Friday, February 17, 2023

El bueno, el feo y el malo

"El mundo se divide en dos categorías, los que tienen revolver cargado y los que cavan. Tú cavas."

Este artículo contiene spoilers, no leer si no se quiere conocer partes esenciales de la trama de la película.

Tres forajidos buscan durante la guerra de Secesión, un botín de 200.000 dólares en oro.

POR UN TERCER PUÑADO DE DÓLARES
Durante una reunión en Roma, en la que vendieron a la United Artists los derechos de distribución de La muerte tenía un precio (1965), varios miembros del estudio, entre los que se encontraba Arnold Picker, presidente de operaciones internacionales, le preguntaron a Sergio Leone (director), Alberto Grimaldi (productor) y Luciano Vincenzoni (guionista), cual sería su siguiente película, ya que querían prolongar su colaboración. Los tres se quedaron en blanco, ya que no tenían ningún proyecto entre manos, y fue Vincenzoni quien improvisó una respuesta, explicando que se trataría de la historia de tres bandidos que buscan un tesoro durante la Guerra Civil Americana. Cuando le preguntaron cuanto costaría, Vincenzoni les respondió que 1 millón de dólares, y a la gente de la United le pareció correcto. Así llegaron al acuerdo, por el cual Vincenzoni se llevó un jugoso porcentaje y la United Artists por su parte, a cambio de su inversión percibiría el 50% de la recaudación fuera de Italia. El bueno, el feo y el malo (Il buono, il brutto, il cattivo, 1966), que terminaría costando 1.300.000 dólares, comenzaba a cabalgar.
Aunque tiempo después, Leone dio una versión diferente de la autoría del proyecto, anotándose el tanto de su origen. "Ya no me sentía presionado para ofrecer al público una película diferente," explicaba el director en el libro Sergio Leone: Something To Do With Death de Christopher Frayling. "Ahora podía hacer exactamente el tipo de película que quería. Fue mientras reflexionaba sobre la historia de La muerte tenía un precio, y lo que la hizo funcionar, sobre los diferentes motivos de Van Cleef y Eastwood, cuando encontré el centro de la tercera película. Siempre había pensado que lo 'bueno', lo 'malo' y lo 'violento' no existían en un sentido absoluto, esencial. Me pareció interesante desmitificar estos adjetivos en el marco de un western." Y además declaró que lo que le interesaba en la película también era, "mostrar lo absurdo de la guerra. La Guerra Civil con la que se encuentran los personajes, en mi marco de referencia, es inútil y estúpida, no implica una 'buena causa'."
Gracias al acuerdo con los americanos, la Produzioni Europee Associate (PEA) de Grimaldi, pudo producir la película en solitario, a diferencia de con Por un puñado de dólares (1964) y La muerte tenía un precio (1965), que habían sido co-producidas con España y Alemania.
Vincenzoni y Leone escribieron en tan solo 11 días el guión de "I due magnifici straccioni" (como se conoció inicialmente a la película, cuya traducción sería "Los dos magníficos harapientos"), con la ayuda del dúo Age y Scarpelli (ápodos de Agenore Incrocci y Furio Scarpelli). Pero Leone quedó muy descontento con el trabajo de estos dos últimos. Para completar el guión tuvo que recurrir a escritores fantasma, siendo el principal de ellos Sergio Donati, algo que ya había hecho en La muerte tenía un precio (1965). Donati estuvo muy involucrado en la película, y trabajó codo con codo con Leone aproximadamente durante 8 meses, aunque no fue acreditado como guionista.

REPARTO
Tras haber trabajado juntos en Por un puñado de dólares y La muerte tenía un precio, Leone quiso contar de nuevo con Clint Eastwood para dar vida a Rubio, el "bueno" de los tres personajes principales. La serie Cuero crudo (1959-65) protagonizada por el actor acababa de terminar, y tenía la agenda libre, pero inicialmente fue reticente de aceptar la oferta de Leone (y según Vincenzoni en caso de no aceptar, el director tenía en mente a Charles Bronson como sustituto). El director viajó a California para tratar de convencerle, algo que consiguió gracias a un acuerdo de lo más lucrativo, el actor pasó a cobrar un sueldo de 250.000 dólares y un 10% de los beneficios netos en los países occidentales, lejos estaban los 15.000 dólares que había cobrado dos años antes en Por un puñado de dólares (1964), y eso que los dos primeros spaghetti westerns que había rodado con Leone, aún no se habían estrenado en Estados Unidos.
Para interpretar a Tuco, el "feo" del trío protagonista, Leone consideró a Gian Maria Volontè, con el que había trabajado en Por un puñado de dólares (1964) y La muerte tenía un precio (1965). Pero el director consideró que necesitaba a un interprete con un talento cómico innato. Y se fijó en Eli Wallach en La conquista del Oeste (1962). El actor recibió una llamada de su agente con la propuesta de participar en un spaghetti western, y se reunió con el director en los estudios de la Paramount, quien para convencerle de que trabajase en la película, le mostró La muerte tenía un precio (1965). Según contaba el actor, a los cinco minutos de película, aceptó trabajar con Leone. Para componer a Tuco, el actor tomó prestada la forma de vestir de Leone, quien utilizaba tirantes y cinturón. Por su parte Leone, no quería que Tuco llevara el revolver en una funda, prefería que lo llevara colgado de una cuerda alrededor del cuello. Quiso demostrarle como debía hacer para atrapar el arma con un giro de sus hombros, pero al hacerlo no cogió la pistola al vuelo, y ésta le golpeó en la ingle. Después de lo sucedido, Leone le dijo que mejor la llevara metida en el bolsillo.
Y para el papel del tercero en discordia, el "malo" Sentencia (que el guión original era llamado "el hombre de negro"), originalmente Leone quiso a Charles Bronson, pero el actor había firmado para rodar Doce del patíbulo (1967), así que quedó descartado. Después le ofreció el papel a Lee Van Cleef, con quien había trabajado en La muerte tenía un precio (1965). El actor cobró un cheque de 40.000 dólares, una mejora respecto a los 17.000 dólares que había ganado por su anterior película con Leone.
El resto del internacional reparto fue compuesto por Aldo Giuffrè (como el alcohólico capitán de la Unión), Luigi Pistilli (en la piel del Pablo Ramirez, hermano de Tuco), y Rada Rassimov (en el papel de Maria). Y al rodarse en España, la película contó con actores originarios del país como Antonio Casas (Stevens), Sergio Mendizábal (cazarrecompensas), Antonio Molino Rojo (capitán Harper), Lorenzo Robledo (Clem), o Frank Braña (cazarrecompensas).

