En la línea de fuego
Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película.
Frank Horrigan, agente del Servicio Secreto, no pudo salvar a Kennedy en 1963, ahora deberá evitar que un asesino mate al actual presidente.
TODOS LOS HOMBRES DEL PRESIDENTE
El productor Jeff Apple comenzó a darle vueltas a la idea de una película sobre el Servicio Secreto, basándose en un recuerdo de su niñez, cuando vio al presidente Lyndon B. Johnson acompañado de varios agentes.
En 1983, Apple decidió convertir su idea en película, y contrató a Ken Friedman para escribir el guion. Además Apple consiguió ayuda de Robert Snow, subdirector del Servicio Secreto, y que sería asesor técnico de la película, estando presente en el set. En esta primera versión del guion, no se incluía nada sobre Kennedy, y trataba sobre dos agentes del Servicio Secreto, uno mayor y torpe, y otro más joven. Año y medio después, con el guion ya terminado, comenzaron a moverlo por Hollywood hasta que llamó la atención de Michael Apted (El mundo nunca es suficiente). Dustin Hoffman se sumó al proyecto para protagonizarlo. Llegaron a un acuerdo con Columbia para hacer la película, pero un cambio en el equipo directivo del estudio, con David Puttnam nombrado nuevo presidente, fue el final del proyecto. Supuestamente había mal rollo entre Hoffman y Puttman desde los tiempos de Ishtar (1987), y el actor canceló su contrato con Columbia. Hoffman perdió el interés en realizar En la línea de fuego (In the Line of Fire, 1993). Apple trató durante dos años de levantar el proyecto, pero le fue imposible.
Scott Immergut, un ejecutivo de Hollywood Pictures, se interesó en el guion, pero le pidió una reescritura a Apple. En 1990, el productor recurrió a su amigo, el guionista Jeff Maguire para escribir un nuevo guion. En aquel momento, Maguire estaba a un paso de la bancarrota, y este encargo sería su salvación. Este guion incluiría la trama relacionada con JFK.
El guion de Maguire llamó la atención de Robert Redford, pero no pasó de ahí. El siguiente interesado fue Sean Connery, y Maguire reescribió el guion para adaptarlo al actor, y convertir el personaje principal en irlandés, pero finalmente Connery prefirió rodar Sol naciente (1993). Después Imagine Films le pidió a Maguire que convirtiera al protagonista en alguien más joven, pero como no funcionaría toda la trama de JFK, el guionista se negó a ello. Incluso se barajó la posibilidad de convertir el proyecto en una película para televisión con Tom Selleck de protagonista, pero Hollywood Pictures lo rechazó. Un amigo del guionista le entregó el guion a un director de casting, quien a su vez se lo hizo llegar a Jeremy Zimmer, agente de United Talent Agency, quien le dijo a Maguire que el guion tenía potencial. A los pocos días, Zimmer creo una guerra de ofertas, que tuvo lugar en abril de 1992, debatiéndose todo entre Castle Rock Productions y Paramount Pictures, siendo la primera la que se llevó el pato al agua dos días después, por una suma cercana a los 1,4 millones de dólares.
Castle Rock recurrió a New Line Cinema para financiar la película, pero ésta se echó atrás debido a su alto presupuesto. Después pasaron a Columbia Pictures, con la que Castle Rock tenía un acuerdo de distribución para Estados Unidos y Canadá, que financió y distribuyó la película.
Clint Eastwood entró pronto en el proyecto, el guion le llegó a través de su agente. Sólo un par de días después de la compra del guion, el agente del actor llamó a Castle Rock para expresar el interés de Eastwood en el proyecto. El guion le gustó, y llegó a plantearse dirigirlo él mismo, pero como acababa de rodar Sin perdón (1992), prefirió delegar ese puesto en otra persona. Y ese no fue otro que el alemán Wolfgang Petersen. A Eastwood le gustaban mucho El submarino (Das Boot) (1981) y La noche de los cristales rotos (1991) del director, y lo escogió para el proyecto. "Creo que a veces es más fácil para un extranjero, encontrar un punto de vista más objetivo y original para contar la realidad y el alma de nuestro país," explicaba Eastwood a la revista CIAK, sobre su razón de escoger a un director europeo para una película, a priori, tan norteamericana. Tras una reunión, se dio cuenta que Petersen estaba en su misma longitud de onda, y éste se hizo con el puesto. Tres semanas después de que Petersen recibiese el guion, la película entró en producción.
