Tuesday, January 21, 2025

RoboCop

"Vivo o muerto, tú vendrás conmigo."

Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película.

Un policía de Detroit es dado por muerto por una banda de delincuentes, y una empresa decide convertirlo en el nuevo arma de defensa para la ciudad, un policía cyborg llamado RoboCop.

PARTE HOMBRE, PARTE MÁQUINA
Mientras trabajaba en Warner Bros., Edward Neumeier pudo pasearse, en 1981, por el set de rodaje de Blade Runner (1982), y fue allí donde se le ocurrió la idea que daría pie a RoboCop (RoboCop, 1987). Años después, cuando trabajaba como ejecutivo de Universal Pictures, aún seguía a vueltas con su guion. Fue entonces que conoció a Michael Miner, quien visitó su oficina buscando la oportunidad de poder escribir y dirigir sus propias películas. Neumeier le mostró su tratamiento de guión de "RoboCop" e interesó a Miner, quien estaba trabajando en una idea similar titulada "SuperCop". Ambos decidieron escribir juntos el guion. Su idea original era que Neumeier la produjese y Miner la dirigiese.
Así escribieron el primer borrador de "RoboCop: The Future of Law Enforcement", el cual terminaron en diciembre de 1984, después de tres meses de escritura durante noches y fines de semana. Se lo dieron a leer a sus amigos, y poco a poco éste circuló por la ciudad, llegando a manos del director Jonathan Kaplan (Acusados), quien sintió interés por él, y se lo mostró a su amigo, el productor Jon Davison (Starship Troopers). Davison se llevó el proyecto a la productora Orion, con idea de que Kaplan lo dirigiera. Los guionistas escribieron un segundo borrador, pero en ese momento Kaplan abandonó la película para rodar Proyecto X (1987), aunque Davison se quedó ligado al proyecto. Ese segundo borrador obtuvo luz verde por parte de Orion. El presupuesto inicial era de 7 millones, que ascendería 10,7 (pero no se detendría ahí).
La marcha de Kaplan dejó a la película sin director. Michael Miner soñaba con dirigirla, pero en el momento en que ésta se convirtió en una producción de cierta envergadura, quedó descartado. Miner no estuvo tan implicado en la producción como Neumeier, por un lado, una larga enfermedad lo apartó de la película, y por otro, comenzó a trabajar en su propia película como director, Deadly Weapon (1989). Neumeier se quedó trabajando en RoboCop en solitario (Miner sólo estuvo en el set dos semanas).
Estuvieron seis meses buscando al director idóneo para el proyecto, pero nadie aceptaba el encargo. "No había absolutamente ningún interés por parte de nadie en dirigir esta película," reconocía Davison a la revista Starlog. Se lo ofrecieron a Alex Cox (Sid y Nancy), quien lo rechazó para poder realizar Directos al infierno (1987). Kenneth Johnson (Cortocircuito 2) rechazó la oferta porque el guion le parecía, "feo y mezquino," según confesó a Vice. Lewis Teague también lo rechazó. Se consideró a Thom Eberhart. Amy Holden Jones y Jim McBride estaban interesados, pero en el caso del segundo, no pudo aceptar por otros compromisos pendientes.
El escogido finalmente fue el genial Paul Verhoeven, aunque inicialmente rechazó la oferta. Barbara Boyle de Orion le envió el guion (la compañía había distribuido en Estados Unidos Los señores del acero del holandés), y apenas leyó un par de páginas antes de perder el interés en el proyecto, pero finalmente cambió de opinión gracias a la intervención de su mujer. Ella leyó el guion y le hizo ver que era mucho más interesante de lo que parecía a simple vista. Verhoeven lo leyó con otros ojos (y con la ayuda de un diccionario) y descubrió que allí había realmente una película que podía dirigir. "La escena más importante para mí fue en la que Murphy regresa a su casa y tiene recuerdos de su hijo y su esposa," reconocía el director a Esquire. Esa fue la escena que le convenció que RoboCop iba a ser su siguiente película. Verhoeven admitió que estudió Terminator (1984) sobre como rodar una película de acción.
A finales de 1985, Verhoeven viajó a los Estados Unidos para reunirse con los guionistas y discutir el guion. El director solicitó una serie de cambios en el libreto, ya que quería potenciar el drama de la historia. Neumeier y Miner escribieron así un tercer borrador según las indicaciones de Verhoeven, pero una vez éste lo leyó, se dio cuenta que no funcionaba, y que era mejor regresar al anterior, que tenía un mayor sentido del humor.
La película tuvo problemas de financiación a finales de 1985, y hubo un pequeño parón en la producción, la cual se reanudó a principios de 1986.

REPARTO
Para encontrar al actor idóneo para dar vida a RoboCop, entrevistaron a varios actores como Keith Carradine, Armand Assante o James Remar. Peter Fonda estuvo interesado en dar vida al cyborg. AL igual que David Carradine. Michael Ironside estuvo muy cerca de conseguir el papel, y también se le consideró para interpretar al villano Boddicker, pero finalmente Verheoven lo descartó porque no paraba de discutir con él. Arnold Schwarzenegger fue propuesto por el estudio (era amigo de Medavoy), pero el finalmente escogido tras más de seis meses de búsqueda fue Peter Weller. "Buckaroo Banzai fue un factor porque Peter ya tenía un seguimiento de culto en películas de ciencia ficción," admitía Miner a Starlog. "También es un actor muy estilizado y tiene una personalidad que es especialmente adecuada para ser RoboCop." El actor no llegó a hacer una audición para el papel como tal, simplemente se reunió con Verheoeven y hablaron sobre la película, descubriendo que ambos estaban en la misma longitud de onda. Weller reconoció que hizo RoboCop porque quería trabajar con Verhoeven, estaba en su lista de cinco directores con los que deseaba trabajar. Le habían ofrecido protagonizar King Kong 2 (1986), pero la rechazó para participar en esta película. El actor trabajó durante cuatro meses con un mimo para que los movimientos de RoboCop fueran los adecuados, una mezcla de humanidad y robótica. Adoptando una interpretación del método, en el set les pidió a todo que le llamaran Robo. Además se sometió a una dieta macrobiótica. "Sin duda fue el papel más desafiante que he hecho," admitía el actor a AV Club.
Stephanie Zimbalist fue la elegida para dar vida a Anne Lewis, la compañera de RoboCop, tras la cancelación de la serie Remington Steele (1982-87) de la que era protagonista. Pero la actriz tuvo que rechazar el papel cuando la cadena NBC decidió realizar más episodios, un par de semanas antes de empezar a rodar. Al final Nancy Allen fue contratada para el papel, tras hacer una prueba de lectura con Verhoeven, Neumeier y otros miembros del equipo. Cuando la actriz supo que Verhoeven era el director, quiso hacer la película. Allen, hija de un auténtico policía, tuvo que aprender manejo de armas, tácticas, acrobacias al volante y lucha para meterse en el papel. Además Verhoeven le pidió que se cortara el pelo muy corto.
Ronny Cox fue escogido para interpretar al villano Dick Jones. El actor aceptó el papel, aunque sus agentes no estaban a favor de ello, ya que no creían que la película pudiera ser buena.
Kurtwood Smith conocía al productor de RoboCop, Arne Schmidt, con quien trabajó en Flashpoint (1984), quien lo tuvo en cuenta para el film de Verhoeven. Smith hizo pruebas para los papeles de Dick Jones y Clarence J. Boddicker, y se hizo con este último, aunque cuando su agente le llamó para comunicarle que le habían dado un papel en la película creyó que era el de Dick Jones.
La directora de casting, Sally Dennison, le envió a Miguel Ferrer el guión de la película porque había pensado en él para el papel de Emil M. Antonowsky. Tras leerlo, Ferrer tuvo claro que el papel que quería era el de Bob Morton. Eso gustó a Dennison, y el actor tuvo que hacer una prueba con Verhoeven para llevarse el papel que quería.
Para dar vida al "Viejo" contrataron al veterano actor Dan O'Herlihy, quien reconocía que aceptó hacer la película por debajo de su salario habitual sólo por trabajar con Verhoeven.
Paul McCrane consiguió el papel de Emil, uno de los miembros de la banda de Boddicker. El actor quería distanciarse de los papeles sensibles, como el que había interpretado en Fama (1980), y el indeseable Emil era perfecto para ello. El diseño de la peculiar barba que porta fue idea suya.
Ray Wise originalmente hizo una audición para el papel de Murphy, pero se terminó llevando el de Leon Nash, miembro de la banda de Boddicker.
Calvin Jung se hizo con el papel de Steve Minh, otro de los hombres de Boddicker, y eso que en las audiciones Verhoeven lo consideró demasiado "bonito". Pero la directora de casting apostó por él y finalmente se lo dieron.
El resto del reparto lo formaron Robert DoQui (en la piel del sargento Reed), Jesse D. Goins (como Joe Cox, miembro de la banda de Boddicker), Felton Perry (en el papel de Johnson) y Lee de Broux (interpretando al mafioso Sal).