RODAJE
El rodaje tuvo lugar entre abril y julio de 1966, trece duras semanas que exigió lo máximo de todos los responsables. Se rodó en diferentes localizaciones de España, más concretamente en Tabernas (donde se volvió a utilizar el pueblo construido para Por un puñado de dólares, y que ha sido utilizado en multitud de spaghetti westerns), el desierto de Almería, Covarrubias (la batalla del puente y su posterior explosión), cerca de Guadix (escena de la estación de tren), Colmenar Viejo (pueblo en el que tiene lugar el tiroteo entre Rubio y Tuco contra los hombres de Sentencia), en Carazo, a las afueras de Burgos (donde se erigió el campo de concentración Betterville), y en el Valle de Mirandilla, cerca de Santo Domingo de Silos, también a las afueras de Burgos (se construyó el cementerio de Sad Hill). También se filmaron algunas escenas en los estudios Elios Film de Roma.
El rodaje fue un caos de idiomas, donde se mezclaban italiano, español e inglés. Los actores provenientes de diferentes nacionalidades hablaban en su lengua materna, para después ser doblados al idioma de cada país donde se estrenase la película. Eastwood, Wallach y Van Cleef también tuvieron que doblarse a si mismos, algo que no sucedía en el cine americano.
Leone no hablaba inglés, algo que dificultaba la comunicación con sus estrellas norteamericanas, de modo que utilizaba un interprete para darles las indicaciones. Con Wallach no necesitaba un intérprete, ambos se comunicaban normalmente en francés.
Ennio Morricone compuso los temas principales para la película antes de comenzar el rodaje, por lo que Leone pudo rodar las escenas en función de la música. El compositor creó una partitura increíble, que ha quedado ligada a la película para siempre. Como el característico tema con el que abre la película (el homónimo "The Good, The Bad And The Ugly"), cuyos aullidos trataban de simular los de un coyote.
Entre tomas, Eastwood se dedicaba a jugar al golf. Pero su relación con el director no fue tan buena como en las dos películas anteriores. El actor estaba cansado del perfeccionismo de Leone y de la cantidad de tomas que realizaba, además no estaba contento de ver su participación en pantalla reducida con respecto a Por un puñado de dólares La muerte tenía un precio.
Y para colmo de males, Eastwood tuvo que ausentarse del rodaje y volar a Roma, para iniciar una demanda contra Jolly Film, una productora italiana responsable de Por un puñado de dólares, que había licenciado un par de episodios de Cuero crudo y quería unirlos para estrenarlos como una única película con el título de "The Magnificent Stranger", sobra decir, que eso nunca llegó a suceder.
El rodaje comenzó en las afueras de Roma, donde en un set del Oeste ubicado en Elios Film, rodaron la escena en la que Rubio entrega a Tuco para cobrar la recompensa, y éste le grita de todo.
Dos días después, el rodaje se desplazó a España. Eastwood y Wallach volaron juntos desde Roma a Madrid. Pasaron la noche en la casa de un amigo y tuvieron que compartir cama, para después emprender rumbo a Almería al día siguiente, donde continuaría el rodaje. Como Eastwood no se sentía seguro con las aerolíneas locales, decidió alquilar un coche y un chófer para viajar a Almería, y Wallach le acompañó.
El segundo día de rodaje en Almería, continuaron rodando la escena que habían empezado a rodar en Roma, la del ahorcamiento de Tuco. Wallach se tuvo que subir a un caballo con una soga al cuello y las manos atadas a la espalda, un técnico de efectos especiales había colocado una pequeña carga de dinamita en la cuerda, que simularía el disparo que realizaba Eastwood desde el granero. Wallach instó a Leone para que colocaran algodones en los oídos del caballo, para así amortiguar la detonación, por miedo a que se asustara, pero Leone afirmó que no era necesario, ya que la escena no era peligrosa. Cuando llegó la hora del disparo, la explosión de la dinamita asustó tanto al caballo que salió corriendo como alma que lleva el diablo con Wallach sobre él, quien al tener las manos atadas sólo podía tratar de detenerlo gritándole y usando sus rodillas, mientras trataba de no caerse. Al final el caballo se detuvo después de correr durante más de un kilómetro. Y para colmo de males, Wallach se quedó medio sordo durante ese día. Ésta fue una de las varias ocasiones en las que a Wallach el rodaje casi le cuesta vida.
De Almería el rodaje se trasladó a Covarrubias, donde rodarían la escena de la batalla y la explosión del puente. El general Franco cedió mil soldados para la escena de la batalla y para realizar labores de mano de obra. Además permitió que la película usara cañones y armas auténticas de la Guerra de Secesión del "Museo del Ejército" de Madrid. El equipo técnico de la película con ayuda del ejército español, levantaron durante un mes el puente, y además se construyó una presa para aumentar el caudal del arroyo que corría por debajo.
Y fue aquí donde tuvo lugar la anécdota más recordada del rodaje, ya la que la voladura del puente tuvo que realizarse dos veces. Hay diferentes versiones de lo que sucedió, pero según Wallach (tal y como recogía la revista Imágenes de actualidad) básicamente lo que ocurrió fue que, "el hombre que había preparado los explosivos para esta escena era un capitán del ejército español. El hombre de efectos especiales le había dicho que era un honor tenerlo ayudando en el plató, y en consecuencia, el honor de apretar el botón para volar el puente le correspondía a él. El capitán no deseaba hacerlo, pero el hombre de efectos especiales dijo: 'Claro que sí, simplemente escuche, y cuando yo diga '¡Vaya!', pulse el botón. Y mientras le decía esto, uno de los ayudantes preguntó: '¿Quiere que ponga una de las cámaras pequeñas ahí?', y él respondió: 'Sí, vaya a hacerlo.' El capitán oyó la palabra 'vaya', apretó el botón y el puente voló por accidente. Leone se puso furioso. '¡Lo mataré!', decía, '¡Le dispararé apenas lo vea! ¡Está despedido!'." Y el hombre de los efectos se marchó, pero el capitán se acercó a Leone y le prometió reconstruir el puente en tres días con sus hombres, con la condición que no despidiese al hombre de los efectos. El director aceptó a regañadientes. A los tres días el puente estaba reconstruido y pudieron volarlo por los aires. Leone quería que Eastwood y Wallach estuvieran en el plano de la explosión a unos diez metros de la misma, pero Eastwood se negó, así que a Leone no le quedó más remedio que utilizar unos dobles para ambos actores.
