película fuera "Jungla de cristal en una montaña". Para ello contrataron al escalador y escritor John Long, quien tomó como referencia su novela "Rogue’s Babylon", sobre la historia real de un avión que se estrelló en Yosemite, con casi 3.000 kilos de marihuana a bordo. El escritor sólo escribió un tratamiento y dejó el proyecto.
Ese tratamiento se envió a TriStar, donde trabajaba Michael France (GoldenEye) como analista de historias. El guionista escribió varios borradores más extensos con Hines. Pero al final France escribió el guión por su cuenta y lo vendió a Carolco, en 1991, por 900.000 dólares.
Harlin había estado a punto de rodar para Carolco en 1990, la superproducción "Gale Force", que había empezado siendo un thriller de suspense que tenía lugar durante un huracán, a un thriller erótico con tintes de Cayo Largo en medio de un huracán, tras una reescritura completa, obra de Joe Eszterhas. Harlin firmó por 3 millones de dólares para hacerse cargo de la película. Sylvester Stallone tenía un acuerdo por 10 películas con Carolco, y aceptó protagonizar "Gale Force". Pero tras haberse gastado 1,75 millones de dólares en diferentes reescrituras, y viendo que el presupuesto se iría hasta los 40 millones de dólares, Carolco decidió cancelar el proyecto a finales de 1991, en beneficio de otro proyecto, que no era otro que Máximo riesgo (Cliffhanger, 1993). Tanto Harlin como Stallone mantuvieron su acuerdo con Carolco, pero pasaron a realizar esta película en lugar de "Gale Force". Harlin mantuvo su sueldo de 3 millones.
Inicialmente Harlin, rechazó el guión de Máximo riesgo que le envió Mario Kassar, en febrero de 1991, ya que después de rodar La jungla 2: Alerta roja (1990), no quería hacer otra película con terroristas. Pero después los escenarios de la montaña le gustaron, y creyó que podría hacer algo diferente a lo que había hecho antes. "Después de La jungla 2: Alerta roja," declaraba Harlin al Washington Post, "estaba buscando otra película que pudiera darme el mismo tipo de emociones pero que me diera más en términos de personajes y relaciones." Y Máximo riesgo parecía perfecto para ello. Stallone reescribió el guión (llegando a escribir ocho borradores), pero según Harlin, el guión final se parecía mucho al original.
"Es un gran guión de acción, pero Sly le ha dado más corazón," contaba Janine Turner al The New York Times. Tantas fueron las aportaciones de Stallone al guión, que Carolco pidió a la Writers Guild of America un crédito para el actor como co-guionista, el cual consiguió tras un arbitraje.
No fue el único guionista que metió mano al guión, se sabe que Terry Hayes (Mad Max 2: El guerrero de la carretera) también realizó reescrituras. Está acreditado en el guión de rodaje, que data del 30 de marzo de 1992, aunque no consiguió el crédito como guionista finalmente.
El escritor Jeff Long declaró que la película tomaba como punto de partida su novela "Angels of Light", que se basaba en la misma historia del avión estrellado en Yosemite, que John Long utilizó para escribir "Rogue’s Babylon". Algo que Hines negaba.
Pero ahí no terminó el tema de la autoría del guión de Máximo riesgo. Poco después de comprar el libreto de France, Carolco recibió la visita de Hines y Zatalokin, que entregaron pruebas de que France no era al autor de la idea original del guión, y todo terminó en una demanda. Cuando Carolco compró el guión desconocía toda la historia que había detrás. Carolco demandó a France por incumplimiento de contrato y fraude, reclamando la devolución de los 262.000 dólares iniciales que le pagó al guionista, y otros 750.000 dólares por otros daños. Carolco llegó a un acuerdo con Hines y Zatalokin por 400.000 dólares y les dio el crédito de co-productores. Y John Long fue acreditado, indicando que la película se basaba en una premisa suya.
Carolco ya atravesaba por aquel entonces problemas económicos y acudieron a Sony para que aumentara la inversión prevista, Mike Medavoy dio el ok y Sony, a través de TriStar, puso 35 millones de su presupuesto, además de asumir los costes de marketing en territorio norteamericano.

REPARTO
Máximo riesgo significó para Stallone su regreso por todo lo alto, y es que el actor se lo jugaba el todo por el todo con esta película, no sólo su paso por las comedias Oscar ¡quita las manos! (1991) y ¡Alto! o mi madre dispara (1992), se saldaron con un fracaso de crítica y de taquilla, es que producciones como Encerrado (1989) o Rocky V (1990), tampoco habían funcionado como se había esperado. El actor cobró un cheque de 15 millones por dar vida a Gabe Walker.
La primera opción de Harlin para dar vida al villano principal Eric Qualen fue David Bowie. El director se reunió con el cantante en Nueva York, y aunque estuvo cerca de participar en la película, al final no pudo ser debido a tema de agendas. La segunda opción fue otro cantante, Brian Ferry, líder de Roxy Music. Harlin se reunió con él en Inglaterra, y después Ferry hizo una prueba en Los Angeles, pero no salió como esperaban y no fue elegido. Al final Christopher Walken fue seleccionado para interpretar al villano, pero poco antes de comenzar el rodaje dejó el proyecto. Fue entonces cuando recurrieron a John Lithgow, a quien habían contratado para dar vida a un villano secundario, y le dieron el papel de Qualen. A toda marcha tuvieron que definir el personaje, y determinar cual sería su nacionalidad, ya que el rodaje se les echaba encima. Muchas de las grandes frases de John Lithgow, como, por ejemplo, cuando mata a su novia, surgieron en el set. El actor disfrutó enormemente de su experiencia rodando la película. "Fueron cuatro meses en Italia y los Alpes italianos, y sólo trabajé un tercio del tiempo, así que fue un placer," contaba a Entertainment Weekly. El actor se pasaba los fines de semana esquiando en las Dolomitas, mientras vivía en un chalet en Cortina d’Ampezzo.
Michael Rooker se hizo con el papel de Hal Tucker, compañero de Gabe. "Pensé que era un gran personaje y un gran papel," declaraba el actor a Paste Magazine. "Hice lo mejor que pude para robar tantas escenas como fuera posible." Rooker admitió que la película le hizo ponerse en la mejor forma física de toda su vida.
Janine Turner, famosa en aquel momento por su participación en la serie Doctor en Alaska (1990-1995), fue contratada para dar vida a Jessie Deighan, compañera e interés amoroso de Gabe. La actriz terminó de rodar una temporada de la serie un día, para al día siguiente coger una avión rumbo a Italia, para filmar la película.
Caroline Goodall dio vida a la villana Kristel. La actriz conoció durante el rodaje a su futuro marido, el operador de cámara Nicola Pecorini.
Un agente se fijó en el británico Craig Fairbrass, tras verlo en la miniserie Principal sospechoso: Operación Nadine (1992), y se lo llevó a Los Angeles, donde tuvo varias reuniones. Una de ellas con la directora de casting de Máximo riesgo, Mindy Marin. Hizo varias audiciones para la película, pero Fairbrass volvió a Londres, y una vez allí, le dijeron que estaba en el proceso final, pero que debían hacerle una audición más, así que regresó a Los Angeles para esa última audición, y fue el propio Stallone quien le escogió para el papel de Delmar.
Michelle Joyner fue contratada para el papel de Sarah, y una condición sine qua non para darle el papel, fue que debía subir realmente a la montaña, para rodar la escena inicial de la película.
El resto del reparto lo formaron Rex Linn (como el traidor Richard Travers), Leon (dio vida al villano Kynette), Gregory Scott Cummins (hizo lo propio interpretando a Ryan), Max Perlich (se llevó el papel del paracaidista Evan), Denis Forest (encarnó a Heldon, otro de los hombres de Qualen), Paul Winfield (en el papel del agente del tesoro Walter Wright) y Ralph Waite (como Frank, compañero de Gabe).