REPARTO
Clint Eastwood interpretó al agente del servicio secreto Frank Horrigan, a cambio de un cheque de 7 millones de dólares. Para dar vida al agente, Eastwood leyó libros, conoció a hombres del servicio secreto, vio varios documentales, cintas que el propio Servicio Secreto le envió, e investigó al agente Clint Hill, presente el día del asesinato de JFK. "Una de las razones por las que me interesó este papel, es porque quería entender al tipo de persona que recibiría una bala por alguien a quien quizá ni siquiera conoce o le cae bien," declaraba Eastwood a Los Angeles Times. "Es un tipo interesante."
Para dar vida al asesino Mitch Leary, se barajaron los nombres de Robert Duvall y Jack Nicholson. Eastwood incluso llegó a llamar personalmente a Nicholson. Pero el escogido fue John Malkovich, en la que fue su primera película comercial. Petersen se empecinó en conseguir al actor, quien se encontraba en Inglaterra para rodar una película con el alemán Volker Schlöndorff, quien aceptó retrasar su rodaje para que Malkovich pudiera participar en En la línea de fuego, siempre que Petersen rodara sus escenas con el actor antes de lo que tenía previsto. El actor aceptó el papel tras caerse otros dos proyectos que estaba tanteando. Y eso que la primera vez que leyó el guion no tuvo claro si podría interpretar a Leary, por ser una película marcadamente popular. El salario del actor fue de 1 millón de dólares.
Rene Russo interpretó a Lilly Raines, otra agente del Servicio Secreto, que inicia una relación sentimental con Horrigan.
Dylan McDermott dio vida a Al D'Andrea, el compañero de Horrigan. El actor había llamado la atención de las responsables de casting, Janet Hirshenson y Jane Jenkins, en una audición para La princesa prometida (1987), que le abrió las puertas a En la línea de fuego. Para prepararse para su papel, McDermott se unió a un equipo de seguridad del Servicio Secreto, llegando a participar en la protección de Hillary Clinton.
El resto del reparto lo formaron Gary Cole (como Bill Watts, en la piel de un arrogante agente del Servicio Secreto, superior de Horrigan), Fred Thompson (en el papel de Harry Sargent, jefe de gabinete de la Casa Blanca), John Mahoney (en la piel de Sam Campagna, director del Servicio Secreto), y Jim Curley (como el presidente de los Estados Unidos).
RODAJE
Con un presupuesto de 39 millones de dólares, el rodaje comenzó el 3 de octubre de 1992, y terminó el 11 de enero de 1993, lo que supuso un calendario de rodaje de 16 semanas.
Se utilizaron localizaciones de diferentes ciudades de Estados Unidos. En Los Angeles, filmaron en el "Biltmore Hotel" y en el "Westin Bonaventure Hotel & Suites". En Washington D.C., rodaron en la Casa Blanca, en el "Monumento a Lincoln", en la Avenida Pensilvania, en el "Washington Dulles International Airport" y en "Lafayette Park". En Maryland, en el "Flag Harbor Marina". Y en Denver en el "Civic Center Park". Los interiores se filmaron en los "Sony Pictures Studios", allí se construyeron los decorados del Air Force One (que tuvieron un coste de 250.000 dólares). La producción no tuvo que construir los decorados de la Casa Blanca, ya que utilizaron un set ya existente en los estudios.
El rodaje comenzó con una escena complicada, con la caravana presidencial yendo por la Avenida Pensilvania de Washington, D.C., con el coche presidencial custodiado por Eastwood. Para llevarla a cabo tuvieron que cortar durante todo un día la importante calle, algo que consiguieron por tener buenos contactos. Necesitaron componer la caravana con 50 coches, incluida la limusina presidencial, como no les prestaron la auténtica (la administración de George H. W. Bush no quiso ayudar a la producción), tuvieron que construir una, y llenaron la calle de miles de extras (muchos de ellos gritaban: "Clint presidente").