RODAJE
La fotografía principal comenzó el 6 de agosto de 1986, y terminó el 8 de noviembre del mismo año. Aunque la historia tiene lugar en una futurista Detroit, no rodaron en esa ciudad porque, "visualmente no era demasiado interesante," reconocía Davison a Starlog. Inicialmente estaba previsto que los diseños de la ciudad fueran del estilo de Blade Runner, pero las limitaciones presupuestarias impidieron eso. Al final se decantaron por rodar en una ciudad con grandes rascacielos que le diera a la película el tono futurista deseado, y la escogida fue Dallas. Rodaron toda la película allí, salvo la escena de la acería, que filmaron en Pittsburgh, donde permanecieron tres semanas.
Rodar en la calurosa Dallas no le puso las cosas fáciles a Peter Weller, quien perdía aproximadamente entre un kilo y un kilo y medio de peso en cada sesión, lo que le requería rehidratarse constantemente. Weller, un actor del método, sólo quería que se dirigieran a él como "Robo". Y para dar vida de forma convincente a un robot, estuvo cinco meses y medio entrenando con el mimo Moni Yakim, quien diseñó los movimientos para RoboCop.
Para crear a RoboCop, primero contactaron con Chris Walas (La mosca), pero su trabajo no convenció. Y Davison llamó a Rob Bottin, quien diseñaría el popular traje de RoboCop. 
Bottin trabajó en la armadura durante diez meses con un equipo de veinte personas. Después necesitó de seis meses para fabricarla, y estaba compuesta por piezas de poliuretano semirrígido. El casco era de fibra de vidrio. El traje completo tenía un peso cercano a los 18 kilos. Necesitaban pintarlo prácticamente a diario, ya que la pintura se pelaba. La primera vez se necesitaron cerca de diez horas para meter a Weller en el traje, llegando a reducirse hasta una hora y media el último día de rodaje. Fue idea de Bottin que RoboCop llevase su arma oculta en la pierna.
Primero rodaron la parte de la película con Murphy como humano, y otras escenas que no implicaban a Weller, y dejaron para el final las escenas de RoboCop, debido a los retrasos en la entrega del traje, el cual debía llegar un mes antes del inicio del rodaje para poder realizar ensayos, y terminó llegando dos semanas después de comenzar la filmación.
Los retrasos se produjeron por cambios en el diseño del traje propiciados por el director. Según Bottin, nunca había hecho tantos dibujos conceptuales para un director. Verhoeven se hizo responsable de los retrasos al dudar del diseño de Bottin (a quien le ayudó el artista Miles Teves), de hecho, el diseño final se parece mucho a su concepción original del traje del artista. Esas desavenencias provocaron que Verhoeven y Bottin no se dirigieron la palabra durante el rodaje, y el artista no volvió a pisar el set, dejando a su equipo al cargo de RoboCop.
A su vez esos retrasos trajeron nuevos problemas a la producción. Después de meses de ensayos con el mimo, cuando llegó el traje, Weller descubrió que lo que había ensayado no podía realizarlo con el traje puesto, es más, apenas podía moverse con él. "Estaba extremadamente frustrado porque todo lo que pensaba que podía hacer, no podía hacerlo," recordaba Verhoeven a Esquire. El actor trató de solucionarlo improvisando, pero eso no se ajustaba a lo que estaba escrito. Esto provocó tensiones entre Weller y Verhoeven, además se sumó el hecho de que el actor se negaba a recitar las directrices de RoboCop que estaban escritas en el guión, la situación se complicó hasta tal punto, que los productores despidieron a Weller durante un día, hasta que aceptase a cumplir con Verhoeven. Según contaba Neumeier a Money Into Light, fue una estratagema, ya que, "despedir a Peter habría sido bastante difícil realmente desde que el traje de Robo fue construido para su cuerpo. Cerrar la producción, contratar a otro actor para el papel y crear un nuevo traje probablemente significaría el final de la producción." Gary Combs, coordinador de especialistas de la película, lo sustituyó en algunos planos. Weller al final entró en razón y la producción siguió su curso. Pero era necesario realizar unas pruebas de cámara con el traje, para que Mike Medavoy y Bob Bernstein decidieran si la película se iba a realizar o no. El actor ensayó durante unos días con el traje y lo grabaron con una videocámara, al verse a si mismo como RoboCop y al mejorar en sus movimientos, cogió confianza para desempeñar el papel. Verhoeven y el actor terminaron haciendo las paces. Y se hicieron modificaciones en el traje para poder facilitar el trabajo de Weller. La película pudo seguir adelante.
El maquillaje final de RoboCop cuando se quita el casco, requirió de seis horas y media. Y tuvo que llevar el maquillaje durante 21 días.
Además del traje de RoboCop, Bottin creó los efectos de la brutal escena en la que Boddicker y sus hombre acribillan a Murphy. Se fabricaron dos animatronics replica del torso de Weller, que podían mover la boca, ojos, etc. Y para la amputación de su mano, Bottin creo una mediante látex y escayola rellena de sangre artificial.
La horrible desfiguración de Emil también fue obra de Bottin, que muestra como el personaje se desintegra por causa de unos residuos tóxicos. La escena de su muerte se rodó durante dos días. El primer día fueron necesarias seis horas y media para aplicarle el maquillaje a Paul McCrane, y dos horas para retirarlo. El segundo día se redujo a cuatro horas la aplicación del maquillaje.
Fue un rodaje muy duro, lleno de tensiones y problemas. Por ejemplo, Davison despidió a Neumeier antes de que la producción se moviera a Pittsburgh, sólo la intervención de Verhoeven le permitió seguir en el rodaje. Weller pidió a todos que le hablaran como si realmente fuera RoboCop, lo que le aisló de la gente.
El primer día de rodaje rodaron el momento en que RoboCop coge al vuelo las llaves del coche, como Weller llevaba puestos unos guantes de goma, las llaves rebotaban siempre en su mano. Estuvieron rodando durante horas hasta que el actor consiguió cogerlas al vuelo.
La escena de la muerte de Bob Morton (Miguel Ferrer) estaba planificada para rodarse en dos noches, pero debido a que la película se estaba yendo de presupuesto tuvieron que rodarla en un sola noche y hacer recortes en la misma. Para empeorarlo todo, Verhoeven estaba enfermo de gripe. Al final las buenas artes de todo el equipo consiguió que la escena quedara perfecta, y no se apreciasen los problemas detrás de ella.
La muerte de Kinney (Kevin Page) trajo complicaciones. Rodaron como el ED-209 lo acribillaba en el edificio Renaissance Tower de Dallas, pero Verhoeven no quedó satisfecho con la cantidad de sangre que utilizaron en la escena. De modo que un mes y medio después, y tras reconstruir el set en estudio, repitieron la escena una y otra vez durante tres días, usando cada vez más sangre, hasta que Verhoeven quedó contento.
El calor causó problemas durante el rodaje, por ejemplo, al rodar la escena del tiroteo en el almacén. En aquel verano, en Dallas las temperaturas superaron los 35º, y dentro del almacén hacía incluso más calor. Los actores tenían que llevar ropas de abrigo, corriendo de un lado para otro, y tardaron una semana aproximadamente en rodar la escena. Rodando la escena una persona resultó herida, cuando se cortó en la mano con la esquina de una caja de herramientas. Fue llevado rápidamente al hospital para intervenirle.
Cuando ruedas una película con tanta acción, siempre puede haber accidentes, y RoboCop no se libró de ellos. La especialista Jeannie Epper, encargada de doblar a Nancy Allen en las escenas más peligrosas, se lesionó rodando la escena de la acería, por lo que Gary Combs, el coordinador de especialistas, decidió sustituirla para rodar la acrobacia en la que Lewis cae de una gran altura sobre unos sacos de arena. Y el especialista Russell Towery, doble de Weller, salió herido al rodar la escena de la lucha entre RoboCop y ED-209, un explosivo localizado en una pared detonó cerca de su brazo y el especialista fue a parar al otro lado del pasillo. Towery acabó en el hospital y sufrió una contusión, pero se marchó de inmediato para volver al set.
Aprovechando que se iban a demoler unos edificios de Dallas, el equipo aprovechó para rodar la escena en que los villanos destruyen varias tiendas al utilizar sus nuevas armas. Rodar esta escena fue de lo más peligroso, ya que Ray Wise y Kurtwood Smith estaban tan cerca de las explosiones, que una de ellas hizo que sus abrigos empezaran a arder. Además ambos actores fueron alcanzados por escombros que salían volando. Por rodar la escena recibieron un pago espacial como especialistas de unos 400 dólares aproximadamente. "Me temo que la gente de los efectos se dejaron llevar un poco y produjeron explosiones mucho más grandes de lo previsto," reconocía Smith a Starlog.
No fue la única explosión que se fue de madre. Cuando volaron la gasolinera, muchas personas que conducían por una autopista cercana pensaron que la explosión era real y llamaron a los bomberos. Debido a la aparición de estos, tuvieron que retrasar el rodaje. El doble de Peter Weller (Russell Towery) hizo la escena portando un traje anti inflamable, y que pesaba más que el original, que disponía de un sistema de aire para que pudiera respirar en medio del fuego. El doble portaba una máscara, réplica de la cara de Weller.
Kurtwood Smith improvisó bastante durante el rodaje, algo que era del agrado de Verhoeven. Fue idea suya que Boddicker escupiera sangre y soltase un: "Quiero hacer la maldita llamada telefónica", cuando llega a la comisaria arrestado (y que fue la primera escena que rodó el actor). También improvisó el momento en que pega un chicle en la mesa de la secretaria de Dick Jones.
No fue la única improvisación de la película, cuando estaban rodando la lucha entre RoboCop y Boddicker en la acería, a Verhoeven se le ocurrió que éste caminase sobre las aguas como Jesús. "Un día antes de rodar, vimos que había esos grandes muros," recordaba el director a Esquire. "Y llegué a pensar en ellos como en los muros de Jerusalén. No estaba en el guión, pero en ese momento decidimos escribir sobre él caminando sobre el agua en la escena." También se improvisó el momento en que Boddicker golpea a RoboCop con unas barras de acero, las cuales simplemente estaban en el lugar desde hacía años.
Orion consideraba que estaban gastando demasiado dinero, de modo que Jon Davison tuvo una idea para conseguir más dinero, terminó el rodaje e hizo que todos regresaran a Los Angeles, sin rodar la escena cumbre de la película, la de la muerte de Murphy, sabiendo que Orion terminaría dando el dinero para rodarla, y así fue (la escena la terminaron filmando en un almacén, en Long Beach, California).
Los problemas presupuestarios eran cada vez eran mayores, y necesitaban más dinero para completar la película, al final la solución vino de la forma más inesperada. En plena producción le enviaron a Jon Davison unos papeles que debían haberse firmado antes de iniciarse el rodaje, y que indicaban que el presupuesto de la película era de 10,7 millones, pero la realidad es que esa cifra se había superado con creces, Davison no podía firmar el documento ya que indicaba algo que no era cierto y podía tener problemas legales, así que al final decidieron dar el presupuesto que necesitaba la película, así éste ascendió a 13,9 millones de dólares.
Verhoeven contrató como director de fotografía a Jost Vacano (juntos ya habían trabajado en Eric, oficial de la reina y Vivir a tope), quien creo una cámara similar a la Steadicam con un giroscopio, que había utilizado en El submarino (1981), y que volvería a usar en RoboCop.
Los 13,9 millones de presupuesto lucen como su fueran el doble en la película, y en gran parte se debe al gran trabajo del equipo de efectos visuales.
Phil Tippett fue el responsable de las secuencias del ED-209, y tuvo que crear cerca de 50 planos con efectos. Como el presupuesto era bajo, Tippett consideró que para dar vida al ED-209 la mejor solución era utilizar stop-motion con composición de pantalla trasera. Pese a que Tippet había sido el creador del go-motion, una variante del stop-motion, en la que se aporta una difuminación al movimiento, que transmite una sensación de mayor realismo, no pudo utilizarla en RoboCop. Se construyeron dos modelos, uno a escala real obra de Craig Hays, con un coste de 25.000 dólares, fabricado en fibra de vidrio y que pesaba poco más de 200 kilos (para los momentos en los que el robot está estático), y otro de 30 centímetros (para las escenas en movimiento). Pese a las limitaciones, Tippett se las ingenió para aportar mejoras al stop-motion, como crear desenfoques de movimiento (consiguiéndolo simplemente golpeando la cámara y moviendo la mesa donde movía las marionetas), y crearon una técnica para crear flashes que simulaban los disparos.
Verhoeven había trabajado con Basil Poledouris en Los señores del acero (1985), y volvió a contar con él para componer la música de RoboCop.
Cuando hicieron el pase de prueba de la película, varias personas salieron del cine al ver la muerte de Murphy. Estaba claro que la violencia de la película iba ser un problema. El primer montaje de RoboCop recibió una calificación "X" por parte de la MPAA en mayo de 1987, Orion quería una calificación "R", así que Verhoeven tuvo que editar la película hasta en ocho ocasiones hasta que la MPAA le dio la calificación deseada. El director tuvo que cortar las escenas más violentas, pero algunas perdieron todo su sentido, por ejemplo, la muerte de un ejecutivo en la prueba del ED-209, pasó de ser hilarante a ser excesivamente violenta, ya que al eliminar el gran número de impactos que recibe el hombre, ésta perdió todo su sentido del humor.
Mostraron la película por primera vez en Nueva York, y supieron que tenían un éxito entre manos, cuando en la escena final el Viejo le pregunta a RoboCop: "Buen trabajo hijo. ¿Cómo te llamas?" Todo el público gritó al mismo tiempo: "¡Murphy!" 
Y así fue, RoboCop se estrenó el 17 de julio de 1987 y fue todo un taquillazo. Recaudó en Estados Unidos 53.424.681 de dólares, siendo una de las películas más taquilleras del verano. Y su recaudación final a nivel mundial fue de 120 millones de dólares, lo que la convirtió en una de las diez películas más taquilleras del año.
Y los Oscars no se olvidaron de ella, ganó un Oscar especial a la edición de efectos de sonido (Stephen Hunter Flick y John Pospisil). Y además fue nominada en las categorías de mejor sonido (Michael J. Kohut, Carlos Delarios, Aaron Rochin y Robert Wald) y mejor montaje (Frank J. Urioste).