RODAJE
El rodaje tuvo lugar entre el 11 de abril de 1992, y el 19 de agosto del mismo año. Aunque la historia acontece en las Montañas Rocosas de Colorado, Harlin las descartó por ser demasiado redondeadas, y de muy difícil acceso para el rodaje, y tras buscar localizaciones en diferentes lugares del mundo, al final se inclinó por las Dolomitas en Italia. Harlin y su equipo de ayudantes de escalada se pasaron varios meses planificando la película en las montañas. Algunos exteriores se rodaron en Durango (Estados Unidos) y los interiores se filmaron en los Cinecittà Studios (Roma).
Los exteriores de montaña se filmaron cerca de Cortina d’Ampezzo, aunque estaba previsto que rodaran en el lugar durante dos meses, al final estuvieron cuatro. El reparto y equipo eran transportados del campamento base a las localizaciones de la montaña en helicóptero. En lo alto de las montañas instalaron grandes carpas donde cobijar a las empresas catering, cuya comida era transportada en helicóptero.
Para tener todo atado de antemano, y teniendo en cuenta lo complejo que iba a ser el rodaje, Harlin hizo un storyboard de toda la película, llegando a tener cerca de 2.500 ilustraciones.
El escalador Bob Gaines fue contratado como oficial de seguridad. Además enseñó a Stallone y Rooker a escalar. El primero impresionó a Gaines por su increíble condición física, y el segundo se convirtió en un buen escalador, llegando a realizar varias escaladas en Joshua Tree a gran altura.
Se contrataron a expertos escaladores para que ayudasen a la producción, y se encargasen de la seguridad en las montañas, así como de hacer de dobles de los actores. Como Michael Weis, que fue contratado como coordinador de escalada. David Breashears fue operador de cámara y doble. Y Ron Kauk y Wolfgang Güllich fueron contratados como dobles de escalada. Güllich fue el doble de Stallone, y utilizó una máscara prótesica para parecerse más al actor.
Sly creyó que las escenas de montaña se realizarían con dobles y trucos, pero Harlin tenía en mente un aproximación más realista de la acción, de modo que cuando la estrella llegó por primera vez al set en Italia, y mientras miraban una imponente montaña, Harlin le dijo: "Ahí es donde está nuestro set." A lo que el actor preguntó: "Entonces, ¿quién va a subir allí?", y el director le respondió "Tú. Me miró y dijo: 'Debes estar bromeando. Tengo miedo a las alturas.'" Increíblemente no habían previsto esa contingencia, habían fichado a una gran estrella para rodar una película de escalada, y nunca le habían planteado que tendría que subir a grandes alturas. Pero al final Harlin consiguió que el actor se desplazara hasta las montañas y escalara. Primero el director hizo que Stallone le acompañara a lo alto de dos picos, que habían escogido como localización, y donde tenían instalado un cable para deslazarse entre ambos, Harlin se colocó una cuerda de seguridad, y se lanzó desplazándose entre ambos picos quedando colgado a gran altura. Para retarle, le dijo a Stallone que tenía que hacerlo también, subir a las montañas, sabiendo que Stallone, todo un duro del cine de acción, y con toda la gente alrededor que le miraba, no podría decir que no. Pero no lo haría de forma inmediata. Las primeras semanas el actor no realizó sus escenas de escalada en la montaña, siendo un doble quien las llevaba a cabo, y la estrella rodaba sus primeros planos en una pared en los estudios Cinecittà. Pero posteriormente pasó a hacer sus propias escenas de riesgo. Esto fue después de realizar una sesión de fotos promocionales para la película, donde escaló una montaña, Harlin le alentó de nuevo a realizar escenas de escalada en la película, el actor venció sus miedos y realizó algunas acrobacias personalmente.
Rooker también hizo algunas de sus propias escenas de escalada. En una ocasión, harto de esperar mientras no rodaba, se fue con el cámara David Breashears para que le filmara mientras hacía escalada. Al final de esas tomas rodadas por diversión, el director de segundad unidad, Philip C. Pfeiffer, escogió dos que quedaron en el montaje final.
A Breashears le pidieron que fuera el doble de Stallone para la escena inicial en la que escala un acantilado. Los otros dobles estaban ocupados, de modo que Breashears tomó el relevo. Rodaron dos tomas de él escalando desde un helicóptero, sólo para descubrir posteriormente, que no habían grabado nada por un problema con la cámara.
Rodar en lo alto de las montañas dificultó mucho las labores durante el rodaje. En ocasiones, se encontraban rodando a más de 3.000 metros de altura, y los actores y el equipo debían subir despacio para acostumbrarse a la altura. En una de las primeras subidas a esa altura, todos comenzaron a padecer el mal de altura, y tuvieron que bajarlos a 2.500 metros. Y el clima era muy cambiante y en el momento menos esperado hacia acto de presencia una gran tormenta. Además les costaba respirar a esas alturas. Tuvieron avalanchas e incluso olas de calor. Dos días antes de empezar a rodar se puso a nevar, y lo hizo durante dos semanas (Harlin antes de empezar el rodaje había ido a una iglesia a rezar para que nevara), pero la nieve se derretía y volvía a nevar, lo que hacía difícil la continuidad entre planos. Cuando se nublaba, se dirigían a zonas de menor altitud y menos problemáticas con el clima.
El segundo día de rodaje, filmando la escena en la que Stallone tenía que escalar sólo con unos pantalones y una camiseta, una gran ventisca hizo acto de presencia. El frío fue tan extremo que las cámaras se congelaron, la película en el interior se rompió y el equipo dejó de funcionar. Lo que también se congeló fue la comida, y no pudieron comer.
El peligro no sólo sucedía en la pantalla, Máximo riesgo tuvo un rodaje que pudo haberle costado la vida al reparto y equipo. En una ocasión, parte del equipo quedó abandonado en la cima de una montaña, y tardaron dos días en poder rescatarlos por causa del mal tiempo. Por suerte tenían comida y tiendas de campaña, y nadie salió herido.
En otra ocasión, hizo acto de presencia otra tormenta eléctrica cuando se encontraban en la cumbre de una montaña. Se desató sin previo aviso, y en el lugar habían instalado torres de acero para colocar las cámaras, que en medio de una tormenta se convirtieron en unos auténticos pararrayos. Los rayos comenzaron a impactar contra el suelo, y la gente menos experiencia en la montaña corría aterrada, mientras que los más expertos se agachaban esperando que la tormenta pasara. Un escalador fue alcanzado dos veces por un rayo, y casi se cayó por un barranco, aunque al final sufrió solo heridas leves. Una vez la tormenta se disipó, los sacaron a todos en helicóptero.
Tal vez la escena más recordada de la película sea su tensísimo arranque, la escena del salvamento por parte de Stallone a Michael Rooker y Michelle Joyner, que acaba con ella cayendo al fondo de un precipicio. Rodaron la escena en los Alpes italianos, y necesitaron tres semanas para organizarla. Y se utilizaron cuatro cámaras para inmortalizar la caída. La acrobacia la realizó la doble Gia Phipps, una experta escaladora, que mediante un cable de descenso (que sería posteriormente borrado digitalmente), cayó 160 metros (el precipicio tenía una altura de 300 metros). Primero ensayaron con un muñeco del mismo peso que Phipps, al que soltaron con el cable. Michelle Joyner hizo parte de la acrobacia en la que cae al vacío, llevaba dos arneses, uno que se debía romper en la escena y otro que realmente la aseguraba mediante un alambre oculto debajo de su brazo. Cuando el falso arnés se rompió y cayó, la actriz estaba asegurada a gran altura por tan sólo ese alambre. Fue tan aterrador para ella, que después no fue capaz de andar. Posteriormente completaron la escena en estudio, con la actriz de nuevo cayendo, pero esta vez en una bolsa de aire. Cuando Joyner llegó al estudio todos la aplaudieron por su valor a realizar tan increíble acrobacia.