Según contaba el ayudante de dirección Fabio Fava, Van Cleef, quien era famoso por sus problemas con el alcohol, comenzó el rodaje bebiendo más de la cuenta, lo que provocó que cuando rodó una pelea en la cantina del pueblo de Socorro (después eliminada del montaje final), el actor atizó auténticos puñetazos a los especialistas. Tuvieron que suspender el rodaje. La solución para mantener bajo control al actor, fue invitar a su mujer e hija al rodaje, lo que hizo que el actor redujese considerablemente su ingesta de alcohol.
Leone y Wallach se llevaron de maravilla, y ambos se retaban en las escenas a modo juego, por ejemplo, en la escena de la armería, Leone le dijo que desmontara varias pistolas y que montara una con diferentes piezas. El actor, a quien no le gustaban las armas, improvisó toda la escena mientras Leone rodaba y rodaba. Cuando iba a salir de la tienda, Wallach cogió el letrero de "Abierto", que colgaba de la puerta, y se lo puso en la boca al dependiente con el lado de "Cerrado" a la vista. Leone entre risas dio por buena la escena y la mantuvo en el montaje final.
En la escena del cementerio, cuando Tuco llega y camina hacia el centro del mismo, Leone le dijo que caminara con seriedad y tensión, y justo cuando empezaron a rodar, soltó sin avisar un perro entrenado para que corriera hacia Wallach, quien al verlo se asustó. Según contaba Wallach, el director quería romper la tensión dramática y filmar una respuesta natural de sorpresa por su parte.
Pero ese juego se terminó, cuando tocó rodar la escena en la que Tuco trata de romper las esposas que le unen a un soldado de la Unión, usa para ello una vía de tren. El equipo de efectos especiales había creado unas esposas que se romperían con facilidad cuando el tren pasara por encima. El actor rodó personalmente el plano pegado a las vías, mientras el tren pasaba justo a su lado, ya que Leone quería que el público viera que era él quien estaba allí y no un doble, cuando Tuco girara la cabeza. Lo que no había previsto la producción, eran las escaleras metálicas que sobresalían del tren. La suerte estuvo de parte de Wallach, quien permaneció con la cabeza agachada toda la escena, pero si la hubiera levantado seguramente había sido decapitado. Pero Leone no quedó convencido con el plano y le pidió al actor repetirlo para que se le viera mejor la cara, Wallach puso como condición que la zanja donde estaba metido fuera más profunda. Así se hizo, el tren dio marcha atrás y rodaron de nuevo el plano, pero ahora la cara de Wallach no se veía correctamente porque estaba demasiado metido en la zanja. Leone quería volver a rodarlo, pero Wallach se negó. Al director no le quedó más remedio que quedarse con el primer plano que habían filmado.
Y hubo una tercera ocasión en la que a Wallach el rodaje casi le cuesta la vida. Rodando la escena del cementerio, debía romper con una pala una de las bolsas con el oro, pero como el cuero era muy duro, el encargado de utilería usó ácido para debilitarla y que así fuera más fácil romperla. Pero dejó el ácido en una botella similar a la de una limonada española que Wallach solía tomar, por eso el actor cuando vio la botella le hecho un trago, pero de inmediato notó el ácido en la boca, y lo escupió sin haberlo tragado. Su rapidez le salvó la vida.
Y el popular cementerio de Sad Hill fue construido para la ocasión por cientos de soldados españoles. Leone quería que recordara a un antiguo circo romano, y el diseñador de producción Carlo Simi y su director de arte, Carlo Leva, lo diseñaron con forma circular. El cementerio estaba compuesto por 10.000 tumbas. 
En la escena final, después de que Rubio dispare a la cuerda de la soga de Tuco, estaba previsto que éste lo persiguiera corriendo mientras una toma desde un helicóptero se alejaba de él, quedando como un pequeño punto en el cementerio. Pero no consiguieron que funcionase, ya que la cámara temblaba mucho en el helicóptero. Así que la escena quedó como se ve en la película.
La duración de la película fue un problema. El primer montaje se iba a las cuatro horas, que no era admisible por parte de la United Artists. Vincenzoni trató que Leone cortara la película, lo cual agrió mucho su relación con el director. Para intentar llegar a una duración de tres horas, Donati tuvo que encontrar la forma de acortar la película sin afectar al resultado final. Se eliminó una parte completa de la película, y después se aprovechó la escena entre Lee Van Cleef y el soldado sin piernas, para la que Donati escribió nuevos diálogos, haciendo que explicaran lo que había sucedido en el metraje que se había cortado. Con trucos así llegaron a un montaje de tres horas, pero no era suficiente para la UA, así que al final la película conoció dos montajes, uno de tres horas para la versión original italiana, y uno de 148 minutos para la versión internacional.
Cuando la película estaba en el proceso de doblaje para la versión americana, Donati descubrió que no se estaban haciendo las cosas como era debido. Para conseguir que las palabras dobladas encajasen con el movimiento de los labios cambiaron drásticamente los diálogos. Para evitar que destrozaran la película, Donati se pasó tres meses supervisando el doblaje.
Durante el rodaje, Leone le habló a Eastwood de realizar juntos un cuarto western, que se conocería como Hasta que llegó su hora (1968), pero el actor no estaba interesado y quería abordar otros proyectos. De esa forma El bueno, el feo y el malo significó la última película del tándem Leone-Eastwood.
La película se estrenó en Italia el 23 de diciembre de 1966 y fue un éxito enorme, recaudando 4.300.000 millones de dólares, reuniendo a 11.364.221 de espectadores (sólo fue superada por Doctor Zhivago). Llegó a Estados Unidos un año después, el 29 diciembre de 1967, y fue un gran éxito, recaudando la sorprendente cifra de 25.100.000 de dólares.