Aunque la Casa Blanca no quisiera participar en una película, el Servicio Secreto les prestó plena colaboración, de hecho, fue la primera película que contó con la total cooperación de esta agencia. Columbia estaba trabajando en otro proyecto sobre el Servicio Secreto, y tenía varias conexiones, además el guion llamó la atención de la agencia, todo esto sumado, ayudó a su participación. Esto fue muy importante para rodar algunas escenas claves. La película utilizó mítines de la campaña presidencial entre Clinton y Bush de 1992, para después de modificar las imágenes mediante CGI e insertar a Eastwood en ellas. El Servicio Secreto les permitió colocar sus cámaras durante dichos mítines, y posteriormente las compañías de efectos visuales Sony Image Works, RGA/LA y Cinesite se encargaron de insertar al protagonista en el metraje filmado. Llegando a tener un coste cercano a los 4 millones de dólares (cada fotograma costaba 300 dólares). Para la secuencia en la que se ve a un joven Eastwood acompañando la caravana de JFK, Eastwood consiguió que Warner Bros. les permitiera usar metraje de Harry el sucio (1971), para poder insertarle posteriormente en las escenas con Kennedy, además le cambiaron el corte de pelo con CGI. Utilizaron un mitin de Clinton, en el que añadieron digitalmente a más seguidores. Y en otro mitin de Bush, reemplazaron la cara del entonces presidente por la del actor Jim Curley, que da vida al presidente en la película, además cambiaron los carteles que indicaban el nombre de Bush por el eslogan "Cuatro años más". Eastwood filmó sus escenas en pantalla azul en un estudio.
Una vez comenzó el rodaje, hubo presiones por parte de ejecutivos del estudio para realizar cambios (al parecer querían potenciar la acción de la película), Eastwood tuvo que intervenir para que les dejarán seguir adelante con el guion que todos habían aprobado. Sí aceptaron algunas de las sugerencias de Columbia, como hacer que Horrigan y Raines fueran más activos en las escenas que ocurren previas al desenlace de la película.
Pese a su imagen de actor reflexivo y complejo, Malkovich acostumbraba a bromear detrás de las cámaras. En una ocasión, casi consiguió que Rene Russo que meara de la risa imitando a su madre.
Viendo sus dotes de actor, Petersen animó a Malkovich a que improvisara. Éste lo hizo en la escena en la que mata a D'Andrea, metiéndole una segunda bala al agente.
Los mejores momentos de la película son las conversaciones telefónicas entre Horrigan y Leary. Petersen decidió que aunque sólo filmase a un actor de cada vez, Eastwood y Malkovich hablaran realmente por teléfono. En otro momento de improvisación por parte del protagonista de Las amistades peligrosas, durante la conversación en la que grita: "¡Muéstrame algo de jodido respeto!", pilló a Eastwood por sorpresa al gritar al final de la llamada, y la reacción de éste fue de lo más auténtica.
Y otra improvisación de Malkovich, le dio a la película uno de sus mejores momentos. El último día de rodaje, terminaron de filmar la persecución por los tejados en Los Angeles, la mayor parte de la misma la habían rodado cuatro meses antes en Washington, D.C., durante la primera semana de rodaje. En el clímax de la misma, Horrigan se queda colgando de un edificio y Leary trata de salvarlo, el agente le encañona con su pistola, pero para sorpresa de Eastwood, Malkovich se salió del guion y la metió en su boca. Eastwood rompió en una carcajada. Para rodar en Washington, D.C., tuvieron que reforzar todos los techos de los edificios por seguridad, porque se encontraban en un estado lamentable. Eastwood quiso rodar personalmente sus escenas de riesgo (menos los saltos entre edificios), realmente permaneció colgado del edificio con la única ayuda de un arnés bajo la ropa.
Para la escena íntima que comparten Eastwood y Russo, ambos decidieron que comerían ajo (una práctica habitual entre actores), antes de rodar la escena para contrarrestarse mutuamente.
John Bailey fue el director de fotografía de la película, quien se centró en las conversaciones telefónicas como si de una película dentro de la película se tratasen.
Petersen pudo contar con la gran editora Anne V. Coates (Lawrence de Arabia) para montar su película. El director estaba entrevistando a varios editores, pero gracias al agente de Coates, ella pudo hacerse con el puesto. Lo que más interesante le pareció de su trabajo, fueron las conversaciones telefónicas, las cuales fueron complicadas de editar porque no tenía mucho material con el que trabajar. Curiosamente una de las escenas más difíciles de montar, fue la conversación en las escaleras del "Monumento a Lincoln" entre Horrigan y Raines. Eastwood acostumbraba a cambiar sus diálogos, y nunca los decía exactamente igual de una toma a otra, eso sumado a que ambos personajes están comiendo helado, dificultaba donde hacer los cortes, y trajo de cabeza a la montadora.