Para la excelente toma inicial, en la que un helicóptero llega hasta Joyner y Rooker en una larga toma, necesitaban que ambos actores estuvieran en lo alto de la montaña, para ello tuvieron que llevarlos en helicóptero, para hacerles descender con una cuerda, y después anclarlos a la montaña con un arnés.
Para conseguir el excelente plano en el que disparan a Stallone en un acantilado, y la cámara va ascendiendo desde los villanos hasta el actor sin corte alguno, montaron la cámara en unos raíles y la movieron verticalmente, de esa forma creaban el efecto de que Stallone se encontraba a una gran altura.
El realizar sus escenas de riesgo le pasó factura a Sly, el 20 de julio de 1992, mientras rodaba el clímax de la película, en la que lucha contra John Lithgow en un helicóptero, que cuelga boca abajo de un acantilado, se cortó la mano derecha, y necesitó nueve puntos de sutura. Después de coserle la herida, volvió al trabajo en el estudio en noventa minutos, pero después la herida se infectó y el actor quedó fuera de juego durante una semana. En otra ocasión, rodando en estudio la escena en la que está nadando bajo el hielo, el agua salada que utilizaron le cegó, y entró en pánico al no poder encontrar la salida. Y rodando la escena inicial, en la que interviene un helicóptero, el viento casi lo tira, y para no caerse tuvo que agarrarse a una escalera in extremis.
Janine Turner también padeció en sus carnes las consecuencias de participar en una película de acción, recibiendo todo tipo de cortes y moretones, e incluso llegó a tener una conmoción cerebral.
Fue un rodaje duro para todos, Caroline Goodall se pasó 14 horas boca abajo en la nieve fingiendo que estaba muerta, mientras un helicóptero hacía las tomas sobrevolándola.
El presupuesto de la película se comenzó a disparar. El presupuesto inicial era de 47 millones de dólares, el mal tiempo provocó que la producción perdiera 14 días de rodaje, lo que repercutió en un aumento del presupuesto de aproximadamente unos 8 millones, la producción tenía un seguro contra el clima, por lo que se calcula que pudieron recuperar entre 5 a 7 millones por esta causa. Los problemas de liquidez de Carolco fueron tales, que la producción se tuvo que suspender en dos ocasiones porque la compañía no pagó al equipo. Fue necesario recaudar fondos para compensar el aumento presupuestario, por lo que varias fuentes pusieron 12 millones de dólares, entre ellas Canal Plus (Francia), Rizzoli (Italia), Pioneer (Japón) y el banco Credit Lyonnais (Francia). Algunas fuentes sitúan el presupuesto final entre los 67 y 73 millones (se considera que el presupuesto oficial es de 70 millones). 
Una vez resueltos los problemas económicos, aún quedaba por rodar una escena clave, la del robo aéreo, en la que uno de los ladrones se desplaza de un avión a otro en pleno aire. Con los problemas presupuestarios apremiando, el propio Stallone accedió a rebajar su sueldo en 2 millones para poder llevar a cabo la escena. Originalmente los productores decidieron descartarla, pero después de que Stallone pusiera el dinero siguieron adelante con ella, algo que sucedió cuando ya habían terminado el rodaje. Primero probaron con un muñeco, pero éste se perdió. La increíble acrobacia se hizo realmente por el especialista Simon Crane. Estuvieron ensayando en Inglaterra para que todo saliera bien antes de rodar la escena en Colorado (Estados Unidos). Aún así, en esos ensayos ocurrió un grave accidente, en un salto en paracaídas, a uno de los chicos de seguridad le colapsó el paracaídas y se rompió una pierna al impactar contra el suelo. Para realizar la acrobacia, Crane estaba atado a un cabrestante, y tenía otra cuerda que estaba atada a él, cuando salía del primer avión, no se deslizaba por la cuerda como da la impresión en la película, realmente los del segundo avión tiraban de él con la cuerda que llevaba atada. Llevaba un paracaídas oculto, y un traje especial para soportar las bajas temperaturas en las que se rodaría la acrobacia, y además portaba una cabeza y manos protésicas (las cuales dificultaban que pudiera llegar al paracaídas en caso de que algo saliera mal). La acrobacia final a punto estuvo de salir mal, los del segundo avión debían agarrar un peso para poder atraer a Crane hacia ellos, pero no lo hicieron y fue a parar debajo del motor, cuando Crane descendió hasta el avión se golpeó contra éste, y como no tenían agarrado el peso, Crane iba sin control, y terminó rebotando contra el techo, cuando iba directo al motor, el piloto se desplazó y Crane saltó en paracaídas. No fue necesaria una segunda toma porque el resto de la escena, con el ladrón entrando en el avión, se rodó en estudio, e hicieron que encajara con lo filmado con Crane. La acrobacia tuvo un coste de 1 millón de dólares, y entró en el Libro Guinness de los récords como la acrobacia aérea más cara de la historia.
Máximo riesgo hace gala de unos espectaculares efectos visuales. Utilizaron todo tipo de trucos, desde miniaturas, efectos ópticos, CGI, pantalla azul, proyección frontal y matte paintings. Boss Film Studios se encargó de la mayoría de efectos visuales de la película, con Neil Krepela y John Bruno a la cabeza como supervisores de efectos visuales.
Para la explosión del helicóptero, construyeron una réplica del aparato en escala 1:6, y construyeron una pared del acantilado en la misma escala usando espuma, yeso y madera. Incluso llegaron a crear un ingenioso modelo motorizado de Stallone a escala 1:6, que era controlado de forma remota, para el momento en que Gabe está agarrado a la escalerilla y el helicóptero cae.
Cuando rodaron la escena del robo del avión en Colorado, se hizo visible el desierto al terminarse las montañas, lo que no encajaba con la localización de la película, de modo que Boss Film Studios tuvo que reemplazar ese fondo por imágenes de montañas cubiertas de nieve.
En la escena de la cueva, en la que hacen acto de presencia un gran número de murciélagos, se añadieron posteriormente de forma digital por la empresa Video Image.
Trevor Jones fue contratado para componer la música para la película. Harlin le pidió que se pareciera a la que Jones había compuesto para El último mohicano (1992), de ahí las similitudes entre ambas partituras.
Tras ser presentada en el Festival de Cannes, el 20 de mayo de 1993, Máximo riesgo se estrenó en cines el 28 de mayo de 1993, y resultó ser un éxito de taquilla. En territorio norteamericano recaudó 84.049.211 de dólares (décima película más taquillera del año en Estados Unidos), y la recaudación final a nivel mundial fue de 255.000.211 de dólares (séptima película más taquillera del año).
Pese a ser uno de los grandes éxitos de 1993, Carolco apenas recibió beneficios de la recaudación en taquilla. Y sería el reflejo de porqué terminaría declarándose en bancarrota poco tiempo después.
Y como colofón, la película recibió tres nominaciones al Oscar en las categorías mejor sonido (Michael Minkler, Bob Beemer y Tim Cooney), mejor edición de efectos de sonido (Wylie Stateman y Gregg Baxter) y mejores efectos visuales (Neil Krepela, John Richardson, John Bruno y Pamela Easley). Premios que perdería frente a Parque Jurásico (1993).