LAS DIFERENTES VERSIONES
En 2003, se realizó la restauración de la película, y se incluyeron las escenas incluidas en la versión italiana (de 3 horas), y que faltaban en la versión internacional (de 148 minutos). Eastwood y Wallach se doblaron a si mismos para esas escenas, y debido a que Van Cleef  había fallecido, fue doblado por Simon Prescott. De esa forma se pudieron recuperar las siguiente secuencias:
1. Sentencia llega a un fuerte de los confederados que ha sido destruido. Habla con un capitán, al que le pregunta por Bill Carson, y tras darle una botella de vino, éste le cuenta que probablemente lo encontrará en el campo de prisioneros de Betterville.

2. Tuco se sienta en medio del desierto para refrescar sus pies en remojo, mientras Rubio se muere de sed. Rubio trata de beber el agua donde Tuco se lava los pies, pero éste la termina volcando mientras se ríe.

3. Tuco llega en el carromato a un fuerte confederado con Rubio en la parte de atrás. Le pregunta a un sargento donde puede encontrar una enfermería, y éste le explica que están cerca de Apache Canyon, que a su vez está cerca de la misión de San Antonio, donde se encuentra el hermano de Tuco.

4. Tras salir de la misión de San Antonio, Tuco busca en un mapa hacia donde deben dirigirse, y Rubio trata de averiguar el destino, pero el primero no se deja engañar.