EL MONTAJE DEL DIRECTOR
La llegada del DVD permitió recuperar el montaje original que Verhoeven había creado para su película. Estas son las diferencias con el montaje estrenado en cines:
1. Prueba del ED-209: En el director's cut esta secuencia contiene 5 planos adicionales, centrándose principalmente en los impactos que recibe un ejecutivo del PCO.
2. Persecución: Durante la persecución entre Murphy y Lewis a la furgoneta de Boddicker, Murphy dispara en la pierna de Bobby, en la versión original sólo vemos la consecuencias del disparo desde lejos, pero en esta versión se inserta un primer plano del impacto en la pierna.
3. Ejecución de Murphy: Esta secuencia resulta mucho más violenta, principalmente mostrándose con más lujo de detalles la amputación del brazo derecho de Murphy, y el tiro a bocajarro de Boddicker a Murphy en la cabeza (mostrado con un plano giratorio de 180º).
4. La muerte de Boddicker: Después de que RoboCop apuñale en el cuello a Boddicker, se cambia el plano general de éste sangrando, por un primer plano del villano en su agonía.

ESCENAS ELIMINADAS
En las ediciones de video doméstico se incluyeron tres escenas eliminadas del montaje final. Son las siguientes:
1. Una rueda de prensa en la que Bob Morton habla sobre RoboCop.
2. Una entrevista de los informativos a una monja, que dice que las crisis unen a las personas.
3. Inicialmente había un cuarto corte televisivo como cierre de la película, que mostraba mediante el noticiario, como Lewis se recuperaba en el hospital de sus heridas. Tras el pase de prueba, donde la gente gritó el nombre de Murphy, se dieron cuenta que ahí debía terminar la película, y eliminaron esta secuencia.

VALORACIÓN
RoboCop no es sólo una de las mejores películas de acción de los ochenta, es además una de las más ácidas y disfrutables sátiras que dio el cine de aquella década. Está cargada de una mala leche que se aprecia en cada fotograma. Creo que el que Verhoeven sea europeo, ayudó a que diera una visión muy crítica de la sociedad americana. En RoboCop la televisión está llena de programas de dudosa calidad, la violencia campa a sus anchas en las calles, las grandes organizaciones lo controlan todo, y reina la corrupción. Se podría decir que esa distopía que muestra la película, se ha hecho realidad.
La película es una crítica feroz a la era Reagan, con el éxito a cualquier precio por bandera. Lo curioso es que es una película ideológicamente de izquierdas (los héroes son hombres de a pie como policías, y los villanos son yuppies de una gran empresa), pero con una carga reaccionaria, lo cual suele verse en el cine más típico de derechas (en películas como las de El justiciero de la ciudad o Commando por ejemplo).
Aquí los ejecutivos son los auténticos villanos, tiburones que no tienen problema de matarse entre ellos. La película equipara de una forma sutil e inteligente, que son tan despiadados como la banda de criminales de Boddicker, cuando Bob Morton dice sin inmutarse que la extirpen un brazo a Murphy para convertirlo en RoboCop, del mismo modo que Boddicker le arrancó uno de un disparo. Aunque lleven traje son tan criminales como aquellos delincuentes que llevan armas.
La venganza de Murphy es muy satisfactoria porque sabemos las cosas horribles que le hicieron Jones, Boddicker y su banda. Por eso cuando Emil se derrite en productos químicos, o RoboCop apuñala en el cuello a Boddicker, nos entran ganas de aplaudir porque el héroe acaba con ellos, y si es de la forma más sangrienta y dolorosa mejor.
Verheoven rueda que da gusto, y pese a que esta es su primera incursión en el cine de acción, parece que llevara rodadas media docena de ellas. La cámara cinética, el montaje claro gracias cual sabemos lo que sucede en pantalla, y sus cuidados encuadres, hacen de la película todo un ejemplo de como rodar cine de acción.
Es una maravilla como presenta a RoboCop por primera vez, primero vemos un fugaz plano del cyborg en una pantalla de televisión, después en  la comisaría pasa por detrás de una cristalera opaca, para después verlo a través de una verja, ya de cuerpo completo. La presentación no puede molar más.
Si RoboCop funciona en gran parte es por Peter Weller, que hace que nos creamos al cyborg, es increíble como se mete en el personaje, y como utiliza su cuerpo para darle vida, y tiene mérito porque es una interpretación muy física, ya que apenas usa su cara, y gran parte de la película esta oculta con un casco (el cual se quita en el tercer acto como símbolo de que ha recuperado su identidad humana).
La película trata, lo que es el corazón de la misma, es la historia de un hombre al que roban su identidad y su viaje para recuperarla. En la mejor escena de RoboCop, la del regreso del protagonista al que fue su hogar, encierra toda la película. Y cuando en la última escena , el Viejo le pregunta al protagonista quien es, éste sólo puede responder una cosa, "Murphy". Cuando dice esa frase, sabemos que su viaje ha concluido.
En esa idea de un cyborg en el que subyace algo del hombre que fue, la película guarda ideas muy interesantes, como la vida después de la muerte, o si se trata del alma de Murphy lo que sigue vivo dentro de esa máquina. Esto se refleja mediante sutiles detalles, cuando RoboCop suelta la frase, "Vivo o muerto vendrás conmigo", que Murphy solía decir. O cuando RoboCop hace girar la pistola tal y como hacía cuando era Murphy.
Esas ideas teológicas encajan bien en la película, porque para Verhoeven, RoboCop es un Jesús americano, un hombre al que matan, pero resucita días después. E incluso en el clímax en la acería camina sobre las aguas. En lugar de clavarle clavos en la manos, le disparan en ellas. Y en la escena de la gasolinera "Shell", ésta pierde la "S" para quedar la palabra "Hell". La película muestra la lucha del mal (Dick Jones es el Diablo) contra una figura mesiánica (RoboCop). Aunque no es parte importante de la trama, sí le añade una capa más al conjunto.
Pero Verhoeven no se olvida de cargar todo con un retorcido sentido del humor, que hace la experiencia mucho más divertida y disfrutable. Desde la inserción de falsos anuncios y noticiarios, que nos revelan como es el mundo de RoboCop (una idea tremendamente original), hasta momentos cómicos (ese ejecutivo que sale del baño meándose encima sabiendo que Dick Jones está oyendo la conversación de Bob Morton, o el violador que recibe un tiro en la entrepierna). Verhoeven rueda un asesinato como el del ejecutivo que es acribillado por el ED-209, y le mete tantos tiros (en la versión del director) que resulta hasta cómico.
El estilo de Verhoeven es hiperrealista, vemos las consecuencias de la violencia, y de cada disparo, no ahorra ni una gota de sangre, y de tan real y visceral que es, resulta exagerado. Es puro cómic.
RoboCop es una de las mejores películas de cómics, que no parten de un cómic. Una sátira envenenada a la era Reagan, que resulta muy divertida. Fue la entrada por la puerta grande de Verheoven en Hollywood, donde nos dio grandes alegrías. Hoy día ya es un clásico y una de las mejores películas comerciales de los ochenta. 