ESCENAS ELIMINIDAS
En las ediciones de vídeo domestico se incluyen dos escenas eliminadas del montaje final. Son las siguientes:
1ª. "King's Leap": Después de que Qualen vuele el puente, había una escena en la que Gabe saltaba de un lado del acantilado al otro, con una cuerda atada a su espalda. Harlin decidió eliminarla porque parecía demasiado increíble.
2ª. "Ice Climb": Después de la escena de la avalancha, en la que Gabe se deshace de la primera maleta, escalaba la montaña, y antes de coronar, se encontraba con una zona de hielo con estalactitas que le dificultaban llegar a la cima. Harlin decidió eliminarla, de nuevo, porque la escena hacía parecer al personaje de Stallone demasiado sobrehumano, y además consideraba que no lucía de forma satisfactoria, ya que el acabado resultaba un poco cutre.

VALORACIÓN
Máximo riesgo es una de las mejores películas de acción de los noventa. Fue el regreso de Stallone por la puerta grande, cuando parecía que su carrera no tenía punto de retorno, la estrella volvió con una de sus mejores películas. Además coronó el año 1993 con otro gran éxito, el de la excelente Demolition Man.
Lo que hace funcionar a la película, es que te crees a los personajes, Hal odia a Gabe, pero cuando ve a su amigo en peligro trata de ayudarle. Toda la película trata del perdón, de Hal hacia su amigo, al que hace responsable de la muerte de su novia, y de Gabe hacia si mismo, por lo sucedido en dicha tragedia. Todo lo que les sucede a lo largo de la película les hace recuperar su amistad. Hal en el fondo sigue queriendo a Gabe, pero está dolido, cuando envían a Gabe a buscar la primera maleta, Hal le dice que cuando pueda se escape, y cuando momentos después oye que le matarán, alerta a Gabe de los planes de los villanos. Esos momentos entre la acción definen a los personaje y sus relaciones. Al enfrentarse a Qualen y sus hombres, provoca que Gabe vuelva ser el mismo de antes. Y obtiene su redención cuando salva a Jessie de caerse de la montaña, y se repite la misma situación del prólogo, con él agarrándola de la mano en el vacío, pero esta ocasión logra salvarla a la chica.
La película no podría empezar mejor, con esa escena de rescate que sale mal (que de paso es la mejor secuencia de la película). Te pone los pelos de punta, y hace que entiendas perfectamente al personaje de Gabe, y que no quiera seguir haciendo su trabajo como escalador. Tras esta escena sabemos que estamos ante algo grande. 
Pero después viene uno de los platos gordos, y unas de la cimas del cine de acción, la del robo en pleno vuelo. Lo más genial de ella, aparte de que la idea de partida es excelente, es que realmente hubo alguien que pasó de un avión a otro en el aire, y eso le da a la escena una cualidad de riesgo y espectáculo que no se transmite si se hace todo con efectos visuales (que la escena los tiene, pero sólo los necesarios).
La película es un no parar, las secuencias de acción se suceden una tras otra desde el espectacular momento del avión estrellándose en la nieve, la explosión del puente colgante, o ese genial clímax con el helicóptero colgando del acantilado.
Y una película es tan buena como su villano, y el Eric Qualen de Máximo riesgo es fantástico, nadie como John Lithgow para crear un villano memorable, ladino e inteligente. Es tal su presencia que llega a opacar a Stallone. Es sin duda uno de los grandes villanos del cine de acción de los noventa. Vale que funciona a base de one-liners, ¡pero qué one-liners! ("¿Quiere matarme verdad Tucker? Pues coja numero y póngase a la cola". "¿Sabes cual es el verdadero amor? El sacrificio". "Mata a unos pocos y te llamarán asesino. Mata a un millón y te llamarán conquistador.").
Otro que está fantástico es Michael Rooker, el guión lo beneficia, dándole grandes momentos, siempre tratando de ayudar a sus amigos, aunque ponga en peligro su propia vida.
El personaje de Gabe le sienta como anillo al dedo a Sly, un hombre atormentado que no para de recibir todo tipo de golpes y penurias a lo largo de la película (como le sucedía a Rambo), sólo que aquí es más humano y más normal. Y el que sea un alpinista justifica el gran físico del actor. Es uno de sus mejores papeles de los 90.
Tiene buenas ideas de guión, que Travers pase primero al avión, y no envíe antes las maletas, porque sospecha que sus compañeros de robo no le esperarían. Está muy logrado el continuo tira y afloja entre Qualen y Travers, vemos que no se fían entre ellos, y que pueden traicionarse en cualquier momento.
Aunque hay cosas que me chirrían, como que el personaje de Matheson, infiltrado en el avión, sospeche tan rápido que van a asaltarlo, su reacción es demasiado repentina, y no hay forma que los otros agentes se pongan de su parte. O que el personaje de Jessie no está lo suficientemente trabajado, y sea el más flojo de la película (provoca que los murciélagos desaten el caos en la cueva, prácticamente se queda quieta mientras Kynette le da una paliza a Gabe, y está ahí para que al final de la película la secuestre Qualen y el héroe tenga que rescatarla). Además los personajes de los dos jóvenes paracaidistas no aportan casi nada al relato, se podrían eliminar y no se echarían en falta.
Harlin nunca ha estado más inspirado. Sobre todo por su decisión de rodar realmente en la montaña, y reducir filmar en estudio todo lo que fuera necesario. Eso le da a la película una sensación de realidad, nos creemos que los actores lo están pasando mal, y que están sufriendo en esas condiciones adversas. Además de hacer la película visualmente mucho más atractiva (los paisajes de los Alpes lucen de miedo). Pero además rueda la acción con absoluta claridad de exposición. Y se marca algunos planos sensacionales como ese travelling hacia atrás para el momento en que Hal agarra por el abrigo a Gabe, y lo pone al borde de un acantilado. O ese plano ascendente de Stallone siendo tiroteado en un acantilado. El excelente plano de Gabe escalando una montaña, y como la cámara se va alejando hasta quedar como un ser diminuto. Como usa de forma acertada la cámara lenta para crear tensión, en la escena en la que la banda de Qualen trata de matar a los dos jóvenes. O el uso de un plano Vértigo, para el momento en que Travers se da cuenta que Gabe le ha engañado, con el localizador de la última maleta.
Y el clímax es uno de los mejores que se hayan visto en el cine de acción. Con el helicóptero quedando colgado de un precipicio, y Gane y Qualen luchando sobre él. Esto es terminar a lo grande una excelente película de acción.
Si se tiene un equipo con gente como el que trabaja en esta película, con semejante reparto, un director en estado de gracia, con Trevor Jones componiendo la música, con Alex Thomson como director de fotografía, Frank J. Urioste editándola, y con John Bruno al cargo de los efectos visuales, tiene que salir una gran película de entretenimiento.
Máximo riesgo es una de las cumbres del cine de acción de los noventa. Fue el regreso por todo lo alto de Stallone al cine que mejor sabe hacer, y lo hizo con uno de los mejores títulos de su carrera. Harlin nunca llegó a hacer después nada tan bueno. La película resultó ser literalmente una montaña rusa de emociones. Merece mucho la pena subirse a ella, y disfrutar durante casi dos horas de un continuo chute de adrenalina.