5. Después de que Tuco se suba al tren, hay una escena nocturna, en la que mientras Sentencia y Rubio duermen, hacen acto de presencia los hombres del primero, y Rubio mata a uno de ellos que se acerca en la oscuridad.

6. El capitán lleva a Rubio y Tuco por el campamento, y les dice que el bando que tenga más alcohol para emborrachar a sus soldados y enviarlos a la muerte, será el ganador. Les pregunta sus nombres, pero ellos no le responden.

7. La escena del capitán agonizando es un poco más larga, así como el momento posterior en el que Rubio y Tuco colocan los explosivos en el puente.

Existe una escena que no fue incluida en ninguna de las versiones. En ella, Tuco entra en una cueva con un pollo, se sienta junto a una olla hirviendo y comienza a lamentarse por los tres amigos que solía tener. Mientras está hablando solo, estos bajan del techo por unas cuerdas y hablan con Tuco. Estos son los tres mexicanos que tratan de matar a Rubio en el hotel.

VALORACIÓN
El bueno, el feo y el malo siempre ha sido mi western favorito. Lo más genial de ella es que es una película de aventuras, con una búsqueda del tesoro incluida y con unos buscavidas sorteando toda una serie de peligros por el camino.
Los spaguetti westerns hacían lo que los westerns americanos no se atrevían, eran sucios, llenos de personajes amorales y pícaros, cargados de un cínico sentido del humor, y repletos de acción. Y El bueno, el feo y el malo es el máximo exponente de eso. Y sirvió para dignificar el género, al que Leone aportó algunas de sus mejores obras.
El italiano es un narrador increíble y llena la película de detalles puramente cinematográficos, que son un prodigio de la narrativa, con detalles tan sencillos, por ejemplo, como muestra que Tuco cada vez está más cerca de encontrar a Rubio, gracias a los cigarrillos que se va encontrando siguiendo su rastro y como el último se enciende al darle una calada. O ese impagable momento en que Rubio y Tuco se encuentran con unos soldados que creen ser de la Confederación, pero que el polvo oculta que en realidad son de la Unión.
Cuida los personajes, incluso los pequeños, como ese capitán de la Unión que se muere de gangrena y no quiere que los enemigos capturados sean maltratados. O ese otro capitán también de la Unión que ahoga en vino su pena por ver como debe mandar a sus hombres a una muerte segura, algo ilógico, como la propia guerra.
Y es que la película nos habla del sinsentido de la guerra. El bueno, el feo y el malo acontece durante la Guerra de Secesión, pero ésta suele estar en segundo plano, los personajes tienen sus propias aventuras y detrás hay una guerra con la que de forma intermitente se van topando, y de esa forma sutil Leone nos hace patente los horrores de la misma (de hecho, no se corta a la hora de mostrar a personas con extremidades amputadas). Algo que resume toda la película, es la frase de Rubio, "Nunca he visto morir tan estúpidamente." Y para remate, el oro se encuentra en un cementerio (en una tumba sin nombre), donde yacen miles de muertos sin rostro de esa terrible guerra. Pero Leone no sólo habla de la Guerra Civil Americana, también hay referencias a otros conflictos armados, lo que hace más universal a la película, como esas trincheras de la batalla del puente que recuerdan a las de la primera guerra mundial o el campo de concentración que nos retrotrae a la segunda gran guerra.
La película tiene un par de elipsis que me vuelven loco. Esa que pasa del soldado de la Unión limpiándose el polvo, a los pasos de los hombres capturados, y que coincide en el mismo ritmo de golpes y pasos. Y otra, cuando Tuco unido a un soldado por las esposas, alza la vista y encuentra la solución de como librarse de ellas, para en el siguiente plano ya ver al soldado en medio de la vías, y a Tuco a su lado esperando que pase el tren, un ejemplo de pura concisión narrativa.
El uso de la música es fabuloso. Morricone, en uno de sus mejores trabajos, crea momentos de pura épica (el tema "The Trio" sonando durante el duelo final), a otros íntimos (el uso de la canción "The Story Of A Soldier" en el campo de concentración para tapar la paliza que le dan a Tuco), pero el momento que se lleva la palma es el "The Ecstasy Of Gold" sonando a todo trapo mientras Tuco corre por el cementerio (una de las mejores escenas musicales de la historia del cine).
Ya desde el minuto uno, Leone rompe con todo, con ese primer plano que encuadra la cara de un cazarrecompensas, pero sin verse por completo, recortándola por encima y por debajo, algo innovador por aquel entonces. Da la sensación de que Leone va varios años por delante de su tiempo. Sólo hay que fijarse en su uso de las sombras para introducir a un personaje (muchos años antes de Spielberg en En busca del arca perdida (1981)). Leone reduce al mínimo los diálogos, para que sean las imágenes las que hablen por si solas, algo que ayuda la música de Morricone. El director convierte la película en un cómic viviente, con encuadres y planos que hoy día son habituales, pero sorprendentes en aquel momento. Como también es muy cómic la presentación de los tres personajes con sus apodos sobreimpresos mientras suena el "wah wah wah" de la banda sonora. Y la que se lleva la palma es la introducción de Tuco, con el tiempo estirado al máximo, con esos tres cazarrecompensas caminando hasta el salón donde se encuentra el forajido, y que Leone resuelve con Tuco saltando por la ventana, para después en un movimiento de cámara, mostrarnos que disparó a los tres hombres. Y para remate final, y donde se nos confirma que la película es un cómic viviente, es cuando en el clímax, Eastwood aparece con el mítico poncho que ya había utilizado en Por un puñado de dólares (1964) y La muerte tenía un precio (1965), confirmando su indumentaria de héroe y que es posible que el actor interprete al mismo personaje en las tres películas, siendo ésta la primera en orden cronológico de la trilogía del "Hombre sin nombre".
El trío protagonista se sale, Eastwood perfeccionó su papel de pistolero silencioso, Van Cleef demostró ser un gran villano, pero el que roba las escenas, y es el corazón de la película, es Eli Wallach, dotado de un carisma y una vis cómica que capta toda nuestra atención (memorable su forma de atestiguarse o ese momento en que suelta, "Cuando se dispara no se dice nada"). Cada uno tiene su personalidad, Rubio es un inteligente buscavidas, Tuco un superviviente nato, y Sentencia es un hombre despiadado sediento de dinero, pero con un código moral. Wallach consigue que simpaticemos con su personaje, ayuda su carisma, pero también hay detalles en el guión que contribuyen a ello, como esa escena en la que miente a Rubio contándole que tiene una buena relación con su hermano, cuando acabamos de ver que no es cierto (y Rubio también sabe que no lo es).
Todo el tramo final es un tour de force, desde la explosión del puente, a Tuco escapando de Rubio mientras éste le dispara con un cañón, pasando por la escena de "El éxtasis del oro", y terminando con el duelo a tres, es como una montaña rusa que no puede ser más emocionante.
El duelo entre los tres protagonistas, es de esas escenas que hacen que se te ponga la carne de gallina, y es una obra maestra en si misma. Y como le sucede a la de "El éxtasis de oro", es puramente cinematográfica porque no hay diálogos, sólo imágenes y música. Es como una sinfonía visual, un ballet de muerte, bellamente coreografiado. El trabajo de Morricone la eleva a otro nivel, y el montaje es increíble, como Leone empieza con un largo plano general de los tres personajes colocándose en sus posiciones, y como poco a poco los planos son cada vez más cortos y cada vez la cámara está más cerca de los protagonistas, terminando con planos de sus ojos. Y el disparo final nos devuelve al plano general con el que empezó la escena. Lo dicho, magistral.
Merece la pena ver la película en su versión extendida, ya que se explica mejor la historia y se resuelven algunos agujeros que en la versión internacional no quedaban bien cerrados.
El legado de la película es enorme, sólo hace falta ver el cine de Quentin Tarantino, John Carpenter, Robert Rodriguez, Jee-woon Kim o Álex de la Iglesia para darse cuenta de ello. Por otro lado, es muy recomendable ver Desenterrando Sad Hill (2017), sobre le proceso de recuperación del cementerio de Sad Hill, por parte de unos entregados fans.
El bueno, el feo y el malo son tres horas de puro entretenimiento, que se pasan volando. Esto sucede porque, por un lado sigue siendo moderna, y por otro, el tempo con que Leone rueda las escenas hace que cada una de ellas resulten fascinantes, es la suma de una sucesión de set pieces a cada cual mejor. Además consigue que nos interesen los tres protagonistas y lo que les sucede. Es posiblemente el mejor western de la historia, y el más influyente. Una obra maestra buena, bella y nunca mala.