CURIOSIDADES
La primera escena que Peter Weller y Nancy Allen rodaron juntos, fue en la que Lewis ve a RoboCop por primera vez.
Antes de realizar la película, Neumeier y Miner trataron de convertir a RoboCop en un cómic para después hacer la película, pero no lograron convencer a Stan Lee.
Pese a los rumores, a David Cronenberg nunca llegaron a ofrecerle dirigir la película.
Los nombres de varios policías correspondían a famosos asesinos reales.
Jon Davison le puso voz al robot ED-209.
Jesse D. Goins (Joe Cox) improvisó la frase: "¡Maldita sea, me ha quedado sin munición!", en la escena en la que acribillan a Murphy.
Está incluida en el libro "1001 películas que debes ver antes de morir" de Steven Jay Schneider.
Tanto RoboCop (1987), Instinto básico (1992), Starship Troopers (1997), y El hombre sin sombra (2000), todas fueron películas dirigidas por Verhoeven que iniciaron franquicias, y ninguna de las secuelas fuer dirigida por el holandés.
El programa "It's Not My Problem" visto a lo largo de la película es una parodia de Benny Hill.
Rob Bottin le sugirió a Verhoeven que en la escena de presentación de RoboCop, lo ocultara para dotar a la escena de algo especial.
Construyeron un coche específico para RoboCop, pero cuando vieron que no conseguía entrar con el traje puesto, terminaron descartándolo.
El ladrón de la tienda de licores, antes de tratar de atracar la tienda,  coge un cómic de Iron Man de una estantería, más concretamente el número 142.
En la escena de la discoteca, para hacerles saber a todos los actores lo que quería que hiciesen,  Verhoeven se puso a bailar con ellos. Cuando la escena terminó, todos seguían bailando y el director de fotografía giró la cámara, y a modo de broma, grabó a Verhoeven bailando. El editor mantuvo ese momento, de ese modo, se puede ver por un instante a Verhoeven en la película.
El artista Rocco Gioffre se encargó de los espectaculares matte paintings de la película.
Joan Pirkle, consiguió el papel de la secretaria de Dick Jones, debido a que su novio (ahora marido) era Kurtwood Smith, y éste ayudó a que la contrataran.
Originalmente había prevista una persecución antes de que los villanos llegaran a la acería, pero a Edward Neumeier se dio cuenta que no era necesaria, y no llegaron a filmarla.
Durante la persecución en la acería, a uno de los coches se le sale un tapacubos disparado hacia la cámara. Esto no estaba planificado y el tapacubos pasó por encima de la cabeza del director de fotografía Jost Vacano.
En 1988, se estrenó la serie de dibujos animados RoboCop, que sólo constó de una temporada de doce episodios.
La película contó con dos secuelas directas, RoboCop 2 (1990) dirigida por Irvin Kershner, y RoboCop 3 (1993) dirigida por Fred Dekker.
RoboCop llegó también al cómic, comenzando en 1990, una serie bajo el sello de Marvel. Después protagonizaría otros comics bajo diferentes editoriales, como Dark Horse Comics o Avatar Press.
La frase de RoboCop a Lewis al final de la película, "Te recompondrán. Ellos arreglan todo", la escribió Peter Weller.

BIBLIOGRAFÍA
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Starlog Magazine (Nº 121)
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Starlog Magazine (Nº 157)
Starlog Magazine (Nº 223)
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Rob Bottin: A Wizard in the World of Special Effects (Los Angeles Times, 6 jun 1990)
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Wednesday, December 11, 2024

Nuestros maravillosos aliados

Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película.

Un grupo de vecinos a los que tratan de echar de su edificio, consiguen la ayuda inesperada de unos pequeños platillos volantes.

BATERÍAS NO INCLUIDAS
Steven Spielberg creó, en 1985, la serie Cuentos asombrosos, que encapsulaba en 30 minutos el espíritu de las películas de Amblin. Spielberg consideró que dos ideas para capítulos de la serie eran tan ambiciosas, que funcionarían mejor como películas de su sello. Una era "Ghost Kid" (que terminaría convirtiéndose en Ghost Dad (1990) fuera de Amblin) y la otra se titulaba "Gramps and Grammy and Company", que daría pie a Nuestros maravillosos aliados (*batteries not included, 1987), y cuyo guion para televisión había escrito el propio Spielberg.
El rey Midas de Hollywood le ofreció a Mick Garris, guionista de Cuentos asombrosos, la posibilidad de escoger cual de ambas historias quería convertir en un guion cinematográfico, y éste se decantó por "Gramps and Grammy and Company".
Garris escribió un primer borrador muy extenso, el cual redujo considerablemente en el segundo. Este segundo borrador fue el que consiguió luz verde para el proyecto. Garris llegaría a escribir un tercer borrador, antes de que entraran otros guionistas en el proyecto.
Spielberg escogió como director a Matthew Robbins, responsable de la maravillosa El dragón del lago de fuego (1981), guionista de Loca evasión (1974) de Spielberg, y director de uno de los mejores episodios de Cuentos asombrosos, "The Main Attraction", que co-escribió junto con Brad Bird (Los Increíbles).
"Lo pensé durante un par de semanas, para ver si había una manera de tomar una idea de formato corto y sostenerla, hacer que valiera dos horas de tiempo en pantalla," confesaba Robbins a la revista Starlog. "¿Había suficiente sustancia en sus huesos?"
Parece que sí la había, y Robbins volvió a hacer equipo con Brad Bird, y juntos reescribireron el guion de Garris. Se eliminó toda una subtrama del personaje de Hume Cronyn, tocando en una banda local amateur ideada por Garris.
Cuando fue necesaria una reescritura para ajustarse al presupuesto, Robbins y Bird estaban tan ocupados con la preproducción de la película, que se recurrió a otros guionistas, cayendo dicha responsabilidad en Brent Maddock y S.S. Wilson (Temblores), quienes estaban trabajando en Amblin, curiosamente en el guión de Ghost Dad. Fue el propio Spielberg quien les pidió que se encargaran de las revisiones, e hicieron una gran reescritura. Spielberg estuvo muy involucrado en el proyecto, presentándose en las reuniones de cada revisión de guion, y aportando continuamente ideas. En una ocasión, Maddock y Wilson no conseguían resolver una escena, y Robbins se trajo al guionista Walter Bernstein (Punto límite) para ayudarles. Bird llegó a confesar que en el guion final quedó poco de su material.

REPARTO
El matrimonio en la vida real compuesto por los actores Hume Cronyn y Jessica Tandy, dieron vida al matrimonio Frank y Faye Riley. Fue la octava película en la que ambos trabajaron juntos.
Tras llamar la atención en Un loco suelto en Hollywood (1986), Elizabeth Peña se hizo con el papel de Marisa Esteval, una de las habitantes del edificio. Sobre su participación en la película, Peña declaró a Los Angeles Times: "No fue el papel de mi vida, pero fue genial trabajar con efectos especiales. Intentar hablar con un lienzo en blanco durante seis meses, y ser atacada por criaturas que los especialistas en efectos especiales ni siquiera habían creado todavía. Es divertido."
Frank McRae (se llevó el papel del bondadoso Harry Noble), Dennis Boutsikaris (se hizo con el papel del artista Mason Baylor), y Michael Carmine (interpretó a Carlos, quien trata de echar a los residentes del edificio).

