Juegos de guerra

"El único movimiento para ganar, es no jugar".

David Lightman es un joven experto en informática, que busca un nuevo juego con el que evadirse, sin saberlo conecta con el WOPR, ordenador responsable de control armamentístico de los EEUU, David creyendo que juega a la "Guerra termonuclear mundial" inicia una partida con el ordenador, pero el WOPR considera el juego como algo real y desencadena una posible tercera guerra mundial, sólo David puede evitarlo.

Juegos de guerra (1983) es una de las mejores películas juveniles de los 80 y de las pocas que presentan un planteamiento adulto enfocado al público joven. El film nos mete de lleno en los peligros del poder nuclear y en el sinsentido de las naciones por poseerlo, mostrando una ficción (más cercana a los tiempos de la guerra fría) de las consecuencias más terribles que se pueden alcanzar. Añadiendo otro apunte interesante, dejar en manos de los ordenadores decisiones que sólo deberían tomar los humanos. Pero como se suele decir, en ocasiones la realidad imita a la ficción, y el 26 de septiembre de 1983 se produjo el famoso "Incidente del equinoccio de otoño", una situación muy parecida a la que narra la película. La URSS detectó como los EEUU disparaban sobre ellos 5 misiles, la respuesta en estos casos es devolver el fuego usando armas nucleares, pero la astucia del teniente coronel Stanislav Petrov, militar a cargo del centro de mando de la inteligencia militar soviética, evitó una guerra mundial, consideró que era incongruente que los EEUU iniciasen una guerra lanzando tan solo 5 misiles, siendo todo un posible error informático, decidió esperar y de esa forma demostró tener razón.

El film es una entretenida historia de aventuras, aumentando su atractivo al presentar al gran público (sobre todo en su estreno) el interesante mundo de la informática. Tal vez es en este aspecto donde la película ha envejecido mal, la historia acontece en una época donde los ordenadores se llaman computadoras y en que la palabra internet es todavía desconocida. Pero la base de la historia sigue vigente en el día de hoy, frecuentemente vemos por televisión como distintos países intentan hacerse con el poder nuclear (me vienen ahora a la cabeza Irán y Corea del norte). Aunque el joven protagonista puede provocar una guerra mundial, los verdaderos responsables de ello son los políticos y militares por su persecución de un mayor poder armamentístico basados en ideas fascistas y paranoicas, la película denuncia ese hecho y éste sigue siendo un argumento muy válido. Además conlleva una importante carga moral mostrada al final de la película, el ordenador del WOPR llega a comprender que en la guerra nunca hay vencedores, si un ordenador puede comprenderlo, tal vez puedan hacerlo también los humanos.

El film es lo que se puede llamar un trabajo artesanal, un gran equipo de técnicos y actores aportando su profesionalidad, para conseguir con la suma de todos sus trabajos, el mejor resultado posible. La película no intenta ser una obra maestra, sólo un entretenimiento eficaz y eso lo consigue de sobras. Cada parte artística de la película funciona perfectamente, empezando por el elaborado guión de Lawrence Lasker y Walter F. Parkes, quienes hablaron con diferentes piratas informáticos y expertos en seguridad para documentarse. Los actores están todos correctos, cayendo el peso de la película sobre los hombros de Matthew Broderick, quien sabe aguantar el tipo pese ser su segunda película como actor. La dirección artística es excelente, de hecho el decorado del NORAD fue el más caro de la historia en su momento, costó 1 millón de dólares y dado que los productores nunca tuvieron acceso al verdadero centro del NORAD, no les quedó más remedio que imaginárselo, descubriendo tiempo después, que el verdadero NORAD no era tan elaborado como el de la película.

El director, John Badham, siempre ha sido un buen artesano, en los comienzos de su carrera realizó sus mejores trabajos; Fiebre del sábado noche (1977), Drácula (1979) y El trueno azul (1983); aquí resuelve su función con oficio y buen hacer, imprimiéndole el ritmo preciso a la historia y sin utilizar excesos visuales innecesarios. Inicialmente el rodaje comenzó con Martin Brest como director, pero fue despedido a los pocos días siendo sustituido por Badham, éste decidió cambiar el estilo fotográfico de la película, aunque conservó varios planos filmados por el anterior director, si uno se fija en el formato de la pantalla se puede saber que planos rodó Brest, entre ellos, cuando Lightman se dirige al NORAD en jeep, cuando Lightman y Jennifer suben corriendo a un barco o la secuencia completa de Jennifer llevando a Lightman en moto a su casa (observad el marco derecho de la imagen inferior, todos los planos filmados por Brest tienen una franja negra en sentido vertical).

La película fue un gran éxito en su momento, llegando a recaudar en los EE.UU. 74.433.837 dólares, partiendo de un presupuesto de 12 millones. Rápidamente se convirtió en una película de culto, poniendo muy de moda la cada vez más en auge informática. No había niño de la época que no soñara con cambiar sus notas por ordenador después de ver la película. Pero a otro nivel, el número de intrusiones en sistemas ajenos aumentaron de forma considerable después del estreno del film, despertando la preocupación de los gobiernos por el tema, los cuales tomaron las primeras acciones legales para frenar estos actos.

La película consiguió tres nominaciones al Oscar, mejor guión original (Lawrence Lasker y Waltert F. Parkes), sonido (Michael J. Kohut, Carlos DeLarios, Aaron Rochin y Willie D. Burton) y fotografía (William A. Fraker), no logró ganar ninguno.

Curiosidades:

El ordenador del protagonista es un IMSAI 8080 (de 8 bits y con 1-4K de RAM), el monitor es un Electrohome de 17 pulgadas, el teclado es un IMSAI IKB-1, el módem es un Cermetek 212A, el tipo de disquete es de 8 pulgadas y la disquetera es una IMSAI FDC-2.

En la versión original, la voz de la grabadora que David encuentra en la sala médica es del director John Badham, al igual que la voz que se oye cuando el personaje del Dr. Stephen Falken habla desde su helicóptero.

La escena del jeep estrellándose en la entrada del NORAD sucedió realmente, en el guión el jeep debía llegar hasta la puerta del NORAD atravesando el túnel, pero les gusto la toma y decidieron incluirla en la película.

Es la primera película que uso la palabra "firewall" por primera vez.

El ordenador que usa Matthew Broderick en su cuarto estaba programado de tal forma que no importaba que teclas pulsase, el ordenador siempre mostraba en pantalla las palabras correctamente escritas.