CURIOSIDADES
Para la revista británica "Sight and Sound", tanto Quentin Tarantino como Matthew Vaughn incluyeron a El bueno, el feo y el malo en su lista de las 10 películas preferidas de la historia.
En las escenas de introducción de Rubio, Tuco y Sentencia, al principio de la película, cada uno dispara a tres personas.
En la escena en la que ahorcan a Tuco en el pueblo, Wallach improvisó el gruñido a la señora mayor.
A Lee Van Cleef le faltaba parte de su dedo índice derecho, esto se puede apreciar en el duelo final.
Clint Eastwood lleva el mismo poncho en las tres películas de trilogía del dólar.
La idea de congelar la imagen para presentar a cada uno de los tres protagonistas, fue del diseñador de los títulos durante las post-producción.
Está incluida en el libro "1001 películas que debes ver antes de morir" de Steven Jay Schneider.
Pese a que se supone que Tuco es el hermano menor del Padre Ramirez, Wallach era realmente catorce años mayor que Luigi Pistilli.
Clint Eastwood, Benito Stefanelli, Aldo Sambrell, Lorenzo Robledo, Antonio Molino Rojo, Mario Brega y Frank Braña, son los únicos actores que aparecen en las tres películas de la "Trilogía del dólar".
Luciano Vincenzoni trató de realizar una segunda parte de la película, y llegó a reunirse con Eli Wallach y Lee Van Cleef, pero Leone nunca estuvo de acuerdo con el proyecto, y éste no salió adelante.