CURIOSIDADES
La película está dedicada al escalador Wolfgang Güllich, doble de Stallone, que murió el 29 de agosto de 1992, en un accidente de coche.
Fue la última película en la que que BOSS Film Studios, compañía de efectos visuales de Richard Edlund, realizó una composición fotográfica.
La película fue nominada a los premios Razzie en las categorías de peor película (Alan Marshall y Renny Harlin), peor actor secundario (John Lithgow), peor actriz secundaria (Janine Turner), y peor guión (Michael France y Sylvester Stallone).
Cuando el avión de los villanos se estrella, queda al bordo de un barranco, pero en el siguiente plano está en medio de un bosque.
El paracaídas de Evan es la bandera de Finlandia, país de origen de Renny Harlin.
Ace Ventura: Operación África (1995) parodia la escena inicial de la película.
En 1994, se anunció una secuela titulada "The Dam", que tendría a Gabe Walker enfrentándose con unos terroristas en la Presa Hoover. 

BIBLIOGRAFÍA
You're Only as Good as Your Next One: 100 Great Films, 100 Good Films, and 100 for Which I Should Be Shot (Mike Medavoy, 2002)
At The Movies (The New York Times, 13 jul 1990)
Stallone's 'Cliffhanger' Is Exactly That (The New York Times, 23 ago 1992)
Sylvester Stallone's "Gale Force" (Entertainment Weekly, 4 oct 1991)
'Cliffhanger': On the set (Entertainment Weekly, 7 ago 1992)
Interview with Renny Harlin (IGN, 27 abr 2001)
'Outtakes' - A Look Inside Hollywood (Deseret News, 16 mar 1993)
Perils of Janine? Actress Survives a 'Cliffhanger' (Deseret News, 31 may 1993)
Janine Turner shuns L.A., loves home on the range (Deseret News, 30 jun 1997)
Stallone Announces Sale of Foreign Rights to 10 Films (Los Angeles Times, 12 dic 1986)
Movies (Los Angeles Times, 21 jul 1992)
Resolving ‘Cliffhanger’s’ Credit Hassle: Is There a Solomon in the House? (Los Angeles Times, 11 abr 1993)
Making a Movie Out of a Mountain : Climbers Give High Marks to ‘Cliffhanger’s’ Realistic High-Altitude Action Sequences (Los Angeles Times, 2 jun 1993)
SEC Filings Show Carolco Has Little to Sing About : Movies: The company expects to lose money this year and next, despite a major financial reorganization negotiated last year (Los Angeles Times, 30 ago 1994)
She’s a Class Act--in Three Countries (Los Angeles Times, 13 dic 1994)
Budget tale a ‘Cliffhanger’ (Variety, 22 nov 1992)
Cliffhanger (Variety, 24 may 1993)
Stuntwomen say work’s tough, finding next job even tougher (Variety, 22 jul 1993)
Spy Magazine (jun 1993)
Craig Fairbrass on landing the Cliffhanger auditions (Film Stories, 27 feb 2020)
‘Did I really need to risk my life?’: how the insane Cliffhanger left Sylvester Stallone to dangle (The Telegraph, 2 jun 2023)
High Exposure: An Enduring Passion for Everest and Unforgiving Places (David Breashears, 1999)
Michael Rooker (AV Club, 18 abr 2011)
Raiding The Mind Of Richard Edlund (From Script to DVD, 2002)
A Personal Introduction from Renny Harlin (Extra DVD, 2000)
Cliffhanger: Deleted Scenes (Extra DVD, 2000)
Stallone on the Edge: The Making of Cliffhanger (1993)
Cliffhanger Matte Painting (Los Angeles Countu Museum on Fire)
No Visible Means Of Support (Wide Angle/Closeup)
Just add bats (befores & afters, 28 may 2023)
The Last Action Heroes: The Triumphs, Flops, and Feuds of Hollywood's Kings of Carnage (Nick de Semlyen, 2023)
The Hazards Were Real in 'Cliffhanger’ (Chicago Tribune, 17 jun 1993)

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Wednesday, October 16, 2024

El terror no tiene forma

Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película

Un meteorito cae cerca de un pueblo, y oculta en su interior un ser que se alimenta de todo lo que pilla por delante. Pronto sembrará el caos, y el gobierno tendrá que hacerle frente.