La película se estrenó en Estados Unidos el 9 de julio de 1993, acompañada de críticas entusiastas, y se convirtió en un éxito de taquilla recaudando 102.314.823 de dólares (séptima película más taquillera en territorio norteamericano), siendo la recaudación final a nivel mundial de 176.997.168 de dólares (undécima película más taquillera del año).
Las buenas críticas fueron el anticipo de las tres nominaciones al Oscar que recibiría, en las categorías de mejor actor secundario (John Malkovich), mejor guion original (Jeff Maguire) y mejor montaje (Anne V. Coates).
VALORACIÓN
En la línea de fuego es uno de los mejores thrillers creados en Hollywood durante los noventa. El guion está más trabajado de lo habitual en este tipo de producciones, los actores parece que hayan nacido para dar vida a sus personajes, y está dirigida de forma precisa por un director de talento.
Es el mejor trabajo del gran Wolfgang Petersen en su etapa americana. Pocos directores son un valor seguro a la hora de encargarse de una superproducción, Alemania se le quedó pequeña, y el paso lógico en su carrera era dar el salto a Hollywood, donde destacó rodando blockbusters como nadie. Es un narrador nato y este film es una demostración de ello, tanto resuelve una escena de acción (la persecución por los tejados), una de tensión (la escena del ascensor) o una íntima (todas las conversaciones telefónicas), siempre de la forma más eficaz posible.
Horrigan le sienta como anillo al dedo a Eastwood. Es uno de los mejores papeles del astro de los noventa. Un agente que vive atormentado por no evitar la muerte de Kennedy, y como vuelve a revivirlo todo con la aparición de Leary, y un nuevo intento de asesinato presidencial. Atrapar al asesino y salvar al presidente le redimirán.
El que destaca por encima del resto es John Malkovich, quien con Mitch Leary, crea uno de los mejores villanos de la historia del cine. Su camaleónico Leary es un disfrute, y el actor roba cada escena en la que aparece. La película lo muestra siempre lo justo, oculto en las sombras, al otro lado de un teléfono o con un disfraz, pero notamos siempre su presencia. Y resulta terrible cuando entra en acción, como cuando mata a las dos mujeres en su casa o a los dos cazadores.
Lo mejor de la película no son las escenas de acción, son las conversaciones telefónicas entre Horrigan y Leary, y esa extraña relación que se crea entre ellos. Lo brillante de la película, y en lo que es un ejemplo de guion, es como crea una rivalidad entre el héroe y el villano, que pese a no verse prácticamente las caras hasta su enfrentamiento final, se van creando una serie de encuentros a lo largo de la película, muchos telefónicos y alguno físico (la escena de la azotea), para de esa forma crear una relación entre ellos y forjar su enemistad. Es un ejemplo de como debe hacerse, y que debería figurar en todos los manuales sobre escritura de guiones.
La película habla del desencanto de la sociedad americana, siempre viéndose reflejada en los sesenta, con la muerte de Kennedy como punto de inflexión, como si todo fuera a peor después de ese acontecimiento. Horrigan es un dinosaurio, un fantasma de tiempos pasados, que se resiste a desaparecer, un recuerdo al mismo tiempo de esos tiempos mejores y de cuando todo se fue al garete.
También habla del valor, durante toda la película se cuestiona si Horrigan recibiría una bala por el presidente, el agente no reaccionó en Dallas en 1963; en la escena de la azotea no se decide a disparar a Leary, sabiendo que sería el fin de la amenaza; y sólo en el atentado al final de la película verificamos que sí lo haría. Esa bala que recibe, le redime, y pone fin a la culpa que siente. Se cierra el circulo.
La película no olvida tener sentido del humor, como el momento en que después del coitos interruptus con Raines, Horrigan suelta: "Diablos, y ahora tengo que volverme a colocar esa mierda, ¡maldita sea!" La broma que le gastan a Horrigan, avisando a un equipo de emergencia de que le ha dado un infarto. O ese momento en que Raines se aleja de Horrigan, y éste dice que si se gira es que le interesa, cosa que ella hace.