RODAJE
El rodaje comenzó el 20 de agosto de 1986, y se extendió hasta noviembre del mismo año. Rodaron los exteriores en Nueva York (durante tres semanas), y los interiores en los Universal Studios. Rodar en Nueva York supuso a la producción un coste de 3 millones de dólares.
El edificio epicentro de la película, se edificó en un solar casi vacío en el Lower East Side de Manhattan, más concretamente en el 815 de la East Eighth Street. Fue construido en pocas semanas con materiales como fibra de vidrio, andamios y madera contrachapada. El falso edificio sólo tenía tres lados. El diseñador de producción Ted Haworth llevó varios camiones llenos de escombros para cubrir el terreno y nivelarlo. El edificio era tan realista, que el departamento de sanidad recogió la basura que había dejado el equipo de la película en los contenedores delante del edificio. Hubo personas que entraban a preguntar para alquilar una habitación, o que querían tomar algo en el Riley's Cafe. Un representante del sindicato de fontaneros, se presentó en el lugar para averiguar porque no habían presentado los permisos correspondientes en el ayuntamiento.
Cuando el equipo se desplazó al Lower East Side, se topó con un grupo de activistas del barrio, y que alegaba que la película estaba explotando su hogar, que desperdiciaban dinero que mejor iría a edificios de personas sin hogar, y que tratarían con ligereza el problema de la ausencia de viviendas en la ciudad. Amblin donó una buena suma de dinero (al parecer de cinco cifras) a una iglesia local, como muestra de buena voluntad. Además la producción tenía previsto dar los materiales de construcción a los vecinos. Y se emplearon cerca de 200 extras, la mayoría gente del barrio.
Para rodar en un antiguo edificio de ladrillo del barrio, tuvieron que desalojar primero a los okupas que lo habitaban, y después no les quedó más remedio que reforzar los pisos, por el pésimo estado en el que se encontraba el edificio.
El equipo técnico de la película fue de diez. Los efectos visuales corrieron por cuenta de la Industrial Light and Magic, con Bruce Nicholson (En busca del arca perdida) como supervisor. El gran Ralph McQuarrie (La guerra de las galaxias) se encargó de hacer el diseño inicial de los pequeños platillos volantes, que fueron completados por Paul Huston (Exploradores). Gregory Jein (Encuentros en la tercera fase) fue el responsable de construirlos, y David Allen (El secreto de la pirámide) les dio vida usando diferentes técnicas.
Para dar vida a los pequeños platillos volantes, utilizaron principalmente marionetas de varilla, y también stop-motion, go-motion, además de utilizar otras técnicas como control de movimiento y pantalla azul.
Cuando Mason examina a la madre platillo con una lupa, y a ésta le sale un brazo que golpea la lupa, se utilizó una técnica de stop-motion llamada animación por reemplazo, en la que se crea una escultura tridimensional para cada plano de la película, en lugar de mover el modelo.
Y utilizaron stop-motion para la escena en la que el platillo padre corta una lata de Pepsi con un láser.
Fue Spielberg que instigó a ILM a que utilizaran en el set platillos volantes reales con los actores. Cuando terminaron la fotografía principal, gracias a rodar en cámara muchos de los efectos, 50 de los 175 planos con efectos estaban completos. Esto fue posible gracias a Tad Krzanowski, supervisor de modelos mecánicos de la película, que diseñó para la película una plataforma de alambres para mover miniaturas, con el que lograron filmar a los actores en vivo con los platillos. Este ingenio le dio a Krzanowski un premio Oscar al logro técnico.
La nota negativa del rodaje, vino al final del mismo, mientras desmontaban un set de rodaje en los Universal Studios, un hombre murió y otro resultó herido. Todo sucedió cuando ambos iba en un balde suspendido de una grúa de más de 13 toneladas, la cual se hundió a través del piso de madera contrachapada que estaba sobre un foso que había en el estudio de sonido. 
Originalmente estaba previsto que la película se estrenase en abril de 1987, pero después decidieron moverla a la navidades, una época más propicia para una película amable como Nuestros maravillosos aliados.
Robbins apostó por una publicidad que mostrara al público lo que iba a ver, lo contrario que hicieron otras dos películas de Amblin que no tuvieron buena suerte en la taquilla en el mismo año, El chip prodigioso (1987) y Bigfoot y los Henderson (1987), que adoptaron campañas más misteriosa en torno a la película, y tal vez eso condujo a que no fueran grandes éxitos. Drew Struzan se encargó de realizar el fantástico poster promocional de la película, que mostraba a las pequeñas naves.
La película llegó a las salas de cine en Estados Unidos el 18 de diciembre de 1987, y tuvo un correcto desempeño en la taquilla, recaudando 32.945.797 de dólares. Siendo su recaudación final a nivel mundial de 65.088.797 de dólares. Nada mal para una producción que había costado 25 millones.

VALORACIÓN
Nuestros maravillosos aliados es una de las películas más olvidadas de la Amblin de los ochenta, cuando se trata de una producción de lo más tierna y conmovedora. Spielberg una vez más, está detrás de una película con extraterrestres amistosos, y que pese no estar a la altura de E.T., el extraterrestre (1982), es un film que deja un buen sabor de boca.
A nivel guion, me gusta como utiliza el personaje de Carlos y su banda de maleantes, para presentar a todos los personajes de la película, mientras trata de pagarles para que se vayan del edifico. Una vez termina el arranque de la película, ya los conocemos a todos. Y resulta muy divertido como todos los vecinos se despiertan al día siguiente, y encuentran reparado todo lo que el día anterior estaba roto.
Tiene pequeños detalles que dotan a la película de una sensibilidad especial, como que Marisa guarde las pinturas que Mason tiró a la calle. Que sean Faye y Marisa, las dos mujeres las que presencien el "parto" de la platillo volante madre. Y la idea de máquinas que pueden reproducirse es muy original.
Pero el guión nunca llega a explotar todas las posibilidades que la historia guarda, que en ocasiones parece una sucesión de gags con los simpáticos platillos volantes como protagonistas. Es bastante simple en su desarrollo, cinco personas con problemas se topan con unos seres que les cambian la vida. Faye y Frank consiguen unirse de nuevo, y ella desbloquea ese estado de negación en el que se ve inmersa desde hace años, por la muerte de su hijo. Marisa y Mason encuentran el amor el uno en el otro. Y Harry logra abrirse tras vivir recluido en su piso. Los pequeños aliens no solo reconstruyen su edificio, también sus vidas. Incluso Carlos logra redimirse al final.
La moraleja de la película es bastante simple, si eres bueno te pasaran cosas buenas. Algo optimista y trasnochado, pero que en los tiempos cínicos que vivimos, es agradable encontrarse con una película con ese espíritu bonachón.
La película habla también del respecto por lo clásico, ya sea un edificio con una gran historia detrás, como a las personas mayores (los personajes de Hume Cronyn y Jessica Tandy). Resulta curioso ver una superproducción protagonizada por dos actores de tan avanzada edad. Incluso la música de James Horner retrotrae al pasado.
Y hay una crítica por el capitalismo salvaje, y habla sobre como sufren los que menos tienen por las decisiones de los más poderosos. Porque realmente Carlos no es el villano de la película, lo es quien le paga por echar a los vecinos, un magnate que quiere levantar en el solar una serie de rascacielos. La película consigue fácilmente que nos pongamos de parte de los vecinos.
Del reparto destaca la excelente Jessica Tandy, con un papel que es un caramelo para ella, como la trastornada, pero entrañable Faye (me encanta el momento en que Carlos está espiando su edifico con unos prismáticos, y se topa con ella mirándole también con unos prismáticos y saludándole). Y Michael Carmine hace un gran trabajo con un personaje como el de Carlos, que no es demasiado agradable.
Matthew Robbins está correcto detrás de las cámaras, y aunque tal vez los efectos visuales terminan adueñándose de la película, le aporta cierta sensibilidad (muy cercana a Spielberg).
Los efectos son tan buenos como cabría esperar de ILM, y el diseño de los pequeños platillos volantes no podría ser más encantador y original. Los cinco platillos se convierten en todos unos robaescenas. Es un acierto que no se de explicación de donde vienen, y porqué deciden ayudar a los vecinos. Y es genial su aparición final, con cientos de platillos más, para reconstruir el edifico que fue pasto de las llamas.
Y me encanta el plano final, con el pequeño edificio conviviendo con los nuevos rascacielos que han construido a su alrededor. Parece una imagen que podría haber inspirado Up (2009).
Aunque no llega a la altura de otros films de Amblin de la época como Regreso al futuro (1985), Los Goonies (1985) o El secreto de la pirámide (1985), es una película entrañable, que te hace pasar un buen rato, con una historia llena de buenas intenciones, y una nota optimista. No hay mucho más allá de la idea de que en la vida en ocasiones ocurren milagros, pero es un buen entretenimiento para el público juvenil, muy por encima del que se hace hoy día. Dejar que estos pequeños platillos entren en vuestras vidas durante un par de horas, será tiempo bien aprovechado.

CURIOSIDADES
Muñeco diabólico (Child's Play, 1988) originalmente se iba a titular "Batteries Not Included", pero cuando descubrieron que Spielberg estaba trabajando en una película con el mismo título, decidieron cambiarlo.
Ganó el premio Saturn a la mejor actriz (Jessica Tandy), y fue nominada en la categoría de mejor película de fantasía.
Mientras Harry corre por Nueva York en busca de los pequeños platillos, puede verse en la marquesina de un cine que anuncia La mosca (1986).
En la escena final de la película, puede verse entre la gente del barrio que observa el edificio al actor Luis Guzmán.
Todas las frases de Harry son esloganes de anuncios.

BIBLIOGRAFÍA
Cinefantastique Magazine (Vol 18 Nº 1)
Starlog Magazine (Nº 127)
An Interview with Mick Garris (IGN, 13 ene 2003)
Master Of Horror: La biografía oficial de Mick Garris (Abbie Bernstein, 2021)
Accident at Universal Kills Worker (Los Angeles Times, 30 nov 1986)
Hot Faces: Robert Downey Jr., Elizabeth Peña (Los Angeles Times, 25 jul 1987)
SciFiNow Magazine (Nº 128)
Disney`s Fairy-Tale Season at the Box Office (Chicago Tribune, 28 ene 1988)
Cinefex Magazine (Nº 34)
Eighth St. Encounters Spielberg (The New York Times, 2 sep 1986)

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Sunday, November 10, 2024

Máximo riesgo

"Recuerda mamón, no saques los brazos ni las piernas del vehículo en ningún momento."

Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película.

Una banda de ladrones, obligan a unos escaladores, a recuperar unas maletas que portan 100 millones de dólares.