El terror no tiene forma (The Blob, 1988) es una de mis películas de terror favoritas de los 80. Llevo mucho tiempo queriendo escribir una reseña sobre ella, pero no encontraba demasiada información, así que recurrí a su director de fotografía, el gran Mark Irwin, quien contestó mis preguntas y me dio valiosos datos sobre la producción, le estoy muy agradecido por ello. Espero que os guste la reseña.

LA MASA DEVORADORA
Irvin S. Yeaworth Jr. fue el director de la exitosa La masa devoradora (1958), pequeño clásico de la serie B protagonizado por Steve McQueen, a la que seguiría una secuela tardía, Blob: Masa mortal (1972) dirigida por Larry Hagman, el famoso J.R. de la serie Dallas (1978-91).
Chuck Russell deseaba convertirse en director, tras años trabajando en el mundo del cine, principalmente como productor. Conoció a Frank Darabont en el rodaje de Noche infernal (1981), en la que era productor ejecutivo, y Darabont asistente de producción. Russell contrataría de nuevo a Darabont como asistente en Extraña seducción (1982). Durante este rodaje llegó hasta Russell un guión de Darabont que había escrito para un capítulo de la serie M.A.S.H. (1972-83), y que nunca se llegó a realizar, pero que gustó al primero, razón por la que le propuso que se convirtieran en compañeros de escritura, y así se hicieron grandes amigos.
En 1986, tras ver La masa devoradora en un pase por televisión, a Russell se le ocurrió hacer un remake de la película, de la que era fan.
Buscando los derechos de la película Russell dio con Jack H. Harris, productor de las dos primeras películas. Ante el entusiasmo del director, Harris accedió a realizar el remake, y le vendió los derechos. Tras el estreno de Blob: Masa mortal (1972), ya se habían llevado a cabo un par de intentos fallidos de realizar uno (Harris quiso que John Carpenter se encargase de dirigir un remake años antes).
Russell y Darabont escribieron el guión para New World Pictures (antigua productora de Roger Corman, por aquel entonces ya en manos de Robert Rehme), quien en 1986, anunció que estrenarían El terror no tiene forma en 1987, pero el proyecto quedó en punto muerto.
Le enviaron el guión a New Line, quien rechazó el proyecto, pero en su lugar contrataron a Russell y Darabont para reescribir el guión de Pesadilla en Elm Street 3: Los guerreros del sueño (1987), que Russell terminaría dirigiendo. El éxito de la tercera entrega de Freddy Krueger les permitió llevar a cabo su soñada El terror no tiene forma.
El film sería inicialmente producido por Cinema Group Pictures, con un presupuesto de 15 millones, y con fecha de inicio de rodaje a mediados de noviembre de 1987, para su estreno en el Día de los Caídos de 1988, pero el proyecto pasaría finalmente a ser producido por TriStar Pictures.

REPARTO
Shawnee Smith se hizo con el papel de Meg Penny, tras un duro proceso de audición. 
El papel de Brian Flagg se lo llevaría Kevin Dillon, a quien le encantó interpretarlo. "Es realmente un gran personaje," admitía el actor. "Un tipo engreído, un tipo sabio. Realmente puedo hincarle el diente a este papel."
Del Close se encargó del papel del reverendo Meeker, algo que estaba destinado a ocurrir. El actor ya había trabajado en Blob: Masa mortal (1972), y además había escrito una historia sobre el Blob para un número del cómic "Wasteland" de DC Comics. Tras quedarse sin un trabajo que iba a realizar en Nueva York, y como se encontraba de todas formas en la ciudad, llamó a sus agentes para ver que le podían ofrecer en la Gran Manzana, y no tardó mucho en ocurrir, sólo tres semanas después de publicar su historia sobre el Blob, hizo el casting para trabajar en El terror no tiene forma, y le llevó a Russell algunos cómics. Y es que todo estaba de cara para el actor, tanto que incluso en el vuelo que Russell hizo a Nueva York para la audición, vio Los intocables (1987) en la que trabajaba Close. "Estaba fresco en su mente. ¡Fue agradable tener una cinta de audición de gran presupuesto dirigida por Brian De Palma," comentaba el actor a Starlog. Para interpretar al reverendo, Russell le pidió que bajara de peso, y el actor llegó a perder aproximadamente 11 kilos.
El resto del reparto lo forman Donovan Leitch Jr. (como Paul Taylor), Jeffrey DeMunn (en el papel del Sheriff Herb Geller), Candy Clark (interpretando a la camarera Fran Hewitt), Joe Seneca (como el villano Dr. Meddows), Paul McCrane (dando vida al policía Bill Briggs), Ricky Paull Goldin (interpretando a Scott Jeske, amigo de Paul Taylor), Art LaFleur (como el padre de Meg) y Jack Rader (en la piel del coronel Hargis).