La mejor escena de la película es la escena de la azotea, con Horrigan colgando de un edificio, y cuando está a punto de caer, es salvado por Leary, Horrigan saca su arma, y Leary le alienta a matarlo, así salvaría al presidente, pero a cambio Horrigan moriría, el desafío llega a su cenit cuando Leary coloca su boca en el arma del agente. Horrigan no logra matarlo, y todo culmina con el villano matando al compañero de Horrigan. Esto provocará una mayor enemistad entre ambos, convirtiéndolo en algo personal, cuando irónicamente Leary le salvó la vida. En sólo esta escena se definen a los personajes, y se desarrolla su relación.
Y hay otra escena que me parece brillante, la escena final en el ascensor, con Eastwood dando las ordenes mediante su micro oculto, sin que Leary lo sepa, y como consigue acabar con Leary de esa forma. La escena es tan buena que Petersen la repetiría en Air Force One.
La película es brillante hasta el final, con esa coda de Horrigan llegando a su apartamento con Raines, y encontrándose en el contestador un mensaje, que el fallecido Leary le dejó. El mal nunca muere.
La película se sumó a JFK: Caso abierto (1991), de recuperar el recuerdo de Kennedy en el cine, a comienzos de los noventa.
En la línea de fuego sigue siendo tan disfrutable hoy, como el día de su estreno. Un thriller emocionante y tenso, que como Horrigan, envejece como el buen vino. Es ese tipo de producciones que sólo Hollywood sabe hacer, y que no siempre consigue realizar, es como atrapar un rayo en una botella. Es un juego entre el gato y el ratón como no ha habido otro igual. Si no la habéis visto, os recomiendo que pongáis en vuestra línea de fuego esta película.
CURIOSIDADES
El guionista Jeff Maguire tiene un pequeño papel como un agente del Servicio Secreto.
El presidente Bill Clinton se convirtió en fan de la película.
Fred Thompson, que da vida al jefe de gabinete de la Casa Blanca, se convirtió en senador de los Estados Unidos.
Dylan McDermott volvería a interpretar a un agente del servicio secreto en Objetivo: La Casa Blanca (2013), aunque uno diametralmente opuesto.
Una escena de la película tiene lugar en el Air Force One, cuatro años después Wolfgang Petersen realizaría Air Force One (El avión del presidente) (1997).
Nunca se menciona el nombre del presidente, siempre se refieren a él como "Viajero".
Primera película de Clint Eastwood desde Fuga de Alcatraz (1979) en no ser distribuida por Warner Bros.
BIBLIOGRAFÍA
With 'Line of Fire,' Writer Discovers Ending for Hollywood-Failure Story (The New York Times, 20 jun 1993)
Corruption, Heroism and America : German director Wolfgang Petersen set out to distill the essence of our country and its heroes and villains in a political assassin thriller (Los Angeles Times, 4 jul 1993)
A look inside Hollywood and the movies : ‘Line of Fire’ Gives Crowd Control a New Meaning (Los Angeles Times, 11 jul 1993)
Columbia Pictures bankrolled the Castle Rock production, but there is disagreement over just how much creative credit the studio can claim (Los Angeles Times, 13 jul 1993)
In the Line of Fire bad guy John Malkovich is so good it's criminal (Entertainment Weekly, 6 ago 1993)
Hollywood Flashback: When Clint Eastwood Saved the Day (The Hollywood Reporter, jul 2024)
CIAK Magazine (sep 1993)
Impact Magazine (Nº 46)
Why Dylan McDermott Is Ready to Go Back to Playing the Good Guy (Backstage, 5 oct 2022)
Interview: 'Olympus Has Fallen' star Dylan McDermott (Bring Me The News, 21 mar 2013)
Aim for the heart: The films of Clint Eastwood (Howard Hughes, 2009)
ART OF THE CUT with legendary Oscar-winning editor, Anne Coates (Provideo Coalition, 25 jun 2016)
Cutting Edge: A conversation with film editor Anne V. Coates (Flickering Myth, 24 ago 2011)
Matthias Stork interviews John Bailey (Press Play, 9 ene 2012)
Sight and Sound Magazine (sep 1993)
Labels: cine 90's, películas de culto