LA JUNGLA DE HIELO
A mediados de los 80, el productor Gene Patrick Hines, vio un programa de televisión sobre escalada, y comenzó a interesarse por ese mundillo. Él y Jim Zatalokin trataron de convertir en un guión las historias que fueron recopilando. El problema es que no sabían como convertirlas en una película de acción. Como en aquel momento estaba de moda Jungla de cristal (1988), decidieron hacer que su película fuera "Jungla de cristal en una montaña". Para ello contrataron al escalador y escritor John Long, quien tomó como referencia su novela "Rogue’s Babylon", sobre la historia real de un avión que se estrelló en Yosemite, con casi 3.000 kilos de marihuana a bordo. El escritor sólo escribió un tratamiento y dejó el proyecto.
Ese tratamiento se envió a TriStar, donde trabajaba Michael France (GoldenEye) como analista de historias. El guionista escribió varios borradores más extensos con Hines. Pero al final France escribió el guión por su cuenta y lo vendió a Carolco, en 1991, por 900.000 dólares.
Harlin había estado a punto de rodar para Carolco en 1990, la superproducción "Gale Force", que había empezado siendo un thriller de suspense que tenía lugar durante un huracán, a un thriller erótico con tintes de Cayo Largo en medio de un huracán, tras una reescritura completa, obra de Joe Eszterhas. Harlin firmó por 3 millones de dólares para hacerse cargo de la película. Sylvester Stallone tenía un acuerdo por 10 películas con Carolco, y aceptó protagonizar "Gale Force". Pero tras haberse gastado 1,75 millones de dólares en diferentes reescrituras, y viendo que el presupuesto se iría hasta los 40 millones de dólares, Carolco decidió cancelar el proyecto a finales de 1991, en beneficio de otro proyecto, que no era otro que Máximo riesgo (Cliffhanger, 1993). Tanto Harlin como Stallone mantuvieron su acuerdo con Carolco, pero pasaron a realizar esta película en lugar de "Gale Force". Harlin mantuvo su sueldo de 3 millones.
Inicialmente Harlin, rechazó el guión de Máximo riesgo que le envió Mario Kassar, en febrero de 1991, ya que después de rodar La jungla 2: Alerta roja (1990), no quería hacer otra película con terroristas. Pero después los escenarios de la montaña le gustaron, y creyó que podría hacer algo diferente a lo que había hecho antes. "Después de La jungla 2: Alerta roja," declaraba Harlin al Washington Post, "estaba buscando otra película que pudiera darme el mismo tipo de emociones pero que me diera más en términos de personajes y relaciones." Y Máximo riesgo parecía perfecto para ello. Stallone reescribió el guión (llegando a escribir ocho borradores), pero según Harlin, el guión final se parecía mucho al original.
"Es un gran guión de acción, pero Sly le ha dado más corazón," contaba Janine Turner al The New York Times. Tantas fueron las aportaciones de Stallone al guión, que Carolco pidió a la Writers Guild of America un crédito para el actor como co-guionista, el cual consiguió tras un arbitraje.
No fue el único guionista que metió mano al guión, se sabe que Terry Hayes (Mad Max 2: El guerrero de la carretera) también realizó reescrituras. Está acreditado en el guión de rodaje, que data del 30 de marzo de 1992, aunque no consiguió el crédito como guionista finalmente.
El escritor Jeff Long declaró que la película tomaba como punto de partida su novela "Angels of Light", que se basaba en la misma historia del avión estrellado en Yosemite, que John Long utilizó para escribir "Rogue’s Babylon". Algo que Hines negaba.
Pero ahí no terminó el tema de la autoría del guión de Máximo riesgo. Poco después de comprar el libreto de France, Carolco recibió la visita de Hines y Zatalokin, que entregaron pruebas de que France no era al autor de la idea original del guión, y todo terminó en una demanda. Cuando Carolco compró el guión desconocía toda la historia que había detrás. Carolco demandó a France por incumplimiento de contrato y fraude, reclamando la devolución de los 262.000 dólares iniciales que le pagó al guionista, y otros 750.000 dólares por otros daños. Carolco llegó a un acuerdo con Hines y Zatalokin por 400.000 dólares y les dio el crédito de co-productores. Y John Long fue acreditado, indicando que la película se basaba en una premisa suya.
Carolco ya atravesaba por aquel entonces problemas económicos y acudieron a Sony para que aumentara la inversión prevista, Mike Medavoy dio el ok y Sony, a través de TriStar, puso 35 millones de su presupuesto, además de asumir los costes de marketing en territorio norteamericano.

REPARTO
Máximo riesgo significó para Stallone su regreso por todo lo alto, y es que el actor se lo jugaba el todo por el todo con esta película, no sólo su paso por las comedias Oscar ¡quita las manos! (1991) y ¡Alto! o mi madre dispara (1992), se saldaron con un fracaso de crítica y de taquilla, es que producciones como Encerrado (1989) o Rocky V (1990), tampoco habían funcionado como se había esperado. El actor cobró un cheque de 15 millones por dar vida a Gabe Walker.
La primera opción de Harlin para dar vida al villano principal Eric Qualen fue David Bowie. El director se reunió con el cantante en Nueva York, y aunque estuvo cerca de participar en la película, al final no pudo ser debido a tema de agendas. La segunda opción fue otro cantante, Brian Ferry, líder de Roxy Music. Harlin se reunió con él en Inglaterra, y después Ferry hizo una prueba en Los Angeles, pero no salió como esperaban y no fue elegido. Al final Christopher Walken fue seleccionado para interpretar al villano, pero poco antes de comenzar el rodaje dejó el proyecto. Fue entonces cuando recurrieron a John Lithgow, a quien habían contratado para dar vida a un villano secundario, y le dieron el papel de Qualen. A toda marcha tuvieron que definir el personaje, y determinar cual sería su nacionalidad, ya que el rodaje se les echaba encima. Muchas de las grandes frases de John Lithgow, como, por ejemplo, cuando mata a su novia, surgieron en el set. El actor disfrutó enormemente de su experiencia rodando la película. "Fueron cuatro meses en Italia y los Alpes italianos, y sólo trabajé un tercio del tiempo, así que fue un placer," contaba a Entertainment Weekly. El actor se pasaba los fines de semana esquiando en las Dolomitas, mientras vivía en un chalet en Cortina d’Ampezzo.
Michael Rooker se hizo con el papel de Hal Tucker, compañero de Gabe. "Pensé que era un gran personaje y un gran papel," declaraba el actor a Paste Magazine. "Hice lo mejor que pude para robar tantas escenas como fuera posible." Rooker admitió que la película le hizo ponerse en la mejor forma física de toda su vida.
Janine Turner, famosa en aquel momento por su participación en la serie Doctor en Alaska (1990-1995), fue contratada para dar vida a Jessie Deighan, compañera e interés amoroso de Gabe. La actriz terminó de rodar una temporada de la serie un día, para al día siguiente coger una avión rumbo a Italia, para filmar la película.
Caroline Goodall dio vida a la villana Kristel. La actriz conoció durante el rodaje a su futuro marido, el operador de cámara Nicola Pecorini.
Un agente se fijó en el británico Craig Fairbrass, tras verlo en la miniserie Principal sospechoso: Operación Nadine (1992), y se lo llevó a Los Angeles, donde tuvo varias reuniones. Una de ellas con la directora de casting de Máximo riesgo, Mindy Marin. Hizo varias audiciones para la película, pero Fairbrass volvió a Londres, y una vez allí, le dijeron que estaba en el proceso final, pero que debían hacerle una audición más, así que regresó a Los Angeles para esa última audición, y fue el propio Stallone quien le escogió para el papel de Delmar.
Michelle Joyner fue contratada para el papel de Sarah, y una condición sine qua non para darle el papel, fue que debía subir realmente a la montaña, para rodar la escena inicial de la película.
El resto del reparto lo formaron Rex Linn (como el traidor Richard Travers), Leon (dio vida al villano Kynette), Gregory Scott Cummins (hizo lo propio interpretando a Ryan), Max Perlich (se llevó el papel del paracaidista Evan), Denis Forest (encarnó a Heldon, otro de los hombres de Qualen), Paul Winfield (en el papel del agente del tesoro Walter Wright) y Ralph Waite (como Frank, compañero de Gabe).