RODAJE
El rodaje comenzó el 12 de enero de 1988, y terminó el 26 de mayo del mismo año. Para dar vida a Arbeville, Colorado, el equipo y reparto (compuesto por 150 personas) se trasladaron hasta Abbeville en Luisiana, no sólo se parecían en el nombre. "Fuimos a Abbeville (Luisiana) para encontrar una ciudad que no tuviera nieve [en enero]," me explicó Irwin, "así como una calle principal, una sala de cine, y un estilo lo suficientemente neutral como para parecer una ciudad de esquí en Nueva Inglaterra (casas de tablillas blancas y ayuntamiento, etc.). Luisiana en invierno es muy fría incluso sin nieve. La temperatura nocturna era de 0ºC, y los actores masticaban cubitos de hielo para que no se les notara el aliento."
Tras rodar durante tres semanas en Abbeville, el equipo se desplazó hasta Los Angeles para, primero rodar durante otras tres semanas y media más exteriores, y después los interiores en unos estudios en Valencia. La mayoría de la película se rodó de noche, así que el equipo dormía por el día.
Russell escogió a Mark Irwin como director de fotografía, quien ya se había encargado de otro remake, el de La mosca (1986). "El terror no tiene forma fue una de mis primeras películas después de mudarme de Toronto a Los Ángeles en 1987," me contó Irwin. "La mayor parte de la película se rodó en Los Ángeles y mi agente me puso en contacto con Chuck Russell, quien conocía La mosca, y estaba ansioso por conocer mi opinión sobre otra nueva versión (misma brecha de 30 años: 1958 a 1988). Compartimos una visión y nos pusimos a trabajar."
Irwin decidió rodar con una cámara Moviecam y utilizar película Technicolor, le consulté el porqué de estas elecciones. "Moviecam tenía una fábrica de alquiler en la ciudad [Los Angeles] (el único lugar en Estados Unidos donde se alquilaba esta cámara austriaca en ese momento)," me explicó Irwin. "Fue y es la mejor cámara de 35 mm jamás fabricada, y la usé hasta 2008, cuando lo digital se hizo cargo. En cuanto a Technicolor, procesaron e imprimieron las impresiones de lanzamiento, pero FotoKem fue nuestro laboratorio diario. Una instalación de postproducción cinematográfica de servicio completo ubicada en Burbank."
Una producción llena de efectos visuales fue un reto para Irwin. "Mi mayor desafío (aparte de 17 semanas trabajando de noche), fue hacer que el Blob pareciera del mismo color en todas las escenas. El equipo de efectos especiales fue excelente, pero había al menos 10 versiones (methocel, seda, plástico pintado, esculpido duro, etc.) y no había forma de rastrear y corregir digitalmente el color. Mi principal objetivo era mantener el Blob amenazador, y no rosado y bonito. Finalmente racionalicé que el Blob cambiaba de color a medida que digería a más personas."
El momento más espectacular de la película, es el salto en moto de Flagg por un puente, donde al mismo tiempo que la moto salta, un jeep cae por un barranco, mientras un helicóptero les sobrevuela. "Teníamos 3 cámaras (todas disparando a 64 fps o 96 fps)," me contó Irwin, "y las iluminamos para cámaras de alta velocidad y profundidad de campo, pero para mí esa fue sólo otra toma. Sólo décadas después supe que era una toma épica para todos estos temerarios y especialistas de Hollywood. Gary Hymes era el coordinador de motocicletas y él hizo que todo sucediera, pero dijo que fue muy complicado montarlo todo."
Cuando rodaron el momento en el que el soldado con el lanzallamas explota, y las llamas alcanzan al reverendo, el truco no salió como estaba previsto, y el fuego no alcanzó al doble de Del Close como deseaban. Como necesitaban un plano del reverendo Meeker en llamas, y no podían repetir el efecto de la explosión del hombre con el lanzallamas, recurrieron a Del Close para que hiciera la escena de riesgo. Curiosamente años antes, Close había trabajado como antorcha humana. Al final sólo hicieron una toma del fuego yendo hacia el actor, sin que éste llegara a alcanzarlo.
Según la revista Fangoria, el presupuesto de la película fue de 19 millones de dólares, casi la mitad se emplearon en los efectos visuales y de maquillaje. Las tareas se dividieron en dos equipos, uno para efectos de maquillaje y criaturas; y otro de efectos visuales obra de Dream Quest Images. Para que el Blob cobrara vida se utilizaron todo tipo de técnicas, como el uso de miniaturas, efectos ópticos, movimiento inverso, stop-motion, go-motion y matte paintings.
Dar vida al Blob fue una tarea harto complicada. "Fue una pesadilla," admitió Lyle Conway a Cinefantastique, jefe de efectos de la criatura. "Esta es la única película que se me ocurre en la que la estrella llegó en un balde. Fue un infierno intentar lograr una actuación con ella".
Barajaron crear el Blob mediante CGI (una técnica aún en pañales a finales de los 80), pero tras realizar una prueba vieron que no funcionaba.
Conway y su equipo tuvieron que crear a la viscosa criatura, que era una especie de edredón de seda lleno de methocel (un polímero), y descubrieron que realmente habían creado el Blob. "Una vez el methocel se mezcló con agua y se metió en un gel con una pequeña cantidad de amoniaco, era casi impermeable a la limpieza," explicaba el supervisor de producción de efectos visuales Michael Fink a Cinefex"Carcomió el asfalto del parking, arrancó la pintura de las miniaturas, provocó arcadas a los titiriteros..." 
Y trabajaron contrarreloj, inicialmente estaba previsto que la película contase con seis semanas de posproducción, pero para cumplir la fecha de estreno, se hicieron cambios en el calendario, y lo movieron dentro de la fotografía principal, y siguieron refiriéndose a ese tiempo como postproducción. Eso hizo que algunos efectos se crearan a toda prisa. "Algunas cosas se pidieron por la mañana y se entregaron por la tarde," contaba Conway a Cinefantastique.
Tony Gardner fue el supervisor de efectos de maquillaje y animatronics. Estaba originalmente previsto que Gardner sólo se encargase de pequeños efectos, pero después de que Lyle Conway dejase la producción, Chuck Russell le pidió a Gardner que asumiera todo el trabajo de efectos, el artista terminó dirigiendo a un equipo de treinta y tres personas, durante siete meses.
Gardner contó con un presupuesto de 500.000 dólares para efectos de maquillaje. Uno de los maquillajes más complejos fueron las heridas del reverendo Meeker. Eran necesarias cinco horas y media para la crear el maquillaje con las quemaduras recientes, y siete horas y media para recrear sus cicatrices en la escena final.
Hicieron una copia de cuerpo entero de Donovan Leitch Jr. (Paul Taylor), para una de las escenas más complicadas de la película, aquella en la que Paul está debajo el Blob, siendo devorado por éste. Eran necesarias unas 50 personas para hacerlo funcionar. Para conseguir una mayor reacción de Shawnee Smith, Chuck Russell no le dijo a la actriz que el propio Leitch haría la primera parte de la escena dentro del Blob (después fue sustituido por una marioneta miniatura), por lo que la reacción de Smith cuando grita es auténtica. Gardner sólo debía hacer una parte de los efectos de maquillaje de la escena, pero tras la marcha de Conway, tuvo que asumir toda la escena y sólo le dieron seis días para resolverla, siendo un equipo de seis personas.
Una de las escenas más memorables de la película, es la muerte del personaje de Candy Clark dentro de una cabina telefónica, que pese a su espectacularidad, se resolvió de una forma sencilla. "Las paredes de vidrio de la cabina tenían acuarios de plexiglás transparente (altos y estrechos) construidos en el exterior," me explicó Irwin, "y el equipo de efectos especiales simplemente vertió fluido de Blob, y manipuló las partes del cuerpo con hilo de pescar transparente y varillas de plexiglás. Finalmente, la vista superior tenía cuatro acuarios en su lugar para lograr el máximo Blob, y luego lo explotamos con un maniquí en su interior." La actriz tuvo que pasarse dentro de la cabina dos días, y gritó hasta quedarse ronca, y para parecer que estaba sudando la rociaban con agua.
Para crear el momento en que el personaje de Bill Briggs (Paul McCrane) muere partido en dos al pasar a través de una estantería, el equipo de efectos creó unas piernas falsas para el actor. Las auténticas estaban ocultas en una plataforma en la que estaba sentado McCrane, y cuando movieron la plataforma, las piernas falsas se doblaron creando la ilusión de que éste se partía por la mitad.
La casa de efectos Dream Quest Images se encargó de las miniaturas y ópticas, con Hoyt Yeatman como supervisor. Greg Jein creó una miniatura del pueblo de Arboville de 24x9 metros, llena de detalles.
La película llegó a las salas de cine norteamericanas el 5 de agosto de 1988, y resultó un fracaso comercial, recaudando tan solo 8.247.943 de dólares. "Tal vez fue un error hacer un remake de La masa devoradora con sentido del humor," explicaba Russell a Starlog sobre las causas del tropiezo en la taquilla. "Pensé que sería una interpretación entretenida. Era un concepto al que me aferré cuando estaba buscando mi primer trabajo de dirección. Desafortunadamente, se estrenó tarde en un verano frenético lleno de grandes películas, y no tuvo una campaña publicitaria particularmente buena."