BIBLIOGRAFÍA
Interview with Sergio Donati (Colville-Andersen, 14 mar 2016)
Sergio Leone: Something To Do With Death (Christopher Frayling, 2000)
Bill Shaffer’s Eli Wallach interview (Current Thinking on the Western)
The good, the bad, and me: In my anecdotage (Eli Wallach, 2005)
Clint: The Life and Legend (Patrick McGilligan, 1999)
Imágenes de actualidad (Nº 238)
Clint Eastwood: A Biography (Richard Schickel, 1996)
European Trash Cinema Magazine (Nº 21)
Desenterrando Sad Hill (2017)
La fierecilla domada (Fabio Fava Blog, 8 dic 2011)

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12 Comments:

Anonymous Ramón said...

Grandioso comentario Rodi, has vuelto a conseguir que me den ganas de volver a ver la cinta de Leone.
Personalmente, de la Trilogía del Dólar la que más me ha gustado siempre ha sido "La Muerte tenía un Precio" por el tema de la venganza que acomete el Coronel. "El Bueno, el Feo y el Malo" posee secuencias imborrables, en especial me quedo con el duelo final acompañado por la tremenda música de Morricone. Como dices, lo grande es que se trata de una cinta de aventuras enmarcada dentro de un conflicto (lo cual copiarían otras a posteriori) y el que los personajes sean todos amorales y cinicos. Pero siempre he tenido un problema con la trama que muestra el conflicto civil americano, he notado que relentizaba la historia y la hacía demasiado larga, ya digo, hace muchos años que no la veo. Quizás cuando vuelve a verla tras leer tu comentario mi opinión cambie y mejore (y volveré para comentarte).
De los westerns de Leone, mi favorito es "Hasta que llegó su Hora" donde llevó al extremo eso que comentas de narrar mediante imágenes y música con un resultado sublime.

Enhorabuena por la reseña!!

Un saludo!!

February 20, 2023 12:03 AM  
Blogger Rodi said...

Muchas gracias Ramón!

"La muerte tenía un precio" también me encanta, es mi segundo western preferido :)

Creo que el tema de la guerra civil está bien metido, siempre aparece en segundo plano, y está muy bien hilvanado con la trama principal del trío protagonista, y es el subtexto de la película, y aporta algunas de las mejores escenas (la voladura del puente, la escena de la tortura a Tuco en el campo de concentración,...). Si vuelves a ver la película creo que eso te gustará más.

"Hasta que llegó su hora" es genial, y curiosamente en esa creo que tiene un peor ritmo, se me hace un poco larga, justo tenemos intercambiadas las opiniones entre las dos películas!

Si vuelves a ver "El bueno, el feo y el malo" ya me dirás.

Como siempre, muchas gracias por comentar!

Saludos.

February 20, 2023 1:04 PM  
Anonymous marco said...

La muerte tenia un precio es mi western favorito pero el segundo en la lista es esta monumental pelicula.La ultima de la famosa trilogia del dolar.Ese Clint eastwood inexpresivo pero con un carisma impresionante.Lee van cleef es un villano a la altura,sencillamente perfecto,sin escrupulos,con un codigo moral como tu dices,si,pero un cabron que habiendo dinero por medio se carga a quien sea.Al no estar Gian maria volonté,Eli wallach roba la pelicula con personaje gracioso,desgraciado,un trotamundos,un superviviente y un antiheroe igualmente como Clint.La direccion de Sergio leone es fantastica con esos bellos planazos y junto a La muerte es su mejor pelicula(Por un puñado de dolares me aburrió excepto el final y despues tanto como Hasta que llegó su hora como sin ser western Erase una vez en america,me parecen dos tostonazos.No se hace larga a pesar de esas 3 horas de la extendida,aunque coincido con Ramon en que el tramo del ejercito aun con la explosion del puente,corta el ritmo,demasiado largo y no aporta nada.Esa ultima media hora con la llegada al cementerio y el posterior duelo al ritmo de The exctasy of gold y The trio es magistral,una de las mejores escenas del cine y un climax magistral.Esa partitura del gran Ennio vale su peso en oro al igual que en La muerte,tambien plagada de temas impresionantes.En definitiva,una de las grandes obras maestras del cine y como tu dices,si,puede ser el mejor western de la historia aunque muchos intenten hacer ver que no es un western propiamente dicho,por lo de Espaguetti(algo absurdo).Grandiosa critica para una grandiosa pelicula.Saludos Rodi

February 21, 2023 4:02 AM  
Blogger Rodi said...

Veo que "La muerte tenía un precio" tiene muchos seguidores y me gusta :)

Los tres actores principales están perfectos en sus roles, parece que hayan nacido para darles vida.

Es lo que tú dices, pese a durar 3 horas la película nunca se hace larga.

Toda la parte del puente y con el ejército sirve para hablar del tema de la película, del sinsentido de la guerra, con soldados enviados a una muerte absurda, como sabe ese capitán que siempre está borracho, ahogando sus penas en alcohol.

Lo de Morricone en está película es increíble, siempre va al 11. No sé ni cuantas veces me habré puesto el "The exctasy of gold" y cada vez hace que me venga arriba.