RODAJE
El rodaje tuvo lugar entre el 11 de abril de 1992, y el 19 de agosto del mismo año. Aunque la historia acontece en las Montañas Rocosas de Colorado, Harlin las descartó por ser demasiado redondeadas, y de muy difícil acceso para el rodaje, y tras buscar localizaciones en diferentes lugares del mundo, al final se inclinó por las Dolomitas en Italia. Harlin y su equipo de ayudantes de escalada se pasaron varios meses planificando la película en las montañas. Algunos exteriores se rodaron en Durango (Estados Unidos) y los interiores se filmaron en los Cinecittà Studios (Roma).
Los exteriores de montaña se filmaron cerca de Cortina d’Ampezzo, aunque estaba previsto que rodaran en el lugar durante dos meses, al final estuvieron cuatro. El reparto y equipo eran transportados del campamento base a las localizaciones de la montaña en helicóptero. En lo alto de las montañas instalaron grandes carpas donde cobijar a las empresas catering, cuya comida era transportada en helicóptero.
Para tener todo atado de antemano, y teniendo en cuenta lo complejo que iba a ser el rodaje, Harlin hizo un storyboard de toda la película, llegando a tener cerca de 2.500 ilustraciones.
El escalador Bob Gaines fue contratado como oficial de seguridad. Además enseñó a Stallone y Rooker a escalar. El primero impresionó a Gaines por su increíble condición física, y el segundo se convirtió en un buen escalador, llegando a realizar varias escaladas en Joshua Tree a gran altura.
Se contrataron a expertos escaladores para que ayudasen a la producción, y se encargasen de la seguridad en las montañas, así como de hacer de dobles de los actores. Como Michael Weis, que fue contratado como coordinador de escalada. David Breashears fue operador de cámara y doble. Y Ron Kauk y Wolfgang Güllich fueron contratados como dobles de escalada. Güllich fue el doble de Stallone, y utilizó una máscara prótesica para parecerse más al actor.
Sly creyó que las escenas de montaña se realizarían con dobles y trucos, pero Harlin tenía en mente un aproximación más realista de la acción, de modo que cuando la estrella llegó por primera vez al set en Italia, y mientras miraban una imponente montaña, Harlin le dijo: "Ahí es donde está nuestro set." A lo que el actor preguntó: "Entonces, ¿quién va a subir allí?", y el director le respondió "Tú. Me miró y dijo: 'Debes estar bromeando. Tengo miedo a las alturas.'" Increíblemente no habían previsto esa contingencia, habían fichado a una gran estrella para rodar una película de escalada, y nunca le habían planteado que tendría que subir a grandes alturas. Pero al final Harlin consiguió que el actor se desplazara hasta las montañas y escalara. Primero el director hizo que Stallone le acompañara a lo alto de dos picos, que habían escogido como localización, y donde tenían instalado un cable para deslazarse entre ambos, Harlin se colocó una cuerda de seguridad, y se lanzó desplazándose entre ambos picos quedando colgado a gran altura. Para retarle, le dijo a Stallone que tenía que hacerlo también, subir a las montañas, sabiendo que Stallone, todo un duro del cine de acción, y con toda la gente alrededor que le miraba, no podría decir que no. Pero no lo haría de forma inmediata. Las primeras semanas el actor no realizó sus escenas de escalada en la montaña, siendo un doble quien las llevaba a cabo, y la estrella rodaba sus primeros planos en una pared en los estudios Cinecittà. Pero posteriormente pasó a hacer sus propias escenas de riesgo. Esto fue después de realizar una sesión de fotos promocionales para la película, donde escaló una montaña, Harlin le alentó de nuevo a realizar escenas de escalada en la película, el actor venció sus miedos y realizó algunas acrobacias personalmente.
Rooker también hizo algunas de sus propias escenas de escalada. En una ocasión, harto de esperar mientras no rodaba, se fue con el cámara David Breashears para que le filmara mientras hacía escalada. Al final de esas tomas rodadas por diversión, el director de segundad unidad, Philip C. Pfeiffer, escogió dos que quedaron en el montaje final.
A Breashears le pidieron que fuera el doble de Stallone para la escena inicial en la que escala un acantilado. Los otros dobles estaban ocupados, de modo que Breashears tomó el relevo. Rodaron dos tomas de él escalando desde un helicóptero, sólo para descubrir posteriormente, que no habían grabado nada por un problema con la cámara.
Rodar en lo alto de las montañas dificultó mucho las labores durante el rodaje. En ocasiones, se encontraban rodando a más de 3.000 metros de altura, y los actores y el equipo debían subir despacio para acostumbrarse a la altura. En una de las primeras subidas a esa altura, todos comenzaron a padecer el mal de altura, y tuvieron que bajarlos a 2.500 metros. Y el clima era muy cambiante y en el momento menos esperado hacia acto de presencia una gran tormenta. Además les costaba respirar a esas alturas. Tuvieron avalanchas e incluso olas de calor. Dos días antes de empezar a rodar se puso a nevar, y lo hizo durante dos semanas (Harlin antes de empezar el rodaje había ido a una iglesia a rezar para que nevara), pero la nieve se derretía y volvía a nevar, lo que hacía difícil la continuidad entre planos. Cuando se nublaba, se dirigían a zonas de menor altitud y menos problemáticas con el clima.
El segundo día de rodaje, filmando la escena en la que Stallone tenía que escalar sólo con unos pantalones y una camiseta, una gran ventisca hizo acto de presencia. El frío fue tan extremo que las cámaras se congelaron, la película en el interior se rompió y el equipo dejó de funcionar. Lo que también se congeló fue la comida, y no pudieron comer.
El peligro no sólo sucedía en la pantalla, Máximo riesgo tuvo un rodaje que pudo haberle costado la vida al reparto y equipo. En una ocasión, parte del equipo quedó abandonado en la cima de una montaña, y tardaron dos días en poder rescatarlos por causa del mal tiempo. Por suerte tenían comida y tiendas de campaña, y nadie salió herido.
En otra ocasión, hizo acto de presencia otra tormenta eléctrica cuando se encontraban en la cumbre de una montaña. Se desató sin previo aviso, y en el lugar habían instalado torres de acero para colocar las cámaras, que en medio de una tormenta se convirtieron en unos auténticos pararrayos. Los rayos comenzaron a impactar contra el suelo, y la gente menos experiencia en la montaña corría aterrada, mientras que los más expertos se agachaban esperando que la tormenta pasara. Un escalador fue alcanzado dos veces por un rayo, y casi se cayó por un barranco, aunque al final sufrió solo heridas leves. Una vez la tormenta se disipó, los sacaron a todos en helicóptero.
Tal vez la escena más recordada de la película sea su tensísimo arranque, la escena del salvamento por parte de Stallone a Michael Rooker y Michelle Joyner, que acaba con ella cayendo al fondo de un precipicio. Rodaron la escena en los Alpes italianos, y necesitaron tres semanas para organizarla. Y se utilizaron cuatro cámaras para inmortalizar la caída. La acrobacia la realizó la doble Gia Phipps, una experta escaladora, que mediante un cable de descenso (que sería posteriormente borrado digitalmente), cayó 160 metros (el precipicio tenía una altura de 300 metros). Primero ensayaron con un muñeco del mismo peso que Phipps, al que soltaron con el cable. Michelle Joyner hizo parte de la acrobacia en la que cae al vacío, llevaba dos arneses, uno que se debía romper en la escena y otro que realmente la aseguraba mediante un alambre oculto debajo de su brazo. Cuando el falso arnés se rompió y cayó, la actriz estaba asegurada a gran altura por tan sólo ese alambre. Fue tan aterrador para ella, que después no fue capaz de andar. Posteriormente completaron la escena en estudio, con la actriz de nuevo cayendo, pero esta vez en una bolsa de aire. Cuando Joyner llegó al estudio todos la aplaudieron por su valor a realizar tan increíble acrobacia.
Para la excelente toma inicial, en la que un helicóptero llega hasta Joyner y Rooker en una larga toma, necesitaban que ambos actores estuvieran en lo alto de la montaña, para ello tuvieron que llevarlos en helicóptero, para hacerles descender con una cuerda, y después anclarlos a la montaña con un arnés.
Para conseguir el excelente plano en el que disparan a Stallone en un acantilado, y la cámara va ascendiendo desde los villanos hasta el actor sin corte alguno, montaron la cámara en unos raíles y la movieron verticalmente, de esa forma creaban el efecto de que Stallone se encontraba a una gran altura.
El realizar sus escenas de riesgo le pasó factura a Sly, el 20 de julio de 1992, mientras rodaba el clímax de la película, en la que lucha contra John Lithgow en un helicóptero, que cuelga boca abajo de un acantilado, se cortó la mano derecha, y necesitó nueve puntos de sutura. Después de coserle la herida, volvió al trabajo en el estudio en noventa minutos, pero después la herida se infectó y el actor quedó fuera de juego durante una semana. En otra ocasión, rodando en estudio la escena en la que está nadando bajo el hielo, el agua salada que utilizaron le cegó, y entró en pánico al no poder encontrar la salida. Y rodando la escena inicial, en la que interviene un helicóptero, el viento casi lo tira, y para no caerse tuvo que agarrarse a una escalera in extremis.
Janine Turner también padeció en sus carnes las consecuencias de participar en una película de acción, recibiendo todo tipo de cortes y moretones, e incluso llegó a tener una conmoción cerebral.
Fue un rodaje duro para todos, Caroline Goodall se pasó 14 horas boca abajo en la nieve fingiendo que estaba muerta, mientras un helicóptero hacía las tomas sobrevolándola.
El presupuesto de la película se comenzó a disparar. El presupuesto inicial era de 47 millones de dólares, el mal tiempo provocó que la producción perdiera 14 días de rodaje, lo que repercutió en un aumento del presupuesto de aproximadamente unos 8 millones, la producción tenía un seguro contra el clima, por lo que se calcula que pudieron recuperar entre 5 a 7 millones por esta causa. Los problemas de liquidez de Carolco fueron tales, que la producción se tuvo que suspender en dos ocasiones porque la compañía no pagó al equipo. Fue necesario recaudar fondos para compensar el aumento presupuestario, por lo que varias fuentes pusieron 12 millones de dólares, entre ellas Canal Plus (Francia), Rizzoli (Italia), Pioneer (Japón) y el banco Credit Lyonnais (Francia). Algunas fuentes sitúan el presupuesto final entre los 67 y 73 millones (se considera que el presupuesto oficial es de 70 millones). 
Una vez resueltos los problemas económicos, aún quedaba por rodar una escena clave, la del robo aéreo, en la que uno de los ladrones se desplaza de un avión a otro en pleno aire. Con los problemas presupuestarios apremiando, el propio Stallone accedió a rebajar su sueldo en 2 millones para poder llevar a cabo la escena. Originalmente los productores decidieron descartarla, pero después de que Stallone pusiera el dinero siguieron adelante con ella, algo que sucedió cuando ya habían terminado el rodaje. Primero probaron con un muñeco, pero éste se perdió. La increíble acrobacia se hizo realmente por el especialista Simon Crane. Estuvieron ensayando en Inglaterra para que todo saliera bien antes de rodar la escena en Colorado (Estados Unidos). Aún así, en esos ensayos ocurrió un grave accidente, en un salto en paracaídas, a uno de los chicos de seguridad le colapsó el paracaídas y se rompió una pierna al impactar contra el suelo. Para realizar la acrobacia, Crane estaba atado a un cabrestante, y tenía otra cuerda que estaba atada a él, cuando salía del primer avión, no se deslizaba por la cuerda como da la impresión en la película, realmente los del segundo avión tiraban de él con la cuerda que llevaba atada. Llevaba un paracaídas oculto, y un traje especial para soportar las bajas temperaturas en las que se rodaría la acrobacia, y además portaba una cabeza y manos protésicas (las cuales dificultaban que pudiera llegar al paracaídas en caso de que algo saliera mal). La acrobacia final a punto estuvo de salir mal, los del segundo avión debían agarrar un peso para poder atraer a Crane hacia ellos, pero no lo hicieron y fue a parar debajo del motor, cuando Crane descendió hasta el avión se golpeó contra éste, y como no tenían agarrado el peso, Crane iba sin control, y terminó rebotando contra el techo, cuando iba directo al motor, el piloto se desplazó y Crane saltó en paracaídas. No fue necesaria una segunda toma porque el resto de la escena, con el ladrón entrando en el avión, se rodó en estudio, e hicieron que encajara con lo filmado con Crane. La acrobacia tuvo un coste de 1 millón de dólares, y entró en el Libro Guinness de los récords como la acrobacia aérea más cara de la historia.
Máximo riesgo hace gala de unos espectaculares efectos visuales. Utilizaron todo tipo de trucos, desde miniaturas, efectos ópticos, CGI, pantalla azul, proyección frontal y matte paintings. Boss Film Studios se encargó de la mayoría de efectos visuales de la película, con Neil Krepela y John Bruno a la cabeza como supervisores de efectos visuales.
Para la explosión del helicóptero, construyeron una réplica del aparato en escala 1:6, y construyeron una pared del acantilado en la misma escala usando espuma, yeso y madera. Incluso llegaron a crear un ingenioso modelo motorizado de Stallone a escala 1:6, que era controlado de forma remota, para el momento en que Gabe está agarrado a la escalerilla y el helicóptero cae.
Cuando rodaron la escena del robo del avión en Colorado, se hizo visible el desierto al terminarse las montañas, lo que no encajaba con la localización de la película, de modo que Boss Film Studios tuvo que reemplazar ese fondo por imágenes de montañas cubiertas de nieve.
En la escena de la cueva, en la que hacen acto de presencia un gran número de murciélagos, se añadieron posteriormente de forma digital por la empresa Video Image.
Trevor Jones fue contratado para componer la música para la película. Harlin le pidió que se pareciera a la que Jones había compuesto para El último mohicano (1992), de ahí las similitudes entre ambas partituras.
Tras ser presentada en el Festival de Cannes, el 20 de mayo de 1993, Máximo riesgo se estrenó en cines el 28 de mayo de 1993, y resultó ser un éxito de taquilla. En territorio norteamericano recaudó 84.049.211 de dólares (décima película más taquillera del año en Estados Unidos), y la recaudación final a nivel mundial fue de 255.000.211 de dólares (séptima película más taquillera del año).
Pese a ser uno de los grandes éxitos de 1993, Carolco apenas recibió beneficios de la recaudación en taquilla. Y sería el reflejo de porqué terminaría declarándose en bancarrota poco tiempo después.
Y como colofón, la película recibió tres nominaciones al Oscar en las categorías mejor sonido (Michael Minkler, Bob Beemer y Tim Cooney), mejor edición de efectos de sonido (Wylie Stateman y Gregg Baxter) y mejores efectos visuales (Neil Krepela, John Richardson, John Bruno y Pamela Easley). Premios que perdería frente a Parque Jurásico (1993).