VALORACIÓN
El terror no tiene forma es uno de los mejores remakes del género de terror, no sólo justifica su existencia por la mejora en los efectos especiales, es que además supera a la película original en el resto de aspectos. Los personajes están mejor definidos, la historia es más interesante y está más desarrollada, es más entretenida, tiene mejor ritmo y pasan muchas más cosas (en la película original los personajes no dejan de ir de una lado a otro sin que suceda nada realmente, hasta los últimos 15 minutos).
Considero que hay cuatro grandes remakes que surgieron en los 70/80 basados en películas de los 50, La invasión de los ultracuerpos (1978), La cosa (1982), La mosca (1986) y esta El terror no tiene forma (1988).
La película empieza bien, con los títulos de crédito que muestran el pueblo vacío, como si algo malo hubiese ocurrido, sólo para descubrir que toda la gente se encuentra en el campo de fútbol, pero es un presagio de que algo va a suceder. Y después se produce un montaje que me encanta, por un lado tenemos a Brian Flagg tratando de saltar con su moto el puente, y por otro está el público del estadio animando al equipo, pero que gracias al montaje en paralelo parece lo alienten a Flagg. Es una gran presentación de personaje.
El terror no tiene forma es una excelente monster movie, con una criatura que resulta icónica, con ese color rosado y su apetito voraz, que da pie a todo tipo de muertes originales (a lo que ayuda el gran trabajo del equipo de efectos especiales), que siempre guardan un toque de humor negro. Meg tirando de Paul, quien se encuentra dentro del Blob siendo devorado, y como ella se queda agarrada sólo a su brazo. La muerte del cocinero que la masa devoradora succiona por el fregadero. La muerte de Candy Clark en la cabina telefónica, y como en el momento en que le dicen por teléfono, que el sheriff está camino del restaurante, éste aparece en medio del Blob. O el divertido encadenado de la muerte del responsable del cine, que pasa a un plano del público del cine gritando.
Russell se encarga de rodar las muertes de formas ingeniosas y utilizando todo tipo de recursos, por ejemplo, la muerte del proyeccionista mediante un travelling directo a su cara, que simula el avance del Blob. O como visualiza la muerte de Dr. Meddows, con la escafandra de su traje llenándose del Blob.
Y cuando llegan las escenas acción Russell demuestra estar a la altura (algo que volvería a demostrar en Eraser). Como la escena del salto con la moto en el puente (coronado con ese gran plano de la moto en el aire, mientras cae un jeep por un barranco y un helicóptero sobrevuela la escena, todo en el mismo plano). El momento en que el coronel Hargis se inmola con unas granadas, antes de ser devorado por el monstruo. O la escena de la moto escapando por las paredes del túnel.
Kevin Dillon es el mejor miembro del reparto, tirando de carisma a cada escena, soportando a sus espaldas gran parte del peso de la película. Nos gana con su actitud macarra, pero sobre todo en esos momentos en que demuestra ser una buena persona, y es atento con Meg o el vagabundo al que ataca el Blob. Pero la peli no se olvida en crear un fuerte personaje femenino, con la Meg Penny de Shawnee Smith, que de entrada parece una mosquita muerta, pero deviene en una fuerte personalidad, llegando a parecer una Ripley adolescente.
La película luce de maravilla para ser una pequeña producción de terror, sólo hay que ver esas imágenes nocturnas del bosque con los haces de luz del helicóptero entre los árboles para percatarse. Se le nota el cariño puesto por sus responsables en todos los apartados, eso la eleva por encima de la media de este tipo de películas.
Convierte la sencilla historia de la película original en una historia de tintes de la Guerra Fría, siendo la masa devoradora realmente un experimento del gobierno, que se ha ido de madre. Que es un cambio que sienta muy bien a la historia. Y al mismo tiempo capta ese tono paranoico típico de las producciones de los 50, pero la actualiza sabiamente. Además la amenaza del Blob no tiene límites, ya que sigue y sigue creciendo, pudiendo apoderarse del mundo.
Toma decisiones que nunca pensarías que haría una película comercial, como lo de matar a uno de los niños, o eliminar al primer acto al que parece va a ser el protagonista de la película, el personaje que interpreta Donovan Leitch Jr., que tiene todas la papeletas para ser el Steve McQueen de la película, pero los tiempos han cambiado y es el malote de Kevin Dillon el héroe inesperado. Se le agradece a la película que tome este tipo de decisiones.
El terror no tiene forma es una joyita del cine de terror de los ochenta, donde se presenta como uno de sus mejores y más entretenidos títulos. Os aconsejo que os dejéis atrapar por esta masa devoradora, y paséis noventa minutos terroríficamente divertidos.

CUROSIDADES
Del Close apareció en Blob: Masa mortal con un parche en el ojo, y al final de El terror no tiene forma el actor lleva también un parche.
Se estrenó por el 30 aniversario de La masa devoradora (1958).
Dos playmates dan vida a dos personajes de la película, Erika Eleniak (Vicki De Soto) y Julie McCullough (Susie).
Chuck Russell tiene un cameo, en el plano del cine en que todos se asustan a lo que ven en pantalla. Se encuentra en la segunda fila y en el centro de la imagen.
Fue nominada a los premios Saturn en la categorías de mejor película de ciencia ficción y mejor música (Michael Hoenig).
Ganó el premio a los mejores efectos especiales en el Festival de cine fantástico de Avoriaz.
La chica que en la escena del cine, está tendida en el suelo con la cara medio comida por el Blob, estaba basada en la novia de Tony Gardner.

BIBLIOGRAFÍA
Entrevista a Mark Irwin (jul 2024)
Fangoria Magazine (nº 76, 77)
Interview: Shawnee Smith (Joblo, 18 nov 2008)
Starlog Magazine (nº 134, 205)
Mexico's Deals-For-Debts Plan (The Washington Post, 21 ago 1987)
A World of Films For a Mass of Markets (Los Angeles Times, 5 sep 1986)
Men, Makeup & Monsters: Hollywood's Masters of Illusion and FX (Anthony Timpone, 1996)
The Directors: Take Four (Robert J. Emery, 2003)
Cinefantastique Magazine (Vol. 18 Nº 05)
Cinefantastique Magazine (Vol. 19 Nº 01)
The Funniest One in the Room: The Lives and Legends of Del Close (Kim Johnson, 2008)
Comentarios del director (Extra Blu-ray)
Cinefex Magazine (Nº 36)
Venice Magazine (Dec 1999/Ene 2000)
John Carpenter: The Prince of Darkness (Gilles Boulenger, 2003)

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