Es curioso ese desprecio por los spaghetti westerns, es cierto que de base no tiene sentido que se hicieran en Europa porque es un género que por situación geográfica no nos pertenece, pero una película es una película y siempre he preferido los westerns europeos que los americanos, supongo que porque son más divertidos, tienen más acción y son más irreverentes.

Como siempre, muchas gracias Marco!

Saludos.

February 21, 2023 12:59 PM  
Blogger Pau said...

No soy muy aficionado a los western, pero los pocos que he visto me han gustado mucho.

'La trilogía del dólar' es muy buena, cada película supera a la anterior y 'El bueno, el feo y el malo' es la cúspide de esa trilogía.

De todas formas, mi western favorito es 'Grupo salvaje' el cuál se ve influenciado por los spaguetti westens, es sucia, violenta (el final es espectacular y brutal) y fue un paso más allá al ser de los primeros westerns en mostrar algún cuerpo desnudo o semidesnudo.

Gracias por analizar 'El bueno, el feo y el malo'.

March 05, 2023 11:59 AM  
Blogger Rodi said...

Tampoco soy muy fan del western, pero curiosamente de mis preferidos la mayoría son de Leone, siendo el que más me gusta "El bueno, el feo y el malo".

"Grupo salvaje" es una maravilla, otro de mis favoritos, ese final se te queda grabado a fuego para siempre.

Muchas gracias a ti por comentar Pau!

Saludos.

March 08, 2023 2:28 PM  
Anonymous paquete de internet y cable said...

Gran película de vaqueros

May 05, 2023 9:44 AM  
Blogger Teo Calderón said...

El éxito a nivel planetario de POR UN PUÑADO DE DÓLARES y LA MUERTE TENÍA UN PRECIO, facilitó a Sergio Leone poder cerrar sin restricciones lo que luego se conocería como la “trilogía del dólar” con este ambicioso, desmesurado, desequi­li­brado y, en muchos momentos, atractivo western en el que se entregó mayormente a rizar el rizo sobre algunas de las propuestas y hallazgos de sus dos precedentes en una clara ampliación que añadía un grado de complejidad a los asuntos tratados. Así, una vez más aparece la obtención de dinero como motor de los personajes (aquí tres pistoleros que se mueven por sus intereses en el cruento escenario de la Guerra de Secesión, una contienda sobre la que Leone procura colocar el acento en sus aspectos más cruentos y absurdos), la ausencia de valores morales y también ese malévolo y burlesco descreimiento en torno a la religión como algo obsoleto y abandonado en un mundo que no la necesita (la interesante, cambiante y reveladora secuencia del encuentro entre Tuco y su hermano fraile en el desvencijado convento lleno de imágenes cristianas deterioradas), elemento éste que ya aparecía en LA MUERTE TENÍA UN PRECIO (recordemos la en cierto modo paródica escena de Indio, psicópata y drogota, explicando desde el púlpito sus planes delictivos a una docena de facinerosos “apóstoles”). La estructura del guión que solo en apariencia carece de ella (o en todo caso, lo que entiendo como una intentona de ir imbricando sucesivas temáticas que en principio parecen autónomas) y una concepción de la puesta en escena que combina el sistema de set-pieces con interminables y un tanto preten­ciosos (pero a veces seductores) regodeos de cámara, acompañados por el omnipresente Ennio Morricone en la banda sonora subrayando o creando atmósferas e incluso utilizando su música en determinados momentos como usurpadora en la función de los diálogos, terminan por causar un extraño doble efecto: fascinar en su muy calculada y efectiva formulación visual y sonora (muy ligada al sentido que desea dar a cada secuencia) y poner a prueba los nervios y el aguante del espectador con ese método in crescendo de dilatar o estirar el tempo hasta la exasperación, del que es ejemplo la tensa y ya mítica secuencia circular en el cementerio de Sad Hill con el enfrentamiento final de los tres protagonistas.
En suma, han sido necesarios a lo largo de los años sucesivos visionados de EL BUENO, EL FEO, EL MALO para diluir mis reticencias (aún quedan grumos) llegando a gustarme este western por razones no ligadas entre sí, alguna de las cuales las acabo de exponer. Pero, sobre todo, he de reconocerlo, porque en virtud de su colosal repercusión comercial, la Paramount decidió dar carta blanca a Leone para que pusiera en pie la que considero su obra magna, su gran masterpiece, HASTA QUE LLEGÓ SU HORA (Once Upon a Time in the West).
Un saludo.

May 06, 2023 1:20 AM  
Anonymous Anonymous said...

Ilegible. Por favor, aprenda a utilizar las comas correctamente.

July 23, 2023 2:25 AM  
Anonymous Anonymous said...

Excelente articulo

July 23, 2023 3:12 AM  
Anonymous Anonymous said...

1.300.000 dolares? o 1,3 millones de dolares? 1.300.000 millones de dolares me parece exagerado....

July 23, 2023 5:03 AM  
Blogger Rodi said...

Tuvo un presupuesto 1.300.000 de dólares, ya está corregido en el artículo. Gracias.

July 23, 2023 5:47 AM  

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