ESCENAS ELIMINIDAS
En las ediciones de vídeo domestico se incluyen dos escenas eliminadas del montaje final. Son las siguientes:
1ª. "King's Leap": Después de que Qualen vuele el puente, había una escena en la que Gabe saltaba de un lado del acantilado al otro, con una cuerda atada a su espalda. Harlin decidió eliminarla porque parecía demasiado increíble.
2ª. "Ice Climb": Después de la escena de la avalancha, en la que Gabe se deshace de la primera maleta, escalaba la montaña, y antes de coronar, se encontraba con una zona de hielo con estalactitas que le dificultaban llegar a la cima. Harlin decidió eliminarla, de nuevo, porque la escena hacía parecer al personaje de Stallone demasiado sobrehumano, y además consideraba que no lucía de forma satisfactoria, ya que el acabado resultaba un poco cutre.

VALORACIÓN
Máximo riesgo es una de las mejores películas de acción de los noventa. Fue el regreso de Stallone por la puerta grande, cuando parecía que su carrera no tenía punto de retorno, la estrella volvió con una de sus mejores películas. Además coronó el año 1993 con otro gran éxito, el de la excelente Demolition Man.
Lo que hace funcionar a la película, es que te crees a los personajes, Hal odia a Gabe, pero cuando ve a su amigo en peligro trata de ayudarle. Toda la película trata del perdón, de Hal hacia su amigo, al que hace responsable de la muerte de su novia, y de Gabe hacia si mismo, por lo sucedido en dicha tragedia. Todo lo que les sucede a lo largo de la película les hace recuperar su amistad. Hal en el fondo sigue queriendo a Gabe, pero está dolido, cuando envían a Gabe a buscar la primera maleta, Hal le dice que cuando pueda se escape, y cuando momentos después oye que le matarán, alerta a Gabe de los planes de los villanos. Esos momentos entre la acción definen a los personaje y sus relaciones. Al enfrentarse a Qualen y sus hombres, provoca que Gabe vuelva ser el mismo de antes. Y obtiene su redención cuando salva a Jessie de caerse de la montaña, y se repite la misma situación del prólogo, con él agarrándola de la mano en el vacío, pero esta ocasión logra salvarla a la chica.
La película no podría empezar mejor, con esa escena de rescate que sale mal (que de paso es la mejor secuencia de la película). Te pone los pelos de punta, y hace que entiendas perfectamente al personaje de Gabe, y que no quiera seguir haciendo su trabajo como escalador. Tras esta escena sabemos que estamos ante algo grande. 
Pero después viene uno de los platos gordos, y unas de la cimas del cine de acción, la del robo en pleno vuelo. Lo más genial de ella, aparte de que la idea de partida es excelente, es que realmente hubo alguien que pasó de un avión a otro en el aire, y eso le da a la escena una cualidad de riesgo y espectáculo que no se transmite si se hace todo con efectos visuales (que la escena los tiene, pero sólo los necesarios).
La película es un no parar, las secuencias de acción se suceden una tras otra desde el espectacular momento del avión estrellándose en la nieve, la explosión del puente colgante, o ese genial clímax con el helicóptero colgando del acantilado.
Y una película es tan buena como su villano, y el Eric Qualen de Máximo riesgo es fantástico, nadie como John Lithgow para crear un villano memorable, ladino e inteligente. Es tal su presencia que llega a opacar a Stallone. Es sin duda uno de los grandes villanos del cine de acción de los noventa. Vale que funciona a base de one-liners, ¡pero qué one-liners! ("¿Quiere matarme verdad Tucker? Pues coja numero y póngase a la cola". "¿Sabes cual es el verdadero amor? El sacrificio". "Mata a unos pocos y te llamarán asesino. Mata a un millón y te llamarán conquistador.").
Otro que está fantástico es Michael Rooker, el guión lo beneficia, dándole grandes momentos, siempre tratando de ayudar a sus amigos, aunque ponga en peligro su propia vida.
El personaje de Gabe le sienta como anillo al dedo a Sly, un hombre atormentado que no para de recibir todo tipo de golpes y penurias a lo largo de la película (como le sucedía a Rambo), sólo que aquí es más humano y más normal. Y el que sea un alpinista justifica el gran físico del actor. Es uno de sus mejores papeles de los 90.
Tiene buenas ideas de guión, que Travers pase primero al avión, y no envíe antes las maletas, porque sospecha que sus compañeros de robo no le esperarían. Está muy logrado el continuo tira y afloja entre Qualen y Travers, vemos que no se fían entre ellos, y que pueden traicionarse en cualquier momento.
Aunque hay cosas que me chirrían, como que el personaje de Matheson, infiltrado en el avión, sospeche tan rápido que van a asaltarlo, su reacción es demasiado repentina, y no hay forma que los otros agentes se pongan de su parte. O que el personaje de Jessie no está lo suficientemente trabajado, y sea el más flojo de la película (provoca que los murciélagos desaten el caos en la cueva, prácticamente se queda quieta mientras Kynette le da una paliza a Gabe, y está ahí para que al final de la película la secuestre Qualen y el héroe tenga que rescatarla). Además los personajes de los dos jóvenes paracaidistas no aportan casi nada al relato, se podrían eliminar y no se echarían en falta.
Harlin nunca ha estado más inspirado. Sobre todo por su decisión de rodar realmente en la montaña, y reducir filmar en estudio todo lo que fuera necesario. Eso le da a la película una sensación de realidad, nos creemos que los actores lo están pasando mal, y que están sufriendo en esas condiciones adversas. Además de hacer la película visualmente mucho más atractiva (los paisajes de los Alpes lucen de miedo). Pero además rueda la acción con absoluta claridad de exposición. Y se marca algunos planos sensacionales como ese travelling hacia atrás para el momento en que Hal agarra por el abrigo a Gabe, y lo pone al borde de un acantilado. O ese plano ascendente de Stallone siendo tiroteado en un acantilado. El excelente plano de Gabe escalando una montaña, y como la cámara se va alejando hasta quedar como un ser diminuto. Como usa de forma acertada la cámara lenta para crear tensión, en la escena en la que la banda de Qualen trata de matar a los dos jóvenes. O el uso de un plano Vértigo, para el momento en que Travers se da cuenta que Gabe le ha engañado, con el localizador de la última maleta.
Y el clímax es uno de los mejores que se hayan visto en el cine de acción. Con el helicóptero quedando colgado de un precipicio, y Gane y Qualen luchando sobre él. Esto es terminar a lo grande una excelente película de acción.
Si se tiene un equipo con gente como el que trabaja en esta película, con semejante reparto, un director en estado de gracia, con Trevor Jones componiendo la música, con Alex Thomson como director de fotografía, Frank J. Urioste editándola, y con John Bruno al cargo de los efectos visuales, tiene que salir una gran película de entretenimiento.
Máximo riesgo es una de las cumbres del cine de acción de los noventa. Fue el regreso por todo lo alto de Stallone al cine que mejor sabe hacer, y lo hizo con uno de los mejores títulos de su carrera. Harlin nunca llegó a hacer después nada tan bueno. La película resultó ser literalmente una montaña rusa de emociones. Merece mucho la pena subirse a ella, y disfrutar durante casi dos horas de un continuo chute de adrenalina.

CURIOSIDADES
La película está dedicada al escalador Wolfgang Güllich, doble de Stallone, que murió el 29 de agosto de 1992, en un accidente de coche.
Fue la última película en la que que BOSS Film Studios, compañía de efectos visuales de Richard Edlund, realizó una composición fotográfica.
La película fue nominada a los premios Razzie en las categorías de peor película (Alan Marshall y Renny Harlin), peor actor secundario (John Lithgow), peor actriz secundaria (Janine Turner), y peor guión (Michael France y Sylvester Stallone).
Cuando el avión de los villanos se estrella, queda al bordo de un barranco, pero en el siguiente plano está en medio de un bosque.
El paracaídas de Evan es la bandera de Finlandia, país de origen de Renny Harlin.
Ace Ventura: Operación África (1995) parodia la escena inicial de la película.
En 1994, se anunció una secuela titulada "The Dam", que tendría a Gabe Walker enfrentándose con unos terroristas en la Presa Hoover. 

BIBLIOGRAFÍA
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